FILOSOFÍA12: EL EXORCISTA (NOVELA). El Exorcista es una novela de terror escrita por William Peter Blatty. Se basa en un exorcismo efectuado en 1949, y del que Blatty oyó hablar en 1950, cuando recibía clases en la Universidad de Georgetown, un centro dirigido por sacerdotes jesuitas.
El exorcista (novela)
El Exorcista es una novela de terror escrita por William Peter Blatty. Se basa en un exorcismo efectuado en 1949, y del que Blatty oyó hablar en 1950, cuando recibía clases en la Universidad de Georgetown, un centro dirigido por sacerdotes jesuitas.
El exorcismo fue parcialmente realizado en Mount Rainier, Maryland[1] y Bel-Nor, Missouri.[2] Varios periódicos locales informaron del sermón que un sacerdote dio a un grupo de aficionados en parapsicología, y en el que éste afirmaba haber realizado un exorcismo sobre un joven de 13 años llamado Robbie Mannheim, tras un largo proceso que llevó más de seis semanas antes de de terminar el 19 de abril de 1949.
[editar] Trama
El Padre Lankester Merrin es un un anciano sacerdote jesuita estudioso de las antigüedades que dirige una excavación arqueológica en el norte de Irak. Tras el hallazgo de una arcaica figurilla del diablo Pazuzu (un semidios Sumerio- y una moderna medalla de San Cristóbal yuxtapuestas en el mismo lugar, una serie de siniestros presagios le hacen intuir un inminente enfrentamiento con fuerzas malignas que, como el lector sabrá más adelante, el sacerdote lleva tiempo combatiendo mediante exorcismos en todo África. Entretando, en Georgetown (Washington D.C.), una joven llamada Regan MacNeil que vive con su madre -una actriz famosa- contrae una repentina y desconocida enfermedad. Tras una serie de fenómenos paranormales, la hija atraviesa una serie de terribles cambios físicos y mentales que hacen sospechar que está poseída por un espíritu diabólico.
Tras diversos e infructuosos tratamientos médicos y psiquiátricos, la madre de Regan acude a un sacerdote jesuita local en busca de ayuda. El Padre Damien Karras, que atraviesa en ese momento una crisis de fe causada por la muerte de su madre, acepta visitar a Regan como psiquiatra, pero inicialmente se niega a admitir la posibilidad de una posesión diabólica. Tras nuevas visitas a la niña, que ahora está completamente dominada por su "espíritu" diabólico, el Padre decide solicitar del obispo el permiso para efectuar un exorcismo sobre la chica.
Tras consultas protocolarias con el responsable de los jesuitas en Georgetown, el obispo designa como exorcista al más experimentado Lankester Merrin, que ha regresado recientemente de Irak. Karras, aún tomado por la duda, será su asistente. El prolongado exorcismo pone a prueba a los sacerdotes, tanto física como mentalmente. Tras la muerte de Merrin, la tarea queda en manos de Karras quien, recuperada su fe, logra salvar la vida de Regan a cambio de la suya propia.
[editar] Referencias
[editar] Bibliografía
- William Peter Blatty (2009). El exorcista. Barcelona: Zeta Bolsillo. ISBN 978-84-9872-198-0.
3 comentarios
petalofucsia -
¿No estará la Magia estudiando la Inteligencia? Creo que la Magia piensa mucho, la matemática era Pensamiento también.
¿Estará la Magia estudiando la Inteligencia?
¿Se ha fijado que son casi todo Inteligencia más que pensar?
La inteligencia desde el comienzo pensó en lo Negativo, y se preocupó, adopto la inteligencia de un hombre de unos 40 años. Se dijo muy seriamente convendría estudiar el Universo, con prudencia y temor.
petalofucsia -
Yo en el Pensamiento concebía una Inteligencia Superior a la nuestra, basada en acertar siempre y no cometer errores, era la única que se me ocurría.
¿Se le ocurre otra cosa que no sea esencia divina y espiritual?
La imagen que se me viene a la menta es la de un Alienigena, con ese aire, como decirlo, de no ser espiritual, de ser pura Inteligencia sin Espíritu.
Pero ¿cómo nació la Inteligencia? Si la Inteligencia posee Negatividad, nació antes el Razonamiento, a partir del Pensamiento.
Aquí hemos estudiado la Inteligencia al comienzo, basándonos en una fuerte oposición de datos. Propongo que se repase todo aquello, incluso podiamos sentirla y sentir la tensión nerviosa. Sin embargo los alienigenas a los que me refiero no tienen tensión nerviosa y son estáticos.
¿Que exista sólo la Inteligencia? ¿Lo ha pensado? sin razón, sin pensamiento, sin Espíritu.
Sin ser de orígen divino, ¿es esto posible?
Siempre con cuidado pensando en que existe todo lo que es posible.
¿Pura inteligencia como los Alienigenas que hizo la magia?
Conviene repasar lo que se hizo aquí, según nuestro estudio, cuanto más Respeto, más Inteligencia.
petalofucsia -
Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:
espíritu
1.m. Ser inmaterial dotado de inteligencia:
los ángeles son espíritus benignos.
2.Parte inmaterial del hombre por la que piensa, siente, etc.:
aunque es de espíritu noble, tiene muy mal pronto.
3.Ser sobrenatural de las leyendas o la mitología:
los espíritus abundan en los bosques en forma de hadas y duendes.
4.Alma de una persona muerta que se manifiesta en la realidad:
dice que en su casa habita un espíritu.
5.Demonio infernal. Más en pl.:
el exorcista intentó sacarle los malos espíritus.
6.Ánimo, valor, fuerza moral:
lo soportó con mucho espíritu.
7.Vivacidad, ingenio:
fue una respuesta llena de espíritu.
8.Vapor sutilísimo que exhalan el vino y los licores:
ese vino añejo desprende un espíritu delicioso.
9.Parte más pura y sutil que se extrae de algunos cuerpos sólidos y fluidos por medio de operaciones químicas:
logramos con el alambique el espíritu de esa sustancia.
10.Principio generador, tendencia general, carácter íntimo, esencia o sustancia de un escrito u otra cosa:
hay que fijarse en el espíritu de la ley y no tanto en su texto literal.
11.Cada uno de los dos signos ortográficos griegos que indican el tipo de aspiración con que han de pronunciarse ciertos sonidos.
12.Espíritu Santo n. p. En el cristianismo, tercera persona de la Santísima Trinidad, que procede igualmente del Padre y del Hijo.
13.levantar el espíritu loc. Cobrar ánimo, valor o fuerza para ejecutar alguna cosa:
¡vamos, levanta el espíritu y hazlo!
14.pobre de espíritu loc. adj. Pusilánime, cobarde, débil:
serás un pobre de espíritu si no luchas por lo que es tuyo.
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había pulido su espíritu
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abatatamiento - ángel - animismo - ánimo - aparecer - arcángel - ascesis - ataraxia - ayuno - monismo - demonio - diablo - duende - edificación - elfo - envilecer - esfuerzo - espiritual - estampar - evocación - evocar - extrasensorial - fariseo - filosofía - fortalecer - grandeza - gregario - heterónomo - hipóstasis - íncubo - interior - interno - longanimidad - magnanimidad - mandilón - medroso - mercantilismo - militarización - militarizar - misionero - mundanal - ondina - padre - pascua - paz - Pentecostés - persona - posesión - poseso - quijotesco
Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:
espíritu
alma, sustancia, esencia, interior, ánimo
inteligencia, pensamiento, raciocinio, ingenio
carácter, valor, entereza, resolución, brío, decisión, agudeza, vivacidad
duende, espectro, aparecido, aparición, visión, fantasma
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espíritu.
(Del lat. spirĭtus).
1. m. Ser inmaterial y dotado de razón.
2. m. Alma racional.
3. m. Don sobrenatural y gracia particular que Dios suele dar a algunas criaturas. Espíritu de profecía.
4. m. Principio generador, carácter íntimo, esencia o sustancia de algo. El espíritu de una ley, de una corporación, de un siglo, de la literatura de una época.
5. m. Vigor natural y virtud que alienta y fortifica el cuerpo para obrar. Los espíritus vitales.
6. m. Ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo.
7. m. Vivacidad, ingenio.
8. m. diablo (‖ ángel rebelado). U. m. en pl.
9. m. Vapor sutilísimo que exhalan el vino y los licores.
10. m. Parte o porción más pura y sutil que se extrae de algunos cuerpos sólidos y fluidos por medio de operaciones químicas.
11. m. Signo ortográfico con que en la lengua griega se indica la aspiración o falta de ella.
~ áspero.
1. m. Signo ortográfico de la lengua griega que indica la aspiración de una vocal inicial.
~ de contradicción.
1. m. Genio inclinado a contradecir siempre.
~ de la golosina.
1. m. coloq. Persona falta de nutrición o muy flaca y extenuada.
~ de sal.
1. m. ácido clorhídrico.
~ de vino.
1. m. Alcohol mezclado con menos de la mitad de su peso de agua.
~ inmundo.
1. m. En la Escritura Sagrada, diablo (‖ ángel rebelado).
~ maligno.
1. m. diablo (‖ príncipe de los ángeles rebelados).
~ rudo.
1. m. espíritu áspero.
~s animales.
1. m. pl. Fluidos muy tenues y sutiles que se suponía que servían para determinar los movimientos de los miembros del cuerpo humano.
Espíritu Santo.
1. m. Rel. Tercera persona de la Santísima Trinidad, que procede igualmente del Padre y del Hijo.
~s elementales.
1. m. pl. Según ciertas creencias, los que habitan en diversos elementos naturales; p. ej., los gnomos en la tierra, las ondinas en las aguas, los elfos y las sílfides en el aire, etc.
~ suave.
1. m. Signo ortográfico de la lengua griega que indica la falta de aspiración de una vocal inicial.
~ vital.
1. m. Sustancia sutil y ligerísima que se consideraba necesaria para la vida del animal.
beber alguien el ~ a otra persona.
1. loc. verb. beber la doctrina.
dar, despedir, o exhalar, el ~.
1. locs. verbs. Expirar, morir.
levantar el ~.
1. loc. verb. Cobrar ánimo y vigor para ejecutar algo.
pobre de ~.
1. loc. adj. Dicho de una persona: Desprendida de los bienes y honores mundanos.
2. loc. adj. Apocado, tímido.
□ V.
arte de los espíritus
cátedra del Espíritu Santo
libertad del espíritu
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