Blogia
petalofucsia

Historia

HISTORIA. HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

HISTORIA: REPORTAJE SOBRE JULIO CAYO CESAR. César Vidal analiza al político que jugó un papel crucial en el fin de la República romana, Julio César con Pilar Fernández Uriel y Javier Cabrero Piquero.

Cayo Julio César (Latín: Gaius Iulius Caesar;[1] Roma, 13 de julio de 100 a. C.[2] - Ibídem, 15 de marzo de 44 a. C.) fue uno de los más destacados líderes militar y político de la era tardorrepublicana.

Nacido en el seno de la gens Iulia, en una familia patricia de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época, como su tío Cayo Mario, quien influiría de manera determinante en su carrera política. En 84 a. C., a los 16 años, el popular Cinna lo nombro flamen dialis, cargo religioso del que fue relevado por Sila, con el cual tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre.[3] Trasladado a Asia, combatió en la Tercera Guerra Mitridática como legatus de Marco Minucio Termo. Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogacía. En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cotta como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amicitia le permitiría lanzar su propia carrera política.[4] En 70 a. C. César sirvió como cuestor en la provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Durante el desempeño de esa magistratura ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.

En 63 a. C. fue elegido praetor urbanus[5] al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mismo año murió Quinto Cecilio Metelo Pío, Pontifex Maximus designado durante la dictadura de Sila, y, en las elecciones celebradas con objeto de sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como propretor en Hispania, donde lideró una breve campaña contra los lusitanos. En 59 a. C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato. Su colega durante el consulado, Bíbulo, se retiró a fin de entorpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que destaca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos.

Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina; esta última tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a la práctica totalidad de pueblos celtas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Galias, finalizó cuando el general republicano venció en la Batalla de Alesia a los últimos focos de oposición, liderados por un jefe arverno llamado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.

Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase "Alea iacta est" (la suerte está echada) iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a los optimates,[6] que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en Farsalia, Tapso y Munda, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio— e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.

A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objeto de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto, urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en las idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César; Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Actium, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.

Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor. Redactó, al menos, un tratado acerca de astronomía, otro acerca de la religión republicana romana, y un estudio sobre el latín, ninguno de los cuales ha sobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que se conservan son sus Comentarios de la Guerra de las Galias y sus Comentarios de la Guerra Civil. Se conoce el desarrollo de su carrera como militar y gran parte de su vida a través de sus propias obras y de los escritos de autores como Suetonio, Plutarco, Veleyo Patérculo o Eutropio.

Sobre Julio César en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Julio_C%C3%A9sar

HISTORIA. REPORTAJE SOBRE ALEJANDRO MAGNO. César Vidal analiza la figura de Alejandro III Filipo de Macedonia, Alejandro Magno. Invitados: Félix Cordente Vaquero y Pilar Fernández Uriel.

César Vidal Manzanares (Madrid, 1958) es un escritor y periodista español, autor de numerosas obras de divulgación histórica, ensayos y novelas.

Sobre César Vidal:

http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Vidal

HISTORIA. DOCUMENTALES: "ALEJANDRO MAGNO"

Alejandro III de Macedonia, mejor conocido como Alejandro Magno (el grande); transliterado del griego Μέγας Αλέξανδρος, Megas Alexandros;[1] (n. Pella, 20 de julio de 356 a. C.[2] [3]Babilonia, 13 de junio de 323 a. C.),[4] fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte y está considerado como uno de los líderes militares más importantes de la Historia, por su conquista del Imperio Aqueménida.

Tras consolidar la unificación de varias ciudades-estado de la antigua Grecia que estuvieron bajo el dominio de su padre, Filipo II de Macedonia, sofocando la rebelión de los griegos del sur tras la muerte de éste, Alejandro conquistó el Imperio Persa, incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y Mesopotamia, expandiendo las fronteras de Macedonia hasta la región del Punjab.

Antes de su muerte, Alejandro había planeado volver hacia el oeste y conquistar Europa además de querer continuar la expansión hacia el Oriente y encontrar el fin del mundo, idea que Aristóteles, su tutor durante la niñez, le había inculcado contándole historias sobre un lugar donde la Tierra acababa y empezaba el Gran Mar Exterior.

Alejandro promovió la incorporación de extranjeros[5] en el ejército y la administración a través de lo que ha sido definido por algunos académicos como una «política de fusión», y favoreció el matrimonio de miembros de su ejército con extranjeras, cosa que practicó él mismo.

Tras doce años de campañas militares continuas, Alejandro murió, posiblemente de malaria, fiebre tifoidea o encefalitis vírica. Su única descendencia, un recién nacido que le sobreviviría unos pocos meses, dejó el imperio a merced de sus generales, conocidos como los diádocos (sucesores), que lo fraccionaron y repartieron. Más de tres siglos después de dominio y colonización griega en áreas tan lejanas moría la última descendiente de aquellos hombres acabando así el conocido como período helenístico o Alejandrino, que fusionó las culturas griega y mesoriental.

Su legado ha sido reflejado en la historia y mitos tanto de la cultura griega como de las no griegas y sus conquistas inspiraron una tradición literaria en la que aparece como un héroe legendario, en la tradición de Aquiles, o como «el maldito Alejandro» en el libro zoroástrico de Arda Viraf por la conquista del Imperio y la destrucción de su capital, Persépolis.

Entre las culturas orientales se le conoce como Eskandar-e Maqduni (‘Alejandro de Macedonia’) en persa, Dhul-Qarnayn (‘el de los dos cuernos’) en las tradiciones del Medio Oriente, Al-Iskandar al-Akbar الإسكندر الأكبر en árabe, Sikandar-e-azam en urdu e hindi, Skandar en pashto, Alexander Mokdon en hebreo, y Tre-Qarnayia (‘el de los dos cuernos’) en arameo, debido a una imagen empleada en monedas acuñadas durante su reinado en las que aparece con los cuernos de carnero del dios egipcio Amón. Sikandar, su nombre en urdu e hindi, también se utiliza como sinónimo de ‘experto’ o ‘extremadamente hábil’.

Más en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Magno

HISTORIA: Grandes Batallas: Las campañas de Julio César

Cayo Julio César (Latín: Gaius Iulius Caesar;[1] Roma, 13 de julio de 100 a. C.[2] - Ibídem, 15 de marzo de 44 a. C.) fue uno de los más destacados líderes militar y político de la era tardorrepublicana.

Más en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Julio_C%C3%A9sar

HISTORIA: "Grandes Batallas: Las campañas de Alejandro Magno"- LA CIUDAD-ESTADO GRIEGA; LA POLIS GRIEGA

Polis (en griego πολις, poleis πολεις en plural) era la denominación dada a las ciudades estado de la antigua Grecia, surgidas desde la Edad Oscura hasta la dominación romana.

Polis se denominaba a la ciudad y al territorio que ella reclamaba para sí. Tenían un gran nivel de autocracia, si bien no del todo, lo que les garantizaba libertad, autonomía política y económica. No existía oposición entre lo urbano y lo rural, ni existían relaciones de dependencia; muchos residentes urbanos vivían de las rentas del campo, al igual que la gran mayoría de los aristócratas.

El centro político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, donde se encontraba el templo, la Gerusía, el ágora y los edificios civiles. El ágora era la plaza pública y mercado permanente. Rodeaba a la ciudad un anillo rural, en donde se cultivaba lo necesario para la supervivencia de la polis.

El tamaño de la polis era variado pero generalmente son de poca extensión. Como extremos se podían encontrar a Atenas con 2.600 km², y en isla de Ceos de 173 km² había 4 polis.

Tras la desaparición de la civilización micénica los griegos formaron pequeñas comunidades, que evolucionaron en el siglo VIII a. C., y se convirtieron en ciudades. Estas ciudades se conocieron con el nombre de "ciudades estado" o polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios (Mesopotamia, Egipto, Persia), que estaban organizadas alrededor del palacio real y del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora, un espacio abierto donde los ciudadanos acudían para comerciar y para intercambiar ideas.

El aspecto orográfico de Grecia hizo que las polis se situaran en su gran mayoría en territorios costeros de difícil acceso y en valles que estaban rodeados por montañas.

Las polis se constituyeron como una unidad política, social y económica de Grecia, pero si bien compartían una lengua, religión común, lazos culturales y una identidad étnica e intelectual que exhibían con orgullo, los habitantes de estas ciudades no pudieron fundar un estado unificado. Existía una gran rivalidad entre las diferentes polis, ya que consideraban que el reducido tamaño de cada una era lo más idóneo para practicar una adecuada política.

En el siglo VIII a. C., Jonia se encontraba al frente de la cultura y filosofías griegas y ciudades como Mileto y Éfeso siguieron floreciendo como centros de importancia durante el Imperio romano.

La Polis fue un elemento esencial de un período de experimentación política que tuvo gran influencia en las formas de gobierno que se adoptaron desde ese entonces alrededor del mundo.[1]

 

Comercio en las polis [editar]

El Mar Egeo permitió el mejor comercio de productos. Polis o cuidades- estado El contacto marítimo era el vínculo principal que mantenía unido al mundo griego, razón por la cual sus habitantes fueron excelentes marinos. Esta habilidad fue aprovechada tanto en asuntos civiles como militares. Muchas de las ciudades-estado dependían en gran medida del comercio marítimo. Se encontraron, mercancías griegas en Asia y Europa occidental, en lugares muy alejados de su origen. En los siglos VIII y VII a. C., emprendedores comerciales y colonizadores de Grecia establecieron una serie de nuevas ciudades griegas desde el Mar Negro hasta el Mar Mediterráneo occidental, manteniendo contacto con las demás colonias y con su tierra natal por vía marítima.Dioses : Zeuz, del mar y del trueno, etc

Más en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Polis