CINE ESPAÑOL: ALEGORÍA A LA MALDAD. CRÍTICA DE LA CARIDAD: "VIRIDIANA" DEL DIRECTOR ESPAÑOL, LUIS BUÑUEL. Luis Buñuel Portolés (Calanda, Teruel, Aragón, España, 22 de febrero de 1900 - Ciudad de México, México, 29 de julio de 1983) fue un director de cine español naturalizado mexicano.
Viridiana
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Viridiana | |
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Título | Viridiana |
Ficha técnica | |
Dirección | Luis Buñuel |
Producción | Gustavo Alatriste, Pere Portabella y Ricardo Muñoz Suay |
Guión | Luis Buñuel y Julio Alejandro |
Música | Gustavo Pittaluga |
Fotografía | José Fernández Aguayo (blanco y negro) |
Montaje | Pedro del Rey |
Reparto | Silvia Pinal Francisco Rabal Fernando Rey Margarita Lozano Victoria Zinny Teresa Rabal José Calvo Luis Heredia Joaquín Roa José Manuel Martín Lola Gaos Juan García Tienda Sergio Mendizábal María Isbert Joaquín Mayol Palmira Guerra Milagros Tomás Alicia J. Barriga |
Datos y cifras | |
País(es) | México España |
Año | 1961 |
Género | Drama psicológico |
Duración | 90 minutos |
Compañías | |
Productora | Producciones Alatriste (México) Unión Industrial Cinematográfica (UNINCI) (España) Films 59 (España) |
Ficha en IMDb |
Viridiana es una película de 1961, coproducción méxico-española, dirigida por Luis Buñuel, protagonizada por Silvia Pinal, Francisco Rabal y Fernando Rey en los papeles principales.
La película recibió el máximo galardón del Festival de Cannes, la Palma de Oro, así como la ovación unánime de público y jurado.
Prohibida durante mucho tiempo en España, es una crítica a la caridad por la caridad misma, frente a la generación de trabajo, además de una sátira del idealismo cristiano. Sin embargo, el propio Luis Buñuel desmintió está interpretación:
Argumento [editar]
La novicia Viridiana (Silvia Pinal) —a punto de tomar los hábitos— debe abandonar el convento para visitar a su tío don Jaime (Fernando Rey), quien le ha pagado los estudios. Durante su visita, don Jaime —impresionado por el parecido entre Viridiana y su difunta esposa— la adormece e intenta poseerla, pero finalmente no se atreve. Posteriormente intenta retenerla cuando ella quiere volver al convento; le miente diciéndole que ya no podrá ordenarse monja, porque la ha poseído mientras dormía. Esto aleja aún más a Viridiana de su tío, que —tras la marcha de ésta— se suicida. Viridiana, que se siente culpable de la muerte de su tío, renuncia a ser monja y se queda en la mansión a practicar la caridad cristiana, acogiendo a un grupo de vagabundos, a quienes brinda refugio y alimento pero que son, a fin de cuentas, quienes la atacarán y robarán. La llegada de Jorge (Francisco Rabal), hijo natural de don Jaime, cambiará definitivamente el destino de la joven.
Comentarios [editar]
Como en toda película personal de Buñuel, el argumento es sólo un pretexto para mostrar ideas que van más allá. En este caso se cuestiona la naturaleza de la beneficencia y se muestra cómo las buenas intenciones no siempre se materializan en un éxito pleno. También se cuestiona el verdadero significado de la fe católica, y los contrastes entre el mundo 'real' y el mundo teórico cristiano.
La decisión de rodar Viridiana en España provocó que Buñuel, exiliado en México tras el fin de la Guerra Civil española, fuese duramente criticado por los republicanos españoles en el exilio.
Un artículo muy hostil publicado en el periódico oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, provocó su inmediata prohibición en España e Italia. El incidente reivindicó la figura de Buñuel ante sus críticos y convirtió a Viridiana en una más de las películas prohibidas de este polémico cineasta.
En una escena, los vagabundos aprovechan la ausencia de los dueños de la casa y hacen una gran comilona y se beben el vino. Luego, después de que el leproso cita la biblia cambiando la letra, se toman una fotografía en donde posan exactamente como Jesús y los doce apóstoles en el cuadro de La última cena, donde el ciego y más desarrapado de los vagabundos, es Jesús.
La censura franquista objetó el final original de la cinta, en el que Viridiana llamaba a la puerta de su primo, él abría y ella entraba, cerrando la puerta detrás de ella. Obediente, Buñuel propuso un final diferente (en donde Jorge, Viridiana y Ramona, la criada, juegan a las cartas, en una muy sutil referencia a un trío sexual) que terminó siendo más pernicioso que el primero y que, irónicamente, fue aceptado por los censores sin reparos.
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