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CULTURA2: VIVIENDAS TÍPICAS CATALANAS (COMUNIDAD AL NOROESTE DE ESPAÑA Y EN TODO EL ESTE). "LA MASIA". Una masía es un tipo de construcción rural, muy frecuente en todo el este de la península Ibérica, concretamente en el antiguo reino de Aragón[1] que tiene sus orígenes en las antiguas villas romanas. Se trata de construcciones aisladas, ligadas siempre a una explotación agraria o ganadera de tipo familiar.

Masia Cal Metge. Barcelona - Vallcebre

MASIA LA CREBADA EN  LLoma Bernat de Xodos (Cataluña, Noroeste de España)

Masía Pelarda.  Puebla de Valverde (la)

Teruel (Aragón, España)

Masía de Castellgalí.

Masía

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Masía en Gerona.

Una masía es un tipo de construcción rural, muy frecuente en todo el este de la península Ibérica, concretamente en el antiguo reino de Aragón[1] que tiene sus orígenes en las antiguas villas romanas. Se trata de construcciones aisladas, ligadas siempre a una explotación agraria o ganadera de tipo familiar.

Los elementos utilizados en su construcción han ido variando con el paso del tiempo; además, la ubicación de las masías ha condicionado también el tipo de material elegido. Así, en las zonas de montaña, el material más usado ha sido la piedra sin pulir. En los dinteles de puertas y ventanas se utilizaba la piedra picada. Durante la Edad Media, las piedras se unían mediante fango, material que se sustituyó más adelante por la cal o el cemento. En los lugares en los que la piedra escaseaba se recurría al adobe para la construcción. Hay un refrán bastante considerado que dice así: NO HAY LUZ SIN DIA NI NOCHE SIN MASIA , tiene un latente significado hasta los últimos años no reconsiderado pero que en los prósperos años es posible su eliminación absoluta de la dicha, es que por la noche los sujetos nombran que hay seres como efervescentes o translúcidos emergentes de la ya nombrada anteriormente masia cuyos obsevadores objetan que se trata de anteriores fallecidos en dicha masia.

La mayoría de las masías tiene su fachada principal orientada hacia el sur. Las construidas con anterioridad al siglo XVI tiene una puerta de entrada de dovela mientras que las que se construyeron hasta el siglo XVIII son de dintel. La planta no solía superar los cinco metros y el cubrimiento se realizaba mediante un entramado de vigas de madera colocado de forma perpendicular a la fachada. Se recubría con tejas o baldosas. En la zona del Pirineo y en otras zonas montañosas, la cobertura solía ser de pizarra.

El tejado solía ser con dos vertientes, horizontales a la fachada, aunque también se construían, de forma menos frecuente, techumbres perpendiculares. Al sobresalir del edificio, el tejado protegía los muros de la masía que, fuera cual fuera el material utilizado en la construcción, eran de piedra hasta una altura de un metro. El espesor de las paredes era de entre 30 y 50 centímetros. En algunas masías importantes construidas en los siglos XVI y XVII, los techos interiores tenían una bóveda de crucería, pero en la mayoría los techos interiores son lisos.

Solían ser de dos pisos y su distribución interior variaba según las necesidades de la familia que la ocupaba. La distribución más usual reservaba el primer piso para las tareas propias del campo mientras que el segundo piso era el destinado a vivienda. Los animales podían estar en el primer piso o tener un establo independiente. Si la masía disponía de un tercer piso, este se destinaba a granero.

Muchas masias disponían de torres defensivas, o muros exteriores para defender a los habitantes de las zonas fronterizas o costeras como Valencia. En la Comunidad Valenciana, en muchos casos disponian del característico miramar y frecuentemente, la parte superior se habilitaba como palomar, utilizado tanto para el desarrollo de la colombicultura, como para en caso de necesidad poder dar aviso de posibles ataques hostiles.

Numerosas masías se han transformado en casas adaptadas para el turismo rural y la hosteleria.

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Notas [editar]

Referencias [editar]

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

CULTURA2: DISTRIBUCIÓN DE LOS PUEBLOS PRE-ROMANOS EN HISPANIA (ESPAÑA). Pueblos prerromanos es la expresión con que la historiografía se refiere a los pueblos indígenas de las distintas zonas por las que se extendió el Imperio romano, especialmente en su parte occidental (Imperio romano de Occidente), que fue la más sujeta al proceso denominado romanización (concepto del que lo prerromano es el sustrato cultural y antropológico), mientras que su parte oriental (Imperio romano de Oriente) se mantuvo bajo el predominio cultural del helenismo o de las mucho más antiguas civilizaciones locales (Antiguo Egipto, Antiguo Oriente Próximo), con excepción de las zonas balcánica y danubiana (Iliria, Panonia o Dacia), que sí fueron romanizadas. Los denominados pueblos bárbaros de más allá del limes septentrional (Rin y Danubio) no fueron conquistados por Roma, aunque entraron en su órbita cultural, sobre todo los germanos, especialmente a partir del periodo de las invasiones germánicas que marcaron la caída del Imperio romano.

Pueblos prerromanos

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Fases de la expansión de Roma.
Pueblos prerromanos de la Península Ibérica
Familias lingüísticas de la Península Ibérica antes de la romanización.

Pueblos prerromanos es la expresión con que la historiografía se refiere a los pueblos indígenas de las distintas zonas por las que se extendió el Imperio romano, especialmente en su parte occidental (Imperio romano de Occidente), que fue la más sujeta al proceso denominado romanización (concepto del que lo prerromano es el sustrato cultural y antropológico), mientras que su parte oriental (Imperio romano de Oriente) se mantuvo bajo el predominio cultural del helenismo o de las mucho más antiguas civilizaciones locales (Antiguo Egipto, Antiguo Oriente Próximo), con excepción de las zonas balcánica y danubiana (Iliria, Panonia o Dacia), que sí fueron romanizadas. Los denominados pueblos bárbaros de más allá del limes septentrional (Rin y Danubio) no fueron conquistados por Roma, aunque entraron en su órbita cultural, sobre todo los germanos, especialmente a partir del periodo de las invasiones germánicas que marcaron la caída del Imperio romano.

Diversidad de los pueblos prerromanos [editar]

Debido a su amplia distribución geográfica, muestran una gran diversidad, y no tienen entre sí más relación que la que les dio su común sujección a Roma:

También se habla de pueblos preceltas y preiberos. Las denominaciones ibero y celta corresponden a categorías utilizadas por los pueblos colonizadores (fenicios, griegos, cartagineses y romanos) para su descripción; y aunque se han utilizado por la historiografía moderna, no deben entenderse ni como identidades étnicas ni como entidades políticas funcionales en la época. El concepto de ibero es un término cultural, que responde a los pueblos prerromanos que evolucionaron hacia sociedades más complejas (estados, clases dominantes, ciudades amuralladas, comercio, moneda, alfabeto) debido a su mayor contacto con los pueblos colonizadores. Los iberos y otros pueblos prerromanos, como los vascones, eran lingüísticamente preindoeuropeos, lo que suele interpretarse como prueba de que provendrían del sustrato poblacional neolítico de la Península Ibérica. Los celtas, en cambio, eran pueblos indoeuropeos, y hay testimonios arqueológicos que permiten reconstruir su identificación cultural con otros pueblos celtas del centro de Europa y su penetración por los Pirineos desde finales del II milenio a. C..

Véase también Categoría:Pueblos prerromanos de España, Pueblos ibéricos prerromanos (Portugal), Lenguas paleohispánicas, Hispania prerromana y Conquista romana de Hispania

Uso del término [editar]

El término prerromano es más utilizado en el entorno historiográfico español, y para la Hispania prerromana, que en el internacional y para la Europa prerromana.[1]

Notas [editar]