RELIGIÓN Y RELIGIONES3: ¿QUÉ SE IMAGINARÍAN? ¿ALGO ASÍ?
Take the Fair Face of Woman, and Gently Suspending, With Butterflies, Flowers, and Jewels Attending, Thus Your Fairy is Made of Most Beautiful Things por Sophie Anderson (1823-1903).
Take the Fair Face of Woman, and Gently Suspending, With Butterflies, Flowers, and Jewels Attending, Thus Your Fairy is Made of Most Beautiful Things por Sophie Anderson (1823-1903).
Cuando se habla de caos
no precisamente tiene que ver con una guerra,
puesto que este desorden puede estar
ocasionado por las hadas malignas.
No utilizan armas,
Pero pueden llegar a traer
grandes problemas personales.
Las Hadas no siempre vienen
acompañadas de amor y bondad,
las hay malas y envidiosas,
muy celosas de lo que poseen
y de seguro no dudaran
en sacar del camino aquello que le moleste.
La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
Debe tenerse claro que concorde lo que crea una persona, la responsabilidad ejercerá según las conveniencias de y necesidades respecto a esa persona.
Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral, siempre en pro del mejoramiento laboral, social, cultural y natural.
La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.
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La palabra responsabilidad proviene del latín 'responsum', que es una forma de ser considerado sujeto de una deuda u obligación (ejemplo: «Los conductores de vehículos automotores son responsables por los daños causados por sus máquinas»).
En la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y conscientemente los máximos actos posibles universalizables de nuestra conducta. Para Hans Jonas, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: “obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra”. Dicho imperativo se conoce como el principio de responsabilidad.
El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios como:
La responsabilidad jurídica surge cuando el sujeto transgrede un deber de conducta señalado en una norma jurídica que, a diferencia de la norma moral, procede de algún organismo externo al sujeto, principalmente el Estado, y es coercitiva. Son normas jurídicas porque establecen deberes de conducta impuestos al sujeto por un ente externo a él, la regla puede ser a través de prohibiciones o de normas imperativas inmorales. La responsabilidad es el complemento necesario de la libertad.
El uso jurídico de la palabra proviene de finales del siglo XIII, poco antes de la revolución francesa, por influencia del inglés. El término habría aparecido en el Derecho Constitucional Inglés.
Así, la responsabilidad en sentido jurídico debe entenderse, desde la perspectiva de una persona que ejecuta un acto libre, como la necesidad en la que se encuentra la persona de hacerse cargo de las consecuencias de sus actos.
El efecto contradictorio de una persona con las normas jurídicas ocasiona una reacción por parte del Derecho (o la sociedad) contra el sujeto que viola dichas normas. La sanción es la reacción que tiene la sociedad hacia ese incumplimiento.
De acuerdo con la Real Academia Española]], las palabras perdón y perdonar provienen del prefijo latino per y del verbo latino donāre, que significan, respectivamente, "pasar, cruzar, adelante, pasar por encima de" y "donar, donación, regalo, obsequio, dar (si procede de la palabra donum, y "hasta que se cumpla el tiempo (estipulado)" (si procede de la palabra donec), lo cual implica la idea de una condonación, remisión, cese de una falta, ofensa, demanda, castigo, indignación o ira, eximiendo al culpable de una obligación, discrepancia o error.1
De todos modos, esta definición está sujeta a la critica filosófica. En términos simples, el perdón sólo puede ser considerado por quien lo extiende y la persona objeto de ese regalo, en términos de familiaridad o amistad de los individuos implicados, en algunos contextos puede ser dado sin que el agraviado pida alguna compensación o algo a cambio, con o sin respuesta del ofensor, enterado o no de tal acción, como seria el caso de una persona fallecida, o como forma psicoterapeutica en ausencia del agresor, en términos prácticos, podría ser necesario que el agresor ofrezca una disculpa, restitución, o aun el pedir ser perdonado, como reconocimiento de su error, para el conocimiento del agraviado el cual pueda perdonar.2
1.- Ser consciente de lo sucedido. Analizar lo sucedido objetivamente y dialogando con los implicados, para ello a veces se hace preciso la ayuda de un profesional.
2.- Ser humanitario. Esforzarse en ver al que ha ofendido, como una persona con virtudes y defectos; evite sentirse superior o con derecho a juzgar.
3.- Mostrar humildad. Dejar a un lado el orgullo que actúa de barrera ante el acceso al perdón. Perdonarse a sí mismo es reflexionar sobre los propios errores. Esto sirve para aceptarse a sí mismo y llegar a la conclusión de que el perdón es necesario para todos.
4.- Mantener la calma. Para eliminar tu enojo, trata una técnica para manejar el estrés. Haz un par de respiraciones y piensa en algo que te dé tranquilidad y paz, puede ser una imagen relacionada a la naturaleza o alguien que amas.
5.- Evita esperar a que te ofrezcan una disculpa. La otra persona puede pensar que no te hirió y puede ver las cosas de manera diferente. Perdonar a alguien significa liberar todos los resentimientos y malentendidos que has guardado en el pasado y vivir el presente. Si ofendiste y pediste perdón, no esperes que la otra persona lo acepte rápido. Deja que tome tiempo en analizarlo.
6.- Reconoce los beneficios del perdón. Estudios han demostrado que las personas que olvidan, tienen mayor energía, mejor apetito y patrones de sueño saludables. Si tu no eres consciente de la amargura y resentimiento que pueda tener la otra persona, entonces nunca podrás perdonar ni dejar las cosas atrás.
7.- Perdónate a ti mismo. Todo perdón empieza con el autoperdón. Para que seas perdonado y para que puedas perdonar, primero tienes que perdonarte a ti mismo. Para muchas personas, autoperdonarse es el mayor de los desafíos, al hacerlo, genera un nivel de confianza más alto.
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Perdón proviene de la palabra perdonar, que a su vez proviene de los vocablos latinos per + donāre (dar, regalar).
La preposición per significa, según los casos por, con, pasar (por algo), por medio de, en cuenta de, a, a causa de, pasar por (encima, sobre de), en presencia de, durante, en el curso de, muy, excesivamente, total, completamente.3
Y el verbo donare significa dar o regalar; en la forma de substantivo donum significa regalo, presente, don, y donación.
Según algunos, aunque esta posibilidad parece algo menos plausible, la palabra procede o podría también proceder del verbo perdo acción de destruir, arruinar, tirar (a la basura) o desperdiciar, dispersar o esparcir, desaprovechar, despilfarrar, y hacer perdedizo, así que perdonar vendría a ser la acción de arrojar el agravio a la basura, o destruir la falta.4
El perdón consiste en esencia en que el perdonante, que estima haber sufrido una ofensa, decide, bien a petición del ofensor o espontáneamente, no sentir resentimiento hacia el ofensor o hacer cesar su ira o indignación contra el mismo, renunciando eventualmente a reclamar un castigo o restitución, y optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden afectadas. También se habla en un sentido impropio de perdonar un castigo o una obligación, en el sentido de renunciar a exigirla. En un sentido impropio se habla también de perdonar deudas u otro tipo de obligaciones.
El amor en su máxima expresión es un elemento del amor. Por eso. Una buena definición de perdón podría ser que me dejarás acercarme un poco a ti, darte un abrazo y no irte así, como si nada nunca hubiese pasado...
La acción de perdonar conlleva la existencia de las siguientes situaciones o hechos:
El perdón no debe confundirse con el olvido de la ofensa recibida. Quien la olvida no perdona, pues no adopta una decisión de perdonar. Tampoco perdona quien no se siente ofendido por lo que otras personas considerarían una ofensa.
Todas las "religiones universales" recomiendan:
a) perdonar a los demás
El perdón como virtud no obligatoria
El Dios del Antiguo Testamento hace múltiples referencias al perdón de Dios, pero no insiste en reclamar que los hombres se perdonen entre sí; se lo considera no como un imperativo moral sino como algo loable pero realmente no exigible. En las oraciones contenidas en los Salmos se contienen numerosas peticiones de misericordia o perdón por los propios pecados, pero también peticiones de que Dios castigue duramente a los inicuos o a los enemigos del orante o del Pueblo de Israel
lo cual parece indicar la legitimidad de no perdonar a los ofensores, sino solicitar a Dios su castigo, sobre todo cuando pertenecen a otros pueblos distintos de Israel. Sin embargo, es loable perdonar. En Génesis 45,4 se ensalza la conducta de José, al perdonar a sus hermanos:
La dialéctica Dios justiciero/Dios misericordioso
En su relación con los hombres, el Dios del Antiguo Testamento aparece en ocasiones como justiciero, cruel y vengativo, y sin embargo también capaz de perdonar. En Éxodo, 34, 6 y ss. se se dice de él, de un modo algo paradójico para el lector moderno, que es "clemente y misericordioso, tardo para la ira, y lleno de lealtad y fidelidad, que conserva su fidelidad a mil generaciones y perdona la iniquidad, la infidelidad y el pecado, pero que nada deja impune, castigando la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación". El Salmo 86-15 denomina a Dios "Señor misericordioso y compasivo", pero luego también se lo denomina "Dios justiciero" (Salmo 94-1), y se afirma de él que realiza castigos colectivos al pueblo de Israel por sus pecados (Salmo 106, "culpas y castigos del pueblo"). En Jeremías 18, 7 afirma Dios:
Para obtener el perdón divino, el AT exige:
El perdón como imperativo moral, y ya no como mera virtud potestativa.
En el NT, el Dios misericordioso está mucho más presente, y perdonarse los unos a los otros se considera un imperativo moral, pues el perdón a quienes nos ofenden y nos odian es uno de los mayores ejemplos de amor al prójimo; así como en el Antiguo Testamento escasean las referencias al perdón entre los hombres, éstas abundan en el Nuevo Testamento, que recomienda poner la otra mejilla y amar a nuestros enemigos:
Jesús recomendó perdonar "setenta veces siete" (Mateo 18:22), es decir, no cansarse de perdonar.
La Parábola del hijo pródigo enseña las diferencias del perdón entre los seres humanos y su analogía con Dios como perdonador, para quienes buscan de su perdón.5
Las oraciones más importantes para el cristianismo, el "Kyrie Eleison", el "Credo" de la Iglesia católica y el tradicional "Padrenuestro" mencionan el perdón de las ofensas y de los pecados:
Creador del cielo y de la tierra,
Creo en Jesucristo su Hijo Nuestro Señor,
Que fue concebido por obra y gracia del Espiritu Santo,
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres, bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato,
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Dános hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
El Kyrie Eleison (Señor, ten piedad) es uno de los cantos más antiguos del canto gregoriano (esto se deduce por su texto en griego). Tiene una estructura de triple exclamación:
a. Kyrie eleison.
b. Christe eleison.
a. Kyrie eleison.
Su texto es el siguiente:
Latín (ed. Burntisland, 929) | Castellano (traducción) |
---|---|
Kyrie, rex genitor ingenite, vera essentia, eleyson. | Señor, rey y padre no engendrado, verdadera esencia de Dios, ten piedad de nosotros. |
El pecado es una ofensa a Dios, que por tanto también tiene algo que perdonar, a través del sacramento de la confesión o penitencia. A través de los sacerdotes se obtiene el perdón divino por medio de la llamada "absolución". La Iglesia católica sostiene esta capacidad del sacerdote en las palabras que el evangelio pone en boca de Jesús: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados. A quienes se los retengáis les quedan retenidos" (Jn 20, 23).
La Biblia destaca mucho más como obligación religiosa perdonar que pedir perdón. Pese a la multitud de ocasiones en las que en la Biblia (particularmente en el Nuevo Testamento) se recomienda perdonar a los demás, no se encuentran referencias similares ordenando pedir perdón a los demás ofendidos, salvo a Dios, por ejemplo en los Salmos.
Como indicó la católica "Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en su circular de 20 de marzo de 2000: "La constitución divina del Sacramento de la Penitencia comporta que cada penitente confiese al sacerdote todos los pecados mortales, así como las circunstancias que lo especifiquen moralmente y que recuerde después de un atento examen de conciencia [4] . Por esta razón, el Código de Derecho Canónico establece con claridad que ‘la confesión auricular y secreta y la absolución es el único medio ordinario por el que un fiel que tenga conciencia de pecado mortal es reconciliado con Dios y con la Iglesia. Sólo excusa de la confesión la imposibilidad física o moral. Al especificar esta obligación, la Iglesia ha reiterado insistentemente que "todo fiel que haya alcanzado el uso de razón está obligado a confesar fielmente sus pecados mortales, al menos una vez al año". ‘Deben realizarse enérgicos esfuerzos para evitar cualquier riesgo de que la práctica tradicional del Sacramento de la Penitencia caiga en desuso’Por otra parte, en este Año Jubilar los católicos son llamados de modo particular ‘para encontrarse con la experiencia únicamente transformadora que es la confesión individual e íntegra y la absolución’ . De acuerdo con el derecho y la práctica de la Iglesia, el fiel debe confesar oralmente sus pecados (confesión auricular) , excepto en los casos de una verdadera imposibilidad física o moral (por ejemplo, una mudez extrema, o una condición física que inhiba del habla, impedimento en el habla, etc.). Esta disposición excluye las celebraciones comunitarias del sacramento en las que los penitentes son invitados a presentar una lista escrita con sus pecados al sacerdote confesor. Se debe hacer notar que tales innovaciones también conllevan el riesgo de comprometer el inviolable secreto de la confesión sacramental...El santo Padre ha señalado que la naturaleza personal del pecado, conversión, perdón y reconciliación como la razón por la que el Rito de la Reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución individual ‘pide la confesión personal de los pecados y la absolución individual’. Como la confesión individual e íntegra de los pecados es no sólo una obligación, ‘sino también un derecho inviolable e inalienable’ del fiel, debe ser eliminada cualquier innovación que interfiera con el cumplimiento de esta obligación, tales como invitar a los penitentes o encarecerles a nombrar tan sólo un pecado o a nombrar un pecado representativo"
En el Budismo, el perdón se concibe como una práctica para prevenir pensamientos dañinos que puedan alterar nuestro bienestar mental.6
El budismo reconoce que los sentimientos de odio y rencor dejan un efecto duradero en nuestra karma. De hecho, el budismo promueve el cultivo de pensamientos que dejen una sensación sana-
"En la contemplación de la ley kármica somos conscientes de que no hay razón para buscar venganza pero practicando el metta y el perdón, puesto que el agresor es, realmente, el más desafortunado de todos".7 Cuando surge el resentimiento, la visión budista tiene un proceder tranquilo hacia su dispensación buscando la causa desde su raíz, este se centra en la liberación del sufrimiento y el engaño, por medio de la meditación recibiendo con ella entendimiento de su naturaleza. El Budismo cuestiona la realidad de las pasiones que hacen posible el perdón y los objetos de esas pasiones.8 "si no perdonamos, continuamos creando una identidad alrededor de nuestro dolor, y esta es la que renace continuamente, esta es la que sufre."9
El Budismo pone demasiado énfasis en los conceptos de Mettā (tierna amabilidad), karuna (compasión), mudita (gozo compasivo), y upekkhā (ecuanimidad), como medios para evitar el resentimiento en primer lugar. esas reflexiones son usadas para el contexto del sufrimiento en el mundo, tanto el nuestro como los demás.
En respuesta del 9/11, Ajahn Jayasaro, un monje budista, les recordó a sus alumnos, "cuando le damos una consideración seria a nuestra compañía en el nacimiento, entrados en edad, en enfermedad, y muerte con los demás seres en la tierra, nos da un una nueva perspectiva...."
Citas (para mas citas wikiquote) ‘El abuso de mi, me golpeo, me venció, y robó’— Y aquellos que albergan tales pensamientos el odio nunca cesara‘El abuso de mi, me golpeo, me venció, y robó’— Y en aquellos que no albergan tales pensamientos el odio cesara(Dhammapada 1.3-4; trans. Radhakrishnan)
El islam enseña que Dios (Alah) es "el misericordioso", y la fuente original de todo perdón. El perdón frecuentemente requiere el arrepentimiento de quienes han de ser perdonados. Dependiendo del tipo de error cometido, el perdón puede provenir directamente de dios, o del ofendido. En el caso del perdón divino, la petición de tal perdón y el arrepetimiento es relevante; en el caso del perdón humano, es importante tanto perdonar como ser perdonado.
El libro fundamental del Islam, el Corán, enseña que sólo hay un pecado que Dios no perdona, la asociación de otros dioses a Dios (politeísmo) si se mantiene hasta la muerte, pero sí perdona a quien vuelve a Dios e implora sinceramente perdón y abandona la adoración de los demás dioses (Corán 4:116)
Aunque en ciertas ocasiones el Corán autoriza el ataque a los infieles (por ejemplo 9:12), como norma general se interpreta que se refiere a ataques de autodefensa. Cuando es posible, el Corán aclara que es mejor perdonar que atacar. El Corán describe a los creyentes (musulmanes) como aquellos que "evitan pecados y el vicio, y cuando son ofendidos perdonan" (42:37. El Corán, aunque acepta que un justo castigo es razonable, afirma que "quienes perdonan y mantienen la corrección son recompensados por Dios" (42:40).
Para ser perdonado por Dios, el Corán exige tres requisitos:
Por perdón en el ámbito jurídico pueden entenderse tres cosas bien distintas:
a) El perdón del ofendido por un delito o falta penalesLa facultad de castigar y perdonar se ha considerado tradicionalmente como una de las prerrogativas esenciales del soberano, y como muestra de civilización, como contraria a una carácter justiciero o vengativo del poder y como muestra de "clemencia", que evitaría añadir al mal causado por el delito el mal causado por la pena. El indulto (también conocido como perdón) es una causa de extinción de la responsabilidad penal, que supone el perdón de la pena. Lo concede un poder soberano, como un rey o jefe de estado (hoy en día lo conceden en realidad los gobiernos, aunque formalmente lo haga el Jefe del Estado en la mayoría de los países). El perdón es diferente a la amnistía, que supone renunciar a perseguir el delito; sólo puede indultarse a quien ya ha sido condenado, en cambio puede amnistiarse a quien no lo ha sido. Hoy en día, el perdón y el indulto se conceden en muchos países cuando los individuos llegan a demostrar que han pagado su deuda con la sociedad, o cuando por otras razones los encargados de concederlos entienden que son merecidos (por ejemplo cuando se sospecha un error judicial o se entiende que la ley penal por la que se condenó era injusta). El perdón es concedido por ello en ocasiones a personas a las que se ha acusado injustamente. No obstante, puesto que suele ser requisito para el indulto que el condenado o un tercero lo solcite, y la solicitud constituye implícitamente la aceptación de una falta, en ocasiones el ofrecimiento es rechazado. El indulto puede ser total (de toda la pena) o parcial. El indulto parcial supone la remisión de alguna o algunas de las penas impuestas o su conmutación por otras menos graves. A su vez puede ser general (se le concede a un tipo de criminales) o particular (a favor de una persona determinada). En España están prohibidos los indultos generales. El indulto total comprende la remisión de todas las penas a que hubiere sido condenado el reo y que aún no hubieren sido cumplidas.
Perdonar a un deudor una deuda de modo gratuito es equivalente a una donación, por lo que se la denomina "condonación".
En la mayoría de los delitos (los llamados delitos "públicos" o "perseguibles de oficio", basta con que la autoridad conozca la existencia del delito para que esté obligada a perseguirlo y a castigarlo, incluso sin denuncia del ofendido y aunque el ofendido no coopere con la persecución mediante su testimonio, e incluso si el ofendido manifiesta su falta de voluntad de que se persiga el hecho. Ello se debe a que el llamado "ius puniendi" (derecho a castigar) es en el Derecho Moderno un derecho del Estado, no de los particulares, que sólo tienen derecho en su caso a denunciar, y si el correspondiente ordenamiento así lo prevé, a participar activamente como partes acusadoras en el procedimiento penal y solicitar una indemnización como víctimas. En los "delitos públicos", el perdón del ofendido no tiene efectos jurídicos, o como mucho puede equivaler a la renuncia a la exigencia de responsabilidades civiles (indemnización y/o recuperación de las cosas objeto del delito). En los delitos "semipúblicos", es precisa la denuncia del ofendido para que pueda persequirse el delito, pero el perdón de la víctima no extingue la responsabilidad penal. En los llamados "delitos privados", la denuncia del ofendido y su voluntad de que se persiga al autor se configuran como requisito imprescindible para que el Estado pueda perseguir y castigar, y el perdón del ofendido extingue la responsabilidad penal.
La regulación de los efectos del perdón del ofendido es una delicada decisión que ha de adoptar el legislativo de cada estado. Éste ha de decidir si configura cada uno de los delitos como públicos, semipúblicos o privados, y cuáles serán los efectos que consiguientemente haya de atribuirse a la concesión del perdón del ofendido o víctima del delito, y si exige o no con cara´cter general o en ciertos casos la autorización judicial del perdón como medida de precaución; igualmente ha de decidir el legislador si el perdón puede tener lugar sólo antes de que el delincuente haya sido condenado, o si los efectos del perdón pueden tener lugar también tras la condena penal. Para decidir si se otorga efectos al perdón del ofendido hay que considerar a) hasta qué punto están implicados los intereses públicos en la persecución del delito y b) hasta qué punto puede entenderse que dar efectos al perdón puede someter a la víctima a nuevas presiones del delincuente para obtener de la misma el perdón. Ejemplo: El delito de injurias es en muchas legislaciones, por ejemplo en España, un delito privado, pues se entiende que el interés fundamental de que se persigan es el del ofendido (por ello sólo se puede perseguir penalmente previa denuncia del ofendido) y dada la relativamente escasa gravedad del hecho, no es de esperar que el denunciante retire la denuncia por presiones del ofendido. En los delitos de malos tratos familiares, sin embargo, el Derecho Español ha optado (sin que falten críticas por ello) por calificarlo como delito público, de modo que el perdón de la mujer maltratada no produce efecto alguno. Se estimó que la misma, por su situación de dependencia económica, y dependencia emocional, podría no sentirse lo suficientemente libre para perdonar con entera libertad, por lo que el legislador no le atribuye efecos a su perdón (sin embargo, en la práctica forense vemos que muchas mujeres, que han denunciado a sus esposos, "retiran las denuncias" y se niegan a declarar contra sus esposos (La Ley de Enjuiciamiento Criminal española les concede eses derecho por ser esposas) cuando los ven detenidos y conocen que por su denuncia ellos podrían ser condenados a una pena de prisión y prohibición de acercamiento a la esposa, con los tremendos efectos familiares de tal hecho; en tales casos, la práctica forense suele archivar los asuntos - sobreseimiento provisional por falta de pruebas- siempre que no existan lesiones no pruebas distintas de la declaración de la esposa). Por ello algunas voces solicitan que las esposas maltratadas puedan ser legalmente obligadas a declarar como testigos incluso contra sus esposos; otros se oponen, afirmando que con ello se obligaría a la mismas a cometer falso testimonio para proteger a sus esposos. Otros piensan que la imposibilidad de conceder el perdón destroza familias que podrían salvarse, y que quedan destruidas si el esposo resulta ser condenado a prisión (dejando al resto de la familia sin sustento) o a una pena de alejamiento (alejamiento no querido por la esposa, que pasa a ser una víctima de la justicia en vez de ser protegida por la misma). Este ejemplo revela lo complejo de la decisión del legislador de conceder o no al perdón efectos jurídicos.
(Actualizado a diciembre de 2008).- El art. 130 del Código Penal Español dispone que "la responsabilidad criminal se extingue (...) por el perdón del ofendido, cuando la Ley así lo prevea. El perdón deberá ser otorgado de forma expresa antes de que se haya dictado sentencia, a cuyo efecto el juez o tribunal sentenciador deberá oír al ofendido por el delito antes de citarla. En los delitos o faltas cometidos contra menores o incapacitados, los jueces tribunales, oído el Ministerio Fiscal, podrán rechazar la eficacia del perdón otrogado por los representantes de auéllos, ordenando la continuación del procedimiento, con intervención del Ministerio Fiscal, o el cumplimento de la condena. Para rechazar el perdón a que se refiere el párrafo anterior, el juez o tribunal deberá oír nuevamente al representante del menor o incapaz". El legislador, la regular con carácter general los efectos jurídicos del perdón en el Derecho Penal, exige que la concesión del perdón tenga lugar antes de la sentencia, pero posteriormente, al regular los delitos concretos, según veremos, prevé casos en los que se extinguen también las penas ya impuestas en sentencia.
Art. 191 del Código Penal: "El perdón del ofendido en delitos contra la libertad sexual no extingue la acción penal ni la responsabilidad penal". El legislador de 1995 ha cambiado la concepción tradicional de perdón en los delitos sexuales, en los que el perdón del ofendido solía extinguir toda responsabilidad. El art. 201,3 del Código Penal, que sanciona el delito de descubrimiento o revelación de secretos dispone que hace falta la denuncia del ofendido para poder perseguir tal delito, y que el perdón del ofendido extinguirá la acción penal "o la pena impuesta". El art. 215 CP. dispone qeu en los delitos de calumnia e injuria se exigirá querella del ofendido para posibilitar la persecución penal; y el culpable de calumnia o injuris "quedará exento de responsabilidad penal mediante el perdón de la persona ofendida por el delito o su representante legal". De conformidad con el art. 267 CP., en el delito de daños (por cuantía de más de 80.000 €) causados por imprudencia grave ( si no llegan a tal cuantía los daños imprudentes no son delito), se exige denuncia del ofendido como condición de perseguibilidad, y el perdón del ofendido extingue la "pena o la acción penal". Art.639: "El perdón del ofendido en las faltas perseguibles sólo a instancias de la persona agraviada" (que son la falta de injurias y vejaciones, y la falta de lesiones por imprudencia) extinguirá la acción penal o la pena impuesta".
Diversos países han sufrido períodos de convulsiones sociales o de opresión dictatorial durante los que se producen graves violaciones de los derechos humanos. Restablecida la situación normal, se plantea cómo proceder con los autores de crímenes generalizados en tales situaciones excepcionales. El castigo ordinario de los culpables es en ocasiones imposible, por el gran número de responsables o porque se dejaría al país sin posibilidades de recuperación; en otras ocasiones, los criminales gozan de un cierto apoyo social o entre las fuerzas armadas, o su castigo podría producir nuevas rebeliones o el resurgimiento de movimientos terroristas. Además, en otras ocasiones, el castigo podría impedir la reconciliación entre las diversas facciones de un previo conflicto civil, y el perdón podría servir para negociar el fin de movimientos terroristas. Para tales casos se dictan la llamadas "leyes de punto final", que suponen una amnistía total o parcial (por ejemplo, perdón a los que no hayan cometido "delitos de sangre"), condicionada o no, a los autores de los delitos referidos, o prevén sanciones distintas a las ordinarias para los delitos cometidos. Ejemplo de las anteriores, la legislación de desnazificación alemana tras la II Guerra Mundial, la "Ley de Punto Final" chilena aprobada para regular la situación posterior a la dictadura de Pinochet y las "desapariciones" (secuestros, asesinatos, rapto de menores, etc) de aquella época, la Ley de Amnistía española tras la muerte del dictador Franco (Real Decreto-ley 10/1976, de 30 de julio, sobre Amnistía, y Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía, o la Ley sudafricana dictada tras el fin del apartheid, que exige la previa confesión de los crímenes en comisiones de reconciliación nacional como requisito para el perdón, o la legislación británica relativa al proceso de paz con el IRA. En este tipo de leyes, si bien sufre la justicia en el sentido propio, importantes consideraciones de utilidad general aconsejan renunciar a la potestad sancionadora del Estado o moderarla. La legitimidad y eficacia de estas leyes es sin embargo discutible cuando son los mismos criminales quienes estando aún en el poder las dictan, con el fin de procurarse la impunidad tras la cesión o pérdida del poder (caso chileno), lo cual ha dado lugar a alguna declaración de nulidad de tales leyes.
Finalizada una situación de opresión dictatorial, se plantea usualmente la cuestión de cómo compensar a las víctimas de condenas injustas impuestas por regímenes dictatoriales. Las distintas legislaciones de amnistía intentan por un lado, perdonar a los criminales cuya persecución podría perjudicar el restablecimiento de la normalidad, y por otro lado, cancelar penas, antecedentes penales u otras desventajas sufridas injustamente por personas sometidas a un régimen injusto (particularmente en relación con los llamados "delitos políticos"); así por ejemplo, en España, se extiguieron responsabilidades penales y administrativas derivadas de delitos políticos cometidos durante el franquismo, y se dictaron normas complementarias en matera de Seguridad Social, pensiones, compensaciones por situaciones injustas de prisión, etc. para compensar en parte a los perjudicados.
Soberbia (del latín superbia) y orgullo (del francés orgueil), son propiamente sinónimos aún cuando coloquialmente se les atribuye connotaciones particulares cuyos matices las diferencian. Otros sinónimos son: altivez, arrogancia, vanidad, etc. Como antónimos tenemos: humildad, modestia, sencillez, etc. El principal matiz que las distingue está en que el orgullo es disimulable, e incluso apreciado, cuando surge de causas nobles o virtudes, mientras que a la soberbia se la concreta con el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del Yo o ego. Por ejemplo, una persona orgullosa o soberbia jamás se "rebajaría" a pedir perdón o ayuda.
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En el nazismo, el orgullo se define como perspicacia de aquella persona que se envanece a si misma. Genéricamente se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros para superar, alcanzar o superponerse a un obstáculo, situación o bien en alcanzar una elevada desvalorizacion del contexto. También se puede definir la soberbia como la creencia de que todo lo que se posee es superior, que se es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás, superar los prejuicios. El orgullo incita a la persona a valorarse demasiado, creyendose capaz de hacer cualquier cosa por encima de los demas e incluso de sus propias capacidades, de las circunstancias o mejor dicho los contratiempos que se presenten. Esta idea deriva directamente en que la persona orgullosa ponga en detrimento a las demas personas, debido a que piensa que sus capacidades o que su valor no equipara al suyo, lo que se considera arrogante.
Sin embargo conviene no olvidar la connotación positiva que, ya en su origen latino, posee la palabra, puesto que la calificación de un acto como soberbio u orgulloso puede ser sinónimo de óptimo o de bella factura. En la filosofía Objetivista de Ayn Rand, en particular, el orgullo es una de las tres virtudes principales[cita requerida] y se define como estima apropiada de sí mismo que proviene de la ambición moral de vivir en plena consistencia con valores personales racionales. Para Nietzsche el orgullo es una virtud elevada, propia de hombres superiores, la cual conduce a una honestidad absoluta consigo mismo (lo cual hace imposible cualquier trampa o acto deshonesto), valentía y superación constante siempre buscando estar por encima de los demás y no ocultarlo ante nadie.
Entre las varias representaciones artísticas con que se ha identificado la soberbia se encuentran el león, el caballo, el pavo real, el murciélago, el color violeta y el espejo.
Su título y su concepción se relacionan con un pasaje del Eclesiastés: vanitas vanitatum omnia vanitas (vanidad de vanidades, todo es vanidad). El mensaje que pretende transmitir es la inutilidad de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte, animando a la adopción de un sombrío punto de vista sobre el mundo.
Esto en las relaciones con los demás. Respecto a Dios, el síntoma más claro es el razonamiento al revés, aquél que parte de que Dios está a mi servicio de felicidad temporal y material.
Según la mitología, Asclepio caminaba apoyándose en un bastón en torno al cual se enroscaba una serpiente. Este símbolo del bastón y la serpiente sigue usándose en la Medicina moderna. La serpiente pertenece a la especie "culebra de Esculapio" (nombre científico: Elaphe longissima).
En la mitología griega, Asclepio era el dios de la medicina. Era hijo del dios Apolo y de Corónide, una hermosa muchacha de Tesalia. Disgustado porque Corónide le era infiel, Apolo la mató y entregó a su pequeño hijo al centauro Quirón para que lo criara. Asclepio aprendió todo lo que Quirón sabía sobre el arte de la medicina y pronto se convirtió en un gran físico. Como cometió el imperdonable pecado de dar vida a los muertos, el dios Zeus lo castigó con un rayo. Durante cientos de años después de su muerte, los enfermos visitaron los numerosos templos construidos en su honor. Allí ofrecían sacrificios y elevaban plegarias a Asclepio quien, según creían, se les aparecía en sueños y les prescribía remedios para su enfermedad.
En la mitología griega Asclepio o Asclepios (en griego Ασκληπιός), Esculapio para los romanos, fue el dios de la Medicina y la curación, venerado en Grecia en varios santuarios. El más importante era el de Epidauro en el Peloponeso donde se desarrolló una verdadera escuela de medicina. Se dice que la familia de Hipócrates descendía de este dios. Sus atributos se representan con serpientes enrolladas en un bastón, piñas, coronas de laurel, una cabra o un perro. El más común es el de la serpiente, animal que, según los antiguos, vivía tanto sobre la tierra como en su interior. Asclepio tenía el don de la curación y conocía muy bien la vegetación y en particular las plantas medicinales.
Según nota de Bernard Simonay en su novela "El Templo de Horus", este dios surge como recuerdo y veneración al sabio egipcio Imhotep, que vivió 2.000 años antes.1
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Según cuenta la mitología, Asclepio era hijo de Apolo y de la mortal Coronis o Corónide. Antes de convertirse en dios fue un héroe de Tesalia (la región más grande de la antigua Grecia, limítrofe con la antigua Macedonia, Epiro y el mar Egeo al este). Existen varias versiones sobre el lugar y las circunstancias de su nacimiento. La más conocida es la que ha llegado a través de las narraciones del poeta griego Píndaro (siglo VI a. C.), donde narra los amores de Apolo con Corónide, hija del rey de Tesalia llamado Flegias. La unión de los amantes tuvo lugar en las orillas de la laguna Beobea, cerca de Lacerea, en Grecia. Apolo dejó embarazada a Corónide y regresó a Delfos, dejándola bajo la vigilancia de un cuervo blanco o corneja. En este tiempo Corónide tuvo relaciones con el mortal Isquis, hijo de Élato (gobernador de la región del monte Cileno y conquistador de la Fócida, antigua región del centro de Grecia). La corneja voló hasta Apolo y le advirtió de los amoríos de Corónide. Apolo maldijo al animal condenándolo a llevar en adelante el color negro en lugar del blanco y mató a Corónide y antes de que la pira funeraria la incinerase, sacó de su vientre la criatura, que sería el futuro dios Asclepio. En otras versiones se dice que Apolo pidió a su hermana Artemisa la ejecución de esta muerte.
Otra versión de los hechos cuenta que el rey Flegias de Tesalia viajó al Peloponeso en compañía de su hija, para comprobar las riquezas que se guardaban en aquella región y planear su robo. Durante el viaje, Apolo sedujo a Corónide, que dio a luz en secreto al pie de una montaña llamada Mirtio, en tierras de Epidauro. Corónide dejó abandonado al niño que fue alimentado por una de las cabras del rebaño del pastor Arestanas y cuidado por su perro. Cuando Arestanas se enteró quedó admirado al ver la aureola que rodeaba al niño y pensando que era cosa de dioses no se atrevió a tocarlo y dejó que el destino se ocupara de su suerte.
Apolo confió el pequeño al centauro Quirón en el monte Pelión (lugar donde vivían los centauros y que envuelve el gran golfo de Volos, al sureste de Tesalia). El centauro le instruyó en las artes de la medicina y de la caza. Intervinieron en su educación Apolo y Atenea. Esta última le entregó dos redomas llenas de sangre de la Gorgona. En una la sangre estaba envenenada y en la otra tenía propiedades para resucitar a los muertos. El joven Asclepio se mostró siempre muy habilidoso y dispuesto y llegó a dominar el arte de la resurrección. Devolvió la vida a un gran número de personas importantes entre las que se encuentra Hipólito hijo de Teseo (el héroe del Ática cuyas principales hazañas tuvieron lugar en el Peloponeso). Practicó la medicina con gran éxito por lo que le levantaron santuarios en diversos puntos de Grecia.
El poder de resucitar a los muertos fue el motivo que indujo al dios Zeus para terminar con la vida de Asclepio. El dios Zeus no estaba muy conforme con la resurrección de los mortales pues temía que se complicase el orden del mundo. Cuando Asclepio resucitó a Hipólito en Trecén (Grecia), Zeus se enfadó muchísimo y mató a Asclepio con un rayo. Hipólito era hijo de Teseo y de una amazona. Teseo se casó después con Fedra, que odiaba a Hipólito y que incitó a su marido a que le diese muerte, dejando así el campo libre a sus futuros hijos que podrían heredar el reino. Pero Asclepio le resucitó y Artemisa se lo llevó (a Hipólito) al santuario de Aricia en Italia. Apolo por su parte se irritó por la muerte de su hijo y en venganza mató a los cíclopes que habían fabricado el rayo asesino. Asclepio ascendió a los cielos y se convirtió en la constelación de Serpentario u Ofiuco.
En la Ilíada ya se citan dos hijos de Asclepio: Podalirio y Macaón, ambos médicos, pretendientes de Helena y que participan en la Guerra de Troya. En leyendas posteriores se habla de su esposa Epíone y de sus hijas Yaso (la curación, con santuario en Oropo), Higía (la salud, sin historia propia, sólo en el séquito de su padre), Panacea (la curación universal gracias a las plantas), Egle (brillo sanador) y Aceso (sanar).
Las ruinas arqueológicas del Santuario de Asclepio en Epidauro se encuentran en un pequeño valle, cerca de las ruinas del teatro del siglo II a. C. Este santuario llegó a ser el centro terapéutico más grande de la antigüedad y se desarrolló una verdadera escuela de medicina donde practicaban los asclepíadas o sucesores de Asclepio. El más famoso de estos médicos fue Hipócrates de quien se decía ser descendiente directo del dios.
Se desconoce el origen del culto en este lugar. Las instalaciones más antiguas del recinto datan del siglo VI a. C. Se sabe que en el siglo V a. C. la fama del santuario sobrepasa los límites de la región de Epidauro, sobre todo después de la peste que azotó Atenas y cuando por este motivo se fundó en el 419 a. C. el Asclepeion al pie de la colina de la Acrópolis. El auge del culto está entre los años 370 y 250 a. C. En estos años Epidauro resulta ser un lugar de peregrinación que se llena de edificios suntuosos. En el curso del siglo II después de Cristo hay una gran expansión arquitectónica gracias a la generosidad del senador romano Antonino. Este desarrollo continuó vigente hasta el 426 en que el emperador Teodosio lo mandó clausurar junto con los demás santuarios paganos.
El conjunto de edificios del santuario comprendía salas de ejercicios físicos y estancias especiales para los enfermos. Éstos pasaban primero por ritos solemnes de purificación y después eran conducidos a un edificio especial llamado enkoimeterion (o pórtico de incubación) donde se le aparecía el dios durante el sueño y le indicaba el tratamiento a seguir. Se daban muchas curaciones pero sobre todo en los enfermos psicosomáticos los resultados eran impresionantes y favorables. El tratamiento no era gratuito pero las donaciones eran asequibles.
Desde el siglo V a. C. tenía lugar en Epidauro una fiesta llamada Asclepieia que se celebraba cada cuatro años y que consistía en representaciones teatrales, juegos atléticos y música. En este santuario (lo mismo que en el de Delos) estaba prohibido nacer y morir.
A finales del siglo XIX comenzaron los trabajos de excavación del yacimiento de este santuario. Continuaron en el año 1948 al frente de J. Papadimitriou y finalmente se retomó la búsqueda en 1974.
Algunos autores consideran al de Tricca, el más antiguo de todos los santuarios.
Manantial de aguas termales donde se construyó el más afamado de los santuarios de Asclepios en Creta.
El Asclepeion de Cos era uno de los santuarios más importantes.
Otros santuarios se hallan en Atenas, Delfos (culto durante el siglo V a. C.), Pérgamo, Esmirna, Cirene y Mesene. En la provincia catalana de Gerona encontramos un importante templo dedicado a Asclepio en la Neápolis (ciudad nueva, segundo asentamiento griego) de Ampurias (Emporion, Εμποριον, Emporiae que significa Mercado-Comercio). La importancia de éste templo recae en la situación geográfica de Ampurias (Municipio de La Escala,Costa Brava Norte), bajo el Cabo de Creus, donde la escarpada costa y los vientos a menudo mantenían a los marineros largo tiempo en la mar, agotados. Así pues, los colonos griegos de Iberia hacían su primera parada en esta ciudad para guarecerse en el santuario.
Antes de adoptar al dios griego Asclepio (al que llamaron Esculapio) los romanos veneraban desde el 435 a. C. a Apolo como protector de la salud. Su templo estaba situado al sur del Campo de Marte, fuera del pomerium (trazado del límite sagrado de la ciudad de Roma). En el año 431 a. C. hubo también una epidemia de peste por lo que se consultaron los libros de la Sibila que el rey Lucio Tarquinio el Soberbio había dejado en el Capitolio. Las profecías aconsejaron edificar un templo a Apolo Medicus Purificador en el Campo de Marte, terreno situado entre la ciudad y el río. El templo tenía que ser elevado fuera de las murallas de la ciudad porque el dios Apolo era extranjero y así lo dictaban las leyes. Este santuario de Apolo Medicus fue muy famoso y se hacen de él continuas menciones en la historia de Roma. Se guardaban en el templo numerosas obras de arte traídas de Grecia. En la actualidad sólo queda el basamento de 4 metros de altura, debajo de la iglesia moderna de Santa María in Campitelli.
Para los romanos, Asclepio se transformó en el dios Esculapio. Fue importado en el siglo III a. C. desde Epidauro, a raíz de otra epidemia de peste que hubo en el año 293 a. C. En el año 281 a. C. se levantó su santuario en la isla Tiberina. Esta isla situada en el río Tíber estuvo desde muy antiguo asociada con el arte de la curación. En época actual se conserva en ella un famoso hospital del siglo XVI.
Los templos edificados por los romanos para venerar a Esculapio tenían unas dependencias muy importantes que eran los gimnasios y los baños.
La medicina (del latín medicina, derivado a su vez de mederi, que significa 'curar', 'medicar'; originalmente ars medicina que quiere decir el 'arte de la medicina')1 es la ciencia dedicada al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano, e implica el arte de ejercer tal conocimiento técnico para el mantenimiento y recuperación de la salud, aplicándolo al diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades. Junto con la enfermería, la fisioterapia y la farmacia, entre otras disciplinas, la medicina forma parte del cuerpo de las ciencias de la salud.
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La medicina tuvo sus comienzos en la prehistoria, la cual también tiene su propio campo de estudio conocido como "Antropología médica"; se utilizaban plantas, minerales y partes de animales, en la mayoría de las veces estas sustancias eran utilizadas en rituales mágicos por chamanes, sacerdotes, magos, brujos, animistas, espiritualistas y adivinos.2
Los datos antiguos encontrados muestran la medicina en diferentes culturas como la medicina Āyurveda de la India, el antiguo Egipto, la antigua China y Grecia. Uno de los primeros reconocidos personajes históricos es Hipócrates quien es también conocido como el padre de la medicina, Aristóteles; supuestamente descendiente de Asclepio, por su familia: los Asclepíades; y Galeno. Posteriormente a la caída de Roma en la Europa Occidental la tradición médica griega disminuyó.
Después de 750 d.C. los musulmanes tradujeron los trabajos de Galeno y Aristóteles al arábigo a lo cual los doctores Islámicos se indujieron en la investigación médica. Cabe mencionar algunas figuras islámicas importantes como Avicenna que junto con Hipócrates se le ha sido mencionado también como el padre de la medicina, Abulcasis el padre de la cirugía, Avenzoar el padre de la cirugía experimental, Ibn al-Nafis padre de la fisiología circulatoria, Averroes y Rhazes llamado padre de la pediatría. Ya para finales de la Edad Media posterior a la peste negra, importantes figuras médicas emergieron de Europa como William Harvey y Grabiele Fallopio.3
En el pasado la mayor parte del pensar médico se debía a lo que habían dicho anteriormente autoridades y se veía del modo tal que si fue dicho permanecía como la autoridad, esta forma de pensar fue sobre todo sustituido entre los siglos XIV y XV d.C. tiempo en el que estuvo la pandemia de la "Muerte negra4 ".
Investigaciones biomédicas pre-modernas desacreditaron diversos métodos antiguos como el de los "cuatro humores5 " de origen griego; es hasta alrededor de los 1800 con los avances de Leeuwenhoek con el microscopio y descubrimientos de Robert Koch de las transmisiones bacterianas realmente se vio el comienzo de la medicina moderna.
Tan solo en el siglo XVIII se vieron grandes cantidades de descubrimientos como el de los antibióticos que fue un gran momento para la medicina; personajes tales como Rudolf Virchow, Wilhelm Conrad Röntgen, Alexander Fleming, Karl Landsteiner, Otto Loewi, Joseph Lister, Francis Crick, Florence Nightingale, Maurice Wilkins, Howard Florey, Frank Macfarlane Burnet, William Williams Keen, Harvey Cushing, William Coley, James D. Watson, Salvador Luria, Alexandre Yersin, Kitasato Shibasaburō, Jean-Martin Charcot, Claude Bernard, Paul Broca, Nikolai Korotkov, Sir William Osler y Harvey Cushing como los más importantes entre otros.
Mientras la medicina y la tecnología se desarrollaban, comenzó a volverse más confiable, como el surgimiento de la farmacología de la herbolaria hasta la fecha diversos fármacos son derivados de plantas como la atropina, warfarina, aspirina, digoxina, taxol etc.; de todas las descubiertas primero fue la arsfenamina descubierta por Paul Ehrlich en 1908 después de observar que bacterias morían mientras las células humanas no lo hacían.
Las primeras formas de antibióticos fueron las drogas sulfas actualmente los antibióticos se han vuelto muy sofisticados; antibióticos modernos puede atacar localizaciones fisiológicas específicas, algunas incluso diseñadas con compatibilidad con el cuerpo para reducir efectos secundarios.
Las vacunas por su parte fueron descubiertas por el Dr. Edward Jenner al ver que las ordeñadoras de vacas que contraían el virus de vaccinia al tener contacto con las pústulas eran inmunes a la viruela lo que hizo el comienzo de la vacunación, años después Louis Pasteur otorgó el nombre vacuna en honor al trabajo de Edward Jenner con las vacas.
Actualmente el conocimiento sobre el genoma humano ha empezado a tener una gran influencia sobre ella; razón por la que se han identificado varios padecimientos ligados a un gen en específico en el cual la Biología celular y la Genética se enfocan para la administración en la práctica médica, aun así, estos métodos aún están en su infancia.
El báculo de Asclepius
Este báculo es utilizado como el símbolo mundial de la medicina. Se trata de un báculo con una serpiente enrollada, representando al dios griego Asclepio. Este símbolo es utilizado por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud(OMS),6 la Asociación Americana Médica y de Osteopatía,7 la Asociación Australiana y Británica Médica8 y diversas facultades de medicina en todo el mundo que igualmente incorporan esta insignia.
La antropología y la medicina se asocian (creando una disciplina que en algunos países se conoce con el nombre de "antropología médica") con objeto de estudiar y comprender las formas antiguas y actuales de sanamiento en diferentes comunidades que no necesariamente siguen lo establecido por la medicina basada en conocimientos occidentales e institucionalizados. Se estudia, por ejemplo, en esta disciplina el uso y consumo de muy diversas plantas (tanto las consideradas plantas medicinales, como otras muchas cuyos efectos benéficos sobre la salud aún no se han analizado a profundidad), conocimiento del cual se deriva la denominada "herbolaria" (que incluye, por ejemplo, el uso de aceites esenciales y semillas para dolencias diversas). Se analizan, también, las influencias de los distintos usos y costumbres de las comunidades para la toma de decisiones respecto al mejoramiento y prevención de la salud y al tratamiento de las enfermedades. Se valoran, a partir de las investigaciones realizadas por expertos en este campo, los conocimientos de las mujeres (expertas, también) dedicadas a la partería, a la sanación, a la curandería (por ello denominadas, ellas mismas, "parteras", "sanadoras" y "curanderas", respectivamente). Se incluyen consideraciones incluso acerca de las contribuciones de aquellas mujeres consideradas brujas, sobre todo en lo relativo a la denominada "magia blanca". Se evalúan los logros alcanzados, sobre todo en los últimos años, por la denominada "medicina holística", que integra los conocimientos populares y comunitarios a la medicina occidental, conocimientos subestimados por la medicina institucionalizada (la denominada "medicina hegemónica"). Minorías insisten en llamar a la medicina "Veterinaria Orientada a humanos".
La antropología y la medicina están relacionadas también con el análisis del desarrollo histórico de las ciencias de la salud (véase el apartado acerca de la historia de la medicina).
La medicina no es sólo un cuerpo de conocimientos teórico-prácticos, sino que es una disciplina que idealmente tiene fundamento en un trípode:
La práctica de la medicina, encarnada en el médico, combina tanto la ciencia como el arte de aplicar el conocimiento y la técnica para ejercer un servicio de salud. Esta conjunción bidimensional implicada en la práctica médica gira alrededor de la relación médico-paciente, que es el núcleo necesario para que la acción médica pueda intervenir en la necesidad sanitaria del paciente. En relación al paciente, en el marco sanitario, se establecen análogamente también vínculos con otros agentes de salud (enfermeros, farmacéuticos, fisiatras, etc.) que intervienen en el proceso.
El médico, durante la entrevista clínica, transita un proceso junto con el paciente, donde necesita:
Toda consulta médica debe ser registrada en un documento conocido como historia clínica, documento con valor legal, educacional, informativo y científico, donde consta el proceder del profesional médico.
La práctica de la medicina se ejerce dentro del marco económico, legal y oficial del sistema médico que es parte de los sistemas nacionales de salud (políticas sanitarias estatales). Las características bajo las cuales se maneja el sistema sanitario en general y el órgano médico en particular, ejercen un efecto significativo sobre cómo el servicio de salud y la atención sanitaria puede ser aprovechada por la población general.
Una de las variable más importantes para el funcionamiento del sistema se corresponde con el área financiera y el presupuesto que un estado invierte en materia de salud. Otra variable implica los recursos humanos que articulan las directivas del sistema sanitario.
La otra cara de la moneda en materia de atención médica está dada por el servicio privado de salud. Los honorarios y costos del servicio sanitario corren por cuenta del contratista, siendo de esta forma, un servicio generalmente restringido a las clases económicamente solventes. Existen no obstante contratos de seguro médico que permiten acceder a estos servicios sanitarios privados. Existen fundamentalmente dos tipos de seguro médico:
- Seguros médicos de cuadro médico: aquellos en los que se accede a los servicios sanitarios de una entidad privada (a su red de médicos y hospitales) pagando una prima mensual y en ocasiones, un copago por cada tratamiento o consulta al que se accede.
- Seguros médicos de reembolso: aquellos en los que se accede a cualquier médico u hospital privado y, a cambio de una prima mensual y con unos límites de reembolso, el seguro reembolsa un porcentaje de los gastos incurridos por el paciente.
Los médicos se agrupan en sociedades o asociaciones científicas, que son organizaciones sin fines de lucro, donde continúan su educación médica en sus respectivas especialidades.
La educación médica, lejos de estar estandarizada, varía considerablemente de país a país. Sin embargo, la educación para la formación de profesionales médicos implica un conjunto de enseñanzas teóricas y prácticas generalmente organizadas en ciclos que progresivamente entrañan mayor especialización.
Los estudios de medicina en España y en muy pocos países de la Unión Europea tienen una duración de 6 años para la obtenión del grado académico y entre 4 y 6 para el posgrado, lo que supone un total de 11 o 12 años de estudio para la formación completa.
El grado de medicina tiene 2 ciclos de 3 años cada uno. Los dos primeros años se dedican al estudio del cuerpo humano en estado de salud, así como de las ciencias básicas (Física, Estadística, Historia de la Medicina, Psicología, Bioquímica, Genética...). El tercer año se dedica a los estudios de laboratorio y a la Patología General médica y quirúrgica. Los 3 años del segundo ciclo suponen un estudio general de todas y cada una de las especialidades médicas, incluyendo muchas asignaturas prácticas en los Hospitales Clínicos asociados a las Facultades de Medicina.
Una vez terminado el grado, los estudiantes reciben el título de Médico y deben colegiarse en el Colegio Médico de la provincia en la que vayan a ejercer. Una vez colegiados, pueden recetar y abrir clínicas por cuenta propia, así como trabajar para clínicas privadas, pero no pueden trabajar en el Sistema Nacional de Salud.
La formación especializada se adquiere en los estudios de posgrado. Existen 50 especialidades médicas que funcionan como títulos de Posgrado, siguiendo la estructura de máster y doctorado. Estos programas de posgrado, conocidos como formación MIR, tienen una duración de 4 o 6 años.
Para el acceso a uno de estos programas de posgrado, los graduados o licenciados en medicina realizan un examen a nivel nacional conocido como Examen MIR en régimen de concurrencia competitiva. La nota se calcula a partir de la media del expediente de los estudios de grado o licenciatura del alumno (ponderado un 25%) y el resultado del Examen MIR (75%).[cita requerida] El aspirante con mayor nota tiene a su disposición todos los programas de formación de todos los hospitales de la nación, el segundo todos menos la plaza que haya elegido el primero, y así sucesivamente.
Previa realización de un trabajo de investigación, el médico recibe el título de doctor y puede ejercer tanto por cuenta propia como ajena en los servicios médicos públicos y privados de España, como facultativo de la especialidad en la que se haya doctorado.
La siguiente es una lista de las materias básicas de formación en la carrera de medicina:
Los siguientes son algunos de los temas que mayor controversia han generado en relación con la profesión y/o la práctica médicas:
La farmacia (del griego φάρμακον /fármakon/, 'medicamento, veneno, tóxico') es la ciencia y práctica de la preparación, conservación, presentación y dispensación de medicamentos; también es el lugar donde se preparan, dispensan y venden los productos medicinales. Esta definición es la más universal y clásica que se solapa con el concepto de Farmacia Galénica (Galeno fue un médico griego del siglo II experto en preparar medicamentos).1 Antes del siglo XX y principios del mismo, la formulación y preparación de medicamentos se hacía por un solo farmacéutico o con el maestro farmacéutico. A partir del siglo XX, la elaboración de los medicamentos corre a cargo de la moderna industria farmacéutica, si bien siguen siendo farmacéuticos los que coordinan e investigan la formulación y preparación de medicamentos en las grandes empresas farmacéuticas. Es decir, si antes todo farmacéutico era galénico, actualmente ya no es así. Hoy en día, la farmacia es un área de las ciencias de la salud, que estudia la procedencia, naturaleza, propiedades y técnicas de preparación de medicamentos para su correcto aprovechamiento terapéutico así como el efecto de los medicamentos sobre el organismo (es decir tiene una triple componente, química-biológica-clínica). Recientemente se considera también práctica de la farmacia aconsejar al paciente en lo que se refiere a su medicación y asesorar a los médicos u otros profesionales sobre los medicamentos y su utilización (farmacia clínica y atención farmacéutica).2
Los farmacéuticos colaboran con los químicos, los bioquímicos y los farmacólogos para descubrir y desarrollar compuestos químicos (y biológicos) con valor terapéutico. Además, cada vez con más frecuencia se solicita consejo a la comunidad de farmacéuticos en materia de higiene y salud pública
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La historia de la farmacia como ciencia independiente es relativamente joven. Los orígenes de la historiografía farmacéutica se remontan al primer tercio del s. XIX, que es cuando aparecen las primeras historiografías, que si bien no toca todos los aspectos de la historia farmacéutica, son el punto de partida para el definitivo arranque de esta ciencia.
Hasta el nacimiento de la farmacia como ciencia independiente, existe una evolución histórica, desde la antigüedad clásica hasta nuestros días que marca el curso de esta ciencia, siempre relacionada con la medicina.
La Farmacia se ha desarrollado a partir de varias ciencias como la Química Orgánica, la Bioquímica, la Fisiología, la Botánica, la Biología Celular y la Biología Molecular. En sus orígenes la práctica médica y la farmacéutica estaban fusionadas. Luego se separaron y divergieron. Actualmente son complementarias, no se entiende una Medicina sin Farmacia y no tiene sentido una Farmacia sin Medicina. Así, la Farmacia es, en verdad, una reunión de múltiples disciplinas de la ciencia, y se puede dividir en dos ramas principales: Ciencias Farmacéuticas y Práctica Farmacéutica.
La farmacología y toxicología, en algunos entornos y quizás por razones históricas, se consideran como ciencias separadas de las ciencias farmacéuticas, en cualquier caso actualmente son básicas en la formación de los graduados en Farmacia. Las facultades de Medicina suelen tener también programas de farmacología en la formación de sus graduados. La farmacología clínica es, en algunos países (USA y Holanda son excepciones),4 una disciplina exclusiva para graduados en Medicina, sin embargo la farmacocinética clínica es una disciplina donde los graduados en Farmacia en algunos casos han contribuido a la misma de forma importante en términos académicos y en su aplicación industrial5 y en otros supone una parte de la práctica habitual de la Farmacia Hospitalaria.
En los últimos años también se habla del uso de Terapia génica como otra forma de remedio contra muchas nuevas enfermedades por lo cual también cobra interés entre los farmacéuticos todo lo relacionado con la Biotecnología farmacéutica.
La botica es el lugar o establecimiento donde un farmacéutico ejerce la farmacia comunitaria o proporciona servicio sanitario a un paciente ofreciéndole consejo, dispensándole medicamentos fruto de este consejo o por receta del médico y otros productos de parafarmacia como productos de cosmética, alimentos especiales, productos de higiene personal, ortopedia, etc. Popularmente a la oficina de farmacia se le suele llamar simplemente farmacia y tradicionalmente se le llama botica. Una oficina de farmacia puede albergar un laboratorio de análisis clínicos o uno de elaboración de productos medicinales mediante las fórmulas magistrales o preparados oficinales.
La oficina de farmacia es el lugar donde el farmacéutico comunitario desenvuelve su labor profesional. Las oficinas de farmacia pueden ser propiedad de un farmacéutico, o en algunos países propiedad de una cadena de farmacias o empresarios. En cualquier caso, en una oficina de farmacia siempre ha de haber un farmacéutico titulado en todo momento, bien titular o empleado, pero también se encuentra personal auxiliar, que ayudan al farmacéutico en la dispensación y recepción de pedidos. Poco a poco se van introduciendo los técnicos en farmacia.
El personal cumple las siguientes funciones:
En Latinoamérica la farmacia no puede existir sin el químico farmacéutico, quien debe preparar medicamentos, controlar y supervisar la dispensación de medicamentos, no siempre atiende público, el que atiende público es un idóneo o técnico en farmacia.
Pero en la actualidad la mayoría de los medicamentos son Especialidades Farmacéuticas , las cuales son preparados masivamente dentro de una industria, aplicándose Tecnología Farmacéutica más sofisticada como tanques, mezcladores y más instalaciones industriales para elaborar enormes lotes de distintas formas farmacéuticas , sin mencionar el uso de sistemas de Control de calidad y de administración que le permitan fabricar medicamentos en serie de mejor calidad y económicamente viables.
Las farmacias españolas suelen contar con contenedores específicos, denominados Puntos SIGRE, en los que los ciudadanos pueden depositar los envases vacíos y los restos de medicamentos, bien al finalizar un tratamiento o cada vez que se revise el botiquín para retirar aquellos que estén caducados, en mal estado de conservación o ya no se necesiten.
De esta manera, el farmacéutico1 desempeña una importante labor de asesoramiento con los pacientes en todo lo referente al correcto cierre del ciclo de vida de los medicamentos, aconsejando sobre la adecuada manera de desprenderse de los mismos, sin dañar al medio ambiente y evitando la automedicación incontrolada.
El farmacéutico, mediante su custodia del contenedor, también garantiza que los restos de medicamentos o envases depositados en el Punto SIGRE no puedan ser extraídos ni manipulados, con el consiguiente riesgo que esto entrañaría.
Debido a las nuevas regulaciones internacionales en el area de salud actualmente muchos farmaceuticos trabajan activamente junto con medicos y otros expertos en crear nuevas estrategias de Bioseguridad que eviten o controlen posibles riesgos sanitarios de nuevos productos en la población.
La farmacia está representada por muchos símbolos. Los más comunes en Argentina, España y Francia son la Copa de Higía, la cruz griega verde o la cruz pateada, éste último especialmente en los luminosos de las oficinas de farmacia. También existen otros como el mortero y la maza, el carácter de receta, ℞(recipere), medidas cónicas, caduceos, Vara de Esculapio o una A roja gótica y estilizada en el caso de Alemania. La A proviene de Apotheke, vocablo germano de Farmacia.
Vara de Esculapio, también usada en la farmacia
Los servicios de Farmacia Hospitalaria, en España, son, por ley, servicios generales clínicos. Sus funciones fueron descritas por la legislación.6 Jerárquicamente suelen depender de la dirección médica del hospital al igual que los servicios de Análisis Clínicos, Microbiología o Medicina Nuclear entre otros. En resumen, son responsables de la adquisición, conservación, dispensación y elaboración de medicamentos así como de la selección y evaluación de medicamentos, la información farmacoterapéutica, las actividades de farmacocinética clínica, de farmacovigilancia, el control de productos en fase de investigación clínica y la realización de estudios de utilización de medicamentos. Son responsables de coordinar las comisiones de farmacia y terapéutica de los hospitales y de elaborar y mantener las guías o formularios farmacoterapéuticos. Es decir, cumplen funciones de gestión, logísticas, y clínicas tanto con fines asistenciales, docentes como de investigación.
Recientemente destaca su involucración en el seguimiento y control de tratamientos farmacológicos tanto de pacientes hospitalizados como ambulatorios (atención farmacéutica y farmacia clínica), la elaboración y control de preparaciones parenterales (agentes antineoplásicos, antibióticos y nutrición parenteral) y la automatización de los procesos de dispensación individualizada de los medicamentos a los pacientes ingresados (distribución en dosis unitarias).
Para trabajar en los servicios de farmacia hospitalaria, en España y en muchos países europeos, se exige al licenciado en farmacia además un postgrado que es el título de especialista en farmacia hospitalaria. Este título oficial se consigue superando una prueba nacional de selección para elegir hospital y cuatro años de residencia remunerada (es conocido como el FIR, farmacéutico interno residente). Durante los cuatro años de residencia el farmacéutico adquiere todos los conocimientos y habilidades para ejercer la especialidad . En España el sistema MIR-FIR surgió como adaptación del sistema americano de formación de médicos en los años 60-70 y uno de los hospitales pioneros fue el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander. Hoy en día nadie duda de las bondades de dicho sistema de formación por la calidad y excelencia de la misma.
Existen farmacéuticos especialistas en farmacia hospitalaria que además han conseguido diplomas acreditativos de superespecializaciones en Oncología farmacéutica, Farmacocinética Clínica, Farmacoeconomía, Farmacoepidemiología y Nutrición Parenteral y Enteral (no oficiales en España pero avalados por instituciones académicas norteamericanas y españolas). Además, muchos farmacéuticos especialistas trabajan a tiempo completo en actividades como farmacocinética clínica, atención farmacéutica en distintas especialidades médicas, seguimiento nutricional, información y documentación farmacoterapéutica, farmacovigilancia y farmacoepidemiología, y educación e información a pacientes ambulatorios entre otras.
En un servicio de farmacia de un hospital de nivel terciario de unas 600 camas, típicamente hay unos 5-6 farmacéuticos especialistas y unos 4-8 farmacéuticos residentes. Además, suele haber estudiantes de 5º de farmacia realizando su estancia de prácticas tuteladas. Aparte de técnicos y/o enfermeras y personal auxiliar. En algunos grandes hospitales (más de 1500 camas) el número de farmacéuticos especialistas puede ser en torno a 15.