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Arqueología

ARQUEOLOGÍA: PUEBLOS ÍBEROS, LOS LACETANOS. Los lacetanos eran la tribu íbera que habitaba en la Cataluña Central entre, aproximadamente, el siglo VIII a. C. hasta finales del siglo I a. C. Tenían por vecinos a los bergistanos (al norte de Berga); los ausetanos (al este de Osona); los ilergetes (al oeste de Lérida) y a los layetanos y cossetanos (al sur de Barcelona y Tarragona).

Lacetanos

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Lacetanos
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Periodo históricosiglo VIII a. C. - siglo I a. C.
Raíz étnicaPreindoeuropeo

 Iberos

  Lacetanos
IdiomaIbero
Principales ciudadesIesso, Sigarra
RegiónBages
Correpondencia actualCataluña (España)
Pueblos relacionadosIberos

Los lacetanos eran la tribu íbera que habitaba en la Cataluña Central entre, aproximadamente, el siglo VIII a. C. hasta finales del siglo I a. C. Tenían por vecinos a los bergistanos (al norte de Berga); los ausetanos (al este de Osona); los ilergetes (al oeste de Lérida) y a los layetanos y cossetanos (al sur de Barcelona y Tarragona).

El Bages era el núcleo más importante de los lacetanos, con extensiones hacia Poniente, parte de la Anoia, del Solsonés y , quizá, la Segarra. Junto con los ilerdenses y los ausetanos destacaron, por oponerse al dominio romano y, como conscuencia, fueron sometidos por el cónsul Catón (195 a. C.).

Otras ciudades lacetanas importantes son: Iesso (Guissona) y Sigarra (de localización incierta).

ARQUEOLOGÍA: PUEBLOS ÍBEROS (ESPAÑA). LOS ILERGETES. Los ilergetes eran uno de los pueblos que ocupaban parte de la península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Formado a partir del sustrato étnico indígena, incorporaron múltiples influencias provenientes de la Edad del Bronce y de algunas de las tribus indoeuropeas que inmigraron a la península en el primer milenio adC (ya en la Edad del Hierro). Eran posibles parlantes de protoeuskera, especialmente en su zona norte.

Ilergetes

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Ilergetes
Ilergetes1.jpg
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Raíz étnicaPreindoeuropeo

 Iberos

  Ilergetes
IdiomaIbero
Principales ciudadesIltirta, Atanagrum, Eso
RegiónCataluña occidental y Aragón oriental.
Correpondencia actualCataluña y Aragón (España)
Reyes / líderesIndíbil, Mandonio
Pueblos relacionadosIberos

Los ilergetes eran uno de los pueblos que ocupaban parte de la península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Formado a partir del sustrato étnico indígena, incorporaron múltiples influencias provenientes de la Edad del Bronce y de algunas de las tribus indoeuropeas que inmigraron a la península en el primer milenio adC (ya en la Edad del Hierro). Eran posibles parlantes de protoeuskera, especialmente en su zona norte.

Estaban ubicados en parte de lo que sería conocido posteriormente como la Tarraconense, desde el Bajo Urgel hasta el río Ebro, ocupando lo que en la actualidad son las provincias de Huesca y de Lérida, ocupando las ricas cuencas del río Segre, el Noguera Pallaresa, el Noguera Ribagorzana, el Cinca y el Alcanadre, aunque es impropio tratar de establecer fronteras definidas en aquella época. Se hallan señales de su presencia durante largos periodos de tiempo en la actual provincia de Zaragoza y el norte de Castellón, donde presionaban a los edetanos.

Su sociedad política estaba fundamentada en la existencia de un Rey (régulos en las crónicas romanas, "reyes pequeños"), muy jerarquizada con oligarcas que mantenían la estructura social y un fuerte componente militar. Se sostiene la tesis de que era una sociedad muy avanzada a la llegada de los romanos y que eran buenos comerciantes. Algunas ciudades grandes parecían disponer de una cierta autonomía con órganos de gobierno a modo de curias a partir del siglo I a. C., aunque bien podrían estar influidas por el proceso de romanización acentuada a partir del 195 a. C.

Su capital era Atanagrum, cuya ubicación exacta se desconoce. Otra ciudad importante era Ilerda, también denominada Iltirta o Iltirda, (la actual Lérida), y que en determinados momentos fue también capital, llegando a considerarse en algunos periodos como la ciudad más grande en la península al norte de Sagunto.

Su economía estaba basada en la ganadería y el cultivo de grano. Se han encontrado molinos manuales giratorios. Fue muy importante el desarrollo de la metalurgia, la orfebrería y la industria textil. La cerámica tenía componentes fenicios y griegos, con motivos ornamentales geométricos. Usaban la moneda, de bronce (ases) y de plata (dracmas), al menos desde el siglo III a. C., lo que favoreció el comercio y la captación de impuestos.

Su figura más notable fue el rey Indíbil (h. 258 a. C. - 205 a. C.) que primero como aliado de Cártago, sostuvo diversos enfrentamientos con los romanos, durante la Segunda Guerra Púnica. La ubicación estratégica del territorio de los ilergetes favoreció sus alianzas con Roma o Cártago (casi siempre con esta última), aunque se afirma en la actualidad de manera unánime que el auténtico interés de los ilergetes y sus caudillos era favorecer sus propios intereses, defender su pueblo y extenderse más allá de sus fronteras conquistando a los pueblos vecinos al margen de las dos grandes potencias del Mediterráneo occidental del momento.

Además de las batallas donde Indíbil y Mandonio, lugarteniente de aquél, intervinieron, los ilergetes todavía se sublevaron en el 195 a. C. contra Roma y debieron ser sometidos por Catón. A partir de este momento comienza la decadencia de este pueblo que en el 192 a. C. debe pedir a Roma ayuda para defenderse de sus vecinos, sometidos ya a vasallaje romano sus reyes y eliminadas las defensas de las ciudades.

El yacimiento arqueológico de un asentamiento ilergete que más información ha ofrecido sobre la historia de este pueblo, además de las obras de los autores antiguos romanos, es el de La Pedrera de Vallfogona.

[editar] Véase también

[editar] Bibliografía especializada

  • Martín Almagro y otros. Protohistoria de la Península Ibérica. Madrid, 2001.
  • Sanmartí, J.&Santacana, J. ELS IBERS DEL NORD. Rafael Dalmau, Ed. Barcelona, 2005. (ISBN 84-232-0691-2)

[editar] Enlaces externos

ARQUEOLOGÍA: PUEBLOS ÍBEROS. LOS SEDETANOS. Los sedetanos fueron un pueblo íbero del siglo III a. C. situado en el valle medio del Ebro, en España.

Sedetanos

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Sedetanos
Sedetanos.png
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Raíz étnicaIndoeuropeo

 Céltica
  Celtíbera

   Sedetanos
Idioma¿Celtibérico?
Principales ciudadesSedeis o Sedeisken, Kelse, Salduie, Ildukoite, Bernaba, Ebora, Arsi, Damaniu
RegiónValle medio del Ebro
Correpondencia actualAragón (España)
Pueblos relacionadosIberos, edetanos

Los sedetanos fueron un pueblo íbero del siglo III a. C. situado en el valle medio del Ebro, en España.

El nombre del pueblo proviene de su capital que se llamaba Sedeis o Sedeisken, que se conoce por inscripciones monetales. Fue la primera en acuñar moneda, y la emitió en gran abundancia. Todavía no ha sido localizada aunque se ha especulado sobre si es Azaila. De hecho, no es seguro que el yacimiento del Cabezo de Alcalá, cercano a Azaila, perteneciera a los sedetanos, porque se desconoce su nombre íbero, pero es bastante probable. Otras ciudades importantes fueron Kelse (Velilla de Ebro, que emitió denarios de plata, por lo que se supone que fue temporalmente la ciudad más importante), Salduie (Zaragoza), Ildukoite (posiblemente Oliete), Bernaba (Azuara), Ebora, Arsi o Damaniu (de localización desconocida, aunque Ptolomeo la sitúa hacia los Monegros). En general, los sedetanos se mantuvieron al sur del Ebro entre los ríos Guadalope y Martín y tenían como vecinos a los suessetanos e ilergetes al norte, los ilercavones al sudeste y los celtíberos al suroeste. Algunos autores consideran a los sedetanos erróneamente como parte de los edetanos, a los que les unían el comercio y la cultura, como lo demuestra la decoración de la cerámica.

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[editar] Origen

Se trata de un pueblo indoeuropeo, de base hallstática centroeuropea emparentado con los ilercavones, ilergetes y edetanos, estos últimos descendientes al igual que los sedetanos, de los esdetes. Llegaron a la Península Ibérica por la costa de Levante, en la zona de la actual Valencia, desde donde fueron migrando hacia el valle medio del Ebro, al sur del cual se asentaron teniendo como límite norte precisamente el enclave donde se sitúa Salduie.

Hablaron una lengua indoeuropea, de carácter celtíbero, en la que está escrito hacia el 70 a. C. el Bronce de Botorrita. En él se hallan algunos préstamos lingüísticos éuscaros. En este siglo I a. C. la cultura material de los sedetanos es celtíbera, aunque ya intensamente romanizada. De hecho, todo indica que mantuvieron una relación de colaboración con los romanos, que convertirían a la sedetania en el centro romanizador de toda la región. Sobre una de sus ciudades más importantes, Salduie, fundaron los nuevos colonos Caesaraugusta, abandonando poco después, debido a la pujanza de la nueva ciudad mixta romano-sedetana, su anterior urbe principal en la zona: Celsa.

[editar] Economía

La base económica será la explotación de las tierras con una producción cerealista, sin despreciar la ganadería. Se va a cultivar cebada, centeno, mijo y avena. Guardaban los cereales en silos, tapados con una capa de barro y piedras. Se utilizaban también para guardar otros víveres. Consumían la vid y el aceite por las ánforas que se han encontrado. También guardaban ahí los frutos. El vino lo importarán de la zona de Campania (ánforas greco-latinas).

Gran papel de la ganadería con bóvidos, cabras y caballos. Encontramos además animales de caza en los dibujos de las cerámicas. Poseían una fuerte industria textil de lana y lino. Los vestidos son conocidos a través asimismo de la cerámica. Hay pocos restos de metalurgia.

[editar] Numismática

En numismática la acuñación de plata está relacionada con Roma y la guerra. Las monedas de plata les servían para pagar a las tropas y los impuestos romanos, mientras que las de bronce para intercambios entre ciudades. Los sedetanos emitieron moneda con características comunes: una cabeza imberbe con tres delfines de un lado, y un jinete con palma del otro.

[editar] Religión

Desconocida pero tenemos un monumento donde aparece el nombre de una divinidad, Neitin, asociada a Marte. En algunos vasos vemos a un personaje con arado identificado al dios masculino Georgos que dominaba el panteón ibero. Sería un dios celeste de la fecundación. A veces es representado con atributos guerreros. Se han encontrado también diversas terracotas que aluden a la diosa madre en relación con Deméter. En cuanto al mundo funerario dominaba la incineración que pasa por unas fases: exposición en la vivienda, transporte hasta el lugar de incineración, cremación y recogida de restos junto al ajuar. Para señalizarlos hay estelas, de diversos tipos: I con representaciones de jinetes con lanza o escudo, II con epigrafía de letras ibéricas y III anepigráficas y sin iconografía. El caballo se da mucho como símbolo de heroización e inmortalidad, sirve para transportar al difunto al más allá.

[editar] Romanización

De romanización temprana, es posible que los sedetanos fuesen favorecidos por los romanos tras la Segunda Guerra Púnica. Muchos sedetanos se alistaron en el ejército romano e intervinieron en las guerras itálicas y romanas como lo demuestra el Bronce de Ascoli.

[editar] Enlaces externos

[editar] Bibliografía

ARQUEOLOGÍA: PUEBLOS ÍBEROS (ESPAÑA). LOS SUESETANOS. Los suessetanos (en latín, suessetani) fueron un pueblo prerromano establecido en las llanuras centrales de Aragón.

Suessetanos

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Suessetanos

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Raíz étnicaIndoeuropea

 Céltica

  Suessetanos
IdiomaCéltico
Principales ciudadesCorbio
RegiónCinco Villas
Correpondencia actualAragón (España)
Pueblos relacionadosSuesiones

Los suessetanos (en latín, suessetani) fueron un pueblo prerromano establecido en las llanuras centrales de Aragón.

Hoy en día se les considera celtas emparentados con los suesiones (de la región de Soissons), aunque algunos creen que pertenecían a los pueblos iberos o celtíberos. En cualquier caso, su nombre parece aludir a la raíz indoeuropea svasti, con el significado de "tener suerte", el mismo significado que se esconde tras la la palabra esvástica.

Su límite oriental más probable fue el río Gállego.

En su territorio hubo una ciudad denominada Corbio, y junto a Soissons está la ciudad de Corbeil. La raíz curvo derivaría del nombre galo Corbus.

A comienzos del siglo II a. C. se cree que eran aliados de Roma, pero después se sublevaron y en el 184 a. C. su capital Corbio fue asediada por los romanos y ocupada y destruida por Terencio Varrón.

Ocupaban la región que actualmente se corresponde básicamente con la comarca zaragozana de las Cinco Villas.

Tras su derrota su territorio fue entregado a los vascones, que aparecerán más tarde como sus poseedores.

ARQUEOLOGÍA: PUEBLOS ÍBEROS (ESPAÑA). LOS VASCONES. Vascones (del latín: gens vasconum) fue el nombre dado por los romanos en la Edad Antigua al pueblo de la Península Ibérica cuyo territorio se extendía hacia el siglo I entre el curso alto del río Ebro y la vertiente peninsular de los Pirineos occidentales, una región que se corresponde en la época contemporánea con la práctica totalidad de Navarra, áreas del noroeste de Aragón, noreste y centro de La Rioja[1] y este y noreste del País Vasco.

Vascones

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Vascones

PrerromanosN.png
El territorio de los vascones y pueblos vecinos hacia mediados del siglo I a. C. Sobre el fondo, se representan las correspondencias con algunas de las divisiones administrativas contemporáneas.

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Raíz étnicaPreindoeuropeo
 Vascones
IdiomaProtoeuskera, latín
Principales ciudadesPompaelo, Calagurris, Oiasso
RegiónNavarra, noroeste de Aragón, norte de La Rioja
Correpondencia actualLa Rioja, Navarra, Aragón (España)
Pueblos relacionados¿Aquitanos?, várdulos

Vascones (del latín: gens vasconum) fue el nombre dado por los romanos en la Edad Antigua al pueblo de la Península Ibérica cuyo territorio se extendía hacia el siglo I entre el curso alto del río Ebro y la vertiente peninsular de los Pirineos occidentales, una región que se corresponde en la época contemporánea con la práctica totalidad de Navarra, áreas del noroeste de Aragón, noreste y centro de La Rioja[1] y este y noreste del País Vasco.

Los vascones, que alcanzaron un elevado grado de integración en el mundo romano especialmente en las tierras llanas, ribereñas del río Ebro y en las áreas en el entorno de sus asentamientos de Pompaelo y Oiasso, poblaron la región más norteña y montañosa, conocida como el Vasconum Saltus, durante la crisis económica y social que acompañó a la descomposición del Imperium y la presión causada por las grandes migraciones de pueblos germánicos y eslavos de principios del siglo V, entrando posteriormente en conflicto en diversas ocasiones con los reinos de visigodos y francos formados en ambas vertientes de los Pirineos.

Tras la invasión musulmana de la península ibérica a principios del siglo VIII, que resultó en la disolución de la Hispania visigoda y la retirada parcial de los gobernadores francos al norte de Aquitania, los descendientes de los vascones, que habían adoptado el cristianismo durante el Bajo Imperio, se reorganizaron hacia el siglo IX en torno a las entidades feudales del ducado de Vasconia, en el área de Gascuña y la del reino de Pamplona. Esta última entidad daría origen durante la Edad Media al reino de Navarra.

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[editar] Territorio

[editar] Época romana

Retrato de Tito Livio, a quien se debe la primera reseña historiográfica que se conserva de la antigüedad sobre el pueblo de los Vascones

La descripción del territorio que los vascones[2] ocupaban durante la época antigua nos ha llegado a través de los textos de los autores clásicos, entre el siglo I a. C. y el siglo II, Tito Livio, Estrabón, Plinio y Claudio Ptolomeo que han sido los principalmente estudiados[3] como fuentes de referencia, aunque varios autores han señalado la falta de uniformidad e incluso contradicción de sus informaciones o advertido sobre la interpretación realizada, en particular para con las heredadas de Estrabón.[4]

La reseña historiográfica más antigua[5] corresponde a Livio (59 a. C. - 17) quien, en un breve pasaje del fragmento XCI de su obra sobre la campaña del año 76 a. C. de la guerra sertoriana, relata como tras remontar el río Ebro y la civitas de Calagurris Nasica, se atraviesa el territorio llano de los vascones o Vasconum agrum hasta los lindes de sus vecinos inmediatos, los berones.[6] De un estudio comparado de otras partes del mismo fragmento, se deduce que ese linde se encontraba al oeste, mientras que hacia el sur los vascones eran vecinos de la ciudad celtíbera de Contrebia Leucade.[7]

Plinio, por su parte, en su Naturalis Historia reprodujo un texto anterior del año 50 a. C. en el que se emplazaba a los vascones en el extremo occidental de los Pirineos, vecinos de los Várdulos, y extendidos hacia los montes de Oiarso y el Cantábrico en un área que denominó Vasconum saltus.[8] El geógrafo griego Estrabón, en la época de Augusto (63 a. C. - 14), al referirse a los vascones (en griego clásico, Ούασκώνων) sitúa su principal Pólis en la ciudad de Pompaelo[9] junto también la ciudad de Callagurris.

"Ambas poblaciones, con Kalágouris, una de las ciudades de los ouáskones,... Esta misma región está cruzada por la vía que parte de Tarrákon y va hasta los ouáskones del borde del Océano, a Pompélon y a Oiáson, ciudad alzada sobre el mismo Océano. Esta calzada mide dos mil cuatrocientos stadios y se termina en la frontera entre Akitanía e Ibería. [...] Después, por encima de la Iakketanía, en dirección al Norte, está la nación de los ouáskones, que tiene por ciudad principal a Pompélon, como quien dice ‘la ciudad de Pompéios’." (Estrabón)[10]
Claudio Ptolomeo, según un grabado alemán del siglo XVI, quien enumeró las principales ciudades vasconas.

Estos datos se encuentran en la obra de Ptolomeo, que vivió durante el siglo II en la época imperial, Geographikè Úphégesis, en cuyo capítulo 6, 66 de su libro II detalla el nombre de 15 ciudades al interior del territorio de los vascones, además de la costera Oiasso:[11] Iturissa, Pompaelo, Bituris, Andelos, Nemanturissa, Curnonium, Iacca, Graccurris, Calagurris, Cascantum, Ercavica, Tarraga, Muscaria, Seguia y Alavona.

El territorio de los vascones en la época romana republicana y altoimperial se correspondió entonces con las contemporáneas provincias de Navarra, el extremo nordeste de Guipúzcoa y parte de La Rioja, Zaragoza y Huesca,[12] incluyendo la ciudad y entorno de Calagurris.[13]

[editar] Siglo III a siglo VI

[editar] Vasconización tardía

Véase también: Vasconización tardía

En este periodo, posterior a la época de la cartografía de Ptolomeo y contemporáneo al de inestabilidad surgido tras las invasiones germanas, los relatos disponibles de autores contemporáneos se hacen todavía más escasos y por ello es conocido como el de los "siglos oscuros".

El cronista Juan de Biclaro (540?-621?) cita a los vascones en el relato de la fundación por el rey hispanovisigodo Leovigildo de la ciudad de Victoriacum[14] y Gregorio de Tours (538-594) menciona las incursiones de Wascones en Aquitania por el año de 587[15] A partir de estas dos citas, y estando ausentes en la historiografía aquellas que antaño eran referidas a los pueblos vecinos, Adolf Schulten (1870-1960) propuso la teoría según la cual algún momento entre mediados del siglo II y finales del siglo VI tuvo lugar una ampliación progresiva del territorio de los vascones primero hacia el oeste, ocupando las tierras de sus antiguos vecinos Várdulos, Autrigones y Caristios,[16] y hacia el norte, en Aquitania[17] que por ello, considera que adoptó el nombre de "Gascuña", ubicación del País Vasco francés.

Claudio Sánchez Albornoz (1893-1984), en su obra Los vascones vasconizan la depresión vasca publicada en 1972, amplió esta hipótesis apoyándose en análisis lingüísticos: los vascones al invadir lo que posteriormente sería Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, desplazaron hacia Castilla a parte de los várdulos y caristios, otros se habrían refugiado en las montañas y los que no fueron desplazados habrían sido "vasquizados";[18] aunque no "euskaldunizados", pues tanto várdulos, caristios y autrigones pudieran haber hablado lenguas análogas a la de los vascones.[19]

[editar] Hipótesis Norte-Sur

Esta hipótesis fue criticada por primera vez por el historiador Julio Caro Baroja,[20] y posteriormente, por otros autores como Barbero y Vigil, Joaquín Gorrochategui, Sayas Abengoechea y Koldo Mitxelena,[21] en 1977, en base a argumentos lingüísticos:[22]

  • El libro blanco del euskara. Real Academia de la Lengua Vasca. Colaboración de Koldo Mitxelena, pag. 149 (1977)
  • el desarrollo dialectal en dirección Noroeste-Sureste. El vascuence o euskara: perspectiva histórica y panorama actual. Henrike Knör:
"Resulta asimismo evidente la dirección Norte-Sur, o más exactamente Noroeste-Sureste, de los dialectos, lo que viene a desmentir el pretendido corrimiento hacia el Oeste, argumento esgrimido para explicar el misterioso nombre de vascongado (< uasconicatus?), ‘vascófono’ en su significado tradicional"
  • la interpretación realizada por estos filólogos del término "vascongado" como "vasconizado", supuestamente del latín vasconicatus, de la que no hay testimonios documentales, y que se alejaba del significado tradicional en castellano, es decir, "vascófono" ("vascongado" sería a "vascuence" lo que "romanzado" a "romance").

Henrike Knör, Juan Plazaola, Koldo Larrañaga Elorza y Mañaricua concluyen que la teoría sobre el "corrimiento al oeste" o vasconización tardía está desechada por la filología histórica[23] [24] e historiografía,[25] Para indoeuropeistas como Martín Almagro Gorbea[26] y Francisco Villar,[27] esta teoría cuenta con suficiente respaldo onomástico como para ser válida, mientras que desde el ámbito arqueológico especialistas como Juan José Cepeda, Iñaki García Camino,[28] o Agustín Azcárate[29] , recalcan la alta posibilidad de tal proceso.

Por otro lado, en junio de 2006 se filtraron a los medios de comunicación una serie de inesperados hallazgos, llevados a cabo por un equipo arqueológico dirigido por Eliseo Gil, Esa posibilidad pretendía reforzar la hipótesis de que los pueblos prerromanos várdulos y caristios eran de habla vasca y por lo tanto cerraría definitivamente la controversia sentada en torno a la teoría de la vasconización tardía, tal como remarcó en su momento, entre otros, el lingüista Joaquín Gorrochategui.

La importancia del descubrimiento y la posterior polémica dieron lugar a que la Diputación Foral de Álava encargara a un equipo de 26 expertos la evaluación de los hallazgos. El día 19 de noviembre de 2008 una representación de este equipo hizo públicas sus conclusiones cuestionando la autenticidad de muchos de ellos.[30]

La primera medida adoptada por la Diputación Foral de Álava ha sido la revocación de la licencia de excavación a la empresa Lurmen S.L. que se encargaba de las excavaciones arqueológicas del yacimiento bajo la dirección del arqueólogo Eliseo Gil, anunciando además la solicitud al Ministerio Fiscal para que analice los hechos por si fueran constitutivos de delito. Por su parte, ante las acusaciones de falsificación, la empresa "Lurmen S.L." no descarta presentar una querella criminal por injurias y calumnias[31] Sin embargo, Eliseo Gil ha negado validez a las conclusiones de la comisión.

El 5 de diciembre de 2008 la Diputación Foral de Álava presentó una denuncia ante la fiscalía de Vitoria contra la empresa Lurmen SL por un presunto delito de ataque al patrimonio cultural.[32]

El 16 de enero de 2009 se hicieron públicos los distintos informes que redactó la comisión.[33] El 25 de marzo de dicho año, la Diputación Foral materializó en el juzgado de guardia de Vitoria una querella penal contra tres personas, y anunció la apertura paralela de un expediente administrativo sancionador a Lurmen, S.L.

[editar] Siglo VII hasta el 810

A partir del siglo VII, los cronistas ya diferencian la Spanoguasconia en la vertiente peninsular de los Pirineos, de la aquitana o Guasconia, siguiendo la descripción del Cosmógrafo de Rávena a partir de la cual Schulten interpreta que los vascones se habrían retirado parcialmente de sus territorios de la época romana con anterioridad al siglo VII, para ocupar las tierras más al norte, en lo que sería la comunidad autónoma del País Vasco y la parte septentrional de Navarra.[34] Schulten también aporta el dato de la crónica de Eginardo Vita Karoli Magni datada en el 810 dónde se hace uso por primera vez el del término navarros para designar el pueblo que ocupaba el territorio ribereño del Ebro.[35]

[editar] Historia

[editar] Del siglo III a. C. al 29 a. C.: contacto e integración en el mundo romano

Tras el desembarco en Emporion de la fuerzas de la República romana en el 218 a. C. durante la Segunda Guerra Púnica, el interés romano se orientó hacia la anexión y conquista del valle del Ebro, que se desarrollaría entre el 202 a. C. y el 170 a. C. Hacia el 179 a. C.-178 a. C., el general Tiberio Sempronio Graco fundó a proximidad del territorio de los vascones la ciudad con su nombre bautizada de Gracurris (antes llamada Ilurci, según Livio), la moderna Alfaro, circustancia y periodo señalados como antecedentes inmediatos al incremento de las relaciones de colaboración entre vascones y romanos.[36] El testimonio más antiguo de ésta relación se encuentra en el llamado Bronce de Ascoli del 89 a. C., durante la Guerra Social desarrollada en la península italiana entre el 91 a. C. y el 89 a. C. en el que Cneo Pompeyo Estrabón, padre de Cneo Pompeyo Magno fundador de Pompaelo, otorga la ciudadanía virtutis causa en reconocimiento, entre otros, a 9 jinetes vascones de la ciudad de Segia, Ejea de los Caballeros. De fecha posterior del 87 a. C., se conserva también el bronce de Contrebia donde se detalla litigio patrimonial resuelto por el procónsul de la provincia de la Hispania Citerior en favor de la ciudad vascona de Alauona, Alagón.[37]

Entre el 81 a. C. y el 72 a. C. tienen escenario en el valle alto del Ebro las llamadas Guerras Sertorianas, una guerra civil romana que enfrentó victoriosamente a Pompeyo y Metelo, partidarios de Sila, con el partido democrático de Sertorio y durante las cuales ambos bandos se apoyaron en la población vascona, especialmente Cneo Pompeyo Magno quien durante el invierno del 75 a. C.-74 a. C. fundaría sobre un oppidum indígena, en el corazón del territorio vascón y sobre la ruta del trigo de Aquitania, la ciudad de Pompaelos, Pamplona. En el 72 a. C. las fuerzas de Pompeyo y Metelo asediaron la ciudad de Calagurris forzando su resistencia, según el relato de Cayo Salustio hasta provocar prácticas de canibalismo en sus defensores.[38]

En el 56 a. C. el lugarteniente de Julio César, Craso atacó a los aquitanos, vecinos de los vascones, durante la Guerra de las Galias, en la cual estos últimos habían solicitado el apoyo militar de los otros habitantes del otro lado de los Pirineos[39] a quien César identificó como cántabros.

Más tarde, el territorio vascón quedó al margen de lo escenarios de las operaciones militares de las Bellum cantabricum que tuvieron lugar entre los años 29 a. C. y el 19 a. C. reclamando la presencia de emperador Augusto[40] quien en el 27 a. C. crea la provincia de Hispania Citerior Tarraconense con capital en Tarraco a la que quedó adscrita el territorio vascón.

Véase también: Conquista de Hispania

[editar] Los vascones durante el Imperium: amistad y colaboración con Roma

En el reinado de Claudio (41-54) se compartimentaron los territorios de Hispania en diferentes conventus a los que quedan adscritos los diferentes pueblos, siendo vascones y berones incluidos en la circunscripción de Caesarea Augusta, Zaragoza, que hacia el 74-75, con Vespasiano, adoptó el ius Latii o derecho latino y en el 212, reinando Caracalla, la Constitutio Antoniniana o ciudadanía romana para todos los hombres libres del Imperio.[41]

Durante el Alto Imperio, se produjo la consolidación de las ciudades y la formación de la red de comunicaciones y comercio, destacando la ciudad portuaria comercial de Oiasso que atestigua restos de actividad comercial con la ciudad bética de Itálica fechados entre el 15 a. C. y el 12 a. C. encontrados en Santa María del Juncal en Irún.[42] De la red de calzadas que surcaban el territorio de los vascones destacan la vía principal de Asturica (Astorga) a Burdigalam (Burdeos), citada con el número 34 en la fuente del Itinerario de Antonino, escrito aproximadamente hacia el 280 y la vía citada por Estrabón, de Oiasso a Tarraco, confluyendo ambas rutas en Pompaélo y que permitían el transporte de cereales hispanos de la Meseta hacia los limes de Germania durante el bajoimperio.[43]

Numerosos especialistas, especialmente a partir de las investigaciones arqueológicas emprendidas en el último tercio del siglo XX, los ejemplos de la red viaria y de la circulación monetaria o los testimonios de integración de unidades indígenas en el ejército romano,[44] coinciden en afirmar que los vascones se integraron progresivamente en el sistema romano e incluso adoptaron formas de su modo de vida de manera intensa en una parte de su territorio especialmente el de las ciudades y el de las tierras llanas. Schulten señaló el inicio de éste proceso desde las primeras fases de la conquista de Hispania, a principios del siglo II a. C., con las campañas de Catón, basándose en el conocimiento que el romano demuestra sobre el área del alto Ebro, dónde sólo quedaban por someter cántabros y astures. El proceso se habría acentuado en particular hacia los tiempos de las guerras sertorianas hasta suponer, como Menéndez Pidal (1869-1968) y Julio Caro Baroja (1914-1995) propusieron a partir del estudio de la toponimia vasca, que la romanización al menos de las tierras llanas se produjo de manera profunda.[45]

A finales del Imperio, según algunas tesis,[46] el territorio vascón debió no obstante de presentar grandes contrastes regionales en función del nivel económico y urbano, con grandes ciudades y propietarios de villae ricamente decorados en la zona meridional mientras que en el boscoso Vasconum saltus predominaba la economía ganadera con pocas ciudades y la zona media, con un sistema basado en la agricultura de pequeños y medianos propietarios donde el modo de vida romano se encontraba en retroceso. Desde ésta perspectiva, los indicios arqueológicos corroboran las hipótesis que describen un territorio pacifico, ya que no nos han llegado testimonios sobre sublevaciones o revueltas que inquietasen a los romanos hasta el declive posterior,[47] alejado de las turbulencias políticas de la época y habitado por un pueblo amistoso y colaborador de Roma.

[editar] Siglo III a siglo VI, los siglos oscuros

[editar] Los vascones durante la crisis del Imperium: la correspondencia de Paulino y Ausonio

Durante el siglo III el debilitamiento del sistema político del Imperium conllevó una crisis económica y social, acentuada por la creciente presión de los pueblos germánicos y eslavos, que se extendería en los siglos posteriores concurriendo junto con fenómenos violentos en Hispania como el de los bagaudas del 441 al 443 relatado por Hidacio, o el de cuestionamiento de las costumbres, en especial las de ámbito religioso, ejemplarizado por el movimiento del priscilianismo desde finales del siglo IV que fueron contemporáneos al proceso de penetración del cristianismo en tierras vasconas.

Tras la constitución del primer Imperio Galo, la península sufrió diferentes invasiones por parte de pueblos germánicos principalmente en el área del Mediterráneo, pero que también afectaron al territorio de los vascones como atestiguan los restos encontrados de un incendio que devastó Pompaelo hacia finales del siglo III o el abandono de Liédena fechado hacia el 270.[48] Otros indicios de los efectos de éstas invasiones han sido arqueológicamente encontrados en poblaciones situadas en las rutas de comunicación vasconas como Sames, Azparren, Mougerre y Bayona donde se han localizado tesoros que, según la costumbre, se ocultaban de los atacantes.[49]

El efecto de ésta crisis también se ha observado por la desaparición de numerosas explotaciones agrícolas y por un retroceso de la población urbana como han señalado varios investigadores[50] y diversos estudios arqueológicos como el de Abauntz en Navarra[51] que han permitido descubrir como por el siglo V se habían rehabilitado cuevas y cavernas para usos de vivienda, un fenómeno que no obstante se dio también en otros rincones del Imperio.

Las razones que explicarían estos hechos y permiten describir la historia de los vascones durante este periodo se han encontrado condicionadas por las escasas fuentes historiográficas que nos han llegado de ese periodo, razón por lo que es conocido como el de los "años oscuros", y así los especialistas han propuesto diferentes interpretaciones si bien, las investigaciones arqueológicas emprendidas desde el último cuarto del siglo XX han aportado elementos de interpretación frecuentemente contrarios a las teorías consideradas durante largo tiempo y que contienen imágenes consideradas tópicas del pueblo vascón.

Una parte de la historiografía, en general con publicaciones hasta los años 1980[52] aceptó describir a partir de los diversos textos antiguos, en particular las descripciones de Estrabón realizadas en la época de Augusto y la correspondencia entre el senador Paulino de Nola y su mentor, el poeta Décimo Magno Ausonio que vivió entre el 310 y el 395, que mencionan el carácter bandolero (iugis latronum), bárbaro (gens barbara) y feroz (feritate) de los vascones[53] al pueblo vascón desde la perspectiva de un "espíritu independiente" , "indomable" o "violento", nunca o escasamente sometido al poder romano. Las revueltas bagaudas son generalmente inscritas por éstos autores en el territorio vascón al interpretar en su área de influencia el emplazamiento del centro bagaúdico de Aracelli, localidad nombrada por Hidacio pero sin localización precisa, y la explican como la manifestación de la lucha de clases, entre el campesinado y los propietarios, éstos apoyados por la jerarquía obispal lucha paralela al fenómeno descrito por la teoría de la expansión vascona.[54] La ruralización y paganismo tardío son justificados también desde esta perspectiva por la contestación al edicto de imposición religioso de Teodosio del 390 y la resistencia al proceso de cristianización, que es por ello considerado más tardío que en otras regiones. Así estos autores consideran que la presencia de restos de fortificaciones militares en Veleia, en Álava, y Lapurdum, en el Labort, era la respuesta del Imperio a "pueblos considerados peligrosos por la autoridad romana",[50] pero una vez que éste poder se vio debilitado y desplazado por las invasiones, el pueblo vascón habría ocupado el vacío de poder para reafirmarse en su independencia y desarrollar una resistencia frente a cualquier dominio extranjero en épocas posteriores.

Especialistas posteriores que han podido acceder a las investigaciones arqueológicas y al estudio comparativo de las fuentes, proponen una visión que cuestiona algunos de los tópicos reiterados tradicionalmente para describir el ámbito de los vascones durante el periodo "oscuro". Por una parte, el análisis de la visión transmitida de Estrabón, que nunca visitó personalmente Hispania, es explicada por su intención de ilustrar a las élites gobernantes y económicas de Roma de dónde se encontraban las principales fuentes de recursos, transmitiendo una imagen distorsionada para adaptarse a los prejuicios de su audiencia[47] que de manera automática asociaba la idea de las poblaciones dedicadas al pastoreo o habitando montañosas alejadas con el concepto latrones, un estadio atrasado del desarrollo humano en comparación con el romano[55] y en ésta categoría son descritos pueblos como los Lucanos, los Isaurios, los Ligures, los Lusitanos y los pueblos del Norte de la Península Ibérica entre los que se encuentran los vascones. La descripción de Estrabón fue para estos autores, establecida posteriormente como una pauta retórica historiográfica y literaria de manera que los textos Ausonio y Paulino la reprodujeron sin aproximación con la realidad de su tiempo.

Véase también: Crisis del siglo III

[editar] Siglo V a siglo VI: invasión del Imperio Romano de Occidente y primeros conflictos con visigodos y francos

Hacia los primeros años del siglo V la presión de los pueblos migratorios alcanzó los territorios de las provincias de los pirineos occidentales y según relata Isidoro de Sevilla,[56] en el año 404 los patricios Dídimio y Veradiano, miembros de la aristocracia vasconaromana y sobrinos del emperador Teodosio el Grande, ejecutados más tarde por Constantino el Usurpador, lograron frenar un primer intento de penetración desde la Galia en un episodio que habría podido acontecer en la parte occidental de los Pirineos, por la vía de comunicación de Roncesvalles.[57]

El 31 de diciembre de 406, reinando el emperador Flavio Honorio, tuvo lugar la travesía masiva del Rin por parte de una alianza de las naciones de los pueblos alanos, suevos y vándalos, estos diferenciados en silingos y en asdingos, que cruzaron el río congelado, a la altura de Maguncia aplastando las líneas defensivas romanas y francas aliadas del Imperio Romano de Occidente y emprendiendo una travesía de 3 años que los llevarían desde Renania avanzando por la fuerza por tierras de las Galias, hasta los Pirineos.[58] Mientras esto tenía lugar, en Britania aconteció la sublevación del general Constantino que, con el apoyo de sus tropas, se proclamó Emperador con el nombre de Constantino III y con el fin de gobernar conjuntamente con el emperador legítimo Honorio ocupó lo que se había denominado como Imperium Galliarum y tras sofocar cierta resistencia, logró asentar su dominación sobre algunas áreas de Hispania. Según relata Osorio, Constantino encomendó a su general Gerontius la defensa de los pasos pirenaicos a sus tropas traídas de Britannia y que consistían en tropas indígenas, a la sazón vasconas para la protección de los pasos occidentales, que por su presencia son un ejemplo de la pervivencia de la tradicional colaboración vascona en el mundo romano tardío.

No obstante, en el otoño de 409 los ejércitos migratorios atravesaron, sin que se les opusiera resistencia esas mismas guarniciones de Constantino el Usurpador,[59] los pasos pirenáicos repartiéndose por la península en áreas de ocupación distintas.[60]

Durante el reinado de Walia entre el 415 y el 419, monarca de los visigodos instalados en Aquitania y el sur de Galia, se acordó una alianza o foederati con Honorio, en nombre de la cual los visigodos se encargarían de combatir al régimen del usurpador general Máximo, proclamado por Gerontius que a su vez, se había rebelado contra Constantino, refugiado en tierras de suevos, alanos y vándalos en Hispania a cambio de aprovisionamientos y de la devolución de la princesa Gala Placidia, hermana de Honorio. Este pacto se revelaría trascendental ya que permitió la aparición por primera vez de los visigodos en tierras de Hispania dando origen al establecimiento posterior del reino hispanovisigodo.[61]

Según el religioso José Moret (1615-1687) que recopiló en su obra los Anales del reino de Navarra un breve relato de Idacio, en el año 448 tuvo lugar un primer enfrentamiento entre suevos, apoyados por visigodos, y vascones, cuando el rey Teodoredo apoyó a Reccicario en su pretensión de conquistar toda Hispania, emprendiendo una expedición por el valle medio del ebro, Zaragoza y Lérida en contra de los romanos con quienes los vascones seguían manteniendo su tradicional alianza. Moret señala que por la presión de los bárbaros, los vascones se habían extendido hacia tierras de Álava y Bureda.[62]

En el año 507 como consecuencia de su derrota frente a los francos merovingios que dirigidos por el rey Clodoveo I, resultaron vencedores en la batalla de Vouillé,[63] los visigodos tuvieron que abandonar la práctica totalidad de sus posesiones en el sur de Galia, cediendo la antigua provincia aquitana de Novempopulania que los cronistas francos denominaban como Wasconia por la presencia de población vascona que habían ido poblando las tierras más elevadas, según algunos autores, desde la época imperial en el siglo II.

Las crónicas de Venancio citan las luchas mantenidas hacia el 580 con el rey merovingio Chilperico y el comes de Burdeos, Galactorio,[16] mientras que Gregorio de Tours se refirió a las incursiones que tuvo que enfrentar el duque Austrobaldo en el 587 con posteriodidad a la derrota del duque Bladastes en el 574 en Sola.[64]

[editar] Reinado de visigodos y francos

Para el periodo de la historia de los vascones contemporáneo a la formación y consolidación del reino Visigodo en Hispania hay escasas fuentes directas disponibles sobre los acontecimientos y la organización interna de los vascones, que con frecuencia resultan contradictorias. Varios reyes hispanogodos tuvieron enfrentamientos con los vascones y hay historiadores que creen que los vascones nunca fueron sometidos por los visigodos.[65] Otros especialistas[66] recuerdan la actitud amistosa de los vascones en el periodo romano y la ausencia de conflictos relevantes durante el bajoimperio, resaltando la dificultad de explicar aquellos enfrentamientos sin apoyarse en el contexto de la afirmación del poder autónomo en Aquitania y las rivalidades entre francos y visigodos.

En el año 632 el rey merovingio Dagoberto I encabezó una expedición a Zaragoza en apoyo de Sisenando que se había sublevado frente a la autorizad de Suintila. Pocos años después, Dagoberto reunió un ejército de burgundios con los que ocupó sin éxito toda la patria de Vasconia en el 635. Sin embargo, en el 636 Dagoberto obtuvo tras una nueva campaña militar, el juramento de lealtad de los vascones al servicio de Aighina, duque sajón de Burdeos. Tras la muerte de Dagoberto, el poder merovingio se fue debilitando para dar paso a un periodo de consolidación de un poder autónomo aquitano-vascón dentro del reino franco pero del que se desconocen fuentes de referencia hasta que es citado la concesión a Félix, patricio de Toulouse, el control de todas las ciudades hasta los pirineos y de los vascones hacia el 672. Para algunos autores, la política de enfretamiento con poder franco por parte de Félix habría sido continuada por su sucesor Lupo, proceso que culminaría en tiempos de Eudes que lograría el reconocimiento de regnum para la parte meriodional de la antigua Galia.

Sobre las teorías que sostienen que los vascones del norte cruzaron los Pirineos, invadiendo Aquitania, dándole el nombre de Gascuña, varios autores han reducido su amplitud al nivel de incursiones puntuales[67] [68]

[editar] Invasión musulmana: Roncesvalles y la formación del reino de Pamplona

Escena de la muerte de Rolando en el curso de la batalla de Roncesvalles, manuscrito Grandes Crónicas de Francia, ilustradas por Jean Fouquet, Tours, hacia 1455-1460, Bibliothèque nationale de France

Durante el invierno del 713 los ejércitos musulmanes alcanzaron el valle medio del Ebro que se encontraba gobernado por el conde hispanovisigodo Casio quien eligió someterse al califa de Omeya y convertirse al Islam dando origen a la estirpe de los Banu Qasi a cambio de mantener su poder en la región. Pamplona sin embargo fue finalmente ocupada tras oponer resistencia en el 718 y obligada a pagar tributo a los gobernadores musulmanes que establecieron un protectorado. La derrota musulmana en la Batalla de Poitiers en 732 frente a los francos de Carlos Martel debilitaron la posición musulmana pero el valí Uqba recondujo la situación instalando una guarnición militar en la ciudad entre el 734 y el 741.[69]

Más tarde, Carlomagno aprovechando la rebelión del gobernador de Zaragoza para intervenir en la Península, atravesó con un ejército franco el territorio vascón y destruyó las defensas de Pamplona en su avance hacia Zaragoza donde a su llegada el cambio de las alianzas de los sublevados le obligo a retirarse. El 15 de agosto de 778, en su viaje de regreso, la retaguardia del ejército al mando del caballero Roland fue aniquilada en la batalla de Roncesvalles. La constante amenaza que sobre las tierras vasconas se ejercía desde ambas vertientes de los pirineos favoreció el surgimiento de dos facciones líderes entre la aristocracia vascona, los Íñigo y los Velasco que se opusieron entre sí apoyándose en musulmanes, los primeros por el parentesco con los Banu Qasi, y los francos carolíngios. Cuando en el 799 es asesinado por el partido carolingio el gobernador de Pamplona Mutarrif Ibn Musa, los Iñigo recurrieron a la familia Banu Qasi para retomar el control de la ciudad. Sin embargo, en el 812 el emir Al Hakam I y Ludovico Pío acordaron una tregua por la que los carolíngios tomaban el control de Pamplona, delegando el gobierno en Velasco al Gasalqí. Al término de la tregua, Al Hakam retomó las hostilidades con los francos y logró recuperar Pamplona en el 816 a cuyo control los francos renunciaron en adelante. Íñigo Arista sería designado primer rey de Pamplona hasta el 851.

[editar] Cultura y costumbres de los vascones

[editar] Lengua y escritura

Estatua de Iñigo Arista en la Plaza de Oriente de Madrid (obra de J. Oñate, 1750-53).

Como señalan diversos autores[70] con anterioridad a la llegada de los romanos, y al igual que otros pueblos del más extenso ámbito de Vasconia, el pueblo de los vascones hablaba una lengua que lingüistas de referencia[71] consideran como antecesora del euskera moderno, referida a veces en la bibliografía como euskera arcaico, histórico o aquitano.

No obstante, como ha recordado Henrike Knörr (1947-2008) el origen y parentesco del euskera todavía sigue siendo un misterio[72] y objeto de numerosas investigaciones. Las variadas teorías abarcan desde las que hacen referencia a un origen "in-situ" como defiende Luis Michelena[73] que han inspirado la clasificación dialectal moderna,[74] o las de parentesco (caucásico, ibérico, etc.), de las cuales hasta el momento todas han sido descartadas, como recuerdan los catedráticos Joseba Lakarra y Joaquín Gorrochategui o el lingüista Lawrence Robert Trask.[75]

Un ejemplo de los problemas para el estudio histórico-lingüístico es la escasez de reseñas directas sobre la lengua de los vascones en los autores clásicos, como constata el lingüista J. Gorrochategui,[76] salvo una vaga descripción en Estrabón y Pomponio Mela, o el testimonio de Julio César sobre la lengua de los vecinos aquitanos en su obra De Bello Gallico.

De mayor interés ha sido el estudio de documentos epigráficos, que nos han llegado desde la introducción de la escritura entre los vascones hacia el final del siglo II a. C.,[77] pero desafortudamente, no se han podido todavía recuperar documentos redactados en la lengua vernácula por lo que las conclusiones han sido obtenidas por inferencia del material onomástico.[76] Entre ellos, los más antiguos son las evidencias numismáticas provenientes de diversas cecas vasconas o próximas, como la identificada en Osma de Valdegobía o Uxama Barca, que inicialmente realizaron acuñaciones con silabario ibero o celtíbero y posteriormente, en latín, la lengua que se impuso en el medio escrito, tanto en documentos oficiales como en otras expresiones más corrientes.[76] Destaca particularmente la estela funeraria de la ermita de Santa Bárbara de Lerga,[78] considerada testimonio escrito más antiguo encontrado del protoeuskera.[79] La lengua íbera ha dejado algunas marcas en el euskera como, por ejemplo, en el vocablo ibérico ili adoptado como hiri con el significado de poblado o ciudad y que se encuentra en la raíz del topónimo Iruña para la ciudad vascona de Pompaelo y con el que se conocen también otras ciudades de la geografía contemporánea vasca.[80]

A partir de estas constataciones, algunos investigadores consideran que el territorio vascón se encontraba inscrito, a la llegada de los romanos y durante los primeros tiempos tras la introducción de la escritura, en un contexto de mayor complejidad lingüística o trifinium cultural[81] donde se entremezclan los datos lingüísticos vascones con los de las lenguas célticas, de influencia en las áreas occidentales como la Tierra de Estella, y la íbera presente en las áreas meridionales y centrales de Navarra. Progresivamente, el latín se fue imponiendo en la escritura, tanto oficial como privada,[76] hipótesis sostenida por el descubrimiento de dos epígrafes relevantes de la época republicana, el llamado Bronce de Ascoli fechado en el 89 a. C. donde se menciona la ciudad vascona de Seguia y el Bronce de Contrebia,[82] del 87 a. C., que cita la ciudad de Alavona mientras que son numerosos los ejemplos que nos han llegado de la época imperial y cuya distribución y onomástica es estudiada para destacar el distinto grado de influencia romana en la región.[76]

Véase también: Euskera

[editar] Religión

Los testimonios epigráficos y la arqueología han permitido a los especialistas perfilar las prácticas de culto en la tierra de los vascones desde la llegada de los romanos y la adopción de la escritura, proponeniendo para su descripción la práctica del sincretismo religioso[83] que habría perdurado hasta el siglo I, momento a partir del cual la figura de Júpiter ganó predominancia sobre el culto indígena hasta la llegada del cristianismo, hacia el siglo IV y siglo V.[84]

Se han podido localizar teónimos vascones, datados a partir del periodo republicano, sobre lápidas funerarias o aras en las que se invocan a éstas divinidades con formulaciones en latín donde traslucen los nombres euskéricos.[85] Una evidencia en favor del sincretismo ha sido localizada en Ujué, donde se han encontrado dos aras de igual forma, una[86] dedicada a Lacubegi, identificado como el dios del mundo inferior[87] y la otra a Júpiter, aunque no han podido ser fechadas. En Lerate[88] y en Barbarin, hay dos lápidas dedicadas a Stelaitse fechadas en el siglo I.[89]

Véase también: Mitología vasca

[editar] Referencias

[editar] Notas

  1. Autores clásícos, como Tito Livio citan a Calagurris, Cascantun y Grakurris como vasconas, aunque por su situación fronteriza, también pudieron ser celtíberas en según qué momentos.
  2. "La Tierra del Toro. Ensayo de identificación de ciudades vasconas, artículo por Alicia Mª Canto (1997), incluye mapa con las ciudades y restos hallados (ver edición electrónicay también "Ptolomeo y las ciudades vasconas. Ensayo de localización", y el mapa del territorio en "Ciudades vasconas_Propuestas de localización").
  3. (Schulten 1927), (Blázquez 1966),(Canto 1997),(Gómez Fraile 2001).
  4. (Arce,1999),(Gómez Fraile 2001:28).
  5. (Schulten 1927:226),(Blázquez 1966:2).
  6. ...dimissis eis ipse profectus per Vasconum agrum ducto exercitu in confinio Beronum posuit castra,... ("...después de llevar (Sertorio) su ejército a través del territorio de los vascones instaló su campamento en una zona colindante con los berones,..."). Texto según P. Jal, Tite-Live. Histoire Romaine XXXIII. Livre XLV et Fragments. París, 1990 (1979), pág. 214-218
  7. (Blázquez 1966:3)
  8. Naturalis Historia, 4,110-111: Proxima ora citerioris est eiusdemque Tarraconensis situus a Pyrenaeo per oceanum Vasconum saltus, Oiarso, Vardulorum oppida, Morogi, Menosca, Vesperies, Amanum portus, ubi nunc Flauiobrica colonia 8. Ciuitatium VIIII regio Cantabrorum, flumen Sauga, portus Victoriae Iuliobricensium. ac eo loco fontes Hiberi XM passuum portus Blendium, Orgonomesci e Cantabri. portus eorum Vereasueca, regio Asturum, Noega oppidum, in poeninsula Paesici, et deinde conuentus Lucensis, a flumine Nauialbione Gibarci, Egiuarri cognomine Namarini, Iadoui, Arroni, Arrotrebae, pronunturium Celticum, amnes Florius Nelo. Celtici cognomine Neri et super Tamarici 9 quorum in paeninsula tres arae Sestianae [-182→183-] Augusto dicatae, Copori, oppidum Noeta...
  9. Str. III, 4, 10:...Ύπέρκειται δε τής Ίακκητανιίας πρός άρκτον τό τών Ούασκώνων έθνος, έν ώ πόλις Πομπέλων, ώς άν Πομπηιόπολις. (...después, por encima de la Lacetania, en dirección al Norte, está la nación de los vascones, que tiene por ciudad principal a Pompelon, como quien dice "la ciudad de Pómpeios".). Texto según F. Lasserre, Strabon, Géographie II. Livres III et IV. Les Belles Lettres. París 1966.
  10. "Lo que Estrabón dijo de verdad sobre los Vascones", artículo de Alicia Mª Canto en Celtiberia.net
  11. (Schulten 1927: 230-232)(Canto 1997)
  12. (Blázquez 1966:11)
  13. (Gómez Fraile 2001:58)
  14. Juan de Biclaro (Chron. Min. II, 216):Leovigildus rex partem Vasconiae occupat et civitatem quae Victoriacum..., citado en (Schulten 1927:234)
  15. Grégoire de Tours, Histoire des Francs: Les Gascons descendirent de leurs montagnes dans la plaine, dévastèrent les villes, les champs... le duc Austrovald marcha souvent contre eux, mais ne parvint guères à en tirer vengeance, edición J.-L.-L. Brière, París 1823. Tomo II, Libro IX, De l'année 587 à l'année 589. Gontran, Childebert II et Clotaire II, Rois pág. 8. Disponible el 16/11/2006 en bnf.fr
  16. a b (Schulten 1927:234)
  17. (Schulten 1927:235)
  18. España un enigma histórico. Barcelona 1973. 451-452:
    "Al entrar en Euzcadi empujaron hacia Castilla a una parte de los várdulos y caristios; algunos se acogieron a los montes –los moradores de Tulonio, ciudad de la llanada de Alava, se refugiaron en la sierra a que dieron nombre– y los que permanecieron en sus antiguas sedes fueron inundados de vasquismo. Como cada tribu hispana al aceptar el latín creó su propio dialecto romance –donde esos dialectos se han conservado hasta hoy, como ocurre en el norte de España, las fronteras dialectales marcan las lindes de las viejas tribus primitivas–, así las tribus vascongadas a partir del siglo V crearon asímismo sus propios dialectos del vasco, también conservados hasta nuestros días"
  19. A diferencia de María Albertos Firmat, Sánchez Albornoz afirmó que estas invasiones no fueron euskaldunizantes, pues:
    “Hay que distinguir, además, entre penetración política o humana e invasión lingüística. Pudieron várdulos, caristios y autrigones hablar una lengua análoga a la de los vascones y haber éstos, sin embargo, entrado en tierras de aquellos durante los siglos V y VI”
    Orígenes de la nación española. Claudio Sánchez Albornoz
  20. Euskal Herria antzinate berantiarrean eta lehen ertaroan. Materiale eta agiriak. pág. 22. Koldo Larrañaga Elorza. Argitarapen Zerbitzua. Euskal Herriko Unibertsitatea.
    "J. Caro Baroja izango da, dena den, planteamendu aseptikoago eta emozio nazionalistek ia batere ukitu gabekotik abiatuz aurkako iritzi bidezkoenak formulatuko dituena Euskal Depresioaren baskonizazioaren buruzko teorien aurrean, honek arlo linguistikoan izandako deribazioei buruz batez ere.

    J. Caro Barojak, <<gaur egun euskaraz mitnzatzen den herri batean, erromatarren garaiko zenbait inskripzioetatik abiatuz, sustratu ez euskalduna bilatzen>> saiatzen den planteamenduaren arriskua azpimarratu ondoren, bestelako argumentazio-lerro garatzen du, aztarna eta arrasto guzti haiek batipat azpimarratuz, zeintzuk euskararekin ahaideturik legokeen hizkuntz sustratu zabal baten existentzia emango bait lukete aditzera, hasi Kantabriaktik eta Pirineo Zentraletaraino eta Julio Zesa-en Akitania etnografiko zahar hartaraino, bere baitan, Baskoiez aparte, Barduliar, Karistiar, Autrigoin eta Kantauriarrak, batetik, eta Aktitaniar, Zerretano eta Ilergetak, bestetik, hartzen bide zituen hizkuntz sustratua, hain zuzen.

    Zera azpimarratzen du, bestalde, Baskoinenak bezalako erromartze hain gogora jasan duen eskualde batetik (non euskara atzerabide garbian susma bait daitekeen), ia erromanizazio-aztarnarik azaltzen ez duen beste batera euskara lerratu ahal izan zela pentsatzeak suposatzen zuen kontraesana."
  21. «La Rioja - Errioxa».
  22. Basques and its neighbors in antiquity. Joaquín Gorrochategui. pág. 53 [en Towards a History of Basque Language]
  23. El vascuence o euskara: perspectiva histórica y panorama actual. Henrike Knör:
    "Resulta asimismo evidente la dirección Norte-Sur, o más exactamente Noroeste-Sureste, de los dialectos, lo que viene a desmentir el pretendido corrimiento hacia el Oeste, argumento esgrimido para explicar el misterioso nombre de vascongado (< uasconicatus?), ‘vascófono’ en su significado tradicional"
  24. Navarra. Historia del Euskera. José María Jiménez Jurío. Editorial Txalaparta
  25. Enciclopedia Auñamendi. Vascongado: Vasconicatus, una etimología popular pero inverificada.
    "Respecto a la etimología del término se ha barajado sin pruebas que el mismo pudo haber sido una derivación romance del latino vasconicatus, adjetivo no atestiguado en documento alguno conocido (Michelena, 1984:19). La supuesta etimología, sin apoyatura documental alguna, fue forzada para casar el término con la hipótesis de ciertos autores clásicos de que el Oeste de Euskal Herria bien pudo ser "vasconizado" por la tribu vascona en los albores de la Edad Media cuando pasa el conjunto a denominarse Vasconia. v. VASCO-CANTABRISMO. La tesis, basada en la lectura de fuentes como el Biclarense y la Crónica de Alfonso III, en una época en la que no existía otro material que las fuentes literarias clásicas, fue retomada por Sánchez Albornoz en diversos de sus escritos. Mañaricúa (1984) refuta, entre otros, tanto esta "vasconización" como la de las llanuras aquitanas en el año 587 aseverada por autores como Bladé (1869) hasta la publicación por Luchaire de su revolucionario Les origines lingüistiques de l'Aquitaine. Tovar (1987: 9), excelente conocedor del tema, junto con otros, desecha la versión: "la dialectología vasca, en la parte donde la lengua se ha conservado, parece ser muy antigua y la distribución geográfica de las tribus corresponde bastante bien con los dialectos: el mapa de Ptolomeo, como señaló hace muchos años J. Caro Baroja, nos señala la coincidencia de las fronteras de los vascones con los dialectos alto-navarros, de los várdulos con el guipuzcoano, de caristios y autrigones con el vizcaíno. Este hecho parece que anula toda posibilidad de que hubiera existido una invasión "vascona" desde el Este, como suponían patrióticamente historiadores navarros cual Oihenart y el P. Moret, y han mantenido después muchos estudiosos, yo creo que sin fundamento, guiados nada más por una interpretación de Vascongados, Provincias Vascongadas como si fueran "vasconizadas" y no euskaldunes originariamente".
  26. Etnogénesis del País Vasco: de los antiguos mitos a la investigación actual (Munibe, 57 - 2005) Martín Almagro Gorbea
  27. Indoeuropeos y euskaldunes en el País Vasco y Navarra. Genes, lenguas y topónimos (Vascos, celtas e indoeuropeos. Genes y lenguas - 2005) Francisco Villar
  28. La aportación de la arqueología al estudio del tránsito entre la antigüedad y el medievo en Bizkaia Iñaki García Camino
  29. La arqueología y los intereses historiográficos. (De los postulados vascocantabristas a las necrópolis tardoantiguas de influencia norpirenaica) Dr Agustín Azcarate UPV/RHU Publicado en Bidebarrieta num 12 año 2003
  30. http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20081119/mas-actualidad/sociedad/expertos-concluyen-soporte-cientifico-200811191359.html REVOCAN EL PERMISO DE EXCAVACIÓN. Estalla el escándalo de Iruña Veleia por la falsedad de los hallazgos.]
  31. Tachan de "falsificaciones" los hallazgos del yacimiento alavés de Iruña-Veleia: La empresa que trabaja en las excavaciones, Lurmen S.L., ha anunciado que presentará una querella criminal por injurias y calumnias (Diario de Navarra, noviembre 2008)
  32. Iruña-Veleia, culebrón arqueológico
  33. Nota de la Diputada de Euskera, Cultura y Deportes, Lorena López de Lacalle Arizti
  34. (Schulten 1927:240)
  35. (Schulten 1927:238)
  36. (Gil Zubillaga 2006:89), (Schulten 1927:227)
  37. (Gil Zubillaga 2006:92,93)
  38. Salustio citado en (Schulten 1927:227)
  39. (Gil Zubillaga 2006:97)
  40. (Echegaray 1999)
  41. (Gil Zubillaga 2006:104)
  42. (Gil Zubillaga 2006:108)
  43. (Gil Zubillaga 2006:117)
  44. en Britannia se encontraba la cohors II Vasconum civium Romanorum hacia el año 105 (Arce 1999)
  45. (Blázquez 1966)
  46. J.J. Sayas citado por (Blázquez 2004:503)
  47. a b (Arce 1999)
  48. José Mª Blázquez, La crisis del siglo III en Hispania y Mauritania Tingitana, pág 5. revista Hispania 28, nº 108, 1968, disponible en [1]
  49. (Jimeno 2003:22)
  50. a b (M. Vigil, A. Barbero 1966)
  51. (Gil Zubillaga 2006:139)
  52. (M. Vigil, A. Barbero 1966), Julio Caro Baroja, Claudio Sánchez Albornoz, García Iglesias, Orlandis, Fatás, Santos Yanguas, Larrañaga Elorza
  53. Los textos están en (Blázquez 1966:6) y (Schulten 1927). Una revisión crítica y contextualizada está formulada por (Arce 1999)
  54. C. Sánchez Albornoz
  55. Arce cita el trabajo de A Giardina, Uomini e spazi aperti, in L 'Italia romana. Storie di un'identitil incompiuta, Laterza, Roma-Bari, 1997,p.193-232
  56. Isidoro de Sevilla, Historia de regibus gothorum, wandalorum et suevorum: Vandalorum Hist.1, Aera CDXLIV. Disponible el 16/11/2006 en thelatinlibrary.com
  57. (Blázquez 1966:16)
  58. (Collins 2005:4)
  59. como sugiere Osorio, una acción destinada a encubrir los abusos de las tropas de Constantino
  60. Isidoro de Sevilla, Historia de regibus gothorum, wandalorum et suevorum: Vandalorum Hist.1 Aera CDXLVI y Aera CDXLIX. Disponible el 16/11/2006 en thelatinlibrary.com
  61. Juan Antonio Cebrián, La aventura de los godos. Pág. 45 y ss. Ed. La esfera de los libros, 2004. ISBN 84-9734-189-9, (Collins 2005:20)
  62. J. de Moret, Anales del reino de Navarra, edición anotada e índices S. Herreros Lopetegui. Edita Gobierno de Navarra, Institución Príncipe de Viana, 1988, Tomo I, cap. II, pp. 100-101.[2]
  63. (Bazán 2006:245)
  64. Grégoire de Tours, Histoire des Francs, edición J.-L.-L. Brière, Paris 1823. Tomo II, Libro IX, De l'année 587 à l'année 589. Gontran, Childebert II et Clotaire II, Rois pag. 8. Disponible el 16/11/2006 en bnf.fr
  65. J.A. García de Cortazar, tomo II de la Historia de España Alfaguara, La Época Medieval. Ed. Alfaguara, 1973. ISBN 84-206-2040-8
  66. A. Azkárate Garai-Olaun, Francos, aquitanos y vascones. Testimonios arqueológicos al sur de los Pirineos, en Archivo español de arqueología, 66:167/168 (1993) p.149. Disponible en [3]
  67. Entre francos y visigodos. Juan Plazaola: "
    "Al norte de los Pirineos el hecho de que los Vascones de la montaña hicieran algunas incursiones depredadoras en la Baja Novempopulania en 587 indujo a algunos historiadores, interpretando mal un texto de Gregorio de Tours, a pensar en una invasión en toda regla por la cual los Vascones infrapirenaicos, a partir de esa fecha, se asentaron por primera vez en Aquitania y dieron lugar a que la Novempopulania de Diocleciano se empezara a llamar Wuasconia (Gascogne); teoría hoy insostenible desde la lingüística, pues las inscripciones vasco-aquitanas datan de tiempos remotísimos. Una expansión semejante han pretendido algunos historiadores (Schulten, Gómez Moreno, Sánchez Albornoz)respecto a la Euskalherria meridional, imaginando (contra la opinión de J. Caro Baroja, Barbero y Vigil, Sayas Abengoechea y otros autores apoyados por los datos de la antropología, la toponimia y la lingüística), una tardía vasconización de Gipuzkoa y Bizkaia, mediante un corrimiento de los Vascones sobre los territorios de los antiguos Várdulos y Caristios.8 Por lo que respecta a esos oscuros siglos, debe quedar claro que en lugar de invasiones debería hablarse de incursiones de los Vascones del Norte contra los Francos, lo mismo que de las luchas de los Vascones del Sur contra los visigodos hispánicos.9 Con todo, el reciente descubrimiento en la Vasconia meridional de varias necrópolis con armas merovingias replantea el problema de la relación política de los reyes sucesores de Clodoveo con la región de Pamplona.10
  68. Euskal Herria Antzinate Berantiarrean eta Lehen Ertaroan. Materiale eta agiriak. pag. 23. Koldo Larrañaga Elorza. Argitarapen Zerbitzua, Euskal Herriko Unibertsitatea. Euskarako Institutua.
  69. (Bazán 2006:203)
  70. (Gil Zubillaga 2006),(Fatás Cabeza 1972), (Knörr 2004), (Gorrochategui 1999), J. Caro Baroja citado en (Blázquez 1966:10)
  71. Luis Michelena, Koldo Zuazo
  72. (Knörr 2004)
  73. Ver su entrevista con Miguel Ugalde, Nueva Síntesis de la Historia del País Vasco: Desde la Prehistoria hasta el gobierno de Garaikoetxea, Ed. TTartalo, San Sebastián, 2004. ISBN 84-8091-902-7.
  74. ver el trabajo de Koldo Zuazo y su Atlas de Dialectos Vascos,Hiru.com
  75. Towards a History of the Basque Language. pag. 190. José Ignacio Hualde, Joseba Andoni Lakarra, Robert Lawrence Trask, Luis Michelena, etc. John Benjamins publishing company. Amsterdam/Philadelphia. 1997
  76. a b c d e Joaquín Gorrochategui, La romanización del País Vasco: Aspectos lingüísticos., Euskal Herriko Unibertsitatea - Filología. Artículo en Guipuzkoakultura.net Ed. digital
  77. (Gil Zubillaga 2006)
  78. La inscripción de Lerga ha sido estudiada desde el siglo XIX por Achille Luchaire, Luis Michelena en 1954 y Joaquín Gorrochategui en el marco de investigaciones sobre la lengua de los aquitanos, ya que incluye el antropónimo aquitano de Vmmesahar (de ume, criatura, y zahar, viejo) la hace un padre en homenaje a su hijo mayor de 25 años ("umme sahar" =ume zahar = hijo mayor): Um.me, Sa.har(i) fi(lius), / Nar.hun.ge.si Abi- / sun.ha.ri fi.lio, / ann(orum) XXV. T(itulum) p(osuit) s(umptu) s(uo)..
  79. Luis Michelena,Los nombres indígenas de la inscripción hispanoromana de Lerga (Navarra), revista Príncipe de Viana, XXII, 82-83, pp 65-74, (1961)
  80. Irún (Guipúzcoa), Iruña (Álava)
  81. (Gómez Fraile 2001:62)
  82. http://catedu.es/aragonromano/bbotorri.htm |El Bronce de Contrebia Belaisca, Bronce de Botorrita o Tabula Contrebiensis
  83. Juan José Sayas Abengoechea, Algunas consideraciones sobre la cristianización de los Vascones, rev. Príncipe de Viana, XLVI, 174, pp 35-56, 1985
  84. Roldán Jimeno, Orígenes del Cristianismo en la tierra de los vascones, Ed. Pamiela, Pamplona, 2003.ISBN 84-7681-380-5
  85. Un catálogo epigráfico está repertoriado en el sitio sobre literatura en euskera klasikoak, disponible en enlace web (en euskera)
  86. Altar eregido en honor al dios Lacubegis: Coelii Te- / sphoros / et Festa / et Telesi- / nus, Lacu- / begi. Ex voto. - Tesphoros, Festa y Tesesinus Coeli (este altar le dedicaron) cumpliendo su voto a Lacubegis -
  87. Huarte Lerga, José Vicente (1997). «"Peremustae" teonimoaren inguruan». Fontes linguae vasconum: Studia et documenta 29 (75). 167-172. 
  88. La inscripción reza: Aemilia / Paterna, / Losae. / V(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).
  89. En el altar se lee: Semprini- / us Betunus, Se- / latse. V(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito)

[editar] Bibliografía

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[editar] Véase también

ARQUEOLOGÍA: PUEBLOS ÍBEROS. (ESPAÑA). LOS CERETANOS. Los ceretanos o Cerretani fueron un pueblo íbero de la zona de los Pirineos, que ocuparon la actual Cerdaña (de la cual deriva el nombre) y en general el valle del Segre. Fueron maestros en curar jamones. Tenían al este los ausetanos y al sur los ilergetes. Su ciudad principal era Julia Libyca (Llivia).

Ceretanos

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Ceretanos

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Información
Raíz étnicaPreindoeuropeo

 Iberos

  Ceretanos
IdiomaIbero
Principales ciudadesJulia Libyca
RegiónCerdaña y valle del Segre
Correpondencia actualCataluña (España)
Pueblos relacionadosIberos

Los ceretanos o Cerretani fueron un pueblo íbero de la zona de los Pirineos, que ocuparon la actual Cerdaña (de la cual deriva el nombre) y en general el valle del Segre. Fueron maestros en curar jamones. Tenían al este los ausetanos y al sur los ilergetes. Su ciudad principal era Julia Libyca (Llivia).

Se cree que en el actual emplazamiento de Castellciutat hubo una capital de los ceretanos augustanos o quizás los ilergetes surdaones.

[editar] Referencias

[editar] Enlaces externos

ARQUEOLOGÍA: ASIA IV. PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA.

1. Introducción. Pese a lo poco conocido que se halla el continente asiático respecto a su prehistoria, sabemos, sin embargo, que sufrió durante el Cuaternario los mismos cambios climáticos que su apéndice europeo, cambios que mediatizaron la ecología de sus primeros habitantes. Por lo que a las culturas paleolíticas se refiere, empezamos a conocer bastante bien el Paleolítico inferior de casi todo el continente, especialmente el chino. Las estaciones de ChouKouTien, de ChengChiaChuang y de Tin Tsun han proporcionado elementos de juicio muy trascendentales para el conocimiento de los orígenes de la Humanidad; recordemos tan sólo el descubrimiento del Sinanthropus Pekinensis, y de las industrias líticas que al parecer le acompañaban, emparentadas con la Pebble Culture. Sabemos que este homínido ya conocía el fuego y que era un gran cazador, como lo demuestran las grandes cantidades de restos óseos de animales que se hallaron junto a él. En el archipiélago nipón hallamos una industria comparable al achelense de Francia en las estaciones de Iwakupe y Gogenyama. En Malasia existe el campaniense, localizado a orillas de Perak. El cabalwaniense es propio de las Filipinas, y lo caracteriza una industria de choppers evolucionados. En cuanto a lava tenemos el hallazgo del Pithecanthropus erectus, que no se pudo asociar a ninguna industria, tendiéndose hoy a creer que los bifaciales que se recolectan a orillas del Baksoka le pertenecieron. El Paleolítico inferior indio nos es conocido por el yacimiento de Soan (Cachemira), en el que aparecen tres grupos de técnica de talla que evolucionan paralelamente: por un lado los grupos de choppers y de choppingtools y las piezas de técnica Levallois por el otro. El Paleolítico medio asiático es poco conocido y siempre sujeto a revisiones. En la India presenta tres etapas: una primera con hachas bifaciales y azuelas. La segunda posee lascas y la tercera industrias sobre hoja. En Borneo, el yacimiento de Niah (3700017000) ofrece una industria sobre lasca asimilable al soaniense reciente indio. Por lo que a China se refiere, no conocemos ninguna secuencia estratigráfica bien definida para el Paleolítico medio. Ya dentro del Paleolítico superior, el norte de China ha proporcionado el yacimiento de Fen, con una industria de azuelas y puntas triangulares. El sur de Siberia es rico en una serie de campamentos de cazadores paleolíticos, como p. ej. el de Malta, que ha proporcionado una rica industria de hueso, asociada a una industria de piedra magdaleniense. Asimismo ha proporcionado figuras femeninas estilizadas.
      Con el periodo posglaciar pasan a ser habitables regiones cubiertas antes por los hielos y con ello debuta el Mesolítico. Al norte del Himalaya, en Mongolia, Manchuria y China septentrional se han hallado vestigios de culturas que se fechan hacia el V milenio, caracterizadas por la presencia de útiles de piedra de pequeñas dimensiones. Siberia, en cambio, posee culturas forestales que utilizan grandes instrumentos. Al sur del Himalaya se definen mejor las culturas mesolíticas; así, en la India se conocen yacimientos, como el de Khandivli (Bombay), en el que aparecen industrias microlíticas características de este periodo. En Niah (Borneo) han aparecido útiles pulimentados que hay que datar ca. el 7000 a. C. Por otro lado, el bacsoniense y el hoabinhiense de Indochina (Tonkín) ofrecen culturas precerámicas y preagrícolas asociadas a restos de moluscos, hecho que indica una economía recolectora.
      2. China. Desde el Neolítico al s. IV a. C. Tras las etapas mesolíticas, debuta en el norte de China el Neolítico, periodo en el que el hombre descubre una serie de técnicas que le hacen pasar de ser un depredador a ser un productor de riqueza. En efecto, gracias al descubrimiento de la agricultura y de la ganadería, la caza deja de ser la ocupación primaria del hombre, ya que gracias a las reservas de alimentos puede dedicarse a otros menesteres: división del trabajo, formación de unos rudimentarios núcleos políticos fuertes y a la urbanización. La primera cultura neolítica china es la de YangShao y es propia de las cuencas de los grandes ríos del norte: HuangHo, Amarillo, Honán y ChanSi. Su economía se basaba en el cultivo del mijo, y más tarde, en el del arroz. Domesticaron animales. La cerámica comprende vasijas rojas y grises decoradas con figuras geométricas.
      Estos agricultores vivían en pequeñas aldeas fortificadas formadas por chozas de una sola habitación, anejas a las cuales se han hallado restos de silos donde debían almacenar el grano. Tras esta primera fase neolítica norteña, en China aparece hacia principios del II milenio un neolítico en la zona oriental del país llamado cultura de Lung Shan, en la que desaparece la cerámica pintada para dar paso a la lustrada de negro de perfiles angulosos. La economía no difiere de la de la cultura YangShao, las diferencias son tan sólo de orden tecnológico, la cerámica como hemos indicado es diferente, y aparece mayor número de hachas pulimentadas.
      Hacia mediados del II milenio comienza la Edad del Bronce en China, conocida con el nombre de cultura de la dinastía Chang (v.). Parece ser que en China la técnica de la fundición del bronce nace ya «adulta», es decir, no precedida de los tanteos que marcaron el paso de las primeras culturas del Bronce europeo, caracterizados por la ejecución de útiles sencillos y poco evolucionados. Otra característica propia del Bronce chino es la de aparecer en un medio humano directamente derivado de los grupos neolíticos anteriores YangShao y LungShan, no influenciados por aportaciones raciales exteriores. El dominio de la cultura Chang se extendía por el centro de China hacia el este, hasta la región de Shantung, y hacia el oeste, hasta el extremo oriental de la de Honán. Por el sur no alcanzó más allá del YangTse. Los testimonios más antiguos de la escritura china son unas inscripciones sobre huesos de animal, relacionados con prácticas mágicas. Las tumbas pertenecientes a este periodo han librado un escaso repertorio de armas de bronce. Sobresale entre éstas el arco compuesto, arma principal de los guerreros Chang. Otro elemento atestiguado son los famosos carros de bronce que servían para el transporte de tropas, sobre todo en los tiempos finales de la dinastía y primera parte de la siguiente (Chou). Son también de época Chang los vasos broncíneos llamados Chuek, Kuang y Chia, de trabajo muy refinado. La ornamentación se basa en diversas formas de dragón, pájaros, gusanos de seda y figuras geométricas. Otro ornamento muy importante es el t'ao t'ieh, máscara de monstruo de ojos saltones y grandes hocicos.
      Hacia finales del II milenio (1027) cae la dinastía Chang por obra de los Chou, venidos de las zonas de mesetas de Shansi y Shensi, instaurando una dinastía del mismo nombre que duró hasta fines del s. III a. C. Los Chou (v.) crearon un Estado fraccionado en múltiples ciudades gobernadas por funcionarios afectos a los monarcas Chou, cuya capital radicaba en Tsung Chou, en ShenSi, y duró hasta el 911, época en la que fue trasladada a una ciudad cercana, a la actual Loyang. La dinastía Chou perpetuó las formas artísticas de su predecesora, si bien las adaptó y evolucionó al compás de los tiempos. Así, p. ej., continuó el uso del carro de guerra, si bien fue desplazado más tarde por la caballería. De hacia el s. vi son las espadas cortas de bronce con mango de espiga, aunque pronto poseen empuñadura fundida con el resto de la espada. Los primeros útiles de hierro se fechan dentro del s. V, si bien su uso ya se conocía dos siglos antes. A fines del s. III aparece la espada de hierro de un solo filo con mango en forma de anilla. La época Chou continúa la tradición de las vasijas de bronce elaborándose principalmente los vasos yu y hu y los trípodes llamados ting. Durante este periodo se complican los temas decorativos llegando a un grado de abstracción tal, que es difícil reconocer el origen de los temas utilizados. Hacia el s. vii aparecen los vasos de Li Yu y de Hsin Cheng, en los que aparecen novedades decorativas tales como el entrelazo. A partir del s. V se produce el sincretismo de los diferentes estilos artísticos, sobre todo en el valle del Huai, donde han aparecido unos vasos de bronce con incrustaciones de metales preciosos, que ilustran el arte de este periodo. En el s. IV a. C. se produce la eclosión del arte sobre jade, que alcanza un nivel de calidad incomparable. Contemporáneamente se documenta el uso de la laca que se utiliza para la fabricación de vasos y copas decorados con figuras pintadas de rojo, amarillo y negro (v. CHINA III).
      3. India. Si de la China pasamos a la India hallamos una región de grandes contrastes geográficos y climáticos, que condicionaron el desarrollo de las culturas neolíticas. En el noroeste del subcontinente se desarrolló, hacia la segunda mitad del IV milenio, un protoneolítico desprovisto de agricultura y cerámica en Kile Gul Muhammad. Este protoneolítico enlaza con un eneolítico poco evolucionado, desarrollado por pequeños núcleos, con una cerámica de origen iranio (yacimientos de Zhob y AmriNal). Estas culturas forman la base étnica de la cultura del Indo (25001500), que floreció principalmente en dos grandes ciudades: Mohenjo Daro (v.) y Harappa. La primera se halla a orillas del Indo, en Sind, y la segunda junto al Ravi en el Punjab. Ambas ciudades están edificadas según un plan urbanístico planeado con anterioridad y en ellas se han hallado suficientes elementos de juicio para tener una idea muy aproximada de cómo era una ciudad hace unos 4.000 años. Estas ciudades estaban amuralladas, con paredes hechas de ladrillo. Poseían grandes graneros de madera, aireados por conducciones realizadas en la base de ladrillo. También se han hallado construcciones que generalmente se interpretan como baños públicos. Por lo que a Mohenjo Daro se refiere el trazado de las calles es perfectamente ortogonal, de ahí que se haya pensado en un plan urbanístico preconcebido. La cultura del Indo produjo una cerámica torneada de color rojizo con una ancha faja roja. La decoración se realizaba en negro y consiste en una serie de motivos como son los entrelazos, los dameros, los círculos con punto central, y estilizaciones de pájaros y peces. La figura humana casi nunca aparece y si lo hace es de aspecto sumamente tosco. Junto a la cerámica hallamos un instrumental formado por cuchillos de piedra de bordes paralelos y cuchillos, hachas, espadas, anzuelos y puntas de flecha fabricados con cobre o bronce. La cultura del Indo hasta ahora ha facilitado pocos restos escultóricos, tan sólo poseemos algunas cabezas de piedras procedentes de 'Mohenjo Daro, de tamaño reducido. Son de forma ovalada, de ojos estrechos y labios gruesos; los pómulos son bastante salientes y todas ellas llevan barba. Es famosa también la figurilla de bronce procedente de Mohenjo Daro que representa a una bailarina desnuda con la mano colocada en la cintura. Abundan las terracotas que representan muy a menudo figuras de animales, búfalos y bueyes en especial.
      Capítulo aparte merecen los famosos sellos de esteatita de forma rectangular, grabados al cincel y al taladro, que representan gran variedad de animales, como son los elefantes, los tigres, los cocodrilos, etc. Bajo estas representaciones animalísticas poseen, muchas veces, cortas inscripciones en caracteres pictogramáticos, que aún no han po, dido ser descifrados. La finalidad de estos sellos no podrá ser del todo conocida hasta el desciframiento de la escritura, pero el hecho de que la mayoría estén perforados hace suponer que debían de ser personales y que se llevaban colgando. La economía de esta civilización se basaba en la agricultura, cultivándose el trigo, la cebada, el guisante y los dátiles, así como el algodón. Domesticaron el perro, el gato, el cebú, el cerdo y el caballo. Igualmente desarrollaron el comercio, ya que se han hallado sus productos en toda Mesopotamia.
      Hacia el 1500 a. C. se extingue la civilización del Indo, que ya desde siglos antes daba muestras de signos inequívocos de decrepitud. Al parecer, ésta fue lenta y los arqueólogos la achacan a la intensa deforestación que sufrió la zona a causa de la tala continua de bosque con el fin de obtener madera para cocer ladrillos, hecho que produjo un gradual descenso de la humedad y una consecutiva aridez que hizo imposible la agricultura. Pero el golpe de gracia parece ser que lo asestaron los invasores arios, que hacia mediados del II milenio penetraron en la India, invasión de la que tenemos los ecos más remotos en el Rigveda.
      Más allá del Indo, hacia el Ganges, existía una población mesolítica importante viviendo en zona de bosques, algo marginada, donde la agricultura no apareció hasta la segunda mitad del s. II. A fines de este milenio y sobre esta base étnica mesolítica, apareció en el Ganges una civilización, conocida con el nombre de este río, que hasta el momento ha sido poco estudiada. La vida urbana comienza ya entrado el primer milenio antes de nuestra Era. Las casas son de adobe y en ellas aparece una cerámica pintada de gris que presenta dibujos realizados en negro. Esta población utilizaba el cobre para fabricar cuchillos y puntas de flecha. Domesticó el cerdo, la oveja, el búfalo y el cebú y desarrolló una importante agricultura. Pero no es hasta el s. v cuando esta civilización, con la introducción del hiérro, alcanza todo su esplendor. Aparece ahora una cerámica llamada «pulimentada septentrional», que sustituye. a la pintada de gris. Se utiliza ahora el ladrillo en lugar del adobe. Es en este momento cuando se levantan las grandes ciudades de Ahichhatra y de Hastinapura, con murallas de un perímetro de 5 Km. Otras localidades importantes de esta época son Kanshambi, y Vaisali, ciudad natal de Buda. También Varanasi parece haber sido levantada en el s. v. Todas estas ciudades a partir del s. ii a. C., conocieron la moneda, acuñada según el modelo persa. Hacia la tercera centuria antes de Cristo la civilización del Ganges evoluciona hacia formas políticas más evolucionadas bajo la poderosa dinastía de los Maurya (v.), cuya expansión alcanzó zonas con culturas calcolíticas atrasadas, imponiendo la cultura gangética del Hierro ya plenamente evolucionada. Más tarde, hacia el s. I a. C., la expansión se, dejó sentir hacia el sur, en la India central y en el Decán, en tiempos de Bindusara, padre de Asoka. Con este último, el Hierro alcanzó toda la península indostánica.
      La historia del sudeste asiático comienza en los inicios de la Era cristiana, momento en que poblaciones procedentes de la India comenzaron a mezclarse con las gentes del grupo MonKhmer. A partir de ese momento comenzaron a desarrollarse culturas hinduizadas en Thailandia, Birmania, Malaca, Sumatra y Célebes. El primer reino de Camboya, denominado FuNan por los chinos, se desarrolló en las bocas del Mekong, floreciendo entre los s. i y vi de nuestra Era. Al decaer esta cultura, de la que OcEo sería uno de los centros principales, se desarrollaron en el interior los llamados reinos preangkorianos que duraron desde el s. vi al ix, caracterizados por poser una escultura y una arquitectura grandemente influenciadas por la India. A principios del s. Ix (802) un rey de uno de estos reinos, el de Angkor, puso fin a su dependencia del reino de Java, dando así comienzo la historia de Angkor, que duró hasta el s. xv. A principios del s. x se llevó la capital a Koh Ker, para ser reinstalada polo después en Angkor. Luego la ciudad fue saqueada en 1177 por la flota cham. La religión Khmer era el hinduismo, siendo tolerado a su lado el budismo, que adquirió gran importancia en el s. XIII,
      La faceta más importante de la cultura de Angkor (v. CAMBOYA IV) son sus famosos templos levantados a lo largo de la historia del reino. Los más importantes
      son los de Pnom Bajeng, levantado por Yasovarmán I; el de Angkor Vat, construido por Suryavarmán II, el Bayón, obra de Jayavarmán VII; conságrados a la divinidad india llamada Visnú. La decadencia de Angkor vino condicionada por la presión de los pueblos Cham, Tai y Anamita, empujados a su vez por los chinos del norte. Los primeros saquearon Angkor en 1177, pero los Khmer lograron contrarrestar este golpe de audacia conquistando algo más tarde Champa y eliminaron así el peligro cham. Los tai y los anamitas pusieron en peligro varias veces el reino Khmer. Pero la causa real de la ruina de este reino fue la introducción del budismo theravada, que sumió al pueblo Khmer en un abatimiento metafísico que debilitó el sentimiento monárquico del pueblo, minando su combatividad. Las cosechas sufrieron un colapso irreparable al abandonar a su suerte los canales de riego. Los embates de los tai ayudaron a que la decrepitud del reino se acentuara, de tal manera que ca. 1432 Angkor fue abandonada, desapareciendo rápidamente los últimos restos del Imperio Khmer (v. INDIA III).
      4. Japón. El archipiélago nipón, tras las fases paleolíticas antes mencionadas, conoció un neolítico marginal denominado cultura de Jomón, cuya antigüedad se remonta a mediados del II milenio a. C., prolongándose en Kyushu hasta el 300 a. C. y en la región de Kyóto hasta el 200. Después se extendió hacia el norte y oeste de la isla de Yeso. La cultura Jomón es propia de poblaciones, cuya base económica descansaba básicamente en la recolección de vegetales y mariscos, encontrándose los lugares de habitación en zonas próximas al mar. Vivían generalmente en chozas, cuyo piso se hallaba más bajo que el nivel del suelo, llamadas chozas de pozo. Sus plantas eran circulares y rectangulares. Conocemos bien algunos poblados en Ubayama y Toyohira. Si por su economía la cultura Jomón es preneolítica, por su cerámica entra plenamente en el Neolítico. Ésta se caracteriza por su típica decoración de cuerdas, de formas cónicas y estrechas. En cuanto a los utensilios propios de esta cúltura diremos que utilizaban la obsidiana para tallar cuchillos sobre hoja y puntas de flecha. También poseían hachas pulimentadas y arpones y anzuelos fabricados con asta de ciervo.
      Tras las últimas fases de la cultura Jomón se inicia la cultura Yayoi traída desde el continente por poblaciones antecesoras de los japoneses actuales. Esta cultura extinguió a la anterior y se caracterizó por el uso del hierro y del bronce. Duró hasta el año 30 de nuestra Era. Poseía una agricultura y una ganadería plenas y por la tipología de sus armas vemos influencias de la China continental. Tras esta cultura se produjo la afirmación del periodo protodinástico originado en la llanura de Yamato, que según las crónicas japonesas duró hasta principios del periodo Asuka, cuyo inicio se fecha ca. el 530 de nuestra Era y con el que Japón inicia ya su etapa histórica (v. JAPÓN III).
      V. t.: PERSIA III; MESOPOTAMIA IV.
     
E. RIPOLL PERELLÓ , F. MARTÍ JUSMET.
    BIBL.: KwANG CHIH CHANG, The archaeology of ancient China, New Haven 1963; P. TEILHARD DE CHARDIN, Early man in China, Pekín 1941; S. PIGGOT, Arqueología de la India prehistórica, México 1966; A. P. OKLADNIKOF, Ancient population of Siberia and its cultures, Cambridge (Mass.) 1959; G. J. GROOT, The prehistory of Japan, Nueva York 1951; H. R, VAN HEEKEREN. The stone age in Indonesia, La Haya 1957.
     

Obtenido dehttp://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=3504&cat=antropologia

 

ARQUEOLOGÍA: CHINA. PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA.

  Introducción. Los trabajos de investigación arqueológica y antropológica en Ch., llevados a cabo fundamentalmente por científicos europeos, sufrieron paralizaciones durante la invasión japonesa (1937) y, sobre todo, en la 11 Guerra mundial, en la que desaparecieron muchas de las excavaciones. A partir de 1945 los arqueólogos chinos emprendieron una ingente labor de reconstrucción de las investigaciones, y el Estado organizó universidades y academias científicas con toda clase de medios para 'fomentar los hallazgos. Desde los descubrimientos de Chukutien, el problema de la hominidación preocupa a los antropólogos chinos.
     
      Las nuevas orientaciones en las investigaciones sobre la reconstrucción del pasado y las modernas técnicas dan una idea de los trabajos y estudios que allí se llevan a cabo. Así, las hipótesis de los antropólogos occidentales sobre el inmenso Gigantopithecus Blackii han quedado anuladas ante los hallazgos del Dr. Peiwen Chung. Los descubrimientos sobre el hombre fósil llevados a cabo en 1954 en la región de Hsiang Fen, en la provincia de Shansi, prueban que este hombre era más avanzado que el Sínanthropus de Pekín. En la misma línea están los descubrimientos de 1960 en K'e Ho, también en la provincia de Shansi. Mucho más abundantes han sido las investigaciones sobre la introducción y desarrollo de culturas agrícolas y las recientes sobre la época histórica. Sin embargo, es de lamentar que las noticias que de estos descubrimientos se hacen no tengan la suficiente divulgación en Occidente.
     
      Paleolítico. Paleolítico inferior. La cultura china más antigua, hasta ahora conocida, es la de Chukutien, que parece corresponder al Paleolítico inferior de Europa. En el yacimiento epónimo, que da nombre a esta facies cultural, se hallaron los restos de un Arcanthropino, bautizado con el nombre de Sinanthropus pekinensis. A este ser se asocia la industria de piedra, caracterizada por los útiles fabricados con cantos rodados y lascas talladas con técnica clactoniense y retocadas, algunas veces, en forma de raedera. El Sinanthropus conoció el fuego (son numerosos los hogares hallados en Chukutien) y fue un gran cazador, aspecto éste ilustrado por la gran cantidad de restos de animales pertenecientes al Pleistoceno inferior y medio que le acompañan. Tras la fase de la cultura de Chukutien, hay al sur de Pekín, en el valle del Fen, una serie de yacimientos con una industria lítica que puede tener su paralelo en el achelense europeo, ya que emplea técnicas de talla más evolucionadas, si bien presenta una innegable filiación con la cultura anterior.
     
      Paleolítico medio. Por lo que concierne al Paleolítico medio, en el mismo valle del Fen se encuentra una facies cultural similar al soaniense B reciente de la India, que, como es sabido, adopta caracteres netamente musterienses.
     
      Paleolítico superior. Para al Paleolítico superior Chukutien ha proporcionado los restos más importantes. En efecto, la cueva superior de este yacimiento proporcionó restos del Homo sapiens junto a los que se hallaron dientes de animales, perforados a modo de cuentas de collar. En Shui Tung-Kou y Sjara Osso-gol se han encontrado industrias del Paleolítico superior de aspecto microlítico.
     
      Neolítico. Cultura de Yang-Chao. Tras las fases culturales mesolíticas, que sin duda existieron en Ch. y casi desconocemos, comienza el Neolítico en un momento impreciso que cabe situar hacia el III milenio. Este Neolítico se desarrolló en las cuencas del río Hsang-Ho (Amarillo), en las provincias de Shensi, Shansi y Ho-Han, situadas en el norte del país, y se le conoce con el nombre de cultura de Yang-Shao, ya que fue en este yacimiento donde fue individualizado. Ya desde sus comienzos, esta cultura dio muestras de originalidad, dado que el repertorio de plantas cultivadas y animales domesticados fue eminentemente local. De las primeras, conocieron el mijo y el arroz, y en cuanto a los segundos se refiere, domesticaron el cerdo, el buey, el carnero y el perro, criando también el gusano de seda. Los poblados situados en las terrazas fluviales se componían de cabañas redondas o rectangulares formadas por una pared baja de tierra, de la que sobresalían unos postes, los cuales, unidos con otro colocado en el centro de la habitación, formaban la base de la techumbre, hecha de paja mezclada con arcilla.
     
      Para almacenar el grano y conservar los productos del ganado crearon una hermosa cerámica pintada de rojo y gris, decorada con motivos geométricos. Junto a esa cerámica de calidad poseyeron otra más tosca, barnizada de negro o blanco y decorada con impresiones de cuerdas. La industria lítica comportaba elementos originales, como los cuchillos de cosechar, hechos de piedra, que sustituían aquí a las hoces del Neolítico europeo. Los sepulcros eran rectangulares, y el cadáver se enterraba colocándolo en posición supina, acompañado de cerámica y útiles de piedra.
     
      Poco sabemos de su arte, tan sólo una cabeza humana de arcilla que aparece sobre una urna de Kansu y algunas estilizaciones de la figura humana, sobre cerámica. La semejanza de la cerámica de Kansu con algunos productos occidentales, como Anan en el Turquestán, ha hecho suponer una influencia del Neolítico occidental sobre la Ch. del Norte, sin que haya sido posible demostrarlo completamente.
     
      Cultura de Lung-Shan. Tras las fases antiguas neolíticas del Norte, se inicia, hacia el 11 milenio, el Neolítico reciente en la Ch. nordoriental y oriental, extendiéndose también por la Ch. central, sobre todo en la provincia de Honan. Esta fase cultural se ha denominado cultura de Lung-Shan y se caracteriza por la desaparición de la cerámica pintada que es sustituida por otra negra, de formas angulosas, hecha ya a torno. Las formas típicas de esta cerámica son los vasos en forma de trípode llamados ting y li, las tazas poco profundas y el ko nei. La cultura material de este momento, con respecto a la fase anterior acusa diferencias mínimas que estriban tan sólo en el uso de cuchillos de piedra semilunares usados para cosechar, distintos de los oblongos de la cultura YangShao; en la aparición de sellos de alfarero sobre las vasijas y en la práctica de la adivinación por medio de hueso de animal, preferentemente las escápulas. El proceso de neolitización siguió un camino de N a S, ya que el paso de las poblaciones mesolíticas del sur de Ch. hacia nuevas formas económicas y culturales fue debida a la colonización de extensas áreas por parte de los portadores de la cultura de Lung-Shan. Este proceso fue idéntico. más tarde en la difusión de las culturas de los metales.
     
      Edad del Bronce. Hacia mediados del 11 milenio y sobre un sustrato étnico que no difería del que formaba la cultura neolítica de Lung-Shan, empezó en el norte de Ch. la Edad del Bronce, contemporánea al nacimiento de la historia escrita y al advenimiento de la llamada dinastía Chang (v.). De esta dinastía se sabe que procedía de la provincia de Chantung, de donde Pang Keng, decimoséptimo rey de aquélla, llevó la capital a Anyang, en la provincia de Honan. Su dominio se extendía por la llanura central hasta la provincia de Chantung, y por el extremo occidental de la de Honan, hacia el sur, su influencia llegó hasta el río Yang-tse-kuang. Esta cultura es conocida en gran parte por las excavaciones realizadas en la capital Anyang, donde los arqueólogos hallaron grandes pozos que guardaban hasta 10.000 restos óseos de animales, usados para la práctica de la osteomancia, todos ellos con una inscripción, primera manifestación de la escritura china. También se hallaron restos de habitaciones rectangulares de más de 30 m. de longitud, cuya techumbre era sostenida por postes centrales colocados a intervalos regulares.
     
      Lo más impresionante de todo lo descubierto fueron las tumbas reales formadas por grandes pozos en forma de cruz, donde se hallaron gran número de víctimas humanas decapitadas, destinadas a acompañar al soberano a su última morada. También se encontraron las hermosas vasijas de bronce que caracterizan a esta etapa cultural. Sabemos, gracias a la arqueología, que la metalurgia del bronce se inició en el Honan, merced a influencias de la Siberia meridional. La fase más primitiva ha sido localizada en Chengchon, donde han aparecido los mismos vasos broncíneos que en Anyang, pero de formas más sencillas. Una característica de esta cultura del Bronce es que este metal casi sólo se usó en la fabricación de objetos de lujo, sin que haya testimonios de que fuera utilizado en herramientas o aperos de labranza. Esto denota un monopolio del metal por parte de la clase gobernante. El arte de este periodo se halla representado fundamentalmente por las vasijas de bronce llamadas chia, kuang y chueh, hechas con el sistema de la cera perdida. La ornamentación consiste en motivos geométricos, animalísticos, entre los que destacan los pájaros, los gusanos de seda y los dragones. De prolongado uso fue la máscara denominada tao tieh o glotón. Igualmente de esta época son los cuchillos de bronce con mangos decorados con cabezas de animales y la alabarda conocida como ko. El arma más utilizada fue -el arco de tipo compuesto, con el que se disparaban flechas de hueso provistas de puntas de bronce. Entonces la caballería era prácticamente desconocida; los carros de guerra se utilizaban principalmente para el transporte de tropas.
     
      La dinastía Chu. Tras el momento cultural del Bronce I o dinastía Chang, que se prolonga hasta finales del II milenio, acontece un cambio dinástico que según los analistas chinos cabe situar hacia 1027. En efecto, la arqueología ha probado que, aproximadamente hacia ese año, un pueblo procedente de las provincias Shensi y Shansi, poseedor de una cultura menos desarrollada, invadió el territorio Chang dando origen a una nueva dinastía, la Chu, que había de durar hasta finales de la tercera centuria a. C. Ya desde un principio fue una dinastía feudal cuya soberanía efectiva tan sólo era reconocida por la capital Tchung Chu y un pequeño hinterland, quedando el resto en manos de grandes señores vasallos. Hacia el s. vrt, la dinastía Chu se convirtió en un Estado fantasma por estar sometida a una serie de Estados creados a sus expensas, entre los. cuales, los más poderosos detentaron a partir de entonces el poder político de una manera alternativa. Así, encontramos a los Tsi y Tsin del norte enzarzados en continuas luchas por la supremacía política y militar, mientras que en el sur se desarrolló con gran pujanza el Estado Ch'u. La situación cesó cuando un soberano Tsin, Shih Huang Ti, unificó el país, acabando así con la dinastía Chu, que tan sólo existía de una manera nominal. Tales hechos ocurrieron hacia el 221 a. C. Este soberano fue el constructor de la Gran Muralla, levantada contra los nómadas del norte, constantemente atraídos por la riqueza de las llanuras centrales. Tras la dinastía Tsin extinguida en el 206 a. C., se instituyó la dinastía Han, que mantuvo su poderío hasta bien entrada la Era cristiana (220) y que entró en relaciones con el Imperio romano.
     
      Arte Chu. Es una continuación del de la época Chang, hecho comprensible si se tiene en cuenta que los Chu traían una cultura más pobre y que no hicieron sino adaptarse al arte de los vencidos. En los tres primeros siglos de la dinastía, aparece en los vasos de bronce una decoración abstracta derivada del tema Chang del dragón, dando lugar a una sobria representación de motivos ondulados y de escamas. Hacia el s. VII, se produce un cambio que se manifiesta en vasijas de formas más evolucionadas y en las que aparece un tipo de decoración basado igualmente en temas de dragones, pero colocados en forma de entrelazo, factor que antes era severamente evitado. En este nuevo tipo decorativo hay que ver, muy posiblemente, una influencia de los pueblos esteparios. A él pertenecen los famosos vasos de Li Yu, en la provincia de Shansi, y los de Ching Cheng, en la de Honan. De mediados del s. vi es el estilo Lo Chu, caracterizado por motivos decorativos eh espiral de los que surgen vástagos geométricos o en forma de pluma. Desde el s. v en adelante, el estilo decorativo se hace más naturalista, culminando en el arte del periodo Han. En este momento encontramos, adornando las vasijas, hermosas representaciones de oso y de tigre colocadas sobre paisajes convencionales. La misma decoración naturalista aparece en obras menores en bronce y hierro, como son las fíbulas, los arneses de caballo y otros objetos de uso común. Desde el s. iv se utiliza el jade en la fabricación de objetos de arte, hallándose igualmente documentado el comienzo de la utilización de la laca en esta misma época. Pero las obras más acabadas en laca son del periodo Han, en el que se producen hermosos recipientes, como copas y cuencos para el vino.
     
      Durante el periodo Chu persiste el uso del carro de guerra, pero es desechado hacia el s. iv cuando los nómadas del norte empiezan a hostigar seriamente las regiones fronterizas. El bronce continúa utilizándose en la fabricación de armas que ahora son más evolucionadas. Las espadas eran cortas con espiga para el mango, pero a partir del s. vi se hacen con la empuñadura moldeada con el resto de la pieza. Hacia el s. iv, las espadas son más largas y se denominan akinakes. El uso del hierro se inicia en el s. vii a. C. aprox., pero su utilización, bastante restringida, al principio, no se generaliza hasta entrado el s. iv, momento en el que dicho metal deja de ser únicamente fundido, para ser posteriormente forjado. Tal vez sea debido a la carencia de tan importante secreto técnico por lo que el uso del hierro tarda tanto en difundirse en Ch. A finales del s. 111 a. C. aparece un nuevo tipo de espada, hecha con hierro, de un solo filo y extremo sumamente puntiagudo. Estas espadas son algo curvas y sus mangos terminan en anillas ovaladas. En la época Han tiene enorme desarrollo la utilización de la ballesta, cuyo gran poder de tiro sirve para fijar, junto con la Gran Muralla, una frontera estable que permite a Ch. vivir largos años sin el temor de una invasión de los bárbaros norteños.
     
      Tras las etapas prehistóricas e históricas descritas, el mundo chino ha seguido viviendo en sus ancestrales costumbres y tradiciones hasta tiempos muy recientes.
     
     
E. SANMARTÍ GREGO.
    BIBL.: M, BOULE, H. BREUIL, E. LICENT, P. TEILHARD DE CHARDIN, Le Paléolitique de la Chine, «Archives de FInstitut de Paléontologie Humaine» 4 (1928); W. C. PEi, Les louilles du Choukoutien en Chine, «Bulletin de la Soc. Préhistorique FranQaise» (1957); P. TEILHARD DE CHARDIN, Early man in China, Londres 1941; 1. G. ANDERSON, Researches into the Prehistory ol the Chinese, «Bulletin far Eastern Antiquities» 15 (1943); P. TEILHARD DE CHARDIN, Le Néolitique de la Chine, Pekín 1944; TE K'UNCHENG, An introduction to the Chinese civilisation, «The Orient», Hong Kong 1950; PEI WEN-CHUNG, New material on man's origins, «China Reconstruction» V, agosto 1956; KWANG CHIII-CHANG, The archaeology ol Ancient China, 1963; M. ALMAGRO, Investigaciones arqueológicas en la China comunista, «Atlántida» 10, Madrid 1964. E. RIPOLL PERELLÓ
     

 

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