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FILOSOFÍA3: LA MÍSTICA. Mística (derivado del griego mystikos,"cerrado") Filosofía o Teología que trata de los fenómenos que no se pueden explicar racionalmente. La mística es un estado religioso elevado de conciencia por el que la realidad se percibe cercana a Dios La mística se da en todas las religiones, si bien cada una tiene sus propias particularidades.

Mística

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Para otros usos de este término, véase Mística (Marvel).

Mística (derivado del griego mystikos,"cerrado") Filosofía o Teología que trata de los fenómenos que no se pueden explicar racionalmente. La mística es un estado religioso elevado de conciencia por el que la realidad se percibe cercana a Dios La mística se da en todas las religiones, si bien cada una tiene sus propias particularidades.

  • En el cristianismo se conoce también como éxtasis o éxtasis místico.
  • Los sufíes son una rama del Islám que como objetivo principal persigue la mística.
  • Se acepta en todas las religiones que la mística es la antesala de la Iluminación

Mística como Corriente literaria [editar]

La mística, o vía mística, es, junto a la ascética, una de las dos corrientes de poesía religiosa cultivadas durante el Renacimiento (movimiento sociocultural del siglo XV y XVI). La mística es comúnmente considerada como un grado superior a la ascética.

La mística es la corriente literaria que utiliza la creación de obras escritas como medio para expresar la religiosidad y lo que supone para sus autores la religión (al hablar de relígión, dado que se enmarca en el contexto sociocultural español del siglo XVI, se refiere siempre a religión cristiana). Dentro de la poesía religiosa, la mística está reservada a muy pocos elegidos, y se consuma al producirse la unión del alma con Dios.

Para que la unión del alma con Dios se realice se deben seguir tres pasos o fases:

  • Vía purgativa: el alma se purifica de sus vicios y sus pecados mediante la penitencia y la oración. Las atracciones por sí mismas no tienen por qué ser malas pero sí lo es el apego o gusto que provocan en la memoria, porque la impide orientarse plenamente hacia Dios. La privación corporal y la oración son los principales medios purgativos.
  • Vía iluminativa: una vez purificada, el alma se ilumina al someterse total, única y completamente a la voluntad de Dios. El alma se halla ya limpia y en un desamparo y angustia interior inmensos, arrojada a lo que es por sí sola sin el contacto de Dios. El demonio tienta entonces y el alma debe soportar todo tipo de tentaciones y seguir la luz de la fe confiando en ella y sin engañarse mediante una continua introspección en busca de Dios. Pero ha de ser humilde, ya que si Dios no quiere, es imposible la unión mística, pues la decisión corresponde a Él.
  • Vía unitiva: el alma se une a Dios, produciéndose el éxtasis que anula los sentidos. A este punto sólo pueden llegar los elegidos y es muy difícil describirlo con palabras porque el pobre instrumento de la lengua humana, ni siquiera en forma poética, puede describir una experiencia tan intensa: se trata de una experiencia inefable. El hecho de haber alcanzado la vía unitiva puede manifestarse con los llamados estigmas o llagas sagradas (las heridas que sufrió Cristo en la cruz), con fenómenos de levitación del santo y con episodios de bilocación (es decir, encontrarse en varios lugares al mismo tiempo). El santo, porque ya lo es al sufrir este tipo de unión, no puede describir sino sólo aproximadamente lo que le ha pasado.

Los principales escritores renacentistas que cultivaron el género de la mística fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz; principalmente con las obras de este último: Cántico espiritual, Noche oscura del alma y Subida al monte Carmelo.

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