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HUMOR: CARICATURA DE BENEDICTO XVI. Benedicto XVI (en latín, Benedictus PP. XVI), nacido Joseph Alois Ratzinger (*Marktl am Inn, Baviera, Alemania, 16 de abril de 1927), es el actual Papa de la Iglesia católica. Tras el fallecimiento de Juan Pablo II, fue elegido como el 265º Papa[2] el 19 de abril de 2005 por los cardenales que votaron en el Cónclave.[3]

Benedicto XVI

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Benedicto XVI
265º Papa de la Iglesia católica
BentoXVI-30-10052007.jpg
Ordenación29 de junio de 1951 por
Michael von Faulhaber
Consagración episcopal28 de mayo de 1977 por
Josef Stangl
SecretarioGeorg Gänswein y
Alfred Xuereb
PredecesorVenerable
Juan Pablo II
Cardenales nombradosVéase categoría
Información personal
NombreJoseph Alois Ratzinger
NacimientoMarktl am Inn, Baviera
Flag of Germany.svg Alemania
16 de abril de 1927 (83 años)
FirmaPope Benedict XVI Signature.svg
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Cooperatores veritatis[1]

Benedicto XVI (en latín, Benedictus PP. XVI), nacido Joseph Alois Ratzinger (*Marktl am Inn, Baviera, Alemania, 16 de abril de 1927), es el actual Papa de la Iglesia católica. Tras el fallecimiento de Juan Pablo II, fue elegido como el 265º Papa[2] el 19 de abril de 2005 por los cardenales que votaron en el Cónclave.[3]

Contenido

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Introducción

Joseph Ratzinger —siendo arzobispo de Múnich y tras una larga e importante carrera como profesor de Teología— fue nombrado cardenal por el papa Pablo VI en 1977. Participó en el Concilio Vaticano II como asesor teológico del cardenal Josef Frings. En 1981 fue nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por el papa Juan Pablo II, quien también le nombró Decano del Colegio Cardenalicio y, como tal, cardenal-obispo de Ostia en 2002.

Como cardenal decano, presidió los funerales de su predecesor, el papa Juan Pablo II. Sus primeras palabras como Sumo Pontífice fueron: "Queridos hermanos y hermanas, después del gran papa Juan Pablo II los señores cardenales me eligieron, un simple y humilde trabajador en la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones".[4]

Ratzinger domina por lo menos seis idiomas (alemán, italiano, francés, latín, inglés y español), además lee el griego antiguo y el hebreo. Es miembro de varias academias científicas de Europa y ha recibido ocho doctorados honoris causa de diferentes universidades (entre otras, de la Universidad de Navarra y de la Pontificia Universidad Católica del Perú en 1986); además es ciudadano honorífico de la comunidad de Pentling (1987), Marktl (1997), Traunstein (2006) y Ratisbona (2006).

Es un experto pianista y su compositor favorito es Mozart. Es el sexto (quizás séptimo, según la procedencia de Esteban VIII, de quien se desconoce si nació en Roma o en Alemania) Papa alemán desde Víctor II. En abril de 2005 fue incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time.

El último Papa llamado Benedicto fue Benedicto XV, quien ostentó el cargo de 1914 a 1922; Papa en tiempos de la Primera Guerra Mundial, procuró la paz y luchó contra los integristas católicos.

Su vida antes de la elección al Papado

Benedicto XVI en su viaje a los Estados Unidos de América en 2008

Infancia y juventud

Nació en Marktl am Inn, Baviera, el 16 de abril de 1927, a las 8:30, en la dirección Schulstraße 11, la casa de sus padres. Fue bautizado el mismo día que nació que además era un sábado de Gloria en la diócesis de Passau. Es el tercero y más joven de los hijos de Joseph Ratzinger (n. 6 de marzo de 1877, † 25 de agosto de 1959), un oficial de policía, y de María Ratzinger (n. 7 de enero de 1884, † 16 de diciembre de 1963, nacida Peinter). Su familia materna es originaria de Rio di Pusteria (Mühlbach), en el Alto Adigio (Italia).

Su hermano Georg Ratzinger (nacido en 1923), también sacerdote, aún vive. Su hermana Maria Ratzinger, quien nunca se casó, administró la casa del cardenal Ratzinger hasta su muerte en 1991. A la edad de cinco años, Ratzinger estaba con un grupo de niños que dieron la bienvenida al visitante cardenal arzobispo de Múnich con flores. Impresionado por la vestimenta del cardenal, más tarde anunció que quería llegar a ese cargo.

Dos años después de su nacimiento, el 11 de julio de 1929, su familia se mudó a Tittmoning y el 5 de diciembre de 1932 se mudó nuevamente, esta vez a Aschau am Inn, y fue aquí que Joseph vivió su tiempo escolar, en la década de los 30, después del fortalecimiento del nacionalsocialismo. El padre de Joseph compró una pequeña casa de campo en Hufschlag en Traunstein; este lugar es recordado por Ratzinger como "el verdadero hogar" de su familia.

El padre de Joseph, debido a su trabajo en la gendarmería, debía ser muy flexible en cuanto a su ubicación. A pesar de que sus padres tenían algunas cargas económicas, lo enviaron al seminario de San Miguel, donde se desempeñó como un estudiante dedicado.

Hasta 1939 ningún seminarista había entrado en las Juventudes Hitlerianas. Pero el régimen exigió a partir de marzo la afiliación obligatoria. Hasta octubre, la dirección del Seminario se negó, pero luego no pudo impedir el inscribirlos. Así le sucedió también a Joseph Ratzinger, a sus 14 años.[5] Un testigo relata (según el Frankfurter Allgemeine Zeitung) que los seminaristas eran una "provocación" para los nazis: se les consideraba sospechosos de estar en contra del régimen.[6] En un escrito del Ministerio de Educación se lee que la pertenencia obligatoria a las Juventudes Hitlerianas "no garantiza que los seminaristas realmente se hayan incorporado a la comunidad nacionalsocialista de los pueblos".[7]

A los 16 años, fue llamado a filas, como tantos jóvenes de las Juventudes hitlerianas que al final de la guerra fueron militarizados (los llamados Flakhelfer: ayudantes de artillería antiaérea)[8] y se le destinó a la protección de la fábrica de BMW en Traunstein, en las afueras de Múnich, ciudad que fue bombardeada masivamente. Prestó servicio entre abril de 1943 y septiembre de 1944. En este tiempo asistió al instituto de segunda enseñanza "Maximiliansgymnasium". A las preguntas de un superior, contestó que quería ser sacerdote. Estuvo luego, tras la instrucción básica, destinado en Austria, concretamente en la protección antitanque.

En 1944 comenzó su entrenamiento básico en Hungría en el "Servicio de trabajo" (en alemán Reichsarbeitsdienst) que era una organización Nazi, donde él, junto con otros compañeros, construyeron barreras contra los tanques de guerra. Ratzinger desertó en los últimos días de la guerra, pero fue hecho prisionero por soldados aliados en un campo cerca de Ulm en 1945. Como seminarista del seminario diocesano, entonces sito en Traunstein, hizo su examen de bachillerato en "Chiemgau-Gymnasium" en Traunstein.

Desde 1946 hasta 1951 Ratzinger estudió Teología católica y filosofía en la Universidad de Teología y Filosofía de Freising, así como en el Herzogliches Georgianum de la universidad de Múnich y Friburgo. Según sus propias palabras, sus mayores influencias filosóficas, después de un periodo de interés por el neo-Kantismo, fueron sobre todo las obras de Gertrud von le Fort, Ernst Wiechert, Elisabeth Langgässer, Theodor Steinbüchel, Martin Heidegger y Karl Jaspers. Igualmente, se refiere a Fiódor Dostoyevski como una fuerte influencia literaria. En su discurso final Ratzinger trató el tema: Cambio de pensamiento. En cuanto a los escolásticos, su interés se centró en San Buenaventura.

Carrera académica

Sus comienzos no estuvieron exentos de disgustos. Su primera tesis sobre San Buenaventura le fue devuelto en 1954 con una severa crítica del profesor Michael Schmaus. Sus enfoques empezaban a romper esquemas tradicionales de la época, lo que le ocasionaba alguna incomprensión y dificultad.

Ratzinger ingresó como profesor en la Universidad de Bonn en 1959; su conferencia inaugural versó sobre "El Dios de la fe y el Dios de la filosofía". En 1963 se fue a la Universidad de Münster, donde al dar su conferencia inaugural ya era bien conocido como teólogo. En el Concilio Vaticano II, sirvió como asesor teológico del cardenal Josef Frings de Colonia, y continuó defendiendo el Concilio, incluido Nostra Aetate, el documento que habla acerca del respeto hacia otras religiones, el ecumenismo y la declaración del derecho de libertad religiosa.

Ratzinger admitió que era, y en parte sigue siendo, admirador de Karl Rahner, un teólogo académico bien conocido por su "Nueva Teología"; pero, a pesar del acuerdo en muchos puntos y aspiraciones, Ratzinger se dio cuenta que Rahner y él vivían, desde el punto de vista teológico "en dos planetas diferentes", como explica en el libro "Mi vida" (pag. 126), pues la Teología de Rahner estaba caracterizada por la tradición escolástica de Suárez y de su nueva versión a la luz del idealismo alemán y de Heidegger, en la que Escrituras y Padres no jugaban un papel importante y en que la dimensión histórica era de escasa importancia; en contraste, la formación de Ratzinger estaba marcada por las Escrituras y por los Padres de la Iglesia, por un pensamiento esencialmente histórico. En 1966 fue candidato a ocupar una vacante en teología dogmática en la Universidad de Tubinga, donde fue colega de Hans Küng, con quien años más tarde sostendría fuertes enfrentamientos. En 1968 escribió en su libro "Introducción al Cristianismo" que el Papa tenía el deber de oír diferentes voces dentro de la Iglesia antes de tomar una decisión. También escribió que la Iglesia de ese tiempo estaba muy centralizada. Dichos párrafos no aparecieron en ediciones posteriores del libro, porque fueron malinterpretados por autores que utilizaron este texto para cuestionarlo. Durante este tiempo, se distanció de la atmósfera de Tubinga y de los lineamientos marxistas del movimiento estudiantil de la década de los años 60, que en Alemania rápidamente se radicalizaron entre los años 1967 y 1968, culminando en una serie de disturbios en abril y mayo de 1968. En 1969 regresa a Baviera a la Universidad de Ratisbona (Regensburg), en un ambiente académico menos progresista.

Sacerdote, arzobispo y cardenal

Escudo del cardenal Ratzinger como arzobispo de Múnich y Frisinga

El 29 de junio de 1951 recibió junto con su hermano Georgh el sacramento del orden sacerdotal en la catedral de Freising a través del que fuera entonces arzobispo de Múnich y Freising, el cardenal Michael von Faulhaber. Celebró su primera Santa Misa en la parroquia de San Oswaldo en Traunstein y el 30 de julio de 1951 celebró, junto a su hermano en Rimsting, lugar donde su madre había nacido.

En 1972, fundó la publicación teológica Communio junto con Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac y otros. Communio, hoy publicada en diecisiete idiomas (alemán, inglés y español, entre otros), se ha convertido en una de las publicaciones católicas más influyentes del mundo.

El 24 de marzo de 1977 Ratzinger fue consagrado arzobispo de Múnich y Frisinga, y el 27 de junio, Pablo VI lo nombró cardenal del título de S- Maria Consolatrice al Tiburtino. Durante la asamblea sinodal de la catequesis de 1977, se produce su primer encuentro con Karol Wojtyła, después de muchos años de intercambiar con él correspondencia, ideas y libros.

Teólogo

Como joven profesor de teología, abría a sus alumnos a pensadores en aquel momento considerados avanzados, y que en aquella época incluso tuvieron problemas con la Jerarquía católica, como Yves Congar o Henri de Lubac, además de a los grandes autores protestantes como Karl Barth, Oscar Cullmann o Dietrich Bonhoeffer.

Defendía la necesidad de abrirse a a un nuevo lenguaje que, partiendo del Evangelio, conectase existencialmente con las inquietudes del hombre concreto contemporáneo. En ese sentido, no ha ocultado la influencia en su enfoque de la filosofía de existencialistas como Heidegger o Karl Jaspers.

Como asesor en el Concilio Vaticano II del cardenal Frings, defendió un debate abierto y una elaboración de los textos creativa, impulsando la relación entre la Iglesia y el Mundo y una nueva manera de exponer las verdades centrales del cristianismo como la Revelación o la Salvación. (Así lo recuerda en el Libro La Sal de la Tierra)

En su estudio sobre la Teología de la Historia en San Buenaventura, aparecen ya algunas constantes de su pensamiento. Para Ratzinger, la fe de la Iglesia ha de fundamentarse en el mensaje de liberación del Evangelio y en la tradición más primigenia del cristianismo, (en particular los Padres de la Iglesia) de los que es posible hacer una relectura significativa para el hombre de hoy. Entiende que el depósito de la fe es inagotable y ha de entenderse vivencialmente de un modo dinámico y, por lo tanto, está siempre proyectado hacia lo nuevo.

En su libro Introducción al Cristianismo, defiende que el ser es ser pensado, pensamiento del Espíritu absoluto que se ha revelado como relación. Concibe la relación como una forma primigenia de lo real: la unidad primigenia es unidad en el amor. Así es como hay que entender el dogma de la Trinidad, donde la más intrincada teoría transmite enseñanzas prácticas para concebir el cosmos y la vida, en particular la vida humana cuyo origen y meta está en el amor.

Insiste en este mismo tratado que la omnipotencia divina se descubre en su esencia a través de la entrega del hombre Jesús de Nazareth. Sólo se entiende lo que es Dios en la impotencia y debilidad del pesebre de Belén y la muerte ignominiosa en la Cruz. Esto nos revela la ley de lo abundante, donde el amor se derrocha y suscita la respuesta de la fe que ha de ser, de este modo, una respuesta de amor. En ello se toca lo esencial del ser humano que se encuentra a sí mismo cuando se siente amado y, como respuesta, es capaz de salir de sí mismo al encuentro de los demás, especialmente de los necesitados, y de la Trascendencia. Esta es la idea básica de su libro Mirar a Cristo.

En el terreno moral, ha insistido en que el cristianismo no es un moralismo. La fe cristiana no tiene nada que ver con la religiosidad que busca la recompensa, que se ciñe a un legalismo ético para ganarse supuestamente un derecho a la salvación. La fe en Jesús se basa en la humildad que vive del amor gratuito recibido (gracia) más allá del mérito y el rigorismo. Es esta apertura al don lo que transforma al hombre y produce su conversión (la metanoia del evangelio). Llamó la atención su afirmación de la concepción de la unión carnal entre el hombre y la mujer como sacramento y manifestación del amor de Dios, a diferencia del gnosticismo y del dualismo de las primeras herejías, en una aversión a la sexualidad. Por ello se mostró partidario de una visión antropológica positiva del cuerpo y su lenguaje, que estima coherente con el Dios de la Creación y de la Vida que se revela en la Biblia.

Sobre la Escatología tiene una obra del mismo título donde pretende dar respuesta teológica a una sociedad atenazada por el miedo al sufrimiento y a la muerte. En esta obra afirma que la fe cristiana está volcada hacia la vida, su meta es vida en todos sus niveles en cuanto a don y reflejo de Dios, que es la Vida. Para la fe cristiana, sostiene, no existe ninguna vida inútil.

Ratzinger reaccionó en el libro Informe sobre la fe ante lo que consideró una deriva caótica del catolicismo tras el Concilio Vaticano II, atribuyéndola a lo que estimaba era una interpretación superficial del mismo que se apuntaba acríticamente a todo lo novedoso por efímero e inconsistente que esto fuera. Así, mostró su preocupación por un relativismo que pone en cuestión la idea de Verdad dogmática y Moral. Para él, la Verdad no es un punto de llegada, es una llamada a la búsqueda sincera donde la razón puede desplegar todas sus energías, pero eso no la diluye ni la transforma en mera invención subjetiva y manipulable. Si se renuncia a la verdad acerca del hombre, se renuncia a su libertad (así lo expresa en su libro Fe, Verdad, Tolerancia). Denunció también el empobrecimiento que para un culto profundo supuso el abandono de una liturgia enraizada en la tradición de la Iglesia.

Combatió, asimismo, la identificación del compromiso social cristiano con la colaboración en las nuevas estructuras de poder revolucionario que surgieron en Latinoamérica. Por ello condenó las manifestaciones más exacerbadas de la Teología de la Liberación, a la que vio influida por un marxismo llamado a desaparecer. También fue crítico con la identificación de la fe cristiana con formas políticas conservadoras, en coherencia con su concepción de un cristianismo que va mucho más allá de la mezquina defensa de estructuras políticas y sociales que siempre serán mutables y pasajeras. Entiende que la fe cristiana es incompatible con la adhesión a sistemas de dominación y opresión, sean del signo que sean. Por ello ha denunciado los males derivados del capitalismo y el liberalismo occidentales.

En su Teoría de los Principios Teológicos, materiales para una teología fundamental, sostiene que la Iglesia debe superar sus disputas internas y reflexionar sobre la posibilidad de respuesta que lleva en su interior. Afirma que una de las primeras reglas del discernimiento espiritual consiste en que donde está ausente la alegría y el humor está ausente el Espíritu.

Para Ratzinger, el cristiano occidental vive hoy en una era neopagana, marcada por la idolatría del dinero, el prestigio, el placer y el poder. Por ello la persona está cada vez más aislada y desorientada y la sociedad desprovista de valores humanos consistentes. Ante ello, el cristiano ha de ser el que transmita la liberación del que vive del Perdón y la promesa de la Vida Eterna para todos los hombres. Solo desde estos parámetros se puede recobrar y defender un sentido pleno de la dignidad humana. Muestra su escepticismo ante la eficacia de una reforma estructural de la Iglesia, entiende más bien que lo que hay que hacer es poner esa estructura al servicio del amor. Para él, la Iglesia vive de la alegría que los cristianos experimentan por ser tales (Ser Cristiano en la era neopagana).

Todo esto le ha colocado en el punto de mira crítico de la teología católica más progresista, si bien le valió la confianza de Juan Pablo II y le llevó a desempeñar con rigor el cargo de Prefecto de la Congregación para la de la Doctrina de la Fe.

Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe

El cardenal Ratzinger en Polonia

El 25 de noviembre de 1981, Juan Pablo II nombró a Ratzinger Prefecto para la Congregación para la doctrina de la Fe.

Dimitió en la archidiócesis de Múnich a principios de 1982. Fue nombrado cardenal obispo de Velletri-Segni en 1993, elegido vicedecano del Colegio Cardenalicio en 1998 y finalmente decano del mismo 2002, uniendo como es preceptivo su sede cardenalicia a la de Ostia. Se mostro firme en cuanto al control de la natalidad, el sacerdocio femenino, el diálogo interreligioso y otros muchos errores. Fue el cardenal más próximo a Juan Pablo II; Ratzinger y Wojtyla fueron calificados intelectualmente como "almas gemelas"[cita requerida].

Bajo su prefectura se dictaron escritos acerca de la postura de la Iglesia católica con respecto a las personas homosexuales (1986), y "Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la atención pastoral de las personas homosexuales" (1992), rechazando los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales (3 de junio de 2003).

Por razón de su cargo fue también el responsable de estudiar la compatibilidad de la teología de la liberación con la doctrina católica; le compitió prohibir el ejercicio de la enseñanza en nombre de la Iglesia a teólogos disidentes como Hans Küng, Leonardo Boff y otros, varios de ellos españoles.

Elección al Papado

Predicción

El cardenal Ratzinger oficiando las exequias de Juan Pablo II

El 2 de enero de 2005, la revista "Time" publicó que fuentes vaticanas decían que Ratzinger era el favorito para suceder a Juan Pablo II si el Papa moría o se ponía muy enfermo para continuar como Papa. A la muerte de Juan Pablo II, el Financial Times dio la preferencia a Ratzinger para convertirse en Papa en la primera posición.

Aunque Ratzinger era considerado el favorito por la mayoría de los medios de comunicación internacionales, otros mantenían que su elección estaría lejos de la realidad porque muy pocas predicciones papales en la historia moderna se habían vuelto realidad. Las elecciones de sus predecesores Juan Pablo I y Juan Pablo II habían sido sorpresivas. Aunque era el favorito, fue una sorpresa para muchos que resultara electo.

Elección

El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger fue elegido como sucesor de Juan Pablo II en el segundo día del Cónclave después de cuatro rondas de votaciones. Coincidió con la fiesta de San León IX, el más importante Papa alemán de la Edad Media, conocido por instituir el mayor número de reformas durante un pontificado.

Ratzinger esperaba retirarse pacíficamente y había dicho que "hasta cierto punto, le dije a Dios 'por favor no me hagas esto'... Evidentemente, esta vez Él no me escuchó".

Después de ser elegido Papa hizo su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro para realizar el tradicional rito de Habemus Papam. Fue anunciado por el cardenal protodiácono del Colegio Cardenalicio Jorge Arturo Medina Estévez, de origen chileno. El cardenal Medina se dirigió primero a la multitud con "queridísimos hermanos y hermanas" en italiano, español, francés, alemán e inglés, y pronunció la formula Habemus Papam en latín.

En el balcón, las primeras palabras de Benedicto XVI a la multitud, dadas en italiano antes de de impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi, fueron:

Queridos hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el señor sabe trabajar y actuar con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones. En la alegria del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos adelante, que el Señor nos ayudará y María Su Santísima Madre estará de nuestra parte. Gracias.

En la Solemne Inauguración de su Pontificado, que reemplaza la ya extinta coronación con la tiara (el último Papa coronado fue Pablo VI), el cardenal Jorge Medina Estévez fue el encargado de imponerle el palio, mientras que Angelo Sodano, cardenal obispo de Albano y del título in commendam de S. Maria Nuova, Secretario de Estado, le colocó el "anillo del Pescador".

El Pontificado

.

El 19 de abril de 2005 fue elegido sucesor de Juan Pablo II después de dos días de cónclave y dos fumatas negras. El cardenal Ratzinger había repetido sucesivas veces que le gustaría retirarse a una aldea bávara y dedicarse a escribir libros pero, más recientemente, había reconocido a sus amigos estar listo para "cualquier función que Dios le atribuyera".

Su elección generó de inmediato duras críticas, centradas en su supuesto perfil neo-conservador; se le acusó de desear restituir la organización y doctrina de la Iglesia a la que tenía antes del Concilio Vaticano II. Algunos analistas preveían que con él la Iglesia endurecería sus posturas en lo referente a la prohibición del aborto, la homosexualidad, la eutanasia o el uso de métodos anticonceptivos. Sus partidarios aducen que durante su Prefectura sólo uno de los procesos abiertos acabó en excomunión: el del arzobispo ultraconservador Monseñor Marcel Lefebvre; también se le conoce que asistió al Concilio Vaticano II y que había sido de los más interesados y propuso reformas novedosas.

En agosto de 2005, participó en la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, Alemania cosechando grandes muestras de afecto por parte de la juventud y donde también se destacó el recuerdo de Juan Pablo II. Asistieron mas de 2.530.000 jovenes de todas partes del globo

Según datos de la Prefectura Apostólica sobre la asistencia de fieles a los actos celebrados en el Vaticano y en Castel Gandolfo, es decir sin viajes:

  • Año 2005: 2.855.500 personas (abril-diciembre)
  • Año 2006: 3.222.820 personas
  • Año 2007: 2.830.100 personas
  • Año 2008: 2.215.000 personas
  • Año 2009: 2.243.900 personas

Encíclicas

Deus caritas est

Artículo principal: Deus Caritas Est

El 25 de enero de 2006, publicó su primera encíclica, Deus Caritas Est. Tras una introducción donde mantiene que la expresión Dios es Amor es el corazón de la fe cristiana, desarrolla un texto con dos partes diferenciadas. En la primera se habla del amor en la creación de Dios y en la historia de la salvación, empezando por definir el concepto de amor, en esta parte entre otras cosas critica la reducción del amor al puro sexo con fines comerciales. No se ha de rechazar el amor erótico pero sí sanearlo para que alcance su verdadera grandeza. En la segunda parte se habla del ejercicio de la caridad por parte de la Iglesia, a la que llama comunidad de amor. La Iglesia no ha de quedarse al margen de la lucha por la justicia, pero no ha de hacer política, sino ofrecer un servicio de amor, que siempre será necesario.

Spe Salvi

Artículo principal: Spe salvi

El 30 de noviembre de 2007 se presentó su segunda encíclica, Spe salvi, dedicada a la esperanza e inspirada en la carta de San Pablo a los Romanos. En ella afirma que la vida no acaba en el vacío sino que desemboca en el momento pleno de satisfacción, de sumergirse en el amor infinito, en la vida enterna en la que el tiempo ya no existe. Llama a la autocrítica al cristianismo y lo previene de la tentación del individualismo. Recuerda que la victoria de la razón sobre la irracionalidad es un objetivo de la fe cristiana, pero que la ciencia no redime al hombre, sino que el hombre es redimido por el amor. Advierte que un progreso basado en el mero materialismo es una amenaza y que la experiencia del marxismo nos ha mostrado claramente que un mundo sin libertad no es un mundo bueno. La libertad ha de estar orientada por una esperanza en medio del sufrimiento, el fracaso y las frustraciones de la existencia y de la historia. En ese sentido, el Juicio Final es un consuelo porque supone la revocación del sufrimiento y la respuesta al anhelo de justicia que ofrece un Dios que es a la vez Justicia y Amor.

Caritas in veritate

Artículo principal: Caritas in Veritate

En el rezo del Ángelus Domini del 29 de junio de 2009, Benedicto XVI confirmó el título de su tercera Encíclica con fecha del mismo día, siendo la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Volviendo a los temas sociales contenidos en la Populorum progressio, escrita por Pablo VI en 1967, se propone profundizar en algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad. Fue publicada el 7 de julio de 2009.

Exhortaciones Apostólicas

Artículo principal: Sacramentum Caritatis

En marzo de 2007 publicó su primera Exhortación Apostólica. En ella reafirma el valor de la eucaristía y su sentido que nace del amor de Cristo y se proyecta hacia el amor a todos los hombres. La unión con Cristo en la eucaristía alimenta el compromiso por la justicia y la reconciliación, el ansia de compartir los bienes, la emancipación de la idolatría del trabajo y el respeto por la Creación.

Se cree que en 2010 publicará la Exhortación sobre el Sínodo de los Obispos de 2008.[9]

Otras publicaciones

En abril de 2007 publicó la primera parte su libro Jesús de Nazareth en la que reflexiona sobre la figura de Jesucristo en calidad de teólogo, no como Sumo Pontífice de la Iglesia católica. Ha sido un éxito internacional de ventas. En él sale al paso de ideas recientes que reducen la figura del Jesús histórico a un mero moralista rebelde o liberal, a un profeta escatológico o un revolucionario político. Sin rechazar frontalmente estas visiones, Ratzinger hace hincapié en que el factor de inteligibilidad clave es la unión de Jesús con el Padre. Esta vivencia de intimidad con Dios le otorga autoridad para presentarse como un nuevo Moisés que renueva la Ley judía (Torá) para darle pleno cumplimiento en la predicación de las bienaventuranzas (la pobreza, la mansedumbre, la pureza de corazón...) y el amor al enemigo. Su experiencia de Hijo le lleva a la obediencia de un amor entregado hasta la muerte. Jesús era el Rey esperado por Israel, pero un rey que rechaza la tentación demoníaca del poder y se presenta en la humildad de su origen, su cercanía a los pecadores y su servicio a todos. Existe una plena correspondencia entre el Jesús histórico que anunció e hizo presente el Reinado de Dios y el Cristo de la fe de las primeras comunidades de creyentes. Los evangelios, por lo tanto, sin ser reportajes exactos de lo acontecido, nos revelan la verdadera Persona de Jesús y su significación auténtica como Hijo de Dios. Apartando esta expresión de sus antecedentes mitológicos y políticos, la condición de Hijo permite asomarnos al interior de Jesús que nos da a conocer a Dios como Abba (Padre, en arameo). En ello radica la originalidad de Jesús y su novedad.

Se cree que en 2010 se publique la segunda pate.[9]

Consistorios para la creación de nuevos cardenales

EL 24 de marzo de 2006 en la Plaza de San Pedro celebró su primer Consistorio Ordinario Público para la creación de nuevos cardenales.

El 17 de octubre de 2007, tras la audiencia general, anunció un segundo consistorio para la creación de nuevos cardenales, entre ellos 3 españoles y 5 latinoamericanos. Tuvo lugar el 24 de noviembre de 2007 y se nombró a 18 cardenales y otros 4 más que habían cumplido ya 80 años. El Papa comunicó su intención de haber nombrado también al anciano obispo Ignacy Jez, de Koszalin-Kolobrzeg (Polonia), que falleció el día anterior al anuncio.

Beatificaciones y canonizaciones

Sello postal de Alemania celebrando los 80 años de vida del Papa

El papa Benedicto XVI decidió que, tal como se hacía antes, las beatificaciones las llevara a cabo el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, que actualmente se encuentra en la persona de José Saraiva Martins C.M.F., cardenal diácono de N. Signora del Sacro Cuore. En algunos casos, ha delegado en otros cardenales. En cualquier caso, el rito de beatificación se celebra -salvo excepciones- en la iglesia local más directamente vinculada con el nuevo beato. Entre las beatificaciones durante el Pontificado de Benedicto XVI destacan Mariana Cope de Molokai (1838-1918), Clemens August Graf von Galen, obispo de Münster (1933-1946 cardenal), Josep Tàpies y seis compañeros sacerdotes de la diócesis de Urgell, que murieron mártires en 1936, Carlos de Foucauld, José Anacleto González Flores y ocho compañeros mártires en México en 1927, Antonio Rosmini.

El 28 de octubre de 2007 el Santo Padre aprobó la mayor beatificación "masiva" de la historia de la Iglesia, 495 mártires españoles; la celebración no la presidió él, pero tuvo una audiencia privada con los peregrinos y obispos españoles.

Diálogo con confesiones cristianas

El 4 de noviembre de 2009 publicó la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus sobre la institución de Ordinariatos personales para los anglicanos que entran en la plena comunión con la Iglesia católica.[10]

Diálogo con religiones no cristianas

En 2000, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó un documento titulado Dominus Iesus, que reafirmaba la histórica doctrina y misión de la Iglesia de proclamar el Evangelio. Esto sorprendió a los que erróneamente pensaron que la Iglesia anteriormente había repudiado este papel único en el mundo.

Papa Benedicto XVI, 20 enero de 2006

Este documento apuntaba el peligro para la Iglesia de teorías relativistas que justifican el pluralismo religioso negando que Dios se haya revelado a la humanidad.

El Congreso Judío Mundial celebró su elección al pontificado, haciendo notar "su gran sensibilidad a la historia judía y al Holocausto".

El Dalai Lama felicitó al antes cardenal por su elección como Papa Benedicto XVI.

En una entrevista en 2004 para el diario Le Figaro, Ratzinger había dicho que Turquía, un país musulmán por herencia y población pero secular por su constitución, debería mirar en un futuro hacia una asociación de países islámicos más que a la Unión Europea, que tenía raíces cristianas. Dijo que Turquía siempre ha estado "en contraste permanente con Europa", y que ligarla a Europa sería un error.

Sus defensores argumentan que es de esperarse que un líder de la Iglesia católica se pronuncie en favor de la superioridad del Catolicismo sobre otras religiones. También mantienen que las notas del Dominus Iesus no son indicativo de intolerancia ni de falta de voluntad para establecer un diálogo con otras religiones e, indican, esto es claro al leer el documento entero. Ellos dicen que Ratzinger fue muy activo en promover el diálogo interreligioso. Al defender el Dominus Iesus, Ratzinger estableció que cree que el diálogo inter-religioso debe tomar lugar basado en la igualdad de la dignidad humana, pero que la igualdad de la dignidad humana no debe implicar qué lado sea el correcto. El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso dijo el 26 de marzo: "El papa Benedicto XVI, al igual que su predecesor Juan Pablo II, nunca cesó de decir y demostrar su oposición a la intervención armada en Iraq". Él dijo que la Iglesia no es "occidente", es "católica" (es decir, Universal).

El Papa condenó fuertemente las caricaturas de Mahoma, primero publicadas por un diario danés y luego en otras publicaciones europeas. "En el contexto internacional en el que vivimos en el presente, la Iglesia católica continúa convencida de que, para mantener la paz y el entendimiento entre personas y hombres, es necesario y urgente que las religiones y sus símbolos sean respetados", dijo. Agregó que esto implica que "los creyentes no sean objeto de provocaciones que afecten sus vidas y sentimientos religiosos. Destacó que "para los creyentes, así como la gente de buena voluntad, el único factor que puede llevar a la paz y fraternidad es el respeto hacia las convicciones y prácticas religiosas de otros".

El 16 de abril de 2006, en su primer mensaje de Pascua, hizo un llamado por una solución pacífica en el conflicto nuclear con Irán. Dijo: "Acerca de las crisis internacionales ligadas al poder nuclear, que haya una solución honorable que lleve a una negociación seria y honesta". También hizo un llamado para el establecimiento de un estado palestino. Dijo: "Que la comunidad internacional, que reafirma el derecho de Israel a existir en paz, asista al pueblo palestino para salir de las precarias condiciones en las que vive y para construir su futuro, para la constitución de un estado que sea verdaderamente suyo".

Su visión de la guerra en Irak es que "no tiene justificación moral". Como cardenal, fue crítico de la decisión del Presidente George W. Bush de enviar un ejército al corazón del islam. Dijo que "El concepto de guerra preventiva no aparece en el Catecismo de la Iglesia Católica".

El 12 de septiembre de 2006 se vio envuelto en una controversia al citar al emperador bizantino Manuel II Paleólogo con la frase: "Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba". El asunto provocó disturbios y protestas airadas y violentas de musulmanes en numerosos países, que el Papa trató de aplacar explicando que había habido una "malinterpretación" de las palabras, posteriormente el asunto perdió importancia sin ocasionar más incidentes.

Ataques al Papa

El 6 de junio de 2007, un joven alemán de 27 años se lanzó contra el papamóvil, el vehículo que el Pontífice utiliza en sus apariciones públicas, y consiguió subirse a él, siendo atrapado por los guardaespaldas del Papa sin que este se diese cuenta de los que ocurría. Según el Vaticano, la intención del individuo, con problemas mentales, no era atacar al Papa, sino llamar la atención. El hecho pasó inadvertido para la mayoría de las personas allí presentes, y Benedicto XVI celebró como era habitual su audiencia de los miércoles, sin darse cuenta de lo ocurrido.[11]

El 24 de diciembre de 2009, cuando el Papa celebraba la Misa de Gallo en Roma, sufrió un segundo ataque. En esta ocasión, cuando se dirigía al altar, una joven residente en Suiza, llamada Susana Maiolo, saltó la valla de seguridad y se lanzó contra el Pontífice, agarrándolo y tirándolo al suelo. Benedicto XVI no resultó herido, y se levantó en seguida para continuar con el acto. Sin embargo, el cardenal francés Roger Etchegaray sufrió una rotura de fémur y tuvo que ser hospitalizado. La joven tenía también problemas psiquiátricos, y su intención parecía ser "abrazarlo". El Papa celebró la misa con normalidad y no aludió al ataque.[12]

Viajes

Benedicto XVI saludando a los jóvenes en la XX Jornada Mundial de la Juventud
Artículo principal: Anexo:Viajes de Benedicto XVI

Otros datos de interés

Origen del nombre de Benedicto XVI

Oficialmente, Joseph Ratzinger ha elegido el nombre pontifical de Benedicto XVI en homenaje a Benedicto XV. El Santo Padre explicó a los peregrinos la razón del nombre que eligió al ser nombrado Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal. Dijo: “He querido llamarme Benedicto XVI para relacionarme idealmente al venerado pontífice Benedicto XV, que ha guiado a la Iglesia en un periodo atormentado por el primer conflicto mundial. Fue valiente y auténtico profeta de paz y actuó con extrema valentía desde el inicio para evitar el drama de la guerra y después al limitar las nefastas consecuencias”.[13] Haciendo explícita referencia al tema de la reconciliación manifestó el deseo de “poner mi ministerio al servicio de la reconciliación y de la armonía entre los hombres y los pueblos, profundamente convencido que el gran bien de la paz es sobre todo don de Dios, don frágil y precioso que debe ser invocado, tutelado y construido día tras día con el aporte de todos”.

Asimismo hizo referencia al Padre del monacato occidental diciendo que “el nombre de Benedicto evoca, además, la extraordinaria figura del gran ‘Patriarca del monacato occidental’, San Benito de Nursia. La progresiva expansión de la Orden Benedictina fundada por él ha ejercido un influjo enorme en la difusión del cristianismo en todo el Continente. San Benito es por ello muy venerado en Alemania y, en particular, en Baviera, mi tierra de origen. Constituye un fundamental punto de referencia para la unidad de Europa y un fuerte reclamo a las irrenunciables raíces cristianas de su cultura y de su civilización”.

¿Benedicto o Benito?

A algunas personas les ha surgido la duda acerca del nombre del Papa. En francés es Benoît XVI, y no Bénédicte XVI; en portugués es Bento XVI, y no Benedito XVI. El nombre Benito XVI no es incorrecto aunque al parecer en todo el mundo hispanohablante el Papa es y será Benedicto XVI, como lo fue con sus antecesores del mismo nombre.

Se trata de un doblete léxico: a partir del nombre propio en latín Benedictus (participio de benedicere, bendecir) surgen dos palabras en castellano. Una, como voz patrimonial, evoluciona con las modificaciones propias del paso del latín al romance y da Benito. Otra, como cultismo, en que simplemente se adapta la forma de la voz latina superficialmente a las formas del castellano: Benedicto.

¿Decimosexto o dieciséis?

Según la Real Academia Española, tras el nombre de papas y reyes, se utilizan, en la escritura, los números romanos, que se leen como ordinales hasta el número diez (que se lee como ordinal o cardinal) y a partir de éste siempre como cardinales.[14] Por ejemplo, para los ordinales antes del diez (X), tenemos al papa Juan Pablo II (cuya forma de leer su nombre es Juan Pablo segundo y no Juan Pablo dos) o el ejemplo del papa Pío IX (Pío noveno o Pío nono y no Pío nueve). Por otro lado, para los cardinales después del diez (X), tenemos el ejemplo del papa León XIII (cuya forma de leer su nombre es León trece) o Juan XXIII (Juan veintitrés). Por tanto para el actual papa, Benedicto XVI, la forma de nombrarlo es Benedicto dieciséis y decimosexto cae en el desuso.

Benedicto XVI (XVII)

Algunos intelectuales y personas afines a movimientos tradicionales, españoles, creen que el ordinal correcto para Ratzinger como Papa sería Benedicto XVII, al igual que su antecesor a principios de siglo sería Benedicto XV (XVI) y así, de forma precedente, hasta Benedicto XIII (XIV) a causa de considerar al Papa Luna, Benedicto XIII de Aviñón, como un Papa legítimo.

Escudo papal

Escudo papal de Benedicto XVI

El escudo papal de Benedicto XVI conserva algunos elementos originales del escudo episcopal del cardenal Joseph Ratzinger y descarta la tradicional triple tiara pontificia, reemplazándola por una mitra.[15]

El mismo papa agregó el palio, la estola de lana que simboliza la autoridad episcopal.

Según Mons. Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, arzobispo italiano experto en heráldica y creador del nuevo escudo papal, "Benedicto XVI ha escogido un escudo de armas rico en simbolismo y significado, para poner su personalidad y papado en las manos de la historia”.

Benedicto XVI mantuvo la concha que simboliza al peregrino y también alude a una historia de San Agustín sobre un niño que, con una concha, pretendía verter el mar en un agujero.

El escudo mantiene elementos que evocan los orígenes bávaros del nuevo Pontífice. Lleva en la esquina superior izquierda, el Moro de Frisinga, la cabeza coronada de un etíope que desde hace mil años aparece en el escudo de los obispos de esta ciudad bávara.

En su libro "Mi Vida", el entonces cardenal Ratzinger explicó que utilizó el moro como "expresión de la universalidad de la Iglesia, que no conoce ninguna distinción de raza ni de clase".

En la parte superior derecha figura el Oso de Corbiniano, que hace referencia a la leyenda del obispo Corbiniano, que predicó el Evangelio en la antigua Baviera y es considerado el padre espiritual de la archidiócesis de Múnich y Frisinga.

Según la tradición, cuando el obispo viajaba a Roma, un oso devoró al animal de carga que llevaba. Corbiniano obligó al oso a llevar sobre su espalda el equipaje hasta la Ciudad Eterna. Una vez en Roma, lo dejó libre.

“El oso que llevaba la carga del santo me recuerda una de las meditaciones sobre los salmos de San Agustín. En los versículos 22 y 23 del salmo 72 (73) veía él expresado el peso y la esperanza de su vida. Aquello que él ve que expresan estos versículos y que presenta en su Comentario es como un ‘autorretrato’ trazado ante Dios y, por tanto, no sólo un pensamiento piadoso, sino explicación de la vida y luz en el camino. Me ha parecido que lo que Agustín escribe aquí representa mi destino personal”, indicó el entonces Purpurado en su autobiografía.

El escudo se completa con las dos llaves cruzadas símbolo del ministerio de Pedro.

Críticas

Benedicto XVI en Brasil, 2007
  • Ratzinger llevó las riendas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo que le hizo ganarse críticas de 'duro' y 'conservador' entre los sectores más progresistas de la Iglesia. Fue polémico su enfrentamiento con su amigo y rival, el teólogo Hans Küng, lo cual incrementó su fama de intransigente, acusación que ni el propio Küng comparte[cita requerida]. Ambos eran compañeros de juventud en la Universidad de Tubinga, donde ejercían como profesores de Dogmática y defendían de forma entusiasta las reformas aperturistas del Concilio Vaticano II. Pero tras mayo de 1968, Ratzinger se fue haciendo más conservador y crítico con las posiciones teológicas más liberales y relativistas, mientras Küng radicalizó su pensamiento y fue desarrollando una teología muy crítica con los dogmas (especialmente con el de la infalibilidad papal). En 1979 la Santa Sede suspendió a Küng para oficiar como sacerdote y enseñar teología católica, polémica decisión que los partidarios de Küng atribuyeron a Ratzinger. Sin embargo, en septiembre de 2005, unos meses después de iniciado su papado, Ratzinger invitó a Küng a su residencia en Castelgandolfo para departir amistosamente sobre cuestiones teológicas en las que venía trabajando Küng y que interesaban al Papa, aunque dejando de lado las viejas polémicas en torno a la dogmática. Küng, desde su ecumenismo, piensa ahora que Benedicto XVI podría llegar a ser el renovador de la Iglesia que como cardenal no fue[cita requerida].
  • En una carta dirigida por el cardenal Ratzinger, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington DC, y a monseñor Wilton Gregory, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), con ocasión de la reunión plenaria de primavera que este organismo, se sostiene una posible disparidad de opiniones entre los católicos hacia la pena de muerte, que contrasta con la posición sobre la eutanasia y el aborto:
Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.[16]
Carta de J. Ratzinger, a cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington DC

. En el párrafo anterior de esa misma carta, se dicen unas palabras importantes para situar esta cita en su contexto:

Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital.
  • Durante una visita a su Baviera natal, el 12 de septiembre de 2006 Benedicto XVI pronunció un discurso en la Universidad de Ratisbona citando una discusión acaecida entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1350-1425) y un persa recogido en la obra publicada en los años 60 ‘Conversaciones con un musulmán, Séptimo coloquio’, del teólogo alemán de origen libanés Theodore Khoury:
"En el séptimo coloquio editado por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la ‘yihad’ (…) de manera sorprendentemente brusca se dirige a su interlocutor simplemente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia, en general, diciendo: ‘Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba’. El emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. ‘Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…"[17]
Discurso de Benedicto XVI el 12 de septiembre de 2006 en Baviera

El texto enfureció a numerosos clérigos y creyentes musulmanes, que consideraron una insensibilidad o un desatino citar un texto antiguo donde se desacreditaba a todo el islam como "violento y malvado". El Papa sugirió días después que se habían malinterpretado sus palabras. Lamentó que hubiese habido quien las hubiera interpretado erróneamente, tanto en el mundo islámico como en Occidente; ese mismo año hizo un acercamiento a personalidades de otras religiones, tras reunirse con líderes de Turquía y con el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

  • Se expresó en contra del uso del preservativo en África, durante la visita de Benedicto XVI a Camerún y Angola al realizar una declaraciones en una entrevista concedida en el vuelo realizado entre Roma y Yaundé el 17 de marzo, en las que afirmaba:[18] [19]
    no se puede superar el problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema.
    Agencia Zenit
    varios gobiernos europeos y ONG expresaron su disconformidad con estas declaraciones generando una gran polémica.[20] [21] [22]

Referencias

Notas

  1. Sigue 3 Juan, 8, cuyo texto completo es: Nos ergo debemus sublevare huiusmodi, ut cooperatores simus veritatis.
  2. El Diccionario de los papas de César Vidal Manzanares (1997) lista al Papa Juan Pablo II (1978–2005) como 264º Papa, haciendo a Benedicto XVI el 265º.
  3. Es el primer Decano del Colegio Cardenalicio electo Papa desde Pablo IV en 1555 y el primer cardenal-obispo electo Papa desde Pío VIII en 1829.
  4. BENDICIÓN APOSTÓLICA "URBI ET ORBI" de S.S. Benedicto XVI martes 19 de abril de 2005
  5. Datos tomados del artículo "Zwangs-Hitlerjunge und Flakhelfer" en la edición electrónica del Handelblatt de 5 de septiembre de 2006, que se puede consultar aquí. Sobre la incorporación a las juventudes hitlerianas se encuentran informaciones interesantes en la entrevista al historiador Hans-Ulrich Wehler en el Spiegel
  6. Véase articulo "Die Kruzifixe durften bleiben" en el Frankfurter Allgemeine Zeitung de 3 de mayo de 2005 .
  7. La cita se encuentra en el mencionado artículo del Handelsblatt.
  8. La imagen mostrada fue tomada alrededor de junio de 1944 cuando Joseph Ratzinger tenía 16 años de edad. El uniforme corresponde a la Hitler Jugend; sin embargo, usa el águila terciada estilo de la Luftwaffe en el pecho.
  9. a b Agenda de Benedicto XVI para 2010 Ecclesia Digital
  10. Constitución apostólica Anglicanorum coetibus
  11. Léase Hombre saltó al papamóvil y creó temor a posible ataque.
  12. Léase incidente de la Misa del Gallo pone sobre la mesa la seguridad de Benedicto XVI.
  13. Léase explicación del nombre de Benedicto XVI.
  14. [http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltGUIBusDPD?lema=cardinales#8 Números cardinales, apartado 8. Diccionario panhispánico de dudas, Real Academia Española
  15. Léase la descripción e historia del escudo pontificio de Benedicto XVI.
  16. Léase artículo en Aciprensa, Julio de 2004
  17. Lease versión oficial del discurso
  18. Benedicto XVI: "El sida no se resuelve con preservativos". Consultado el 17 de marzo de 2009.
  19. http://www.zenit.org/article-30567?l=spanish Declaraciones del Papa a los periodistas presentes en el vuelo a Camerún
  20. De Benito, Emilio (19 de marzo de 2009). «Onusida sale en defensa del preservativo» (en español). elpaís.com. Consultado el 19 de marzo de 2009.
  21. Amón, Rubén (18 de marzo de 2009). «Francia dice que las palabras del Papa 'ponen en peligro la salud pública'» (en español). París: elmundo.es. Consultado el 19 de marzo de 2009.
  22. Europa Press / EFE (18 de marzo de 2009). «Sanidad pide al Papa que rectifique sus recomendaciones sobre la prevención del sida» (en español). elmundo.es. Consultado el 19 de marzo de 2009. «Su santidad el Papa está muy mal aconsejado y creo que debería entonar el 'mea culpa' porque al hablar de esta forma está dando un mensaje contrario a la evidencia científica por lo que convendría una rectificación»

Bibliografía

Libros escritos por Joseph Ratzinger

Las publicaciones de Joseph Ratzinger alcanzan los 600 títulos, algunos de sus estudios no han sido publicados abiertamente, sino que ha sido dirigido para ciertos gremios, comisiones y documentos eclesiásticos, aquí se muestra una breve selección de su trabajo:

Libros sobre Benedicto XVI

Documentales

  • Las Llaves del Reino, de Juan Pablo II a Benedicto XVI producido por el Centro Televisivo Vaticano, distribuido por HDH Communications, 2006.

Véase también

Enlaces externos


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1981 - 2005
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Arcbishoppallium.png
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1977 - 1982
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