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LITERATURA2: ARGUMENTACIÓN. Una argumentación es un diálogo en el que un sujeto (el enunciador) presenta una serie de argumentos con los que pretende modificar la conducta de otro sujeto (el enunciatario), de forma que éste último acepte la tesis propuesta por el primero.

Argumentación

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Una argumentación es un diálogo en el que un sujeto (el enunciador) presenta una serie de argumentos con los que pretende modificar la conducta de otro sujeto (el enunciatario), de forma que éste último acepte la tesis propuesta por el primero.

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El arte de argumentar [editar]

Desde la antigüedad,la argumentación ha sido objeto de interés en todas las áreas donde se practica el arte de hablar y de escribir de manera persuasiva. En la actualidad, el estudio de la argumentación ha recobrado vigencia debido a la gran influencia que los medios de comunicación tienen sobre la sociedad. Esta influencia se manifiesta en el planteamiento de estrategias argumentativas para convencer al público acerca de ciertos valores e ideas. Ejemplo de esto son los discursos argumentativos relacionados con la publicidad o el pensamiento político. Así pues, la principal motivación del estudio de la argumentación (por parte de los argumentadores), consiste en establecer si el razonamiento planteado es verosímil, es decir, si quien es objeto de la argumentación está dispuesto a aceptarla. Son enunciados con diferentes funciones que permite al enunciador plantear y defender una tesis. .

La lógica de la argumentación [editar]

Un razonamiento verosímil tiene la propiedad de aparecer verdadero y lógico, aunque sus premisas puedan ser falsas. La lógica de la argumentación o lógica informal estudia los mecanismos que articulan el discurso argumentativo, es decir, cómo se relacionan los argumentos sentados y si la conclusión que puede extraerse de ellos es válida.

Contexto [editar]

Cuando alguien desarrolla una argumentación para convencer a otro de que acepte su tesis, lo hace en un determinado contexto. Éste abarca las creencias, las costumbres, las ideas de la comunidad a la cual ambos pertenecen y, especialmente, las convenciones lingüísticas que ambos usan. Es decir, el contexto determina el valor semántico de las palabras empleadas. Cuando el contexto en el que se desarrolla la argumentación no es común a sus participantes, hay que cuidarse de no usar palabras que puedan resultar molestas o agraviantes en el contexto lingüístico en que se mueven los demás...

Razonamientos persuasivos [editar]

Se reconocen tres tipos de discursos persuasivos: la demostración, la argumentación y la explicación. La demostración trata de llegar a una conclusión partiendo de unas hipótesis. En la demostración no aparece ninguna marca del sujeto que la enuncia. Aparentemente se habla de hechos y no de opiniones. Se utilizan conceptos objetivos, que aparecen como irrefutables. La argumentación trata de causas y consecuencias, se evalúa en relación a una situación dada y se expresa con palabras comunes. En esta situación es donde se comprueba si la argumentación ha logrado su objetivo primordial: convencer al destinatario para que adopte un determinado punto de vista o realice cierta acción. La explicación se ubica en una línea intermedia entre ambos discursos. Se la acepta o rechaza en relación a lo que ha sido explicado,por lo cual es necesario el Debate.

Escritura del discurso argumentativo [editar]

Los elementos básicos de la argumentación son la tesis, los argumentos, y la conclusión.

La tesis es la idea principal en torno de la cual se reflexiona. Puede aparecer al principio o al final del discurso, de manera explícita o implícita. Una tesis debe presentarse en forma clara y objetiva, aunque encierre en sí varias ideas.

  • Tesis: Enunciado de caracter afirmativo, que contiene una idea o opinión.
  • Argumentos
    • Base: Argumentos a favor de la tesis, son hechos o datos compartidos o fáciles de aceptar por los hablantes.
    • Garantía: Vínculo que une la base con la tesis.
    • Respaldo: Contenido de información técnica que respalda la garantía.
  • Conclusión

El cuerpo argumentativo [editar]

Se constituye por los argumentos que se exponen para confirmar o rechazar la tesis. Entonces el encadenamiento de los razonamientos y otros recursos persuasivos que se usan para fortalecer la opinión defendida como para refutar la contraria.

Conectores y operadores [editar]

En el discurso, los argumentos se vinculan entre si mediante conectores y operadores:

  • Un conector es una conjunción o frase conjuntiva que relaciona dos enunciados, dándoles una orientación. La orientación es positiva cuando va a favor de la tesis, en cambio las conjunciones "como" o "pero" se usan para dar una orientación negativa.
  • Los operadores como "casi" y "apenas", refuerzan o debilitan la potencia del argumento.

Condiciones del discurso [editar]

Para plantear un discurso argumentativo es necesario conocer las condiciones de propiedad y legitimidad. Las condiciones de propiedad son las características que tiene que reunir el destinatario a quien se dirige el argumentador, es necesario conocerlas para que el texto sea efectivo. Las condiciones de legitimidad tienen que ver con la autenticidad de la figura del argumentador.

De acuerdo con las condiciones de propiedad, en primer lugar se argumenta partiendo de que el otro no adhiere a la tesis pero puede llegar a convencerse de ella.

En segundo lugar, se argumenta a partir del supuesto de que el otro tiene la inteligencia y los conocimientos necesarios para comprender los argumentos. La apariencia de sinceridad es indispensable para que haya una argumentación efectiva; el otro tiene que creer que quien la hace no miente. Esta condición es necesaria para establecer una correcta comunicación.

A veces, cuando el argumentador no está seguro de que el otro confía en su legitimidad, puede apelar a enunciados justificativos. El argumentador también supone que el otro puede ser persuadido mediante una argumentación adecuada: si encuentra resistencia será posible desplegar las estrategias persuasivas necesarias para hacerlo cambiar de opinión.

La argumentación es legítima cuando hay una concesión mutua de derechos entre los interlocutores. En este campo inciden no sólo el contexto de la situación sino también los roles de autoridad que se establecen entre ellos.

Véase también [editar]

LITERATURA2: LA ARGUMENTACIÓN Y LA RETÓRICA. La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética del mismo, añadida a su finalidad comunicativa.

Retórica

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Para otros usos de este término, véase Retórica (desambiguación).

La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética del mismo, añadida a su finalidad comunicativa.

Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica, donde se entendía, en palabras de los tratadistas clásicos, como el ars bene dicendi, esto es, la técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario (etimológicamente, la palabra es un helenismo que proviene del griego ρητορική [τέχνη], «rhetorikè (téchne)»).

La retórica se configura como un sistema de reglas y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos.

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Definición [editar]

En principio, la retórica se ocupó de la lengua hablada, pero su saber trascendió al discurso escrito e influyó poderosamente en la literatura cuando la palabra escrita ganó prestigio en el régimen imperial en Roma, si bien el discurso escrito suele considerarse como una transcripción limitada o imitación estrecha del discurso oral. En la actualidad, la retórica ha vivido un gran resurgimiento y sus enseñanzas se utilizan en publicidad, la academia, la política, así como en la defensa de puntos de vista durante los juicios civiles. Por otro lado, gracias a las nuevas tecnologías audiovisuales podemos hablar de una retórica de la imagen, ya que mediante una imagen o vídeo podemos hablar sobre algo utilizando figuras retóricas (metáfora, metonimia, prosopopeya, personificación, etc.).

La retórica ocupó un lugar importante en el sistema educativo antiguo y medieval, y hasta el romanticismo su significación fue crucial dentro de las disciplinas humanísticas.

Son tres procesos complementarios los que conformaban el aprendizaje de la retórica: el estudio de los preceptos, la imitación de modelos y la práctica personal.

La composición del discurso [editar]

La elaboración del discurso verbal y su exposición ante un auditorio son aspectos que exigen la atención a cinco dimensiones que se complementan entre sí:

  • En tanto que estructura lingüística, el discurso está conformado por la inventio, la dispositio y la elocutio;
  • En tanto actividad oral, el discurso está configurado por la memoria y la actio.

Inventio (o invenio) [editar]

La finalidad de esta fase es establecer los contenidos del discurso. El término inventio procede del latín invenire que a su vez procede del griego εὒρεσις que significa "hallazgo", pues de lo que se trata es de que el orador seleccione, halle, en un repertorio prefijado de temas aquellos que son los más adecuados a su exposición. Se trata, mentalmente hablando, de invenire ("hallar") en la memoria, llena de topoi o loci ("tópicos" o "lugares" comunes) las ideas propias o heredadas de la sociedad en general, susceptibles de ser utilizadas en el discurso.

La tipología del tópico retórico incluye los siguientes elementos: persona, cosa, lugar, instrumento, causa, modo, tiempo, comparación y argumentación, a los que habrá que añadirse el tópico literario, en el caso de obras literarias.

Dispositio [editar]

Este término latino es una traducción del concepto de la retórica griega conocido como τἀξις que quiere decir "disposición". La finalidad de esta parte de la preparación discursiva es la organización de los elementos de la inventio en un todo estructurado. Son relevantes a este respecto el número de partes del discurso y su orden de aparición.

  • En cuanto a las partes, los discursos pueden presentar una estructura bipartita (en la que las dos partes mantienen una tensión recíproca dentro del conjunto) o tripartita (en la que se supone un desarrollo lineal con principio, medio y fin).

La estructuración tripartita, la más frecuente, consta de un exordium o parte inicial que tiene por objeto captar la atención (el interés o favor) del oyente (captatio benevolentiae) e indicar a este la estructuración del discurso; una parte media con narratio (exposición del asunto y tesis del orador al respecto) y argumentatio (con las razones que sustentan dicha tesis); y, finalmente, una peroratio o recapitulación de lo dicho con apelaciones al auditorio.

La estructura del discurso [editar]

El exordio busca hacer al auditorio benévolo, atento y dócil. Su función es señalizar que el discurso comienza, atraer la atención del receptor, disipar animosidades, granjear simpatías, fijar el interés del receptor y establecer el tema, tesis u objetivo.

La proposición es una enunciación breve y clara del tema que se va a tratar.

La división es la enumeración de las partes de que va a tratar el discurso.

La narratio, desarrollo o exposición es la parte más extensa del discurso y cuenta los hechos necesarios para demostrar la conclusión que se persigue. Si el tema presenta subdivisiones, es preciso adoptar un orden conveniente (partitio o divisio). En la partitio tenemos que despojar al asunto de los elementos que no nos conviene mencionar y desarrollar y amplificar aquellos que sí nos convienen

La argumentación es la parte donde se aducen las pruebas que confirman la propia posición revelada en la tesis de la exposición (confirmatio o probatio) y se refutan las de la tesis que sostiene la parte contraria (refutatio o reprehensio), dos partes que Quintiliano considera independientes, de forma que para él el discurso forense tendría cinco. La confirmación exige el empleo de argumentos lógicos y de las figuras estilísticas del énfasis. También es un lugar apropiado para el postulado o enunciado sin prueba, siempre que no debilite nuestra credibilidad, para lo cual hay que recurrir al postulado no veraz pero plausible (hipótesis), a fin de debilitar al adversario desorientando su credibilidad; lo mejor en ese caso es sugerirlo y no decirlo. Se recurre a una lógica retórica o dialéctica que no tiene gran cosa que ver con la lógica científica, pues su cometido no es hallar la verdad sino convencer. Se funda más en lo verosímil que en lo verdadero, de ahí su vinculación con la demagogia. Para los discursos monográficos enfocados a la persuasión, convienen las estructuras gradativas ascendentes. En el caso del discurso periodístico, la tendencia del lector a abandonar al principio recomienda el uso de la estructura opuesta: colocar lo más importante al principio. La retórica clásica recomienda para los discursos argumentativos monográficos el orden nestoriano, el 2,1,3: esto es, en primer lugar los argumentos medianamente fuertes, en segundo lugar los más flacos y débiles y en último lugar los más fuertes.

La peroración es la parte destinada a inclinar la voluntad del oyente suscitando sus afectos, recurriendo a móviles éticos o pragmáticos y provocando su compasión (conquestio o conmiseratio) y su indignación (indignatio) para atraer la piedad del público y lograr su participación emotiva, mediante recursos estilísticos patéticos; incluye lugares de casos de fortuna: enfermedad, mala suerte, desgracias… Resume y sintetiza lo que fue desarrollado para facilitar el recuerdo de los puntos fuertes y lanzar la apelación a los afectos; es un buen lugar para lanzar un elemento nuevo, inesperado e interesante, el argumento-puñetazo que refuerce todos los demás creando en el que escucha una impresión final positiva y favorable.

Los argumentos [editar]

Existen tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un discurso: los relativos al ethos, al pathos y al logos.

  • Argumentos ligados al ethos: son de orden afectivo y moral y atañen al emisor del discurso; son, en suma, las actitudes que debe tomar el orador para inspirar confianza a su auditorio. Así, debe mostrarse:
    • Sensato y fiable: esto es, capaz de dar consejos razonables y pertinentes.
    • Sincero: no debe disimular lo que piensa o lo que sabe.
    • Simpático: debe mostrar que está preparado a ayudar a su auditorio.
  • Argumentos ligados al pathos: de orden puramente afectivo y ligados fundamentalmente al receptor del discurso.Según Aristóteles, estos argumentos se basan en suscitar ira (ὀργή),calma (πραότης),odio(μίσος),amistad (φιλία) miedo (φόβος),confianza (θάρσος),vergüenza (αἰσχύνη)indigación (τὸ νεμεσάν),agradecimiento (χάρις)compasión (ἐλείνος)envidia (φθόνος) y envidía por a las virtudes de otro (ζήλος)[1]
  • Argumentos ligados al logos: argumentos ceñidos al tema y mensaje mismo del discurso; se entra aquí en el dominio propiamente de la Dialéctica y se utilizan sobre todo los deductivos y los analógicos.


  • El orden de las partes puede ser naturalis o artificialis. El ordo naturalis es el que respeta la propia naturaleza del discurso sin alteraciones intencionadas o el que sigue la tradición; el ordo artificialis, por el contrario, altera el orden habitual de las partes (por ejemplo, empezar una historia no por el principio sino en un momento ya avanzado de la misma, esto es, in medias res).

Elocutio [editar]

La elocutio afecta al modo de expresar verbalmente de manera adecuada los materiales de la inventio ordenados por la dispositio. En la actualidad, la elocutio es lo que se denomina estilo.

La elocutio se manifiesta a través de dos aspectos: las cualidades y los registros.

  • Las cualidades elocutivas son tres: puritas, perspicuitas y ornatus.
La puritas es la corrección gramatical en la expresión lingüística, que busca, sobre todo, evitar el barbarismo o palabra incorrecta y el solecismo o construcción sintáctica errónea. La perspicuitas es el grado de comprensibilidad del discurso, que se opone a la obscuritas. El ornatus tiene por objeto embellecer el discurso con el uso de las distintas figuras literarias. Se trata del principal constituyente del ornatus pues en torno a él giran todos los elementos de la configuración estilística. Consta de dos formantes básicos: la elección de palabras (véase: tropos y figuras) y su combinación (compositio).
  • Los registros de la elocución (genera elocutionis) son modalidades estilísticas que dependen de la combinación de las cualidades elocutivas. Se pueden identificar varios pero tradicionalmente se habla de tres modelos básicos:
El genus humile o estilo llano tiene por objeto la enseñanza; se caracteriza por la puritas y la perspicuitas, y un ornatus poco desarrollado. El genus medium o estilo medio pretende deleitar; se caracteriza por una mayor presencia del ornatus que en el anterior. El genus sublime o estilo elevado busca conmover y las cualidades elocutivas están presentes en grado máximo.
La compositio [editar]

La compositio analiza la estructura sintáctica y fónica de los enunciados, esto es, sus constituyentes y sus distintas posibilidades de distribución en el discurso. Así, se distinguen la compositio sintáctica (centrada en la oración y sus partes) y la compositio fonética (centrada en la combinación de palabras en la oración por razones fonéticas).

  • La compositio sintáctica: se distinguen dos tipos de estilo: el estilo suelto o seguido y el estilo periódico o periodo.

La primera diferencia entre ambos es de tipo estructural y lógico-semántica: en el periodo existe una estructura periódica que presenta varias partes con autonomía argumentativa para cada una de ellas; en cambio, en el estilo suelto no existe esa estructuración, de forma que las ideas se suceden hasta llegar a la conclusión.

La segunda diferencia es de orden rítmico: en el periodo hay que tener en cuenta el numerus (el correlato en latín del metro en poesía, que se basaba en las cantidades vocálicas), mientras que en el estilo suelto esto es irrelevante.

Memoria [editar]

La memorización del discurso elaborado depende de dos tipos de memoria según los tratadistas clásicos: la memoria naturalis (la innata) y la memoria artificiosa, que implica una serie de procedimientos mnemotécnicos para facilitar el recuerdo.

Actio [editar]

También llamada pronuntiatio, se ocupa de la declamación del discurso, prestando atención a la modulación de la voz y de los gestos, que debe estar en consonancia con el contenido del mismo.

Los géneros oratorios [editar]

Existen tres géneros de discursos de oratoria: el genus iudiciale (género judicial), el genus deliberativum (género deliberativo o forense) y el genus demonstrativum (género demostrativo o epidíctico).[2]

  • El genus iudiciale es el que corresponde a las exposiciones realizadas ante un juez con el objetivo de acusar o defender, respecto de un asunto del pasado, una causa planteada en término de justicia frente a injusticia. Sus polos son acusación y defensa
  • El genus deliberativum es el que corresponde a los discursos pronunciados ante una asamblea; el orador pretende aconsejar o disuadir en términos de utilidad. Frente a la género judicial, que se centra en acontecientos pasados, el tema de los discurso deliberativos es cómo afrontar en el futuro un determinado asunto.
  • El genus demonstrativum se centra en individuos particulares a los que se trata de alabar o denostar ante un público; se ocupa de hechos pasados y se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o vituperándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, el encomio y el denuesto o vituperio.

Además de estos tres géneros, existen siete especies(εἲδη): la suasoria(προτρεπτικόν), disuasoria (ἀποτρεπτικόν),laudatoria (ἐγκωμιαστικόν), vituperadora (ψητικόν), acusatoria (κατηγορικόν), exculpatoria (ἀπολιγικόν) y la indagatoria (ἐξεταστικόν).[3] Estas especies están prensentes en los tres géneros. En el deliberativo, puesto que se busca convencer al auditoriο de una determinada tesis, las más frecuentes son la suasoria y la disuasoria. En el judicial, en el que hay que defenderse de acusaciones o realizarlas, predominan las especies acusatoria y exculpatoria y en el epidíctico, que sirve para reforzar los valores de una comunidad, la laudatoria y la vituperadora. Aunque predοminen más en determinados discursos, las 7 especies están en los 3 géneros. En un discurso deliberativo se puede utilizar la especie acusatoria y la vituperadora, por ejemplo, el político que propone una ley puede acusar a su rival de algo o hacerle un vituperio con el fin de desacreditarlo. De la misma manera, en el discurso judicial son frecuentes las especies vituperadora y laudatoria. Un caso muy conocido es el discurso de Ciceron Pro Archias Poeta en el que hay un extenso elogio de la poesia.

En la Edad media se añadieron a los anteriores las llamadas artes: ars praedicandi (sobre la técnica de elaborar sermones), ars dictandi (o ars dictaminis, sobre el arte de escribir cartas) y las ars poetriae (preceptos gramaticales, métricos y retóricos para escribir poesía).

Historia de la retórica [editar]

La Atenas Clásica [editar]

Fuentes para el estudio [editar]

Podemos conocer la retórica Ateniense a través de los discursos que dejaron grandes oradores como Demóstenes, Lisias o Isócrates. Heródoto y Tucídides en su obras sobre historia, además de sucesos, también escribieron discursos pronunciados por personajes históricos como Alcibíades, Jerjes o Pericles Desde el punto de vista teórico las fuentes más importantes son la Retórica a Alejandro escrita por Anaxímenes de Lámpsaco y la Retórica de Aristóteles. La primera obra consiste en una serie de preceptos sobre como hablar elocuentemente. La segunda obra tiene un planteamiento más filosófico. Frente a la Retórica a Alejandro que es de carácter práctico, la Retórica de Aristóteles es de carácter teórico. En la Atenas Clásica no existe una distinción clara entre la Retórica y la Filosofía. Por este motivo, hay que tener muy en cuenta esta última disciplina. La Tragedia y la Comedia, muy ligadas a lo político, son también importantes para conocer la retórica en la Atenas Clásica.

Orígenes [editar]

Los primeros maestros que se dedicaron a esta disciplina fueron de allí, Córax de Siracusa, primero en escribir un tratado sobre el tema, y su discípulo Tisias, que lo divulgó. Las figuras de estos dos primeros maestros de retórica son bastante oscuras. Ningún escrito de ellos ha llegado hasta nuestro días. Se conoce su existencia por menciones de rétores posteriores. Hay una teoría que defiende que Tisias y Córax eran una sola persona y no dos. Según esta teoría, el primer rétor de la antigüedad se llamaría Tisias, el Corax o dicho de otra forma, Tisias el cuervo. (κόραξ,κόρακος significaba en griego antiguo cuervo)[4] Esa elocuencia vino a transformarse rápidamente en objeto de enseñanza y se transmitió al Ática por comerciantes que comunicaban Siracusa y Atenas.

Fundamentos filosóficos [editar]

La retórica demostró pronto su utilidad como instrumento político en el régimen democrático, siglo V a. C., divulgada por profesores conocidos como sofistas, entre los cuales los más conocidos fueron Protágoras de Abdera y Gorgias. Para estos maestros de retórica que fueron también filósofos, no existe una única verdad y con el lenguaje sólo se puede expresar cosas verosímiles (τὸ εἰκός). Valoraban mucho el poder que tenía la palabra (λὀγος) que según Gorgias es un gran soberano que con un cuerpo muy pequeño e imperceptible realiza obras de naturaleza divina[5] Esta filosofía fue muy criticada por Platón. Tanto para Platón como para su maestro Sócrates, la esencia de la filosofía reposaba en la dialéctica: la razón y la discusión conducen poco a poco al descubrimiento de importantes verdades. Platón pensaba que los sofistas no se interesaban por la verdad, sino solamente por la manera de convencer, así que rechazó la palabra escrita y buscó la interlocución personal, y el método fundamental del discurso pedagógico que adoptó fue el del diálogo entre maestro y alumno. Pero el gran maestro de la retórica griega fue Isócrates Pensaba que la retórica era un plan de formación integral de la persona que servía para crear ciudadanos modélicos; con su sistema de enseñanza, precursor del Humanismo, pretendía la regeneración ética y política de la sociedad ateniense. Aristóteles, por otra parte, sistematizó la mayor parte de estos conocimientos sobre el arte de hablar y argumentar en una obra que consagró al efecto, su Retórica. La gran aportación de la Retórica de Aristóteles es su enfoque filosófico. Los manuales anteriores de cuales el único ejemplar que se nos conserva es la Retórica a Alejandro, consistían en consejos prácticos sobre cómo persuadir. La Retórica de Aristóteles en cambio, realiza reflexiones teórica sobre el lenguaje persuasivo.

Los géneros retóricos [editar]

Como Solón estableció que cada persona debía defenderse en persona ante un tribunal, llegaron a crearse los llamados logógrafos, unos artesanos que se dedicaban a confeccionar discursos para quienes no sabían hacerlos a cambio de estipendio: autores como Antifonte, Lisias, que destacó por su naturalidad y aticismo, Iseo, famoso por su habilidad en la argumentación, y el más famoso de todos ellos, Isócrates, fueron logógrafos. Éstos poseían también una preocupación estilística y procuraban que el estilo del discurso se ajustara a la personalidad y condición social de quien debía memorizarlo y pronunciarlo. También existía la figura del sunégoros συνήγορος cuya función era similar a la de un Abogado. Demóstenes actúo como συνήγορος cuando pronunció su famoso discurso Sobre la Corona. En los siglos V y IV a.C, el sistema político ateniense era la democracia radical que consistía en que todo ciudadano ateniense mayor de edad y varón podía exponer en la Asamblea (ἐκλεσία) sus puntos de vista sobre los asuntos de la polis. Para poder hablar en la Asamblea era necesario ser un orador excelente. Por este motivo se desarrolló en Atenas la retórica deliberativa. El tercer género retórico que se desarrolló en Atenas fue el epidíctico que abarca los discursos que tienen lugar en ocasiones especiales, por ejemplo, en un funeral y cuyo principal objetivo es reforzar los valores de una comunidad. El discurso Epidíctico más importante de la Atenas Clásica es el Discurso Fúnebre de Pericles

Roma [editar]

Ya en Roma, la retórica se perfeccionó sumamente por medio de las investigaciones y esfuerzos que consagraron a su estudio hombres de letras como Cicerón, que dedicó al tema una parte sustancial de su obra e hizo de la retórica el eje de sus preocupaciones, el anónimo autor de la Retorica ad Herennium o Marco Fabio Quintiliano, cuyos doce libros de Instituciones oratorias suponen la culminación de los estudios sobre la materia en el mundo romano.

La Edad Media [editar]

Durante la Edad Media, de los tres géneros oratorios, el judicial, el deliberativo y el epidíctico, entraron en decadencia el género deliberativo y el epidíctito, es decir, la oratoria política y la artística, ya que la militarización del imperio hacía inútil los conocimientos de la oratoria; sin embargo sus conocimientos fueron transvasados a la literatura en general, que se retorizó notablemente perdiendo bastante de su inspiración originaria y su frescura. Así lo vino a concluir el gran estudioso de la literatura medieval Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media latina, traducido al castellano en 1955.

Época Contemporánea [editar]

La retórica contemporánea ha prescindido del discurso oral y, por tanto, de entre las cinco fases de elaboración del discurso (invención, disposición, elocución, memoria y acción) de las dos últimas de índole práctica, la memoria y la acción. Se considera actualmente que es útil para actores, abogados, psicólogos, políticos, publicitarios, escritores, vendedores y, en general, quienes quieren persuadir o convencer de algo.

Sin embargo, la Retórica ha vivido un gran renacimiento en la segunda mitad del siglo XX como disciplina científica con el surgir de varias corrientes de pensamiento que han redescubierto su valor para distintas disciplinas; comenzó Heinrich Lausberg realizando una gran labor de clasificación de la disciplina con sus Elemente der literarischen Rhetorik, traducido como Elementos de retórica literaria en 1975; y su impagable Manual de retórica literaria, publicado en español entre 1966 y 1970 en tres volúmenes; Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca publicaron en 1958 un fundamental Tratado de la argumentación, traducido al castellano en 1994; la disciplina creada a raíz de este libro se denomina desde entonces Retórica de la argumentación o, a veces, Neorretórica; por otra parte, y al lado de esta llamada retórica de la argumentación, ha surgido una nueva neorretórica, la retórica contemporanea de las figuras, ilustrada por Roman Jakobson, el Grupo µ (o Grupo de Lieja), Lakoff y Johnson, etc. que permitió a la lingüística y a la semiótica desarrollarse en una orientación social y cognitivista.

La invención, sola o conjuntamente con la disposición, es a menudo llamada argumentación; la elocución se subdivide, como habían determinado ya los teóricos de la Antigüedad, en un gran número de puntos de vista sobre el discurso a hacer (arte de la retórica) o sobre el discurso ya hecho (retórica como ciencia): sobre el vocabulario (registros de la lengua), sobre los ritmos y las sonoridades, sobre la forma y la estructura de las frases (sintaxis, parataxis, hipotaxis, tipo de progresión remática, periodo, estilo comático, etc).

Véase también [editar]

Referencias [editar]

  1. Aristóteles, Rhetorica1378a30-1388b25
  2. Menandro el Rétor, Dos tratados de retórica epidíctica. Sánchez Pacheco, 1996, Biblioteca Clásica Gredos
  3. Anaxímenes de Lámpsaco, Retórica a Alejandro, 1.1
  4. Kennedy,G.A, A New History of Classical Rhetoric,pp.34
  5. Gorgias, Elogio de Helena, 8. λόγος δυνάστης μέγας ἐστίν, ὃς σμικροτάτωι σώματι καὶ ἀφανεστάτωι θειότατα ἔργα ἀποτελεῖ·

Bibliografía [editar]

  • Aristóteles (1995). Retórica. 1ª edición, 4ª impresión. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1423-3.
  • Azaustre Galiana, Antonio & Casas Rigall, Juan (1994). Introducción al análisis retórico: tropos, figuras y sintaxis del estilo. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela-Lalia.
  • Hernández Guerrero, José Antonio & García Tejera, María del Carmen (1994). Historia breve de la Retórica. Madrid: Síntesis.
  • López Eire, A. (2002). Poéticas y Retóricas griegas. Madrid: Síntesis.

Enlaces externos [editar]

LITERATURA2: GRECIA. CUNA DE LA LITERATURA OCCIDENTAL. Se denomina Grecia Clásica o Época Clásica al periodo cronológico de la historia de Grecia comprendido entre el inicio del siglo V a. C. y el inicio de la hegemonía de Macedonia (338 a. C.). Se trata de una época histórica en la que el poder de las poleis griegas y las manifestaciones culturales que se desarrollaron en ellas alcanzaron su apogeo. El teatro fue el género literario más desarrrollado de todo el periodo. Abundaron los escritores de tragedias, género en el que los principales autores fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides. En la comedia destacó Aristófanes. El poeta lírico más importante de la época fue Píndaro.

Grecia Clásica

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Se denomina Grecia Clásica o Época Clásica al periodo cronológico de la historia de Grecia comprendido entre el inicio del siglo V a. C. y el inicio de la hegemonía de Macedonia (338 a. C.)

Se trata de una época histórica en la que el poder de las poleis griegas y las manifestaciones culturales que se desarrollaron en ellas alcanzaron su apogeo.

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Acontecimientos históricos [editar]

El siglo V a. C. empezó con la sublevación de numerosas ciudades jónicas, encabezada por Mileto y apoyada por algunas ciudades de Grecia continental contra el dominio del Imperio Persa. Persia derrotó a los griegos de Asia Menor y envió una expedición contra los griegos continentales encabezada por Mardonio que acabó naufragando y otra posterior dirigida por Datis y Artafernes que fue derrotada por los griegos en la batalla de Maratón en 490 a. C.

Posteriormente, Jerjes comandó otra expedición de Persia que llegó a saquear Atenas, pero en 480 a. C. fue derrotada en la batalla de Salamina y en 479 a. C. en la batalla de Platea. Tras estas derrotas, los persas se retiraron definitivamente de Grecia.

En los 50 años siguientes, conocidos como la Pentecontecia, Atenas, dirigida por gobernantes como Temístocles, Cimón y Pericles, se engrandeció y formó la Liga de Delos, a la que se unió la mayoría de las islas del Egeo. Algunas ciudades de Asia menor y de la península Calcídica también formaban parte de esta alianza.

Anteriormente, en el 550 a. C., se había fundado una liga similar entre las ciudades del Peloponeso (liga del Peloponeso), dirigida y dominada por Esparta. Aprovechando el descontento general de las ciudades griegas, la Liga del Peloponeso empezó a enfrentarse a Atenas. En el año 431 a. C. se desató una serie de guerras cruentas como no las había tenido Grecia en siglos pasados. El casus belli fue que la isla de Corcira (Corfú) tenía una disputa con Corinto, ciudad aliada de Esparta, y Atenas ofreció ayuda a dicha isla. Así comenzó la guerra del Peloponeso que duró 27 años. Las ciudades griegas entraron en el conflicto aunque el peso de la guerra recayó sobre las dos ciudades rivales: Atenas y Esparta. Atenas mostró su superioridad por mar, mientras que Esparta demostró que por tierra era casi invencible. Los espartanos invadieron el Ática, territorio que pertenecía a Atenas. Pericles tuvo que proteger a su gente detrás de los Muros Largos, un recinto amurallado entre la ciudad y el puerto de El Pireo. Allí, hacinados y con malas condiciones higiénicas se desencadenó una epidemia de peste, a causa de la cual murieron miles de personas, entre ellas el propio Pericles (año 429 a. C.).

La liga del Peloponeso derrotó definitivamente a Atenas y a sus aliados en el año 404 a. C. a. C. y se produjo un periodo de hegemonía de Esparta.

Tebas luchó contra la hegemonía de Esparta, primero en solitario y más tarde apoyada por Atenas y tras derrotar a Esparta en la batalla de Leuctra en 371 a. C., Tebas logró la hegemonía.

En el 338 a. C., el rey de Macedonia Filipo II venció a los griegos y los sometió a su supremacía.

Arte [editar]

El arte griego de la Época Clásica alcanzó, sobre todo en escultura, cotas de perfección que lograron que fuera tomado como modelo por el arte europeo durante muchos siglos.

Entre los escultores sobresalieron Fidias, Mirón y Policleto, en el siglo V a. C. En el IV a. C. destacaron Cefisodoto, Escopas, Praxíteles y Lisipo. El bronce y el mármol eran los materiales más empleados, de entre los cuales era muy famoso el mármol rosado del monte Pentélico, en Atenas. También se realizaron algunas estatuas criselefantinas.

El gran proyecto arquitectónico de la época fue la reconstrucción de la Acrópolis de Atenas. El templo de Zeus en Olimpia fue otra obra destacada de entre los numerosos templos construidos en este periodo.

Entre los pintores destacaron Polignoto , Paneno, Apolodoro, Zeuxis y Parrasio.

La cerámica fue otra de los artes que alcanzó su apogeo en esta época.

Filosofía [editar]

La escuela de los sofistas fue una de las más sobresalientes del inicio de la Época Clásica. La filosofía del siglo V a. C. tuvo figuras muy destacadas como Sócrates, Gorgias, Protágoras, Jenófanes, Parménides, Zenón, Demócrito, Empédocles y Anaxágoras. En el siglo IV a. C. emergieron las figuras de Platón y Aristóteles.

Literatura [editar]

El teatro fue el género literario más desarrrollado de todo el periodo. Abundaron los escritores de tragedias, género en el que los principales autores fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides. En la comedia destacó Aristófanes.

El poeta lírico más importante de la época fue Píndaro.

Historiografía [editar]

La historiografía se desarrolló a lo largo del siglo V a. C. Heródoto y Tucídides son considerados como los padres de la historiografía griega, aunque tuvieron una serie de precursores.

Oratoria [editar]

La oratoria política tuvo su auge en el siglo IV, en Atenas. Los principales exponentes de este género fueron Isócrates, Esquines y Demóstenes. Antes que ellos había destacado Lisias.

Religión [editar]

Uno de los elementos comunes de toda la cultura griega fue el culto a los mismos dioses, aunque cada ciudad tenía peculiaridades en el culto. Algunos santuarios llegaron a adquirir un estatus panhelénico como el oráculo de Delfos y el santuario de Asclepio en Epidauro.

Otro de los elementos que unían a las poleis griegas eran los festivales de los juegos. Se celebraban los Juegos Olímpicos, los Juegos Nemeos, los Juegos Píticos y los Juegos Ístmicos.

Véase también [editar]

Bibliografía [editar]

  • Historia de la Grecia Antigua. Salamanca, Universidad de Salamanca, 1998. ISBN 84-7481-889-3
  • Historia antigua de Grecia y Roma. Edición coordinada por Francisco Javier Fernández Nieto. Valencia, Tirant lo Blanch, 2005. ISBN 84-8456-461-4


Predecesor:
Época Arcaica
Época Clásica
Sucesor:
Alejandro Magno

LITERATURA2: GÉNEROS LITERARIOS GRIEGOS: LA DRAMÁTICA. El drama o género dramático es un género literario que representa algún episodio o conflicto de la vida de los seres humanos por medio del diálogo de los personajes.

Dramática

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El drama o género dramático es un género literario que representa algún episodio o conflicto de la vida de los seres humanos por medio del diálogo de los personajes.

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Origen [editar]

La palabra dramático proviene de “drama”; esta palabra corresponde al nombre genérico de toda creación literaria en la que un artista llamado dramaturgo concibe y desarrolla un acontecimiento dentro de un espacio y tiempos determinados. Los hechos se refieren a personas o caracteres que simbolizan en forma concreta y directa un conflicto humano.

Este género está destinado a ser representado públicamente frente a un auditorio, por lo tanto, este género abarca a todas las manifestaciones teatrales, a todo lo escrito para el teatro y a todo lo que es susceptible de representación escénica ante un público.

Una característica esencial es la acción. Lo que sucede en la obra no está descrito ni narrado ni comentado directamente por el dramaturgo, sino visto por el espectador. La obra está escrita, pero lo principal en ella es lo que ocurre (debido a esto, existen obras dramáticas sin palabras, o sea mudas, en las cuales se utilizan gestos y actitudes que expresan el conflicto).

Los géneros dramáticos [editar]

Según la teoría de Eric Bentley y Luisa Josefina Hernández, existen siete géneros teatrales mayores:

La tragedia: Género realista. En la tragedia hay personajes ilustres, cuya finalidad es producir una crisis, es decir, una purificación del receptor (lector o espectador) y que culmina en muchas ocasiones con la destrucción social o física del protagonista. Es el más importante de los siete. Edipo rey de Sófocles es un ejemplo de este género.-

La comedia: Género realista. En la comedia los personajes son , complejos, comunes y corrientes que encarnan los defectos y vicios de los seres humanos, el conflicto que se presenta es posible y probable en la vida real, si bien su contenido se exagera o ridiculiza en el intento por provocar la risa del receptor. El protagonista en este conflicto lucha con su antagonista en un intento fallido por lograr sus propósitos; fallido, porque sus intentos los llevan a diversas situaciones, en las cuales fracasa o es objeto de burla. El desenlace presenta una solución alegre al conflicto con la cual todos los problemas se alegran y todos quedan felices. Generalmente los autores a través de la risa intentan que el receptor reflexione acerca de lo que sucede en la obra y de esta manera pueda extraer una enseñanza si se ve identificado con alguno de los personajes. Por ello, algunos autores consideran que la comedia es moralista. Tartufo o el impostor de Molière es un ejemplo.-

La pieza: Género realista. Se caracteriza por tener personajes comunes y complejos que se enfrentan a situaciones límite de su vida y que terminan por reconocer aunque esto no necesariamente genere un cambio interno en el protagonista. Los frutos caídos de Luisa Josefina Hernández es un ejemplo.-

Melodrama: Género no realista. Las anécdotas complejas donde los personajes son simples es la característica fundamental de este género. Busca que el espectador tenga una respuesta emocional superficial ante los sucesos de la escena. Los personajes tienen reacciones emocionales exacerbadas ante las acciones de los otros personajes. Hay un conflicto de valores opuestos que pueden estar en cualquier ámbito: moral, estético, etc. Nuestra Natacha de Alejandro Casona es un ejemplo.-

Tragicomedia: Género no realista. El personaje protagónico simple, generalmente un arquetipo, está en busca de un ideal: el amor, la amistad, la fraternidad, etc. La anécdota es compleja. A pesar de lo que el nombre pueda sugerir, no se trata de la unión o mezcla de la tragedia y la comedia.-

Obra didáctica: Género no realista. Caracterizada por presentarse en forma de silogismo que invita a la reflexión del espectador y que a partir de ella tenga un aprendizaje. Los personajes son simples y la anécdota compleja. El círculo de tiza caucasiano de Bertolt Brecht es un ejemplo claro.-

Farsa: Género imposible. Su característica principal radica en la unión de una sustitución de la realidad (de lenguaje, de lugar, etc.) con elementos de cualquiera de los otros seis géneros, por ello no es un género puro. Es simbólica. Sus orígenes se remontan a Aristófanes pero es en el siglo XX cuando este género toma verdadera importancia y relevancia. La cantante calva de Eugène Ionesco es el más claro ejemplo de ello.-

Géneros dramáticos (formas discursivas) [editar]

El Diálogo: Es el intercambio de mensajes entre 2 o más personas, alternando los papeles de emisor y receptor. Se representa a través de los parlamentos de los personajes o voces dramáticas.

Monólogo: Es una forma discursiva que permite al personaje estando solo en el escenario, plantear dudas acerca de las decisiones o compromisos que va a tomar en su fuera interno. Es la expresión de pensamientos y sentimientos sin esperar respuesta.

Soliloquio: Es una forma discursiva en la cual el personaje habla en voz alta, estando solo, refiriéndose no así mismo, si no más bien al acontecer con presencia de un auditorio no necesariamente identificable. Su diferencia con el monólogo es muy sutil y está en la presencia de un interlocutor. Muchos autores no notan la diferencia entre ellos y toman los términos como sinónimos.

Aparte: Es una forma discursiva en donde un personaje habla en voz alta, suponiendo que los demás no lo escuchan, estableciendo además cierta complicidad con el público.

Antecedentes históricos [editar]

El género dramático tuvo su origen en Grecia. Al inicio, las representaciones teatrales estaban relacionadas con el culto a Dionisos, dios del vino y la alegría, y poseían por lo tanto un carácter sagrado. Dichas representaciones consistían en himnos dedicados a esa deidad o divinidad. Más tarde, fueron introduciéndose cambios a los cantos; de esta forma surge el género dramático propiamente dicho. Los dramaturgos griegos más importantes fueron: Téspis (que fue el primero en sacar a un integrante del coro para crear un diálogo), a éste lo llamó protagonista, luego Esquilo saca a otro integrante del coro y lo pone a dialogar con el corifeo (jefe del coro) a éste lo llamó deuteragonista y por último Sófocles introduce al tercer actor (triagonista), introduce también el decorado y aumenta los coreutas (demás integrantes del coro) de 12 a 15.

De Grecia la obra dramática pasa a Roma siendo los autores más destacados: Terencio, Séneca y Plauto. Durante el primer período de la Edad Media el género dramático se extingue, olvidándose por completo las obras griegas. Alrededor de los siglos XI y XII los europeos reinventan el teatro, surgiendo comedias escritas en latín, que eran representadas en monasterios, cortes y universidades. No eran un teatro para el pueblo. Éste surgió en las iglesias y consistió en la dramatización de ciertas escenas del Evangelio. Dichas representaciones escritas en lengua vulgar, se hacían principalmente en las tres fiestas más importantes de la liturgia: Navidad, Epifanía y Resurrección.

La primera obra teatral escrita completamente en Castellano fue el “Auto de los Reyes Magos". Se conserva incompleta (142 versos); falta la parte final, que debía mostrar la adoración de los reyes al Niño Jesús. Esta representación fue escrita a fines del siglo XII o principios del XIII y, como todas las de su tiempo, es anónimo.

Género dramático o Dramática es en el que el autor lleva el desarrollo de la acción a la escena: los hechos no se relatan, sino que se representan. Su forma expresiva es el diálogo y los personajes adquieren vida gracias a unos actores que lo escenifican.

Al teatro, según la clasificación del teatro (drama) griego en la Poética de Aristóteles, pertenecen los siguientes géneros mayores:

Más tarde aparecen otras formas teatrales:

En el teatro contemporáneo coexisten numerosas formas y estilos teatrales, más o menos teorizadas:

Véase también [editar]

  • Alatorre, Claudia (1999). Análisis del drama (en Español). México: Escenología.

LITERATURA2: ODAS DE QUINTO HORACIO FLACO. Quinto Horacio Flaco (en latín Quintus Horatius Flaccus) (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre del 65 a. C. – Roma, 27 de noviembre del 8 a. C.), es el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.

Libro 2ª, Oda X



Hay también poemas dedicados a los valores humanos, a la moral; como la Oda X del libro 2º . Es esta una oda llamada a la moderación, a la famosa aurea mediocritas , llamada que por cierto no halló el eco que por la belleza del poema cabría esperar. Su destinatario, Licinio Murena, hombre ambicioso, y emparentado con Mecenas, participó en una conspiración contra Augusto, que le iba a costar la vida.

El tema es: darás a tu vida el rumbo adecuado si no te diriges mar adentro y si evitas la proximidad de los peligros de la costa. El acierto está en el término medio. Cuanto más arriba llegues, más dura será la caída. Y si hoy no tienes suerte mañana llegará el cambio, igual que ocurre con las estaciones. Soporta las dificultades cuando lleguen y no te confíes porque los vientos soplen favorables.

X

Acertarás más en la vida, Licinio, si no estás siempre
aventurándote hacia alta mar y si no te acercas
en exceso a la costa poco fiable por recelo
y horror al temporal.
Todo aquél que escoge la áurea moderación
se siente amparado y preservado de la sordidez
de un techo ruinoso, se siente alejado y preservado
de la envidia que causa un palacio.
Es más frecuente que los vientos agiten los pinos
más altos, y que las torres elevadas caigan
con más serias consecuencias, y que los rayos castiguen
las cumbres de los montes.
Un espíritu bien preparado espera
un cambio de suerte en momentos adversos, lo teme
en los propicios, si Júpiter es quien vuelve a traer
los ingratos inviernos, él mismo
hace que se alejen. No porque hoy vaya mal, en el futuro
también habrá de pasar lo mismo: de vez en cuando despierta
a la musa silenciosa con su cítara, que no sólo el arco
sabe templar Apolo.
En las dificultades muéstrate decidido
y valiente. Igualmente, ten la sensatez
de replegar velas cuando las hinche un viento
demasiado favorable

Obtenido de http://arvo.net/grecolatinos/odas-de-quinto-horacio-flaco/gmx-niv162-con10324.htm

LITERATURA2: POETAS LÍRICOS ROMANOS. HORACIO. Quinto Horacio Flaco (en latín Quintus Horatius Flaccus) (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre del 65 a. C. – Roma, 27 de noviembre del 8 a. C.), es el principal poeta lírico y satírico en lengua latina. Es un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis León. Escribió, además, epístolas (cartas), la últimas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética.

Horacio

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Este artículo trata sobre el poeta romano. Para el personaje ficticio creado por Ub Iwerks para Walt Disney, véase Horacio (Disney).
Horacio
Quintus Horatius Flaccus.jpg
Retrato imaginario de Horacio
NombreQuinto Horacio Flaco
Nacimiento8 de diciembre del 65 a. C.
Venusia, hoy Venosa, Basilicata
Defunción27 de noviembre del 8 a. C.
Roma
SeudónimoHoracio
OcupaciónPoesía

Quinto Horacio Flaco (en latín Quintus Horatius Flaccus) (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre del 65 a. C.Roma, 27 de noviembre del 8 a. C.), es el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.

Es un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis León. Escribió, además, epístolas (cartas), la últimas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética.

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Biografía [editar]

Era hijo de un esclavo liberto, si bien nació cuando su padre ya gozaba de la libertad. Su padre, aunque pobre, invirtió mucho dinero en la educación de su hijo, acompañándolo a Roma donde inició sus estudios de Gramática con Orbilio y, probablemente, los de retórica con Heliodoro. A los 20 años de edad se trasladó a Atenas para estudiar griego y Filosofía en la Academia con Teomnesto, donde tomó contacto por vez primera con el epicureísmo. Horacio siempre reconoció los cuidados y el gran sacrificio que su padre hizo por él, siendo la relación con su progenitor uno de los más bellos episodios de amor filial que sobreviven del periodo clásico.

Tras el asesinato de Julio César, se unió al partido republicano, formando parte del ejército que Marco Junio Bruto preparaba en Grecia para oponerse a los triunviros Octavio y Marco Antonio, siendo nombrado tribuno militar. El ejército republicano fue derrotado en la doble batalla de Filipos (42 a. C.), en la cual, dadas sus escasas aptitudes militares, hubo de escapar para salvar así su vida. Cuando Octavio decretó una amnistía a favor de aquellos que habían luchado en su contra, Horacio decidió volver a Roma, conociendo entonces la noticia de la muerte de su padre y la confiscación de sus propiedades. Sumido en la pobreza, consiguió no obstante trabajo como escribano de cuestor, un puesto que le permitió practicar su arte poético.

Con el tiempo, Horacio fue ganando el respeto y la admiración de los círculos literarios romanos, al que pertenecían Virgilio y Lucio Vario Rufo, quienes le presentaron a Cayo Mecenas (38 a. C.), amigo y consejero de César Augusto. El emperador le brindó su protección, llegándole a ofrecer un puesto como secretario personal, si bien Horacio declinó la oferta debido a sus principios epicúreos. Mecenas llegó a convertirse en su protector y amigo personal, y obsequió a Horacio con una finca en Tiber, en las montañas Sabinas (33 a. C.), donde el poeta se retiró a redactar sus obras. Su amistad fue tal que incluso fueron enterrados el uno junto al otro.

Obra [editar]

Su obra poética no se redujo al subgénero de la lírica, sino que también tocó otros aspectos del conocimiento. Los críticos proponen dos periodos de su producción.

Un primer período en el que compuso Sátiras, poesía crítica con abundantes elementos autobiográficos que persigue un fin moral y Epodos, composiciones de carácter lírico en las que tampoco está ausente la crítica social. El epodo es una composición de origen griego destinada al insulto y al improperio. Alguno de los epodos de Horacio conservan este carácter, pero otros son de carácter eminentemente lírico. Destaca aquel cuyo comienzo, Beatus ille, ha dado nombre a un tema literario, la alabanza de la vida en el campo.

En el segundo periodo escribiría Odas y Epístolas. Las odas son composiciones de carácter lírico que constituyen la obra cumbre de la lírica latina. Son cuatro libros con un total de 104 odas. En ella se jacta de haber sido el primero en transplantar al latín la lírica eolia en su conjunto, imitando los temas y los metros líricos griegos, sobre todo de Alceo, Safo y Anacreonte. Horacio tiene conciencia de que sus odas son lo mejor de su obra y afirma que serán más duraderas que el bronce. En las Odas el componente fundamental es el lírico. Podemos agrupar las odas en varios grupos temáticos: alabanza de Augusto, elogio de la amistad, tema filosófico y moral, el amor, y finalmente el campo y la naturaleza. Expone el poeta su filosofía de la vida: hay que saber hacer uso de las riquezas y ser generoso; no hay que dejarse abatir por la adversidad y debe uno gozar de los bienes presentes, que son precarios; lo mejor para ser feliz es la “áurea mediocridad” (aurea mediocritas). Hay una invitación a gozar del momento presente, ya que el día de mañana es incierto: carpe diem. Este tema tendrá gran fortuna en la literatura universal.

Las Epístolas es la poesía de la reflexión moral y filosófica. Entre éstas últimas destaca Epistola ad Pisones, más conocida como Arte Poética, en la que sienta principios de preceptiva literaria que han tenido durante siglos pervivencia en nuestra cultura.

Influencia en la literatura posterior [editar]

Estatua de Horacio en Venosa.

Los temas y tópicos creados por Horacio gozarán de un respaldo universal a lo largo de la literatura posterior a su fallecimiento. Esencialmente partiendo desde el Renacimiento es difícil no hallar una sola composición influida por los tópicos o las formas horacianas. Así, destacan poetas como Ronsard, Petrarca o Garcilaso, que se vieron envueltos por la dulzura y las reflexiones horacianas. En España podemos encontrar grandes influencias horacianas en Fray Luis de León, que prácticamente lo parafrasea en algunas de sus poesías, José Cadalso o Leandro Fernández de Moratín; e incluso otros autores que seguirán el camino labrado por el poeta romano. Algunos poetas ingleses se verán también influidos por Horacio, como John Keats o John Milton. Más adelante, en la Generación del 27, también encontraremos influencias horacianas en poetas como en el vallisoletano Jorge Guillén. Su figura sigue asociada hoy día a los tópicos a los que le asoció la Edad Media, y que ahora pueden considerarse casi más medievales que plenamente romanos: el «Aurea mediocritas», el «Carpe diem» y el «Beatus Ille». No obstante, la vitalidad de Horacio, pese al cierto anacronismo en su perspectiva que revela el siglo XXI, sigue activa como uno de los clásicos latinos más extraordinarios, junto a otros como Cicerón, Virgilio, Ovidio y demás artistas inmortales.

Cronología [editar]

Véase también [editar]

Bibliografía [editar]

Enlaces externos [editar]

LITERATURA2: LA LÍRICA. La lírica o género lírico es un género literario en el que el autor quiere expresar todos sus sentimientos y emociones respecto a un ente u objeto de inspiración.

Erato, musa de la poesía lírica, tocando la lira

Representación de Erato, musa griega de la lírica a la que, como protectora de este arte, se la representa tocando la lira.

Lírica

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Para otros usos de este término, véase Lírica (desambiguación).

La lírica o género lírico es un género literario en el que el autor quiere expresar todos sus sentimientos y emociones respecto a un ente u objeto de inspiración.

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Contexto [editar]

Se llama género lírico porque en la antigua Grecia este género se cantaba, y era acompañado por un instrumento llamado lira. Su forma habitual es el verso y la primera persona. El presente, pasado y futuro se confunden. Comunica las más íntimas vivencias del hombre, lo subjetivo, los estados anímicos y los estados amorosos.

En su concepto más vasto comprende además de la oda, la canción, la balada, la elegía, el soneto e incluso las piezas de teatro destinadas a ser cantadas, como las óperas y dramas líricos. En lenguaje usual, sin embargo, designa casi exclusivamente la oda que, según las formas que reviste toma los nombres de ditirambo, himno, cantata, cántico, etc. El género lírico no tiene metro ni ritmo propios sino que el poeta acude a todos aquellos que le parecen más oportunos para expresar mejor sus sentimientos.

Historia [editar]

La lírica parece ser la forma más antigua de la poesía. La hallamos en los Cánticos de Moisés y en los Salmos de David, en los antiguos poemas de la India y especialmente en Rig Veda. Pasan como creadores legendarios del género entre los griegos Orfeo, Lino, Museo y se cuentan entre sus cultivadores históricos Alceo, Simónides, Tirteo, Safo y Anacreonte que lo aplicaron a los asuntos más distintos. Lo llevaron al teatro en los coros de sus tragedias Esquilo, Sófocles y Eurípides. Píndaro lo llevó a su perfección en sus odas olímpicas y píticas. Entre los romanos sobresalieron en la lírica Horacio y Cátulo. En la Edad Media, inspiró los cantos de los bardos y trovadores y excepcionalmente el de algunos troveros. En los tiempos modernos se ha distinguido en la lírica:

Si bien entre los griegos y los romanos se cantaba la poesía lírica, en Roma y en los pueblos modernos quedó separada totalmente de la música.[1]

Componentes del Lenguaje Lírico [editar]

El género lírico se caracteriza por tener la presencia de un:

  • Hablante lírico, es el que expresa todos los sentimientos en el poema respecto a un objeto lírico.
  • El objeto lírico es el ente, objeto o situación que provoca los sentimientos en el poeta, los que son expresados por el hablante lírico.
  • El motivo lírico es el tema del cual trata la obra lírica, eso quiere decir que es el sentimiento predominante que expresa al objeto lírico el hablante lírico.
  • La actitud lírica es la forma en la cual el hablante lírico expresa sus emociones. esta se clasifica en 3 tipos:
    • Actitud enunciativa: Se caracteriza porque el lenguaje empleado por el hablante lírico representa una narración de hechos que le ocurren a un objeto lírico. El hablante intenta narrar los sentimientos que tiene de esa situación tratando de mantener la objetividad.
    • Actitud apostrófica o apelativa: Es una actitud lírica en la cual el hablante se dirige a otra persona, le intenta interpelar o dialogar con esta otra persona. En esta actitud el hablante le dialoga a otro de sus sentimientos.
    • Actitud carmínica o de la canción: En esta el hablante abre su mundo interno, expresa todos sus sentimientos, reflexiona acerca de sus sensibilidades personales.

Principales elementos del poema [editar]

División estructurada que encontramos en el poema, es un conjunto de palabras sujetas a medida y cadencia según reglas fijas.


Verso [editar]

Artículo principal: Verso

Es la menor y determinada. Sólo tiene razón de existir cuando se encuentra en función de otro u otros versos, formando parte primero de la estrofa o de la serie y luego del poema.

Medida: es la cantidad de sílabas métricas que compone un verso. Para esta medida de silabas métricas se pueden utilizar 2 elementos importantes:

  • Sinalefa: En un verso al haber una palabra terminada en vocal, seguida de otra que empiece con vocal estas 2 vocales se toman como una sola vocal en la métrica por un efecto sonoro.
  • Ley del acento final: Esta ley solo toma en cuenta la última palabra del verso, si esta es aguda, a la métrica se le suma una sílaba más, si es grave se deja igual, si es esdrújula se le resta 1 sílaba más a la métrica y si es sobresdrújula 2 sílabas más.
Clases de versos

Los versos se les clasifican por el número de silabas métricas que tienen en general y deben ser igual en todas las estrofas.

Arte menor:

  • Bisílabo (2 sílabas por verso).
  • Trisílabo (3 sílabas por verso).
  • Tetrasílabo (4 sílabas por verso).
  • Pentasílabo (5 sílabas por verso).
  • Hexasílabo (6 sílabas por verso).
  • Heptasílabo (7 sílabas por verso).
  • Octosílabo (8 sílabas por verso).

Arte mayor:

  • Eneasílabo (9 sílabas por verso).
  • Decasílabo (10 sílabas por verso).
  • Endecasílabo (11 sílabas por verso).
  • Dodecasílabo (12 sílabas por verso).
  • Tridecasílabo (13 sílabas por verso).
  • Alejandrino o castellano(14 sílabas por verso)
  • Pentadecasìlabos (15 sílabas por verso).
  • Hexadecasílabo (16 sílabas por verso).
  • Heptadecasílabo (17 sílabas por verso).
  • Octodecasílabo (18 sílabas por verso).
  • Eneadecasílabo (19 sílabas por verso).

El ritmo [editar]

Todos los poemas tienen ritmo. El ritmo es la musicalidad de un verso. Todo verso simple tiene siempre un acento en la penúltima sílaba y en los versos compuestos aparece un acento en la penúltima sílaba de cada hemistiquio. Este acento fijo en la penúltima sílaba se llama acento estrófico. Todos los acentos de cada verso que coinciden con el signo par o impar del acento estrófico son acentos rítmicos; los acentos que no coinciden con el signo par o impar del acento estrófico son acentos extrarrítmicos. Por fin, puede darse el caso de que junto a una sílaba que lleva acento rítmico aparece otra sílaba acentuada, el acento de esta sílaba se llama acento arítmico. Este acento es muy importante ya que el poeta puede servirse de él para remarcar una palabra sobre la que quiere llamar la atención.

La estrofa [editar]

Es un conjunto de versos que poseen una cierta medida o que tienen una rima en común. Es un grupo de versos en número determinado y fijo, con un número concreto de sílabas en cada verso y con una colocación determinada de las rimas.

La serie [editar]

Los principales tipos de estrofas por el número de versos y rimas son:

Dos versos Pareado: aa; AA; Aa; Aa. Tres versos Terceto: A-A. Terceto encadenado: ABA BCB CDC... Tercetilla: a-a; -aa. Cuatro versos Cuarteto: ABBA. Serventesio: ABAB. Redondilla: abba. Cuarteta: abab. Cuaderna vía: AAAA (versos alejandrinos). Cinco versos Quintilla: aabab; aabba; abaab; ababa; abbab. Quinteto: quintilla de arte mayor. Lira: aBabB (versos de siete y once sílabas). Seis versos Sextilla manriqueña: abcabc (los versos tercero y sexto son de tres sílabas, los demás de ocho. Copla de pie quebrado: 8a 8b 4c 8a 8b 4c (versos octosílabos y tetrasílabos) Rima consonante Ocho versos Octava real: ABABABCC. Copla de arte mayor: ABBAACCA. ABABBCCB (versos de doce sílabas). Copla de arte menor: abbaacca, ababbccb (versos de ocho sílabas). Diez versos Décima espinela: abbaaccddc. Catorce versos

sedado la misma rima (ABBA-ABBA) y dos tercetos (CDC-DCD). Los seis últimos versos varían, es frecuente (CDE-CDE).

Véase también [editar]

Referencias [editar]

  1. Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)

LITERATURA2: GÉNEROS LITERARIOS. LA ÉPICA. DON QUIJOTE DE LA MANCHA. La épica es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino más bien contada oralmente por las personas.

Épica

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Para otros usos de este término, véase Epica (banda).

La épica es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino más bien contada oralmente por las personas.

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Características generales [editar]

Alternancia de discursos que tiene como origen la observación aristotélica de la diferencia entre mímesis y diégesis, es decir, entre narración y descripción.

  1. Pueden basarse en hechos verdaderos o inventados indistintamente
  2. La narración se realiza en pasado
  3. El narrador puede aparecer en la obra o no,no está siempre presente,como en el género lírico,o tampoco desaparece por completo, como ocurre en el género dramático.
  4. La forma que se utiliza preferentemente en la obra literaria épica o narrativa es la prosa o el verso largo (hexámetro, verso alejandrino...)
  5. Tiende a incluir los demás géneros (lírico, dramático, didáctico) razón por la cual suele ser el que tiene mayor extensión.
  6. Puede presentar divisiones en su estructura externa tales como capítulos, epígrafes...
  7. Posee las siguientes variantes o subgéneros: epopeya, cantar de gesta, poema épico culto, romance, cuento tradicional, mito, leyenda, relato, novela. Cada uno, a su vez, cuenta con diferentes tipologías o clases de textos, especialmente el mito, el cuento tradicional y la novela.
  8. Esta puede ser de dos formas: directa e indirecta.

Subgéneros [editar]

El género épico se encuentra en todas las literaturas, pues es un género esencial, y se puede dar y se ha dado históricamente en formas muy diferentes.

Los sumerios (Epopeya de Gilgamesh), griegos (Ilíada, Odisea), romanos (Eneida) e hindúes (Mahabarata, Ramayana) compusieron epopeyas en torno a las hazañas de un héroe arquetípico, que representaba los valores tradicionales colectivos de una nación, y otros personajes como dioses y hombres, incluyendo además elementos fantásticos.

La epopeya se denominó en la Edad Media europea cantar de gesta, y en ella empezaron a escasear más los elementos divinos y fantásticos. Francia compuso la mayoría de ellas y las más influyentes, entre las que destacó la Chanson de Roland o Cantar de Roldán. En España se compuso el Cantar de Mío Cid, entre otros. Los alemanes compusieron el Cantar de los Nibelungos y los sajones el Beowulf. En Inglaterra, no llegaron a reunirse leyendas dispersas en torno a Robin Hood, pero se escribieron en prosa historias sobre un hipotético rey llamado Artus o Arturo. En Islandia, las sagas, aunque tienen un marcado carácter histórico, se emparentan con esta tradición narrativa, sobre todo en las sagas arcaicas como la Volsunga Saga.

Con el paso a los tiempos modernos, la epopeya empezó a estar protagonizada no por héroes y dioses, sino únicamente por personas vulgares cuya única hazaña era la supervivencia o conseguir una mejor condición social; de igual manera, las hazañas fantásticas fueron sustituidas por una tendencia realista. Ésa fue la gran contribución de novelas como la anónima novela picaresca española El lazarillo de Tormes y, sobre todo, las dos partes del El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha de Cervantes, que desacreditaron por completo los restos de epopeya que venían de la Edad Media, encarnados por los llamados libros de caballerías. El Quijote supone, pues, el nacimiento de la novela moderna realista y polifónica, escrita en prosa y cuyos protagonistas son personas vulgares y corrientes que se mueven en ambiente realista sin hechos sobrenaturales y sin que intervengan los dioses. Este tipo de novela se desarrolló extraordinariamente en el siglo XIX, cuando la burguesía lo tomó como modelo para exponer sus inquietudes y como espejo de su nueva ideología materialista. La novela realista del siglo XIX es la epopeya de la clase media o burguesía.

El poema épico culto intenta reactualizar en los tiempos modernos la epopeya griega y romana, sus antecedentes, en un estilo generalmente lleno de reminiscencias y en rima consonante. A este género pertenecen, por ejemplo:

El mito es una narración corta que tiene una función cognoscitiva o explicativa, etiológica, frecuentemente de carácter alegórico. Es por esto que su estudio está más relacionado con la mitología.

El cuento tradicional es una narración anónima de carácter oral que sirve para pasar el tiempo y se suele contar a los niños. En el siglo XVIII y XIX empezaron a recogerse y estudiarse. Colecciones de cuentos populares son las de los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm en Alemania, o Charles Perrault en Francia.

El romance o, en los países nórdicos, balada, es una narración corta en verso, casi siempre de carácter anónimo, surgida en general de la descomposición de los cantares de gesta medievales, aunque pronto fueron compuestos algunos romances y baladas por autores desconocidos imitando los romances viejos.

El relato es una narración escrita de autor conocido, con pocos personajes y sin la complicación y meandros de que hace gala la novela clásica.

La leyenda, escrita en verso o en prosa, es característica del siglo XIX y narra hechos con alguna base histórica de verdad, pero fabulándose en ellos libremente. Cabe destacar, por ejemplo, las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer.

Componentes básicos del género [editar]

La intriga [editar]

La intriga es la trama o argumento, lo que pasa, lo que se cuenta. La forman los sucesos, expuestos en orden artificial o artístico.

La intriga se puede mostrar en el discurso de dos modos:

  1. Desde el comienzo: la sucesión de los acontecimientos parte de un embrión de historia que se desarrolla en una sucesión lineal.
  2. En su transcurso: en pleno nudo argumental, con posteriores retrocesos; el argumento no se desarrolla linealmente.

Si el discurso sigue un orden regido por una cronología o temporalidad objetiva, la intriga tiene una estructura lineal. Cuando se altera el orden de los sucesos, la intriga linealmente, es decir, cuando la relación de los sucesos es acorde con la sucesión lógica de la temporalidad objetiva, la estructura de la intriga progresa hasta alcanzar un momento culminante, llamado clímax argumental. En las novelas de intriga lineal, el clímax es el momento de resolución definitiva y estable del proyecto emprendiido.

El personaje [editar]

El héroe épico tiene un objetivo o ideal concreto y ha de superar una serie de obstáculos para alcanzarlo. Puede tener contactos con una divinidad (misión), especialmente en la épica grecolatina. Mantiene actividad guerrera y, a menudo, se da el peregrinaje meramente funcional, pero también puede aportar una significación. El nombre de los personajes es un primer rasgo caracterizador, esta caracterización puede ser muy elemental cuando es sólo designativa. Pero el nombre puede caracterizar también de un modo expansivo (y no sólo designativo).

La caracterización [editar]

Caracterizar a un personaje es dotarlo de atributos materiales, temperamentales, morales, ideológicos, etc.

Ésta puede ser de dos modos: directa e indirecta. Es directa cuando explícitamente se dice cómo es el personaje y así suele ocurrir en la épica, donde hay abundancia de epítetos referidos al personaje, tanto en la épica clásica como en la medieval. basura los chinches que escribieron esto

El espacio [editar]

El relato evoca un complejo de experiencias humanas determinadas en el tiempo y en el espacio. El espacio colabora decisivamente en la configuración positiva o negativa del personaje. En la épica se puede dar el espacio único, pero es más común un relato itinerante.

El tiempo [editar]

La literatura es un arte temporal. Los distintos estratos de temporalidad se podrían resumir así:

  • Temporalidad externa o extratextual. Como su nombre indica, es la que se refiere al momento de producción y de consumo de la obra. Habrá, por lo tanto, un tiempo del escritor y un tiempo del lector, que pueden ser o no contemporáneos.
  • Temporalidad interna o textual. Ésta, por su parte, está íntimamente relacionada con el contenido de la obra. Así, distinguiremos un tiempo de la aventura (El tiempo de la historia, de lo contado), un tiempo de la escritura (Orden en que se narran los sucesos. Si este orden coincide con el tiempo de la aventura, estaremos ante un discurso lineal; si no, ante un discurso discontinuo) y un tiempo de la lectura; es decir, tiempo necesario para que la obra sea leída....

Es un tiempo muy contraído en la mayor parte de las obras, pero siempre suele ser alrededor de 10 o 20 min.

El punto de vista [editar]

Se trata de analizar el punto de vista del autor con respecto a lo que nos está contando. Atendiendo a la persona que cuenta la historia y al grado de intervención y conocimiento de la acción, puede establecerse el siguiente esquema:

  • Tercera persona limitada: El autor se refiere a todos los personajes en tercera persona, pero describe sólo lo que puede ser visto, oído o pensado por un solo personaje.
  • Tercera persona omnisciente: El autor presenta a los personajes en tercera persona y describe todo lo que los personajes ven, oyen, sienten e incluso hechos en los que no hay presente ningún personaje.
  • Tercera persona observadora: El autor narra como si contemplara los hechos, pero sin poder adentrarse en el interior de los personajes.
  • Primera persona central (narrador protagonista o autobiográfico): El personaje principal, en primera persona, cuenta su propia historia.
  • Primera persona periférica: Un personaje secundario narra en primera persona la historia del protagonista, la cual conoce por estar igualmente involucrado.
  • Primera persona testigo: Un testigo de la acción que no participa en ella directamente, narra en primera persona los hechos.
  • Segunda persona narrativa: Recurso utilizado por la novela moderna. El autor narra en segunda persona, generalmente para introducir al lector en la mente del personaje o crear una sensación de falso diálogo del protagonista consigo mismo.

Épica clásica [editar]

Artículo principal: Épica grecolatina

El primer gran épico occidental es, sin duda, Homero (probablemente siglo VIII a. C.), autor de poemas narrativos donde la leyenda (forma usual de transmisión de las hazañas históricas) se mezcla con un núcleo de verdad histórica.

Ambas destacan por su unidad y coherencia, resaltando la inteligencia y la astucia, el riesgo y la aventura. Homero pone de relieve sentimientos humanos primordiales. No son literatura religiosa, pero no le andan lejos.

La épica griega no nos ha llegado, Homero aparte, sino en muy breves fragmentos. Sabemos que acabó por degenerar en parodia.

Hesíodo (¿siglo VIII a. C.?), probablemente contemporáneo de Homero, escribió épica didáctica. Fue el primer autor que tuvo conciencia de serlo, de la individualidad. Escribió dos obras:

  • La Teogonía, poema de carácter moral y religioso en el que informa de los orígenes del mundo, la genealogía de los dioses y otros mitos.
  • Trabajos y días, larga epístola moral a su hermano, que incluye relatos míticos.

Ya en época alejandrina, Apolonio de Rodas (295 a. C. - 215 a. C.) compuso Los argonautas a imitación de Homero, pero no es una obra demasiado conseguida. Homero-pen-don La tradición épica griega llegó a Roma y allí este género se divide en antes y después de Virgilio. Entre los precursores de Virgilio se dieron dos tendencias: la que siguió la tradición épica alejandrina y la que siguió la tradición guerrera romana. Muy pronto se hizo la traducción de la Odisea, que influiría mucho en los romanos. Entre los autores destacan Nevio (Bellum poenicum) y Ennio (Annales), quien introdujo el hexámetro.

Virgilio (70 a. C. - 19 a. C.) escribió la Eneida; introdujo todo lo que constituía la historia de Roma (mitología, leyenda, filosofía, religión...); busca hallar en el pasado austero una justificación del poderío presente, mediante antecedentes divinos, ya que Eneas es hijo de Anquises y Venus.

Tras Virgilio se dará en Roma un renacimiento artificial de la epopeya. Algunos continuadores son: Estacio, quien realiza poemas de encargo y Lucano.

Épicas griegas arcaicas [editar]