PREJUICIO COGNITIVO: EL IMPERIALISMO. El imperialismo es una actitud adoptada por un estado para pretender colocarse por encima de otros estados o comunidades. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial; y más específicamente, incluso con el nombre Era del Imperialismo, utilizado por la historiografía, al periodo que va de 1871 a 1919, en que se produjo una verdadera carrera para construir imperios, principalmente con el llamado reparto de África. A ese periodo se refieren dos de los textos más importantes que fijaron el concepto: Imperialism, a study, de Hobson, y El imperialismo, fase superior del capitalismo, de Lenin.
Imperialismo
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El imperialismo es una actitud adoptada por un estado para pretender colocarse por encima de otros estados o comunidades. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial; y más específicamente, incluso con el nombre Era del Imperialismo, utilizado por la historiografía, al periodo que va de 1871 a 1919, en que se produjo una verdadera carrera para construir imperios, principalmente con el llamado reparto de África. A ese periodo se refieren dos de los textos más importantes que fijaron el concepto: Imperialism, a study, de Hobson, y El imperialismo, fase superior del capitalismo, de Lenin.
== Diferentes acepciones del término ==rgres El imperialismo se puede entender como el dominio que ejercen las naciones más poderosas sobre otras más débiles. Pero generalmente se denomina imperialismo al proceso de expansión económica que tuvo lugar en Europa a mediados del siglo XIX, sobre todo a partir de 1870, y éste fue conocido como imperialismo librecambista. Durante este periodo, muchos países europeos, especialmente Gran Bretaña, se extendieron, primero de forma no oficial y más tarde anexionando territorios y formando colonias en África, Asia y el Pacífico. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de mercados y materias primas para la revolución industrial y se dio hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914 y permanecieron sus vestigios hasta la descolonización, en los años 60.
A partir de finales del siglo XIX el imperialismo se caracterizó sobre todo por la dominación económica impuesta por las potencias sobre naciones más pobres, ya que la dominación política cada vez fue más puesta en duda. A comienzos del siglo XX y durante la segunda postguerra, en los países subdesarrollados surgieron movimientos nacionalistas que muchas veces acabaron la colonización de otras potencias sobre ellos. En ese sentido se debe decir que en la actualidad la prepotencia de los países más poderosos se verifica más en el terreno económico que en el político.
No obstante, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, se comienza a usar la denominación de "imperialismo" para referirse a dos nuevas potencias, más tarde enfrentadas en la Guerra Fría; son la Unión Soviética y Estados Unidos. En este sentido, una famosa cita del líder político inglés Winston Churchill, acerca de los vencedores en el conflicto armado, dice: "La historia la escriben los vencedores"; no obstante, surgirían diversas corrientes de opinión y movimientos sociales de distinto signo político o ideológico que mantendrían posiciones críticas o abiertamente contrarias a la visión predominante.
A finales del siglo pasado y comienzos de este (XXI) se imponen las posiciones Norteamericanas; la preponderancia económica de los EEUU, conlleva además un predominio cultural, encabezado por industrias del entretenimiento como la cinematográfica y la musical. Este predominio económico-cultural, unida a la publicitaria y de consumo, se ha valorado por algunos sectores ideológicos como un tipo de colonialismo cultural, mientras que en el campo político, se ha calificado como imperialista la política exterior de Estados Unidos y su intervencionismo en diversos conflictos, siempre desde voces ideológicamente críticas con la línea política estadounidense, siendo esta una acepción moderna estrictamente ideológica de un término cuyo significado más clásico se ciñe a formas de dominio en su sentido más estricto.
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Causas [editar]
Económicas [editar]
La crisis de 1873 provocó el descenso de los precios, y con ello el proteccionismo, es decir, la protección de los productos propios de cada país prohibiendo la entrada de artículos extranjeros o gravándolos con impuestos. Esto dio lugar a la necesidad de encontrar nuevos mercados que no estuvieran controlados por dicho sistema. Por otra parte, potencias capitalistas europeas como Inglaterra, Países Bajos y Francia necesitan dar salida a su excedente de capital y lo hacen invirtiéndolo en países de otros continentes estableciendo préstamos, implantando ferrocarriles, instalando puertos, etc. Además estos países necesitan buscar materias primas para sus industrias ya que ya empiezan a agotarse o a escasear en Europa.
Demográficas [editar]
En Europa, entre 1850 y 1914, se produjo un espectacular aumento demográfico, llegando incluso a duplicarse su población, por lo que en algunos países empezaban a escasear los recursos. Gran parte de la población, unos 40 millones de europeos, no tenía otra salida que marcharse a las colonias de su respectivo país ya que no contaban con trabajo ni con alimentos suficientes para abastecerse todos y cambiaron su residencia en busca de riquezas y mejores condiciones.
Ideológicas [editar]
Las potencias europeas quieren expandirse más allá del viejo continente y para ello utilizan la religión como pretexto. Por ello muchos europeos se marchan para cristianizar a los indígenas encabezados por la Iglesia, con su misión evangelizadora, ya que gran parte de la sociedad consideraba que tenían la responsabilidad de aportar sus avances a los demás pueblos, aunque esto no significase mejorar su situación.
Darwinismo social [editar]
Adoptado por los imperialistas, sobre todo en Inglaterra, para excusar sus actuaciones. Tras conocer las recientes teorías de Darwin sobre la evolución de las especies por selección natural, sostenían que, al igual que las distintas especies o razas, las sociedades más avanzadas tenían derecho a imponerse y a seguir creciendo aunque fuera a costa de las más inferiores o retrasadas.
Científicas [editar]
Existía un fuerte interés por descubrir y analizar nuevas especies de animales y plantas, conocer nuevos territorios y realizar investigaciones de todo tipo. Esto hace que muchos científicos deseen progresar, lanzándose a la aventura consiguiendo a cambio grandes avances en campos como la biología o la botánica.
Técnico-políticas [editar]
Algunos políticos quieren hacer olvidar rápidamente sus derrotas consiguiendo nuevos territorios. La navegación también fue un factor importante ya que los barcos de vapor, ahora capaces de llegar mucho más lejos, necesitan disponer de puntos costeros por todo el mundo para poder reponer las existencias de carbón, por lo que cuando el establecimiento de estos pasó a manos del estado, en lugar de limitarse a dicho punto, éste intentó controlar cada vez más territorio. Allí donde se tenga un predominio político se tendrá el predominio de los productos, un predominio económico.[1]
Militares [editar]
Como en Europa han cesado la mayoría de conflictos bélicos, los soldados de los distintos ejércitos necesitan actuar en otros territorios
Consecuencias [editar]
Demográficas [editar]
En general, la población sufrió un incremento al disminuir la mortalidad, por la introducción de la medicina moderna occidental y mantenerse una alta natalidad. Ello se tradujo en un desequilibrio entre población y recursos, que aún hoy día persiste. No obstante, en algunas zonas, la población autóctona sufrió una drástica reducción (especialmente durante la primera fase del imperialismo), como consecuencia de la introducción de enfermedades desconocidas (viruela, gripe, etc). En otros lugares, la población indígena fue simplemente reemplazada por colonos extranjeros.
Económicas [editar]
La explotación económica de los territorios adquiridos hizo necesario el establecimiento de unas mínimas condiciones para su desarrollo. Se crearon infraestructuras (puertos, ferrocarriles) destinados a dar salida a las materias primas y agrícolas que iban destinadas a la metrópolis. Las colonias se convirtieron en abastecedoras de lo necesario para el funcionamiento de las industrias metropolitanas, mientras éstas colocaban sus productos manufacturados en los dominios. La economía tradicional, basada en una agricultura autosuficiente y de policultivo, fue sustituida por otra de exportación, en régimen de monocultivo, que provocó, en gran medida, la desaparición de las formas ancestrales de producir y la extensión de cultivos tales como el café, el cacao, el caucho o el té, que alteraron el paisaje.
Sociales [editar]
Las consecuencias sociales se manifestaron en la instalación de una burguesía de comerciantes y funcionarios procedentes de la metrópoli que ocuparon los niveles altos y medios de la estructura colonial. En algunos casos, se asimilaron determinados grupos autóctonos dentro de la cúspide social. Se trataba de las antiguas élites dirigentes y de miembros de determinados cuerpos del ejército o la función pública colonial. En ambos casos su asimilación fue acompañada de una profunda occidentalización. Cuando, a raiz del proceso de descolonización, comienzan a surgir estados a partir de lo que fueron colonias, esos grupos sociales ocuparán una posición relevante en la administración y el gobierno de los nuevos países (ej. Gandhi en la India). Junto a esas minorías, la inmensa mayoría de la población autóctona sufrió un generalizado proceso de proletarización que se constituyó en una inagotable fuente de mano de obra barata destinada a atender la creación de infraestructuras y al trabajo en la agricultura de plantación.
Políticas [editar]
Los territorios dominados sufrieron un mayor o menor grado de dependencia respecto a la metrópoli, en función del tipo de organización administrativa que les fue impuesto. Sin embargo, esta dependencia no estuvo exenta de conflictos, que fueron el germen de un antiimperialismo protagonizado generalmente por las clases medias nativas occidentalizadas, que reclamaban la toma en consideración de las tradiciones autóctonas. Ello se canalizó a través de las premisas del juego democrático que las metrópolis defendían para sí mismas pero que negaban a sus colonias: libertad, igualdad, soberanía nacional, etc. Un ejemplo temprano donde se plasma el espíritu de estos movimientos es el nacimiento del Partido del Congreso en la India, liderado por Mohandas K. Gandhi, que extendió su base entre los miembros más humildes de la sociedad colonial.
Culturales [editar]
El imperialismo condujo a la pérdida de identidad y de valores tradicionales de las poblaciones indígenas y a la implantación de las pautas de conducta, educación y mentalidad de los colonizadores. Asimismo, supuso la adopción de las lenguas de los dominadores (especialmente el inglés y el francés). Ello arrastró a una fuerte aculturación. La religión cristiana (católica, anglicana, protestante, etc.) desplazó a los credos preexistentes en muchas zonas de África o bien se fusionó con esas creencias, conformando doctrinas de carácter sincrético. Sin embargo, en Asia y el mundo musulmán el resultado de la evangelización fue menor que en el África negra, al estar allí firmemente arraigadas antiguas religiones, complejas y muy estructuradas.
Geográficas [editar]
Los mapas políticos se vieron alterados por la creación de fronteras artificiales que nada tenían que ver con la configuración preexistente y que supusieron la unión o división forzada de grupos tribales y étnicos diferentes, provocando innumerables conflictos políticos sociales y étnicos, que persisten hoy día.
Ecológicas [editar]
La introducción de nuevas formas de explotación agrícola e inéditas especies vegetales y animales provocaron la modificación o destrucción de los ecosistemas naturales. Así, por ejemplo, el bisonte fue casi exterminado en las praderas americanas; el conejo se convirtió en una auténtica plaga tras su introducción en Australia, donde carecía de depredadores naturales; las grandes selvas tropicales fueron objeto de deforestación causada por la sobreexplotación maderera y la introducción de los monocultivos de plantación; los ríos fueron contaminados con residuos procedentes de los sistemas de extracción de metales preciosos y otros desechos procedentes de la minería.
Justificación [editar]
Económica [editar]
Las naciones dominan a otras para expandir su economía, obtener materia prima, mano de obra, o para dar salida a los excedentes de capital.
Política [editar]
Los estados tienden a expandirse por ambición de poder, prestigio, seguridad y ventajas diplomáticas respecto a otros estados.
Ideológica [editar]
Los países se ven impulsados a expandir su influencia para a su vez expandir sus valores políticos, culturales y religiosos.
Religiosa [editar]
Los países con estándares religiosos solían expandir su influencia por países cercanos a este para así propagar su religión.
Referencias [editar]
Véase también [editar]
- Imperialismo estadounidense
- Neocolonialismo
- Imperialismo cultural
- Expansionismo
- Colonialismo
- Período colonial
- Anexo:Imperios
- Capitalismo
- Ciclos económicos
- Antiimperialismo
- Descolonización
- Immanuel Wallerstein
- Giovanni Arrighi
- Lista de prejuicios cognitivos
Enlaces externos [editar]
- El imperialismo moderno La sociedad civil globalizada y su cultura bélica antiterrorista.
- El imperialismo, fase superior del capitalismo, Vladimir Lenin
- ¿Imperialismo capitalista?, por Berta García
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