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Filosofía15

FILOSOFÍA15: ¿QUÉ RASGOS INTELECTUALES LE GUSTARÍAN PARA USTED MISMO? COMO DIJE ME GUSTARÍAN RASGOS DE UNA PERSONA MUY METICULOSA Y DETALLISTA, DE UN DESTACADO LINGÜÍSTA, DE MAGOS, DE BRUJOS, DE UN GENIO DE LA MATEMÁTICA (QUIZÁS POR LO BIEN QUE CALCULAN Y POR MIS OBSERVACIONES EN GENERAL Y BIOGRAFÍAS QUE HE LEÍDO) Y TAMBIÉN ME GUSTARÍA TENER RASGOS DE MÁS FANTASÍA. ¿ES USTED UNA PERSONA QUE DESTAQUE ESPECIALMENTE POR SU FANTASÍA (Facultad de la mente para reproducir en imágenes cosas inexistentes o de idealizar las reales), PODRÍA HACER AQUÍ UNA RESEÑA DE SUS CARACTERISTICAS LO MÁS AMPLIA QUE PUEDA, ¿EN QUÉ DESTACA O QUE LE GUSTA? ¿ARTE, MÚSICA, LITERATURA...? SON RASGOS QUE ME ATRAEN O ME GUSTAN ESPECIALMENTE.

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

fantasía

  1. f. Facultad de la mente para reproducir en imágenes cosas inexistentes o de idealizar las reales:
    ese niño tiene mucha fantasía.
  2. Cosa imaginada:
    esa idea es una fantasía.
  3. mús. Composición instrumental de estructura libre:
    fantasía in promptu.
  4. de fantasía loc. adj. [Prenda de vestir o adorno] de forma extraña e imaginativa:
    cinturón de fantasía.
  5. loc. adj. [Adorno o joya] de bisutería:
    pendientes de fantasía.


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ensueño - fantasear - fantasioso - fantasma - idea - imaginación - maquillaje - mito - narrador - quimera - realidad - soñar - sueño - tierra - vanidad - visionario
Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:

fantasía

  • ficción, imaginación, inventiva, alucinación, ensueño, entelequia, espejismo, ilusión, presunción, utopía, quimera
    • Antónimos: realidad, realismo
  •  

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Ver artículo enmendadofantasía.

(Del lat. phantasĭa, y este del gr. φαντασία).

 

1. f. Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales.

2. f. Imagen formada por la fantasía. U. m. en pl.

3. f. fantasmagoría (ilusión de los sentidos).

4. f. Grado superior de la imaginación; la imaginación en cuanto inventa o produce.

5. f. Ficción, cuento, novela o pensamiento elevado e ingenioso. Las fantasías de los poetas, de los músicos y de los pintores.

6. f. coloq. Presunción, arrogancia o gravedad afectada.

7. f. Mús. Composición instrumental de forma libre o formada sobre motivos de una ópera.

8. f. pl. Granos de perlas que están pegados unos con otros con algún género de división por medio.

de ~.

1. loc. adj. Dicho de una prenda de vestir o de un adorno: Que no es de forma o gusto corrientes.

2. loc. adj. Dicho de un objeto de adorno personal: Que no es de material noble o valioso.

3. loc. adj. Dicho de una joya: De imitación. Tenía muchos pendientes, anillos, brazaletes, etc., todos de fantasía.

V.

punto de fantasía



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FILOSOFÍA15: ANÁLISIS. ¿PODRÍAN ADJUNTAR VOCABULARIO EN SUS IDIOMAS?. Un análisis en sentido amplio es la descomposición de un todo en partes para poder estudiar su estructura, sistemas operativos o funciones.

Análisis

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Un análisis en sentido amplio es la descomposición de un todo en partes para poder estudiar su estructura, sistemas operativos o funciones.

Contenido

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[editar] Química

[editar] Física

[editar] Informática e ingeniería

[editar] Matemáticas

 

[editar] Economía y gestión

[editar] Comunicación y lingüística

[editar] Medicina

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[editar] Filosofía de la ciencia

[editar] Enlaces externos

 

FILOSOFÍA15: SÍNTESIS. La síntesis se refiere a la "composición de un cuerpo o de un conjunto a partir de sus elementos separados en un previo proceso de análisis".

Síntesis literaria

De Wikipedia, la enciclopedia libre
(Redirigido desde Síntesis (literaria))

Una síntesis es, en literatura, un escrito donde se denotan las ideas principales de un texto. A diferencia del resumen, ésta presenta las ideas generales del autor, por lo tanto casi siempre es el autor quien las publica.Es lo que se ha entendido de un texto,y estas se escriben en forma de narración.

En un libro, la síntesis literaria se presenta al principio, puede ser el punto de vista del autor sobre el libro, o un resumen del contenido.

Síntesis es un método que procede de lo simple a lo compuesto, de los elementos al todo, de la causa a los efectos, del principio a las consecuencias. "Diccionario Larousse Ilustrado"

[editar] Concepto

La definicion de síntesis es un concepto que puede definirse de varias maneras, lo que depende de la disciplina desde la cual se esté observando. Lo anterior, debido a que en estricto rigor, una síntesis es la composición de algo a partir del análisis de todos sus elementos por separado. Sin embargo, existe una forma, relacionada a la literatura, el aprendizaje y el lenguaje, que se conoce como la forma más común de comprender lo que es una síntesis.En pocas palabras es un resumen.

Una síntesis es lo que comúnmente se conoce también por resumen. En otras palabras, se trata de la versión abreviada de cierto texto que una persona realiza a fin de extraer la información o los contenidos más importantes de un determinado texto. Sin embargo existen diferencias muy marcadas entre síntesis y resumen, en la síntesis: el lector ciertamente puede expresar con sus propias palabras y estilo la idea principal del autor, cambiando el orden según sus intereses, utilizando analogías, trabajo de investigación, ampliación incluso confrontación en base a los objetivos. En el resumen: Se debe respetar el estílo y léxico con el que se expresa el autor, si bien no es una mera transcripción de las ideas nucleares del texto, implica una generalización de todas las ideas del texto madre o texto original, se pueden utilizar sinónimos pero no existe la intervención de ideas del lector. El resumen es un texto expositivo resumiendo el texto para ser comprendido o estudiado con mayor claridad.

Una síntesis resulta ser una buena y efectiva forma de facilitar los procesos de aprendizaje. Es una herramienta que le permite a quien lo redacta comprender e interiorizarse en mayor medida en determinado contenido de su interés. Es un buen método también de no perder el tiempo en la lectura de información poco pertinente o que poca relación tiene con el foco de los contenidos que se pretenden investigar o estudiar.

Como vemos, una síntesis se basa en las ideas centrales de un texto, sin embargo, la construcción de una de ellas no resulta una tarea sencilla. Es importante que la síntesis de un texto, a pesar de ser obra de una persona diferente, sea un texto más pequeño que muestre la intención original que el autor del texto madre quiso reflejar, por lo tanto, es importante evitar incluir ideas nuevas o percepciones propias acerca de lo que se está queriendo resumir.

Para la realización de una buena síntesis lo recomendado es realizar una lectura completa del texto, y luego, una segunda lectura en la que se subrayan las ideas centrales. Durante el proceso de la relectura es de gran ayuda notar la estructura del texto, el que debiera contener una introducción, un desarrollo y una conclusión. De este modo, resultará más fácil organizar las ideas extraídas y redactar un nuevo texto sin modificar la intención del autor original.

[editar] Véase también

FILOSOFÍA15: EN MIS TÉCNICAS DE ANÁLISIS MIS AMBICIONES SON PORMENORIZAR, AUNQUE AQUÍ RESULTÓ SER MUY GENERAL, MIS AMBICIONES SON LA PORMENORIZACIÓN, IR AL DETALLE, PALABRA POR PALABRA, CONCEPTO POR CONCEPTO, IDEA POR IDEA. ¿CUÁLES SON SUS AMBICIONES EN SUS TÉCNICAS DE ESTUDIO O DE ANÁLISIS? AQUÍ YA NO TENGO CLARO SI RECURRÍ A UNA SÍNTESIS A UN ANÁLISIS.

EL ANÁLISIS SERÍA ALGO MÁS COMPLEJO A LA SÍNTESIS. IRÍA DE LAS PARTES AL TODO Y DEL TODO A LAS PARTES. LA SÍNTESIS SERÍA UNA SUMA UNA REUNIÓN, UN RESUMEN. AUNQUE YO UTILIZASE LA SÍNTESIS EL RESULTADO BIEN PUEDE SER UNA ANÁLISIS, POR LA MINUCIOSIDAD CON QUE SE HA ESTUDIADO, AUNQUE NO SE LLEGUE A ANALIZAR EL "TODO" O LA TOTALIDAD DE LO MENCIONADO...

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

análisis

  1. m. Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios, elementos, etc.:
    el análisis es la segunda regla del método cartesiano.
  2. Estudio minucioso de una obra, de un escrito o de cualquier otro objeto de estudio intelectual:
    análisis de un poema.
  3. gram. Examen de los componentes del discurso y de sus respectivas propiedades y funciones:
    análisis gramatical, sintáctico.
  4. med. Examen cualitativo y cuantitativo de ciertos componentes o sustancias del organismo según métodos especializados, con un fin diagnóstico:
    análisis clínico.
  5. inform. Estudio, mediante técnicas informáticas, de los límites, características y posibles soluciones de un problema al que se aplica un tratamiento por ordenador:
    análisis informático.
    ♦ No varía en pl.


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actuario - amniocentesis - analista - analítico - analizar - arbóreo - augur - ayuno - bioquímico - citología - concluir - conclusión - creatinina - criticismo - cualitativo - cuantitativo - deyección - disección - diseccionar - econometría - economicista - escrutinio - espectroscopia - espermiograma - étimo - examen - financiero - fonológico - formal - funcional - funcionalista - gasometría - geoquímico - geotectónico - global - globular - grafológico - gravimetría - hístico - histológico - introspectivo - intuitivo - macroeconomía - morfológico - negativo - novela - orina - parámetro - prospectivo - pruebDiccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:

análisis

  • estudio, examen, observación, comparación, partición, separación, distinción
    • Antónimos: síntesis
  •  

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a
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análisis

  • estudio, examen, observación, comparación, partición, separación, distinción
    • Antónimos: síntesis
  •  

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Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:

síntesis

  • resumen, compendio, extracto, sumario, sinopsis, simplificación, acortamiento, disminución, reducción, epítome, condensación, recopilación, compilación, digesto, balance, bosquejo, guión, suma, argumento, epílogo
  • reunión, integración, constitución, elaboración, composición, creación, producción


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argumentación - condensación - recapitulación - extracto - laconismo - prontuario - simplificación - sinopsis - trasunto - vademécum

 

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

síntesis

  1. f. Composición de un todo por la reunión de sus partes:
    si hacemos una síntesis de estos ingredientes,obtendremos una masa uniforme.
  2. Resumen,sumario:
    hazme una síntesis del problema.
  3. quím. Formación de una sustancia compuesta mediante la combinación de elementos químicos o de sustancias más sencillas:
    síntesis molecular,de proteínas.
  4. filos. Operación intelectual con la que se realiza la unión de sujeto y predicado en un juicio.
  5. en síntesis loc. adv.  En resumen,en compendio:
    en síntesis,te diré que debes corregirlo porque está mal.
    ♦ No varía en pl.


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ácido - anabolismo - antibiótico - buteno - cianógeno - esquemático - nucleico - ribonucleico - ribosoma - salicílico - semisintético - sintético - sintetizar - subsumir

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pormenorizar

  • particularizar, detallar, puntualizar, referir, reseñar, enumerar, relacionar
    • Antónimos: generalizar


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describir - detallar - especificar - puntualizarDiccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

pormenorizar

  1. tr. Describir o detallar minuciosamente.
    ♦ Se conj. como cazar.

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FILOSOFÍA15: ¿QUE SE IMAGINAN? ¿VISTAS LAS IMÁGENES QUE SALEN POR LA TELEVISIÓN, QUÉ SE IMAGINAN DE OTROS SERES QUE PUDIESE HABER?

Objeto volador no identificado

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El término objeto volador no identificado, más conocido por ovni (del acrónimo OVNI, calco del acrónimo inglés UFO o Unidentified Flying Object), se refiere al avistamiento de un objeto volante, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación.

Generalmente se relaciona a los ovnis con platillos voladores. Aunque los avistamientos de fenómenos aéreos inusuales se remontan a la antigüedad, el término platillo volador se popularizó en 1947, podríamos decir que por error. El 24 de junio de ese año, el piloto civil norteamericano Kenneth Arnold vio, mientras volaba, una formación de nueve artefactos aéreos muy extraños cerca de Mount Rainier, en el estado de Washington, EE. UU. Arnold declaró a la prensa que esos objetos revoloteaban como barcos en aguas muy movidas, y para ejemplificarlo comparó el modo de vuelo que observó al de «un platillo lanzado a través del agua». Los periódicos lo interpretaron mal y lo citaron incorrectamente, diciendo que el piloto había visto naves en forma de platillos que volaban. «Dijeron que yo había dicho que eran "como platillos", cuando lo que yo dije fue que "volaban al estilo de un platillo"», declaró Arnold al célebre locutor Edward R. Murrow en una entrevista para la CBS, transmitida el 7 de abril de 1950 (Sagan, 1997).

Mientras la explicación original se ha olvidado, el término platillo volador se ha convertido en una palabra habitual. El aspecto y comportamiento de los platillos voladores de Kenneth Arnold era bastante diferente de lo que sólo unos años después se caracterizaría rígidamente en la comprensión pública del término: algo como un frisbee muy grande y con gran capacidad de maniobra. (Sagan, 1997)

Debido a los numerosos informes, algunos grupos ufológicos especulan que sería bastante probable que no se haya informado de muchos otros debido al miedo al ridículo público, dado el estigma social que se ha creado sobre el tema ovni. Esto ya que en la cultura popular en todo el mundo, se usa generalmente el término ovni para referirse a cualquier hipotética nave extraterrestre, aunque la expresión en sí misma realmente no define la naturaleza del fenómeno. La expresión «platillo volante» o «platillo volador» también es usada como equivalente para describir a un tipo de ovni.

Tras la investigación, al no poderse identificar esos objetos voladores ni su origen el suceso se registró como avistamiento ovni. Sin embargo, cuando un ovni es identificado como un objeto conocido (por ejemplo, un avión o un globo-sonda meteorológico), deja de ser ovni y se convierte en objeto volador identificado. En tales casos es inexacto seguir usando el término para describir el objeto.

Contenido

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[editar] Historia

[editar] El fenómeno ovni en la antigüedad

Fotografía originaria de Brasil.

Lo que actualmente se conoce como el «fenómeno ovni» es fundamentalmente un concepto moderno nacido en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, hay quienes interpretan algunos pasajes de la Biblia y de otras tradiciones originadas de culturas antiguas, como presuntas evidencias de antiguos avistamientos ovni.

Muchos sostienen que, desde el pasado más remoto, el ser humano trató de adaptar lo que veía a su intelecto, relacionando los distintos avistamientos con objetos conocidos, cercanos a él.

Dentro de algunos grupos ufológicos y creyentes en el fenómeno, también existe quienes plantean que muchas de estas referencias antiguas, serían registros de observaciones reales de supuestas naves alienígenas. También señalan que, si estos vehículos aéreos estaban tripulados, se produciría igualmente el contacto con los eventuales seres extraterrestres, quienes transmitirían a los observadores enseñanzas diversas. Según esta teoría, el origen de muchas de las civilizaciones del pasado (Egipto, Babilonia, etc.) radicaría en estos primitivos contactos. Así sostienen que estas supuestas naves habrían recibido distintas denominaciones en documentos antiguos: vehículo de los dioses, carros de fuego, vimanas, discos solares, nubes, nubes de fuego, el Borax Resplandeciente, nubes con ángeles, carro Pushpaka, maruts (todas ellas en el Ramayana hindú); y también escudo que vuela, luces cósmicas, perlas luminosas, flechas ígneas, Serpiente de las Nubes, escudo yacente, espadas voladoras, esferas transparentes, y otros cientos de nombres recibidos en distintas culturas, que serían claros ejemplos de las diferentes naves aéreas que surcaban los cielos.

Entre las supuestas pruebas que aportan, estarían también las que Pablo Sortino y Fernando Martínez Santos han llamado «evidencia atmosférica». Para estos parapsicólogos, los halos de santidad que aparecen en las iconografías antiguas, ya sea en la hinduista, budista y más tarde en las imágenes de los místicos cristianos beatificados, así como en ciertos grabados de los pueblos americanos precolombinos; de la cual postulan que no serán más que una cierta rememoración cultural y religiosa de un aspecto estético de seres divinos, que habrían encerrado literalmente sus rostros en cápsulas, seguramente para lograr respirar en la Tierra.

Igualmente, en la actualidad se sabe que algunas etnias indígenas, como por ejemplo en las culturas mapuches de Chile, se postula que conocen el fenómeno ovni desde hace siglos, en los que tienen una denominación específica para tales sucesos y las relacionan con seres que tienen capacidades de transformarse en fenómenos luminosos, tales como la leyenda del Anchimallén. Historias similares se tienen entre culturas chilotas del sur de Chile, que además incluirían fenómenos ovnis asociados a OSNI (objeto submarino no identificado), en la leyenda del Caleuche.

Sin embargo, esta hipótesis no deja de ser una explicación ad hoc, ya que las nubes y carros de fuego podrían ser metáforas empleadas en los relatos religiosos, y no hay ninguna evidencia de que dichos relatos deban ser interpretados más que de una forma mítica. Así pues no hay una forma empírica de saber si así ocurrieron los hechos o no; por lo que decir que se trata de naves extraterrestres podría ser un argumento Ad ignorantiam, aunque también cabe señalar que tampoco existe absoluta seguridad científica de que aquellas descripciones sean metáforas religiosas, y bien podrían tratarse de relatos basados en ciertos hechos reales que fueron malinterpretados como fenómenos religiosos.

[editar] Primeros avistamientos modernos

Antes de que se acuñaran los términos platillo volador u ovni, queda constancia de una serie de menciones a extraños e inidentificados fenómenos aéreos ocurridos hace años; los cuales ya no serían asociados con creencias, leyendas o mitos, como se presume que podría haber sucedido en la antigüedad. Éstas menciones datan desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX.

Así, los investigadores del fenómeno ovni consideran como el primer avistamiento documentado moderno, el sucedido en Chile en 1868 [2]. Fue publicado en el periódico El Constituyente, de la ciudad de Copiapó, y se refería al ovni observado en el mismo como a un volátil desconocido, y, posteriormente, ese mismo año, como a un grupo de estrellas filantes o bólidos que cruzaban el cielo. El fenómeno se observó muchas veces en esa zona durante dicho año, y es considerado por los ufólogos como la primera oleada de la que se tiene constancia, y el inicio de los registros que propiamente tal se relacionan al tema ovni.

[editar] Avistamientos contemporáneos

La fase definitiva de avistamientos es posterior a la Segunda Guerra Mundial y comenzó en los Estados Unidos con el avistamiento que realizó el hombre de negocios Kenneth Arnold el 24 de junio de 1947 mientras volaba con su avión privado cerca del Monte Rainier, en Washington.[1] Informó haber visto nueve objetos brillantes con una forma parecida a la de un ala delta o a un bumerán, volando sobre una cara del Rainier y dirigiéndose hacia el cercano Monte Adams a una velocidad increíble, que estimó en, al menos, 1930 kilómetros por hora, calculando el tiempo que tardaron en viajar entre ambos montes. Marchaban velozmente como una escuadrilla y se movían como lo hace un disco que rebota en la superficie del agua. Los periódicos tergiversaron las palabras exactas de Arnold y describieron los objetos como platillos.

A partir de ese momento, y debido al error de la prensa, empezaron a describirse avistamientos de objetos en forma de «platillo volante» (flying saucer), de modo que esta denominación terminó arraigando en el folclore popular, convirtiéndose en la habitual para referirse a estos objetos en los años sucesivos.

Posteriormente, otros objetos con formas (de huso, triangulares) o de cigarro puro desplazaron progresivamente a los avistamientos clásicos.

Pocos días después del avistamiento de Arnold se produjo el conocido como Incidente Roswell, donde, supuestamente, una nave tripulada por humanoides se estrelló en Nuevo México, cerca de una base militar estadounidense. El Gobierno desmintió cualquier intervención extraterrestre en el asunto, a pesar de que fue el responsable de la base de Roswell quien, en un primer momento, declaró a la prensa que el ejército de EEUU había capturado un platillo volante con sus tripulantes, lo que sin duda acrecentó la confusión. Los restos encontrados se definieron como parte de experimentos militares secretos y recientemente se ha añadido que los supuestos cuerpos alienígenas no eran más que muñecos empleados para pruebas de resistencia corporal (como los crash test dummies usados en las pruebas de choque de los automóviles).

[editar] Investigación

Artículo principal: Ufología

[editar] Clasificación

Las formas en que se ha observado el fenómeno ovni son muy variadas, además muchos de ellos son solo informes, por lo que se puede verificar; mientras otras son algunos vídeos y fotografías, en las cuales se observa el fenómeno, y no se han detectado pruebas de su falsificación y explicación del fenómeno, por lo que han sido clasificados como ovnis. Entre las formas que se presenta el fenómeno, destacan:

  • Foo fighters: fenómeno cuyo nombre deriva del idioma inglés, y significa en español fantasmas combatientes. Su origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, dado que los pilotos aviadores combatientes de ambos bandos (las potencias del Eje y los Aliados) observaron este fenómeno y su sorpresa fue que los objetos no eran detectados por el radar. Se observaron como luces pequeñas, aparentemente con masa, aunque en algunos casos las pequeñas luces cruzaban del exterior al interior de las cabinas de los pilotos, su tamaño, según los informes variaba desde los 10 cm hasta 5 m, descritas como bolas incandescentes. En la actualidad se considera que los objetos avistados por los pilotos eran en realidad rayos globulares.
  • Disco: fenómeno que se observaría con una forma plana, algunas veces abultadas en el centro, luminosas o presentarían un brillo metálico.
  • Cigarro/puro: fenómeno que se ha observado como formas cilíndricas o similares a cilindros de gran tamaño (comúnmente mayor a las otras formas descritas), alargada y luminosa, aunque también se han descrito sin luminosidad o brillo.
  • Gusano: fenómeno que se presenta con una forma alargada con apariencia tubular, con un movimiento aparentemente similar al de los gusanos. Entre los ufólogos y la criptozoología, es conocido como Rod. Se dice que igualmente expulsarían objetos esféricos en la atmósfera.
  • Triángulo o delta: fenómeno en el que han sido observadas posibles naves con forma triangular, generalmente tienen una luz en cada vértice. En esta última descripción se discute su verdadera categoría como ovni; y la mayoría de los investigadores atribuyen su origen como aeronaves terrestres de carácter experimental o secreto, desconocidas solo para el mundo civil.

[editar] Posible evidencia física del fenómeno

Existen algunos indicios que indicarían la existencia del fenómeno; aunque no demostrarían o ratificarían su naturaleza.

  • Radar.
  • Pruebas fotográficas, incluyendo fotos, películas y vídeos, que no se ha encontrado explicación.

[editar] Explicaciones y opiniones

[editar] Opiniones a favor de naves extraterrestres

Son muchos los avistamientos del fenómeno, hay una gran cantidad de fotografías y vídeos que muestran objetos voladores no identificados, e incluso documentos e informes militares desclasificados. Se han dado casos de aviones comerciales en las que gran número de pasajeros han visto al mismo tiempo un fenómeno de este tipo, y no se ha podido demostrar que todas estas evidencias sean falsificaciones o producto de alucinaciones. Los defensores de la naturaleza extraterrestre de los ovnis se basan en esto y en el hecho de que, en su opinión, muchos de los postulados de la ciencia carecen también de la necesaria confirmación.

Los creyentes de estos fenómenos igualmente argumentan que en la década de los 50, los servicios secretos americanos en conjunto con los de otras naciones perfilaron la estrategia de ocultación que se haría del fenómeno ovni. Indican que la metodología de los servicios secretos sería sencilla en un principio, limitándose reiteradamente a negar la veracidad de los testimonios de quienes han tenido algún tipo de avistamiento. Hay quienes dicen que en determinados casos espectaculares se han utilizado métodos de presión más convincentes, sea la extorsión y la amenaza a testigos así como el secuestro y ocultación de pruebas. También la ignorancia pública hacia los ovnis [3].

Este tipo de hipótesis recibe el nombre de hipótesis positivas (ver artículo ufología).

[editar] Teoría de la conspiración

Los creyentes de estos fenómenos argumentan una Teoría conspirativa, en la que se indica que en la década de los 50, los servicios secretos estadounidenses en conjunto con los de otras naciones habrían perfilado la estrategia de ocultación que se haría del fenómeno ovni. Aunque el fenómeno fue ampliamente estudiado por los Estados Unidos en el Proyecto Libro Azul.

Igualmente algunos de los creyentes presentados especulan la eliminación de pruebas en esta teoría conspirativa, indicando que la metodología utilizada para ello se limitaría reiteradamente a negar la veracidad de los testimonios de quienes han tenido algún tipo de avistamiento. Hay quienes dicen que en determinados casos espectaculares y evidentes se habría utilizado métodos de presión más convincentes, sea la extorsión y la amenaza a testigos así como el secuestro y ocultación de pruebas.

[editar] Opiniones en contra de que los ovnis tengan relación con naves extraterrestres

Los escépticos suelen emplear un principio básico de la ciencia que dice que «para poder afirmar la existencia de fenómenos extraordinarios se requieren pruebas concluyentes». Hacen hincapié en que no se han aportado pruebas fiables que respalden la hipótesis de que el fenómeno ovni tiene relación con naves extraterrestres.

Los escépticos no son los únicos en calificar estos avistamientos o cualquier relación entre los ovnis con seres de otros mundos, como un mero fraude, también la inmensa mayoría de científicos y aficionados al espacio descartan esta posibilidad.

Para los astrónomos y científicos en general al no dar pruebas consistentes y no respetar el método científico, pero a la vez decir que sus conocimientos son verídicos se puede calificar a la ufología como pseudociencia.

A través de la historia del llamado fenómeno ovni se han verificado muchos casos de falsificaciones. Varios científicos han afirmado que cuando los informes de ovnis se estudian en profundidad, la mayoría de los casos logra ser identificado con certeza, resultando que se trataba de fraudes, alucinaciones, malas interpretaciones o pareidolias de fenómenos terrestres conocidos (cometas, fenómenos atmosféricos, satélites, basura espacial, aviones, prototipos de naves terrestres, nube lenticular, etc.).

En los demás casos el fenómeno queda como no identificado lo que no autoriza a pretender que, por el hecho de no lograrse con certeza su identificación, exista base para sostener que se trata de naves extraterrestres. Incluso en estos casos no identificados' resulta más admisible y lógico afirmar que se trate de casos similares a los identificados.

Este tipo de hipótesis recibe el nombre de hipótesis negativas (ver artículo ufología)

[editar] Falsificaciones
  • El famoso vídeo de un ovni en México que se escondía detrás de un edificio y que al ser estudiado mostraba síntomas de 'pixelización'.
  • El 11 de agosto se creyó haber visto un ovni en Santiago, en Chile, por la noche, pero operativos del canal CHV, descubrieron que únicamente era un aviso de propaganda de las baterías Duracell.

[editar] Algunos avistamientos importantes de ovnis en el mundo hispano

[editar] En Argentina

  • El 17 de septiembre de 1985 cientos de miles de habitantes de Buenos Aires y alrededores presenciaron el paso de un objeto luminoso durante casi 12 horas. El extraño suceso fue finalmente explicado como originado en el lanzamiento de un globo estratosférico MIR francés desde Sudáfrica dos meses antes.[2]

Formaciones triangulares de ovnis Lenticulares, fueron registradas en Buenos Aires, a partir del año 1999 y durante cuatro años consecutivos el fenómeno anormal se reitero. Los análisis efectuados a las imágenes obtenidas de estos eventos extraordinarios fueron positivos, fueron realizados por fundaciones de renombre internacional y también por serios y experimentados investigadores del fenómeno ovni. [cita requerida]

Lo importante de las extrañas apariciones, es que en dos de estos cuatro eventos se registraron severos cortes de energía eléctrica en las zonas de la ciudad por donde se observaba el desplazamiento de las extrañas triangulaciones de lenticulares. El mejor registro obtenido de estas formaciones equidistantes, tal vez sea el del año 2001, que sucedió al anochecer del 26 de diciembre y fue emitido por la televisión nacional una semana después. Es posible que estas manifestaciones tengan relación con una específica época del año, y una determinada posición lunar, dado que los cuatro registros se obtuvieron con fases de luna creciente y con las elípticas más altas que se registran al año. Esto es medianamente así entre octubre y hasta diciembre.[cita requerida]

Hoy se pueden encontrar imágenes de estos eventos anómalos alojadas en más de 150 páginas de difusión digital por este medio. Varias de estas manifestaciones, precisamente las dos primeras (1999) y (2000), se pueden interpretar como lo que en el lenguaje ufológico se denomina flotillas ovni, debido a que las manifestaciones fueron producidas por decenas de ovnis que parecían estar encadenados de manera prolija, como generando geometrías complejas y siempre equidistantes. La velocidad de estos eventos es más bien de tránsito lento y orbital, aunque otras que comprendían las mismas formaciones lograban velocidades extraordinarias. La altitud aproximada del fenómeno puede oscilar entre los 10 000 y los 30 000 m.[cita requerida]

[editar] En Bolivia

Uno de los más importantes es el supuesto hallazgo de una nave extraterrestre en la región de La Mamora, Tarija, el 6 de mayo de 1978. Se piensa que una nave extraterrestre cayó a tierra en la ladera oeste del cerro El Zaire (Argentina) en la mencionada región.[3]

Se tiene registro que esa tarde un objeto humeante descendió rápidamente por el cielo y que la explosión del impacto pudo ser sentida a 60 km de distancia. Cuando las autoridades se enteraron, iniciaron una búsqueda del objeto indicando que habría sido un satélite. Un equipo de científicos estadounidenses acudieron a verificar el hecho y los informes mencionan que se llevaron un objeto a Estados Unidos, después de eso la búsqueda concluyó sin dar ninguna información sobre si el objeto había sido encontrado o no.[3]

[editar] En Brasil

En 1977 tuvo lugar el conocido incidente OVNI de Colares, en la isla homónima del estado de Pará. [4]

[editar] En Chile

Caso Valdés, Putre 1977. Una fría y oscura noche de mayo de 1977, un grupo de militares del Regimiento Huamachuco patrullaba el altiplano chileno, en las cercanías de Putre (pampa Lluscuma). La patrulla (Actualmente se reconoce que se mintió en afirmar que era patrulla [4] ) estaba comandada por el cabo Armando Valdés. Aproximadamente a las 4:00 de la madrugada se indica que uno de los guardias habría avistado y alertado a sus compañeros de una luz fluorescente que habría descendido desde el cielo estrellado y ocultado detrás de un cerro a un kilómetro de distancia. Luego, cuando se habría alistado en sus caballos para ir a ver lo sucedido, se dice que apareció una segunda luz, a sólo 500 metros, que los enfrentó. La patrulla se habría atemorizado y desconcertada se habría reunido y tratado de protegerse. En ese momento se menciona que el cabo Valdés avanzó hacia la luz y gritó: «En el nombre de Dios, identifíquense»; las que habrían sido sus últimas palabras antes de indicarse que posteriormente habría desaparecido por minutos y luego habría caído acostado, con la barba crecida, ojos desorbitados, el reloj adelantado cinco días y repitiendo la frase «Ustedes no saben quiénes somos, ni de dónde venimos, pero volveremos». [cita requerida]

Recién décadas después se ha investigado en Chile, este caso famoso, lográndose determinar que "el cabo Valdés nunca fue abducido". El propio cabo Valdés ha confesado la verdad de lo que sucedió. [5]

[editar] En Colombia

Diez días después del avistamiento hubo un temblor que sacudió al occidente del país.

  • En el 2009 el canal local citytv (Bogotá) publico un video aficionado de un ovni que sobrevoló la calle 127 de la ciudad de Bogotá en las horas de la tarde este hecho llamo la atención de muchos expertos en el tema que investigaron dicha aparición ya que en esta misma zona se han visto varias apariciones de ovnis.[6]

[editar] En España

Artículo principal: Avistamientos ovni en España

En España existen numerosos casos de ovnis documentados. Las Fuerzas Armadas Españolas los investiga a través de la instrucción confidencial IG-40-5, del Estado Mayor del Cuartel General del Ejército del Aire.[7]

  • Años más tarde, en 1851, en la población madrileña de Villaviciosa de Odón, durante la noche del 16 de mayo, se observa en el cielo una cruz luminosa que desaparece tras varios minutos de resplandor ante el asombro de las numerosas personas que la divisaron. Este incidente también fue recogido en documentos de la época. La explicación más plausible es que se tratara de un efecto óptico bastante conocido llamado halo lunar.[9]
  • El primer caso de avistamiento de un platillo volante tuvo lugar durante los primeros días de julio de 1947 en la comarca de Balazote, en Albacete, donde numerosos vecinos fueron testigos del paso de un objeto oscuro que a las siete de la tarde atravesó el cielo albaceteño. [cita requerida]
  • El 22 de junio de 1976 tuvo lugar el famoso incidente OVNI de las Islas Canarias, que duró más de 40 minutos; en este caso quedó claro que eran misiles Poseidón lanzados desde un submarino de EEUU en una prueba balística. Al igual que en los otros avistamientos de similares características que produjeron desde 1974 a 1979.[10]
  • El 11 de noviembre de 1979 se produjo el incidente OVNI de Manises o Caso Manises: un Super Carabelle de la compañía TAE volaba rumbo Tenerife desde Mallorca con 109 pasajeros a bordo. Poco después de las 23:00, el comandante Lerdo de Tejada contactó con el radar de Barcelona para pedir información sobre unas luces que ve por su izquierda a unas 4 o 5 millas (unos 9 o 10 km). Torre de control responde negativamente. El comandante decide ascender para sortear el obstáculo, sin embargo, el ovni asciende mucho más rápido que él. En un momento el objeto llega a estar a media milla (1 km) del avión. Temiendo por su seguridad, decide hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia). Posteriormente, torre de control de Barcelona llama a defensa y despega un caza Mirage F1 desde la base Los Llanos (Albacete) en misión de scranble (‘interceptar’). A los mandos iba el capitán Fernando Cámara. El caza divisó el objeto en las inmediaciones de Valencia y comenzó a seguirlo, volando en ocasiones en supersónico, sin acercarse en ningún momento. Tras casi una hora y media, el caza tuvo que regresar a la base por falta de combustible; mientras, el objeto aparecía intermitentemente en los radares de Torrejón. El incidente provocó una interpelación parlamentaria por Enrique Mugica Herzog al Ministerio de Defensa, exigiendo una explicación satisfactoria al hecho de que tres tráficos de origen desconocido permaneciesen cuatro horas en el espacio aéreo español. Una de las explicaciones más recientes de los hechos afirma que las luces vistas por la tripulación del avión el caza y los radares eran en realidad las llamaradas de las torres de combustión de la refinería de Escombreras, junto a Cartagena.[11]
Vista del complejo de Robledo de Chavela (Madrid), y su antena de 70 metros, en torno a la cual han sido frecuentes muchos avistamientos.
  • En las proximidades de las gigantescas antenas que la NASA y el INTA tienen instaladas en Robledo de Chavela, han sido numerosos los avistamientos de ovnis que se han venido sucediendo a lo largo de los años,[12] [13] especialmente en los años setenta y a principios de los ochenta. Igualmente, desde dicha estación espacial se retransmitió, en 1969, la histórica llegada del hombre a la Luna. Un rumor de alcance mundial difundió la historia de que los astronautas del Apolo 11 vieron una serie de gigantescos humanoides y de naves espaciales alrededor de cráteres al llegar al satélite. Según este mito, referido en ocasiones al Apolo 11 o al Apolo 16, se pidió a todos los periodistas que estaban en dicha estación que salieran de la sala de control durante unos minutos. La salida de los periodistas fue confirmada por algunos de ellos que estuvieron allí, entre ellos José Antonio Silva, locutor por la época de Televisión Española y piloto aeronáutico.[14] [15]
    En los programas de parapsicología de Iker Jiménez, Milenio 3, y en el antiguo Medianoche, de Antonio José Alés, ambos de la Cadena Ser se ha hablado con frecuencia sobre este tema.[cita requerida]
Sin embargo, el por aquel entonces responsable de la NASA en España y director de la estación de seguimiento de Fresnedillas, Luis Ruiz de Gopegui, dio una versión diferente y prosaica: el astronauta John Young del Apolo 16 tuvo molestias estomacales durante la misión, y los astronautas podían tener conversaciones privadas con los médicos si así lo deseaban. Cuando habló con el médico sobre sus síntomas, pidió que la conversación fuera privada, así que en las estaciones de seguimiento se pidió a los periodistas que salieran para que no oyeran la comunicación.[16] Las presuntas pruebas de que los astronautas del programa Apolo vieron ovnis en la Luna han sido rebatidas por algunos especialistas.[17] La principal prueba consistía en una señal de audio ficticia realizada por actores para un documental de broma de la televisión británica, el 20 de junio de 1977, llamado Alternativa 3. En el momento del paseo lunar del Apolo 11, las imágenes estaban siendo retransmitidas a todo el mundo por las otras dos antenas de la Red del Espacio Profundo (Goldstone y Camberra), no por la antena de Robledo de Chavela, por lo que difícilmente la salida de los periodistas tuvo que ver con supuestos ovnis. El paseo lunar del Apolo 11 puede verse íntegro en Internet, en la web del Apollo Lunar Surface Journal. Sin embargo, los detractores aducen que este paseo lunar que se puede visionar ha sido manipulado y censurado en buena parte de su metraje (véase Acusaciones de falsificación en los alunizajes del Programa Apolo).

[editar] En Uruguay

El día 20 de abril de 1995 según archivos desclasificados por el ministro Otonelli, fueron divisados en una zona uruguaya conocida como El Pinar, unos objetos voladores no identificados. Según el secretario de cartera, Egar Savio, las naves tenían un método de vuelo no convencional, lo que fue verificado por Ismael Aguirre Viejót, ex empleado de la NASA residente en Uruguay. El caso más impresionante es el de la ciudad de Cardona, Soriano. Ciertos técnicos dicen que las corrientes fluviales subterráneas atraen a las criaturas extraterrestres.[cita requerida] Aunque el gobierno uruguayo lo niega, la ONU afirma que ya hay más de 20 personas desaparecidas luego de haber tenido encuentros cercanos con ovnis.[cita requerida]

[editar] Véase también

[editar] Encuentros ovni

[editar] Otros

[editar] Referencias

[editar] Bibliografía

[editar] Enlaces externos

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Objeto_volador_no_identificado"

FILOSOFÍA15: ANTINOMIAS. Antinomia (del griego ἀντί anti-, contra, y νόμος nomos, ley) es un término empleado en la lógica y la epistemología que, en sentido laxo, significa paradoja o contradicción irresoluble.

Antinomia

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Para el movimiento herético del siglo XVI, véase Antinomismo.

Antinomia (del griego ἀντί anti-, contra, y νόμος nomos, ley) es un término empleado en la lógica y la epistemología que, en sentido laxo, significa paradoja o contradicción irresoluble.

Immanuel Kant creía que cuando la razón rebasa la experiencia posible, a menudo cae en varias antinomias, es decir, perspectivas igualmente racionales pero contradictorias. Aquí, la razón no cumple la función de establecer las verdades racionales porque rebasa la experiencia posible y se vuelve trascendente. Por ejemplo, Kant pensaba que se podía razonar a partir de la suposición de que el mundo tenía comienzo en el tiempo a la conclusión de que no lo tenía, y viceversa. Esto forma parte del programa crítico de Kant para determinar los límites de la ciencia y de la investigación filosófica.

De hecho, las antinomias no subrayan las limitaciones de los alcances del razonamiento lógico, como a menudo se cree. Esto se debe a que la conclusión de que hay una limitación se deriva (supuestamente) de la antinomia por razonamiento lógico; por lo tanto, toda limitación de la validez del razonamiento lógico impone una limitación a la conclusión de que el razonamiento lógico tiene una limitación (Éste es un argumento por autorreferencia).

En resumen, en cuanto a la validez del razonamiento lógico en su totalidad, las antinomias se aíslan solas; son como discontinuidades dispersas dentro del campo de la lógica, incapaces de poner nada en duda, salvo a sí mismas.

[editar] Véase también

[editar] Referencia

Este artículo se basó originalmente en material del Free On-line Dictionary of Computing y se usa con permiso conforme a la GFDL.

FILOSOFÍA15: LA RETÓRICA DE ARISTÓTELES. Aristotle's Rhetoric is an ancient Greek treatise on the art of persuasion, dating from the 4th century BC. In Greek, it is titled ΤΕΧΝΗ ΡΗΤΟΡΙΚΗ, in Latin Ars Rhetorica. In English, its title varies: typically it is titled Rhetoric, the Art of Rhetoric, or a Treatise on Rhetoric.

Rhetoric (Aristotle)

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Aristotle's Rhetoric is an ancient Greek treatise on the art of persuasion, dating from the 4th century BC. In Greek, it is titled ΤΕΧΝΗ ΡΗΤΟΡΙΚΗ, in Latin Ars Rhetorica. In English, its title varies: typically it is titled Rhetoric, the Art of Rhetoric, or a Treatise on Rhetoric.

Contents

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Background

Aristotle is generally credited with developing the basics of the system of rhetoric that "thereafter served as its touchstone",[1] influencing the development of rhetorical theory from ancient through modern times. The Rhetoric is regarded by most rhetoricians as "the most important single work on persuasion ever written."[2] Gross & Walzer concur, indicating that, just as Whitehead considered all Western philosophy a footnote to Plato, "all subsequent rhetorical theory is but a series of responses to issues raised" by Aristotle's Rhetoric.[3] This is largely a reflection of disciplinary divisions, dating back to Peter Ramus's attacks on Aristotlean rhetoric in the late 16th century[4] and continuing to the present.[5]

Like the other works of Aristotle that have survived from antiquity, the Rhetoric seems not to have been intended for publication, being instead a collection of his students' notes in response to his lectures. The treatise shows the development of Aristotle's thought through two different periods while he was in Athens, and illustrates Aristotle's expansion of the study of rhetoric beyond Plato's early criticism of it in the Gorgias (ca. 386 BC) as immoral, dangerous, and unworthy of serious study.[6][7] Plato's final dialogue on rhetoric, the Phaedrus (ca.370 BC), offered a more moderate view of rhetoric, acknowledging its value in the hands of a true philosopher (the "midwife of the soul") for "winning the soul through discourse." This dialogue offered Aristotle, first a student and then a teacher at Plato's Academy, a more positive starting point for the development of rhetoric as an art worthy of systematic, scientific study.

The Rhetoric was developed by Aristotle during two periods when he was in Athens, the first between 367 to 347 BC (when he was seconded to Plato in the Academy), and the second between 335 to 322 BC (when he was running his own school, the Lyceum)

The study of rhetoric was contested in classical Greece, with the Sophists on one side and Socrates, Plato, and Aristotle on the other. Socrates, Plato and Aristotle saw rhetoric and poetry as tools that were too often used to manipulate others by trading on emotion and neglecting facts. They particularly accused the sophists, including Gorgias and Isocrates, of this. Plato, in particular, laid the blame for the arrest and death of Socrates at the feet of sophistical rhetoric. In stark contrast to the emotional rhetoric and poetry of the sophists was a rhetoric grounded in philosophy and the pursuit of knowledge or enlightenment. One of the most important contributions of Aristotle's approach was that he identified rhetoric as one of the three key elements of philosophy, along with logic and dialectic. Indeed, the first line of the Rhetoric is "Rhetoric is the counterpoint of Dialectic." Logic, to Aristotle, is the branch of philosophy concerned with reasoning to reach scientific certainty while dialectic and rhetoric are concerned with probability and thus are the branches of philosophy best suited to human affairs. Dialectic is a tool for philosophical debate; it is a means for skilled audiences to test probable knowledge in order to learn. Rhetoric is a tool for practical debate; it is a means for persuading a general audience using probable knowledge to resolve practical issues. Dialectic and rhetoric together create a partnership for a system of persuasion based on knowledge instead of manipulation of emotion.

English translation

Most English readers in the 20th century relied on four translations of the Rhetoric. The first, by Richard C. Jebb, was published in 1909.[8] The next two translations were published in 1924. John H. Freese's translation was published as a part of the Loeb Classical Library[9] while W. Rhys Roberts' was published as a part of the Oxford University series of works in the Classics. Roberts' translation was edited and republished in 1954.[10] The 1954 edition is widely considered the most readable of these translations and is widely available online. The fourth standard translation, by Lane Cooper, came out in 1932.[11]

Not until the 1990s did another major translation of the Rhetoric appear. Published in 1991 and translated by George A. Kennedy, a leading classicist and rhetorician,[12] this work is notable for the precision of its translation and for its extensive commentary, notes, and references to modern scholarship on Aristotle and the Rhetoric. It is generally regarded today as the standard scholarly resource on the Rhetoric.[13]

Neo-Aristotelean Theory

Rhetorical theory and criticism in the first half of the 20th century was dominated by neo-Aristotelian criticism, the tenets of which were grounded in the Rhetoric and summed up most clearly in 1925 by Herbert Wichelns.[14] The dominance of neo-Aristotelian criticism was "virtually unchallenged until the 1960s" and even now is considered not only as one of many approaches to criticism, but as fundamental for understanding other theoretical and critical approaches as they "developed largely in response to [its] strengths and weaknesses."[15]

Overview Of Book I

The Rhetoric consists of three books. Book I offers a general overview, presenting the purposes of rhetoric and a working definition; it also offers a detailed discussion of the major contexts and types of rhetoric. Book II discusses in detail the three means of persuasion that an orator must rely on: those grounded in credibility (ethos), in the emotions and psychology of the audience (pathos), and in patterns of reasoning (logos). Book III introduces the elements of style (word choice, metaphor, and sentence structure) and arrangement (organization). Some attention is paid to delivery, but generally the reader is referred to the Poetics for more information in that area.[16]

Book One

Chapter One – Aristotle first defines rhetoric as the counterpart (antistrophos) of dialectic (Bk. 1:1:1-2). He explains the similarities between the two but fails to comment on the differences. Here he introduces the term enthymeme (Bk. 1:1:3). This chapter is inconsistent with what follows in the others however.

Chapter Two – Aristotle’s famous definition of rhetoric is viewed as the ability in any particular case to see the available means of persuasion. He defines pisteis as atechnic (inartistic) and entechnic (artistic). Of the pisteis provided through speech there are three parts: ethos, pathos, and logos. He introduces paradigms and syllogisms as means of persuasion.

Chapter Three – Introduces the three genres of rhetoric: deliberative, forensic, epideictic. Here he also touches on the “ends” the orators of each of these genres hope to reach with their persuasions – which are discussed in further detail in later chapters (Bk. 1:3:5-7).

Chapter Four – Aristotle discusses the types of political topics of deliberative rhetoric. The five most common are finance, war and peace, national defense, imports and exports, and the framing of laws.

Chapter Five – Aristotle discusses the different ethical topics of deliberative rhetoric. Aristotle identifies the goal of human action with “happiness” and describes the many factors contributing to it (Bk. 1:5:5-18).

Chapter Six – This is a continuation of Chapter Five, explaining in greater detail the stoikhea (elements) of the “good” described in the previous chapter.

Chapter Seven – Introduces the term koinon of degree. Discusses the ‘ends’ of deliberative rhetoric in relation to the greater good or more advantageous.

Chapter Eight – Aristotle defines and discusses the four forms of poleteia (constitution) useful in deliberative rhetoric: democracy, oligarchy, aristocracy, and monarchy.

Chapter Nine – This chapter discusses the virtues and concepts of to kalon (the honorable) included in epideictic rhetoric. Aristotle describes what makes certain topics appropriate or worthy for praise or blame. He also states that it is important to highlight certain traits of the subject of praise.

Chapter Ten – Discusses what syllogisms should be derived from kategoria (accusations) and apologia (defenses) for judicial rhetoric. Also introduces the wrongdoing, which is useful for judicial rhetoric.

Chapter Eleven – This chapter discusses the many different types of hedone (pleasure) useful for judicial rhetoric. Aristotle states these as the reasons for people doing wrong.

Chapter Twelve – This chapter, also about judicial rhetoric, discusses people’s dispositions of mind and whom people wrong from the hedone discussed in the previous chapter. Aristotle emphasizes the importance of willingness, or intentions, of wrongdoings.

Chapter Thirteen – Aristotle classifies all acts that are just and unjust defined in judicial rhetoric. He also distinguishes what kinds of actions are fair and unfair with being just.

Chapter Fourteen – This chapter parallels the koinon described in Chapter Seven. Aristotle is clarifying the magnitude in relation to questions of “wrongdoing” meant for judicial rhetoric.

Chapter Fifteen – Aristotle is summarizing the arguments available to a speaker in dealing with evidence that supports or weakens a case. These atechnic pisteis contain laws, witnesses, contracts, tortures, and oaths.

Overview of Book II

Book II of Aristotle’s Rhetoric generally concentrates on ethos and pathos, and as noted by Aristotle, both affect judgment. Specifically, Aristotle refers to the effect of ethos and pathos on an audience since a speaker needs to exhibit these modes of persuasion before that audience.

Chapter 1: Introduction In Chapter 1, Aristotle notes that emotions cause men to change their opinion in regard to their judgments. As such, emotions have specific causes and effects (Book 2.1.2-3). Thus, a speaker can employ his understanding as a stimulus for the sought emotion from an audience. However, Aristotle states that along with pathos, the speaker must also exhibit ethos, which for Aristotle encompasses wisdom (phronesis), virtue (arête), and good will (eunoia) (Book 2.1.5-9).

Chapters 2-11: Efficacious Emotions for Speakers in All Genres of Rhetoric Chapters 2-11 explore those emotions useful to a rhetorical speaker. Aristotle provides an account on how to arouse these emotions in an audience so that a speaker might be able to produce the desired action successfully (Book 2.2.27). Aristotle arranges the discussion of the emotions in opposing pairs, such as anger and calmness or friendliness and enmity. For each emotion, Aristotle discusses the person’s state of mind, against whom one directs the emotion, and for what reasons (Book 2.1.9). It is pertinent to understand all the components in order to stimulate a certain emotion within another person. For example, to Aristotle, anger results from the feeling of belittlement (Book 2.2.3-4). Those who become angry are in a state of distress due to a foiling of their desires (Book 2.2.9). The angry direct their emotion towards those who insult the latter or that which the latter values. These insults are the reasoning behind the anger (Book 2.2.12-27). In this way, Aristotle proceeds to define each emotion, assess the state of mind for those experiencing the emotion, determine to whom people direct the emotion, and reveal their reasoning behind the emotion. The significance of Aristotle’s analysis stems from his idea that emotions have logical grounding and material sources.

Chapters 12-17: Ethos: Adapting the Character of the Speech to the Character of the Audience George A. Kennedy in On Rhetoric: A Theory of Civic Discourse remarks that ethos predominantly refers to the “moral character” of actions and mind. On page 148, Kennedy reveals the purpose of chapters 12-17 as a demonstration to the speaker of “how his ethos must attend and adjust to the ethos of varied types of auditor if he is to address them successfully.”[17] As seen in the chapters explaining the various emotions, in chapters 12-17 Aristotle focuses on the necessary means of successfully persuading an audience. Yet, in these chapters, Aristotle analyzes the character of different groups of people so that a speaker might adjust his portrayed ethos in order to influence the audience. First, he describes the young as creatures of desire, easily changeable and swiftly satisfied. The young hate to be belittled because they long for superiority (Book 2.12.1-15). According to Aristotle, the old are distrustful, cynical, and small-minded for unlike the young their past is long and their future short (Book 2.13.1-5). The old do not act on a basis of desire but rather act for profit (Book 2.13.13-14). Those in the prime of life represent the mean to Aristotle, possessing the advantages of both old and young without excess or deficiency (Book 2.14.1). One of good birth, wealth, or power has the character of a lucky fool, a character in which insolence and arrogance breed if these good fortunes are not used to one’s advantage (Book 2.15-17).

Chapters 18-26: Dialectical Features of Rhetoric Common to All Three Genres Although Book II primarily focuses on ethos and pathos, Aristotle discusses paradigm and enthymeme as two common modes of persuasion. There exist two kinds of paradigm: comparisons, referencing that which has happened before, and fables, inventing an illustration (Book 2.20.2-3). Maxims, or succinct, clever statements about actions, serve as the conclusion of enthymemes (Book 2.1-2). In choosing a maxim, one should assess the audience views and employ a fitting maxim (Book 2.21.15-16). Amplification and deprecation, although not elements of an enthymeme, can contribute to refuting an opponent’s enthymeme or revealing a falsehood by exposing it as just or unjust, good or evil, etc. Aristotle also mentions the koina, fallacious enthymemes, and lysis (the refutation of an opponent’s enthymeme). In all of these techniques, Aristotle considers popular wisdom and audiences as a central guide. Thus, the speaker’s effect on the audience serves as a key theme throughout Book II.

Book II ends with a transition to Book III. The transition concludes the discussion of pathos, ethos, paradigms, enthymemes, and maxims so that Book III may focus on delivery, style, and arrangement.

Overview of Book III

Book III of Aristotle’s Rhetoric is often overshadowed by the first two books. While Books I and II are more systematic and address ethos, logos, and pathos, Book III is often considered a conglomeration of Greek stylistic devices on rhetoric. However, Book III contains informative material on lexis (style) which refers to the “way of saying” (in Chapters 1-12) and taxis, which refers to the arrangement of words (in Chapters 13-19).

Chapters 1-12: Style (lexis)

  • Chapter 1- Summarizes Aristotle’s Book I and Book II and introduces the term hypokrisis (pronuntiatio). Aristotle argues that voice should be used to most accurately represent the given situation as exemplified by poets (Bk. 3 1:3-4).
  • Chapter 2- Highlights arête, which is defined as virtue or excellence. When applied to rhetoric, arête means natural rather than forced or artificial (Bk. 3 2:1-4). Metaphors are also addressed as a skill that cannot be taught and should bestow “verbal beauty” (Bk. 3 2:6-13).
  • Chapter 3- Deals with “frigid” language. This occurs when one uses elaborate double words, archaic, and rare words, added descriptive words or phrases, and inappropriate metaphors (Bk. 3 3:1-4).
  • Chapter 4- Discusses another figurative part of speech, the simile (also known as an eikon). Similes are only occasionally useful in speech since they are poetic and how similar there actually are to a metaphor.
  • Chapter 5- Addresses how to speak properly by using connectives, calling things by their specific name, avoiding terms with ambiguous meanings, observing the gender of nouns, and correctly using singular and plural words (Bk. 3 5:1-6).
  • Chapter 6- Gives practical advice on how to amplify language by using Onkos (expansiveness) and syntomia (conciseness). Not using the term circle, but giving its definition, would exemplify onkos, and using the word as the definition would exemplify syntomia (Bk.3 5:1-3).
  • Chapter 7- Aristotle expands on the use of appropriate style in addressing the subject. “Lexis will be appropriate if it expresses emotion and character and is proportional to the subject matter.” Aristotle stresses emotion, credibility, genus (like age), and moral state as important considerations (Bk. 3 7:1-6).
  • Chapter 8- Rhythm should be incorporated into prose to make it well “rhythmed” but not to the extent of a poem (Bk.3 8:3-7).
  • Chapter 9- Looks at periodic style and how it should be seen as a rhythmical unit and used to complete a thought to help understand meaning (Bk.3 9:3-4).
  • Chapter 10- Aristotle further highlights the metaphor and addresses how it brings about learning and enables visualization (Bk. 3 10:1-6).
  • Chapter 11- Explains why devices of style can defamiliarize language. Aristotle warns that it is inappropriate to speak in hyperbole (Bk. 3 11:15).
  • Chapter 12- The three genres of oral and written language are deliberative, judicial, and epideictic, all of which are written by logographoi (speech writers) who are each skilled at different types of speeches. This transitions into the next section of chapters on taxis.

Chapters 13-19: Taxis

  • Chapter 13- Covers the necessary parts of a speech which include the prosthesis (which is the statement of the proposition) and then the pistis (which is the proof of the statement), along with the prooemium (introduction) and epilogue (Bk.3 13:1-4).
  • Chapter 14- Discusses the prooemiun (introduction), which demonstrates how the introduction should be used in both epideictic and judicial speeches. Both have the main goal of signaling the end of the speech (Bk. 3 14:1-11).
  • Chapter 16- Diēgēsis or narration is discussed and demonstrates how one must work through an argument by using logos. Narration differs in epideictic, judicial, and deliberative narratives.
  • Chapter 17- Looks at the pistis or the proof in an oration, and how it varies in each type of speech.
  • Chapter 18- Erotēsis, also known as interrogation referred to asking and demanding responses in trials during Aristotle’s time. It is seen as, “most opportune when an opponent has said one thing and when if the right question is asked, an absurdity results,” (Bk. 3 19:1).
  • Chapter 19- Fittingly, Aristotle’s final chapter in Book III discusses epilogues, which are the conclusion of speeches and must include four things: “disposing the hearer favorably toward the speaker and unfavorably to the opponent, amplifying and minimizing, moving the hearer into emotional reactions, and giving reminder of the speech’s main points” (Bk. 3 19:1-4).

Scholars are turning to Book III once again to develop theories about Greek style and its contemporary relevance.[18]

Notes

  1. ^ Bizzell, P. & Bruce Herzberg. (2000). The Rhetorical Tradition: Readings from Classical Times to the Present. NY: Bedford/St. Martin's. p.3.
  2. ^ Golden, James L., Goodwin F. Berquist, William E. Coleman, Ruth Golden, & J.Michael Sproule (eds.). (2007). The rhetoric of Western thought: From the Mediterranean world to the global setting, 9th ed. Dubuque, IA (USA): p.67.
  3. ^ Gross, Alan G. & Arthur E. Walzer. (2000). Rereading Aristotle's Rhetoric. Carbondale, IL (USA): Southern Illinois University Press: p.ix. Gross & Walzer further say that "There is no comparable situation in any other discipline: No other discipline would claim that a single ancient text so usefully informs current deliberations on practice and theory."(p.x).
  4. ^ Murphy, John J. (1983). "Introduction, " Peter Ramus, Arguments in Rhetoric against Quintilian. C.Newlands (trans.), J.J.Murphy (ed.). DeKalb IL (USA): Univ. of Illinois Press.
  5. ^ Gross & Walzer,2000, p.ix.
  6. ^ Griswold, Charles. "Plato on Rhetoric and Poetry", Stanford Encyclopedia of Philosophy, December 22, 2003.
  7. ^ Gorgias, 465a, Perseus Project.
  8. ^ Jebb, Richard C. (trans.) (1909). The Rhetoric of Aristotle. Cambridge: University Press.
  9. ^ Freese, John H.(trans.) (1924). Aristotle, The Art of Rhetoric. With Greek text. Cambridge: Loeb Classical Library/Harvard University Press.
  10. ^ Roberts, W.Rhys (trans). (1924). Rhetorica: The Works of Aristotle, Vol.11. Oxford: Clarendon Press. Rpt. 1954 in Aristotle, "Rhetoric" and "Poetics" (trans. Roberts & Ingram Bywater). New York: Modern Library.
  11. ^ Cooper, Lane (trans). (1932/1960). The Rhetoric of Aristotle. New York: Appleton-Century-Crofts.
  12. ^ Kennedy, George A. (trans./ed.). 1991. Aristotle 'On Rhetoric': A Theory of Civic Discourse. New York/Oxford: Oxford University Press.
  13. ^ van Noorden, Sally. "A translation of Aristotle's Rhetoric," The Classical Review, 1993, 43.2, pp. 251-252.
  14. ^ Wichelns, H. (1925/1958). 'The Literary Criticism of Oratory' in D.C.Bryant (ed.) The Rhetorical Idiom: Essays in Rhetoric, Oratory, Language, and Drama. D.C.Bryant (ed.). Rpt. Ithaca NY (USA): Cornell University Press. p.5-42.
  15. ^ Foss, Sonja J. (1989). Rhetorical criticism: Exploration and practice. Prospect Heights IL (USA): Waveland Press. p.71 & 75.
  16. ^ Corbett, 1984, pp.v-xxvi.
  17. ^ Aristotle. On Rhetoric: A Theory of Civic Discourse. Trans. George A. Kennedy. 2nd ed. New York: Oxford University, 2007. Print.
  18. ^ Graff, Richard. Prose versus Poetry in Early Greek Theories of Style. Rhetorica, Vol. 23, No. 4 (Autumn, 2005), pp. 303-335. University of California Press. http://www.jstor.org/stable/20135896

See also

Further reading

  • Translation of Rhetoric by W. Rhys Roberts
  • Perseus Project Rh.1.1.1
  • Aristotle's Rhetoric entry by Christof Rapp in the Stanford Encyclopedia of Philosophy
  • Allen, Danielle S. Talking to Strangers: Anxieties of Citizenship since Brown v. Board of Education. Chicago: University of Chicago Press, 2004.
  • Bizzell, P. & Bruce Herzberg. (2000). The Rhetorical Tradition: Readings from Classical Times to the Present. NY: Bedford/St. Martin's. p. 3.
  • Garver, Eugene. Aristotle's Rhetoric: An Art of Character. The University of Chicago Press, 1995.
  • Golden, James L., Goodwin F. Berquist, William E. Coleman, Ruth Golden, & J.Michael Sproule (eds.). (2007). The rhetoric of Western thought: From the Mediterranean world to the global setting, 9th ed. Dubuque, IA (USA).
  • Kennedy, George A. Aristotle, on Rhetoric: A Theory of Civic Discourse. NY/Oxford: Oxford University Press, 1991.
  • Audiobook version of Aristotle's Rhetoric (Public domain. Translated by Thomas Taylor)

FILOSOFÍA15: LA RETÓRICA. La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética del mismo, añadida a su finalidad comunicativa.

Retórica

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Para otros usos de este término, véase Retórica (desambiguación).

La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética del mismo, añadida a su finalidad comunicativa.

Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica, donde se entendía, en palabras de los tratadistas clásicos, como el ars bene dicendi, esto es, la técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario (etimológicamente, la palabra es un helenismo que proviene del griego ρητορική [τέχνη], «rhetorikè (téchne)»).

La retórica se configura como un sistema de reglas y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos.

Contenido

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[editar] Definición

En principio, la retórica se ocupó de la lengua hablada, pero su saber trascendió al discurso escrito e influyó poderosamente en la literatura cuando la palabra escrita ganó prestigio en el régimen imperial en Roma, si bien el discurso escrito suele considerarse como una transcripción limitada o imitación estrecha del discurso oral. En la actualidad, la retórica ha vivido un gran resurgimiento y sus enseñanzas se utilizan en publicidad, la academia, la política, así como en la defensa de puntos de vista durante los juicios civiles. Por otro lado, gracias a las nuevas tecnologías audiovisuales podemos hablar de una retórica de la imagen, ya que mediante una imagen o vídeo podemos hablar sobre algo utilizando figuras retóricas (metáfora, metonimia, prosopopeya, personificación, etc.).

La retórica ocupó un lugar importante en el sistema educativo antiguo y medieval, y hasta el romanticismo su significación fue crucial dentro de las disciplinas humanísticas.

Son tres procesos complementarios los que conformaban el aprendizaje de la retórica: el estudio de los preceptos, la imitación de modelos y la práctica personal.

[editar] La composición del discurso

La elaboración del discurso verbal y su exposición ante un auditorio son aspectos que exigen la atención a cinco dimensiones que se complementan entre sí:

  • En tanto que estructura lingüística, el discurso está conformado por la inventio, la dispositio y la elocutio;
  • En tanto actividad oral, el discurso está configurado por la memoria y la actio.

[editar] Inventio (o invenio)

La finalidad de esta fase es establecer los contenidos del discurso. El término inventio procede del latín invenire que a su vez procede del griego εὒρεσις que significa "hallazgo", pues de lo que se trata es de que el orador seleccione, halle, en un repertorio prefijado de temas aquellos que son los más adecuados a su exposición. Se trata, mentalmente hablando, de invenire ("hallar") en la memoria, llena de topoi o loci ("tópicos" o "lugares" comunes) las ideas propias o heredadas de la sociedad en general, susceptibles de ser utilizadas en el discurso.

La tipología del tópico retórico incluye los siguientes elementos: persona, cosa, lugar, instrumento, causa, modo, tiempo, comparación y argumentación, a los que habrá que añadirse el tópico literario, en el caso de obras literarias.

[editar] Dispositio

Este término latino es una traducción del concepto de la retórica griega conocido como τἀξις que quiere decir "disposición". La finalidad de esta parte de la preparación discursiva es la organización de los elementos de la inventio en un todo estructurado. Son relevantes a este respecto el número de partes del discurso y su orden de aparición.

  • En cuanto a las partes, los discursos pueden presentar una estructura bipartita (en la que las dos partes mantienen una tensión recíproca dentro del conjunto) o tripartita (en la que se supone un desarrollo lineal con principio, medio y fin).

La estructuración tripartita, la más frecuente, consta de un exordium o parte inicial que tiene por objeto captar la atención (el interés o favor) del oyente (captatio benevolentiae) e indicar a este la estructuración del discurso; una parte media con narratio (exposición del asunto y tesis del orador al respecto) y argumentatio (con las razones que sustentan dicha tesis); y, finalmente, una peroratio o recapitulación de lo dicho con apelaciones al auditorio.

[editar] La estructura del discurso

El exordio busca hacer al auditorio benévolo, atento y dócil. Su función es señalizar que el discurso comienza, atraer la atención del receptor, disipar animosidades, granjear simpatías, fijar el interés del receptor y establecer el tema, tesis u objetivo.

La proposición es una enunciación breve y clara del tema que se va a tratar.

La división es la enumeración de las partes de que va a tratar el discurso.

La narratio, desarrollo o exposición es la parte más extensa del discurso y cuenta los hechos necesarios para demostrar la conclusión que se persigue. Si el tema presenta subdivisiones, es preciso adoptar un orden conveniente (partitio o divisio). En la partitio tenemos que despojar al asunto de los elementos que no conviene mencionar y desarrollar y amplificar aquellos que sí conviene.

La argumentación es la parte donde se aducen las pruebas que confirman la propia posición revelada en la tesis de la exposición (confirmatio o probatio) y se refutan las de la tesis que sostiene la parte contraria (refutatio o reprehensio), dos partes que Quintiliano considera independientes, de forma que para él el discurso forense tendría cinco. La confirmación exige el empleo de argumentos lógicos y de las figuras estilísticas del énfasis. También es un lugar apropiado para el postulado o enunciado sin prueba, siempre que no debilite nuestra credibilidad, para lo cual hay que recurrir al postulado no veraz pero plausible (hipótesis), a fin de debilitar al adversario desorientando su credibilidad; lo mejor en ese caso es sugerirlo y no decirlo. Se recurre a una «lógica retórica» o dialéctica que no tiene que ver con la lógica científica, pues su cometido no es hallar la verdad sino convencer. Se funda más en lo verosímil que en lo verdadero, de ahí su vinculación con la demagogia. Para los discursos monográficos enfocados a la persuasión, convienen las estructuras gradativas ascendentes. En el caso del discurso periodístico, la tendencia del lector a abandonar al principio recomienda el uso de la estructura opuesta: colocar lo más importante al principio. La retórica clásica recomienda para los discursos argumentativos monográficos el orden nestoriano, el 2,1,3: esto es, en primer lugar los argumentos medianamente fuertes, en segundo lugar los más flacos y débiles y en último lugar los más fuertes.

La peroración es la parte destinada a inclinar la voluntad del oyente suscitando sus afectos, recurriendo a móviles éticos o pragmáticos y provocando su compasión (conquestio o conmiseratio) y su indignación (indignatio) para atraer la piedad del público y lograr su participación emotiva, mediante recursos estilísticos patéticos; incluye lugares de casos de fortuna: enfermedad, mala suerte, desgracias… Resume y sintetiza lo que fue desarrollado para facilitar el recuerdo de los puntos fuertes y lanzar la apelación a los afectos; es un buen lugar para lanzar un elemento nuevo, inesperado e interesante, el argumento-puñetazo que refuerce todos los demás creando en el que escucha una impresión final positiva y favorable.

[editar] Los argumentos

Existen tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un discurso: los relativos al ethos, al pathos y al logos.

  • Argumentos ligados al ethos: son de orden afectivo y moral y atañen al emisor del discurso; son, en suma, las actitudes que debe tomar el orador para inspirar confianza a su auditorio. Así, debe mostrarse:
    • Sensato y fiable: esto es, capaz de dar consejos razonables y pertinentes.
    • Sincero: no debe disimular lo que piensa o lo que sabe.
    • Simpático: debe mostrar que está preparado a ayudar a su auditorio.
  • Argumentos ligados al pathos: de orden puramente afectivo y ligados fundamentalmente al receptor del discurso. Según Aristóteles, estos argumentos se basan en suscitar ira (ὀργή), calma (πραότης), odio(μίσος), amistad (φιλία), miedo (φόβος), confianza (θάρσος), vergüenza (αἰσχύνη), indignación (τὸ νεμεσάν), agradecimiento (χάρις), compasión (ἐλείνος) y envidia (φθόνος) por las virtudes de otro (ζήλος)[1]
  • Argumentos ligados al logos: argumentos ceñidos al tema y mensaje mismo del discurso; se entra aquí en el dominio propiamente de la Dialéctica y se utilizan sobre todo los deductivos y los analógicos.

El orden de las partes puede ser naturalis o artificialis. El ordo naturalis es el que respeta la propia naturaleza del discurso sin alteraciones intencionadas o el que sigue la tradición; el ordo artificialis, por el contrario, altera el orden habitual de las partes (por ejemplo, empezar una historia no por el principio sino en un momento ya avanzado de la misma, esto es, in medias res).

[editar] Elocutio

La elocutio afecta al modo de expresar verbalmente de manera adecuada los materiales de la inventio ordenados por la dispositio. En la actualidad, la elocutio es lo que se denomina estilo.

La elocutio se manifiesta a través de dos aspectos: las cualidades y los registros.

  • Las cualidades elocutivas son tres: puritas, perspicuitas y ornatus.
La puritas es la corrección gramatical en la expresión lingüística, que busca, sobre todo, evitar el barbarismo o palabra incorrecta y el solecismo o construcción sintáctica errónea.La perspicuitas es el grado de comprensibilidad del discurso, que se opone a la obscuritas.El ornatus tiene por objeto embellecer el discurso con el uso de las distintas figuras literarias. Se trata del principal constituyente del ornatus pues en torno a él giran todos los elementos de la configuración estilística. Consta de dos formantes básicos: la elección de palabras (véase: tropos y figuras) y su combinación (compositio).
  • Los registros de la elocución (genera elocutionis) son modalidades estilísticas que dependen de la combinación de las cualidades elocutivas. Se pueden identificar varios pero tradicionalmente se habla de tres modelos básicos:
El genus humile o estilo llano tiene por objeto la enseñanza; se caracteriza por la puritas y la perspicuitas, y un ornatus poco desarrollado.El genus medium o estilo medio pretende deleitar; se caracteriza por una mayor presencia del ornatus que en el anterior.El genus sublime o estilo elevado busca conmover y las cualidades elocutivas están presentes en grado máximo.
[editar] La compositio

La compositio analiza la estructura sintáctica y fónica de los enunciados, esto es, sus constituyentes y sus distintas posibilidades de distribución en el discurso. Así, se distinguen la compositio sintáctica (centrada en la oración y sus partes) y la compositio fonética (centrada en la combinación de palabras en la oración por razones fonéticas).

  • La compositio sintáctica: se distinguen dos tipos de estilo: el estilo suelto o seguido y el estilo periódico o periodo.

La primera diferencia entre ambos es de tipo estructural y lógico-semántica: en el periodo existe una estructura periódica que presenta varias partes con autonomía argumentativa para cada una de ellas; en cambio, en el estilo suelto no existe esa estructuración, de forma que las ideas se suceden hasta llegar a la conclusión.

La segunda diferencia es de orden rítmico: en el periodo hay que tener en cuenta el numerus (el correlato en latín del metro en poesía, que se basaba en las cantidades vocálicas), mientras que en el estilo suelto esto es irrelevante.

[editar] Memoria

La memorización del discurso elaborado depende de dos tipos de memoria según los tratadistas clásicos: la memoria naturalis (la innata) y la memoria artificiosa, que implica una serie de procedimientos mnemotécnicos para facilitar el recuerdo.

[editar] Actio

También llamada pronuntiatio, se ocupa de la declamación del discurso, prestando atención a la modulación de la voz y de los gestos, que debe estar en consonancia con el contenido del mismo.

[editar] Los géneros oratorios

Existen tres géneros de discursos de oratoria: el genus iudiciale (género judicial), el genus deliberativum (género deliberativo o forense) y el genus demonstrativum (género demostrativo o epidíctico).[2]

  • El genus iudiciale es el que corresponde a las exposiciones realizadas ante un juez con el objetivo de acusar o defender, respecto de un asunto del pasado, una causa planteada en término de justicia frente a injusticia. Sus polos son acusación y defensa
  • El genus deliberativum es el que corresponde a los discursos pronunciados ante una asamblea; el orador pretende aconsejar o disuadir en términos de utilidad. Frente a la género judicial, que se centra en acontecientos pasados, el tema de los discurso deliberativos es cómo afrontar en el futuro un determinado asunto.
  • El genus demonstrativum se centra en individuos particulares a los que se trata de alabar o denostar ante un público; se ocupa de hechos pasados y se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o vituperándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, el encomio y el denuesto o vituperio.

Además de estos tres géneros, existen siete especies (εἲδη): la suasoria(προτρεπτικόν), disuasoria (ἀποτρεπτικόν), laudatoria (ἐγκωμιαστικόν), vituperadora (ψητικόν), acusatoria (κατηγορικόν), exculpatoria (ἀπολιγικόν) y la indagatoria (ἐξεταστικόν).[3] Estas especies están presentes en los tres géneros. En el deliberativo, puesto que se busca convencer al auditoriο de una determinada tesis, las más frecuentes son la suasoria y la disuasoria. En el judicial, en el que hay que defenderse de acusaciones o realizarlas, predominan las especies acusatoria y exculpatoria y en el epidíctico, que sirve para reforzar los valores de una comunidad, la laudatoria y la vituperadora. Aunque predοminen más en determinados discursos, las siete especies están en los tres géneros. En un discurso deliberativo se puede utilizar la especie acusatoria y la vituperadora, por ejemplo, el político que propone una ley puede acusar a su rival de algo o hacerle un vituperio con el fin de desacreditarlo. De la misma manera, en el discurso judicial son frecuentes las especies vituperadora y laudatoria. Un caso muy conocido es el discurso de Ciceron Pro Archias Poeta en el que hay un extenso elogio de la poesía.

En la Edad Media se añadieron a los anteriores las llamadas artes: ars praedicandi (sobre la técnica de elaborar sermones), ars dictandi (o ars dictaminis, sobre el arte de escribir cartas) y las ars poetriae (preceptos gramaticales, métricos y retóricos para escribir poesía).

[editar] Historia de la retórica

[editar] La Atenas clásica

[editar] Fuentes para el estudio

Podemos conocer la retórica ateniense a través de los discursos que dejaron grandes oradores como Demóstenes, Lisias o Isócrates. Heródoto y Tucídides en su obras sobre historia, además de sucesos, también escribieron discursos pronunciados por personajes históricos como Alcibíades, Jerjes o Pericles.

Desde el punto de vista teórico las fuentes más importantes son la Retórica a Alejandro escrita por Anaxímenes de Lámpsaco y la Retórica de Aristóteles. La primera obra consiste en una serie de preceptos sobre como hablar elocuentemente. La segunda obra tiene un planteamiento más filosófico. Frente a la Retórica a Alejandro que es de carácter práctico, la Retórica de Aristóteles es de carácter teórico.

En la Atenas Clásica no existe una distinción clara entre la Retórica y la Filosofía. Por este motivo, hay que tener muy en cuenta esta última disciplina. La Tragedia y la Comedia, muy ligadas a lo político, son también importantes para conocer la retórica en la Atenas Clásica.

[editar] Orígenes

Los primeros maestros que se dedicaron a esta disciplina fueron de allí, Córax de Siracusa, primero en escribir un tratado sobre el tema, y su discípulo Tisias, que lo divulgó. Las figuras de estos dos primeros maestros de retórica son bastante oscuras. Ningún escrito de ellos ha llegado hasta nuestros días. Se conoce su existencia por menciones de rétores posteriores. Hay una teoría que defiende que Tisias y Córax eran una sola persona y no dos. Según esta teoría, el primer rétor de la antigüedad se llamaría Tisias, el Corax o dicho de otra forma, Tisias el cuervo. (κόραξ,κόρακος significaba en griego antiguo cuervo)[4] Esa elocuencia vino a transformarse rápidamente en objeto de enseñanza y se transmitió al Ática por comerciantes que comunicaban Siracusa y Atenas.

[editar] Fundamentos filosóficos

La retórica demostró pronto su utilidad como instrumento político en el régimen democrático, siglo V a. C., divulgada por profesores conocidos como sofistas, entre los cuales los más conocidos fueron Protágoras de Abdera y Gorgias. Para estos maestros de retórica que fueron también filósofos, no existe una única verdad y con el lenguaje sólo se pueden expresar cosas verosímiles (τὸ εἰκός). Valoraban mucho el poder que tenía la palabra (λὀγος) que según Gorgias es un gran soberano que con un cuerpo muy pequeño e imperceptible realiza obras de naturaleza divina.[5]

Esta filosofía fue muy criticada por Platón. Tanto para Platón como para su maestro Sócrates, la esencia de la filosofía reposaba en la dialéctica: la razón y la discusión conducen poco a poco al descubrimiento de importantes verdades. Platón pensaba que los sofistas no se interesaban por la verdad, sino solamente por la manera de convencer, así que rechazó la palabra escrita y buscó la interlocución personal, y el método fundamental del discurso pedagógico que adoptó fue el del diálogo entre maestro y alumno. Pero el gran maestro de la retórica griega fue Isócrates. Pensaba que la retórica era un plan de formación integral de la persona que servía para crear ciudadanos modélicos; con su sistema de enseñanza, precursor del Humanismo, pretendía la regeneración ética y política de la sociedad ateniense.

Aristóteles, por otra parte, sistematizó la mayor parte de estos conocimientos sobre el arte de hablar y argumentar en una obra que consagró al efecto, su Retórica. La gran aportación de la Retórica de Aristóteles es su enfoque filosófico. Los manuales anteriores de cuales el único ejemplar que se conserva es la Retórica a Alejandro, consistían en consejos prácticos sobre cómo persuadir. La Retórica de Aristóteles en cambio, realiza reflexiones teóricas sobre el lenguaje persuasivo.

[editar] Los géneros retóricos

Como Solón estableció que cada persona debía defenderse en persona ante un tribunal, llegaron a crearse los llamados logógrafos, unos artesanos que se dedicaban a confeccionar discursos para quienes no sabían hacerlos a cambio de estipendio: autores como Antifonte, Lisias, que destacó por su naturalidad y aticismo, Iseo, famoso por su habilidad en la argumentación, y el más famoso de todos ellos, Isócrates, fueron logógrafos. Éstos poseían también una preocupación estilística y procuraban que el estilo del discurso se ajustara a la personalidad y condición social de quien debía memorizarlo y pronunciarlo. También existía la figura del sunégoros (συνήγορος) cuya función era similar a la de un abogado. Demóstenes actuó como συνήγορος cuando pronunció su famoso discurso Sobre la Corona.

En los siglos V y IV a.C., el sistema político ateniense era la democracia radical que consistía en que todo ciudadano ateniense mayor de edad y varón podía exponer en la Asamblea (ἐκλεσία) sus puntos de vista sobre los asuntos de la polis. Para poder hablar en la Asamblea era necesario ser un orador excelente. Por este motivo se desarrolló en Atenas la retórica deliberativa.

El tercer género retórico que se desarrolló en Atenas fue el epidíctico que abarca los discursos que tienen lugar en ocasiones especiales, por ejemplo, en un funeral y cuyo principal objetivo es reforzar los valores de una comunidad. El discurso Epidíctico más importante de la Atenas Clásica es el Discurso Fúnebre de Pericles.

[editar] Roma

Ya en Roma, la retórica se perfeccionó sumamente por medio de las investigaciones y esfuerzos que consagraron a su estudio hombres de letras como Cicerón, que dedicó al tema una parte sustancial de su obra e hizo de la retórica el eje de sus preocupaciones, el anónimo autor de la Retorica ad Herennium o Marco Fabio Quintiliano, cuyos doce libros de Instituciones oratorias suponen la culminación de los estudios sobre la materia en el mundo romano.

[editar] La Edad Media

Durante la Edad Media, de los tres géneros oratorios, el judicial, el deliberativo y el epidíctico, entraron en decadencia el género deliberativo y el epidíctito, es decir, la oratoria política y la artística, ya que la militarización del imperio hacía inútil los conocimientos de la oratoria; sin embargo sus conocimientos fueron transvasados a la literatura en general, que se retorizó notablemente perdiendo bastante de su inspiración originaria y su frescura. Así lo vino a concluir el gran estudioso de la literatura medieval Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media latina, traducido al castellano en 1955.

[editar] Época contemporánea

La retórica contemporánea ha prescindido del discurso oral y, por tanto, de entre las cinco fases de elaboración del discurso (invención, disposición, elocución, memoria y acción) de las dos últimas de índole práctica, la memoria y la acción. Se considera actualmente que es útil para actores, abogados, psicólogos, políticos, publicitarios, escritores, vendedores y, en general, quienes quieren persuadir o convencer de algo.

Sin embargo, la retórica ha vivido un gran renacimiento en la segunda mitad del siglo XX como disciplina científica con el surgir de varias corrientes de pensamiento que han redescubierto su valor para distintas disciplinas; comenzó Heinrich Lausberg realizando una gran labor de clasificación de la disciplina con sus Elemente der literarischen Rhetorik, traducido como Elementos de retórica literaria en 1975; y su impagable Manual de retórica literaria, publicado en español entre 1966 y 1970 en tres volúmenes; Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca publicaron en 1958 un fundamental Tratado de la argumentación, traducido al castellano en 1994; la disciplina creada a raíz de este libro se denomina desde entonces Retórica de la argumentación o, a veces, Neorretórica; por otra parte, y al lado de esta llamada retórica de la argumentación, ha surgido una nueva neorretórica, la retórica contemporánea de las figuras, ilustrada por Roman Jakobson, el Grupo µ (o Grupo de Lieja), Lakoff y Johnson, etc. que permitió a la lingüística y a la semiótica desarrollarse en una orientación social y cognitivista.El estudio de la retórica como un fenómeno cultural ha sido profundamente renovado por el historiador francés de la cultura, Marc Fumaroli (Collège de France).[6]

La invención, sola o conjuntamente con la disposición, es a menudo llamada argumentación; la elocución se subdivide, como habían determinado ya los teóricos de la antigüedad, en un gran número de puntos de vista sobre el discurso a hacer (arte de la retórica) o sobre el discurso ya hecho (retórica como ciencia): sobre el vocabulario (registros de la lengua), sobre los ritmos y las sonoridades, sobre la forma y la estructura de las frases (sintaxis, parataxis, hipotaxis, tipo de progresión remática, periodo, estilo comático, etc).

[editar] Véase también

[editar] Referencias

  1. Aristóteles, Rhetorica1378a30-1388b25
  2. Menandro el Rétor, Dos tratados de retórica epidíctica. Sánchez Pacheco, 1996, Biblioteca Clásica Gredos
  3. Anaxímenes de Lámpsaco, Retórica a Alejandro, 1.1
  4. Kennedy,G.A, A New History of Classical Rhetoric,pp.34
  5. Gorgias, Elogio de Helena, 8. λόγος δυνάστης μέγας ἐστίν, ὃς σμικροτάτωι σώματι καὶ ἀφανεστάτωι θειότατα ἔργα ἀποτελεῖ·
  6. Philippe-Joseph Salazar, Trente Années de Recherches Rétoriques, Revista Dix-Septiéme Siècle, No 236, 2007; y République des Lettres, République des Arts. Mélanges en l'honneur de Marc Fumaroli, essais réunis et édités par Ch. Mouchel y C. Nativel, Genève, Droz, 2008.

[editar] Bibliografía

  • Aristóteles (1995). Retórica. 1ª edición, 4ª impresión. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1423-3. 
  • Azaustre Galiana, Antonio & Casas Rigall, Juan (1994). Introducción al análisis retórico: tropos, figuras y sintaxis del estilo. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela-Lalia. 
  • Hernández Guerrero, José Antonio & García Tejera, María del Carmen (1994). Historia breve de la Retórica. Madrid: Síntesis. 
  • López Eire, A. (2002). Poéticas y Retóricas griegas. Madrid: Síntesis. 

[editar] Enlaces externos