HISTORIA: "DARÍO I EL GRANDE"
Darío I
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Darío I | |
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Rey de Persia y Faraón de Egipto | |
Darío I, rey de los persas. | |
Reinado | 522 a. C. - 486 a. C. |
Nacimiento | Hacia 549 a. C. |
Fallecimiento | 486 a. C. |
Predecesor | Esmerdis (Bardiya) |
Sucesor | Jerjes I |
Dinastía | Aqueménida |
Padre | Histaspes |
Darío I el Grande (en persa antiguo Dārayawuš, "aquel que apoya firmemente el Bien", en persa moderno داریوش Dâriûsh, en griego clásico Δαρεῖος Dareîos) (circa 549-485 a. C.), fue un rey aqueménida de Persia (521 a. C.-485 a. C.).
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Origen y ascenso [editar]
Darío era el hijo de Histaspes, sátrapa de Partia, nieto del rey Arsames; pertenecía por tanto a una rama secundaria de la familia real aqueménida. Como pariente de Cambises II, Darío pertenecía a una de las más poderosas familias que conformaban la nobleza del Imperio Aqueménida. Era miembro de la guardia real de Cambises II en el momento del suicidio del rey (522 a. C.), que cometió debido a su fracaso para detener la usurpación que el mago Gaumata había llevado a cabo, suplantando al fallecido Esmerdis, hermano de Cambises que el propio rey había mandado asesinar previamente.
Nadie se atrevió a alzarse contra Gaumata, excepto Darío, quien, con la ayuda de seis nobles (Ótanes, Gobrias, Intafrenes, Hidarnes, Megabizo y Ardumanish) y, según proclamó en la Inscripción de Behistún, de Ahura Mazda, trató de recuperar el trono para la dinastía aqueménida. Tal como indica una inscripción posterior de Darío encontrada en Susa, tanto su padre Histaspes como su abuelo Arsames vivían aún en el momento de la usurpación de Gaumata, si bien fue Darío quien por edad heredó los derechos aqueménidas al trono persa, proclamando que había sido señalado como futuro rey mediante la hipomancia, la adivinación por los caballos. Ayudado por seis nobles persas, cuyos nombres honró posteriormente Darío en las líneas finales de la inscripción de Behistún, sorprendió y asesinó al usurpador en una fortaleza de Nisaya, en Media (octubre del 521 a. C.). Tras la muerte del mago, Darío contrajo matrimonio con Atosa, viuda del falso Esmerdis e hija de Ciro II; Jerjes I, hijo de ambos, sería el heredero y el futuro rey de Persia.
El cambio repentino en el gobierno central del Imperio Aqueménida fue percibido por los gobernadores de las provincias orientales como el momento ideal para obtener su independencia. Además, en varias regiones del imperio, como en Susiana, Babilonia, Media, Margiana o Sagartia, surgieron usurpadores, que pretendían pertenecer, la mayoría de ellos, a las dinastías locales anteriores a la conquista persa, y dispusieron varios ejércitos propios para enfrentarse a Darío. En la misma Persia el usurpador Vahyazdata imitó a Gaumata, consiguiendo el reconocimiento del pueblo como el verdadero Esmerdis. No obstante Darío, con sólo un pequeño ejército de persas y medos y con algunos generales leales, pudo sobreponerse a todas estas dificultades, llegando a derrotar hasta nueve usurpadores, acabando con todas las rebeliones en poco tiempo, y controlando a la casta sacerdotal (520-519 a. C.). Babilonia (que se había sublevado dos veces), Susiana (con tres alzamientos) y Egipto fueron sometidos, y la autoridad de Darío fue restablecida en todo el imperio.
Administración del imperio [editar]
Darío fue un destacado gobernante y organizador del imperio, revisando el sistema administrativo persa, así como su código legal. Sus revisiones sobre este código concernían a leyes sobre testimonios, comercio de esclavos, depósitos, sobornos y violaciones. También introdujo mejoras en el aspecto militar durante sus sucesivas campañas, como el servicio militar obligatorio, el pago a los guerreros, el entrenamiento militar y otras modificaciones en el ejército y la armada persa.
Posiblemente el aspecto civil más destacado de su reinado fue la reorganización administrativa del imperio, algo que lo encumbró al nivel del propio Ciro para los persas de la posteridad. La nueva organización de las provincias y la fijación de los impuestos fue descrita por Heródoto (iii. 90 if.), quien contaba al parecer con buenas fuentes. Darío dividió el Imperio persa en veinte provincias, cada una bajo la supervisión de un gobernador o sátrapa. Este cargo era generalmente hereditario, y gozaba de una amplia autonomía, que permitía a cada provincia conservar sus propias leyes, tradiciones y clases dirigentes. No obstante, cada región era responsable del pago de un determinado tributo al emperador, en oro o plata, algo que algunas provincias acusaron con el paso del tiempo, como fue el caso de Babilonia.
Cada satrapía poseía un administrador financiero y un coordinador militar independientes, además del sátrapa, quien controlaba la administración y el cumplimiento de las leyes. Estos tres cargos respondían directamente ante el rey, quien con esta medida impedía la concentración del poder en cada satrapía, disminuyendo así las posibilidades de deslealtades y revueltas. Darío también incrementó la burocracia del imperio, aumentando el número de escribas que registraran las tareas administrativas de cada provincia.
Construcciones destacadas [editar]
Durante el reinado de Darío se iniciaron muchos proyectos de construcciones, siendo el más destacado la edificación de una nueva capital para el imperio, la ciudad de Persépolis, en detrimento de la antigua capital de Ciro, Pasargada, que estaba muy asociada a los reyes anteriores, algo que Darío quería evitar. La nueva capital poseía murallas de 60 pies de altura (unos 20 metros) y 33 pies de espesor (unos 11 metros), siendo por tanto una importante labor de ingeniería arquitectónica. Asimismo, la futura tumba de Darío fue tallada en una pared de roca, no muy lejos de la ciudad.
Otro de los proyectos de Darío fue la excavación de un canal que comunicara el río Nilo con Suez, una vía que, como demuestran los fragmentos de una inscripción jeroglífica recuperada, los barcos persas utilizaban para navegar desde el mismo Nilo hasta Persia, siguiendo el Mar Rojo hacia el sur y rodeando la península arábiga y el reino de Saba antes de dirigirse hacia el Golfo Pérsico y a Susa.
Darío encargó también la creación de una importante red de caminos que recorrieran todo el imperio, como es el destacado Camino Real que desde Sardes atravesaba Anatolia, Siria y Mesopotamia para llegar hasta Susa, y de allí, hasta Persépolis, como mencionan las tablillas de Persépolis. Este camino se apoyaba en postas de mensajería, puestos de descanso, posadas y guarniciones militares, evitando así el riesgo que suponían los bandidos. Darío es también recordado por la impresionante inscripción de Behistún, que fue tallada en la pared de un acantilado cerca de la ciudad de Behistún, la cual nos informa acerca de su exitosa ascensión al trono y donde Darío argumenta sobre su legitimidad como rey de Persia.
Economía, diplomacia y comercio [editar]
Darío es a menudo considerado como un gran financiero: estableció un patrón monetario con la introducción del dárico de oro, y fomentó el desarrollo del comercio a través de expediciones que abrieran nuevos mercados y rutas, siendo muy probable que Persia llegara a mantener contactos con Cartago (cf. el término Karka de la inscripción de Nakshi Rustam) en Sicilia e Italia. Su reinado se caracterizó así por el crecimiento de la población y el desarrollo de las actividades artesanales en las ciudades.
Los pesos y las medidas fueron normalizados (como el cúbito real o la medida del rey), pero solían coexistir con las tradicionales unidades egipcias y babilonias, lo cual incentivó el comercio debido a que nunca antes existió un mercado tan amplio como era el imperio persa. Las mejoras en la red de comunicaciones y la reordenación administrativa contribuyeron a dotar al imperio aqueménida de una aparente unidad comercial, basada en la generación de riqueza.
Darío procuraba obtener el bienestar de las naciones súbditas del imperio, y con este objetivo fomentó las ayudas a sus diferentes castas sacerdotales. Permitió a los judíos reconstruir el Templo de Jerusalén, a la vez que en Egipto es mencionado en varios templos que erigió en Menfis, Edfú y el Gran Oasis. Convocó a Tzahor, gran sacerdote de Sais, a Susa (como muestra la inscripción del Museo Vaticano), otorgándole poderes para reorganizar la Casa de la Vida, la gran institución médica del templo de Sais. En las tradiciones egipcias es mencionado como uno de los grandes benefactores y legisladores del país. Asimismo apoyó a los santuarios griegos (cf. la carta de Darío a Godatas, inspector del parque real cercano a Magnesia, donde exime impuestos y de trabajos obligados al territorio sagrado de Apolo), por lo que todos los oráculos griegos del Asia Menor y de la Europa controlada por los persas permanecieron de su lado durante las Guerras Médicas, disuadiendo a los griegos de cualquier tentativa de resistencia.
En el aspecto religioso, Darío aparece en todas sus inscripciones como un ferviente creyente de la religión monoteísta oficial, el zoroastrismo; Ahura Mazda es el único dios mencionado en las mismas. No obstante, demostró un profundo respeto y tolerancia por los otros cultos existentes en su imperio, una política tradicional de sus predecesores. También es mencionado adorando, sufragando o alabando varios panteones, una actitud a destacar en cuanto la mayoría de sus súbditos eran politeístas. Al igual que otros reyes persas, mantuvo la política contra la esclavitud, de manera que, por ejemplo, todos los trabajadores que trabajaron en Persépolis y en otros lugares eran remunerados, una idea revolucionaria para la época. Esta política de derechos humanos fue muy común en sus predecesores y en los posteriores reyes persas, siendo prácticamente el primer testimonio continuado de la misma.
Conquistas [editar]
Las conquistas de Darío hacia el oeste del Imperio constituyeron un esfuerzo dirigido a la consolidación y aseguramiento de las fronteras heredadas de Ciro II el Grande y de Cambises II, más que una voluntad de expansión.
El primer territorio conquistado, hacia 519 a. C., fue Samos; isla que aunque no fue integrada en el Imperio fue confiada al tirano Silosón, por orden de Darío. Esta fue la primera incursión de los persas en la cuenca del Mar Egeo.
En 513 a. C., después de uan guerra civil en Cirene, fue sometida la mayor parte de Libia.
Expedición a Escitia [editar]
En 512 a. C., Darío encabezó una expedición a Escitia, cuyo objetivo final permanece incierto. Según Heródoto, reunió 700.000 hombres, acompañados de 600 naves; los efectivos fueron principalmente proporcionados por las ciudades griegas del Helesponto.[1] La flota se dirigió hacia el Danubio, mientras tanto Darío sometía una parte de Tracia y del territorio de los getas. La flota se juntó en la desembocadura del Danubio y el ejército se adentró en territorio escita. Las poblaciones locales, muy diversas, resistieron el ataque rechazando a los persas en un enfrentamiento abierto. Darío se vio finalmente obligado a batirse en retirada, quedando el Danubio como la frontera definitiva del Imperio aqueménida. En el camino de vuelta se concluyó la conquista de Tracia. Ante la amenaza, el Macedonia se sometió sin luchar y se convirtió en un protectorado.
La revuelta de Jonia [editar]
En 500 a. C., a raíz del la petición de ayuda de los tiranos de Naxos, expulsados por su pueblo, Aristágoras, el tirano de Mileto, propuso al sátrapa Artafernes tomar Naxos, y desde allí, el archipiélago de las Cícladas y la isla de Eubea. La expedición fue aprobada por Darío, pero las disensiones en el mando le decidieron a suspenderla. Para evitar el castigo del Gran Rey, Aristágoras se rebeló, declaró independiente a Jonia e impuso la isonomía. Obtuvo el apoyo de Atenas, que envió 25 trirremes. El primer ataque tuvo lugar en 499 a. C. contra Sardes, que fue incendiada, aunque la acrópolis resultó inexpugnable. Los rebeldes sufrieron una gran derrota cerca de la ciudad de Éfeso, y Atenas retiró su prestación de ayuda. Sin embargo, el levantamiento se propagó en toda la región, de Bizancio a Caria y a Chipre. Después de algunos éxitos contra el ejército persa, la relación de fuerzas se invirtió, y las ciudades volvieron a caer en manos persas una tras otra. Aristágoras murió en un combate contra los tracios. La flota jónica fue finalmente vencida en la Batalla naval de Lade en 494 a. C., y Mileto cayó. Los persas se mostraron despiadados con los vencidos.
En 493 a. C., Darío envió a su yerno Mardonio a Asia Menor. Este general integró Macedonia en los dominios del Imperio, como también a los brigios y a la isla de Tasos.
El mar Egeo [editar]
La conquista de Grecia se preparó en 491 a. C.: a las ciudades griegas de Asia menor se les obligó a pagar una contribución económica al Imperio.
El primer objetivo militar era la captura delas islas del Egeo. Naxos cayó en 490 a. C., después Delos, Caristo, y Eubea. La dominación persa del mar Egeo fue de completada. La segunda parte, la invasión de la Grecia continental fue bruscamente interrrumpida: los persas desembarcaron en la llanura de Maratón, donde fueron aplastados por los griegos coaligados comandados porlos atenienses, y tuvieron que batirse en retirada. La escasa insistencia de los persas demuestra que el objetivo principal de esta expedición militar eran las poleis del mar Egeo y no la Grecia continental.
En aquella epoca el Imperio aqueménida alcanzó su máxima extensión.
Muerte [editar]
Heródoto refiere que Darío se aprestó enseguida a preparar una nueva expedición contra Grecia, que dirigiría personalmente, pero fue interumpida por una insurrección en Egipto en 486.[2] Mientras se preparaba para intervenir, le sobrevino una enfermedad y murió en noviembre del mismo año. Fue inhumado en una tumba rupestre, que hizo construir en vida, en Naqsh-e Rostam.
Le sucedió su hijo Jerjes I a la cabeza del Imperio.
Los hijos de Darío [editar]
De la hija de Gobrias
- Artabazanes
- Ariabignes
- Un tercer hijo del que no se conoce el nombre.
De Atosa
De Artistona
- Arsames
- Gobrias
- Artazostra, esposa de Mardonio
De Parmis
De Frataguna
No se conocen hijos.
De madres desconocidas
- Ariamenes (identificado a veces con alguno de los tres hijos de la hija de Gobrias o con Masistes)
- Arsamenes
- La esposa de Artoces
- La esposa de Daurises
- La esposa de Himeas
- Sandauce (identificada a veces con Mandane, hija de Atosa), esposa de Artaicto
- Ištin (mencionada en documentos de Persépolis)
- Pandušašša (mencionada en documentos de Persépolis)
Véase también [editar]
Referencias [editar]
Bibliografía [editar]
- Pierre Briant, Histoire de l’Empire perse, de Cyrus à Alexandre, 1996
- Pierre Briant, Darius : les Perses et l'Empire, Gallimard, col. «Découverte», 1992
- Maria Brosius, Women in Ancient Persia, 559-331 BC, Clarendon Press, Oxford, 1998 .
Enlaces externos [editar]
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Darío I.Commons
- Darío I, en Biografías y Vidas
- Enrique Quintana, Cuneiforme Elamita, Universidad de Murcia:
- Darius the Great [2] en http://www.livius.org/
Predecesor: Esmerdis | Rey de Persia 521–486 a. C. | Sucesor: Jerjes I |
Faraón de Egipto 521–486 a. C. |
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