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HISTORIA10: LA METAFÍSICA. LA METAFÍSICA, ¿ESTUDIA EL POR QUÉ DE LAS COSAS?. La metafísica es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.[1] [2] [3] El nombre metafísica proviene del título puesto por Andrónico de Rodas a una colección de escritos de Aristóteles. Esto no implica que la metafísica haya nacido con Aristóteles, sino que es de hecho más antigua, dado que hay casos de pensamiento metafísico en los filósofos presocráticos. Aristóteles de Estagira habló, en todo caso, de una “filosofía primera”, cuyo principal objetivo era el estudio del Ser en cuanto tal, de sus atributos y sus causas.

Metafísica

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¿Cuáles son los últimos principios y causas del mundo? Grabado en madera de Camille Flammarion: L'Atmosphere (1888).

La metafísica es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.[1] [2] [3]

El nombre metafísica proviene del título puesto por Andrónico de Rodas a una colección de escritos de Aristóteles. Esto no implica que la metafísica haya nacido con Aristóteles, sino que es de hecho más antigua, dado que hay casos de pensamiento metafísico en los filósofos presocráticos. Aristóteles de Estagira habló, en todo caso, de una “filosofía primera”, cuyo principal objetivo era el estudio del Ser en cuanto tal, de sus atributos y sus causas.

En la Edad Media, se dio el debate sobre la distinción y orden de jerarquías entre la metafísica y la teología, en especial en la escolástica. La cuestión de la distinción entre metafísica y teología es también omnipresente en la filosofía moderna.

La tradición moderna ha dividido a la metafísica en: Ontología, o ciencia del ente en tanto ente, que se correspondería a la llamada Metafísica General, y tres ramas particulares: "Teodicea" (también llamada Teología Natural o Teología Racional), "Psicología Racional" y "Cosmología Racional". Esta clasificación, que fue propuesta entre otros por Christian Wolff, ha sido posteriormente discutida, pero sigue siendo considerada canónica.[4]

La metafísica aborda problemas centrales de la filosofía, como lo son los fundamentos de la estructura de la realidad y el sentido y finalidad última de todo ser, todo lo cual se sustenta en el llamado principio de no contradicción. La metafísica tiene como tema de estudio dos tópicos: el primero es la ontología, que en palabras de Aristóteles viene a ser la ciencia que estudia el ser en tanto que ser. El segundo estudio es el de la teología, o también llamada “filosofía teológica”, que es el estudio de Dios como causa última de la realidad. Existe, sin embargo, un debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio de la metafísca, sobre si sus enunciados tienen propiedades cognitivas.

La metafísica estudia los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. Según Immanuel Kant, una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto ("cuando emite un juicio sintético sobre un asunto") que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado sensiblemente por el ser humano. Algunos filósofos han sostenido que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de "necesidad inevitable". Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como "animal metafísico". Martin Heidegger ha replanteado todos los asuntos metafísicos introduciendo en ellos una transformación radical que necesariamente tiene que tomarse en cuenta.

Contenido

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[editar] Historia del concepto

Platón y Aristóteles en La escuela de Atenas, de Rafael Sanzio. Aristóteles es considerado como el padre de la metafísica.

El término metafísica proviene de una obra de Aristóteles compuesta por catorce libros (rollos de papiro), independientes entre sí, que se ocupan de diversos temas generales de la filosofía. Estos libros son de carácter esotérico, es decir, Aristóteles nunca los concibió para la publicación. Por el contrario, son un conjunto de apuntes o notas personales sobre temas que pudo haber tratado en clases o en otros libros sistemáticos.

El peripatético Andrónico de Rodas (siglo I a. C.) al sacar la primera edición de las obras de Aristóteles ordenó estos libros detrás de los ocho libros sobre física (tà metà tà physiká). De allí surgió el concepto de "metafísica", que en realidad significa: aquello que en el estante está después de la física, pero que también de manera didáctica significa: aquello que sigue a las explicaciones sobre la naturaleza o lo que viene después de la física, entendiendo física en su acepción antigua que se refería al estudio de la physis, es decir, de la naturaleza y sus fenómenos, no limitados al plano material necesariamente.

En la Antigüedad la palabra metafísica no denotaba una disciplina particular concerniente al interior de la filosofía, sino el compendio de rollos de Aristóteles ya mencionado. Sólo es a partir del siglo XIII que la metafísica pasa a ser una disciplina filosófica especial que tiene como objeto el ente en cuanto ente. Es hacia ese siglo cuando el conocimiento de las teorías aristotélicas se comienza a conocer en el Occidente latino gracias al influjo de pensadores árabes como Avicena y Averroes.

A partir de entonces la metafísica pasa a ser la más alta disciplina filosófica, y así hasta la Edad Moderna. Con el tiempo la palabra "metafísica" adquirió el significado de "difícil" o "sutil" y en algunas circunstancias se utiliza con un carácter peyorativo, pasando a significar especulativo, dudoso o no científico. En este sentido, también la metafísica es considerada como un modo de reflexionar con demasiada sutileza en cualquier materia que discurriese entre lo oscuro y difícil de comprender.

[editar] Objetivo de la metafísica

La metafísica pregunta por los fundamentos últimos del mundo y de todo lo existente. Su objetivo es lograr una comprensión teórica del mundo y de los principios últimos generales más elementales de lo que hay, porque tiene como fin conocer la verdad más profunda de las cosas, por qué son lo que son; y, aún más, por qué son.[5]

Tres de las preguntas fundamentales de la metafísica son:

  1. ¿Qué es ser?
  2. ¿Qué es lo que hay?
  3. ¿Por qué hay algo, y no más bien nada?

No sólo se pregunta entonces por lo que hay, sino también por qué hay algo. Además aspira a encontrar las características más elementales de todo lo que existe: la cuestión planteada es si hay características tales que se le puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden establecerse ciertas propiedades del ser.

Algunos de los conceptos principales de la metafísica son: ser, nada, existencia, esencia, mundo, espacio, tiempo, mente, Dios, libertad, cambio, causalidad y fin.

Algunos de los problemas más importantes y tradicionales de la metafísica son: el problema de los universales, el problema de la estructura categorial del mundo, y los problemas ligados al espacio y el tiempo.

[editar] El concepto de ser

Lo que es decisivo para distinguir los diferentes tipos de metafísica es el concepto de ser. La tradición distingue dos tipos de enfoques esencialmente diferentes:

Concepto unívoco de ser

Según este enfoque, “ser” viene a ser la característica más general de diferentes cosas (llamadas entes o entidades). Es aquello que sigue siendo igual a todos los entes, después de que se han eliminado todas las características individuales a los entes particulares, esto es: el hecho de que sean, es decir, el hecho de que a todas ellas les corresponda ser (cfr. diferencia ontológica)

Este concepto de ser es la base de la “metafísica de las esencias”. Lo opuesto al "ser" viene a ser en este caso la esencia, a la cual simplemente se le agrega la existencia. En cierto sentido no se diferencia ya mucho del concepto de la nada. Un ejemplo de ello lo dan ciertos textos de la filosofía temprana de Tomás de Aquino (De ente et essentia).

Concepto analógico del ser

Según este enfoque, el “ser” viene a ser aquello que se le puede atribuir a todo, aunque de distintas maneras (Analogía entis). El ser es aquello, en lo que los diferentes objetos coinciden y en lo que, a su vez, se distinguen.

Este enfoque del ser es la base de una metafísica (dialéctica) del ser. El concepto opuesto a ser, es aquí la nada, ya que nada puede estar fuera del ser. Se entiende aquí a ser como espacio lleno. La filosofía tardía de Tomás de Aquino nos brinda un ejemplo de esta comprensión de ser (Summa theologica)

[editar] Sistematización y método

Tradicionalmente la metafísica se divide en dos ramas:

  • Metafísica general (metaphysica generalis): pregunta por las categorías más generales del ser y por eso también es llamada filosofía fundamental. Se ocupa de qué son las cosas, las propiedades y los procesos, según su esencia y en qué relación están entre sí. En tanto se ocupa de lo que hay, se conoce como ontología.
  • Metafísica especial (metaphysica specialis), que se divide en:
    • La teología natural (también llamada teología filosófica o teología racional) estudia a Dios a través de métodos racionales (es decir, sin recurrir al misticismo o a la fe).
    • La psicología racional (también llamada filosofía del hombre, psicología metafísica o psicología filosófica) se ocupa del alma o mente del hombre.
    • La cosmología racional investiga el mundo en general. En tanto disciplina de la estructuración del mundo material como un sistema natural de sustancias físicas, ya desde la antigüedad se solía cruzar con la filosofía de la naturaleza.

La metafísica puede proceder de distintas maneras:

  1. Es especulativa, cuando parte de un principio supremo, a partir del cual va interpretando la totalidad de la realidad. Un principio de este tipo podría ser la idea, Dios, el ser, la mónada, el espíritu universal, o la voluntad.
  2. Es inductiva, en su intento de ver de manera unificada los resultados de todas las ciencias particulares, configura una imagen metafísica del mundo.
  3. Es reduccionista (ni empírico-inductiva, ni especulativa-deductiva), cuando se la entiende como un mero constructo especulativo a base de presupuestos de los cuales los seres humanos siempre han tenido que partir para poder llegar a conocer y actuar.

[editar] Historia de la metafísica

[editar] Edad Antigua

[editar] Presocráticos

Ya desde los inicios de la filosofía en Grecia, con los llamados filósofos presocráticos, se aprecian los intentos de entender el universo todo a partir de un principio (originario) único y universal, el αρχη (arjé).

Parménides de Elea (siglo VI-V a. C.) es considerado el fundador de la ontología. Es él quien utiliza por primera vez el concepto de ser/ente en forma abstracta. Este saber, metafísico, comenzó cuando el espíritu humano se hizo consciente de que lo real sin más no es lo que nos ofrecen los sentidos, sino lo que se aprehende con el pensamiento. ("Lo mismo es pensar y ser") Es lo que él llama "ser", y que caracteriza a través de una serie de determinaciones conceptuales que están al margen de los datos de los sentidos, como ingénito, incorruptible, inmutable, indivisible, uno, homogéneo, etc.

Parménides expone su teoría con tres principios: "El ser (o el ente) es y el no-ser no es", "nada puede pasar del ser al no-ser y viceversa" y "lo mismo es el pensar que el ser" (esto último se refiere a que no puede existir lo que no puede ser pensado).

A partir de su afirmación básica ("el ser es, el no-ser no es") Parménides deduce que el ser es ilimitado, ya que lo único que podría limitarlo es el no-ser; pero como el no-ser no es, no puede establecer limitación alguna.

Por lo tanto, según deducirá Meliso de Samos, el ser es infinito (ilimitado en el espacio) y eterno (ilimitado en el tiempo).

La influencia de Parménides es decisiva en la historia de la filosofía y del pensamiento mismo. Hasta Parménides, la pregunta fundamental de la filosofía era: ¿de qué está hecho el mundo? (a lo que algunos filósofos habían respondido que el elemento fundamental era el aire, otros que era el agua, otros un misterioso elemento indeterminado, etc.). Parménides instaló el "ser" (esse) en la escena como objeto principal del discurrir filosófico. El próximo paso decisivo lo dará Sócrates.

[editar] Sócrates

La filosofía de Sócrates (470/469-399 a. C.) se centra en la moral. Su pregunta fundamental es: ¿qué es el bien?. Sócrates creía que si se lograba extraer el concepto del bien se podía enseñar a la gente a ser buena (como se enseña la matemáticas, por ejemplo) y se acabaría así con el mal. Estaba convencido de que la maldad es una forma de ignorancia, doctrina llamada intelectualismo moral. Desarrolló la primera técnica filosófica que se conoce: la mayeútica. Consistía en preguntar y volver a preguntar sobre las respuestas obtenidas una y otra vez, profundizando cada vez más. Con ello pretendía llegar al "Logos" o la razón final que hacía que una cosa fuera esa cosa y no otra. Este "logos" es el embrión de la "idea" de Platón, su discípulo.

[editar] Platón

El punto central de la filosofía de Platón (427-347 a. C.), lo constituye la Idea. Platón observó que el Logos de Sócrates era una serie de características que percibimos en los objetos (físicos o no) y están asociadas a él. Si a ese Logos lo separamos del objeto físico y le damos existencia formal, entonces se llama Idea (la palabra "Idea" la introdujo Platón). En los diálogos platónicos aparece Sócrates preguntando por lo que es justo, valeroso, bueno, etc. La respuesta a estas preguntas presupone la existencia de ideas universales cognoscibles por todos los seres humanos que se expresan en estos conceptos. Es a través de ellas que podemos captar el mundo en constante transformación.

Las ideas son el paradigma (paradeigma) de las cosas. Su lugar está entre el ser y el no-ser. Son anteriores a las cosas, que participan (methexis) de ellas. En sentido estricto sólo ellas son. Las cosas particulares que vemos sólo representan copias más o menos exactas de las ideas. La determinación o definición de las ideas se obtiene a través del ejercicio dialógico riguroso, enmarcado en determinado contexto histórico y coyuntural, delimitando aquello en lo que se ha centrado la investigación (la idea).

Con la teoría de las Ideas Platón pretende probar la posibilidad del conocimiento científico y del juicio imparcial. El hecho de que todos los seres humanos tengan la posibilidad de acceder a un mismo conocimiento, tanto en el campo de las matemáticas, como en el de la ética, lo explica a través de la teoría del “recuerdo” (anámnesis), según la cual recordamos las ideas eternas que conocimos antes de nuestro nacimiento. Con ello Platón explica la universalidad de la capacidad racional de todos los seres humanos, enfrentándose a algunos de sus contemporáneos que sostenían la incapacidad de acceder al conocimiento por parte de esclavos o pueblos no-helénicos, entre otros.

La tradición postplatónica muchas veces entendió la teoría de las ideas de Platón, en el sentido de que habría supuesto una existencia de las ideas separada de la existencia de las cosas. Esta teoría de la duplicación de los mundos, en la Edad Media condujo a la polémica sobre los universales.

[editar] Aristóteles

Aristóteles (384-322 a. C.) nunca usó la palabra "metafísica" en su obra conocida como Metafísica. Dicho título se atribuye al primer editor sistemático de la obra del estagirita, Andrónico de Rodas, que supuso que, por su contenido, los trece libros que agrupó debían ubicarse después de la "Física" y por esa razón usó el prefijo "meta" (más allá de...o que sucede a...). En su análisis del ente, Aristóteles va más allá de la materia, al estudiar las cualidades y potencialidades de lo existente para acabar hablando del Ser primero, el motor inmóvil y generador no movido de todo movimiento, que más tarde sería identificado con Dios.

Para Aristóteles la metafísica es la ciencia de la esencia de los entes y de los primeros principios del ser. El ser se dice de muchas maneras y éstas reflejan la esencia del ser. En ese sentido elabora ser, independientemente de las características momentáneas, futuras y casuales. La ousía (generalmente traducido como sustancia) es aquello que es independiente de las características (accidentes), mientras que las características son dependientes de la ousía. La ousía es lo que existe en sí, en contraposición al accidente, que existe en otro. Gramaticalmente o categorialmente, se dice que la sustancia es aquello a lo que se adscribe características, es decir, es aquello sobre lo cuál se puede afirmar (predicar) algo. Aquello que se afirma sobre las sustancias son los predicados.

A la pregunta de qué sería finalmente la esencia que permanece inmutable, la respuesta de Aristóteles viene a ser que la ousía es una forma determinante –el eidos- es el origen de todo ser, es decir, que por ejemplo en el eidos de Sócrates, lo que en su forma humana, determina su humanidad. Y también la que determina que siendo el hombre por naturaleza libre y no siendo el esclavo libre, determina que el esclavo sea parte constitutiva de su amo, es decir, que no sea sólo esclavo de su amo en determinada coyuntura y desde determinada perspectiva, sino que sea esclavo esclavo por naturaleza.

[editar] Edad Media

[editar] En el islam

Detalle del fresco de Andrea Bonaiuto El Triunfo de Santo Tomás, con la imagen sentada en reposo y pensativa de Averroes, apoyado posiblemente en algún libro de Aristóteles.

La llegada de la filosofía griega al campo de influencia del Islam no fue directa, sino que tiene que ver con los cenobios cristianos en la península arábiga y los pertenecientes a ideologías consideradas heréticas y que utilizaban la filosofía griega no como un fin, sino como un instrumento que les servía para sus especulaciones teológicas (como los monofisistas o los nestorianos), pero es por el interés utilitarista en la medicina griega cuando empiezan a hacerse traducciones al Persa que después pasarían tardíamente al Árabe.

Baste comentar que en Árabe no existe el verbo ser y más difícilmente una construcción como Ser, que es un verbo convertido en sustantivo. Es reseñable que la metafísica del mundo islámico quedó influenciada en gran medida por la "Metafísica" de Aristóteles.

A pesar de estas dificultades, Metafísica termina siendo la forma de denominar este campo y gracias al trabajo de comentario y reconstrucción de intelectuales dentro del Islam, (especialmente el de Averroes) pasó a la filosofía cristiana.

[editar] En el cristianismo

En la Edad Media la metafísica es considerada la “reina de las ciencias” (Tomás de Aquino). Se proponen la tarea de conciliar la tradición de la Filosofía Antigua con la doctrina religiosa (musulmana, cristiana o judía). Con base en el Neoplatonismo tardío la metafísica medieval se propone reconocer el “verdadero ser” y a Dios a partir de la razón pura.

Los temas centrales de la metafísica medieval son la diferencia entre el ser terrenal y el ser celestial (Analogía Entis), la doctrina de los trascendentales y las pruebas de la existencia de Dios. Dios es el fundamento absoluto del mundo, del cual no se puede dudar. Se discute si Dios ha creado el mundo de la nada (creación ex nihilo) y si es posible acceder a su conocimiento a través de la razón o sólo a través de la fe. Inspirados en la teoría de la duplicación de los mundos atribuida a Platón su Metafísica se manifiesta como una suerte de “dualismo” del “acá” y del “más allá”, de la “mera percepción sensible” y del “pensar puro como conocimiento racional”, de una “inmanencia” de la vida interior y una “trascendencia” del mundo exterior.

[editar] Edad Moderna

[editar] Kant

La Filosofía Trascendental de Kant significó un “giro copernicano” para la metafísica. Su posición frente a la metafísica es paradigmática. Le atribuye ser un discurso de “palabras huecas” sin contenido real, la acusa de representar “las alucinaciones de un vidente”, pero por otra parte recoge de ella la exigencia de universalidad. Kant se propuso fundamentar una metafísica “que pueda presentarse como ciencia”. Para ello examinó primero la posibilidad misma de la metafísica. Para Kant las cuestiones últimas y las estructuras generales de la realidad están ligadas a la pregunta por el sujeto. A partir de este presupuesto dedujo que hay que estudiar y juzgar aquello que puede ser conocido por nosotros. A través de su criticismo se diferenció explícitamente de las posiciones filosóficas que tienen como objeto la pregunta sobre qué es el conocimiento. Se alejó así de las tendencias filosóficas imperantes, tales como el empirismo, el racionalismo y el escepticismo. También a través del criticismo marcó distancia del dogmatismo de la metafísica que -según Kant- se había convertido en una serie de afirmaciones sobre temas que van más allá de la experiencia humana. Intentó entonces de llevar a cabo un análisis detallado de la facultad humana de conocer, es decir, un examen crítico de la razón pura, de la razón desvinculada de lo sensible (Crítica de la razón pura, 1781-87). Para ello es decisivo el presupuesto epistemológico de Kant de que al ser humano la realidad no se le presenta tal como es realmente (“en sí”), sino tal como se le aparece debido a la estructura específica de su facultad de conocimiento.

Como el conocimiento científico también depende siempre de la experiencia, el hombre no puede emitir juicios sobre cosas que no están dadas por las sensaciones (tales como “Dios”, “alma”, “universo” “todo”, etc.) Por ello Kant dedujo que la metafísica tradicional no es posible, porque el ser humano no dispone de la facultad de formar un concepto basándose en la experiencia sensible de lo espiritual, que es la única que permitiría la verificación de las hipótesis metafísicas. Como el pensar no dispone de ningún conocimiento de la realidad en este aspecto, estos asuntos siempre permanecerán en el ámbito de lo especulativo-constructivo. Entonces, por principio, no es posible según Kant decidir racionalmente sobre preguntas centrales tipo tales como si Dios existe, si la voluntad es libre o si el alma es inmortal. Las matemáticas y la física pueden formular juicios sintéticos a priori y, por ello, alcanzar un conocimiento universal y necesario, un conocimiento científico.

[editar] Idealismo alemán

Desde la crítica kantiana surge el idealismo alemán, representada sobre todo por Fichte, Schelling y Hegel, y que considera a la realidad como un acontecimiento espiritual en el que el ser real es superado, siendo integrado en el ser ideal.

El idealismo alemán recoge el giro trascendental de Kant, es decir que, en vez de entender la metafísica como la búsqueda de la obtención del conocimiento objetivo, se ocupa de las condiciones subjetivas de posibilidad de tal conocimiento. Así, se plantea hasta qué punto el ser humano puede llegar a reconocer estas evidencias. Sin embargo, rechaza que el conocimiento se limite a la experiencia posible y a los meros fenómenos, y propone una superación de esta posición, volviendo a postulados metafísicos que puedan reclamar validez universal: “conocimiento absoluto” como se decía desde Fichte hasta Hegel. Si aceptamos que los contenidos del conocimiento sólo valen en relación con el sujeto -como suponía Kant- y consideramos que esta perspectiva es absoluta, es decir, es la perspectiva de un sujeto absoluto, entonces el conocimiento válido para este sujeto absoluto también tiene validez absoluta. A partir de este planteamiento el idealismo alemán considera que puede superar la contradicción empírica entre sujeto y objeto, para poder captar lo absoluto.

Hegel sostiene que de una identidad pura y absoluta no puede surgir o entenderse una diferencia (esa identidad sería como “la noche, en la que todas las vacas son negras”): no explicaría la realidad en toda su diversidad. Por eso “la identidad de lo absoluto” debe entenderse como que ésta desde su origen ya que contiene en sí la posibilidad y la necesidad de una diferenciación. Esto implica que lo absoluto se realiza en su identidad por el plasmado y la superación de momentos no idénticos, esto es, la identidad dialéctica. A partir de este planteamiento Hegel desarrolla la “Ciencia de la Lógica” considerado, tal vez, como el último gran sistema de la metafísica occidental.

[editar] Edad Contemporánea

Friedrich Nietzsche considera que Platón es el iniciador del pensamiento metafísico y le hace responsable de la escisión en el ser que tendrá luego formas variadas pero constantes. La división entre mundo sensible y mundo inteligible, con su correlato cuerpo-alma, y la preeminencia del segundo asegurada por la teoría de las Ideas sitúa el mundo verdadero más allá de los sentidos. Esto deja fuera del pensar el devenir, aquello no apresable en la división sensible-inteligible por su carácter informe, y que también dejan escapar las subsiguientes divisiones aristotélicas, como sustancia-accidente y acto-potencia.

Martin Heidegger dijo que nuestra época es la del cumplimiento de la metafísica, pues desde los inicios del pensamiento occidental se han producido unos determinados resultados que configuran un panorama del que el pensamiento metafísico no puede ya dar cuenta. El propio éxito de la metafísica ha conducido fuera de ella. Ante esto, la potencia del pensamiento consiste precisamente en conocer e intervenir sobre lo conocido. Pero el pensamiento metafísico carece ya de potencia ya que ha rendido sus últimos frutos.

Heidegger afirmó que la metafísica es "el pensamiento occidental en la totalidad de su esencia". La utilización del término esencia en esta definición, implica que la técnica para estudiar la metafísica como forma de pensamiento, es o debe ser la metafísica en el primer sentido antes indicado. Esto quiere decir que los críticos de la metafísica como esencia del pensamiento occidental, son conscientes de que no existe una "tierra de nadie" en que situarse, más allá de esa forma de pensamiento; sólo el estudio atento y la modificación consciente y rigurosa de las herramientas proporcionadas por la tradición filosófica, pueden ajustar la potencia del pensamiento a las transformaciones operadas en aquéllo que la metafísica estudiaba: el ser, el tiempo, el mundo, el hombre y su conocer. Pero esa modificación supone a su vez un salto que toda la tradición del pensamiento ha escenificado, ha fingido o soñado dar a lo largo de su desarrollo. El salto fuera de la metafísica y por tanto, quizá la revocación de sus consecuencias.

Heidegger caracterizó el discurso metafísico por su impotencia para pensar la diferencia óntico-ontológica, es decir, la diferencia entre los entes y el ser. La metafísica refiere al ser el modelo de los entes (las cosas), pero aquél sería irreductible a éstos: los entes son, pero el ser de los entes no puede caracterizarse simplemente como éstos. El ser es pensado como ente supremo, lo que le identifica con Dios; la pulsión ontoteológica es una constante en el pensamiento occidental. Para Heidegger la metafísica es el olvido del ser, y la conciencia de este olvido debe abrir una época nueva, enfrentada a la posibilidad de expresar lo dejado al margen del pensamiento.

La filosofía analítica también reduce la metafísica a una cuestión lingüística, pero en este caso le atribuye una total falta de sentido. La metafísica sería en todo caso un lenguaje expresivo, del tipo de la poesía, pero nunca referencial. Si hablamos del ser, no nos referimos a nada que tenga una existencia objetiva. Por tanto es un lenguaje que puebla el conocimiento de falsos problemas, o que suministra falsas soluciones. Por otro lado el lenguaje metafísico viola las convenciones del lenguaje ordinario y por tanto no puede proporcionar una guía para el mundo común o no especializado.

El postestructuralismo (Gilles Deleuze, Michel Foucault, Jacques Derrida) retoma la crítica de Nietzsche, y argumenta que lo no pensable en la metafísica es precisamente la diferencia en tanto tal. La diferencia, en el pensar metafísico, queda subordinada a los entes, entre los que se da como una relación. La pretensión de "inscribir la diferencia en el concepto" transformando éste y violentando para ello los límites del pensamiento occidental aparece ya como una pretensión que lleva a la filosofía más allá de la metafísica.

[editar] Notas y referencias

  1. Robert Audi, ed., «Metaphysics» (en inglés), The Cambridge Dictionary of Philosophy (2nd Edition), Cambridge University Press, «Most generally, the philosophical investigation of the nature, constitution, and structure of reality.» 
  2. «Metaphysics», Encyclopædia Britannica Online, http://www.britannica.com/EBchecked/topic/377923/metaphysics, consultado el 13 de abril de 2010, «Branch of philosophy that studies the ultimate structure and constitution of reality.» 
  3. Carey, Rosalind, «Russell's Metaphysics» (en inglés), Internet Encyclopedia of Philosophy, http://www.iep.utm.edu/russ-met/, consultado el 13 de abril de 2010, «[...] the study of the ultimate nature and constituents of reality.» 
  4. Ferrater Mora, José (1983). Diccionario de Filosofía. Hermes. 
  5. Gómez Pérez, Rafael (1984). Introducción a la metafísica. Aristóteles y Santo Tomás de Aquino (3ª ed.). Madrid: Ediciones Rialp. ISBN 978-84-321-1951-2. , pp. 23-24

[editar] Bibliografía adicional

[editar] Enlaces externos

HISTORIA10: LAS MOIRAS. En la mitología griega las Moiras (en griego antiguo Μοῖραι, ‘repartidoras’) eran personificaciones del destino. Sus equivalentes en la mitología romana eran las Parcas o Fata, y en la nórdica las Nornas. Vestidas con túnicas blancas, su número terminó fijándose en tres. La palabra griega moira (μοῖρα) significa literalmente ‘parte’ o ‘porción’, y por extensión la porción de vida o destino de uno. Controlaban el metafórico hilo de la vida de cada mortal desde el nacimiento hasta la muerte (y más allá).

Moiras

De Wikipedia, la enciclopedia libre
El Triunfo de la Muerte o Los 3 Destinos. Tapiz flamenco (c. 1510-1520).

En la mitología griega las Moiras (en griego antiguo Μοῖραι, ‘repartidoras’) eran personificaciones del destino. Sus equivalentes en la mitología romana eran las Parcas o Fata, y en la nórdica las Nornas. Vestidas con túnicas blancas, su número terminó fijándose en tres.

La palabra griega moira (μοῖρα) significa literalmente ‘parte’ o ‘porción’, y por extensión la porción de vida o destino de uno. Controlaban el metafórico hilo de la vida de cada mortal desde el nacimiento hasta la muerte (y más allá).

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[editar] Zeus y las Moiras

Incluso los dioses temían a las Moiras. Zeus también estaba sujeto a su poder, admitió una vez la sacerdotisa pitia de Delfos. Hesíodo aludía a «las Moiras a quienes el sabio Zeus dio los mayores honores»,[1] aunque ninguna obra clásica aclara hasta qué extremo exacto las vidas de los inmortales estaban afectadas por los caprichos de las propias Moiras, y es de esperar que su relación con Zeus no fuese inmutable durante los siglos.

Un presunto epíteto Zeus Moiragetes, significando ‘Zeus Jefe de las Moiras’ fue inferido por Pausanias de una inscripción que vio en el siglo II en Olimpia: «Cuando llegar al punto de partida de las carreras de carros hay un altar con una inscripción al Dador de Destino[2] Esto es simplemente un apellido de Zeus, que conoce los asuntos de los hombres, todo lo que el destino les da, y todo lo que no les está destinado.»[3] En el Templo de Zeus en Megara, Pausanias dedujo de los relieves esculpidos que vio «sobre la cabeza de Zeus están las Horas y las Moiras, y todos pueden ver que es el único dios obedecido por las Moiras.» Lo inferido por Pausanias no tiene apoyos en los cultos, aunque advirtió que había un santuario de las Moiras en Olimpia,[4] y también en Corinto[5] y Esparta,[6] y contiguo al santuario de Temis fuera de una puerta de Tebas.[7]

H. J. Rose escribe que Nix (la Noche) era también la madre de las Moiras,[8] al igual que de las Erinias, en la tradición órfica.

Cuando fueron tres,[9] las Moiras eran:

  • Cloto (Κλωθώ, ‘hilandera’) hilaba la hebra de vida desde su rueca hasta su huso. Su equivalente romana era Nona (‘Novena’), que originalmente era una diosa invocada en el noveno mes de gestación.
  • Láquesis (Λάχεσις, ‘la que echa a suertes’) medía el hilo de la vida de cada persona con su vara de medir. Su equivalente romana era Décima.
  • Átropos (Ἄτροπος, ‘inexorable’ o ‘inevitable’, literalmente ‘que no gira’[10] a veces llamada Aisa) era quien cortaba el hilo de la vida. Elegía la forma en la que moría cada persona, y cuando su tiempo llegaba cortaba su hebra con «sus detestables tijeras».[11] Su equivalente romana era Morta (‘Muerte’).

[editar] Mitología

Las tres Moiras matando a los gigantes Agrio y Toante. Detalle de friso del Altar de Pérgamo (Museo de Pérgamo, Berlín).

Se suponía que las Moiras se aparecían tres noches después del nacimiento de un niño para determinar el curso de su vida. Los griegos afirmaban variadamente que eran las hijas de Zeus y la titánide Temis (la ‘Institutriz’) o de seres primordiales como Nix (la Noche), Caos o Ananké (la Necesidad).

En tiempos más antiguos fueron representados como solo unas pocas —quizá solo una— diosas individuales. La Ilíada de Homero habla generalmente de la Moira, que hila la hebra de la vida para los hombres en su nacimiento,[12] Moera Krataia (‘poderosa Moira’)[13] o de varias Moiras.[14] En la Odisea hay una referencia a las Klôthes o hilanderas.[15] En Delfos solo se reverenciaba a las Parcas del Nacimiento y la Muerte.[16] En Atenas, Afrodita, que tuvo una existencia anterior a la olímpica, era llamada Afrodita Urania, la mayor de las Parcas según Pausanias.[17]

Un texto bilingüe eteocretense[18] tiene la traducción griega Ομοσαι δαπερ Ενορκίοισι (Omosai d-haper Enorkioisi, ‘pero puede jurar [estas] mismas cosas a las Guardianas de Juramentos’). En eteocretense esto se escribe —S|TUPRMĒRIĒIA, donde MĒRIĒIA puede aludir a las divinidades que los helenos conocían como las Moiras.

Versiones de las Moiras también existieron en los niveles mitológicos europeos más antiguos. Es difícil separarlas de otras diosas hilanderas del destino indoeuropeas, conocidas como Nornas en la mitología nórdicas, y la diosa báltica Laima y sus dos hermanas. Algunos mitógrafos griegos fueron tan lejos como para afirmar que las Moiras eran las hijas de Zeus, junto con bien Ananké (Necesidad) o, como Hesíodo señala en un pasaje,[19] Temis (la Justicia) o Nix (la Noche). Si darles un padre o no a las Moiras era un síntoma de hasta dónde estaban dispuestos a llegar los mitógrafos griegos, para modificar los antiguos mitos de forma que encajen con el orden patrilineal olímpico, la afirmación no era ciertamente aceptable para Esquilo, Heródoto o Platón.

A pesar de su reputación, las Moiras podían ser adoradas como diosas. Las novias atenienses les ofrecían mechones de pelo y las mujeres juraban por ellas. Pudieron haber tenido su origen como diosas de los nacimientos, adquiriendo solo más tarde su reputación como agentes del destino.

[editar] Representación

Se las representaba como tres mujeres de aspecto severo: Cloto, con una rueca; Láquesis, con una pluma o un mundo y Átropos, con una balanza. La representación más comúnmente usada era la de tres viejas hilanderas o unas melancólicas doncellas. Shakespeare se inspiró en este mito para crear las tres brujas que aparecen en Macbeth, cuya intervención es determinante en el destino del protagonista.

[editar] Bibliografía

[editar] Notas

  1. Hesíodo, Teogonía 901.
  2. El griego es Moiragetes (Pausanias, v.15.5).
  3. Pausanias, v.15.5.
  4. Pausanias v.15.4.
  5. Pausanias ii.4.7.
  6. Pausanias iii.11.8.
  7. «Hay un santuario de Temis con una imagen de mármol blanco; contiguo hay un santuario de las Parcas, mientras el tercero es de Zeus del Mercado. Zeus está hecho de piedra; las Moiras no tienen imágenes.» (Pausanias ix.25.4.)
  8. Rose (1928) p. 24.
  9. La expectativa de que eran tres se hizo fuerte en el siglo II: cuando Pausanias visitó el templo de Apolo en Delfos, con Apolo y Zeus acompañados cada uno por una Moira, señaló que «hay también imágenes de dos Moiras, pero en lugar de la tercera a su lado aparecen Zeus Moiragetes y Apolo Moiragetes.»
  10. Compárese con la antigua diosa Adrastea, la ‘ineludible’.
  11. «Viene la ciega Furia con las detestables tijeras, / y corta la vida finamente hilada.» John Milton, Lycidas l. 75.
  12. Homero, Ilíada xxiv.209.
  13. Homero, Ilíada xvi.334.
  14. Homero, Ilíada xxiv.49.
  15. Homero, Odisea vii.197.
  16. Kerényi (1951) p. 32.
  17. Pausanias x.24.4.
  18. La inscripción, del Delfinion de Dreros, actualmente desaparecida, fue publicada por: Henri van Effenterre (1946). «Inscriptions archaïques crétois» (en francés). Bulletin de correspondance hellénique (París) (70):  pp. 602–603. OCLC 290806160. http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/bch_0007-4217_1946_num_70_1_2609. 
  19. Hesíodo, Teogonía 904.

[editar] Véase también

[editar] Enlaces externos

HISTORIA10: EL DESTINO. Destino es el poder sobrenatural que, según se cree, guía las vidas de cualquier ser de forma necesaria y a menudo es fatal, es decir, inevitable o ineludible. En la cultura occidental la mayoría de las religiones han creído en formas de destino, especialmente relacionada con la predestinación. El destino es un camino con distintas direcciones.

Destino

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Para la Editorial, véase Ediciones Destino.Para la doctrina filosófica, véase Determinismo.
Enfrentado a su destino.

Destino es el poder sobrenatural que, según se cree, guía las vidas de cualquier ser de forma necesaria y a menudo es fatal, es decir, inevitable o ineludible. En la cultura occidental la mayoría de las religiones han creído en formas de destino, especialmente relacionada con la predestinación. El destino es un camino con distintas direcciones.

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[editar] Filosofía

El destino es un constructo metafísico y como tal está sometido a interpretaciones. El destino sería la sucesión incognoscible e inevitable de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo cuya consecuencia del pasado que afecte uno o más hechos futuros, así como la red de posibilidades del futuro a causa de las acciones presentes y los acontecimientos pasados.

El destino se relacionaría con la teoría de la causalidad que afirma que «toda acción conlleva una reacción, dos acciones iguales tendrán la misma reacción», a menos que se combinen varias causas entre sí haciendo impredecible a nuestros ojos el resultado.

Nada existe por azar al igual que nada se crea de la nada.[1] Todo tiene una causa, y si tiene una causa estaba predestinado a existir desde el momento en que la causa surgió. Debido a que la inmensa cantidad de causas es impensablemente inmensa, nos es imposible conocerlas todas y enlazarlas entre sí.

Desde un punto de vista religioso el destino es un plan creado por Dios, por lo que no puede ser modificado de ninguna manera. Esto, por supuesto, exceptuando el conocimiento judeocristiano que rechaza de plano (desde la Sagrada Escritura) la existencia de una predestinación absoluta (debido al libre albedrío, que entre otras cosas, hace al hombre ser imagen y semejanza de Dios).

Los griegos llamaban al destino «ανανκη » (Ananké) y lo consideraban una fuerza superior no solo a los hombres sino incluso a los mismos dioses. El destino era Moira (rebautizada como Fatum para la mitología romana).

[editar] Artes y Literatura

El tema del destino abre en las artes y la literatura una amplia esfera por su fuerte poder evocador, en relación con los aspectos de la vida que entraña y las posibilidades que permite de interpretación y de representación. Muchas leyendas y cuentos griegos enseñan la inutilidad de tratar un destino inexorable que se ha predicho correctamente. Esta forma es importante en la tragedia griega, como en india.

[editar] Notas

  1. Ex nihilo nihil fit, Diccionario de Filosofía, José Ferrater Mora

India en mayúscula

[editar] Enlaces externos

HISTORIA10: LA MÍSTICA. La mística (del verbo griego myein, "encerrar", de donde mystikós, "cerrado, arcano o misterioso") designaría un tipo de experiencia muy difícil de alcanzar en que se llega al grado máximo de unión del alma humana a lo Sagrado durante la existencia terrenal. Se da en las religiones monoteístas (cristianismo, islamismo, judaísmo), así como en algunas politeístas (hinduismo); algo parecido también se muestra en religiones que más bien son filosofías, como el budismo, donde se identifica con un grado máximo de perfección y conocimiento.

Misticismo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
El Juicio final según Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vaticano.

La mística (del verbo griego myein, "encerrar", de donde mystikós, "cerrado, arcano o misterioso") designaría un tipo de experiencia muy difícil de alcanzar en que se llega al grado máximo de unión del alma humana a lo Sagrado durante la existencia terrenal. Se da en las religiones monoteístas (cristianismo, islamismo, judaísmo), así como en algunas politeístas (hinduismo); algo parecido también se muestra en religiones que más bien son filosofías, como el budismo, donde se identifica con un grado máximo de perfección y conocimiento.

Según la teología, la mística se diferencia de la ascética en que ésta ejercita el espíritu humano para la perfección, a manera de una propedéutica para la mística, mediante dos vías o métodos, la purgativa y la iluminativa, mientras que la mística, a la cual sólo pueden acceder unos pocos, añade a un alma perfeccionada por la gracia o por el ejercicio ascético la experiencia de la unión directa y momentánea con Dios, que sólo se consigue por la vía unitiva, mediante un tipo de experiencias denominadas visiones o éxtasis místicos, de los que son propios una plenitud y conocimiento tales que son repetidamente caracterizados como inefables por quienes acceden a ellos.

El misticismo está generalmente relacionado con la santidad, y en el caso del Cristianismo puede ir acompañado de manifestaciones físicas sobrenaturales denominadas milagros, como por ejemplo los estigmas y los discutidos fenómenos parapsicológicos de bilocación y percepción extrasensorial, entre otros. Por extensión, mística designa además el conjunto de las obras literarias escritas sobre este tipo de experiencias espirituales, en cualquiera de las religiones que poseen escritura.

El misticismo, común a las tres grandes religiones monoteístas, pero no restringido a ellas (hubo también una mística pagana, por ejemplo), pretende salvar ese abismo que separa al hombre de la divinidad para reunificarlos y acabar con la alienación que produce una realidad considerada injusta, para traer en términos cristianos el Reino de los Cielos a la Tierra. Los mecanismos son variados: bien mediante una lucha meditativa y activa contra el Ego (Budismo) o nafs como en el caso del sufismo musulmán, bien mediante la oración y el ascetismo en el caso cristiano, o bien a través del uso de la Cábala en las corrientes más extendidas del judaísmo.

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[editar] Mística pagana

Las religiones de origen europeo antiguo, llamadas despectivamente "paganas" o paganismo, son aquellas creencias y religiones anteriores o distintas al judaísmo, cristianismo e islamismo y a menudo caracterizadas por el animismo o el politeísmo. En el seno de estas religiones, los Misterios de Eleusis o eleusinos y el Neopitagorismo, todavía mal conocidos, llegaron a tener creyentes que se manifestaban de forma mística.

Las religiones celtas agrupan diversas creencias. Estas religiones mantenían un politeísmo conectado en gran medida con fuerzas de la naturaleza (animismo) que deificaban todo lo viviente o activo. A falta de extensas referencias escritas, por los hallazgos arqueológicos y funerarios se puede deducir que eran religiones muy marcadas por la magia y el ritual. Se han encontrado vasijas de procedencia celta con personajes en posturas yógicas que con toda probablidad representan a sacerdotes. Esto lleva a pensar en algún tipo de misticismo religioso emparentado con las creencias en dioses asociados a fuerzas naturales.[1]

El filósofo neoplatónico Plotino (siglo III d.C.) nacido en Egipto, representa una mística natural, que, no obstante, describe el éxtasis con "una perfección tal que ha sido después imitada por los místicos cristianos" quienes siguieron sus mismas fórmulas.[2]

[editar] Mística cristiana

Jardín con estatua representando a San Francisco de Asis rodeado de pájaros.

En el caso de la mística cristiana el acto místico de unión con Dios, conocido como éxtasis, no depende del individuo, sino solamente de Dios, que por motivos que sólo Él conoce otorga como gracia privada un breve tiempo de comunicación sensible ultraterrena a algunas almas a las que se acerca bien directamente o bien para su posterior transmisión a un grupo específico o al conjunto social. Puede ir acompañado de las manifestaciones llamadas estigmas o llagas: heridas que reproducen algunas de las heridas de Cristo en la cruz, así como de bilocación (suceso que consiste en que el santo o místico es visto en dos o más sitios al mismo tiempo) y manifestaciones proféticas. Se cree que el éxtasis es otorgado, en el caso del Catolicismo, pero esto no es necesario, a personas que han seguido una dura disciplina ascética de ayuno, soledad, oración, humildad, trabajo, penitencia, mortificación e introspección mediante el seguimiento de una regla de conducta monástica (clero regular masculino y femenino) para purificarse ante los ojos de Dios mediante los caminos o vías llamados vía purgativa y vía iluminativa. Los místicos carmelitanos hablan de noche oscura, así como de dar un ciego y oscuro salto de fe con la esperanza de que Dios se apiade y recoja el alma de sus siervos. Si Dios quiere, habrá una unión mística o éxtasis, experiencia más divina que humana que resulta de un placer inefable, esto es, intransmisible por entero, sino sólo en una parte muy pequeña, por medio de la palabra o cualquier otro medio de expresión. Así la describe por ejemplo Santa Teresa de Jesús:

Y es tanto lo que se emplea el alma en el gozo de lo que el Señor la representa, que parece que se olvida de animar el cuerpo. (...) No se pierde el uso de ningún sentido ni potencia, pero todo está entero para emplearse en Dios solo. De este recogimiento viene algunas veces una quietud y paz interior muy regalada, que está el alma que le parece que no le falta nada.

También, sin embargo, existe una mística protestante que representan, por ejemplo, escritores como Emanuel Swedenborg y sus Arcanos celestes o Joseph Smith, fundador de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días o Mormonismo, o incluso el poeta William Blake, así como una mística heterodoxa representada, en la forma más antigua, por los cristianos gnósticos y en la Edad Media y Renacimiento por los alumbrados, los dejados o por los seguidores del quietismo preconizado por Miguel de Molinos, una mística en ciertos sentidos muy cercana al Budismo.

La tradición mística cristiana arranca en realidad de Pablo de Tarso y del Evangelio según San Juan, así como de los posteriores Padres de la Iglesia, en particular los Padres del yermo o de la Tebaida. San Agustín de Hipona fue una figura muy influyente, así como Santo Tomás de Aquino. Carácter místico tienen algunas obras muy leídas del desconocido Pseudo Dionisio Areopagita, que algunos quieren indentificar erróneamente con el desconocido griego convertido por Pablo de Tarso en el Areópago de Atenas; su teología negativa fue un avance que se incorporó a la mística cristiana y se encuentra, por ejemplo, en San Juan de la Cruz. Siguen después las escuelas místicas de distintas órdenes monásticas, entre las cuales destacan las distintas ramas de la mística franciscana, la mística agustina, la mística carmelita y la mística trinitaria. Tuvo mucha importancia y fue no poco influyente la mística germánica, representada por Jan van Ruysbroeck, el maestro Eckart, Tomás de Kempis y, ya en el Barroco, por Angelus Silesius y su Peregrino querubínico.

[editar] Mística germánica

Cabe resaltar dentro de la Mística germánica una figura de gran importancia: la abadesa, líder monástica, mística, profetisa, médica, compositora y escritora alemana Hildegard de Bingen; también en la Edad Media creó escuela el Meister Eckhart y sus discípulos Enrique Suso y Juan Taulero. Y, en el siglo XVII, Jakob Böhme y sobre todo Johann Scheffler, más conocido como Angelus Silesius, autor de los paradójicos epigramas religiosos contenidos en Peregrino querubínico.

[editar] Mística italiana

La mística italiana cuenta con las figuras del poverello San Francisco de Asís, autor del famosísimo Cántico, una de los primeros textos de la literatura italiana y sin duda alguna uno de los más hermosos.

[editar] Mística española

Vidriera del Convento de Santa Teresa.

La mística española se desarrolló principalmente en Castilla, Andalucía y Cataluña. Brota fuertemente en el siglo XVI a causa de la tensión existente con el Protestantismo. Existen los precedentes medievales de Raimundo Lulio, que marca fuertemente la tradición española con el contacto de la cultura árabe y la mística sufí, y con la tradición semítica de la Cábala (en España se compiló su libro más importante, el Zohar, y muchos escritores sefardíes emigrados ampliaron las enseñanzas cabalísticas, como por ejemplo Moisés Cordovero o Isaac Luria). Se trata, además, cronológicamente, de una de las últimas místicas aparecidas y en cierto modo representa la culminación de la tradición mística cristiana.

La característica más acusada de la mística española es su carácter ecléctico, armonizador entre tendencias extremas; un ejemplo, podemos encontrar en San Juan de la Cruz al demonio nombrado en árabe Aminadab o un mismo verso repetido al estilo de la poesía árabe. Un segundo rasgo es que en la literatura religiosa hispana predomina lo ascético sobre lo místico. El tercero sería su gran elaboración formal: presenta un excelente estilo literario, de forma que muchas de sus obras se cuentan como obras maestras de la literatura en lengua española.

Artículo principal: Escuela ascética española
Vivo sin vivir en mí

y tan alta vida espero

que muero porque no muero.

Tema de atribución discutida, usado por Santa Teresa de Jesús y con alguna variación (y de tal manera espero) por San Juan de la Cruz.[3]


Como corriente literaria, utiliza la creación de obras escritas como medio para expresar la religiosidad y lo que supone para sus autores la unión del alma con Dios, reservada a muy pocos elegidos.

[editar] Vías purgativa, iluminativa y unitiva

Para la unión del alma con Dios se establecía el seguimiento de tres vías, procedimientos, pasos o fases, según el Tratado espiritual de las tres vías, purgativa, iluminativa y unitiva de Bernardo Fontova (Valencia, 1390-1460), cartujo en Vall de Crist;[4] y que repetiría Juan de Palafox y Mendoza, obispo de Puebla, en Varón de deseos en que se declaran las tres vías de la vida espiritual, purgativa, iluminativa y unitiva (1642):[5]

  • Vía purgativa: el alma se purifica de sus vicios y sus pecados mediante la penitencia y la oración. Las atracciones por sí mismas no tienen por qué ser malas pero sí lo es el apego o gusto que provocan en la memoria, porque la impide orientarse plenamente hacia Dios. La privación corporal y la oración son los principales medios purgativos.
  • Vía iluminativa: una vez purificada, el alma se ilumina al someterse total, única y completamente a la voluntad de Dios. El alma se halla ya limpia y en un desamparo y angustia interior inmensos, arrojada a lo que es por sí sola sin el contacto de Dios. El demonio tienta entonces y el alma debe soportar todo tipo de tentaciones y seguir la luz de la fe confiando en ella y sin engañarse mediante una continua introspección en busca de Dios. Pero ha de ser humilde, ya que si Dios no quiere, es imposible la unión mística, pues la decisión corresponde a Él.
  • Vía unitiva: el alma se une a Dios, produciéndose el éxtasis que anula los sentidos. A este punto sólo pueden llegar los elegidos y es muy difícil describirlo con palabras porque el pobre instrumento de la lengua humana, ni siquiera en forma poética, puede describir una experiencia tan intensa: se trata de una experiencia inefable. El hecho de haber alcanzado la vía unitiva puede manifestarse con los llamados estigmas o llagas sagradas (las heridas que sufrió Cristo en la cruz), con fenómenos de levitación del santo y con episodios de bilocación (es decir, encontrarse en varios lugares al mismo tiempo). El santo, porque ya lo es al sufrir este tipo de unión, no puede describir sino sólo aproximadamente lo que le ha pasado.

[editar] Periodos

Pedro Sainz Rodríquez señala cuatro periodos en la historia de la mística española:[6]

  • Período de importación e iniciación, que comprende desde los orígenes medievales hasta 1500, durante el cual se traducen y difunden las obras de la mística extranjera.

[editar] Escuelas

Marcelino Menéndez Pelayo hizo una clasificación por escuelas según las órdenes religiosas de los místicos:[7]

Esta clasificación, en la que cada orden religiosa posee su propia tradición teológica y doctrinal, se puede simplificar aun más en tres corrientes:

  • Afectiva (predomina lo sentimental sobre lo intelectual), que tiene siempre presente el Cristocentrismo o la imitación de Cristo hombre como vía por donde el cristiano puede llegar a la divinidad (franciscanos y agustinos).
  • Intelectualista o escolástica, que busca el conocimiento de Dios mismo por la elaboración de una doctrina metafísica (dominicos y jesuitas).
  • Ecléctica o genuinamente española, representada por la mística carmelita.

Helmut Hatzfeld[8] ha elaborado una clasificación de las teorías de interpretación de la mística española muy influyente; en la que son cinco las escuelas principales:

  • Escuela Ahistórica, propuesta por Jean Baruzzi, en un estudio francés sobre San Juan de la Cruz: sostiene la originalidad de los místicos españoles que descubren sus símbolos decisivos independientemente de las condiciones históricas.
  • Escuela Sintética, cuyo teorizador principal es Gaston Etchegoyen a través de un estudio francés sobre Santa Teresa; supone que la mística española puede explicarse y entenderse como una fusión sintética de diferentes formas más antiguas, todas exclusivamente occidentales.
  • Escuela Secular, obra de Dámaso Alonso; según ella numerosos elementos simbólicoso de los místicos españoles derivan de la poesía profana, popular o culta, sobre todo de la poesía de Garcilaso (a través de las versiones a lo divino de sus poemas que hizo Sebastián de Córdoba), el Romancero, la lírica popular y la lírica cancioneril.
  • Escuela Arabista, integrada por Julián Ribera y sobre todo por Miguel Asín Palacios, que contempla afinidades entre los escritos de San Juan de la Cruz y los del místico mahometano Abenarabí, de la primera mitad del siglo XIII; por otra parte, nadie ha podido negar la influencia del misticismo musulmán en el catalán Raimundo Lulio.
  • Escuela Germánica, que alega que el influjo mayor recibido por los místicos españoles proviene de los místicos flamencos y alemanes como Meister Eckart, o el flamenco Jan van Ruysbroeck, o Thomas de Kempis.

Hatzfeld se inclina por considerar que tanto Oriente como Occidente han contribuido a la formación del lenguaje de los místicos españoles.

La mística española cuenta con figuras señeras en el Siglo de Oro y sobre todo en Castilla, como Bernardino de Laredo, Francisco de Osuna; Santa Teresa de Jesús compuso importantes obras místicas en prosa, como Las moradas y Camino de perfección; a San Juan de Ávila se le debe tal vez el famoso soneto místico "No me mueve mi Dios para quererte", y San Juan de la Cruz compuso con sus experiencias místicas unos poemas que son quizá la cumbre de la lírica española de todos los tiempos, el Cántico espiritual y la Noche oscura del alma, comentados por él mismo en prosa, entre otros varios poemas no menos importantes. Destacan también otros místicos, como Santo Tomás de Villanueva, San Juan Bautista de la Concepción, Cristóbal de Fonseca, el beato Alonso de Orozco, fray Pedro Malón de Chaide, fray Luis de Granada o fray Juan de los Ángeles. En el País Vasco destaca la figura de San Ignacio de Loyola. En Cataluña fue importante en la Edad Media Ramón Llull, también conocido como Raimundo Lulio, cuyo Libro del amigo y el amado es el principal testimonio de la literatura mística en catalán. Tras el Siglo de Oro, la mística española entró en decadencia.

[editar] Mística islámica o sufismo

La voz sufí deriva de la raíz sûf, (lana), aludiendo al hábito con que vestían los sufíes como muestra de desapego del mundo. A los ascetas errantes árabes se los llamaba también faquires ("pobres", en árabe faqîr, pl. fuqarâ), y en persa derviches (darvîsh). Mirados con cierta precaución a veces por algunos sectores de la ortodoxia islámica, el respeto que demostró a sus enseñanzas Algazel, denominado por algunos orientalistas occidentales como "el San Agustín árabe", y más conocido entre los musulmanes como Hujjatul Islam o la Prueba del Islam, hizo que a partir de grupos sunnitas ubicados Iraq en el siglo VIII, y de Bagdad y El Cairo en el siglo IX, se extendiese la presencia del sufismo por todo el mundo islámico, desde Irán hasta India, y desde el Magreb hasta Anatolia y Al Ándalus.

La ascética y mística sufí o sufismo se explica a sí misma como una vía que parte esencialmente del ejemplo establecido por el Profeta del Islam, el Profeta Muhammad, y por gente de entre sus Compañeros dedicados intensamente a la oración y el desapego, conocidos algunos de ellos como Ahl as Suffa o la Gente del Banco.

La espiritualidad del sufismo hace énfasis a la vez en la acción, la contemplación y la oración, buscándose:

- un estado de acción de sinceridad perfecta, modelado sobre la base del Corán y el ejemplo del Profeta del Islam;

- un estado de contemplación por el cual no se vea en todo sino la huella de Dios o las luces reflejas de Dios;

- un estado de oración o más propiamente 'Recuerdo de Dios' (dhikr) perpetuo, sin cesar, que se explica que atraviesa grados, empezando por el dhikr de la lengua, para llegar al dhikr del corazón, seguido del dhikr del secreto, dhikr del secreto del secreto, y así hasta varios niveles cada vez más originarios del dhikr, hasta llegar al dhikr que al examinar los escritos de los sufíes puede denominarse de modo genérico como un dhikr que se afirma se encuentra más allá de toda categoría y de toda conceptualización, en lo que sería la zona más honda de la huella eterna del espíritu en estado de contemplación de Dios.

Los ejemplos de espiritualidad islámica fueron espaciéndose a lo largo del mundo musulmán y, con el correr del tiempo, frente a un universo de población musulmana con muy distinto grado de compromiso con la práctica de la religión, a este grupo de personas empezó a conocérsele como sufis. Una de sus grandes figuras iniciales sunnitas radicó en Basora (Hassan al-Basrî, muerto el 728), y otros vivieron en Medina y en la Meca, con un llamado que preconizaba el amor y la bondad de Dios (Al-láh) y el sometimiento completo (externo e interno) a la voluntad divina, lo que lleva, afirma la tradición sufi, en los casos de pureza modélica, a experimentar la cercanía 'más cercana que la vena yugular ' (según una frase Sagrado Corán) de la Presencia Infinita de Dios, frente a la cual el ser humano quedaría aniquilado como la nada frente al Uno.

La organización de los sufíes en cofradías o fraternidades (tariqas) de personas que frecuentaban las enseñanzas de un maestro sufi alcanzó un punto de desarrollo institucional notable en el siglo XII. El sufismo alcanzó su exposición doctrinal ortodoxa más lograda en la obra de Al-Ghazali (Algacel).

En la actualidad, las vías (tariqas) u 'órdenes' sufis más expandidas en todo el mundo son la qadiri y la naqshbandi, así como también la shadhilli y la chisti.

Es indispensable la guía de un maestro, o "director espiritual" (muršid), quien ya ha recorrido las estaciones espirituales y ha llegado a la realización espiritual, a fin de guiar al discípulo por el largo sendero de la lucha contra el ego (nafs).

Las experiencias de los grandes maestros sufíes han inspirado una buena parte de la lírica y la narrativa islámicas.

[editar] Dichos y hechos propios de los sufis

Los santos sufis narran haber recibido, por gracia de Dios, estaciones espirituales más allá de nuestra comprensión ordinaria de las cosas; y a la vez afirman que buscar las estaciones en sí mismo es alejarse de ellas, pues la única búsqueda debe ser la complacencia de Dios. Son conocidas en la literatura sufi las narraciones de milagros (karamat) que ocurrieron a mestros sufis, si bien la enseñanza sufi al respecto es que la búsqueda de milagros es un obstáculo en la vía, y si ellos ocurren debe ser únicamente sin intervención de una voluntad activa o de ostentación al respecto.

Los maestros sufis distinguen dos clases de conocimiento de la religión del Islam: el conocimiento erudito, de carácter mental-discursivo, sobre el Corán y la vida del Profeta del Islam, y el conocimiento 'del corazón' o de naturaleza gnóstico-espiritual, acerca de lo mismo, señalando que si bien ambos conocimientos son necesariamente complementarios, sólo el siervo puro puede acceder al conocimiento interno.

A su vez, si bien las cofradías sufis se han sumado a los demás musulmanes en el seguimiento del respeto a los gobernantes, son conocidos los casos en que un gobernante ha ejercido persecuciones sobre sufis (Mustafa Kemal Ataturk, en Turquía, o el régimen comunista en Rusia, por citar sólo dos casos)y el concepto del verdadero rango que tienen el santo y el rey frente a Dios por parte de los sufis.

Un ejemplo de esto último puede encontrarse en la siguiente anécdota de Shah Bahauddin Naqshband (1317-1388), según narración de otro maestro sufi, Sheij Fariuddin al-Attar:

"En una oportunidad el rey de Transoxiana, Sultan Abd Allah Kazgan, vino a Bukhara. Decidió ir de caza alrededor de Bukhara y mucha gente lo acompañó. Shah Bahauddin Naqshband estaba en una aldea cercana. Cuando la gente se fue de caza Shah Naqshband fue a la cuspide de una colina y permaneció allí sentado. Mientras estaba allí sentado entró a su corazón el pensamiento de que Dios había dado un gran honor a los santos. A causa de ese honor, todos los reyes de este mundo deberían inclinarse ante ellos. El pensamiento aún no se le había ido del corazón, cuando un caballero con una corona en la cabeza como la de un rey, se acercó a él y desmontó su caballo. Con gran humildad saludó a Shah Naqshband y permaneció en su presencia de la manera más amable. Se inclinó ante el shaykh pero el shaykh no lo miró. Lo mantuvo de pie durante una hora. Finalmente Shah Naqshband lo miró y le dijo: '¿Qué haces aquí?.' El dijo: 'Soy el rey Sultan Kazgan. Salí a cazar y olí un aroma hermoso, lo seguí hasta aquí y te encontré sentado en medio de una poderosa luz.' El hecho de haber pensado 'todos los reyes de este mundo deberían inclinarse ante los santos' se había vuelto realidad. Es así como Dios honra los pensamientos de Sus santos".

Siguiendo la "vía" (tarîqa) de un maestro (xeic, Shéij), el sufismo afirma que se puede llegar a una estación espiritual donde el 'ojo' contempla al Ser Supremo, frente al cual toda la Creación se convertiría en 'menos de una mota de polvo suspendida en la nada', lo que técnicamente se ha denominado en el lenguaje del sufismo como "el aniquilamiento de sí mismo en Dios" (fanâ).

[editar] Características del sufismo

Shaij Nazim al-Qubrusi, maestro de la orden naqshbandi, ha sido criticado fuertemente por el wahabismo en el Islam, y representa, como otros casos contemporáneos, el fenómeno actual de la pugna entre la comprensión sufi y la comprensión literalista o externalista del mismo.

Un elemento tipológico que diferencia al sufismo del 'misticismo' a secas es que el cultivo de la vía se considera y asume en el sufismo como una ciencia o 'ílm', la ciencia de las estaciones del corazón y de la lucha contra el nafs, cuyos maestros dominan con las correspondientes técnicas espirituales para permitir que el discípulo avance en el proceso.

Asimismo, otro elemento tipológico es que, a diferencia de los esfuerzos o ascesis individuales, quien tiene en definitiva 'la llave' del discípulo es el Maestro, el cual se considera en el sufismo que para ser verdaderamente tal debe mantener conexión espiritual viva e ininterrumpida con el Profeta Muhammad mismo, considerado así como la fuente primera y permanente del sufismo. A esta conexión de transmisión del conocimiento espiritual desde el Profeta mismo se la denomina 'silsila' o vía de transmisión.

En el sufismo se encuentran obras y visiones de naturaleza metafísica, elemento sapiencial o gnóstico (en sentido etimológico) del sufismo.

Afirman los maestros sufis tales como Ibn Arabi o Sheij Abdelqader al Jilani que la gnosis de Dios implica asimismo recibir un conocimiento de la religión de naturaleza privilegiada. De modo que los sheisj sufis, tal como eran considerados en el califato otomanao, pasan a representar la función de garantes de la ortodoxia a la vez que de conocedores del misterio.

Es frecuente encontrar en la literatura sufi afirmaciones de que el estado de pureza permite comprender más en el Corán que lo que los ojos o la mente común podrían hallar.

Grandshaykh Abdullah al-Faizi ad-Daghestani (1891-1973), maestro anterior de la tariqa naqshbandi, sucedido por Shaij Nazim al-Qubrusi, refirió por ejemplo lo siguiente:

"Ellos [los más grandes de entre los santos de Dios, nueve en particular en la historia del Islam] recitan el Corán no como lo hacemos nosotros que lo leemos de principio a fin sino que lo recitan con todos sus secretos y realidades internas. Porque Dios ha dicho: 'wa la ratbin wa la yabisin illa fa kitabin mubin [Sagrado Corán 6:59]'. 'No hay nada húmedo o seco que no esté inscrito en un libro claro'. No hay ninguna de las creaciones de Dios en todos los universos creados que no haya sido ya mencionado, con todos sus secretos, en un Libro Claro, el Corán ... Allah ha puesto en cada letra del Corán doce mil conocimientos distintos.

Hoy en día se percibe la existencia de una corriente en Occidente de 'sufismo sin Islam', auto-denominada a veces sufismo universal, de modo análogo a lo que sería el ejemplo de la difusión, en otro orden de ideas, del yoga sin hinduismo. Este fenómeno es considerado como un fenómeno de la nueva religiosidad en Occidente (lo que ha sido denominado por algunos como espiritualidad New Age). Sin embargo, los sheijs de las tariqas tradicionales rechazan esta aproximación.

[editar] Mística judaica, o Cábala

Portada de la primera edición del Zohar, Mantua, 1558 (Biblioteca del Congreso, Washington).

La principal corriente mística hebrea (que no debe confundirse con el judaísmo ortodoxo propiamente dicho) se denomina Cábala (también Qábbalah, del hebreo Kabbalah, «tradición») y se produjo y difundió fundamentalmente durante la Alta Edad Media hasta alcanzar su esplendor con la aparición del Zóhar en la península Ibérica en el siglo XIII y las posteriores interpretaciones jasídicas. En el siglo XVIII, después del colapso del movimiento sabático mesiánico, la Cábala fue relegada y considerada nociva para la comunidad. Desde entonces, los estudiosos judíos de Occidente han rehuido las discusiones teológicas que pudieran revivir el pensamiento místico. Así quedaron en el olvido valiosos manuscritos cabalísticos y las discusiones e interpretaciones que sobre ellos hacían los místicos judíos.

En la definición del historiador y teólogo judío Gershom Scholem (Grandes tendencias de la mística judía, Barcelona: Ediciones Siruela, 1996, editado originalmente en 1941), el misticismo es el estadio posterior a la religión. Al sentir el hombre post-primitivo una alienación respecto al mundo que habita, se desarrolla debido a este hueco un sentimiento religioso en el que Dios se percibe como algo alejado, al otro lado del abismo que separa lo divino de lo humano. Es ésta la definición que se plantea de religión, en que Dios es algo alejado de ser adorado u obedecido.

Según Scholem, el misticismo judío posee tres características fundamentales que le dan su particular personalidad:

  1. En primer lugar, reticencia hacia la confesión personal, por la reserva hacia todo lo relacionado con la experiencia mística y por la ausencia de elementos autobiográficos.
  2. En segundo lugar, el misticismo judío muestra una actitud metafísica positiva en relación al lenguaje, considerado instrumento propio de Dios, y como lenguaje creador, se refleja en el hablar común del hombre.
  3. En tercer lugar, la mística judía se caracteriza por una continuada deferencia hacia la tradición: así, cuanto más pura es la mística, más cerca está de la verdadera tradición entendida como «conocimiento original de la humanidad.
El Árbol de la vida.

Acaso el mayor de los místicos judíos fuera el malagueño Shlomo ben Yehudah Ibn Gabirol, también conocido como Avicebrón (c. 1021-c. 1058), autor de una Fuente de la vida (Mekor Hayim) que fue conocida por los filósofos cristianos medievales a través de su traducción latina (Fons vitae); por otra parte, el gran erudito y teólogo Rambam, que conocemos habitualmente como Maimónides (1135-1204), aportó la idea de la ausencia de atributos en Dios, que pesó mucho en la configuración cabalística de Dios como En-Sof.

Una de las fuentes más importantes de la Cabalá es el Zóhar o Libro del Esplendor se trata de una compilación de diversos textos cuya elaboración se atribuye tradicionalmente a Moisés de León, judío español, (fallecido en 1305), aunque algunos de sus elementos parecen ser mucho más antiguos. Algunas de sus ideas parecen ser de los filósofos griegos, de los panteístas egipcios y de los gnósticos. La idea básica allí expuesta es que, del seno mismo de la Divinidad oculta o Infinito (el Ein-Soph), surgió un rayo de luz que dio origen a la Nada (Ain), identificada con una esfera (Sefirá) o región, que recibe el nombre de Kéter (Corona). A partir de esta corona suprema de Dios emanan otras nueve esferas (las sefiroth). Estas diez esferas constituyen los distintos aspectos de Dios mediante los cuales éste se automanifiesta.

Según la cábala el verdadero Mesías nacerá al fin del tiempo y entonces el mundo regresará a su fuente. Entonces se acabará el infierno y empezará un tiempo de gran felicidad. La redención humana se logra por la rígida observancia de la ley, y la salvación se alcanza a través de un conocimiento "esotérico" especial. Cada persona es agente de su propia salvación y a través de conocimientos secretos, puede alcanzar la divinidad.

Los cabalistas suelen interpretar las combinaciones de letras de palabras clave en los textos sagrados, así como su valor numérico, con un sentido trascendente. Dos son principalmente los métodos utilizados para unificar las doctrinas cabalísticas: el de Moisés Cordovero y el de su discípulo Isaac Luria.

[editar] Mística budista

Mandala del Buda Sakyamuni, pintura tibetana.

La mística budista consiste en alcanzar el estado de Buda o nirvana, llamado Samādhi en el yoga; en el budismo Zen se realiza mediante un súbito acto de conocimiento integral denominado satori. Hay varios métodos, incluyendo mantras (recitaciones) y una meditación sobre la realidad. Con frecuencia el monje budista zen recurre a algunos ejercicios denominados kōans o problemas o cuestiones tan irresolubles cómo fáciles de resolver que sirven para desintegrar la apariencia lógica de la realidad.

[editar] Fenómenos místicos

[editar] Explicaciones científicas a los fenómenos místicos

En la filosofía de Victor Cousin, el misticismo es uno de los cuatro grandes estadios filosóficos que periódicamente se suceden en el pensamiento humano y que sigue a épocas fuertemente racionalistas. Otros dicen que el misticismo podría ser sólo síntomas de defectos médicos de una persona. Por ejemplo, se dice que Santa Teresa de Jesús era muy enfermiza y que pudiera haber padecido de problemas psicológicos productos de la misma. También se ha usado como explicación científica por investigadores e historiadores del misticismo el que algunas visiones pudiesen haber sido provocadas por una intoxicación debida al hongo conocido como cornezuelo de centeno, potente psicotrópico.

[editar] En la cultura popular

En la música se puede encontrar una excelente adaptación de Noche oscura del alma de San Juan de la Cruz hecha por la cantante Loreena McKennit en su disco The mask and mirror.

También la cantante Madonna, en 1989, lanzó un disco titulado Like a prayer, donde la letra de la canción que daba nombre al álbum estaba impregnada de misticismo del estilo de San Juan de la Cruz. En el video musical se pueden apreciar varios simbolos que remiten a algunos de sus poemas, por ejemplo Llama de amor viva. Por este video la Iglesia Católica declaró a Madonna blasfema. También en el video de su tema Bedtime story (año 1994) se puede apreciar un ritual derviche y diferentes elementos de la mística sufí, aunque ella profesa la Cábala judía.

[editar] Véase también

[editar] Referencias

  1. Historia de las religiones en la Europa antigua. Madrid: Ed. Cátedra, 1994.
  2. Ismael Quiles, Prólogo a Plotino, El alma, la belleza y la contemplación Buenos Aires: Espasa Calpe, 1950
  3. Coplas del alma que pena por ver a Dios, en cvc. Sáenz, Hilario, «Notas a la glosa Vivo sin vivir en mí de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz», en Modern Language Quaterly, 13 (1952). Usado como bibliografía en cvc.
  4. Ildefonso M. Gómez, Escritores cartujanos españoles, pg. 64.
  5. Edición de 1786 accesible en Google books.
  6. Introducción a la historia de la literatura mística en España (Madrid, 1927)
  7. La poesía mística en España
  8. Estudios literarios sobre mística española (Madrid, 1955)

[editar] Bibliografía

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  • VV.AA. (2002). La mística en el siglo XXI. Colaboradores: Áureo Martín Labajos (coordinador-director), Juan José Barcenilla (coordinador). Centro Internacional de Estudios Místicos. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-560-6. 
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[editar] Enlaces externos

[editar] Mística católica

[editar] Mística islámica

[editar] Mística judía

HISTORIA10: LA PSEUDOCIENCIA. Pseudociencia (neologismo formado a partir de la raíz griega pseudo-falso, y la palabra «ciencia»: ‘falsa ciencia’) es un término que da cuenta de un conjunto de supuestos conocimientos, metodologías, prácticas o creencias no científicas pero que reclaman dicho carácter. Este concepto es utilizado en los enfoques epistemológicos preocupados por el criterio de demarcación de la ciencia para diferenciarlas claramente de las ciencias exactas, las naturales y las sociales.

Pseudociencia

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Diagrama usado en la ciencia fallida de la frenología, estudio descartado a comienzos del siglo XX.

Pseudociencia (neologismo formado a partir de la raíz griega pseudo-falso, y la palabra «ciencia»: ‘falsa ciencia’) es un término que da cuenta de un conjunto de supuestos conocimientos, metodologías, prácticas o creencias no científicas pero que reclaman dicho carácter. Este concepto es utilizado en los enfoques epistemológicos preocupados por el criterio de demarcación de la ciencia para diferenciarlas claramente de las ciencias exactas, las naturales y las sociales.

El término tiene connotaciones peyorativas, porque se usa para indicar que las materias así etiquetadas son errónea o engañosamente presentadas como científicas. Por este motivo, aquellos que cultivan determinada "pseudociencia", normalmente rechazan esta clasificación.

Filósofos de la ciencia que se han ocupado extensamente de esta cuestión, como Karl Popper, quien consideraba en un principio a la selección natural como metafísica por no ser comprobable[1] [2] (si bien más tarde rectificaría ésta idea, pero mantendría que en ese caso la teoría debería ser reformulada y no sería estrictamente universalmente verdadera [3] [4] ), consideran que el carácter de pseudociencia depende menos del ámbito u objeto de estudio que de la actitud de sus seguidores hacia la crítica y, en general, hacia el método científico. Así, un físico o un biólogo podrían comportarse de un modo dogmático, mientras que un historiador o un sociólogo pueden presentar sus tesis de una manera que inviten a la refutación (o «falsación», en lenguaje popperiano). En general, y en la medida en que pueda resultar aplicable, la metodología científica exige que las teorías puedan someterse a pruebas empíricas rigurosas, mientras que a las pseudociencias, o bien no será posible aplicarles sistemas de refutación (por tratarse de formulaciones ambiguas), o bien sus partidarios protegerán la teoría (por ejemplo, con hipótesis auxiliares o ad hoc, formuladas a posteriori), en lugar de someterla a ensayos que puedan refutarla.

A falta de un criterio delimitador objetivo y universal,[5] [6] [7] [8] [9] [10] la clasificación definitiva requiere de un argumento o falacia de autoridad, que es un caso particular de la falacia argumentum ad verecundiam, en la que se pretende apoyar una creencia por su origen y no por sus argumentos en contra y a favor, lo cual convierte a cualquier pretensión de ciencia sobre la clasificación de las pseudociencias en una pseudociencia en sí misma.

Contenido

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[editar] Características de las pseudociencias

Los autores que diferencian entre ciencias reales y pseudociencias señalan características cuya presencia simultánea, no necesariamente de todas a la vez (definición politética), ayuda a reconocer a las pseudociencias como tales:[11] [12] [13] [14] [15]

  • No tienen consistencia interna y externa. Es decir, soportan contradicciones lógicas y no se integran con otras ciencias.
  • No aplican métodos como los característicos de las ciencias, aquellos cuya validez pueda aceptarse con independencia de las expectativas del observador. Pero, Norwood Russell Hanson en su libro Patterns of discovery de 1958 y apoyándose en la obra póstuma de Ludwig Wittgenstein, particularmente en sus Investigaciones filosóficas, señala como la observación de un hecho cualquiera, siempre está sujeta a las expectativas del observador.[16]
  • Son dogmáticas. Sus principios están planteados en términos tales que no admiten refutación, a diferencia de las ciencias, donde las condiciones de refutación de las hipótesis o teorías están determinadas o pueden determinarse con precisión. Aunque esto último no es de aplicación estricta a las ciencias sociales, que a menudo no producen (ni pretenden producir) resultados precisos, y parten de premisas que hay que interpretar con cierto grado de subjetividad. Por otro lado, en la ciencia, a veces ocurre que proposiciones formalmente falsables, son en la práctica (en el estado actual de la técnica), imposibles de falsar (por ejemplo: "El universo es finito").
  • Proclaman teorías para las que no aportan pruebas empíricas, que a menudo contradicen abiertamente las observaciones o resultados experimentales conocidos y aceptados. Aunque este tipo de problema también aparecen ocasionalmente en las ciencias (véase por ejemplo: Problema del horizonte)
  • Son incoherentes con el cuerpo teórico de disciplinas relacionadas, invalidando las explicaciones admitidas sin ofrecer alternativas mejores para la explicación de los mismos fenómenos ni reconocer la necesidad de hacerlo.
  • Son inmutables. Al no tener bases experimentales, no cambian incluso ante nuevos descubrimientos (como excepción especial están las matemáticas). La máxima autoridad teórica se le sigue atribuyendo al fundador o fundadores de la disciplina, y sus enseñanzas son tratadas como escrituras sagradas.
  • Utilizan ante el público un lenguaje oscuro, o emplean términos que tienen un significado preciso en ciencia con sentidos totalmente diferentes.
  • No cumplen la estrategia de la navaja de Occam (también conocido como principio de parsimonia), que es un método heurístico de búsqueda creativa de soluciones que propone que, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla es la que se debe considerar como la más probable. O cuando la cumplen es basándose en la utilización de "ganchos celestes" (por ejemplo el creacionismo lo explica todo con base en un solo ente: dios)
  • No buscan leyes generales.
  • Descalifican las críticas por parte de las ciencias, a menudo, utilizando falacias ad hominem, aduciendo conspiraciones o proclamándose objeto de persecución cuando sus planteamientos son rebatidos.
  • Invocan entes inmateriales o sobrenaturales, tales como fuerza vital, creación divina, inconsciente metafísico, quintaesencia, etc. de los que proclaman a la vez, contradictoriamente, que intervienen en fenómenos observables, pero que son inaccesibles a la investigación empírica. Aunque también en física se especula con entidades que, a día de hoy, son inaccesibles a la investigación empírica, pero que se supone que intervienen en fenómenos observables (véase por ejemplo: Bosón de Higgs), y en psicología se emplean entidades inmateriales tales como por ejemplo: "inteligencia".
  • Los promotores de la teoría hacen poco esfuerzo para desarrollar una teoría que supere los problemas a los que se enfrenta. Carecen de la vocación autocritica propia de los científicos verdaderos.
  • Proclaman y exigen que se reconozca su carácter científico, pero sólo ante el público general, renunciando o siendo muy reticientes a poner a prueba sus explicaciones ante la comunidad científica establecida. El hecho de reclamar estatus científico las diferencia de otros campos, como la religión o la metafísica.

Algunos autores afines al relativismo epistémico o al llamado «programa fuerte» (o «estándar») de la sociología de la ciencia (Barry Barnes, Steve Shapin y David Bloor), la Escuela de Paris, (Bruno Latour y Michael Callon), el grupo de Bath, (Harry Collins y Steven Yearley), el grupo de norteamericanos y su “Etnometodología”, (Harold Garfinkel y Michael Lynch), ponen en duda que sea posible diferenciar con rigor y objetividad el límite que demarca la "ciencia" de la "pseudociencia", respaldando en algunos casos posiciones abiertamente contrarias a determinadas concepciones de lo que es ciencia y criticando el método científico.[17] Estas posiciones relativistas fueron contestadas por los científicos Alan Sokal y Jean Bricmont en su libro Imposturas intelectuales (1997),[18] el cual a su vez recibió contrarréplicas.

Algunos críticos de la pseudociencia consideran algunas o todas las formas de pseudociencia como pasatiempos inofensivos. Otros, como Richard Feynman,[19] Richard Dawkins,[20] Carl Sagan[21] y Mario Bunge,[22] consideran que todas las formas de pseudociencia son dañinas, causen o no daños inmediatos a sus seguidores. Estos críticos generalmente consideran que la defensa de la pseudociencia puede suceder por varias razones, que van desde la simple candidez sobre la naturaleza de la ciencia y el método científico, hasta un engaño deliberado por beneficios económicos o políticos. No es apropiado tratar de pseudociencia cualquier cuerpo sistemático de creencias sólo por no considerar veraces sus postulados, sino que sólo tiene sentido hacerlo cuando desde la disciplina en cuestión se proclama sin fundamento su carácter científico.

[editar] El problema de la demarcación de las ciencias

Artículo principal: Criterio de demarcación

Se han hecho varios intentos para aplicar rigor filosófico a la demarcación de la ciencia con resultados diversos. Estos incluyen el criterio de falsabilidad de Karl Popper y la aproximación histórica de Imre Lakatos, que lo critica en su Methodology of scientific research programmes (Metodología de los programas de investigación científica). Historiadores y filósofos de la ciencia, principalmente Thomas Kuhn y Paul Feyerabend, sostienen desde otras perspectivas epistemológicas del conocimiento, que incluye la dimensión social, que no siempre es posible una distinción nítida y objetiva entre ciencia y pseudociencia.

Mario Bunge, filósofo de la ciencia, es conocido por su posición de incluir al psicoanálisis entre las pseudociencias. Críticas hacia la inconsistencia entre teoría y experiencia, o hacia el carácter especulativo del discurso se dirigen también a veces desde las ciencias naturales hacia ciertas ciencias sociales, como la economía o la psicopedagogía. El escándalo Sokal, por el nombre del físico que lo puso en marcha, mostró que desde una cierta orientación de la Sociología de la Ciencia, una postmoderna y deconstruccionista, también se ha recurrido a veces a usar inconsistentemente el lenguaje de las llamadas ciencias duras, en lo que parece un intento irregular de legitimación científica, siendo esta una de las líneas de conducta frecuentemente reprochadas hacia las llamadas pseudociencias.

Para algunos sectores de la filosofía de la ciencia no existe un criterio de demarcación perfectamente delimitado, metodológico y objetivo para definir universalmente qué es ciencia y qué es pseudociencia,[23] [24] [25] [26] [27] [28] [29] [30] [31] [32] [33] [34] [35] [36] [37] [38] [39] [40] [41] [42] [43] [44] [45] todo intento de diferenciación es necesariamente aribitrario y subjetivo.

[editar] Pseudociencia, protociencia y ciencia

Véase también: Protociencia

La protociencia engloba áreas de conocimiento en proceso de consolidación. Por ejemplo la alquimia en el siglo XVII entraba dentro de esta categoría. Cuando se descubrió que los principios en la que se basaban (como la influencia de los planetas en los metales) no tenían respaldo experimental, pasó a ser una pseudociencia. Lo mismo puede decirse de la parapsicología en el siglo XIX y principios del XX. No todas las protociencias desembocan en pseudociencias. La alquimia dio origen a la química y la astrología a la astronomía.

No hay un acuerdo para la diferenciación entre protociencia, pseudociencia y ciencia. Hay ejemplos de teorías científicas vigentes a día de hoy que una vez fueron criticadas y etiquetadas como pseudocientíficas. La transición se caracteriza por una mayor investigación científica sobre el tema y el descubrimiento de más evidencias que sustenten la teoría. Así, la teoría de la deriva continental fue, en su momento, considerada pseudocientífica.[46]

[editar] Peligros de la medicina pseudocientífica para la salud

Un campo en el que se usa frecuentemente de alegaciones pseudocientíficas es el de la curación de enfermedades. Ocurre incluso dentro de la medicina convencional, por ejemplo cuando algunas compañías farmacéuticas promueven el uso de sus productos para fines distintos de los que justificaron su aprobación y sin ensayos clínicos suficientes o adecuados>[cita requerida].

Existe además un importante mercado de métodos curativos y diagnósticos, que en muchos casos utilizan métodos mágicos tradicionales, como la imposición de manos o procedimientos sin fundamento, como la radiestesia o el empleo de pirámides. La mayoría de estos curanderismos, cuya extensión creciente debe mucho a internet, busca la credibilidad y el prestigio que tiene la ciencia, alegando desconocidas propiedades del agua,[47] la acción de fenómenos cuánticos o presuntas energías de naturaleza difusa.

El cartílago de tiburón se ha promocionado falsamente como cura para el cáncer en base una supuesta inexistencia de cánceres en tiburones. De acuerdo con Ostrander et al (2004), esta práctica ha llevado a una continua disminución de las poblaciones de tiburones[48] [49] y, lo que es más importante, esta práctica ha alejado a los pacientes de terapias contra el cáncer que sí son efectivas. Sugieren que "los mecanismos basados en la evidencia por la comunidad científica día a día deberían añadirse al aprendizaje de los profesionales de los medios de comunicación y gubernamentales".

Un caso especial, por su extensión, es el de la homeopatía, cuya incongruencia con el conocimiento científico fue mostrada ya en vida de su fundador, Samuel Hahnemann, y respecto a la que se han utilizado recientemente términos prestados de la mecánica cuántica (como entanglement) de manera admitidamente metafórica.

Algunos tratamientos alternativos de carácter pseudocientífico han producido accidentes graves, incluso muertes; pero se admite en general que el mayor peligro para la salud de los pacientes se realiza cuando, confiando en un método ineficaz, renuncian a medidas más efectivas, como hábitos más saludables o un tratamiendo médico de eficacia demostrada.[50] [cita requerida]

[editar] Explicaciones psicológicas

El pensamiento pseudocientífico se ha explicado en términos de psicología y psicología social. La tendencia humana a buscar confirmación en vez de refutación,[51] la de mantenerse aferrado en las creencias confortables, y la de sobregeneralizar han sido mencionadas como razones comunes para la adherencia al pensamiento pseudocientífico. De acuerdo con Beyerstein (1991) los humanos son propensos a realizar asociaciones en función de la apariencia, y a menudo cometen errores en el pensamiento sobre causa y efecto.[52]

[editar] La utilidad de las etiquetas

El filósofo de la ciencia Larry Laudan ha manifestado que el concepto pseudociencia no tiene significado científico y se usa básicamente para describir una apreciación subjetiva: "Si quisieramos permanecer firmes al lado de la razón, deberíamos desentendernos de términos como ‘pseudociencia’ y ‘acientífico’ de nuestro vocabulario; son sólo palabras huecas que sólo trabajan a nivel emotivo".[53]

Richard McNally, catedrático de Psicología de la universidad de Harvard, manifiesta: "El término 'pseudociencia' se ha convertido en poco más que una palabra de moda incendiaria para desacreditar rápidamente a un oponente a través de los medios de comunicación" y "Cuando los terapeutas manifiestan haber obtenido logros con sus prácticas, no deberíamos gastar nuestro tiempo en tratar de averiguar si sus prácticas se las pueden calificar de pseudocientíficas. En vez de eso, se le debería preguntar: ¿Cómo sabe usted que su práctica funciona? ¿Cuál es su evidencia?"[54]

[editar] Campos considerados como pseudociencias

Algunos autores que defienden la posibilidad de un criterio de demarcación estricto entre ciencia y pseudociencia como Mario Bunge,[55] Carl Sagan,[11] Robert L. Park,[12] [13] James Randi,[14] o Michael Shermer[15] consideran que en algunos de los campos siguientes una parte significativa de sus practicantes presentan su disciplina como más o menos equivalente a campos del conocimiento rigurosos, imitándolos a veces formalmente en el lenguaje o las formas de comunicación, y adoptando títulos científicamente prestigiosos ante el público como «doctor» o «profesor», legitimados o no académicamente. Tal como se deduce de la caracterización del concepto, los practicantes de estas actividades afirman su carácter científico.


Ejemplos de disciplinas consideradas pseudocientíficas por algunos autores
Alquimia[55]Fue una práctica que combinó elementos de lo que hoy son la química, la metalurgia, la física, astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte y se la considera precursora de la moderna química. Al contrario que la astrología, que sigue teniendo muchos seguidores en la actualidad, la práctica de la alquimia prácticamente desapareció durante el siglo XIX, quedando en la actualidad únicamente algunos seguidores,[56] aunque para la mayoría de ellos se haya convertido en una corriente filosófica que ya no sigue los mismos objetivos,[57] [58] por lo que realmente únicamente serían pseudocientíficas algunas corrientes actuales, a pesar de la definición de Bunge.
Astrología[59]Es la creencia en una relación causal entre la posición relativa de determinados planetas, satélites y estrellas y la personalidad y expectativas futuras de las personas.[60]

Aunque la astrología tiene una larga tradición como sistema de creencias desde la antigüedad, sus bases como ciencia están refutadas desde el Renacimiento,[61] a pesar de lo cual hoy en día existen intentos de reivindicar este papel.

BiomagnetismoEs el intento de curar enfermedades mediante imanes, su descubridor afirma poder curar enfermedades como el SIDA al inactivar virus mediante el uso de imanes, que desregularían a los patógenos internos. No hay ninguna evidencia y su creador fue acusado de fraude recientemente, a pesar de ello es una disciplina en expansión y que ha logrado engañar a mucha gente.
Cerealogía[62]

También llamados pictogramas o crop circles (en inglés), son dibujos que aparecen en campos de cultivo (trigo, maíz, etc), supuestamente creados por extraterrestres, aunque sin evidencias empíricas.

Creacionismo y Diseño inteligente

Algunas interpretaciones literales del Génesis niegan la Teoría de la evolución y plantean hipótesis alternativas como si tuvieran la misma validez. La teoría de la evolución no es sólo una hipótesis sino la teoría más sustentada que actualmente existe sobre el origen de los seres vivientes y es el cuerpo teórico unificador de las ciencias biológicas. Por esto, la gran mayoría de los científicos e instituciones científicas rechazan las afirmaciones sobre creacionismo científico y diseño inteligente por su falta de base científica y lo clasifican como pseudociencia. La comunidad científica califica de infundadas las acusaciones de tautología hacia algunas hipótesis evolutivas, como la selección natural.

Criptozoología[63]

La criptozoología es una rama de la biología que estudia los hipotéticos animales desconocidos para la zoología moderna, generalmente por medio de entrevistas a testigos y cualquier vestigio físico (huellas, heces, pelambre, etc.) que se pueda encontrar. Debido a que la mayoría de le evidencia en torno a los animales desconocidos suele ser de testimonios orales y de leyendas tradicionales, algunos consideran que no cumple con los criterios mínimos del método científico. Sin embargo, existen biólogos y universidades que se han dedicado al estudio de la criptozoología y expediciones criptozoológicas financiadas por académicos, centros universitarios y gobiernos, por ejemplo, la Asociación Americana de Criptozoología forma parte de la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia.[cita requerida]

Dianética (la “ciencia” de la cienciología)[64]

La dianética es una parte de la cienciología, consistente en una especie de "psicología" basada en los principios de la cienciología.[65]

Hubbard, el fundador de la cienciología, insiste varias veces a lo largo de su libro en que la Dianética es una ciencia[66] y que su sistema, basado en la localización y eliminación de los engramas, permite la curación de toda clase de compulsiones, obsesiones, neurosis, y demás afecciones o enfermedades, incluyendo parálisis, cáncer y leucemia.[67] Sin embargo nunca ha habido ninguna demostración científica de tales afirmaciones.

Feng Shui

Es una forma de geomancia que supone la existencia de supuestas energías como el chi que influyen en el ser humano.[68]

Fisiognomía

En la Antigüedad la fisiognomía se desarrolló com un arte adivinatoria, que buscaba el destino en los rasgos de la cara, en parte por culpa de algunos párrafos de la Historia animalium de Aristóteles.[69] Lavater, a finales del XVIII llamó así a la ciencia («una ciencia con reglas fijas») que permitiría conocer el carácter de una persona por los rasgos de su cara y la forma de su frente. Un obituario tras su muerte, señalaba que tras Lavater un noble no escogería un criado sin antes comparar su rostro con las láminas del libro. Darwin cuenta que estuvo a punto de no ser elegido como naturalista del Beagle, porque Fitzroy no veía con buenos ojos la forma de su nariz.[70] La asignación de caracteres faciales y su asociación a rasgos de personalidad para los grupos humanos históricos, como los judíos o los eslavos, fue recuperada por el racismo pseudocientífico de la primera mitad del siglo XX, y una variante, la morfopsicología, inventada por un médico francés en 1937, todavía se emplea para selección de personal.

Flores de Bach (terapias florales)[71] [72]

Los ensayos no demuestran ningún valor terapéutico más allá del efecto placebo.[73] [74] La preparación de los remedios, dejando algunas flores en agua al sol y diluyendo el filtrado después, no es compatible con ningún mecanismo físico-químico específico. Los pronentes dicen que se basa en «vibraciones», sin que se justifique que son o como se pueden observar.

La selección de los remedios se basa en criterios ajenos a la experiencia, como la teoría de las signaturas,[75] una doctrina precientífica propia de la medicina medieval, según la cual la virtud curativa ha sido marcada sobre las cosas o sobre sus nombres. Por ejemplo, la planta que Lineo llamó Impatiens porque dispara sus semillas, es propuesta para curar la impaciencia.

Frenología[76] [77]

Era una teoría que afirmaba ser capaz de determinar el carácter y los rasgos de personalidad basándose en la forma del cráneo. Se basaba en la creencia de que diversos comportamientos están controlados por sitios distintos del cerebro, y que el mayor desarrollo de esas secciones supone un mayor tamaño, que se ve reflejado en la forma del cráneo. No se debe confundir con la craniometría o la fisonomía, que estudian los huesos del cráneo o los rasgos faciales sin intentar extraer información sobre la personalidad.

Grafología[78] [79]

Se trata de la supuesta relación entre la escritura y la personalidad del individuo, pretendiendo inferir incluso el estado fisiológico y las aptitudes laborales del autor de la escritura. No debe confundirse con la grafología o caligrafía forense, que es usada en la justicia como técnica auxiliar para determinar si un escrito pertenece a una persona en particular. Aunque los análisis grafológicos de personalidad no son aceptados en las cortes, sí son empleados con frecuencia y sin fundamento en la selección de personal.

Homeopatía

Muchos consideran la homeopatía como un residuo pseudocientífico de la época de la alquimia. Los resultados atribuidos a la homeopatía se pueden explicar por el efecto placebo.[80]

Otra crítica a la homeopatía es su falta de consistencia externa. Esta teoría asume que el agua de algún modo "recuerda" las propiedades químicas de las moléculas que alguna vez estuvieron en contacto con ella, pese a que la investigación empírica no confirma la hipótesis de la llamada memoria del agua.

Negacionismo del Holocausto[81]

El negacionismo del Holocausto está considerado una pseudociencia (en la disciplina de la historia) no porque sea revisionista (el revisionismo es una actividad legítima del historiador, por ejemplo, a la luz de nuevas evidencias), sino porque para lograr su objetivo de negar el Holocausto necesitan negar todos y cada uno de los principios del método científico: deciden primero cómo quieren que sean los "hechos", en lugar de recurrir a testigos oculares y a pruebas físicas y documentales. Elaboran teorías para "probar" que los hechos "auténticos" son como ellos quieren que sean. Reescriben la historia para dar apoyo a una agenda, a menudo política, usando un sinnúmero de falacias lógicas que corroboren sus tesis. Nunca someten sus trabajos a la revisión por pares. A causa de todo ello, la comunidad de historiadores consideran a estos escritos como defectuosos y no fiables desde el punto de vista científico.

Numerología[82] [83]

La numerología actual se basa en los principios esbozados por Pitágoras. Consideraba que el universo es una obra sólo descifrable a través de las matemáticas. Los pitagóricos postulaban que la Tierra, el Sol y el resto de los planetas conocidos, giraban en torno a una fuerza simbolizada por el número uno.

Parapsicología[84]

Esta doctrina sostiene la existencia de fenómenos como la telepatía, la videncia a distancia y del futuro, y la telequinesis, entre otros. La parapsicología atribuye esos supuestos hechos a la percepción extrasensorial y a otras capacidades supra-normales que no pretende explicar. Es bastante ambigua no sólo porque trata de entidades no físicas como los fantasmas y acontecimientos no físicos como la telepatía, sino también porque no ofrece afirmaciones detalladas acerca de sus mecanismos de acción o regularidades.

Piramidología[78]

La piramidología es una creencia que afirma que los objetos en forma de pirámide con base cuadrada, simplemente por su forma, pueden provocar fenómenos tales como mantener los alimentos frescos durante mucho más tiempo de lo normal. Se cree que el origen de esta creencia fue el descubrimiento en las pirámides de la Meseta de Giza de momias y otros objetos orgánicos en relativamente buen estado a pesar de su edad.[85] Sin embargo, los experimentos realizados no han mostrado ningún efecto.[86]

Psicoanálisis

En su modelo de demarcación de la ciencia, Karl Popper tomó al psicoanálisis como ejemplo de pseudociencia, en contraste con la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Popper observó que mientras las condiciones de refutación de las hipótesis de Einstein estaban determinadas con precisión y Einstein estaba dispuesto a empezar de nuevo si la evidencia no las sustentaba, las teorías de Sigmund Freud eran infalsables y le permitían reinterpretar la evidencia para mantener las hipótesis.

Aunque Popper calificaba al psicoanálisis como pseudociencia. No sugiere que no sea racional o que no sea valioso. Popper mismo declara que el psicoanálisis: "Constituye una interesante metafísica psicológica (y no cabe duda de que hay alguna verdad en él, como sucede tan a menudo en las ideas metafísicas)".[87]

Adolf Grünbaum considerado el heredero de Karl Popper en la crítica epistemológica al psicoanálisis, considera por otro lado que el psicoanálisis sí es falsable, pero con el resultado de ser una teoría falsa.

Alan Sokal y Jean Bricmont explican en su controvertido libro Imposturas Intelectuales cómo Jacques Lacan usa el lenguaje matemático en su teoría del psicoanálisis de forma incorrecta y totalmente fuera de contexto para aparentar carácter científico.[88] Otros autores, sin embargo, explican que el uso por parte de Jacques Lacan de un lenguaje matemático significó no el intento de demostrar matemáticamente las afirmaciones del psicoanálisis, sino una representación explícitamente metafórica de algunas de tales afirmaciones. La respuesta de Sokal es que tal uso simbólico de conceptos matemáticos, muy probablemente desconocidos por la gran mayoría de los lectores de Lacan, es de dudosa utilidad. Arkady Plotnitsky (matemático y profesor de la Universidad de Purdue de teoría literaria) resalta en particular que en el libro de Sokal y Bricmont «algunas de sus aseveraciones concernientes a objetos matemáticos y especialmente sobre los números complejos son incorrectas» lo cual hace que su ataque a Lacan (por errores similares) se convierta en patético.[89]

El epistemólogo Mario Bunge también usa al psicoanálisis como ejemplo en su modelo de demarcación de la ciencia. Sostiene que el psicoanálisis es una forma de pseudociencia porque carece de consistencia externa: las diferentes disciplinas científicas interactúan apoyándose las unas a las otras tanto en sus aspectos teóricos como empíricos. El grave problema del psicoanálisis, sostiene Bunge, es que se trata de una disciplina aislada del resto del conocimiento (no interactúa con disciplinas obviamente pertinentes, tales como la psicología experimental, la neurociencia cognitiva y las ciencias biológicas). Más aún, el psicoanálisis es incongruente con los descubrimientos de estas disciplinas.[90] [91] [92]

Por otra parte algunos filósofos de la ciencia[93] e investigadores[94] sostienen que el psicoanálisis sí puede investigarse científicamente. Aunque otros filósofos[95] y psicoanalistas[96] sostienen que el psicoanálisis no puede investigarse científicamente. En todo caso hay gran variedad de corrientes psicoanalíticas y sólo cabría plantear la posibilidad de acusar de pseudocientíficas a aquellas que se consideran a sí mismas científicas.

Autores como Van Rillaer recopilaron ejemplos sobre la forma en que Freud y otros psicoanalistas descalifican a sus críticos empleando argumentos de autoridad y falacias ad hominem.[97] [98]

Pese a lo anterior, el psicoanálisis es enseñado como técnica de psiquiatría/psicología en muchas universidades y aplicado en hospitales psiquiátricos y centros médicos, así como por psicólogos, psiquiatras, médicos, neurólogos y antropólogos entre otros, en algunos países incluso es la tendencia más tradicional de las ciencias mentales.

Psicología transpersonal[99]

Se trata de corrientes de pensamiento psicológico fundamentadas en creencias religiosas, ocultistas o filosóficas, muy a menudo cercanas a movimientos como el New Age. Sus prácticas y creencias no poseen, en la mayor parte de los casos, fundamentos empíricos testables necesarios para toda ciencia. Arranca del pensamiento de autores post-freudianos como Carl Jung. Al igual que con el psicoanálisis freudiano, aunque no todas sus afirmaciones pudieran carecer de fundamento real, no existe en sus prácticas y tradiciones de generación de conocimiento un modo de distinguir entre lo válido y lo erróneo. Estas corrientes de pensamiento también se han asociado en ocasiones a la parapsicología. Muy pocos psicológos realizan en realidad investigación científica seria sobre estos temas.

Radiestesia[100]

La dependencia de los fenómenos en que se basa la radiestesia respecto al efecto ideomotor y las expectativas del sujeto, está demostrada desde el siglo XIX.[101]

Ufología[102] [103] [104]

La Ufología es el estudio de los objetos voladores no identificados (OVNIs) y frecuentemente incluye la creencia de que los OVNIs son la evidencia de visitantes extraterrestres.[105] Cabe destacar que en sus orígenes la ufología fue impulsada con base científica por profesionales certificados como el doctor en astronomía Josef Allen Hynek y el astrofísico Jacques Fabrice Vallée, quienes intentaron hacer de la ufología una ciencia seria y reconocida por la comunidad científica internacional, incluso llegando a llevar tales argumentaciones ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Tras la negativa de la ONU, la ufología no fue acreditada ni apoyada por las naciones predominantes ni por sus universidades y esto dio lugar a la proliferación de multiples "investigadores" que afirmaban ser ufologos sin tener base científica para sus "investigaciones", e inclusive sin tener fines cientificos en el tema sino mas bien volcando argumentos sobrenaturales, ficticios o incluso religiosos, supuestamente versados en la ufología, pero con fines comerciales y no cientificos.

Actualmente se ha desvirtuado tanto este tema que por esa razon existen una gran cantidad de personas que se vuelcan por el lado de la pseudociencia al referirse a la ufología y no investigan ni tratan sus temas de manera científica, pese a que aún persisten algunos pocos ufólogos que proceden de manera científica con este asunto.

No debe confundirse a la ufología con la búsqueda de inteligencia extraterrestre de proyectos científicos académicamente aceptados como el SETI. Por este motivo, se ha sugerido utilizar el término exobiología para diferenciarlo de la ufología en tanto que la primera es una disciplina que se dedica a buscar vida extraterrestre (inteligente o no) con técnicas científicas como la exploración espacial, el análisis de suelos de diferentes planetas o satélites o la emisión y recepción de señales de radio. Hasta la fecha la exobiología no ha arrojado datos certeros sobre la existencia de vida fuera de la Tierra, por lo que se la considera aún una mera hipótesis.

Telepatía[106]

Es un término que se refiere a la capacidad mental de los humanos y otras criaturas de comunicar información de una mente a otra, sin el uso de herramientas adicionales como el habla o el lenguaje corporal. Aunque se han llevado a cabo muchos experimentos científicos sobre la telepatía, incluyendo varios recientes por parte de reputadas universidades, la existencia de la telepatía no es aceptada por la comunidad científica. [107]

 

Análisis bursátil

En su libro divulgativo Un matemático juega en bolsa, el profesor John Allen Paulos, especialista en lógica matemática y matemática social, describe un buen número de problemas y juegos matemáticos que hacen dudar del análisis bursátil, tanto técnico como fundamental, como un estudio científico real del mercado, tachándolo en muchos casos de pseudociencia. Paulos muestra en su libro que gran parte de las técnicas de análisis bursatil se basan en un mal empleo de la lógica, no teniendo una base matemática sólida que sustente dichas teorías, ya que no han demostrado, ni teórica ni empíricamente, que el mercado no se comporte de forma aleatoria y de acuerdo a estas reglas en muchos casos domáticas. A lo largo del libro se acusa en varias ocasiones a dichas técnicas de pseudociencia, siendo especialmente escéptico con aquellas sustentadas en series o números especiales como el número phi o la serie de Fibonacci, sin más base matemática que las correlaccione con el mercado real. El propio John Paulos se interesó en la base matemática real de este campo cuando perdio una gran antidad de dinero en la burbuja punto com.

Sintergética

La teoría sinergética fue establecida por el matemático y físico Hermann Haken. La teoría sinergética, según sus representantes, es una curación biónica y no un tratamiento médico. Así evitan disputas con la medicina occidental.[108]

Como ilustra el listado anterior, algunas pseudociencias son a veces desarrolladas por científicos o investigadas o estudiadas en universidades como si de ciencias reales se tratase.[109]

[editar] Véase también

[editar] Referencias

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[editar] Bibliografía en español

[editar] Enlaces externos

HISTORIA10: LA RELIGIÓN. La religión es un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de «religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.

Religión

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La religión es un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de «religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.

Algunos símbolos religiosos

Contenido

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[editar] Definiciones

Alá (Dios) en árabe. El islam no utiliza imágenes para sus representaciones sagradas.

Definir qué es religión (del latín religare o re-legere) ha sido y es motivo de controversia entre los especialistas. Según el sociólogo G. Lenski, es «un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos».[1] Por su parte, el antropólogo Clifford Geertz propone una definición alternativa: «La religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único».[2] Debido al amplio espectro de usos de la palabra, resulta especialmente complejo ofrecer una definición exhaustiva de la religión o del fenómeno religioso. Sin embargo, se puede afirmar que, como hecho antropológico, engloba entre otros los siguientes elementos: tradiciones, culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y credos, experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones...

Aunque la antropología ha recogido manifestaciones religiosas desde el primer momento de la existencia del hombre y éstas han influido decisivamente en la configuración de las diversas culturas y sociedades, todavía se discute si es un fenómeno esencial del hombre o puede ser reducido a otras experiencias o aspectos humanos más fundamentales. El ser humano ha hecho uso de las religiones para encontrar sentido a su existencia y para dar trascendencia y explicación al mundo, el universo y todo lo imaginable.

La palabra «religión» en ocasiones se usa como sinónimo de «religión organizada» u «organización religiosa», es decir, instituciones que respaldan el ejercicio de ciertas religiones, frecuentemente bajo la forma de entidades legales.

Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso desde sus respectivos puntos de vista como por ejemplo la antropología, la sociología, la psicología y la historia de las religiones. Por otro lado, disciplinas como la fenomenología de la religión estudian específicamente sus manifestaciones intentando dar con una definición exhaustiva del fenómeno y mostrar su relación con la índole propia del ser humano.

Filosóficamente, la religión puede ser un estilo de vida, un camino hacia la plenitud, una plenitud que inicia desde el mismo instante que se cobra conciencia de la misma.

En un sentido más amplio, también se utiliza para referirse a una obligación de conciencia que impele al cumplimiento de un deber.[3]

[editar] Etimología

La etimología del término religión ha sido debatida durante siglos debido a las dos interpretaciones que se han sostenido que además de ofrecer una propuesta acerca del origen de la palabra, subrayan alguna actitud religiosa.

Antes de ser usada con un sentido relacionado con las divinidades, el término «religión» o «religioso» era utilizado para expresar un temor o un escrúpulo supersticioso. Así consta en textos de Julio César (De Bello Gallico VI 36) y Tito Livio (Historia de Roma desde su fundación IV 30).

La primera interpretación relacionada con el culto es la del orador latino Cicerón que en su obra De natura deorum ofrece la siguiente etimología: «Quienes se interesan en todas las cosas relacionadas con el culto, las retoman atentamente y como que las releen, son llamados «religiosos» a partir de la relectura».[4] Esta etimología —filológicamente más correcta— subraya la fidelidad a los deberes que la persona religiosa contrae con la divinidad y por tanto está más relacionada con la justicia.[5]

La otra etimología propuesta por Lactancio hace derivar la palabra «religión» del verbo latino religare: «Obligados por un vínculo de piedad a Dios estamos “religados”, de donde el mismo término “religión” tiene su origen, no —como fue propuesto por Cicerón— a partir de “releyendo”».[6] Este segundo sentido resalta la relación de dependencia que «religa» al hombre con las potencias superiores de las cuales él se puede llegar a sentir dependiente y que le lleva a tributarles actos de culto.[7]

En su ensayo Del imperio romano, José Ortega y Gasset escribe «Cuando el hombre cree en algo, cuando algo le es incuestionable realidad, se hace religioso de ello. Religio no viene, como suele decirse, de religare, de estar atado el hombre a Dios. Como tantas veces, es el adjetivo quien nos conserva la significación original del sustantivo, y religiosus quería decir “escrupuloso”; por tanto, el que no se comporta a la ligera, sino cuidadosamente. Lo contrario de religión es negligencia, descuido, desentenderse, abandonarse. Frente a relego está nec-lego; religente (religiosus) [8] se opone a negligente[9]

[editar] Enfoques del estudio de la religión

Imagen de Buda en estilo grecobudista, Museo Nacional de Tokio.

La definición del amplio espectro de significados que refleja el concepto religión en cuanto implica encontrar un elemento propio, distintivo y único, es una exigencia propia de las culturas occidentales,[10] ya que son éstas las que desde una postura más teísta distinguen entre divinidad y el resto del mundo. Especialmente, desde la Ilustración se han elaborado muchas y variadas definiciones intentando recoger los aspectos propios del fenómeno religioso. Aquí se mencionarán los más significativos. Es obvio que las definiciones que parten de un Ser Supremo o lo dan por supuesto se han de rechazar pues no se aplican a muchas religiones de Asia oriental o a los pueblos primitivos.

Una posibilidad es intentar una definición desde el punto de vista de las personas que practican la religión. Así encontramos propuestas como las de Friedrich Schleiermacher: «sentimiento de dependencia absoluta» que luego distingue este sentimiento de los tipos de dependencia relativa. William James subraya más bien «el carácter entusiasta de la adhesión» de los miembros de las religiones. Desde este punto de vista se pueden considerar elementos como los sentimientos, los factores experienciales, emotivos o intuitivos, pero siempre desde una perspectiva más bien individualista.

Con el estudio que las diversas ciencias humanas (sociología y antropología cultural especialmente) han realizado de la religión, se ha logrado formular otro conjunto de definiciones que consideran este fenómeno en su ámbito social y cultural. La conocida definición del sociólogo francés Durkheim entra en este grupo: «Una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas relativas a las cosas sagradas. [...] Toda sociedad posee todo lo necesario para suscitar en sus miembros la sensación de lo divino, simplemente a través del poder que ella ejerce sobre ellos».[11]

Sin embargo, con la llegada de la fenomenología de la religión, se intentó ir más allá de las formas que buscaban el núcleo propio del fenómeno en la sociedad o en los aspectos individuales. Y en ese ámbito se identificó como propio de la religión el hecho de la presencia o consciencia de lo sagrado. Rudolf Otto en su obra, Lo santo, publicada en 1917, indica como esencia de la consciencia religiosa el temor reverencial ante aquello que, siendo desconocido (mysterium), al mismo tiempo sobrecoge (tremendum) y atrae casi irresistiblemente (fascinans).[12]

Sin embargo, estos elementos que Otto refiere como propios de la experiencia religiosa parecen estar ausentes en las religiones asiáticas. En Mircea Eliade se da una ampliación de la noción de «sagrado» que perfecciona la definición de Otto. Habla de espacios, cosas y tiempos sagrados en la medida en que estos se relacionan con simbolismos y rituales propios de las religiones. Así la religión es la configuración u organización de la existencia a partir de dimensiones profundas de la experiencia humana que relacionan al hombre con algo que se le presenta como último y trascendente. Tales dimensiones varían de acuerdo con las circunstancias y culturas.

[editar] Laicismo religioso

A partir del siglo XVIII, con la irrupción del humanismo y el movimiento de los ilustrados en Europa, que se extenderá con rapidez a otras partes del mundo, se intenta separar la doctrina del Estado de la doctrina religiosa. Actualmente, estas ideas de separación de los poderes político y religioso aún no ha concluido. En buena parte del planeta apenas ha empezado, y en los países occidentales, aunque observan la laicidad del estado, todavía la religión puede actuar con una enorme influencia en sus legislaciones. Por ejemplo en el caso de Estados Unidos[13] o el de España[14]

En los países asiáticos, la separación entre Estado y religión está más o menos implícita de cierto laicismo. China, Japón, Vietnam y otros países del sudeste asiático conllevan cierto laicismo estatal en su propia historia al ser países en donde coexisten distintas religiones. En el caso de Tailandia o Sri-Lanka, con mayorías budistas, en más de un 90%, se mantienen debates sociales para afrontar el laicismo del Estado y diversos cambios legales.[15]

En los países con mayorías musulmanas hay distintas aproximaciones a la laicidad del Estado. Países como Turquía o Siria son más laicos, mientras que otros como Irán o Arabia Saudí se definen como islámicos. El mundo islámico es variado y complejo, y existen movimientos tanto secularizadores como prorreligiosos.[16]

Israel es un estado laico, si bien se proyecta como religioso. India es un caso parecido, también es un país laico, aunque su organización social y legislación, continúan siendo muy influidas por la religión. En estos casos están influidos, en buena medida, por el componente étnico de sus religiones mayoritarias

[editar] Religiones

Hay diferentes clasificaciones de las religiones, por ejemplo:

[editar] Por concepción teológica

  • Teísmo: es la creencia en una o más deidades. Dentro del teísmo cabe distinguir entre:
    • Monoteístas: aquellas religiones que afirman la existencia de un solo Dios, que a menudo es creador del universo. Las religiones monoteístas más numerosas son el cristianismo y el islam. Otras más minoritarias son el judaísmo, zoroastrismo[17] [18] [19] [20] o la fe bahá’í.
    • Politeístas: creen en la existencia de diversos dioses organizados en una jerarquía o panteón, como ocurre en el hinduismo, el shinto japonés, o las antiguas religiones de la humanidad como la griega, la romana o la egipcia. También cabe incluir aquí la mayoría de corrientes del neopaganismo moderno.
      • Henoteístas: el orientalista alemán Max Muller acuñó éste término en el siglo XIX para referirse a la creencia en un sólo Dios en la que se admiten otras deidades, como sucedía en la antigua religión egipcia especialmente con Akenatón. Aunque ya en la época de Muller resultó un término problemático[21] y quedó con el tiempo incluido académicante dentro de politeísmo, panteísmo, etc.. dependiendo del caso histórico. Actualmente, algunas sectas y cultos neopaganos han resucitado el término[22]
    • Dualistas: aquellas religiones que suponen la existencia de dos principios o divinidades opuestos y enfrentados entre sí, aunque sólo uno de ellos suele ser merecedor de veneración por sus fieles mientras que el otro es considerado demoníaco o destructivo. Cabe incluir en esta categoría el el maniqueísmo y el catarismo.
  • No teístas: Hay religiones como el budismo y el taoísmo, que desdeñan o rechazan la existencia de dioses absolutos o creadores universales, o bien les otorgan funciones menores o muy específicas (como, por ejemplo, la creencia taoísta en el Emperador de Jade). En ocasiones, estas deidades son vistas como recursos metafóricos utilizados para referirse a fenómenos naturales o a estados de la mente.

[editar] Por revelación

Otra división que se utiliza consiste en hablar de religiones reveladas o no reveladas.

  • Las religiones reveladas se fundamentan en una verdad revelada de caracter sobrenatural desde una deidad o ámbito trascendente y que indica a menudo cuáles son los dogmas en los que se debe creer y las normas y ritos que se deben seguir.
  • Las religiones no reveladas no definen su origen según un mensaje dado por deidades o mensajeros de ellas, aunque pueden contener sistemas elaborados de organización de deidades reconociendo la existencia de éstas deidades y espíritus en las manifestaciones de la naturaleza.

[editar] Por origen

Otra clasificación de las religiones es por origen o familia. Las religiones se agrupan en troncos de donde derivan, por ejemplo:

Usualmente se acepta que las principales familias de religiones son las siguientes:

[editar] Sectas o Nuevos Movimientos Religiosos

Artículo principal: Secta

Algunas religiones, de reciente creación, tienen un estatus complejo ya que no son reconocidas como religiones de manera universal. Una secta o Nuevo Movimiento Religioso, según la antropología y la sociología, es, desde el punto de vista sociológico, un grupo de personas con afinidades comunes: culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etc. Habitualmente es un término peyorativo, frente al que ha surgido el eufemismo «nuevos movimientos religiosos».

Aunque el vocablo «secta» esté relacionado con grupos que posean una misma afinidad, con el paso de los años ha adquirido una connotación relacionada con grupos de carácter religioso, a los que se califica como «secta destructiva». Estos grupos pueden tener un historial judicial en uno o varios países, por manipulación mental o por ser grupos de caracter destructivo. En algunos países, algunas de estas no están reconocidas o autorizadas. A menudo una secta está centrada en el culto personal al profeta o líder, del grupo. La palabra secta se ha concebido derivada, principalmente, del latín seqüi: ‘seguir’.

[editar] Las religiones en cifras

La mayoría de las diversas religiones gozan de buena salud en número de seguidores y su número ha aumentado en todo el mundo. En los países con anteriores regímenes comunistas la religión se ha revitalizado a una velocidad sorprendente como muestran los casos de Rusia y China.

Ganesh, la popular deidad hindú destructora de obstáculos y patrón de las artes, las ciencias y la sabiduría.

No existen hasta la fecha unas estadísticas fiables del número de seguidores de las religiones del mundo. Cada religión suele aportar sus propios cálculos estimativos, que a menudo suelen sumar seguidores sin criterios demasiado científicos, tales como geografía, ritos tempranos de iniciación (bautismos, etc) o la pertenencia familiar. En la siguiente estadística se muestra el cálculo estimativo aportado por las diferentes religiones. A falta de datos actualizados, aquellas que no han hecho públicos sus cálculos muestran aquí el recopilado en el sitio adherents.com,[23] dependiente de una organización cristiana evangélica estadounidense.

 

[editar] Opciones no religiosas

Véase también: Religiones en número

[editar] Religiones en el mundo

Lista de las principales religiones actualmente practicadas en el mundo, por orden alfabético.

Judíos orando en la sinagoga en Yom Kipur, por Gottlieb
  • Jainismo: fundado en la India en el siglo VI a. C. por Mahavira.
  • Judaísmo: basado en las enseñanzas de la Torá. Principalmente en Israel, pero después de la diáspora están extendidos en el mundo.
    • Conservador: llamado Maserti. Señalan la importancia del movimiento sionista en el judaísmo.
    • Secular: el judaísmo secular es aquel que se ve independiente de organizaciones.
    • Ortodoxo: llamado Haredi. Es la línea teológica más conservadora del judaísmo.
  • Shinto: religión nativa de Japón, en su origen chamánica y animista. Es seguida por muchos japoneses.
  • Sijismo: fundada por Gurú Nanak en el siglo XV en la India, en la región del Panyab.
  • Mandeísmo: una religión muy antigua que parece ser descendiente del gnosticismo antiguo y rinde culto a Juan el Bautista. Probablemente son los sabeos mencionados en el Corán. Cuenta con 38.000 seguidores, casi todos en Iraq.
  • Neopaganismo: se refiere a todos los movimientos religiosos que reconstruyen antiguas creencias del paganismo, principalmente europeo. Sus principales ramas son:
    • Ásatrú: neopaganismo fundamentado en las creencias de los antiguos nórdicos y germanos.
    • Dodecateísmo: neopaganismo dado a creer en los Dioses Griegos.
    • Celtismo: neopaganismo celta.
    • Etenismo: neopaganismo germano.
    • Kemetismo: neopaganismo egipcio. Nuevo culto neopagano de afroamericanos hacen uso del término en Estados Unidos. Algunos de estos cultos es de carácter destructivo.[22] Kemet significa ’negro’ predicando así diversos grados de supremacía negra.
    • Neodruidismo: neopaganismo druida.
    • Romuva: neopaganismo báltico.
    • Streghería: brujería ritual italiana.
    • Wicca: religión neopagana que retoma las tradiciones de la antigua religión de la brujería.
  • Samaritanismo: una rama disidente del judaísmo, muy antigua, con sede en Samaria (Israel), que es pretalmúdica y de hecho, no reconoce al Talmud.
  • Taoísmo: conjunto de enseñanzas filosóficas y religiosas originadas en China partir de Lao-Tse (Laozi) en el siglo VI a. C.
  • Yazidismo: una religión autóctona de Kurdistán de influencias islámicas y zoroástricas seguida por alrededor de 200.000 kurdos. Profesan culto a los ángeles y arcángeles de las religiones abrahámicas dándoles una explicación propia.
  • Zoroastrismo: de orígenes inciertos, aparece como religión alrededor del siglo V a. C. Sus enseñanzas se basan en el profeta y poeta Zoroastro del antiguo Imperio persa.

[editar] Estudio de la religión

El estudio de la religión suele implicar numerosos campos de investigación, entre ellos:

  • La religión comparada se ocupa del estudio comparativo de ideas, prácticas y demás elementos de las religiones.
  • La teología: trata de la cuestión de Dios y de sus relaciones con el mundo, y puede estudiarse separada de cualquier religión determinada o bien referida a una de ellas en particular.
  • La organología: en una religión en particular, trata de sus elementos, sus prácticas, su organización y su orden institucional.
  • La apologética se interesa en la defensa de una religión particular, contra posibles ataques o críticas.
  • La psicología de la religión trata sobre los factores de la conducta humana, su mente y sus operaciones, tal como se manifiestan en la conducta religiosa. La psicología de la religión explica por que un pueblo determinado prohija determinadas ideas religiosas, mediante el estudio de sus necesidades naturales, su ambiente y sus inclinaciones.
  • La neuroteología estudia de las correlación entre los fenómenos neuronales con las experiencias subjetivas de carácter espiritual.
  • La filosofía de la religión la filosofía se ha ocupado de la religión en incontables ocasiones por su interés en el estudio de lo trascendente y su naturaleza así como su papel en la vida humana. En la segunda mitad del siglo pasado ha sido especialmente fructífera en cuanto a la religión por sus aportaciones en lógica y epistemología. Se ha explorado filosóficamente la experiencia religiosa, la fe y el discurso de las religiones[31]
  • La historia de la religión: trata de descubrir la base cultural de las ideas y prácticas de una religión concreta. Historiadores son también los estudiosos de los libros sagrados de las religiones, unos ejercen la llamada «alta crítica», estudiando los manuscritos para comprobar la validez de sus reivindicaciones; otros se ocupan de la llamada «crítica fundamental» o «crítica textual» dedicándose a la búsqueda y examen de textos auténticos. Podrían citarse muchos campos de especialización: estudios de las empresas misioneras, evolución de las instituciones religiosas (historia de la iglesia, inquisición...), manifestaciones de arte (música sacra, arquitectura religiosa, etc), religiones primitivas, sociología de la religión y orígenes sociales.
  • El Estudio de los memes: desde los años setenta se ha iniciado un estudio de las ideas de la religión desde una aproximación evolutiva. Desde la teoría de los memética (los unidades más pequeñas de información) —propugnada por Dawkins en 1970) se identifica las creencias religiosas como ideas que se expanden en una población de huéspedes no tanto por su valor adaptativo para tales huéspedes (o no exclusivamente) como por su capacidad de transmisión entre huéspedes y su capacidad de competir con ideas similares.

[editar] Organología, organización de las religiones

A lo largo de la Historia, la práctica de la religión se ha organizado de diferentes maneras en sociedad. El hombre primitivo depositaba en el chamán o curandero el conocimiento y explicaciones sobre asuntos religiosos. Esta figura aún existe en pueblos indígenas de América, Africa y Oceanía.

Las primeras civilizaciones agricolas, con el desarrollo de las ciudades, verán surgir la figura del sacerdote, que se erige como mediador entre la sociedad y las divinidades. Esta figura cobrará una importancia enorme en Egipto, Grecia, Roma y América precolombina. A menudo con una doble función de médico y guía espiritual, supone una evolución del antiguo guía-chamán de la tribus primitivas.

El monacato surge en religiones como el cristianismo, el budismo o el taoísmo. El monacato allí donde está presente, personifica un esfuerzo más intenso en un camino religioso, y supondrá el esfuerzo por reunir o proteger a los eremitas dispersos.

En religiones como la hebrea o el islam, son las personas con una notable capacidad de interpretación de las escrituras sagradas las que ostentan el papel de guía de una comunidad de seguidores. Así, la figura del imán o del rabino están presentes en estas religiones.

En el entorno hinduista, la casta de los brahmanes es la encargada de aclarar los asuntos religiosos.

[editar] Filosofía de las religiones

El conocimiento religioso, según los seguidores de las religiones, puede ser obtenido de líderes religiosos, textos sagrados y/o la propia revelación personal. Algunos puntos de vista de las religiones observan este conocimiento como ilimitado en alcance y capaz de resolver cualquier pregunta, otras le otorgan un rol más restringido o acompañando al conocimiento obtenido mediante la observación de los fenómenos físicos. Algunas religiones otorgan al conocimiento religioso la característica de ser infalible. Muchos textos religiosos cuentan con muchos siglos de antigüedad: el Poema de Gilgamesh, el Libro de los Muertos, los cuatro Vedás, los Puranás, el Ramaiana, el Majábarata, el Bhagavad Guitá, la Biblia, el Corán. Estos textos no sólo han sido de interés dentro de las propias religiones sino también especialmente para la filosofía en la disciplina de la Filosofía de la religión. Ésta estudia[31] las diferentes concepciones teístas o no teístas, la cosmología de las religiones así como sus argumentos de diseño, el misticismo, el problema del mal, la epistemología y así un amplio espectro de asuntos que son tratados desde el aparato intelectual filosófico.

En el ámbito hispano existen escritores, filósofos y teólogos de renombre que se han ocupado de la filosofía de la religión. Entre ellos Ciro Alegría, Leonardo Boff, Jorge Luis Borges, Lluis Busquets i Grabulosa, Pedro Laín Entralgo, Benjamín Forcano, David Flusser, José Ortega y Gasset, Octavio Paz, Xabier Picaza, Margarita Pinto, Miguel de Unamuno, Miguel Sarmiento.

[editar] Principales especulaciones filosófícas

Estela de Copán de la cultura maya (según un grabado de Frederick Catherwood, 1839)

En las religiones existen a menudo grandes desarrollos filosóficos cuya misión es aclarar o conciliar la doctrina religiosa con la razón humana. En las religiones teístas se conoce a este desarrollo como Teología. En Asia oriental, muchas veces, aunque los desarrollos filosóficos son grandes y variados, no existen como disciplina diferenciada dentro de la propia religión, filosofía y religión esta entrelazada. En otras religiones no existe un aparato filosófico, en especial en las religiones tribales y chamánicas. Los desarrollos filosóficos de las religiones.recogen los distintos aspectos de la doctrina religiosa o la verdad o deidad que las sustenta, y que son históricamente la explicación a las distintos puntos de vista dentro de cada religión.

  • Panteísmo es un punto de vista filosófico en donde toda la realidad tiene una naturaleza divina, por lo que se rechaza la idea de una entidad sagrada o Dios que sea personal. Filósofos como Spinoza se adhirieron al panteísmo, identificando la Naturaleza como Dios. Religiones orientales como el sintoísmo japonés o el taoísmo chino tienen una enorme carga panteísta.
  • Monismo es un punto de vista filosófico que subraya la unidad de todo lo que existe, afirmando unas leyes subyacentes que niegan las divisiones en ella. El monismo por tanto se distancia de observar un dualismo o pluralismo. Los orígenes del monismo remiten a los filósofos griegos como Tales de Mileto, Pitágoras, Parménides o Empédocles. El monismo fue una visión frecuente en filósofos neoplatónicos como Plotino, el filósofo más influyuente en los primeros Padres de la Cristiandad. El islam recoge una fuerte influencia también desde los griegos, y en el hinduismo es otro ingrediente importante en su enorme diversidad filosófica.
  • Gnosticismo afirma una dualidad inherente en la manifestación de lo sagrado. Materia y espíritu, bien y mal así como otros conceptos, aparecen como opuestos que deben ser resueltos en el individuo dando primacía a una vía de conocimiento a menudo bastante experiencial. El gnosticismo ha tenido una fuerte influencia en los primeros desarrollos del cristianismo, y desde la perspectiva filosófica occidental es un enfoque presente en los desarrollos de las religiones orientales.
  • Fundamentalismo afirma el caracter literal de las escrituras o relatos sagrados, negando por tanto sus significados más simbólicos o psicológicos. También es conocida como literalismo. Está muy circunscrito a las religiones teístas y actualmente es popular en varios movimientos protestantes de EE. UU. La visión fundamentalista del teísmo supone en muchas ocasiones una negación radical de las verdades científicas. Una de las derivaciones del enfoque fundamentalista es el Creacionismo, que niega la evolución de las especies y las teorías científicas sobre el origen del universo, al afirmar que el relato bíblico de la creación del mundo es literalmente auténtico.
  • No-teísmo afirma la inexistencia de deidades o bien las admite pero les niega un papel directamente activo en la liberación del individuo. El no-teísmo, también denominado ateísmo, existe en el budismo y el taoísmo. En algunas variantes del budismo existe el culto a deidades si bien tienen un papel psicológico, ritual o simbólico, pero en todo caso siempre provisional. El taoísmo observa dos variantes unidas pero bien diferenciadas: la filosófica y la más contemplativa o de meditación. En este último, las deidades de la religión tradicional china han sido absorbidas como elementos simbólicos para prácticas de caracter psicofísico.
  • Determinismo es una doctrina filosófica que afirma que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento humano y las acciones, están predeterminadas por una cadena de causa y consecuencia. En las religiones esta postura filosófica se enmarca dentro de la doctrina de la Predestinación. Este punto de vista asume que una deidad que sea omnipotente o una ley absoluta no puede dejar nada al azar. La doctrina de la predestinación fue importante en el protestantismo cristiano, especialmente en el movimiento Calvinista. En las religiones orientales como el hinduismo o el budismo, existe la doctrina del karma que asume una ley universal de causa y efecto. Pero el karma depende de la intencionalidad de los seres conscientes; las consecuencias son causadas por decisiones de estos, lo cual no implica una predeterminación o destino. Por medio de la creencia en la reencarnación, la creencia en la predestinación es muy alta en el hinduismo. En el budismo está también difundida a nivel popular, si bien doctrinalmente supone una distorsión del pensamiento de Buda.[32]
  • Sincretismo supone la conciliación de puntos de vista distintos e incluso opuestos. En las religiones el sincretismo implica adoptar elementos de dos o más religiones. El sincretismo ritual y devocional es una constante en la evolución de las religiones a través de su historia cuando han contactado unas con otras, si bien esos elementos se van asimilando en el tiempo dentro de una sola religión. Actualmente se consideran religiones sincréticas varios cultos caribeños y americanos que mezclan catolicismo y prácticas e ideas de las religiones tribales. En oriente se realiza un sincretismo devocional a nivel popular, uniendo al taoísmo o al budismo con las prácticas ancestrales de culto a los antepasados. En Occidente el sincretismo está más presente por la creación de nuevas sectas que suelen diseñarse mezclando ideas y elementos de las grandes religiones.

[editar] Razonamientos

El Viracocha incaico o Apu Kun Tiqsi Wiraqutra

La mayoría de religiones suelen tener una parte de conocimiento exotérico y otra esotérico.

  • El lado exotérico de la religión se refiere a un conocimiento que es público, inteligible y accesible.
  • El lado esotérico se refiere a aquella parte que es secreta o discreta, críptica, o a la que se accede por mecanismos jerárquicos de confianza entre sus miembros.

En casi todas las grandes religiones ambas facetas existen. Las religiones teístas suelen aludir al acceso al conocimiento esotérico como un don o bendición de la deidad hacia la persona. En el cristianismo por ejemplo, el concepto de Gracia se considera un don de Dios que entre otras cosas permite a la persona penetrar en significados más profundos. Similares ideas existen en la religión musulmana y judía.

En otras religiones, el conocimiento esotérico suele afirmarse como un mecanismo de transmisión oral, en ocasiones al margen de las escrituras sagradas o de aquellas que son públicas. El budismo tiene algunas variantes, especialmente aquellas provenientes del budismo tibetano, que son fuertemente esotéricas. El taoísmo tiene en su faceta contemplativa algunos complicados métodos psicofísicos con un fuerte componente esotérico y de iniciación.

Normalmente, en las propias religiones coexisten puntos de vista distintos que tienden a rechazar o afianzar el lado esotérico.

[editar] Posturas en torno a la religión

En ocasiones es importante distinguir entre «religión» y «postura religiosa». Siendo la religión un sistema de creencias, preceptos, prácticas y rituales, una postura religiosa se refiere a la forma como un individuo se identifica frente a una o varias religiones. Por otro lado, existe la postura de quienes niegan el valor o la utilidad de las religiones, las niegan o las adecúan a sus propios planteamientos personales o de grupo. También se observan diferentes posturas religiosas en los enfoques de aplicación a la sociedad en temas como el laicismo o el diálogo interreligioso.

  • Religiosas: afirma la pertenencia a alguna religión o credo.
    • Practicantes: asumen algún mensaje o contenido religioso e intentan ponerlo en práctica siguiendo prácticas, ritos o celebraciones.
    • No Practicantes: asumen algún mensaje o contenido religioso pero no participan de prácticas, ritos o celebraciones.
  • No religiosas: niegan explícitamente la pertenencia a alguna religión o credo, o están en desacuerdo con los contenidos de las religiones.
    • Ateos: (del griego a=sin teo=dios) sin dios. Ateo es quien vive ajeno a la consideración de alguna deidad que influya en la realidad. El término ateísmo se puede referir a dos actitudes distintas: la indiferencia por la existencia de divinidades o la no creencia en la posibilidad de su existencia.
      • apateístas: un ateísmo en el que se mantienen una postura de considerar que la posible existencia de deidades y la búsqueda de conocimiento al respecto no es importante, y que en consecuencia el debate al respecto debe ser ignorado. Según Etienne Borne, el apateísmo supone un ateísmo llevado a la práctica.
    • Agnósticos: El agnosticismo (del griego a=sin y gnosis=conocimiento) es una postura que niega la posibilidad del conocimiento sobre algo. En el caso de la religión, se refiere a la imposibilidad de conocer alguna verdad religiosa. Por lo tanto, el agnóstico afirma que no hay certeza para asegurar que la verdad que presentan las religiones sea cierta o no. Ello no implica que carezcan necesariamente de interés por lo espiritual, sino simplemente que no realizan afirmaciones ni sostienen creencias específicas sobre la realidad en términos religiosos. Quienes mantienen la postura agnóstica pueden no ser necesariamente antirreligiosos y pueden ser respetuosos con todas las creencias mediante una reflexión individual y honesta.
    • Ignósticos: El ignosticismo o igteísmo es la posición respecto a la creencia de Dios, en que primero se cuestiona la definición de dios. El ignóstico o igteísta se pregunta: ¿Qué se entiende por Dios? para una vez conocida la respuesta poder comprobar si eso existe o no existe.
  • Fundamentalismo: el fundamentalismo se basa en la aplicación de un dogma o creencia de manera literal, sea religioso o de otro tipo, negando así el valor de otras explicaciones o la potencial ampliación de significados para cualquier certeza. El fundamentalismo elimina la posibilidad de coexistencia de interpretaciones diferentes de la realidad y la existencia, necesitando a menudo de su desaparición o eliminación para satisfacer un criterio único de verdad.
    • Fundamentalismo religioso: asume las explicaciones literales de los textos religiosos negando sus significados simbólicos, temporales o psicológicos. De manera general esto deriva en la negación y el deseo de eliminar otras explicaciones, ya vengan de otras posturas religiosas, de la ciencia o de la sociedad.
    • Fundamentalismo anti-religioso: asume las explicaciones literales de los textos no-religiosos, negando sus significados temporales o ignorando la provisionalidad de las verdades científicas y sociales. De manera general deriva en la negación y el deseo de eliminar otras explicaciones, vengan desde posturas religiosas o desde visiones diferente de la propia ciencia que sean contrarias a la propia.
  • Laicismo: la palabra viene del griego laikus (pueblo) en oposición a klerikus(clérigo). La palabra laico define por tanto a aquellos que no son clérigos, ya sea dentro de la organización religiosa como en toda la sociedad civil. El laicismo afirma la necesidad de una ordenación de la sociedad sin la participación directa de los clérigos y por lo tanto independiente de la influencia religiosa. La defensa del laicismo implica que deben ser los laicos quienes diseñen, ordenen y apliquen las leyes, usos y costumbres de una sociedad, dejando a los clérigos esa función sólo para el ámbito de sus organizaciones religiosas. El laicismo supone una visión de la sociedad cuya defensa ha existido históricamente tanto dentro como fuera de las religiones. Del mismo modo, los ataques a esta postura han existido también desde dentro y fuera de las religiones. En el laicismo cohabitan diferentes visiones, desde aquellas que se muestran respetuosas con la existencia del hecho religioso hasta aquellas más fundamentalistas que lo reinterpretan como un vehículo para la erradicación de las religiones. Del mismo modo, en las religiones coexisten diferentes posturas que asumen al laicismo como algo beneficioso o no perjudicial, hasta aquellas que lo reinterpretan como un mal inevitable pero que puede ser reformulado para mantener grados de injerencia religiosa en el poder civil.
  • Diálogo Interreligioso: aunque históricamente las religiones del mundo han tenido contacto entre sí y conocimiento unas de otras, no será hasta el siglo XX cuando la humanidad establezca la necesidad pública de un canal de comunicación constante y activo en lo que se ha llamado diálogo interreligioso. Las principales religiones y sus líderes han efectuado en las últimas décadas llamamientos para aumentar éste diálogo como vía para erradicar los fundamentalismos y contribuir a la paz en el mundo. Los encuentros de este tipo más famosos han sido los de Asís teniendo como anfitriona a la iglesia católica y agrupando a las principales religiones del mundo, los de Getsemaní realizados para un diálogo entre religiones occidentales y orientales, y recientemente el convocado por el islam de la mano del rey de Arabia Saudí, Abdullah Bin Abdelaziz, que por primera vez abre de manera explícita al islam a este tipo de encuentros.

[editar] Historia

Artículo principal: Historia de las religiones

En la Antigüedad grecorromana, los filósofos ya intentaban explicar el origen de las creencias. Lucrecio en De natura rerum, emite la hipótesis de que los hombres inventaron a los dioses para explicar las maravillas y los misterios de la naturaleza: para explicar lo que no controlaban. Critias pensaba que la religión (y el temor a los dioses) se había inventado para imponer a cada uno el respeto a la sociedad: disciplina, moral, sentido el bien y del mal. Los antropólogos, psicólogos y sociólogos mantienen para la mayoría estas dos explicaciones.

Hasta el siglo XX, la perspectiva dominante sobre el origen de la experiencia religiosa la sitúa en el sentimiento de espanto o miedo ante lo desconocido o aquello que escapa a una explicación racional. Este punto de vista se hizo famoso por los trabajos de Rudolf Otto.[33] Más tarde, Mircea Eliade propone el término de hierofanía como percepción de lo sagrado, en donde el impulso o sentimiento religioso está caracterizado por un sentimiento de insuficiencia ante la explicación de la realidad que ofrecen los sentidos y la razón humanas.[34] La idea de hierofanía que propone Eliade asienta una oposición entre lo sagrado y lo profano que desplaza la anterior entre razón y miedo irracional. Este enfoque será el germen de un nuevo tratamiento en los estudios sobre la religión, y posibilitará su expansión en las principales universidades de Europa y EE. UU.[35]

En las religiones más antiguas, algunos miembros de sociedades de cazadores-recolectores o agricolas se aislaban, en un estado de privación sensorial para favorecer la aparición de visiones y sueños místicos.[36] A menudo diversos métodos o productos alucinógenos eran empleados, como activadores de estos procesos. Estas prácticas aún existen en las diversas formas del chamanismo. Del mismo modo, inciensos y plantas especiales como el opio y el cornezuelo del centeno, con propiedades alucinógenas, se desarrollaron en los oráculos de Grecia, Egipto y Roma. Esta utilización de sustancias externas podemos encontrarla en la historia en el origen de muchas de las grandes religiones; como por ejemplo ocurre con los primeros desarrollos visionarios de los pueblos indoeuropeos hace más de 10.000 años,[37] y que posteriormente se asentarían en el valle del Indo hace más de 4000 años.

En su evolución histórica, algunas religiones se irán sofisticando para observar nociones de pureza de cuerpo y espíritu que irán desterrando la alteración de la psique mediante sustancias externas. Las sustituirán los rituales, oraciones, y técnicas contemplativa que se convertirán en los facilitadores de la experiencia religiosa. Esta evolución, unida al triunfo o colapso de las diferentes civilizaciones que las acogen, y a la presión del medio social en el que se desenvuelven, explicarán en buena medida el futuro de las distintas religiones.

[editar] Las ciencias humanas y la religión

Celebración religiosa del Corpus Christi y Día del Campesino. Arcos de frutas hechos por campesinos en las calles de Anolaima. Los anolaymas son indígenas de la nación panche (en Colombia)

[editar] Sociología y religión

Artículo principal: Sociología de la religión

La actitud de los primeros sociólogos ante la religión fue diversa a la de los filósofos de la Ilustración pues no consideraban este fenómeno como un momento pasajero lleno de supersticiones en la historia de la humanidad, sino como un aspecto casi imprescindible de la organización social. Así, Feuerbach en su obra La esencia del cristianismo trata la religión cristiana desde el punto de vista sociológico y afirma que se trata de una alienación de capacidades propiamente humanas. Se ocupa además de algunos aspectos de la religión como el dogma, la liturgia y la simbología. Por su parte, Alexis de Tocqueville, en La democracia en América, realiza un análisis del catolicismo y del protestantismo dentro de las sociedades democráticas y desde un punto de vista sociológico. A partir de estos primeros pasos de la sociología, otros autores de gran renombre como Max Weber, Émile Durkheim, Ferdinand Tönnies o Ernst Troeltsch dedicaron atentos estudios al fenómeno religioso dentro de la sociedad.

En el individuo, la religión existe como una tendencia que combina lo racional y lo irracional. A la hora de articularse, las religiones desarrollan doctrinas que intentan dar respuestas globales al individuo. Por este motivo, la mayoría de las grandes doctrinas religiosas han dado respuestas a preguntas relacionadas con la creación del universo, el propósito de la vida, la naturaleza humana, la definición de bien y mal, la moral, la escatología. Y del mismo modo elaboran diferentes códigos éticos, rituales y simbólicos. No obstante, toda religión intenta ofrecer una posición para vivir y entender la existencia del ser humano de una forma integral, incluyendo la dimensión espiritual, por lo que existen elementos comunes en todas ellas.

En las sociedades, a lo largo de la historia también han sido frecuentes las llamadas guerras de religión y las teocracias; es decir sociedades provistas de un gobierno cuya legitimidad descansa en un sistema de ideas religiosas. En ellas se atribuía un valor divino al soberano de la civilización, Mesopotamia, Egipto, Roma, Tíbet y el imperio Inca son significativos. En estos casos la ley es a la vez autoridad jurídica y religiosa. Un ejemplo contemporáneo que sobrevive es el Reino Unido, en donde la reina es «gobernadora suprema» de la Iglesia anglicana los territorios de Inglaterra y Gales, en donde aprueba el nombramiento de obispos dentro de dichos territorios.

En el siglo XX, Talcott Parsons deja constancia de la relación entre la religión y la sociedad, incluida la «cibernética»: genera valores, modifica las normas, influye en los roles sociales, y da una guía para los sistemas de la sociedad, de la personalidad y del comportamiento. Su sistema es considerado como una nueva aplicación de teorías evolucionistas a la religión. De ahí que uno de sus alumnos, Robert Bellah haya publicado Evolución religiosa.

Buda sentado de la dinastía Tang (provincia de Héběi), alrededor del 650

La religión ha sido para algunas sociedades un símbolo de su identidad. Del mismo modo, la religión aparece como pieza fundamental en la ordenación moral de las sociedades y actuando de manera influyente en su orden legislativo. Esta relación puede ser vista como beneficiosa o perjudicial según como ha evolucionado esa acomodación.[38]

[editar] Antropología cultural

Artículo principal: Antropología de la religión

Normalmente la antropología cultural ha dirigido su atención al estudio de las manifestaciones religiosas en las sociedades que no conocen la escritura fijándose sobre todo en sus creencias y prácticas. Esta disciplina parte de distintos fundamentos al afrontar la religión. Por un lado, la teoría de los «hechos sociales» de Durkheim; por otro, los «tipos ideales» de Max Weber pero también las investigaciones sea de freudianos sea del marxismo acerca de las expresiones de la religiosidad. Los aspectos más representativos del estudio antropológico son los que tienen por objeto dilucidar las relaciones de la religión con los demás aspectos de la vida cultural: las leyes, la política, la economía, la ética. Sin embargo, no se ha logrado un consenso en relación con el método: el problema resulta complejo ya que un método explicativo implica un cierto grado de objetividad, y se contesta la posibilidad de que un estudioso no tenga preconceptos en relación con la religión, y un método interpretativo permite diversos acercamientos y respuestas. De cualquier forma, el primer paso consiste en agrupar y enumerar los varios usos y prácticas religiosas para luego buscar semejanzas o posibles orígenes comunes. En el año 1980, James Peacock y Thomas Kirsch publican un libro que intenta una vía intermedia para explicar desde la antropología el desarrollo de roles distintos en las religiones.[39]

Después de esta publicación, los estudios se han ido centrando en tratar de determinar el origen de la religión. Así, ya desde 1965 Evans-Pritchard publican el libro Teorías acerca de la religión primitiva, que es una suerte de recolección de las interpretaciones y teorías que se han dado acerca del origen de la religión en las culturas humanas desde una perspectiva evolucionista. Las variantes propuestas son muchas: la magia, el totemismo, el politeísmo, el fetichismo, el animismo, etc.: sin embargo, Evans-Pritchard subraya la dificultad de demostrar que algunas de estas manifestaciones —que se presentarían como origen de la religión o la «primera» religión— sea aislable e independiente de otras manifestaciones cronológicamente contemporáneas. Las críticas y disputas se dieron especialmente ante los esquemas darwinistas que sugerían el paso del mito a la magia y de esta a la religión. Este tema del origen de la religión y el problema de las diferencias entre las religiones es el objetivo temático de la antropología cultural en el siglo XXI ya que ha abandonado su interés inicial por elaborar una especie de catálogo de todas las religiones y sus manifestaciones y prácticas.

 

[editar] Psicología de la religión

Artículo principal: Psicología de la religión

Surge junto con el estudio de las religiones comparadas y con el psicoanálisis. Su método va desde la medida con instrumentos propios de las ciencias exactas -como por ejemplo los estudios de laboratorio propios del siglo XIX- hasta la introspección.

Uno de los pioneros de la psicología de la religión fue Wilhelm Wundt que consideraba cuatro etapas de la historia de la conciencia. El elemento unificador de ellas es el combate de la persona por afirmarse en el mundo físico. Se trata de las siguientes: el ritual primitivo, el totemismo, los mitos sobre los héroes y dioses y el humanismo. Por otro lado, Oswald Külpe introdujo otros métodos para estudiar la religión tales como las entrevistas y los cuestionarios de datos autobiográficos. Así las dos tendencias de la psicología del siglo XIX —el estudio introspectivo por un lado y el análisis objetivo por otro— se entrelazan también al aplicarse a la religión.

En EE. UU. la psicología nació como disciplina independiente. Stanley Hall creó un equipo de investigación que introdujo métodos empíricos para el estudio de la religión. En 1881 dio cursos sobre la relación entre la pubertad y la conversión religiosa y en el año 1904 fundó una revista llamada The American Journal of Religious Psychology and Education. Algunos de sus alumnos como James Leuba se dedicaron de por vida al estudio de la psicología de la religión.

En 1899, otro de sus alumnos, E.D. Starbuck publicó el primer tratado de psicología de la religión -The Psychology of Religion- que trataba las coincidencias en la descripción de la pubertad, de la dementia precox y la conversión religiosa. Fue una obra controvertida.

En el año 1902, William James publicó The Varieties of Religious Experience donde centra su estudio en la unicidad de las experiencias morales y religiosas a partir de métodos de análisis introspectivo. En ese mismo período, Pierre Janet y Sigmund Freud iniciaron sus estudios a partir del subconsciente.

Freud consideraba todos los ritos y creencias religiosas como proyecciones inconscientes de los conflictos internos a la familia que afirman la posición del yo en la sociedad: así en el ámbito propio de las creencias religiosas y partiendo de ellas, tales conflictos podrían resolverse. La religión habría nacido del sentimiento de culpa por el asesinato de la figura del padre, culpabilidad que sería liberada a través del sacrificio religioso. Aun cuando reconocía ventajas en la religión, buscó promover un mayor realismo y resignación dado que la religión contendría muchas fijaciones infantiles.[40]

Uno de los alumnos de Freud, Carl Gustav Jung se ocupó también del tema religioso. Consideraba la religión como una manifestación de un nivel más profundo de la conciencia o al menos más profundo que el ámbito sexual sostenido por su maestro. A partir de sus estudios sobre la Alquimia, llegó a la conclusión que la religión podía ser también una forma de unir consciente con inconsciente en un «yo individuado» y confirmar así su teoría de los arquetipos.

Siguiendo esos pasos, otro discípulo de Freud, Eric Erikson, desarrolló más la teoría evolutiva de la conciencia que partiría de la creencia religiosa para unificarse.

Aun cuando las aproximaciones que dependen de Freud y de Jung sean las más influyentes también se dieron en Europa algunas otras interpretaciones, como por ejemplo la que intentó fundar una psicología de la religión a partir de los instrumentos de la teoría del conocimiento de Kant (véanse por ejemplo, los trabajos de Richard Müller-Freienfels.

Los modernos desarrollos afirman a la psicología de la religión como un ámbito demasiado reciente de estudio, en donde buena parte de lo que se considera experiencia religiosa no puede ser admitido bajo criterios empíricos a la vez que se contrastan efectos beneficiosos y duraderos para el individuo, por lo que es una disciplina de creciente interés y actividad.[41]

[editar] Experiencias místicas

La luz, contrapuesta a la oscuridad, es un símbolo común a muchas religiones
Véase también: Autotrascendencia

En las principales religiones encontramos lo que se suelen llamar experiencias místicas o trascendentes como una base fundacional de la experiencia religiosa. La mística se refiere a conseguir de manera experiencial la identidad, comunión o consciencia plena de la última realidad que presentan las religiones; ya sea una verdad, un estado de consciencia, o una o varias deidades. Las experiencias místicas no se atienen al razonamiento lógico y la comprensión intelectual. A un seguidor religioso que esté desarrollando esta faceta de su religión se le llama místico. En la mística por tanto prima la introspección respecto a la extraversión, y en ella se establece una relación de carácter más directo y personal entre el individuo y su religión. Históricamente en algunas religiones determinadas, la mística es la primera fuente de autoridad en las diversas interpretaciones. En las principales religiones se suelen distinguir escuelas, tradiciones o movimientos místicos.

Aunque en principio la mayoría de religiones son doctrinalmente facilitadoras de estas experiencias místicas, también a menudo las organizaciones religiosas no las han tolerado, considerándolas un contrapoder a la hora de interpretar los significados religiosos en sociedad. En el cristianismo, la Inquisición católica o algunas reformas protestantes persiguieron diferentes variantes del misticismo clasificándolas como herejías. En el islam, el sufismo ha experimentado dificultades tras la gran Reforma. El clero del budismo tibetano o japonés arrinconó doctrinalmente algunos enfoques contemplativos que no eran de su agrado debido a sus consecuencias sociales.

Entre los intelectuales occidentales, el misticismo ha tenido defensores y detractores dentro y fuera de las religiones. A partir del siglo XIX, la observación de la religión proveniente del materialismo histórico la considerará de manera crítica. Émile Durkheim la atribuye a una ’efervescencia colectiva’ en el contexto social en el que tales experiencias se producen. William James encabezará una interpretación psicológica que enmarcará a la experiencia mística de las religiones como parte de algo mucho más amplio y no exclusivo de ellas. A partir del siglo XX, con autores como Mircea Eliade se abre una nueva etapa más sosegada y científica para el estudio de las religiones y para la consideración de la mística. Actualmente, interpretaciones como las de Csikszentmihalyi hablan de teorías de un «estado de flujo» que puede aparecer en la mente humana realizando diversas actividades que exijan concentración, provocando determinado estado de felicidad. La exploración científica más moderna de los ámbitos de contemplación, éxtasis y meditación común a la mística de las distintas religiones arrojan conclusiones tan espectaculares como abiertas a la especulación, siendo éste un terreno aún tan interesante como inexplorado para la ciencia.[42]

En muchos casos, en las religiones de Asia oriental, la mística y la especulación filosófica no han sufrido tantas dificultades históricas, estando integradas en la práctica religiosa de sus seguidores. En la actualidad los teólogos del cristianismo están divididos, unos apuestan por dar más énfasis a la mística,[43] mientras otros abogan por separar la mística de la ciencia, diferenciando la experiencia de la fe de los hechos históricos.[44] En el islam, el sufismo gana adeptos con rapidez tanto en Europa como en los países islámicos.[45]

[editar] Véase también

[editar] Referencias

  1. G. LENSKI, El factor religioso (pág. 316). Labor.
  2. C. GEERTZ, La interpretación de las culturas (pág. 89). Gedisa.
  3. Véase el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española («religión»).
  4. Cicerón: De Nat. Deorum (II): «Qui autem omnia quae ad cultum deorum pertinerent diligenter retractarent et tamquam relegerent [...] sunt dicti religiosi ex relegendo».
  5. José FERRATER MORA: Diccionario de filosofía, voz «religión». Buenos Aires: Sudamericana (5.ª edición), 1964.
  6. Lactancio: Institutiones Divinas (4): «Hoc vinculo pietatis obstricti Deo et religati sumus, unde ipsa Religio nomen accepit, non ut Cicero interpretatus est, a relegendo». Esta etimología fue retomada y popularizada por san Agustín, cf. Retractationes (1.13), quien también acepta la etimología propuesta por Cicerón, cf. De Civitate Dei (10.3).
  7. Enciclopedia Cattolica (voz «religión»). Florencia: Sansoni, 1953.
  8. Aulo Gelio, IV,9
  9. Artículo publicado en La Nación, de Buenos Aires, 1940. José Ortega y Gasset Obras Completas Tomo VI
  10. Mircea ELIADE, Enciclopedia delle religioni, vol I: «Oggetto e modalità della credenza religiosa» (voz «religione»). Milán: Jaca Book, 1993, ISBN 88-16-41001-9.
  11. Emile DURKHEIM (1858-1917): Las formas elementales de la vida religiosa. París, 1912.
  12. Otto, Rudolf (2009). Lo numinoso. Colección: Estructuras y Procesos. Religión. Madrid: Editorial Trotta.  – (2001). Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios. Madrid: Alianza editorial. ISBN 978-84-206-3725-9. 
  13. Relación de lobbies religiosos en EE. UU.; Immanuel Ness: Encyclopedia of Interest Groups and Lobbyists in the United States. Sharpe Inc, 2000.
  14. A vueltas con el crucifijo. J.J. Tamayo, El Pais. [1])
  15. El borrador para una nueva constitución en Tailandia que ignore al budismo ha ocasionado protestas sociales (IHT.com).
  16. Encyclopedia of Islam and the Muslim World (pág. 614-615). McMillan, 2004.
  17. Los Gathas nos dicen que el bien y el mal son dos fuerzas opuestas en el mundo y son el producto de la mente. Los Buenos Pensamientos o Spenta Mainyu estan opuestos a los Malos Pensamientos o Angra Mainyu (Ahriman). Esta es la descripción filosofica de los procesos del pensamiento del hombre. No tiene nada que ver con el dualismo de creer en dos Dioses en el Zoroastrianismo. Ahriman no es una suprema entidad que compite contra Ahura Mazda. Ahura Mazda es el supremo creador monoteísta del universo. (Los Gathas 30-3,4,5). [2].
  18. Zarathushtra’s Philosophy - Basic Overview. [3].
  19. El Bien y el Mal en la Mazdayasna. [4].
  20. La doctrina de la unidad en el zoroastrismo. [5].
  21. Faiths Of Man, J.G.R. Forlong
  22. a b Afrocentric Cults & Public Education in Milwauke http://www.arthurhu.com/2000/07/kemet.txt
  23. Adherents.comadherents.com 2006-10-12]
  24. adherents.com http://www.adherents.com/Na/Na_172.html Adherents.com
  25. Islamicpopulation.com http://www.islamicpopulation.com/
  26. Vipassana Foundation
  27. Malaysia Hindudharma Mamandram http://www.mamandram.org/tools/world-hindu-population.html
  28. Sikhism magazine http://www.sikhs.org/
  29. datos del 2002. Department for Jewish Zionist Education http://www.jafi.org.il/education/100/concepts/demography/demjpop.html
  30. datos de Comunidad Baha’i de España http://www.bahai.es/articulos/comunidad-bahai
  31. a b The Oxford Handbook of Philosophy of Religion. William J. Wainwright.
  32. Buda se opuso a la visión determinista de la existencia y también a la de un teísmo determinista, ambas ideas muy comunes en su tiempo. Ver Bhikkhu Thich Nhat-Tu: Distinction of the Buddha’s Teachings from Brahmanism and Sramanism (UrbanDharma.org).
  33. Das Heilige, 1917.
  34. Mircea ELIADE: Lo profano y lo sagrado. 1964. Intr. «Cuando se manifiesta lo sagrado» y sig.
  35. La religión como especialidad propia se estudia en las principales universidades de Europa y EE. UU. ReligiousWorlds.com.
  36. David Lewis-Williams, y Jean Clottes: Los chamanes de la prehistoria. Ariel, 2001.
  37. R. G. Wasson: Soma: Divine Mushroom of Immortality. Nueva York: Harcourt Brace Jovanovich, 1971.
  38. Pascal BOYER: «Gods and the Mental Instincts That Create Them». En Science, Religion and the Human Experience de James PROCTOR. R. U.: Oxford University Press, 2005.
  39. cf. J. PEACOCK y T. KIRSCH: The human direction: An evolutionary approach to social and cultural antropology. ISBN 0-390-69884-9.
  40. P. W. PRUYSER: «Sigmund Freud and his Legacy. Psichoanalytic Psychology of Religion» en el libro Beyond Classics? Essays in the Scientific Study of Religion (pág. 243-290). Nueva York, 1973.
  41. Michael ARGYLE: Psychology and Religion. Routledge, 2000.
  42. Zen-Brain Reflections. James H. AUSTIN, M. D. The Massachusetts Institute of Technology Press, 2006
  43. El teológo K. Rahner acuñó la célebre frase «El cristiano del siglo XX será místico o no será». En Elemente der Spiritualität in der Kirche der Zukunft, Schriften zur Theologie (XIV, pág. 375). Einsiedeln: Benziger Verlag, 1980.
  44. Declaraciones de la teóloga Margarita Pintos (presidenta de la Asociación de Diálogo Interreligioso) en la revista española Tiempo, n.º 1322, página 19, 30 de agosto de 2007.
  45. News.BBC.co.uk: «Growing popularity of Sufism in Iran», la creciente popularidad del sufismo en Irán).

[editar] Bibliografía

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  • CSIKSZENTMIHALYI, Mihaly: Flow: The Psychology of Optimal Experience. Harper Perennial, 1991
  • Diccionario abreviado Oxford de las religiones del mundo. España: Paidós Ibérica, 2006.
  • Diccionario de la sabiduría oriental. Paidós, 1993.
  • DÍEZ DE VELASCO, Francisco y Francisco GARCÍA BAZÁN (eds.): El estudio de la religión. Enciclopedia Iberoamericana de Religiones. Madrid: Trotta, 2002.
  • DURKHEIM, Émile: Las formas elementales de la vida religiosa. Schapire, 1968.
  • ELIADE, Mircea (1907-1986): Historia de las creencias y las ideas religiosas. Paidós, 1999.
  • ELIADE, Mircea: El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Fondo de Cultura Económica de España, 2009. ISBN 9789681610586
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  • FRAWLEY, David: The Rig Veda and the History of India. Aditya Prakashan, 2001.
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  • HANCOCK, Graham: Supernatural: Meetings With the Ancient Teachers of Mankind. Disinformation Company, 2007.
  • Historia de las religiones de la Europa Antigua. Cátedra, 1994.
  • JAMES, William: Las variedades de la experiencia religiosa. Orbis, 1988.
  • KRYVELEV, A.: Historia atea de las religiones. Ediciones Júcar, 1982. ISBN 84-334-0502-0 (Obra completa) (dos tomos).
  • SCHOPENHAUER, Arthur (1788-1860): El dolor del mundo y el consuelo de la religión. Aldebarán, 1998.
  • SHAFIQUE, Keshavjee: El rey, el sabio y el bufón: el gran torneo de las religiones. Destino, 2001, ISBN 84-233-3659-X.
  • SMITH, Huston: La percepción divina: el significado religioso de las substancias enteógenas. Kairós, 1996.
  • WEBER, Max (1864-1920): Ensayos sobre sociología de la religión. Taurus, 2001.
  • ZOLLA, Elémire: Los místicos de Occidente. Paidós, 1997.

[editar] Enlaces externos

HISTORIA10: CHAOS THEORY. Chaos theory is a field of study in mathematics, physics, economics and philosophy studying the behavior of dynamical systems that are highly sensitive to initial conditions. This sensitivity is popularly referred to as the butterfly effect. Small differences in initial conditions (such as those due to rounding errors in numerical computation) yield widely diverging outcomes for chaotic systems, rendering long-term prediction impossible in general.[1] This happens even though these systems are deterministic, meaning that their future behavior is fully determined by their initial conditions, with no random elements involved.[2] In other words, the deterministic nature of these systems does not make them predictable.[3] This behavior is known as deterministic chaos, or simply chaos.

Chaos theory

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A plot of the Lorenz attractor for values r = 28, σ = 10, b = 8/3

Chaos theory is a field of study in mathematics, physics, economics and philosophy studying the behavior of dynamical systems that are highly sensitive to initial conditions. This sensitivity is popularly referred to as the butterfly effect. Small differences in initial conditions (such as those due to rounding errors in numerical computation) yield widely diverging outcomes for chaotic systems, rendering long-term prediction impossible in general.[1] This happens even though these systems are deterministic, meaning that their future behavior is fully determined by their initial conditions, with no random elements involved.[2] In other words, the deterministic nature of these systems does not make them predictable.[3] This behavior is known as deterministic chaos, or simply chaos.

Chaotic behavior can be observed in many natural systems, such as the weather.[4] Explanation of such behavior may be sought through analysis of a chaotic mathematical model, or through analytical techniques such as recurrence plots and Poincaré maps.

Contents

[hide]

[edit] Applications

Chaos theory is applied in many scientific disciplines: mathematics, programming, microbiology, biology, computer science, economics,[5][6][7] engineering,[8] finance,[9][10] philosophy, physics, politics, population dynamics, psychology, and robotics.[11]

Chaotic behavior has been observed in the laboratory in a variety of systems including electrical circuits, lasers, oscillating chemical reactions, fluid dynamics, and mechanical and magneto-mechanical devices, as well as computer models of chaotic processes. Observations of chaotic behavior in nature include changes in weather,[4] the dynamics of satellites in the solar system, the time evolution of the magnetic field of celestial bodies, population growth in ecology, the dynamics of the action potentials in neurons, and molecular vibrations. There is some controversy over the existence of chaotic dynamics in plate tectonics and in economics.[12][13][14]

One of the most successful applications of chaos theory has been in ecology, where dynamical systems such as the Ricker model have been used to show how population growth under density dependence can lead to chaotic dynamics.

Chaos theory is also currently being applied to medical studies of epilepsy, specifically to the prediction of seemingly random seizures by observing initial conditions.[15]

A related field of physics called quantum chaos theory investigates the relationship between chaos and quantum mechanics. The correspondence principle states that classical mechanics is a special case of quantum mechanics, the classical limit. If quantum mechanics does not demonstrate an exponential sensitivity to initial conditions, it is unclear how exponential sensitivity to initial conditions can arise in practice in classical chaos.[16] Recently, another field, called relativistic chaos[17] has emerged to describe systems that follow the laws of general relativity.

The motion of N stars in response to their self-gravity (the gravitational N-body problem) is generically chaotic.[18]

[edit] Chaotic dynamics

The map defined by x → 4 x (1 – x) and yx + y if x + y < 1 (x + y – 1 otherwise) displays sensitivity to initial conditions. Here two series of x and y values diverge markedly over time from a tiny initial difference.

In common usage, "chaos" means "a state of disorder",[19] but the adjective "chaotic" is defined more precisely in chaos theory. Although there is no universally accepted mathematical definition of chaos, a commonly used definition says that, for a dynamical system to be classified as chaotic, it must have the following properties:[20]

  1. it must be sensitive to initial conditions;
  2. it must be topologically mixing; and
  3. its periodic orbits must be dense.

The requirement for sensitive dependence on initial conditions implies that there is a set of initial conditions of positive measure which do not converge to a cycle of any length.

[edit] Sensitivity to initial conditions

Sensitivity to initial conditions means that each point in such a system is arbitrarily closely approximated by other points with significantly different future trajectories. Thus, an arbitrarily small perturbation of the current trajectory may lead to significantly different future behaviour. However, it has been shown that the last two properties in the list above actually imply sensitivity to initial conditions[21][22] and if attention is restricted to intervals, the second property implies the other two[23] (an alternative, and in general weaker, definition of chaos uses only the first two properties in the above list[24]). It is interesting that the most practically significant condition, that of sensitivity to initial conditions, is actually redundant in the definition, being implied by two (or for intervals, one) purely topological conditions, which are therefore of greater interest to mathematicians.

Sensitivity to initial conditions is popularly known as the "butterfly effect", so called because of the title of a paper given by Edward Lorenz in 1972 to the American Association for the Advancement of Science in Washington, D.C. entitled Predictability: Does the Flap of a Butterfly’s Wings in Brazil set off a Tornado in Texas? The flapping wing represents a small change in the initial condition of the system, which causes a chain of events leading to large-scale phenomena. Had the butterfly not flapped its wings, the trajectory of the system might have been vastly different (even the evolution of simple discrete systems, such as cellular automata, can heavily depend on initial conditions, and Stephen Wolfram has investigated a cellular automaton with this property, termed by him rule 30).

A consequence of sensitivity to initial conditions is that if we start with only a finite amount of information about the system (as is usually the case in practice), then beyond a certain time the system will no longer be predictable. This is most familiar in the case of weather, which is generally predictable only about a week ahead.[25]

The Lyapunov exponent characterises the extent of the sensitivity to initial conditions. Quantitatively, two trajectories in phase space with initial separation delta mathbf{Z}_0 diverge

 | deltamathbf{Z}(t) | approx e^{lambda t} | delta mathbf{Z}_0 |

where λ is the Lyapunov exponent. The rate of separation can be different for different orientations of the initial separation vector. Thus, there is a whole spectrum of Lyapunov exponents — the number of them is equal to the number of dimensions of the phase space. It is common to just refer to the largest one, i.e. to the Maximal Lyapunov exponent (MLE), because it determines the overall predictability of the system. A positive MLE is usually taken as an indication that the system is chaotic.

[edit] Topological mixing

The map defined by x → 4 x (1 – x) and yx + y if x + y < 1 (x + y – 1 otherwise) also displays topological mixing. Here the blue region is transformed by the dynamics first to the purple region, then to the pink and red regions, and eventually to a cloud of points scattered across the space.

Topological mixing (or topological transitivity) means that the system will evolve over time so that any given region or open set of its phase space will eventually overlap with any other given region. This mathematical concept of "mixing" corresponds to the standard intuition, and the mixing of colored dyes or fluids is an example of a chaotic system.

Topological mixing is often omitted from popular accounts of chaos, which equate chaos with sensitivity to initial conditions. However, sensitive dependence on initial conditions alone does not give chaos. For example, consider the simple dynamical system produced by repeatedly doubling an initial value. This system has sensitive dependence on initial conditions everywhere, since any pair of nearby points will eventually become widely separated. However, this example has no topological mixing, and therefore has no chaos. Indeed, it has extremely simple behaviour: all points except 0 tend to infinity.

[edit] Density of periodic orbits

Density of periodic orbits means that every point in the space is approached arbitrarily closely by periodic orbits. Topologically mixing systems failing this condition may not display sensitivity to initial conditions, and hence may not be chaotic. For example, an irrational rotation of the circle is topologically transitive, but does not have dense periodic orbits, and hence does not have sensitive dependence on initial conditions.[26] The one-dimensional logistic map defined by x → 4 x (1 – x) is one of the simplest systems with density of periodic orbits. For example, tfrac{5-sqrt{5}}{8}tfrac{5+sqrt{5}}{8}tfrac{5-sqrt{5}}{8} (or approximately 0.3454915 → 0.9045085 → 0.3454915) is an (unstable) orbit of period 2, and similar orbits exist for periods 4, 8, 16, etc. (indeed, for all the periods specified by Sharkovskii’s theorem).[27]

Sharkovskii’s theorem is the basis of the Li and Yorke[28] (1975) proof that any one-dimensional system which exhibits a regular cycle of period three will also display regular cycles of every other length as well as completely chaotic orbits.

[edit] Strange attractors

The Lorenz attractor displays chaotic behavior. These two plots demonstrate sensitive dependence on initial conditions within the region of phase space occupied by the attractor.

Some dynamical systems, like the one-dimensional logistic map defined by x → 4 x (1 – x), are chaotic everywhere, but in many cases chaotic behaviour is found only in a subset of phase space. The cases of most interest arise when the chaotic behaviour takes place on an attractor, since then a large set of initial conditions will lead to orbits that converge to this chaotic region.

An easy way to visualize a chaotic attractor is to start with a point in the basin of attraction of the attractor, and then simply plot its subsequent orbit. Because of the topological transitivity condition, this is likely to produce a picture of the entire final attractor, and indeed both orbits shown in the figure on the right give a picture of the general shape of the Lorenz attractor. This attractor results from a simple three-dimensional model of the Lorenz weather system. The Lorenz attractor is perhaps one of the best-known chaotic system diagrams, probably because it was not only one of the first, but it is also one of the most complex and as such gives rise to a very interesting pattern which looks like the wings of a butterfly.

Unlike fixed-point attractors and limit cycles, the attractors which arise from chaotic systems, known as strange attractors, have great detail and complexity. Strange attractors occur in both continuous dynamical systems (such as the Lorenz system) and in some discrete systems (such as the Hénon map). Other discrete dynamical systems have a repelling structure called a Julia set which forms at the boundary between basins of attraction of fixed points – Julia sets can be thought of as strange repellers. Both strange attractors and Julia sets typically have a fractal structure, and a fractal dimension can be calculated for them.

[edit] Minimum complexity of a chaotic system

Bifurcation diagram of the logistic map xr x (1 – x). Each vertical slice shows the attractor for a specific value of r. The diagram displays period-doubling as r increases, eventually producing chaos.

Discrete chaotic systems, such as the logistic map, can exhibit strange attractors whatever their dimensionality. However, the Poincaré-Bendixson theorem shows that a strange attractor can only arise in a continuous dynamical system (specified by differential equations) if it has three or more dimensions. Finite dimensional linear systems are never chaotic; for a dynamical system to display chaotic behaviour it has to be either nonlinear, or infinite-dimensional.

The Poincaré–Bendixson theorem states that a two dimensional differential equation has very regular behavior. The Lorenz attractor discussed above is generated by a system of three differential equations with a total of seven terms on the right hand side, five of which are linear terms and two of which are quadratic (and therefore nonlinear). Another well-known chaotic attractor is generated by the Rossler equations with seven terms on the right hand side, only one of which is (quadratic) nonlinear. Sprott[29] found a three dimensional system with just five terms on the right hand side, and with just one quadratic nonlinearity, which exhibits chaos for certain parameter values. Zhang and Heidel[30][31] showed that, at least for dissipative and conservative quadratic systems, three dimensional quadratic systems with only three or four terms on the right hand side cannot exhibit chaotic behavior. The reason is, simply put, that solutions to such systems are asymptotic to a two dimensional surface and therefore solutions are well behaved.

While the Poincaré–Bendixson theorem means that a continuous dynamical system on the Euclidean plane cannot be chaotic, two-dimensional continuous systems with non-Euclidean geometry can exhibit chaotic behaviour.[citation needed] Perhaps surprisingly, chaos may occur also in linear systems, provided they are infinite-dimensional.[32] A theory of linear chaos is being developed in the functional analysis, a branch of mathematical analysis.

[edit] History

Barnsley fern created using the chaos game. Natural forms (ferns, clouds, mountains, etc.) may be recreated through an Iterated function system (IFS).

The first discoverer of chaos was Henri Poincaré. In the 1880s, while studying the three-body problem, he found that there can be orbits which are nonperiodic, and yet not forever increasing nor approaching a fixed point.[33][34] In 1898 Jacques Hadamard published an influential study of the chaotic motion of a free particle gliding frictionlessly on a surface of constant negative curvature.[35] In the system studied, "Hadamard’s billiards", Hadamard was able to show that all trajectories are unstable in that all particle trajectories diverge exponentially from one another, with a positive Lyapunov exponent.

Much of the earlier theory was developed almost entirely by mathematicians, under the name of ergodic theory. Later studies, also on the topic of nonlinear differential equations, were carried out by G.D. Birkhoff,[36] A. N. Kolmogorov,[37][38][39] M.L. Cartwright and J.E. Littlewood,[40] and Stephen Smale.[41] Except for Smale, these studies were all directly inspired by physics: the three-body problem in the case of Birkhoff, turbulence and astronomical problems in the case of Kolmogorov, and radio engineering in the case of Cartwright and Littlewood.[citation needed] Although chaotic planetary motion had not been observed, experimentalists had encountered turbulence in fluid motion and nonperiodic oscillation in radio circuits without the benefit of a theory to explain what they were seeing.

Despite initial insights in the first half of the twentieth century, chaos theory became formalized as such only after mid-century, when it first became evident for some scientists that linear theory, the prevailing system theory at that time, simply could not explain the observed behaviour of certain experiments like that of the logistic map. What had been beforehand excluded as measure imprecision and simple "noise" was considered by chaos theories as a full component of the studied systems.

The main catalyst for the development of chaos theory was the electronic computer. Much of the mathematics of chaos theory involves the repeated iteration of simple mathematical formulas, which would be impractical to do by hand. Electronic computers made these repeated calculations practical, while figures and images made it possible to visualize these systems.

Turbulence in the tip vortex from an airplane wing. Studies of the critical point beyond which a system creates turbulence was important for Chaos theory, analyzed for example by the Soviet physicist Lev Landau who developed the Landau-Hopf theory of turbulence. David Ruelle and Floris Takens later predicted, against Landau, that fluid turbulence could develop through a strange attractor, a main concept of chaos theory.

An early pioneer of the theory was Edward Lorenz whose interest in chaos came about accidentally through his work on weather prediction in 1961.[42] Lorenz was using a simple digital computer, a Royal McBee LGP-30, to run his weather simulation. He wanted to see a sequence of data again and to save time he started the simulation in the middle of its course. He was able to do this by entering a printout of the data corresponding to conditions in the middle of his simulation which he had calculated last time.

To his surprise the weather that the machine began to predict was completely different from the weather calculated before. Lorenz tracked this down to the computer printout. The computer worked with 6-digit precision, but the printout rounded variables off to a 3-digit number, so a value like 0.506127 was printed as 0.506. This difference is tiny and the consensus at the time would have been that it should have had practically no effect. However Lorenz had discovered that small changes in initial conditions produced large changes in the long-term outcome.[43] Lorenz’s discovery, which gave its name to Lorenz attractors, showed that even detailed atmospheric modelling cannot in general make long-term weather predictions. Weather is usually predictable only about a week ahead.[25]

The year before, Benoît Mandelbrot found recurring patterns at every scale in data on cotton prices.[44] Beforehand, he had studied information theory and concluded noise was patterned like a Cantor set: on any scale the proportion of noise-containing periods to error-free periods was a constant – thus errors were inevitable and must be planned for by incorporating redundancy.[45] Mandelbrot described both the "Noah effect" (in which sudden discontinuous changes can occur, e.g., in a stock’s prices after bad news, thus challenging normal distribution theory in statistics, aka Bell Curve) and the "Joseph effect" (in which persistence of a value can occur for a while, yet suddenly change afterwards).[46][47] In 1967, he published "How long is the coast of Britain? Statistical self-similarity and fractional dimension", showing that a coastline’s length varies with the scale of the measuring instrument, resembles itself at all scales, and is infinite in length for an infinitesimally small measuring device.[48] Arguing that a ball of twine appears to be a point when viewed from far away (0-dimensional), a ball when viewed from fairly near (3-dimensional), or a curved strand (1-dimensional), he argued that the dimensions of an object are relative to the observer and may be fractional. An object whose irregularity is constant over different scales ("self-similarity") is a fractal (for example, the Koch curve or "snowflake", which is infinitely long yet encloses a finite space and has fractal dimension equal to circa 1.2619, the Menger sponge and the Sierpiński gasket). In 1975 Mandelbrot published The Fractal Geometry of Nature, which became a classic of chaos theory. Biological systems such as the branching of the circulatory and bronchial systems proved to fit a fractal model.

Chaos was observed by a number of experimenters before it was recognized; e.g., in 1927 by van der Pol[49] and in 1958 by R.L. Ives.[50][51] However, as a graduate student in Chihiro Hayashi’s laboratory at Kyoto University, Yoshisuke Ueda was experimenting with analog computers (that is, vacuum tubes) and noticed, on Nov. 27, 1961, what he called "randomly transitional phenomena". Yet his advisor did not agree with his conclusions at the time, and did not allow him to report his findings until 1970.[52][53]

In December 1977 the New York Academy of Sciences organized the first symposium on Chaos, attended by David Ruelle, Robert May, James A. Yorke (coiner of the term "chaos" as used in mathematics), Robert Shaw (a physicist, part of the Eudaemons group with J. Doyne Farmer and Norman Packard who tried to find a mathematical method to beat roulette, and then created with them the Dynamical Systems Collective in Santa Cruz, California), and the meteorologist Edward Lorenz.

The following year, Mitchell Feigenbaum published the noted article "Quantitative Universality for a Class of Nonlinear Transformations", where he described logistic maps.[54] Feigenbaum had applied fractal geometry to the study of natural forms such as coastlines. Feigenbaum notably discovered the universality in chaos, permitting an application of chaos theory to many different phenomena.

In 1979, Albert J. Libchaber, during a symposium organized in Aspen by Pierre Hohenberg, presented his experimental observation of the bifurcation cascade that leads to chaos and turbulence in convective Rayleigh–Benard systems. He was awarded the Wolf Prize in Physics in 1986 along with Mitchell J. Feigenbaum "for his brilliant experimental demonstration of the transition to turbulence and chaos in dynamical systems".[55]

Then in 1986 the New York Academy of Sciences co-organized with the National Institute of Mental Health and the Office of Naval Research the first important conference on Chaos in biology and medicine. There, Bernardo Huberman presented a mathematical model of the eye tracking disorder among schizophrenics.[56] This led to a renewal of physiology in the 1980s through the application of chaos theory, for example in the study of pathological cardiac cycles.

In 1987, Per Bak, Chao Tang and Kurt Wiesenfeld published a paper in Physical Review Letters[57] describing for the first time self-organized criticality (SOC), considered to be one of the mechanisms by which complexity arises in nature. Alongside largely lab-based approaches such as the Bak–Tang–Wiesenfeld sandpile, many other investigations have centered around large-scale natural or social systems that are known (or suspected) to display scale-invariant behaviour. Although these approaches were not always welcomed (at least initially) by specialists in the subjects examined, SOC has nevertheless become established as a strong candidate for explaining a number of natural phenomena, including: earthquakes (which, long before SOC was discovered, were known as a source of scale-invariant behaviour such as the Gutenberg–Richter law describing the statistical distribution of earthquake sizes, and the Omori law[58] describing the frequency of aftershocks); solar flares; fluctuations in economic systems such as financial markets (references to SOC are common in econophysics); landscape formation; forest fires; landslides; epidemics; and biological evolution (where SOC has been invoked, for example, as the dynamical mechanism behind the theory of "punctuated equilibria" put forward by Niles Eldredge and Stephen Jay Gould). Worryingly, given the implications of a scale-free distribution of event sizes, some researchers have suggested that another phenomenon that should be considered an example of SOC is the occurrence of wars. These "applied" investigations of SOC have included both attempts at modelling (either developing new models or adapting existing ones to the specifics of a given natural system), and extensive data analysis to determine the existence and/or characteristics of natural scaling laws.

The same year, James Gleick published Chaos: Making a New Science, which became a best-seller and introduced the general principles of chaos theory as well as its history to the broad public. At first the domain of work of a few, isolated individuals, chaos theory progressively emerged as a transdisciplinary and institutional discipline, mainly under the name of nonlinear systems analysis. Alluding to Thomas Kuhn’s concept of a paradigm shift exposed in The Structure of Scientific Revolutions (1962), many "chaologists" (as some self-nominated themselves) claimed that this new theory was an example of such a shift, a thesis upheld by J. Gleick.

The availability of cheaper, more powerful computers broadens the applicability of chaos theory. Currently, chaos theory continues to be a very active area of research, involving many different disciplines (mathematics, topology, physics, population biology, biology, meteorology, astrophysics, information theory, etc.).

[edit] Distinguishing random from chaotic data

It can be difficult to tell from data whether a physical or other observed process is random or chaotic, because in practice no time series consists of pure ’signal.’ There will always be some form of corrupting noise, even if it is present as round-off or truncation error. Thus any real time series, even if mostly deterministic, will contain some randomness.[59][60]

All methods for distinguishing deterministic and stochastic processes rely on the fact that a deterministic system always evolves in the same way from a given starting point.[59][61] Thus, given a time series to test for determinism, one can:

  1. pick a test state;
  2. search the time series for a similar or ’nearby’ state; and
  3. compare their respective time evolutions.

Define the error as the difference between the time evolution of the ’test’ state and the time evolution of the nearby state. A deterministic system will have an error that either remains small (stable, regular solution) or increases exponentially with time (chaos). A stochastic system will have a randomly distributed error.[62]

Essentially all measures of determinism taken from time series rely upon finding the closest states to a given ’test’ state (e.g., correlation dimension, Lyapunov exponents, etc.). To define the state of a system one typically relies on phase space embedding methods.[63] Typically one chooses an embedding dimension, and investigates the propagation of the error between two nearby states. If the error looks random, one increases the dimension. If you can increase the dimension to obtain a deterministic looking error, then you are done. Though it may sound simple it is not really. One complication is that as the dimension increases the search for a nearby state requires a lot more computation time and a lot of data (the amount of data required increases exponentially with embedding dimension) to find a suitably close candidate. If the embedding dimension (number of measures per state) is chosen too small (less than the ’true’ value) deterministic data can appear to be random but in theory there is no problem choosing the dimension too large – the method will work.

When a non-linear deterministic system is attended by external fluctuations, its trajectories present serious and permanent distortions. Furthermore, the noise is amplified due to the inherent non-linearity and reveals totally new dynamical properties. Statistical tests attempting to separate noise from the deterministic skeleton or inversely isolate the deterministic part risk failure. Things become worse when the deterministic component is a non-linear feedback system.[64] In presence of interactions between nonlinear deterministic components and noise, the resulting nonlinear series can display dynamics that traditional tests for nonlinearity are sometimes not able to capture.[65]

[edit] Chaos in searching for roots of equations

In numerical analysis, the Newton-Raphson method of approximating the roots of a function can lead to chaotic iterations if the function has no real roots.[66]

[edit] Cultural references

Chaos theory has been mentioned in numerous movies and works of literature. Examples include the film Jurassic Park, American sitcom The Big Bang Theory and Tom Stoppard’s play Arcadia.

[edit] See also

[edit] References

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[edit] External links

 

HISTORIA10: DIMENSIONES DEL ESPACIO-TIEMPO. El espacio-tiempo es la entidad geométrica en la cual se desarrollan todos los eventos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la relatividad y otras teorías físicas. El nombre alude a la necesidad de considerar unificadamente la localización geométrica en el tiempo y el espacio, ya que la diferencia entre componentes espaciales y temporales es relativa según el estado de movimiento del observador. De este modo, se habla de continuo espacio-temporal. Debido a que el universo tiene tres dimensiones espaciales físicas observables, es usual referirse al tiempo como la "cuarta dimensión" y al espacio-tiempo como "espacio de cuatro dimensiones" para enfatizar la inevitabilidad de considerar el tiempo como una dimensión geométrica más. La expresión espacio-tiempo ha devenido de uso corriente a partir de la Teoría de la Relatividad especial formulada por Einstein en 1905.

Espacio-tiempo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Analogía bidimensional de la distorsión del espacio-tiempo debido a una gran masa.

El espacio-tiempo es la entidad geométrica en la cual se desarrollan todos los eventos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la relatividad y otras teorías físicas. El nombre alude a la necesidad de considerar unificadamente la localización geométrica en el tiempo y el espacio, ya que la diferencia entre componentes espaciales y temporales es relativa según el estado de movimiento del observador. De este modo, se habla de continuo espacio-temporal. Debido a que el universo tiene tres dimensiones espaciales físicas observables, es usual referirse al tiempo como la "cuarta dimensión" y al espacio-tiempo como "espacio de cuatro dimensiones" para enfatizar la inevitabilidad de considerar el tiempo como una dimensión geométrica más. La expresión espacio-tiempo ha devenido de uso corriente a partir de la Teoría de la Relatividad especial formulada por Einstein en 1905.

Contenido

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[editar] Introducción

En general, un evento cualquiera puede ser descrito por una o más coordenadas espaciales, y una temporal. Por ejemplo, para identificar de manera única un accidente automovilístico, se pueden dar la longitud y latitud del punto donde ocurrió (dos coordenadas espaciales), y cuándo ocurrió (una coordenada temporal). En el espacio tridimensional, se requieren tres coordenadas espaciales. Sin embargo, la visión tradicional en la cual se basa la mecánica Clásica, cuyos principios fundamentales fueron establecidos por Newton, es que el tiempo es una coordenada independiente de las coordenadas espaciales y es una magnitud idéntica para cualquier observador. Esta visión concuerda con la experiencia: si un evento ocurre a 10 metros, es natural preguntar a 10 metros de qué, pero si nos informan que ocurrió un accidente a las 10 de la mañana en nuestro país, ese tiempo tiene carácter absoluto.

Sin embargo, resultados como el experimento de Michelson y Morley, y las ecuaciones de Maxwell para la electrodinámica, sugerían, a principios del siglo XX, que la velocidad de la luz es constante, independiente de la velocidad del emisor u observador, en contradicción con lo postulado por la mecánica clásica.

Einstein propuso como solución a éste y otros problemas de la mecánica clásica considerar como postulado la constancia de la velocidad de la luz, y prescindir de la noción del tiempo como una coordenada independiente. En la Teoría de la Relatividad, espacio y tiempo tienen carácter relativo o convencional, dependiendo del estado de movimiento del observador. Eso se refleja por ejemplo en que las transformaciones de coordenadas entre observadores inerciales (las Transformaciones de Lorentz), involucran una combinación de las coordenadas espaciales y temporal. El mismo hecho se refleja en la medición de un campo electromagnético, que está formado por una parte eléctrica y otra parte magnética, pues dependiendo del estado de movimiento del observador el campo electromagnético es visto de diferente manera entre su parte magnética y eléctrica por diferentes observadores en movimiento relativo.

La expresión espacio-tiempo recoge entonces la noción de que el espacio y el tiempo ya no pueden ser consideradas entidades independientes o absolutas.

Las consecuencias de esta relatividad del tiempo han tenido diversas comprobaciones experimentales. Una de ellas se realizó utilizando dos relojes atómicos de elevada precisión, inicialmente sincronizados, uno de los cuales se mantuvo fijo mientras que el otro fue transportado en un avión. Al regresar del viaje se constató que mostraban una leve diferencia de 184 nanosegundos, habiendo transcurrido "el tiempo" más lentamente para el reloj en movimiento.[1]

[editar] Propiedades geométricas del espacio-tiempo

[editar] Métrica

En la teoría de la relatividad general el espacio-tiempo se modeliza como un par (M, g) donde M es una variedad diferenciable semiriemanniana también conocida banda lorentziana y g es un tensor métrico de signatura (3,1). Fijado un sistema de coordenadas (x0, x1, x², x³, ) para una región del espacio-tiempo el tensor métrico se puede expresar como:

 g = sum_{i,j=1}^n g_{ij}  dx^i otimes dx^j ,

Y para todo punto del espacio-tiempo existe un observador galileano tal que en ese punto el tensor métrico tiene las siguientes componentes:

 (g_{ij})_{i,j=0}^3 = begin{pmatrix}   g_{00} & g_{01} & g_{02} & g_{03}    g_{10} & g_{11} & g_{12} & g_{13}    g_{20} & g_{21} & g_{22} & g_{23}    g_{30} & g_{31} & g_{32} & g_{33}  end{pmatrix} = begin{pmatrix}   -1 &  &  &      & +1 &  &      &  & +1 &      &  &  & +1  end{pmatrix}

[editar] Contenido material del espacio-tiempo

El contenido material de dicho universo viene dado por el tensor energía-impulso que puede ser calculado directamente a partir de magnitudes geométricas derivadas del tensor métrico. Las ecuaciones escritas componente a componente relacionan el tensor energía impulso con el tensor de curvatura de Ricci y las componentes del propio tensor métrico:

 T_{ik} = frac{c^4}{8pi G} left [R_{ik} - left(frac{g_{ik} R}{2}right) + Lambda g_{ik} right ]

La ecuación anterior expresa que el contenido material determina la curvatura del espacio-tiempo.

[editar] Movimiento de las partículas

Una partícula puntual que se mueve a través del espacio-tiempo seguirá una línea geodésica que son la generalización de las curvas de mínima longitud en un espacio curvado. Estas líneas vienen dadas por la ecuación:

 frac{d^2 x^mu}{dt^2} + sum_{sigma,nu}  Gamma_{sigma nu}^{mu} frac{dx^sigma}{dt}frac{dx^nu}{dt} = 0

Donde los símbolos de Christoffel Γ se calculan a partir de las derivadas del tensor métrico g y el tensor inverso del tensor métrico:

  Gamma_{k,ij} := left  (frac{partial g_{kj}}{partial x^i} + frac{partial g_{ik}}{partial x^j} -frac{partial g_{ij}}{partial x^k} right )  qquad  qquad Gamma_{ij}^k := sum_{p=1}^n g^{kp}Gamma_{p,ij}  g^{ik}g_{kj} = g_{jk}g^{ki} = delta_j^i

Si además existiese alguna fuerza debida a la acción del campo electromagnético, la trayectoria de la partícula vendría dada por:

 frac{d^2 x^mu}{dtau^2} + sum_{sigma,nu}  Gamma_{sigma nu}^{mu} frac{dx^sigma}{dtau}frac{dx^nu}{dtau} = eF_{rho}^{mu}frac{dx^{rho}}{dtau}

Donde:
 e qquad : qquad, carga eléctrica de la partícula.
 F_{rho}^{mu} qquad : qquad el tensor de campo electromagnético:

 tau = tsqrt{1-v^2/c^2} qquad : ,el tiempo propio de la partícula.

  • Intervalo, principio de invarianza del intervalo

[editar] Homogeneidad, isotropía y grupos de simetrías

Ciertos espacios-tiempo admiten grupos isometría no triviales. Por ejemplo el espacio-tiempo de Minkowski, usado en la relatividad especial, tiene un grupo de isometría llamado grupo de Poincaré que es un grupo de Lie de dimensión diez. Normalmente los espacios-tiempo tienen grupos de isometría mucho menores, es decir, de dimensionalidad menor.

Una propiedad interesante es que si un espacio-tiempo admite un grupo de isometrías continuo, formado por un grupo de Lie de dimensión n entonces existen n campos vectoriales, llamados campo vectorial de Killing X(a) que satisfacen las siguientes propiedades:

nabla_alpha X^{(a)}_beta +nabla_beta X^{(a)}_alpha =0 qquad qquad mathcal{L}_{X^{(a)}}g_{alphabeta}

Donde nabla_alpha representa la derivada covariante y mathcal{L}_{X^{(a)}} la derivada de Lie según uno de esos vectores de Killing.

Relacionado con lo anterior están las relaciones de isotropía y homogeneidad. Un espacio tiempo presenta isotropía general en alguno de sus puntos si existe un subgrupo de su grupo de isometría, que es homeomorfo a SO(3) y deja invariante dicho punto. Otra propiedad interesante es cuando el grupo de simetría incluye un subgrupo homeomorfo a R^3 que afecta a las coordenadas espaciales, en ese caso el espacio-tiempo resulta ser homogéneo.

[editar] Topología

La topología del espacio tiempo tiene que ver con la estructura causal del mismo. Por ejemplo es interesante conocer SI en un espacio-tiempo:

  • Existe la curva temporal cerrada; ese tipo de ocurrencia permitiría a una partícula influir en su propio pasado. Algunas soluciones exactas de las ecuaciones de Einstein como el Universo de Gödel, que describe un universo lleno de un fluido perfecto en rotación, permiten dichas curvas temporales cerradas (véase curva cerrada de tipo tiempo).
  • Existen hipersuperficies de Cauchy, lo cual permite, en principio, conocido el estado del sistema sobre una de estas superficies, conocer el estado en un instante futuro. Siempre y cuando los efectos cuánticos tengan efectos limitados, la existencia de hipersuperficies comporta la evolución determinista.
  • Existen geodésicas incompletas, lo cual está relacionado con la ocurrencia de singularidades espaciotemporales.

[editar] Ejemplos de diferentes clases de espacio-tiempo

[editar] El espacio-tiempo relativista de Minkowski

El espacio-tiempo de Minkowski es el caso más sencillo de espacio-tiempo relativista. Físicamente es un espacio de cuatro dimensiones plano, en que las líneas de curvatura mínima o geodésicas son líneas rectas. Por lo que una partícula sobre la que no actúe ninguna fuerza se moverá a lo largo de una de estas líneas rectas geodésicas. El espacio de Minkowski sirve de base para descripción de todos los fenómenos físicos según la descripción que de ellos da la teoría especial de la relatividad. Además cuando se consideran pequeñas regiones de un espacio-tiempo general, donde las variaciones de curvatura son pequeñas, se hace servir el modelo de espacio-tiempo de Minkowski para hacer algunos de los cálculos, sin que se cometan errores grandes.

Matemáticamente está formado por una variedad de cuatro dimensiones que es homeomorfa, es decir, identificable topológicamente con R^4. Sobre esta variedad se define una metrica pseudoriemanniana de signatura (1,3) que la convierte en un espacio pseudoeuclídeo de curvatura idénticamente nula. En esta variedad el de isometrias maximal coincide con el grupo de Poincaré.

 

[editar] El Universo de Einstein: Gravitación y Geometría

La aproximación de Einstein al tema de la Gravitación se apoya en varias intuiciones y en diversas sugerencias que se desprenden no sólo de su propia construcción de la Teoría de la Relatividad Especial sino de la forma en que la interpretaron otros físicos y muy en particular Minkowski.

[editar] ¿Cuáles son estas intuiciones y sugerencias?

En primer lugar la constatación de que resulta imposible distinguir entre un sistema de referencia acelerado y un sistema de referencia sometida a una fuerza gravitacional. En segundo lugar que de esta indistinguibilidad, y de las consecuencias de todo tipo que ello comporta, se infiere la igualdad entre inercia y gravitación. En tercer lugar que, de acuerdo con su interpretación de las transformaciones de Lorentz, espacio y tiempo dejan de ser entidades separadas para aparecer interconectados. En cuarto lugar que esta interconexión obligará a abandonar, como escenario en el que los fenómenos físicos se despliegan, el espacio y el tiempo como entidades separadas para sustituirlos por una entidad única a la que se denominará espacio-tiempo. Cobran, así, toda su validez las palabras de Minkowski: Las visiones del espacio y el tiempo que quiero presentarles han emergido del sustrato de la física experimental, y en ello reside su fuerza. Son radicales. A partir de ahora el espacio por sí mismo, y el tiempo por sí mismo están condenados a desaparecer como meras sombras y sólo una cierta unión de ambos preservará una realidad independiente. En quinto lugar que la gravitación afecta al espacio-tiempo de cada “lugar” y le dicta como curvarse. Por último que, al ser el movimiento bajo la acción de un campo gravitacional independiente de la masa del objeto móvil, es lícito pensar que ese movimiento viene ligado al “lugar” y que las trayectorias líneas geodésicas vienen marcadas por la estructura del tejido espacio-temporal en el que deslizan.[1]

La fuerza gravitacional acabaría, así, convirtiéndose en una manifestación de la curvatura del espacio-tiempo del que habla Minkowski. De ahí se deduce que en este esquema no hay acción a distancia ni misteriosas tendencias a moverse hacia extraños centros, tampoco espacios absolutos que contienen a, o tiempos absolutos que discurran al margen de, la materia.[2]

La masa le dice al espacio-tiempo como curvarse y éste le dicta a la masa cómo moverse. Es el contenido material quien crea el espacio y el tiempo.

[editar] El espacio-tiempo curvo de la relatividad general

Un espacio-tiempo curvo es una variedad lorentziana cuyo tensor de curvatura de Ricci es relacionable es una solución de las ecuaciones de campo de Einstein para un tensor de energía-impulso físicamente razonable. Se conocen centenares de soluciones de ese tipo. Algunos de los ejemplos más conocidos, son los más interesantes físicamente y también son las primeras soluciones obtenidas, representan espacios-tiempo con un alto grado de simetría como:

  • Espacio tiempo de Schwarszchild, que viene dado por la llamada métrica de Schwarzschild representa la forma del espacio tiempo alrededor de un cuerpo esférico, y puede ser una buena aproximación al campo solar de una estrella que gira muy lentamente alrededor de sí misma.
  • Modelos de Big-Bang, que vienen dados en general por métricas de tipo Friedman-Lemaître-Robertson-Walker y que describen un universo en expansión, que según su densidad inicial puede llegar a recolapsar.

[editar] El espacio-tiempo de la física prerrelativista

El matemático Roger Penrose basándose en las propiedades básicas y supuestos teóricos de diversas teorías físicas prerrelativistas ha propuesto que para cada una de ellas puede definirse un marco geométrico adecuado que da cuenta de como se produce el movimiento de partículas según estas teorías.[2] Así tanto los supuestos habituales de la física aristotélica, como el principio de relatividad de Galileo implicarían implícitamente en sí mismos una determinada estructura geométrica para el conjunto de sucesos. Las estructuras que Penrose propone para estas diversas teorías prerrelativistas son:

  • Espacio-tiempo de la física aristotélica, donde el supuesto de que tanto el tiempo como la velocidad son absolutos conduce a que los sucesos tienen estructura intuitiva de espacio producto mathbb{E}^1times mathbb{E}^3.
  • Espacio-tiempo galileano, aunque el tiempo sigue siendo absoluto en la física galileana se impone el principio de relatividad según el cual dos observadores que se mueven alejan uno de otro a velocidad uniforme no podrían determinar sin verse si se están alejando uno de otro. Penrose explica que esta característica puede representarse geométricamente de nuevo por un espacio-tiempo fibrado, aunque el principio de relatividad implica que la velocidad no es absoluta y, por tanto, no pueden identificarse simplemente los puntos de diferentes fibras. Es decir, el espacio-tiempo galileano, designado como mathcal{G} sería un fibrado no trivial mathcal{G}=mathbb{E}^1times mathbb{E}^3, donde el espacio base sería el espacio euclídeo mathbb{E}^1 que representa el tiempo y cada fibra es un espacio tridimensional convencional mathbb{E}^3.
  • Espacio-tiempo newtoniano, en esta construcción propuesta originalmente por Élie Cartan a principios del siglo XX, el espacio-tiempo adecuado para describir la mecánica newtoniana incluyendo la descripción del campo gravitatorio, sigue siendo un fibrado no trivial con espacio base mathbb{E}^1 para representar el tiempo y fibra dada por un espacio euclídeo tridimensional. La diferencia está en que ahora algunas trayectorias curvas representan movimientos inerciales de acuerdo con el principio de equivalencia, y por tanto se requiere algún tipo de estructura diferenciable para decidir qué líneas curvas corresponden a esos movimientos inerciales. La conexión que define esta estructura diferenciable debe escogerse de tal manera que la traza del tensor de Ricci coincida con la constante Gρ. Cuando el campo gravitatorio es constante entonces el espacio-tiempo Newtoniano es homeomorfo al espacio-tiempo galileano.

[editar] Generalizaciones

[editar] Hiperespacio

La teoría general de la relatividad introdujo una interpretación geométrica del fenómeno físico de la gravedad, introduciendo una nueva dimensión física temporal y considerando curvaturas que afectaban a ésta y las demás dimensiones temporales.

Esta idea interesante ha sido utilizada en diversas teorías físicas prometedoras que han recurrido formalmente a la introducción de nuevas dimensiones formales para dar cuenta de fenómenos físicos. Así Kaluza y Klein trataron de crear una teoría unificada (clásica) de la gravedad y del electromagnetismo, introduciendo una dimensión adicional. En esta teoría la carga podía relacionarse con la quinta componente de la "pentavelocidad" de la partícula, y otra serie de cuestiones interesantes. El enfoque de varias teorías de supercuerdas es aún más ambicioso y se han empleado esquemas inspirados remotamente en la ideas de Einstein, Kaluza y Klein que llegan a emplear hasta diez y once dimensiones, de las cuales seis o siete estarían compactificadas y no serían detectables más que indirectamente.

[editar] Véase también

[editar] Referencia

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[editar] Enlaces externos