HISTORIA5: ¿CUÁNDO SE PIERDE LA VIRGINIDAD, ALGUNA GENTE SE VUELVE "MANSA"?. Dentro de la teología cristiana, la mansedumbre está incluido dentro de lo que se llama el Fruto del Espíritu Santo. En dicha teología, el fruto es un beneficio espiritual que aparece en el alma por la cercanía de ésta a la virtud. Dependiendo ya de si se trata de un cristianismo católico, ortodoxo o protestante se entiende que el fruto es consecuencia de los Dones del Espíritu Santo. La mansedumbre es calidad de manso; es poder bajo el absoluto control y no es debilidad como ocurre con la violencia, o es una violencia contra si mismo, y que contrarresta la erupción del volcán de la ira que nos deja sin control a expensas de los alfilerazos, maltratos, e insultos.
Manso
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Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:
manso
-
- manso, sa adj. De naturaleza apacible y tranquila:
es un hombre manso que no se exalta por nada. || Se aplica al animal que no es bravo:
caballo manso. || Sosegado, tranquilo:
aguas mansas del estanque. || m. Res que guía un rebaño de ganado, especialmente el bravo:
los mansos se distinguen de los toros de lidia porque llevan un cencerro.
- manso, sa adj. De naturaleza apacible y tranquila:
mansa
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manso
- dócil, sosegado, sumiso, reposado, tranquilo, suave, apacible, afable
- Antónimos: inquieto, airado, irascible
- domado, domesticado, amansado, desbravado, cabestro
- Antónimos: salvaje
- Antónimos: salvaje
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manso1.
(Del lat. mediev. mansus, finca, villa).
1. m. masía.
2. m. Cada una de las tierras o bienes primordiales que, exentos de toda carga, solían poseer las parroquias y algunos monasterios.
manso2, sa.
(Del lat. vulg. mansus, por lat. mansuētus).
1. adj. De condición benigna y suave.
2. adj. Dicho de un animal: Que no es bravo.
3. adj. Dicho de una cosa insensible: Apacible, sosegada, tranquila. Aire manso. Corriente mansa.
4. m. En el ganado lanar, cabrío o vacuno, carnero, macho o buey que sirve de guía a los demás.
□ V.
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Con manso puede referirse a:
- La persona que posee mansedumbre, una cualidad moral.
- El animal doméstico como contraposición al animal salvaje
- El toro manso o manso a secas, el toro de lidia que no posee cualidades completas de toro bravo y, por tanto, es menos valioso para la tauromaquia.
- El manso feudal, la porción del feudo que era concedida a cada siervo para su explotación.
- Manso, comuna de Córcega.
- El futbolista argentino Damián Manso
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Mansedumbre
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FILÓSOFOS O TEÓLOGOS CRISTIANOS: PLATÓN
Dentro de la teología cristiana, la mansedumbre está incluido dentro de lo que se llama el Fruto del Espíritu Santo. En dicha teología, el fruto es un beneficio espiritual que aparece en el alma por la cercanía de ésta a la virtud. Dependiendo ya de si se trata de un cristianismo católico, ortodoxo o protestante se entiende que el fruto es consecuencia de los Dones del Espíritu Santo. La mansedumbre es calidad de manso; es poder bajo el absoluto control y no es debilidad como ocurre con la violencia, o es una violencia contra si mismo, y que contrarresta la erupción del volcán de la ira que nos deja sin control a expensas de los alfilerazos, maltratos, e insultos.
La mansedumbre en el Nuevo Testamento [editar]
A diferencia de los dones del Espíritu, conocidos y compartidos también por la teología judía, el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23) es un concepto privativo del cristianismo. Aparece acuñado por primera vez en una de las epístolas de San Pablo, en concreto la Epístola a los Gálatas (Gal 5:22). Allí, la mansedumbre aparece junto a las otras cualidades: Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe y Templanza. Existe también otra lista más exigua en Efesios 4,2.
La mansedumbre aparece también en el Nuevo Testamento, presentada como un rasgo distintivo de la predicación de Jesús de Nazaret. Es una de las nueve bienaventuranzas del Sermón de la montaña: «Bienaventurados los MANSOS, porque ellos recibirán la tierra por heredad». En Mateo 11,29 se dice «Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas». Esta mansedumbre que los Evangelios atribuyen a Jesús queda finalmente ejemplificada con la aceptación de su calvario y muerte.
El concepto [editar]
En la teología cristiana, se define la mansedumbre como el término medio (definición aristotélica de virtud) entre la irascibilidad y la impasibilidad. La mansedumbre, la irascibilidad y la impasibilidad son disposiciones relacionadas con la ira o, como decían antes, con el alma irascible.
La importancia de estas listas de cualidades anímicas es que el cristianismo erige sobre ellas su imagen del hombre y sobre ellas fundamenta su teología moral. Así, el cristiano ha de orientar su vida hacia la caridad, la bondad,... etc y en concreto también hacia la mansedumbre, y esta orientación, para ser perfecta, no ha de encontrar resistencia interior por parte alguna del hombre, es decir, ha de ser una disposición natural en el mismo. De este planteamiento se deriva la mística cristiana como camino de perfección interior.
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