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PSEUDOCIENCIA Y MATEMÁTICA: LOS TRIÁNGULOS. ¿PODRÍAMOS VER LA FORMULACIÓN MATEMÁTICA PARA EL FRACTAR TRIANGULAR? ¿EN ESOTERISMO QUE SIGNIFICACIÓN MÍSTICA Y ENERGÉTICA POSEEN?. Un triángulo, en geometría, es un polígono determinado por tres rectas que se cortan dos a dos en tres puntos (que no se encuentran alineados). Los puntos de intersección de las rectas son los vértices y los segmentos de recta determinados son los lados del triángulo. Dos lados contiguos forman uno de los ángulos interiores del triángulo.

LOS TRIÁNGULOS

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Por: Héctor Godínez

El triángulo es la primera figura geométrica. Desde la más remota antigüedad, el triángulo ha sido altamente tenido en la mayor consideración por la parte esotérica de todas las religiones y filosofías, ya que todas esas religiones y filosofías tenían, y tienen, también su parte exotérica dedicada al vulgo o a las masas, pues la parte esotérica era, y es, solamente para un determinado número de personas que por su preparación previa estaban, y están, dispuestas a realizar el esfuerzo personal necesario para conseguir voluntaria y conscientemente un verdadero desarrollo interno.

La parte exotérica de estas religiones y filosofías, con independencia de las enseñanzas facilitadas de boca a oído en la parte esotérica, gozaba y se beneficiaba, goza y se beneficia, de diversos símbolos que de siempre han ayudado a la evolución y al desarrollo interno de la humanidad. De estos símbolos, el triángulo es quizá de los más conocidos, pero no por ello menos importante.

El triángulo es el símbolo a la Deidad y es uno de los símbolos más antiguos del esoterismo oriental, nos dice el Glosario Teosófico. La deidad geometriza, dijo Pitágoras. Ocultamente todo se crea por medio de figuras geométricas, en el universo los cuerpos están situados geométricamente de acuerdo con las pautas que marca el Gran Constructor. Por medio de la geometría sagrada llegamos a ser más elevados, nos acercamos más a nuestro origen y somos más potentes en nuestros pensamientos y en nuestras obras. Todo el universo está repleto de triángulos.

Por otro lado, el número tres representa al triángulo que simboliza el equilibrio y es emblemático de la Trinidad manifestada, que es la desconocida esencia divina con sus atributos de creación, conservación y destrucción, que aparece y desaparece en el cosmos constituyendo el visible triángulo inscrito en el circulo invisible. El tres también representa el Triple Sendero de las tres primeras divisiones del carácter humano (Rayos), ya que las otras cuatro divisiones son subsidiarias de la tercera.

En Teosofía, se habla de los Tres Fuegos haciendo referencia a Atma, Buddhi y Manas, que en realidad son el fuego eléctrico, el fuego por fricción y el fuego solar, que desde el punto de vista del ser humano son espíritu, alma y cuerpo. También en la Teosofía se hace referencia a las Tres Grandes Emanaciones que construyeron los siete mundos, así como a los tres Senderos, el de la acción, el del conocimiento y el de la devoción. Se estima que no es menester hacer más citas acerca del número tres y la Teosofía, pues a buen seguro que serán sobradamente conocidas y se evita que este apartado sea demasiado extenso.

El Buddhismo hace referencia a la Trikaya, tres vehículos o formas de cualidad triple, y el Hinduismo a la Trimurti, forma triple o tres caras.

Las trinidades son otra forma triangular de significar las tres personas o atributos de la Deidad Una. De todos es conocida la trinidad cristiana, pero, como no podía ser menos, también existe trinidad en el Hinduismo y en el Buddhismo. En el Egipto antiguo también había tres trinidades según la escuela de la que se tratara; la de Abydis, la de Tebas y la de Menfis. Tenían igualmente su trinidad los caldeos, los persas, los babilonios, los celtas, los escandinavos y los peruanos preincaicos. Por su parte, en Grecia había dos trinidades, la de Orfeo y la de Platón. Asimismo, tenían una trinidad los fenicios y los verdaderos cabalistas. Termina esta referencia a las trinidades con la Teosófica, Voluntad, Amor-Sabidurí a y Actividad o primero, segundo y tercer Logos. De forma expresa no se ha hecho mención a los nombres de las trinidades mencionadas antes de la teosófica, para no cansar con datos innecesarios para el objeto de este escrito, amén de que fácilmente pueden ser conocidos, pues lo que se trata es poner de manifiesto que las trinidades han existido a lo largo de la historia en las religiones y filosofías, lo que significa que el triángulo ha estado siempre presente en el aspecto espiritual de los seres humanos.

Sabido es que la Masonería emplea en sus ritos y filosofía el número tres y el triángulo. Así, en esta Orden se habla de las Tres Grandes Luces, que son la Biblia, la escuadra y el compás, mientras que las tres luces menores son el Sol, la Luna y el Venerable Maestro de la Logia. El triángulo en una logia es el delta luminoso que se encuentra en Oriente y representa la sabiduría, la perfección y la armonía, es decir, tres cualidades.

Según aparece en el Glosario Teosófico, el triángulo es el signo de los chelas superiores, mientras que existe otra clase de triángulos que es el de los Iniciados (La Voz del Silencio). Quizá conviene ahora poner de manifiesto, que el triángulo tan repetido en estas líneas, es el equilátero o de lados iguales.

Es de suponer, si lo que antecede ha sido expuesto de forma cercana a lo correcto, que la importancia del símbolo que es el triángulo, se haya puesto de manifiesto, ya que es básico para interpretar lo que sigue y para su puesta en práctica, si es que así se decide.

Desde el punto de vista de la intención y de la actuación del ser humano, un triángulo lo forman, lógicamente, tres personas que han de estar impulsadas por la aspiración de llevar a cabo una labor de ayuda a sus semejantes, a la evolución, y por ende, a ellos mismos como un resultado lógico de causa efecto. Como quiera que un triángulo es una creación mental, y dado que la fuerza del pensamiento tiene poder acumulativo en progresión geométrica, fácilmente puede comprenderse, que un triángulo, después de varios años de formado, tiene una considerable consistencia y energía que pueden ser utilizadas por las entidades dévicas que de forma constante ayudan y trabajan en pro de la evolución, aunque también pueden ser empleadas por otras entidades.

Cuando los pensamientos se atemperan con el amor y la compasión, podemos afectar a todo el mundo. Un grupo de tres personas, un triángulo, es en realidad el grupo del mundo entero. Las energías divinas fluyen a través de un triángulo de la misma forma que brilla el Sol en la Tierra a través de la atmósfera. El triángulo es la atmósfera que protege nuestra naturaleza en la Tierra y facilita que las energías divinas se extiendan, capacitando a todas las personas a ser receptoras de las mismas, y poder emplearlas en usos positivos para sus semejantes.

Cada triángulo es un punto de luz brillante, la luminosidad del triángulo es el hecho a tener más en cuenta por las entidades espirituales que constantemente se afanan para ayudar a la humanidad en su evolución y desarrollo espiritual siguiendo las pautas emanadas de entidades superiores. En realidad, estos puntos de luz son puntos de amor y de poder que se envían a la humanidad. Un triángulo, pues, está lleno de luz y de energía, ya que contiene los pensamientos constructivos y amorosos de quienes lo forman.

Un triángulo lo forman idealmente tres personas que pertenezcan al primero, segundo y tercer Rayos, pero esto no es fácil ya que la mayoría de las personas desconoce el Rayo al que pertenece su personalidad. Por lo tanto, y desde un punto de vista práctico, las tres personas habrán de considerarse como si pertenecieran a cada uno de esos Rayos sintiéndose sus representantes, por así decirlo, en el triángulo. Las tendencias personales en este aspecto de la cuestión, pueden ayudar a predecir, quizá acertadamente, el Rayo en el que la personalidad ha encarnado. Es conveniente aclarar que cualquier persona que pertenezca a los Rayos 4º al 7º, pueden, lógicamente considerarse como del 3º a efectos de realizar este trabajo.

Un triángulo es algo que existe realmente, su luz irradia a su alrededor y es un punto de apoyo en el que la hueste angélica puede basarse para llevar a cabo su nunca interrumpida labor en pro del bien de la humanidad y de la evolución en general, como ya se ha apuntado, pero también puede ser un medio para que las tres personas que lo forman presten algún tipo de ayuda en algún lugar u ocasión determinados. Es de tener en cuenta que un triángulo, o número tres, es la base en la que se fundamenta cualquier actuación grupal en el campo espiritual. Quien esto escribe, hace ya algunos años, tuvo ocasión de leer una carta manuscrita del antiguo Presidente de la S.T., Sr. Jinarajadasa, en la que en uno de sus párrafos, mostraba su alegría por haber podido formar un triángulo en un país de Sudamérica.

Como es notorio, la intención al llevar algo a cabo, es lo que marca la pauta de lo que puede conseguirse. Así, el idealismo, la voluntad de hacer el bien, la perseverancia y el afán de servir de ayuda, son las premisas que caracterizan a quienes participan en un triángulo, importando menos lo que aparentemente se consigue, que la buena intención con la que se reviste la actuación.

La forma de llevar a cabo el trabajo en un triángulo es sencilla y apenas si requiere tiempo. Se trata de hacer lo posible por visualizar a los otros dos componentes de la figura geométrica durante unos pocos minutos y ver cómo se forma el triángulo en el curso de la visualización. Esto puede hacerse a cualquier hora del día sin que sea necesario que las tres personas lo realicen al mismo tiempo, aunque esto último sería lo ideal y más aconsejable.

Existen escritos en los que se exponen la parte que pudiéramos llamar técnica, del funcionamiento de los triángulos, a la cual no se ha hecho ninguna referencia en estas líneas de forma expresa, ya que se ha tratado de poner de manifiesto el muy importante asunto de los triángulos, solamente desde un determinado aspecto.

Hay quizá, más de un movimiento o escuela que propugna realizar una labor por medio de los triángulos, pero sin que de ninguna forma se trate de desmerecer esos esfuerzos que, a buen seguro puede que sean idealistas y loables, lo que queda expuesto no guarda la menor relación con ellos, ya que lo que se ha tratado de hacer es facilitar una información con cierto carácter oculto sobre la base de postulados existentes casi desde el inicio de la humanidad.

Se trata en definitiva de, por medio de un símbolo tan potente y básico como es el triángulo, llevar a cabo una labor de ayuda altruista, pues, en realidad, el realizar este esfuerzo puede considerarse como un privilegio que pone de manifiesto aspectos espirituales tales como el idealismo, la fraternidad, el servicio, la ayuda a la evolución y, como no, el amor, porque como dice el ideal del Bodhisattva, el amor es el origen, el amor es el fin, el amor es el medio.

Obtenido de http://masoneriaparatodos.blogspot.com/2008/07/los-triangulos.html

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