FILOSOFÍA8: METAFÍSICA. ARISTÓTELES. La metafísica (del latín metaphysica, proveniente del griego metá que significa 'tras', 'más allá', y phýsis que significa 'naturaleza', es decir, 'lo que viene después de la naturaleza', 'más allá de lo físico') es una parte fundamental de la filosofía, que trata el estudio del Ser en cuanto tal y de sus propiedades, principios, causas y fundamentos primeros de existencia. Experimenta una fuerte relación con la teología y frecuentemente tratan los mismos temas. El término, «metafísica», se originó como título de uno de los tratados de Aristóteles, y algunos piensan que se deba quizá a que este volumen fue escrito después de su obra Física. Sin embargo, la metafísica, como su nombre indica, se define como ciencia que estudia algo que está más allá de lo físico, dedicando su estudio a lo abstracto del Ser y de Dios.
Metafísica
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La metafísica (del latín metaphysica, proveniente del griego metá que significa 'tras', 'más allá', y phýsis que significa 'naturaleza', es decir, 'lo que viene después de la naturaleza', 'más allá de lo físico') es una parte fundamental de la filosofía, que trata el estudio del Ser en cuanto tal y de sus propiedades, principios, causas y fundamentos primeros de existencia. Experimenta una fuerte relación con la teología y frecuentemente tratan los mismos temas. El término, «metafísica», se originó como título de uno de los tratados de Aristóteles, y algunos piensan que se deba quizá a que este volumen fue escrito después de su obra Física. Sin embargo, la metafísica, como su nombre indica, se define como ciencia que estudia algo que está más allá de lo físico, dedicando su estudio a lo abstracto del Ser y de Dios.
La metafísica aborda los problemas centrales y más profundos de la filosofía, tales como los fundamentos (presupuestos, causas y primeros principios), las estructuras más generales (leyes y principios), el sentido y la finalidad de la realidad toda y de todo ser. El principio básico de la metafísica se sustenta en la no-contradicción, razonamiento que establece la imposibilidad de que algo sea y no sea, simultáneamente.
A su vez, la metafísica comprende tres grandes ramas, la 1ª es la Ontología, que es el estudio del Ser y su esencia, la 2ª es la Teodicea o teología natural, que es el estudio de Dios y su esencia y la 3ª es la Gnoseología o teoría del conocimiento que estudia los límites y la validez del conocimiento, su objeto es el ente como tal y como se da en el pensamiento. Por tanto la metafísica es el estudio científico que trata lo relativo al Ser y Dios en su forma concreta (en la ciencia lo abstracto es lo intangible, como el pensamiento, y lo concreto es lo físico, como por ejemplo, un árbol). Desde el punto de vista cartesiano y experimental, no sería una ciencia específicamente demostrativa.
Aunque cabe alguna discusión al respecto, es un tópico que la palabra "metafísica" fue empleada por primera vez por Andrónico de Rodas (siglo I adC). En sus primeras utilizaciones, "metafísica" era el nombre de los libros de Aristóteles colocados después de los de física. Esto es, dado que en la antigüedad los tratados se conservaban en legajos cilíndricos, ocurrió que Aristóteles había titulado todos excepto aquél que trataba de los asuntos del alma y la personalidad. Cuando acudían sus discípulos a la biblioteca para consultarlo, dado que no podían pedirlo por su título, decían "el que está al lado de Física" (meta-physica), puesto que en su colocación en la estantería el legajo se hallaba junto al otro tratado aristotélico, el de Física.
No obstante, es muy posible que Andrónico utilizara esta palabra sobre la base de una idea del sentido y contenidos de la obra aristotélica. El Estagirita (como se conoce a Aristóteles por su origen) sólo empleó las expresiones "filosofía primera" y "teología" para designar el saber de que se ocupan esos catorce libros titulados "Metafísica" por Andrónico.
Metafísica es, desde entonces, el nombre del saber más elevado que cabe intentar alcanzar. La cuestión esencial consiguiente es: ¿y dónde se encuentra ese saber?, es decir, ¿sobre qué debe versar y cómo se puede alcanzar? Es aquí donde, como es comprensible, comienzan las interminables discusiones entre los metafísicos. Platón, antes que Aristóteles, es el precursor de la metafísica como tal y la expresa con su idea del mundo inteligible.
La Metafísica trata las "cuestiones últimas"; pero, ¿cuáles son esas cuestiones? Hay muchos modos de presentarlas, y no todos estos enfoques son compatibles entre sí: ¿Por qué existen las cosas? ¿Por qué es el ser y no más bien la nada? ¿Existe un Dios? ¿Qué características poseería en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espíritu? ¿La voluntad del hombre es libre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio?, etc.
El campo de trabajo de la metafísica comprende los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. Según Kant una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (“cuando emite un juicio sintético sobre un asunto”), que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado (por los sentidos) por el ser humano (cfr. trascendencia). Simultáneamente surge la pregunta: ¿cómo el ser humano, a pesar de sus limitadas capacidades mentales, podría participar o alcanzar las verdades metafísicas que pretende fundamentar con la ayuda de la filosofía?
En los tratados metafísicos tempranos se consideraba que el núcleo de todas las disciplinas filosóficas debía estar en la formulación de fundamentos últimos válidos universalmente.
Se dice que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de “necesidad inevitable”, Schopenhauer incluso llegó a definir al ser humano como a un “animal metafísico”, Martin Heidegger ha replanteado todos los asuntos metafísicos introduciendo en ellos una transformación radical que necesariamente tiene que tomarse en cuenta.
Contenido[ocultar] |
Historia del concepto [editar]
El término metafísica proviene de una obra de Aristóteles compuesta por catorce libros (rollos de papiro), independientes entre sí, que se ocupan de diversos temas generales de la filosofía. Estos libros son de carácter esotérico, es decir, Aristóteles nunca los concibió para la publicación. Por el contrario, son un conjunto de apuntes o notas personales sobre temas que pudo haber tratado en clases o en otros libros sistemáticos.
El peripatético Andrónico de Rodas (siglo I a. C.) al sacar la primera edición de las obras de Aristóteles ordenó estos libros detrás de los ocho libros sobre “Física” (tà metà tà physiká). De allí surgió el concepto de “metafísica”, que en realidad significa: aquello que en el estante está después de la física, pero que también de manera didáctica significa: aquello que sigue a las explicaciones sobre la naturaleza o lo que viene después de la física, entendiendo física en su acepción antigua que se refería al estudio de la physis, es decir, de la naturaleza y sus fenómenos, no limitados al plano material necesariamente.
En la Antigüedad la palabra metafísica no denotaba una disciplina particular concerniente al interior de la filosofía, sino el compendio de rollos de Aristóteles ya mencionado. Sólo es a partir del siglo XIII que la metafísica pasa a ser una disciplina filosófica especial que tiene como objeto el ente en cuanto ente. Es hacia ese siglo cuando el conocimiento de las teorías aristotélicas se comienza a conocer en el Occidente latino gracias al influjo de pensadores árabes como Avicena y Averroes.
A partir de entonces la metafísica pasa a ser la más alta disciplina filosófica, y así hasta la Edad Moderna. Con el tiempo la palabra 'metafísica' adquirió el significado de 'difícil' o 'sutil' y en algunas circunstancias se utiliza con un carácter peyorativo, pasando a significar especulativo, dudoso o no científico. En este sentido, también la metafísica es considerada como un modo de reflexionar con demasiada sutileza en cualquier materia que discurriese entre lo oscuro y difícil de comprender.
Objetivo de la Metafisica [editar]
La metafísica pregunta por los fundamentos últimos del ser y de lo existente, en tanto que es. Su objetivo es lograr una comprensión teórica de la esencia y de los principios últimos generales más elementales del ser. Lo que en este caso significa “ser” se entiende de diferentes maneras, por lo que el ámbito de estudio es amplísimo. Las dos preguntas fundamentales de la metafísica son:
1. ¿Por qué existe algo, y no más bien nada? (Heidegger)
2. ¿En qué consiste la realidad de lo real – qué es el "Ser" considerado en sí mismo?
No sólo se pregunta entonces por el origen, sino también por la constitución y la interrelación de todo lo que "es", es decir, de la realidad en su totalidad. Además aspira a encontrar las características más elementales de todo lo que es: la cuestión planteada es, si hay características tales, que se le puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden establecerse ciertas propiedades del ser.
Los objetos de investigación de la metafísica serian sobre todo los siguientes:
- el Ser, la realidad, la nada, la mente, la naturaleza, Dios, la verdad, la libertad, la posibilidad, el cambio, etc.
- cuál es la relación entre los universales y los particulares (problema de los universales)
- la determinación de la relación entre realidad, en tanto tal, y la realidad tal como se le presenta al hombre a través de su capacidad para acceder al conocimiento
La metafísica desarrolla las categorías centrales de la filosofía: materia y forma, acto y potencia, esencia, ser, sustancia, accidente, fin (siendo este muy importante pues reúne a los demás conceptos como dice Santo Tomás: el fin es aquello por lo cual algo es), etc. Para algunos su bagaje conceptual es la base de todas las demás disciplinas filosóficas e incluso, de manera indirecta, de casi todas las ciencias particulares en general.
El concepto de ser [editar]
Lo que es decisivo para distinguir los diferentes tipos de metafísica es el concepto de ser. La tradición distingue dos tipos de enfoques esencialmente diferentes:
Concepto unívoco de ser
Según este enfoque, “ser” viene a ser la característica más general de diferentes cosas (llamadas entes o entidades). Es aquello que sigue siendo igual a todos los entes, después de que se han eliminado todas las características individuales a los entes particulares, esto es: el hecho de que sean, es decir, el hecho de que a todas ellas les corresponda ser (cfr. diferencia ontológica)
Este concepto de ser es la base de la “metafísica de las esencias”. Lo opuesto al "ser" viene a ser en este caso la esencia, a la cual simplemente se le agrega la existencia. En cierto sentido no se diferencia ya mucho del concepto de la nada. Un ejemplo de ello lo dan ciertos textos de la filosofía temprana de Tomás de Aquino (De ente et essentia).
Concepto analógico del ser
Según este enfoque, el “ser” viene a ser aquello que se le puede atribuir a todo, aunque de distintas maneras (Analogía entis). El ser es aquello, en lo que los diferentes objetos coinciden y en lo que, a su vez, se distinguen.
Este enfoque del ser es la base de una metafísica (dialéctica) del ser. El concepto opuesto a ser, es aquí la nada, ya que nada puede estar fuera del ser. Se entiende aquí a ser como espacio lleno. La filosofía tardía de Tomás de Aquino nos brinda un ejemplo de esta comprensión de ser (Summa theologica)
Sistematización y Método [editar]
Tradicionalmente la metafísica se divide en una rama general (metaphysica generalis) y en una rama particular (metaphysica specialis). La primera la conforma la Ontología, la segunda la Teología natural, la Psicología filosófica y la Cosmología filosófica:
- La metafísica general, es la que tiene el mayor grado de abstracción entre las ciencias; pregunta por las categorías más generales del ser y por eso también es llamada filosofía fundamental. Se ocupa de qué son las cosas, las propiedades y los procesos, según su esencia y en qué relación están entre sí. En tanto se ocupa de lo-que-es, en tanto que-es, se habla de Ontología o Ciencia del Ser.
- La teología racional pregunta por la causa primera de todo ser, es decir, por Dios en tanto ser supremo y fundamento de toda realidad. A esta rama particular de la Filosofía se le denomina también Teología filosófica o Teología natural e impropiamente Teodicea.
- La Psicología racional (o Filosofía del hombre, Psicología metafísica, Psicología filosófica) se ocupa del alma, o del espíritu humano como una sustancia simple (Antropología filosófica)
- La cosmología racional o Filosofía de la Naturaleza investiga el carácter del universo, es decir la relación de todo lo-que-es dentro de la totalidad. En tanto disciplina de la estructuración del mundo material como un sistema natural de sustancias físicas, ya desde la antigüedad se solía cruzar con la filosofía natural.
La metafísica puede proceder de distintas maneras:
- Es especulativa, cuando parte de un principio supremo, a partir del cual va interpretando la totalidad de la realidad. Un principio de este tipo podría ser la idea, Dios, el ser, la mónada, el espíritu universal, o la voluntad.
- Es inductiva, en su intento de ver de manera unificada los resultados de todas las ciencias particulares, configura una imagen metafísica del mundo.
- Es considerada reduccionista (ni empírico-inductiva, ni especulativa-deductiva), cuando se la entiende como un mero constructo especulativo a base de presupuestos de los cuales los seres humanos siempre han tenido que partir para poder llegar a conocer y actuar.
Metafísica en la Antigüedad [editar]
En los Presocráticos [editar]
Ya desde los inicios de la filosofía en Grecia, con los llamados filósofos presocráticos, se aprecian los intentos de entender el universo todo a partir de un principio (originario) único y universal, el αρχη (arjé).
Parménides de Elea (siglo VI-V a. C.) es considerado el fundador de la Ontología. Es él quien utiliza por primera vez el concepto de ser/ente en forma abstracta. Este saber, metafísico, comenzó cuando el espíritu humano se hizo consciente de que lo real sin más no es lo que nos ofrecen los sentidos, sino lo que se aprehende con el pensamiento. ("Lo mismo es pensar y ser") Es lo que él llama "ente", y que caracteriza a través de una serie de determinaciones conceptuales que están al margen de los datos de los sentidos, como ingénito, incorruptible, inmutable, indivisible, uno, homogéneo, etc.
Parménides expone su teoría con tres principios: "El ser (o el ente) es y el no-ser no es", "nada puede pasar del ser al no-ser y viceversa" y "lo mismo es el pensar que el ser" (este último se refiere a que lo que no puede ser pensado no puede existir).
A partir de su afirmación básica ("el ser es, el no-ser no es") Parménides deduce que el ser es ilimitado, ya que lo único que podria limitarlo es el no-ser, pero como el no-ser no es, no puede establecer limitación alguna.
Por lo tanto, según deducirá Meliso de Samos, el ser es infinito (ilimitado en el espacio) y eterno (ilimitado en el tiempo).
La influencia de Parménides es decisiva en la historia de la filosofía y del pensamiento mismo. Hasta Parménides, la pregunta fundamental de la filosofía era: ¿De qué esta hecho el mundo? (unos filósofos decían que el elemento fundamental era el aire, otros el agua, otros un misterioso elemento llamado "apeirón", etc.). Parménides puso, por primera vez y para los siguientes veinticinco siglos el "ser" (esse) en la escena, como objeto principal del discurrir filosófico. El próximo paso decisivo lo dará Sócrates.
Sócrates [editar]
La filosofía de Sócrates (470/469-399 a.c.) se centra en la moral. Su pregunta fundamental es: ¿Qué es el bien?. Sócrates creía que si se lograba extraer el concepto del bien se podía enseñar a la gente a ser buena (como se enseña la matemáticas,por ejemplo) y se acabaría así con el mal. Estaba convencido de que la maldad es una forma de ignorancia. Desarrolló la primera técnica filosófica que se conoce: la mayeútica. Consistía en preguntar y volver a preguntar sobre las respuestas obtenidas una y otra vez, profundizando cada vez mas. Con ello pretendía llegar al "Logos" o la razón final que hacía que una cosa fuera esa cosa y no otra. Este "logos" es el embrión de la "idea" de Platón, su discípulo.
Platón [editar]
El punto central de la filosofía de Platón (427-347 a.C.), lo constituye la idea. Platón observó que el "Logos " de Sócrates era una serie de características que percibimos en los objetos (físicos o no) y están asociadas a él. Si a ese "logos" lo separamos del objeto físico y le damos existencia formal, entonces se llama "idea" (la palabra "idea" la inventó Platón). En los diálogos platónicos aparece Sócrates preguntando por lo que es justo, valeroso, bueno, etc. La respuesta a estas preguntas presupone la existencia de ideas universales cognoscibles por todos los seres humanos que se expresan en estos conceptos. Es a través de ellas que podemos captar el mundo en constante transformación.
Las ideas son el paradigma (paradeigma) de las cosas. Su lugar está entre el ser y el no-ser. Son anteriores a las cosas, que participan (methexis) de ellas. En sentido estricto sólo ellas son. Las cosas particulares que vemos sólo representan copias más o menos exactas de las ideas. La determinación o definición de las ideas se obtiene a través del ejercicio dialógico riguroso, enmarcado en determinado contexto histórico y coyuntural, delimitando aquello en lo que se ha centrado la investigación (la idea).
Con la teoría de las ideas Platón pretende probar la posibilidad del conocimiento científico y del juicio imparcial. El hecho de que todos los seres humanos tengan la posibilidad de acceder a un mismo conocimiento, tanto en el campo de las matemáticas, como en el de la ética, lo explica a través de la teoría del “recuerdo” (anámnesis), según la cual recordamos las ideas eternas que conocimos antes de nuestro nacimiento. Con ello Platón explica la universalidad de la capacidad racional de todos los seres humanos, enfrentándose a algunos de sus contemporáneos que sostenían la incapacidad de acceder al conocimiento por parte de esclavos o pueblos no-helénicos, entre otros.
La tradición postplatónica muchas veces entendió la teoría de las ideas de Platón, en el sentido de que habría supuesto una existencia de las ideas separada de la existencia de las cosas. Esta teoría de la duplicación de los mundos, en la Edad Media condujo a la polémica sobre los universales.
Aristóteles [editar]
Aristóteles (384-322 a.C.) nunca usó la palabra "metafísica" en su obra conocida como Metafísica. Dicho título se atribuye al primer editor sistemático de la obra del estagirita, Andrónico de Rodas, que supuso que, por su contenido, los trece libros que agrupó debian ubicarse después de la "Física" y por esa razón usó el prefijo "meta" (mas allá de...o que sucede a...). En su análisis del ente, Aristóteles va más allá de la materia, al estudiar las cualidades y potencialidades de lo existente para acabar hablando del Ser primero, el motor inmóvil y generador no movido de todo movimiento, que más tarde sería identificado con Dios.
Para Aristóteles la metafísica es la ciencia de la esencia de los entes y de los primeros principios del ser. El ser se dice de muchas maneras y éstas reflejan la esencia del ser. En ese sentido elabora ser, independientemente de las características momentáneas, futuras y casuales. La ousía (generalmente traducido como sustancia) es aquello que es independiente de las características (accidentes), mientras que las características son dependientes de la ousía. La ousía es lo que existe en sí, en contraposición al accidente, que existe en otro. Gramaticalmente o categorialmente, se dice que la sustancia es aquello a lo que se adscribe características, es decir, es aquello sobre lo cuál se puede afirmar (predicar) algo. Aquello que se afirma sobre las sustancias son los predicados.
A la pregunta de qué sería finalmente la esencia que permanece inmutable, la respuesta de Aristóteles viene a ser que la ousía es una forma determinante – el eidos- es el origen de todo ser, es decir, que por ejemplo en el eidos de Sócrates, lo que en su forma humana, determina su humanidad. Y también la que determina que siendo el hombre por naturaleza libre y no siendo el esclavo libre, determina que el esclavo sea parte constitutiva de su amo, es decir, que no sea sólo esclavo de su amo en determinada coyuntura y desde determinada perspectiva, sino que sea esclavo por naturaleza.
Metafísica en la Edad Media [editar]
En el Islam [editar]
La llegada de la filosofía griega al campo de influencia del Islam no fue directa, sino que tiene que ver con los cenobios cristianos en la península arábiga y los pertenecientes a ideologías consideradas heréticas y que utilizaban la filosofía griega no como un fin, sino como un instrumento que les servía para sus especulaciones teológicas (como los monofisistas o los nestorianos), pero es por el interés utilitarista en la medicina griega cuando empiezan a hacerse traducciones al Persa que después pasarían tardíamente al Árabe.
Baste comentar que en Árabe no existe el verbo ser y más difícilmente una construcción como Ser, que es un verbo convertido en sustantivo. Es reseñable que la metafísica del mundo islámico quedó influenciada en gran medida por la "Metafísica" de Aristóteles.
A pesar de estas dificultades, Metafísica termina siendo la forma de denominar este campo y gracias al trabajo de comentario y reconstrucción de intelectuales dentro del Islam, (especialmente el de Averroes) pasó a la filosofía cristiana.
En el cristianismo [editar]
En la Edad Media la metafísica es considerada la “reina de las ciencias” (Tomás de Aquino). Se proponen la tarea de conciliar la tradición de la Filosofía Antigua con la doctrina religiosa (musulmana, cristiana o judía). En base al Neoplatonismo tardío la metafísica medieval se propone reconocer el “verdadero ser” y a Dios a partir de la razón pura.
Los temas centrales de la metafísica medieval son la diferencia entre el ser terrenal y el ser celestial (Analogía Entis), la doctrina de los trascendentales y las pruebas de la existencia de Dios. Dios es el fundamento absoluto del mundo, del cual no se puede dudar. Se discute si Dios ha creado el mundo de la nada (creación ex nihilo) y si es posible acceder a su conocimiento a través de la razón o sólo a través de la fe. Inspirados en la teoría de la duplicación de los mundos atribuida a Platón su Metafísica se manifiesta como una suerte de “dualismo” del “acá” y del “más allá”, de la “mera percepción sensible” y del “pensar puro como conocimiento racional”, de una “inmanencia” de la vida interior y una “trascendencia” del mundo exterior.
Metafísica en la modernidad [editar]
La crítica de Kant [editar]
La Filosofía Trascendental de Kant significó un “giro copernicano” para la metafísica. Su posición frente a la metafísica es paradigmática. Le atribuye ser un discurso de “palabras huecas” sin contenido real, la acusa de representar “las alucinaciones de un vidente”, pero por otra parte recoge de ella la exigencia de universalidad. Se propone fundamentar una metafísica “que pueda presentarse como ciencia”. Para ello tiene que examinar primero, si es que la metafísica siquiera es posible. Para Kant las cuestiones últimas y las estructuras generales de la realidad están ligadas a la pregunta por el sujeto. A partir de este presupuesto deduce que hay que estudiar y juzgar aquello que puede ser conocido por nosotros mediante nuestra facultad de conocimiento. A través de su “criticismo” se diferencia explícitamente de las posiciones filosóficas, que tienen como objeto, la pregunta sobre qué es el conocimiento. En especial deslinda así con las tendencias filosóficas imperantes, tales como el empirismo, el racionalismo y el escepticismo. También a través del criticismo marca distancia del dogmatismo, que habría surgido a partir de la metafísica, por haberse convertido en una serie de afirmaciones dogmáticas sobre temas que van más allá de la experiencia humana. Se trata entonces de llevar a cabo un análisis detallado de la facultad humana de conocer, es decir, de un examen crítico de la razón pura, esto es, de la razón desvinculada de lo sensible (Crítica de la razón pura, 1781-87). Para ello es decisivo el presupuesto epistemológico de Kant, de que al ser humano la realidad no se le presenta tal como es realmente (“en sí”), sino tal como se le aparece debido a la estructura específica de su facultad de conocimiento. Como el conocimiento científico también depende siempre de la experiencia, el hombre no puede emitir juicios sobre cosas que no están dadas por las sensaciones (tales como “Dios”, “alma”, “universo todo”, etc.) Por ello, deduce Kant, la metafísica tradicional no es posible, porque el ser humano no dispone de la facultad de formar un concepto en base a la experiencia sensible de lo espiritual, que es la única que permitiría la verificación de las hipótesis metafísicas. Como el pensar no dispone de ningún conocimiento de la realidad en este aspecto, estos asuntos siempre permanecerán en el ámbito de lo especulativo-constructivo. Entonces por principio no es posible, según Kant, decidir racionalmente sobre preguntas centrales tipo, si Dios existe, si la voluntad es libre o si el alma es inmortal. Hemos visto que las matemáticas y la física pueden formular juicios sintéticos a priori y, por ello, alcanzar un conocimiento universal y necesario, un conocimiento científico.
El idealismo alemán [editar]
Desde la crítica kantiana surge el idealismo alemán, considerado por muchos la cumbre del desarrollo de los sistemas metafísicos, en lo que respecta el pensar especulativo y sistemático. Esta corriente del pensamiento, representada sobre todo por Fichte, Schelling y Hegel, considera a la realidad como un acontecimiento espiritual en el que el ser real es superado, siendo integrado en el ser ideal. El idealismo alemán recoge el giro trascendental de Kant, es decir que, en vez de entender la metafísica como la búsqueda de la obtención del conocimiento objetivo, se ocupa de las condiciones subjetivas de posibilidad de este conocimiento, es decir, se plantea hasta qué punto el ser humano, con base a su constitución, puede siquiera llegar a reconocer estas evidencias. Sin embargo, rechaza que el conocimiento se limite a la experiencia posible y a los meros fenómenos, y propone una superación de esta posición, volviendo a plantear postulados metafísicos que puedan reclamar validez universal: “conocimiento absoluto” como se decía desde Fichte hasta Hegel. Si aceptamos, como suponía Kant, que los contenidos del conocimiento sólo valen en relación con el sujeto y consideramos por otra parte, que esta perspectiva es absoluta, es decir, es la perspectiva de un sujeto absoluto, entonces el conocimiento válido para este sujeto absoluto, también tiene validez absoluta. A partir de este planteamiento el idealismo alemán considera que puede superar la contradicción empírica entre sujeto y objeto, para poder captar lo absoluto.
Al respecto Hegel sostiene que de una identidad pura y absoluta no puede surgir o entenderse una diferencia (esa identidad sería como “la noche, en la que todas las vacas son negras”): no explicaría la realidad en toda su diversidad. Por eso “la identidad de lo absoluto” debe entenderse como que ésta desde su origen ya contiene en sí la posibilidad y la necesidad de una diferenciación. Esto quiere decir, que lo absoluto se realiza en su identidad por el plasmado y la superación de momentos no idénticos, esto es la identidad dialéctica: la “identidad de la identidad y la no-identidad”. A partir de este planteamiento Hegel desarrolla la “Ciencia de la Lógica” considerado, tal vez, como el último gran sistema de la metafísica occidental.
La metafísica en la actualidad [editar]
Como señala José Luis Pardo en su libro La Metafísica. Preguntas sin respuesta, problemas sin solución: «(el criterio de Heidegger) nos mueve a determinar como metafísica muchas cosas que habitualmente no pasan por tal (entre otras, una buena parte de los discursos científicos y la práctica totalidad del "lenguaje ordinario")».
Por "metafísica" entendemos, por un lado una técnica filosófica, una disciplina, un conjunto de estudios con unos objetivos y uno o varios métodos, con una tradición, una historia. Por otro, es la forma de un pensamiento y por tanto de un lenguaje característico de la tradición occidental. Ahora bien, si es la forma, es entonces lo que constriñe o dirige ese pensamiento, lo que lo guía en una dirección precisa. Cuando Heidegger dice que la nuestra es la época del cumplimiento de la metafísica, se refiere a que la dirección tomada en los inicios del pensamiento occidental, ha conducido a un cierto lugar, ha producido unos determinados resultados, políticos, sociales, científicos, tecnológicos, que configuran un panorama del que el pensamiento metafísico no puede ya dar cuenta. El propio éxito de la metafísica ha conducido fuera de ella.
Ante esto ¿qué hace el pensamiento? pues la potencia del pensamiento consiste precisamente en conocer e intervenir sobre lo conocido. Pero el pensamiento metafísico carece ya de potencia ya que ha rendido sus últimos frutos.
Martin Heidegger afirma que la metafísica es "el pensamiento occidental en la totalidad de su esencia". La utilización del término esencia en esta definición, implica que la técnica para estudiar la metafísica como forma de pensamiento, es o debe ser la metafísica en el primer sentido antes indicado. Esto quiere decir que los críticos de la metafísica como esencia del pensamiento occidental, son conscientes de que no existe una "tierra de nadie" en que situarse, más allá de esa forma de pensamiento; sólo el estudio atento y la modificación consciente y rigurosa de las herramientas proporcionadas por la tradición filosófica, pueden ajustar la potencia del pensamiento a las transformaciones operadas en aquéllo que la metafísica estudiaba: el ser, el tiempo, el mundo, el hombre y su conocer. Pero esa modificación supone a su vez un salto que toda la tradición del pensamiento ha escenificado, ha fingido o soñado dar a lo largo de su desarrollo. El salto fuera de la metafísica y por tanto, quizá la revocación de sus consecuencias.
Como señala el profesor Pardo en el libro citado, los cuatro discursos críticos con la metafísica en la época de su realización, constituyen cuatro criterios para identificar o delimitar el lenguaje metafísico en su conjunto.
Fiedrich Nietzsche considera que Platón es el iniciador del pensamiento metafísico. Le hace responsable de la escisión en el ser que tendrá luego formas variadas pero constantes, a lo largo de la historia del pensamiento. La división entre mundo sensible y mundo inteligible, con su correlato cuerpo-alma, y la preeminencia del segundo asegurada por la teoría de las ideas, sitúa el mundo verdadero más allá de la experiencia de los sentidos y subordina ésta a sus modelos ideales. El gesto platónico sería divisor, jerarquizador y excluyente, pues sólo aquéllas copias que correspondan fielmente a su origen ideal pueden tener lugar en el ser. Nietzsche pone de manifiesto que la estrategia metafísica deja fuera del pensar el devenir, aquello no apresable en la división sensible-inteligible por su carácter informe, y que también dejan escapar las subsiguientes divisiones aristotélicas, como sustancia-accidente y potencia-acto.
Martin Heidegger caracteriza el discurso metafísico por su impotencia para pensar la diferencia óntico-ontológica, es decir, la diferencia entre los entes y el ser. La metafísica refiere al ser el modelo de los entes (las cosas), pero aquél sería irreductible a éstos: los entes son, pero el ser de los entes no puede caracterizarse simplemente como éstos. El ser es pensado como ente supremo, lo que le identifica con Dios; la pulsión ontoteológica es una constante en el pensamiento occidental.
Para Heidegger la metafísica es el olvido del ser, la conciencia de este olvido debe abrir una época nueva, enfrentada a la posibilidad de expresar lo dejado al margen del pensamiento.
La filosofía analítica también reduce la metafísica a una cuestión lingüística, pero en este caso le atribuye una total falta de sentido. La metafísica sería en todo caso un lenguaje expresivo, del tipo de la poesía, pero nunca referencial. Si hablamos del ser, no nos referimos a nada que tenga una existencia objetiva. Por tanto es un lenguaje que puebla el conocimiento de falsos problemas, o que suministra falsas soluciones. Por otro lado el lenguaje metafísico viola las convenciones del lenguaje ordinario y por tanto no puede proporcionar una guía para el mundo común o no especializado.
La filosofía post-estructuralista (Deleuze, Foucault, Derrida)retoma la crítica de Nietzsche, y argumenta que lo no pensable en la metafísica es precisamente la diferencia en tanto tal. La diferencia, en el pensar metafísico, queda subordinada a los entes, entre los que se da como una relación. La pretensión de "inscribir la diferencia en el concepto" transformando éste y violentando para ello los límites del pensamiento occidental aparece ya como una pretensión que lleva a la filosofía más allá de la metafísica.
El fin o el más allá de la metafísica (época post-metafísica) no supone el fin del pensamiento racional y por tanto no atenta contra la continuidad de la filosofía, sino que ésta renuncia a toda pretensión sistemática y se dispersa en una serie de estrategias encaminadas, no a reducir o suturar la escisión originaria del ser, sino a pensarla como lo único que propiamente es.
Bibliografía [editar]
- Aristóteles (1997 {2ª edición, 3ª impresión}). Metafísica de Aristóteles. ISBN 978-84-249-2176-7.
- Gómez Pérez, Rafael (2006). Introducción a la metafísica. Ediciones Rialp. ISBN 978-84-321-3603-0.
- Grondin, Jean (2006). Introducción a la metafísica. Editorial Herder. ISBN 978-84-254-2441-0.
- René Guénon (2006). Los estados múltiples del ser. José J. de Olañeta, Editor. Sophia Perennis. ISBN 978-84-9716-501-3.
- Martin Heidegger: ¿Qué es metafísica? (1929). En ¿Qué es metafísica?, Ediciones Siglo Veinte, Buenos Aires, 1967. Introducción de Enzo Paci. Traducción de Xavier Zubiri. Ahora, también en Hitos, Ed. Alianza, Madrid, 2000. Traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte.
- Martin Heidegger: Kant y el problema de la metafísica (1929), Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1954; 2ª edición, 1973. Trad. de Gred Ibscher Roth. Revisión de Elsa Cecilia Frost (Kant und das Problem der Metaphysik. Gesamtausgabe, Volumen 3, 1991. Edición de F.-W. von Herrmann. [Versión con notas marginales que el autor escribió en su ejemplar de la obra] ).
- Martin Heidegger: Introducción a la metafísica (1953), Editorial Nova, Buenos Aires, 1955. Traducción de Emilio Estiú / Editorial Gedisa, Barcelona, 1993. Traducción de Angela Ackermann Pilári.
- Martin Heidegger: Hitos, Alianza Editorial, Madrid, 2000. Traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte. Título original: Gesamtausgabe (Edición integral), Volumen 9: "Wegmarken",1976. Edición de Friedrich-Wilhelm von Herrmann. Esta edición corrige y amplía con sus dos primeros ensayos y las anotaciones marginales del autor una edición anterior, del año 1967, también titulada "Wegmarken".
- Martin Heidegger: Superación de la metafísica; en Conferencias y artículos, Ed. del Serbal, Barcelona, segunda edición revisada, 2001. Trad. de Eustaquio Barjau. Título original: Vorträge und Aufsätze, Verlag Günther Neske, Pfullingen, 1954.
- José Ortega y Gasset: Unas lecciones de metafísica; en Obras Completas, Vol. XII, Alianza Ed. / Revista de Occidente, Madrid.
- Julián Marías: Idea de la metafísica, en Obras, Vol. II, Ed. Revista de Occidente, Madrid.
- Antonio Rodríguez Huéscar: La innovación metafísica de Ortega, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2002. prólogo de Javier Muguerza.
- Max Scheler: Metafísica de la libertad, Ed. Nova, Buenos Aires, 1960.
- Georges Gusdorf: Mito y metafísica. Introducción a la filosofía, Ed. Nova, Buenos Aires, 1960. Trad. de Néstor Moreno
- René Descartes: Meditaciones Metafísicas con Objeciones y Respuesta, Ediciones Alfaguara, Madrid, 1977. Introducción, traducción y notas de Vidal Peña.
- Gottfried Wilhelm von Leibniz: Discurso de Metafísica, Ed. Aguilar, Madrid, 1962. Trad. de Alfonso Castaño Piñan.
- Gottfried Wilhelm von Leibniz: Discurso de Metafísica, Ed. Revista de Occidente, Madrid, 1946. Trad. y comentarios de Julián Marías.
- Immanuel Kant: Crítica de la razón pura, Ed. Alfaguara, Madrid, 1978. Trad. , Prólogo, Notas e Índices de Pedro Ribas.
- Immanuel Kant: Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785), Ed. Espasa-Calpe, Madrid, segunda ed., 1963. Trad. de Manuel García Morente.
- Immanuel Kant: Crítica de la razón práctica, Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1975. Trad. de Emilio Miñana y Villagrasa y Manuel García Morente.
- Immanuel Kant: Crítica de la razón práctica, Ediciones de la Universidad Autónoma Metropolitana / Grupo Editorial Miguel Angel Porrúa, México, 2001. Trad., Estudio introductorio, Notas e Índice analítico de Dulce María Granja Castro. Edición bilingüe alemán-español.
- José Luis Pardo: La Metafísica. Preguntas sin respuesta y problemas sin solución.Pre-Textos,Valencia 2006. ISBN 84-8191-718-4
- Fernando Inciarte; Alejandro Llano (2008). Metafísica tras el final de la metafísica. Ediciones Cristiandad. ISBN 978-84-7057-527-3.
Enlaces externos [editar]
- Glosario filosófico: metafísica
- La metafísica de Aristóteles
- Nietzsche: crítica a la metafísica tradicional
1 comentario
petalofucsia -
Hola,
aquí estoy,
aún sn las 10am.
bajo mi punto de vista en estas obras se pierde un poco la noción del ego y la materialidad y sus sentimientos
para entrar en una nueva dinámica donde al no girar en torno al ego y a lo material, hay otros sentimientos y otra espiritualidad, ya no se le dan importancia a las mismas cosas y no estamos tan pendientes de lo material (de nuestro físico), de nosotros, de nuestro ego, sino de sensaciones más relativizadas, no tan negativas, de aceptación y rechazo, sino más relativizadas, de lo trascendental, de lo metafísico.
trascender v intr (Se conjuga como perder, 2a) 1 Ir más allá de ciertos límites: «Una belleza que trasciende todas las edades» 2 Divulgarse una noticia que estaba oculta o circunscrita a un pequeño ámbito: «La noticia había trascendido desde hace algunos días», trascender el ámbito nacional 3 (Fil) Elevarse en el pensamiento por encima del conocimiento empírico o conceptual para alcanzar una verdad más esencial.
sinónimos
trascender emanar
trascender (v.)agotarse debido a una fuga, arrojar, dar, despedir, divulgarse, echar, escaparse, exhalar, filtrarse, irse por, marcharse, propalarse, quitar, venir a saberse
metafísica s f 1 Disciplina filosófica fundamental, que tiene por objeto el conocimiento del ser y las causas o principios primeros del universo 2 Especulación filosófica, abuso de la reflexión y expresión abstracta y complicada.
metafísico adj Que pertenece a la metafísica o se relaciona con ella: certeza metafísica, problemas metafísicos, explicaciones metafísicas.
ver también
metafísica (n.)↘ metafísico
metafísico (adj.)↗ metafísica
frases
Libertarismo (metafísica) Metafísica de la expresión Poesía metafísica Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia
Espero que te haya gustado mi comentario, en este momento es lo que se me ocurre, alomejor se puede completar....