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Política/Formas de gobierno

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: TEOCRACIA. Una teocracia (del griego Teos τεοσ /teos/ [Dios] y Cracia χρατοσ /kratos/ [Gobierno], gobierno de Dios) es una forma de gobierno en la que los líderes gubernamentales coinciden con los líderes de la religión dominante, y las políticas de gobierno son idénticas o están muy influidas por los principios de la religión dominante; normalmente el gobierno afirma gobernar en nombre de Dios o de una fuerza superior, tal como especifica la religión local.

Teocracia

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Theocracy redirige aquí. Para la banda de metal cristiano, véase Theocracy (banda)

Una teocracia (del griego Teos τεοσ /teos/ [Dios] y Cracia χρατοσ /kratos/ [Gobierno], gobierno de Dios) es una forma de gobierno en la que los líderes gubernamentales coinciden con los líderes de la religión dominante, y las políticas de gobierno son idénticas o están muy influidas por los principios de la religión dominante; normalmente el gobierno afirma gobernar en nombre de Dios o de una fuerza superior, tal como especifica la religión local.

El diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española la define como el "gobierno ejercido directamente por Dios", y en una segunda acepción: "Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros."

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[editar] Otras definiciones

Flavio Josefo

Flavio Josefo historiador judío del siglo I E.C. Debió acuñar el término en su obra Contra Apión (libro II, sec. 16) de la siguiente manera:

Unos han confiado el poder político a las monarquías, otros a las oligarquías y otros al pueblo. Nuestro legislador, sin embargo, no puso su mirada en ninguna de estas formas de gobierno, sino que instituyó lo que podría llamarse, haciendo violencia a la lengua, teocracia, poniendo la soberanía y la autoridad en manos de Dios.

[editar] La teocracia entre los hebreos

La teocracia mosaica en la historia del pueblo de Israel se restringe principalmente a los primeros 400 años desde su salida de Egipto, según se describe en el libro del Éxodo de la Torá o Antiguo Testamento. La ley de Yahvé, basada en los diez mandamientos otorgados a Moisés en el monte Santo, y desarrollada en los libros del Levítico, Éxodo y Números, es el verdadero código civil de las tribus de Israel, y estipula que el único Señor terrenal del pueblo es Yahvé, y la tribu de Leví (los levitas), los únicos poseedores del grado de sacerdocio que sirve de intermediario entre Dios y el pueblo elegido de sus creyentes.

En momentos de crisis (principalmente por ataques de enemigos), Yahvé suscita de entre su pueblo a un caudillo para regir en su nombre a los israelitas. El nombre hebreo vertido tradicionalmente al latín es el de Juez, si bien sus atribuciones de gobierno entran más en el ámbito de lo militar que en el de los judicial. Usualmente es un sacerdote o un profeta (normalmente de la casa de Leví) el instrumento elegido por Yahvé y la casta sacerdotal para nombrar un Juez. Este cargo es temporal, no hereditario, y normalmente su autoridad se extiende únicamente durante los momentos de crisis, aunque en el Libro de los Jueces se les atribuya un gobierno continuado en el tiempo hasta la aparición del siguiente juez, la crítica histórica ha llegado a la conclusión de que durante los periodos de paz cada tribu se administraba de forma autónoma. El primer juez de la teocracia hebrea puede ser considerado el mismo Moisés, encargado de sacar al pueblo de Israel de Egipto y conducirlo a través del desierto, donde recibe la Ley de Dios. Moisés fue sucedido posteriormente por su sobrino Josué, el que introdujo a Israel en la Tierra prometida, haciendo la guerra y expulsando a sus moradores. Tras la muerte de Josué, se sucede la instalación paulatina y pacífica de los hebreos entre los cananeos, de los cuales adoptan rasgos culturales y en ocasiones también cultos a sus dioses e ídolos. La debilidad y división causa la invasión de los edomitas, que sojuzgan a Israel. La casta sacerdotal atribuye la derrota al abandono al culto de Yahvé, y así se suscita el primer juez, Otoniel, hermano menor de Caleb, de la tribu de Judá, que vence y expulsa a los edomitas. 40 años más tarde se produce la invasión de los moabitas, que someten Canaán durante 18 años. Aod, de la tribu de Benjamín, asesina al rey Eglón de Moab, y comanda al ejército de su tribu en la victoria y expulsión de los moabitas. Tras 40 años de paz, una expedición filistea es derrotada por un ejército hebreo al mando de Samgar, hijo de Amat. Se produce entonces la hegemonía efímera del rey cananeo Jabín de Jasor, en el norte. La profetisa Débora de Efraím (incluida también en el catálogo de los jueces) nombra a Barac, de la tribu de Neftalí, para que reúna un ejército de las tribus de Neftalí y Zabulón, con el que derrota al ejército cananeo en el monte Tabor. Tras otros 40 años de paz, los nómadas semitas de las tribus de Madián y Amalec efectúan saqueos en las tierras hebreas durante 7 cosechas. Entonces un profeta desconocido (probablemente un levita) advierte a los israelitas de que su abandono del culto a Yahvé es la causa de sus males, y escoge como juez a Gedeón, de la tribu de Benjamín. Gedeón destruye todos los altares al dios cananeo Baal, y tras purificar religiosamente a la nación, une los ejércitos de las tribus de Benjamín, Manasés, Aser, Zabulón y Neftalí, con los que rechaza la invasión de Madián y Amalec, llegando a cruzar el río Jordán en su persecución, para derrotarlos definitivamente, ejecutando a sus reyes. La tribu de Efraím manifiesta su rechazo al juez, por no haberles invitado a la expedición, y de esa forma se nos revelan los límites del gobierno de los jueces, y las tensiones intertribales que su mando temporal provoca. Por sus victorias militares, quisieron las tribus que había comandado nombrar rey a Gedeón, pero él se mantuvo fiel a la teocracia yahvista, y rechazó la elección. A su muerte, Abimelec, sobrino de Gedeón, se proclamó rey en Siquem, pero murió en la campaña emprendida contra los nobles de Samaria, rebelados contra él, fracasando de este modo el primer intento monárquico en Israel. Posteriormente se describen dos jueces menores, Tola de Isacar y Jair de Galad, aparentemente sin relación con crisis alguna, y posiblemente simples jefes de tribu prestigiosos, citados por los cronistas posteriores para cubrir un periodo "vacío" de la historia de Israel. Inmediatamente después acontece el ascenso de Ammon, en alianza con los filisteos, que sojuzga a las tribus hebreas transjordanas durante 18 años, llegando a realizar incursiones en Canaán, y amenazando los territorios de las tribus de Judá, Benjamín y Efraím. Yahvé, por medio de los levitas, logra el abandono del culto cananeo entre los hebreos. Los jefes de la ciudad de Galad eligen al desterrado Jefté como comandante del ejército coaligado de las tribus amenazadas, que derrota a los ammonitas. Con ese mismo ejército derrota a la tribu de Efraím, celosa de su independencia, que nuevamente había presentado reclamaciones al juez. Luego son citados como jueces Abesán de Zabulón, Elón de Zabulón y Abdón de Efraím. Todas las tensiones previas entre tribus y las coaliciones exitosas contra el invasor anuncian la crisis de la teocracia mosaica de los jueces, necesitada de mayor organización y complejidad para rechazar a enemigos cada vez más poderosos y resueltos, y limitada por el tradicional poder centrífugo de los ancianos de cada tribu, con el único elemento de solidaridad de la fe yahvista (encarnada en el santuario de Silo, donde se halla el arca de la alianza) y el pasado ancestral común (resumido en la fórmula de "el Dios de Abraham, Isaac y Jacob). El desafío definitivo llega con la gran invasión de los filisteos, situada alrededor del 1150 a.C, que llegan a dominar casi toda la montaña de Judea durante 40 años. Yahvé finalmente suscita un nuevo juez en Sansón, un nazareo de la tribu de Dan. Sansón, de vida personal turbulenta y poco apegada a las costumbres mosaicas, vive y emparenta entre los filisteos y lucha para ellos, terminando por rebelarse contra los invasores. Su derrota y muerte, pese al heroismo con el que el Libro de los Jueces la presenta, supone el fracaso definitivo del sistema de judicatura teocrática entre los hebreos. Las tribus del sur quedan sojuzgadas a los filisteos, las del norte se hacen la guerra entre sí. Un poderoso de Efraím, llamado Mica, aprovechó la confusión para construirse un santuario privado a Yahvé, incluyendo una imagen idolátrica, poniendo a su frente un sacerdote levita, con la intención de constituir un centro de culto nacional en su provecho. Una expedición de la tribu de Dan robó la imagen y al levita y con ese tótem nacional destruyó la ciudad cananea de Lais, rebautizándola con el nombre de Dan, donde establecieron un culto propio, separado del yahvismo de los levitas. Del mismo modo, una coalición de tribus guerreó contra Benjamín. La descomposición de la nación es irreversible tras la derrota de la nueva insurrección contra los filisteos, comandada por los sacerdotes del santuario de Silo, con la gravísima pérdida del arca de la alianza, donde la tradición afirmaba que se hallaban las tablas de la Ley. La teocracia hebrea ha fracasado, y el último de los jueces, el levita Samuel, se ve obligado a ungir al primer rey de Israel, Saúl.


En un pasaje del Libro de los Jueces, se representa a Gedeón rechazando la realeza que el pueblo le ofrece tras su victoria sobre los madianitas, en términos que implican que el establecimiento de una monarquía permanente supondría una deslealtad para con el gobierno de Yahvé. “No seré yo el que reine sobre vosotros, ni mi hijo; el Señor reinará sobre vosotros” (Jueces 8, 23). Más explícita y contundente expresión se da a la misma opinión en el Primer Libro de los Reyes en relación con la apelación del pueblo al anciano profeta Samuel de que constituya un rey para ellos a la manera de las demás naciones. La petición disgusta a Samuel y al propio Yahvé, que ordena al profeta que acceda a los deseos del pueblo que puede ser castigado por el rechazo de su reino. “Y el Señor dijo a Samuel: Haz caso a todo lo que el pueblo te dice. Porque no te han rechazado a ti, me han rechazado a mí, para que no reine sobre ellos” (1 Samuel 8,7). De nuevo en el capítulo 12, Samuel, en su discurso final al pueblo, le reprocha en términos similares: “ me habéis dicho: No, que reine un rey sobre nosotros, siendo así que el Señor vuestro Dios era vuestro rey”. Y a la llamada del profeta el Señor envía el trueno y la lluvia como signo de su disgusto, “y reconoceréis y veréis el gran mal que habéis hecho a los ojos del Señor, al pedir un rey para vosotros”.

La relación de estos pasajes con la institución histórica de la teocracia varía en la estimación de diversos eruditos según la fecha que los mismos asignan a las fuentes a que pertenecen los pasajes. Wellhausen y su escuela, principalmente sobre bases a priori, los consideran un retoque del periodo posterior al exilio, pero es mucho más probable que formen parte de una tradición mucho más antigua e indiquen que una creencia en la realeza del Señor sobre el Pueblo Elegido existía antes del establecimiento de una monarquía terrenal. Al mismo tiempo, no hay suficiente garantía como para suponer por la autoridad de estos textos que el gobierno teocrático en Israel acabó con la inauguración de la monarquía, como es evidente en la narración del pacto del Señor con el rey David y su descendencia (2 Samuel 7, 1-17).

Según los términos de este pacto, el monarca terrenal continúa bajo el control del Rey celestial, y es constituido como su delegado y representante. Y esta dependencia directa del rey respecto del Señor en cuanto a sabiduría y guía es dada por supuesta en todos los datos históricos de la monarquía hebrea. La prueba suprema del merecimiento de cualquier rey para ocupar su elevada posición es su fidelidad al Señor y a la ley revelada por Éste. Los libros históricos y aún más los escritos de los profetas, proclaman la constante creencia de que Dios ejercía un gobierno especial y eficiente sobre Israel mediante sus bendiciones, castigos y rescates. En el periodo posterior al exilio el gobierno hierocrático se convirtió en el rasgo dominante de la teocracia judía. (Tomado de "Dictionnaire de la Bible", James. F. Driscoll. VIGOUROUX)

[editar] Tipos

El sistema teocrático más antiguo conocido dataría de las sociedades tribales primitivas en donde en muchos casos el chamán ejercía un doble rol como líder espiritual y jefe tribal. Dicho sistema está contenido en los libros de Moisés que contienen las Leyes dictadas por Yahve. El faraón en el antiguo Egipto era, a la vez, sacerdote y representante de los dioses. Existen otros tipos de teocracias o seudoteocracias. Un ejemplo es el cesaropapismo, en que el poder es compartido entre un líder secular (un emperador, un César) y un líder religioso (un papa). La teocracia también puede ser ejercida directamente por el clero (como ocurre en Irán) o indirectamente (como a través del derecho divino de los reyes).

Ejemplos de gobiernos teocráticos que ya no están vigentes fueron el Califato del Imperio Islámico, el gobierno del emperador de Japón que era considerado un dios viviente en tiempos antiguos, el gobierno del Dalái Lama en Tíbet y el gobierno del Bogd Khan en Mongolia. El Imperio Sij de la India también fue una forma de gobierno teocrática durante su existencia, y en alguna medida, se aplicaría lo mismo a Inglaterra ya que el Rey de Inglaterra era a su vez, cabeza de la Iglesia de Inglaterra.

Esta forma de gobierno fue apoyada por el reformista Juan Calvino.

Sin embargo resulta difícil definir hasta que punto un gobierno es teocrático o monárquico ya que muchas monarquías se definen como "divinas" en naturaleza o están directamente relacionadas con una religión. El zar de Rusia, por ejemplo, con la Iglesia Ortodoxa Rusa, el rey de Tailandia con el budismo, el emperador de China considerado un ser divino (de allí el término Imperio Celestial), el rey de Bután con el lamaísmo, etc.

Diferentes líderes han sido tanto políticos como religiosos. Tres casos similares serían los de el Papa dentro de la Iglesia Católica, el Califa del Islam y el Dalai Lama en el budismo tibetano. El Papa ejercía poder político sobre diferentes territorios clericales, incluyendo Roma, en la antigüedad y aún hasta hoy como monarca del Vaticano, al tiempo que era cabeza de la Iglesia Católica, lógicamente sin ser reconocido por otros cristianos como ortodoxos y protestantes, pero siempre con gran influencia política a nivel mundial. El Califa fue hasta la abolición del Califato otomano en 1924 el máximo gobernante del Imperio Islámico y a la vez "príncipe de los creyentes" y jerarca máximo del Islam, aunque sólo era reconocido por un cierto sector, usualmente mayoritario, de los musulmanes generalmente dentro del sunnismo. El Dalái Lama era gobernante monárquico de Tíbet hasta la invasión de China en 1950 y a su vez también era el máximo líder religioso del Imperio Mongol tras la declaratoria de “religión oficial” del lamaísmo por Altan Khan, y posteriormente en los países y regiones donde el lamaísmo o budismo tibetano era predominante como Mongolia, Bután, Ladakh, Tuvá, etc., pero sin ser reconocido como líder por otras escuelas budistas dentro del mundo budista.

[editar] Teocracias modernas

Ejemplos de teocracias modernas son las siguientes:

Ciudad del Vaticano

El gobierno de la Ciudad del Vaticano el cual es ejercido por el Papa directamente,[cita requerida] siendo éste gobernante político del Estado vaticano y a la vez, máximo jerarca religioso de la Iglesia Católica.

Régimen talibán en Afganistán (1996-2001)

En Afganistán, el régimen talibán fue un claro ejemplo moderno de teocracia.[cita requerida]

Répública islámica en Irán (desde 1979)

En Irán, tras la Revolución Islámica, se estableció una república islámica con una constitución de corte islámico y unos órganos de gobierno que deben velar por el cumplimiento de principios religiosos, aunque actualmente el poder ejecutivo lo ejerce el presidente electo democráticamente, el clero islámico debe dar su aprobación a cualquier candidato que opte a un puesto de elección popular. Este tipo de gobierno teocrático se inspira en el libro del chiita ayatolá Jomeini Velayat-e faqih (Persa: ولایت فقیه, (también conocido como Gobierno islámico en español), publicado en 1970, y probablemente el más influyente documento escrito en los tiempos modernos en favor de la Teocracia.

Arabia Saudí

En Arabia Saudí, la monarquía se declara como defensora del Islam con el Corán como constitución y la Sharia (ley islámica) como ley.

[editar] Véase también

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POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: DICTADURA. La dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la inexistencia de consentimiento alguno por parte de los gobernados y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.

Dictadura

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La dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la inexistencia de consentimiento alguno por parte de los gobernados y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.[1]

Históricamente, dictadura hace también referencia a la magistratura extraordinaria de la Antigua república romana, de donde cobra su origen. El Senado romano en casos de guerra o estados de emergencia dotaba a un hombre de poderes absolutos durante un periodo máximo de 6 meses sin que por ello quedase derogado el ordenamiento político y jurídico existente. De este modo hoy día es frecuente que se apele a una situación extraordinaria para legitimar la duración, normalmente vitalicia, de una dictadura (guerra, confrontación, peligro, crisis, etc). Igualmente suele enaltecerse al dictador como alguien sacrificado capaz de entregar su propia vida por su pueblo, y a menudo se le rodea de cierta sobrenaturalidad de carácter militar y religiosa; y especialmente en estos casos se pretende la sucesión en otro dictador.[1] Según las características que presente puede ser una dictadura autoritaria o totalitaria.

Algunas constituciones democráticas como la alemana de Weimar preveían situaciones excepcionales que la justificaban, como excepciones a la utilización del término como forma de gobierno contrapuesto a la democracia.[1]

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[editar] Etimología e historia

[editar] La dictadura romana

Artículo principal: Dictador romano
Cincinato, arquetipo del dictador romano.

La dictadura romana era el gobierno extraordinario que confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuando era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo. En un principio, sólo los patricios podían ser nombrados dictadores, pero en el año 356 a. C. se les reconoció ese mismo derecho a los plebeyos.

El magistrado supremo recibía los nombres de "dictador" y "senador del pueblo" (dictator, magister populi ) y ejercía su autoridad por espacio de seis meses a lo sumo, período en el que quedaban en suspenso todos los procedimientos ordinarios, los magistrados, incluso los tribunos de la plebe se abstenían en el ejercicio de su jurisdicción. Nadie podía criticar, censurar ni discutir las órdenes del dictador. Para demostrar su superior magisterio, el dictador marchaba precedido de 24 lictores, frente a los 12 que acompañaban a los cónsules.

De la traducción del título de "magister populi" como capitán de infantería, por analogía con el magister equitum que el dictador nombraba como su lugarteniente para capitanear la caballería, parece inferirse que en un principio el cargo estaba destinado a hacer frente a crisis militares que difícilmente podían abordarse con el mando conjunto de los dos cónsules anuales. No obstante, con posterioridad afirman tanto Cicerón como Claudio que la represión de revueltas civiles también pudo ser una de las causas por las que se instituyó la dictadura, y aunque ésta no estuviera en su origen, llegó a ser función del cargo como atestigua, por ejemplo, el nombramiento de un dictador durante las revueltas causadas por las leyes Licinias (367 a. C.). También parece que se nombraron dictadores para asuntos menores con ocasión, por ejemplo, de la celebración de juegos o festivales o la organización de las elecciones al senado.

Aunque a lo largo del tiempo las atribuciones del dictador se fueron ampliando, entre ellas se encontraban el hacer la paz y la guerra y condenar a muerte sin posibilidad de apelación. No podía, sin embargo, disponer del Tesoro Público sin la autorización previa del pueblo, ni abandonar Italia, y estaba obligado a rendir cuentas de sus actos tan pronto terminaba en el ejercicio de su autoridad. Además, durante su mandato se hallaba bajo la vigilancia de los tribunos de la plebe que conservaban toda su autoridad y que, cabe esperar, se ocuparían con esmero y escrupulosidad en la tarea de poner coto a la ambición y prepotencia de los tribunos, especialmente cuando uno de ellos concentrara en sus manos todos los poderes.

Dado que la dictadura representaba la autoridad suprema de Roma, era el mecanismo natural mediante el que se podían fundar las monarquías. Con el ostensible propósito de evitarlo, Marco Antonio promulgó una ley aboliendo esta forma de gobierno.

[editar] Diferencias entre modelos dictatoriales

Existe cierta confusión entre la conceptualización autoritarista, totalitarista y fascista, típicas de los regímenes dictatoriales. Si bien ambos conceptos están sumamente interrelacionados, guardan suficiente independencia semántica entre sí. Sin embargo, a lo largo de un periodo un gobierno puede y suele tomar medidas propias de los tres, e incluso evolucionar y configurarse de una forma a otra por lo que determinar estrictamente las diferencias para un caso concreto puede resultar sumamente complicado.

[editar] Dictaduras autoritaria y totalitaria

Artículos principales: Autoritarismo y totalitarismo

El término autoritarismo se consolida como opuesto a totalitarismo (que es el que reivindicaba para sí el fascismo), en los análisis posteriores al periodo de entreguerras, sobre todo el de Juan José Linz.[2] La dictadura autoritaria se diferencia de la dictadura totalitaria porque la autoritaria:[1]

El totalitarismo se diferencia del autoritarismo en el grado de intensidad en que se manifiestan algunos de sus elementos comunes:

  • Concentración de poder en una sola persona o grupo muy reducido, usualmente un partido político o movimiento, que puede incluso conducir al culto a la personalidad del líder.
  • Justificación de la actuación política mediante una doctrina global que se manifiesta en todas las esferas de la actuación humana: economía, cultura, familia, religión.
  • Empleo sistemático del terror, por medio de una policía secreta para eliminar a la disidencia u oposición.
  • Uso de los campos de concentración para aislar a la oposición y enemigos del régimen.
  • Mientras el autoritarismo busca acallar a los disidentes y evitar sus expresiones en público, el totalitarismo en cambio busca no solo acallar sino también extirpar las formas de pensamiento opuestas, mediante el adoctrinamiento y la remodelación de las mentalidades.

El elemento esencial que comparten las dictaduras totalitarias es la voluntad de convertir la política estatal en un mecanismo para controlar todas las esferas de la actividad humana y ocupar todo el espacio social.

[editar] Dictadura fascista

Artículo principal: Fascismo

El concepto de régimen fascista puede aplicarse a algunos regímenes políticos dictatoriales, ya fueran totalitarios o autoritarios de la Europa de entreguerras y a prácticamente todos los que se impusieron por las potencias del Eje durante su ocupación del continente durante la Segunda Guerra Mundial. De un modo destacado y en primer lugar a la Italia de Benito Mussolini (1922) que inaugura el modelo y acuña el término; seguida por la Alemania de Adolf Hitler (1933) que lo lleva a sus últimas consecuencias; y, cerrando el ciclo, la España de Francisco Franco que se prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (desde 1936 hasta 1975). Las diferencias de planteamientos ideológicos y trayectorias históricas entre cada uno de estos regímenes son notables.

[editar] La dictadura moderna

[editar] Obtención del poder

El dictador puede llegar al poder tras un golpe de estado efectuado por una coalición cívico-militar o por las fuerzas armadas. De esta forma se crea una dictadura, sostenida gracias al poderío del aparato militar.

Los dictadores también pueden llegar al poder siendo elegidos en votaciones populares, designados por un partido único o jerarquía dominante de cualquier signo, o heredar el poder tras el fallecimiento del pariente que lo ostentaba. Guarda conexión con los totalitarismos a través de la implantación de un sistema de legitimización del poder mediante un sistema político de fuerza y jerarquía; y mediante la ideología del movimiento o partido.

[editar] Dictadura constitucional

Artículo principal: Dictadura constitucional

La dictadura constitucional es la forma de gobierno en la que, aunque aparentemente se respeta la Constitución, en realidad el poder se concentra de manera absoluta en las manos de un dictador (y en ocasiones, en las manos de sus cómplices), controlando éste, directa o indirectamente, los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El mecanismo mediante el cual se mantiene el aparente respeto a la Constitución se denomina fraude constitucional: un ejemplo es el fraude electoral.

[editar] Dictadura militar

Artículo principal: Dictadura militar

[editar] Véase también

Wikcionario

Índice de democracia por The Economist, 2006. Los paises marcados en colores oscuros son autoritarios, y la mayoría son normalmente dictaduras. La mayoría de dictaduras actuales están en África y Asia.

[editar] Referencias

  1. a b c d Molina, Ignacio. Conceptos undamentales de Ciencia Política. Alianza Editorial ISBN 84-206-8653-0.
  2. Totalitarian and Authoritarian Regimes, Rienner, 2000.

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: MONARQUÍA CONSTITUCIONAL. Monarquía constitucional es una forma de gobierno donde el monarca ostenta la jefatura del estado. Es un poder de mediano carácter simbólico, puesto que se encuentra regulado por una ley, con frecuencia una constitución. También, se caracteriza porque el rey o la reina tienen un papel de moderador o árbitro en los conflictos políticos del Gobierno, habitualmente, elegido democráticamente.

Monarquía constitucional

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     Monarquía constitucional / parlamentaria      Monarquía de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth)      Monarquía semi-constitucional      Monarquía absoluta      Entidad monárquica a nivel sub-estatal

Monarquía constitucional es una forma de gobierno donde el monarca ostenta la jefatura del estado. Es un poder de mediano carácter simbólico, puesto que se encuentra regulado por una ley, con frecuencia una constitución. También, se caracteriza porque el rey o la reina tienen un papel de moderador o árbitro en los conflictos políticos del Gobierno, habitualmente, elegido democráticamente.

Por oposición a la monarquía absoluta, la ciencia política distingue entre monarquía constitucional y monarquía parlamentaria. En las monarquías constitucionales, el rey conserva el poder soberano o bien lo comparte con el pueblo al que concede una serie de derechos mediante una carta otorgada o constitución. En cambio, en las monarquías parlamentarias la soberanía reside, en su práctica totalidad, en la voluntad popular, siendo el monarca una figura esencialmente simbólica. El ejemplo clásico de monarquía constitucional es el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que no posee una constitución codificada, sino un grupo de leyes que forman su constitución.

Aunque las actuales monarquías constitucionales son en su mayoría representativas de sistemas democráticos (monarquías constitucionales democráticas), históricamente no siempre ha sido así. Muchas de las monarquías han coexistido con constituciones fascistas (o en la práctica fascistas) como en Italia (desde 1861, una monarquía constitucional regida por el Estatuto albertino de 1848, pero que a partir de 1922 convivió con el régimen dictatorial de Benito Mussolini) o Japón (la Constitución japonesa de 1889 atribuía amplios poderes militares y políticos al emperador), o con dictaduras de Gobierno militar como en Tailandia, en 2007.

La monarquía constitucional fue un paso intermedio o evolucionado ante la aparición de las primeras repúblicas modernas como Estados Unidos de América y Francia especialmente en el siglo XIX . Se pretendía pasar de monarquías absolutas máximas representantes del Antiguo Régimen a monarquías parlamentarias con un poder limitado.

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: LA MONARQUÍA ABSOLUTA. La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el monarca (lleve el título de rey, emperador, zar o cualquier otro) ostenta el poder absoluto. No existe en ella división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en relación al rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca absoluto puede cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia o reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey es ley). Nombra y retira a sus asistentes en el gobierno a su voluntad. La unidad de todos los poderes suele considerarse justificada por considerar que la fuente del poder es Dios y que los monarcas ejercen la soberanía por derecho divino de los reyes. No hay mecanismos por los que el soberano (que no reconoce superiores) responda por sus actos, si no es ante Dios mismo.

Monarquía absoluta

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Para otros usos de este término, véase Absolutismo (desambiguación).
     Monarquía constitucional / parlamentaria      Monarquía de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth)      Monarquía semi-constitucional      Monarquía absoluta      Entidad monárquica a nivel sub-estatal

La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el monarca (lleve el título de rey, emperador, zar o cualquier otro) ostenta el poder absoluto. No existe en ella división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en relación al rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca absoluto puede cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia o reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey es ley). Nombra y retira a sus asistentes en el gobierno a su voluntad. La unidad de todos los poderes suele considerarse justificada por considerar que la fuente del poder es Dios y que los monarcas ejercen la soberanía por derecho divino de los reyes. No hay mecanismos por los que el soberano (que no reconoce superiores) responda por sus actos, si no es ante Dios mismo.

La monarquía absoluta se desarrolla históricamente en la Europa Occidental a partir de las monarquías autoritarias que surgen al final de la Edad Media con la crisis de las monarquías feudales y el predominio que adquiere el rey en relación a todos los estamentos.

La recepción del Derecho Romano en las Universidades a partir del siglo XIII reforzó la posición de los reyes en cuanto pudieron desprenderse de la prelación teórica de emperador y papa. La teoría de que el rey es emperador en su reino y que, por tanto, tiene todos los poderes que pudieran atribuirse a los emperadores antiguos (el princeps legibus solutus) fue apoyada por los letrados, de origen social bajonobiliario o incluso no privilegiado, que sólo podrían aspirar a ascender socialmente sirviendo a los intereses de un rey fuerte.

Las monarquías de Europa Occidental entre finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna pueden calificarse de monarquías autoritarias, como la de Luis XI en Francia, Maximiliano I en Austria, los Reyes Católicos en España o Enrique VIII en Inglaterra. Valois, Tudor y Habsburgo fueron las dinastías que, en un juego de enfrentamientos y alianzas entre ellas, dominaron el panorama internacional; hacia dentro de sus territorios asentaron su poder en un ejército permanente, una burocracia y una Hacienda cada vez más desarrolladas, que les hacían inalcanzables para la nobleza, que empezará a ser atraída a su servicio como nobleza cortesana.

Durante el siglo XVII surgió la teoría que el soberano sólo respondía por sus actos ante Dios y, por consiguiente, era su representante en la tierra. Con ello se pretendía legitimar las decisiones y la posición del rey ante sus súbditos (teoría del Derecho Divino), excepto en España, donde, desde el siglo XVI, la Escuela de Salamanca había desarrollado una teoría opuesta: según Luis de Molina, una nación es análoga a una sociedad mercantil en la que los gobernantes serían los administradores, pero donde el poder reside en el conjunto de los administrados considerados individualmente, lo que no quita para que un par de siglos después se adopatase la idea generalizada.

Con la ilustración surge el concepto del despotismo ilustrado, por el cual la función del monarca era la de traer el progreso y bienestar social y económico a su pueblo por medio de reformas y la asesoría de sus funcionarios, rompiendo con el tradicionalismo de éste y entrando en conflicto con los intereses de la nobleza.

Con el advenimiento de las revoluciones francesa y norteamericana, junto con la independencia de Latinoamérica, viene la crisis de las monarquías absolutas como formas de gobierno, lo que llevó a la instalación de monarquías constitucionales o de repúblicas como formas de gobierno.

Un país absolutista muy conocido fue Francia, que con su rey Luis XIV, el Rey Sol, alcanzó el máximo exponente de esta forma de gobierno. En el Estado galo, el absolutismo se mantuvo de forma continuada durante el reinado de tres reyes (Luis XIV, Luis XV y Luis XVI; 1661 aprox. - 1789) y después continuó con la Restauración Borbónica en la figura de Luis XVIII y Carlos X; 1814-1830.

Ejemplos modernos [editar]

En el mundo contemporáneo existen aún cuatro monarquías absolutas en Omán, Brunéi, Arabia Saudita y Suazilandia. Nepal lo fue hasta el 19 de mayo de 2006, cuando fue declarado estado secular. Es posible añadir a la lista la ciudad Estado del Vaticano, encabezado por el Papa, que goza de poder absoluto, aunque más aplicaría el término teocracia por tratarse de un gobierno religioso.

En Jordania y Marruecos, el monarca (sin ser un monarca absoluto) ostenta considerables poderes.

En Liechtenstein, casi dos tercios del electorado han accedido a conceder al príncipe Hans-Adam II de Liechtenstein el poder de veto que solicitaba. Aunque esto no lo convierte en un monarca absoluto, lo sitúa más cerca del modelo de monarquía absoluta que a la mayoría de los reyes del mundo actual.

Se dice que varios de los países de Oriente Próximo, como Qatar, y Kuwait, son monarquías absolutas, ya que sus monarcas mantienen un gran poder bajo sus respectivas constituciones. Sin embargo, en estos casos también existen parlamentos y otros cuerpos consultivos que aconsejan al monarca y recortan su poder efectivo. Además, podemos señalar que el absolutismo se llevó a cabo crecientemente con el rey Luis XIV quien produjo fuertes cambios políticos sociales en la creciente Francia a medida que su despotismo ilustrado se fue desarrollando.

Véase también [editar]

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: PODER. Por poder pueden entenderse múltiples conceptos de acuerdo a cada campo. A un nivel básico, poder suele identificarse con la noción de fuerza (por ejemplo, la fuerza pública). Sin embargo la noción de poder suele estar más relacionada a la acción social colectiva que a la fuerza física. También se entiende como la capacidad para cambiar la realidad.

Poder

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Por poder pueden entenderse múltiples conceptos de acuerdo a cada campo. A un nivel básico, poder suele identificarse con la noción de fuerza (por ejemplo, la fuerza pública). Sin embargo la noción de poder suele estar más relacionada a la acción social colectiva que a la fuerza física. También se entiende como la capacidad para cambiar la realidad.

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: AUTORIDAD. El concepto de autoridad apareció en Roma como opuesto al de poder. El poder es un hecho real. Una voluntad se impone a otra por el ejercicio de la fuerza. En cambio, la autoridad está unida a la legitimidad, dignidad, calidad, excelencia de una institución o de una persona. Es lo que desde el punto de vista del Estado, puede ser considerado como el poder ejercido por una persona legitimada por una institución o razón conforme a unas funciones que le son generalmente reconocidas. En este sentido cuando una persona tiene autoridad se deduce que tiene actitud para mandar (o imponer su punto de vista o hacerse respetar). Así, cuando el individuo tiene «la» autoridad o si se quiere ésta, se está autorizada a actuar, a ejercer un determinado poder. En este ámbito, autoridad está ligada a potestad.

Autoridad

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Autoridad [editar]

El concepto de autoridad apareció en Roma como opuesto al de poder. El poder es un hecho real. Una voluntad se impone a otra por el ejercicio de la fuerza. En cambio, la autoridad está unida a la legitimidad, dignidad, calidad, excelencia de una institución o de una persona. Es lo que desde el punto de vista del Estado, puede ser considerado como el poder ejercido por una persona legitimada por una institución o razón conforme a unas funciones que le son generalmente reconocidas. En este sentido cuando una persona tiene autoridad se deduce que tiene actitud para mandar (o imponer su punto de vista o hacerse respetar). Así, cuando el individuo tiene «la» autoridad o si se quiere ésta, se está autorizada a actuar, a ejercer un determinado poder. En este ámbito, autoridad está ligada a potestad.

Fuera del ámbito institucional del Estado, autoridad puede suponer en ocasiones algo distinto a la posibilidad de ejercer la fuerza para imponer las cosas o potestad. La autoridad también la tiene alguien que, debido a su capacidad en un ámbito, por sus conocimientos o dignidad, puede ejercer sobre otros una influencia a la hora de que tomen ciertas decisiones. En este sentido, muchos órganos consultivos tienen mucha autoridad sobre la materia objeto de las consultas.

La autoridad como es interpretada por Max Weber, quien la entiende: “como dominación, es la probabilidad de encontrar obediencia dentro del grupo determinado para mandatos específicos. Afirma que en el caso concreto esta dominación (“autoridad”), en el sentido indicado, puede descansar en los más diversos motivos de sumisión, que se dan por habituación o por arreglos afines. La obediencia es esencial para que se ejerza la autoridad”. Habla de tres tipos de autoridad la carismatica, legal y tradicional.

Desde la perspectiva católica, se entiende como una determinación en la naturaleza social humana y como un principio bíblico, en cuanto delegación establecida por Dios; incluso como el derecho delegado para la investidura del pastor e indispensable para una organización eclesial pero requiriendo normas y leyes, que permiten a un líder dar un orden adecuado y se dé un funcionamiento correcto del lugar donde ejerce su autoridad.

Si seguimos la definición del Diccionario de la Lengua, la autoridad es: "Potestad, facultad. Poder que tiene una persona sobre otra que le está subordinada. Persona revestida de algún poder o mando".

Cada posición concreta tiene unos derechos inherentes que los titulares adquieren del rango o título de la posición. La autoridad por lo tanto se relaciona directamente con la posición del titular dentro de la Organización y no tiene nada que ver con la persona en forma individual. Cuando una posición de autoridad es desocupada, la persona que ha dejado el cargo, entrega con él, la autoridad que el mismo representa. La autoridad permanece con el cargo y con su nuevo titular. Cuando se ejerce autoridad, se espera el cumplimiento intrínseco de las órdenes emanadas del titular de la autoridad.

Etimología [editar]

La palabra autoridad viene del latín auctoritas. La noción de autoridad ha sido tratada en filosofía y en sociología, en particular por Max Weber y Alexandre Kojeve.

Religión [editar]

El sentido que Cristo le da a la autoridad queda bien claro en los siguientes versículos del Evangelio: "Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No será así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos"(Mt. 20, 25-27) Vemos pues, que Cristo define su autoridad en términos de servicio y no de mando. (http://es.catholic.net/empresarioscatolicos/475/1092/articulo.php?id=10462) Romanos 13:1 Genesis 1:1 considereando que la autoridad es la parte posicional que te dan otras autoridades superiores llamado investidura;a diferencia del poder que es un asunto mas de disposicionalidad y eso se determina después de ser investido de autoridad si debo usar la autoridad o el poder. teologicamente eston tiene otro sentidos el senor jesucristo le dio a sus dicipulos autoridad y poder(Lc.9:1) sobre el mundo espiritual de los demonios.es aqui donde particularmente creo que puedes tener autoridad sin poder;pero solo la autoridad legitimiza el poder.

La Autoridad en la Empresa [editar]

Se puede definir la autoridad en una empresa como "la facultad de mandar y la obligación correlativa de ser obedecido por otros". Una definición más completa sería "la facultad para tomar decisiones que produzcan efectos".

Tipos de autoridad [editar]

Suelen distinguirse cuatro tipos diversos: los dos primeros, de índole jurídica, forman el poder o la autoridad propiamente dicha; los dos últimos forman más bien la autoridad moral que dan el prestigio, los conocimientos, etc., y son complementos que deben darse en cualquiera de los dos básicos.

La autoridad, pues podemos clasificarla en

  1. Jurídica (se impone por obligación). Esta se clasifica en:
    1. Formal, que a su vez se clasifica en a) Lineal y b) Funcional
    2. Operativa
  2. Moral (se impone por convencimiento), la cual se clasifica en:
    1. Técnica
    2. PersonalLa Autoridad en la Empresa [editar]Se puede definir la autoridad en una empresa como "la facultad de mandar y la obligación correlativa de ser obedecido por otros". Una definición más completa sería "la facultad para tomar decisiones que produzcan efectos".
Tipos de autoridad  [editar]Suelen distinguirse cuatro tipos diversos: los dos primeros, de índole jurídica, forman el poder o la autoridad propiamente dicha; los dos últimos forman más bien la autoridad moral que dan el prestigio, los conocimientos, etc., y son complementos que deben darse en cualquiera de los dos básicos.

La autoridad, pues podemos clasificarla en

Jurídica (se impone por obligación). Esta se clasifica en: Formal, que a su vez se clasifica en a) Lineal y b) Funcional Operativa Moral (se impone por convencimiento), la cual se clasifica en: Técnica Personal

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: SISTEMA POLÍTICO. Un sistema político es la plasmación organizativa de un conjunto de interacciones estables a través de las cuales se ejerce la política en un contexto limitado.[1] Este sistema viene formado por agentes, instituciones, organizaciones, comportamientos, creencias, normas, actitudes, ideales, valores y sus respectivas interacciones, que mantienen o modifican el orden del que resulta una determinada distribución de utilidades, conllevando a distintos procesos de decisión de los actores, que modifican la utilización del poder por parte de lo político a fin de obtener el objetivo deseado claramente.

Sistema político

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Un sistema político es la plasmación organizativa de un conjunto de interacciones estables a través de las cuales se ejerce la política en un contexto limitado.[1] Este sistema viene formado por agentes, instituciones, organizaciones, comportamientos, creencias, normas, actitudes, ideales, valores y sus respectivas interacciones, que mantienen o modifican el orden del que resulta una determinada distribución de utilidades, conllevando a distintos procesos de decisión de los actores, que modifican la utilización del poder por parte de lo político a fin de obtener el objetivo deseado claramente.

El concepto aparece como un enfoque teórico abstracto a partir de la aplicación de la teoría sistémica a la ciencia política. La finalidad de aplicar la teoría sistémica a la ciencia política fue proveer a esta última de una teoría general que la proveyera de un lenguaje unificado, de un referente teórico común, de un armazón conceptual sólido y de un marco de estudio y análisis ordenado. En este sentido la teoría sistémica lima las últimas deficiencias a la hora de definir la identidad teórica de las Ciencias Políticas respecto de otras materias como el Derecho la Filosofía y la Historia proponiendo un sistema como nueva unidad de análisis desde un punto de vista político por excelencia: el sistema político.

El término «sistema político» ha sido confundido con el de «forma de gobierno» porque alude a la estructura y funcionamiento de los poderes públicos. Los términos «forma de gobierno» o «régimen político» o «sistema de gobierno» o «modelo de gobierno» definen con distintos matices la forma de ejercitar el gobierno, es decir, los distintos tipos de poder por parte de poder gobernante, y una «estructura de gobierno» o es la forma en la que se estructura dicho poder, sin embargo el término «sistema político» define al sistema en el que se encuentra inmerso dicho poder y en el cual ha de desenvolverse para conseguir su objetivo. De esta forma posee una connotación más dinámica y compleja pues no se refiere aisladamente a las instituciones de gobierno o al resto de actores políticos que inciden sobre ellas, sino a la interdependencia del conjunto y al proceso de toma de gobierno.[1]

De igual manera se ha empleado en ocasiones erróneamente para referirse al concepto de «forma de Estado», que no sólo comprende poder al igual que el de «forma de gobierno», sino además territorio y población.

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[editar] Orígenes de la teoría sistémica en la ciencia política

Algunos politólogos e historiadores afirman que el concepto de sistema político se empieza a vislumbrar con Aristóteles y dentro del enfoque pseudosistémico aplicado a la política en el Leviatán de Hobbes. Sin embargo, es en el marco de la teoría general de sistemas, que surge del marco de estudio biológico desarrollado por Ludwig von Bertalanffy a mediados del siglo XX, cuando aparece con entidad el concepto dentro de la Politología y la Sociología occidental. Su origen se atribuye a autores como David Easton, Almond, M. Weinstein o H. Jaguaribe, que aplican por primera vez la teoría sistémica a la vida política, añadiendo a su fundamento la concepción estructuralfuncionalista del sociólogo estadounidense Talcott Parsons sobre el análisis sistémico y estructural de la vida social que define funcionalmente los procesos de cambio en la sociedad y la política.[2] Éste define cuatro funciones que deben ser realizadas por un sistema y que se hacen requisitos imprescindibles para atribuir efectivamente la conceptualización de sistema político a un ente determinado:[3]

De esta forma, el concepto nace a partir de la teoría general de sistemas y se ha vinculado históricamente a la teoría funcionalista.[1] En sus comienzos se formaron unas grandes expectativas alrededor del el análisis de sistemas tanto en su versión organicista y funcionalista, cuyos desarrollos elaboraban Easton y Almond y en su versión mecanicista y cuantitativa, elaborada por Kaplan.[4]

Así, ha desarrollado los conceptos y ha presentado un esquema de análisis político más organizado, generalizando una terminología propia e independiente del análisis jurídico e sociológico dominante antes de los años cincuenta. Sin embargo no se ha formalizado ni se han podido establecer las ecuaciones, principios o leyes que determinen mecanismo de funcionamiento del sistema. Los conceptos y presentar un esquema de análisis cualitativo más organizado y con una terminología propia e independiente del análisis jurídico y constitucional dominante antes de los años cincuenta.[5]

[editar] Conceptualizaciones

Principales definiciones del concepto de sistema político expuestas cronológicamente.

[editar] Definición de David Easton

El politólogo canadiense David Easton quería convertir la Política en una ciencia elaborando modelos abstractos que describieran las regularidades de los patrones y procesos en la vida política en general a través de la teoría de sistemas creando un enfoque de estudio de la política como ente biopolítico. El resultado de su trabajo se convierte en la primera definición del concepto efectivamente independiente del análisis jurídico y constitucional dominante antes de los años cincuenta en concordancia con la teoría organicista:

Un sistema político es un conjunto de interacciones políticas. Lo que distingue las interacciones políticas del resto de interacciones sociales es que se orientan hacia la asignación autoritaria[6] de valores a una sociedad.
David Easton, The Political System, 1969.[7]
Modelo de Easton.

Con esto quiere decir que lo que define a un sistema político es su función de distribuir valores que la sociedad considera útiles como el dinero, la educación, el poder, etc. Así, tomando un país como muestra de estudio, éste se configura como un sistema complejo, dentro del cual los elementos que lo integran, considerados como grupos o como individuos, interactúan de manera muy intensa en función de ciertas pautas de comportamiento. De esta forma, para Easton, lo que define a un sistema político es su función de distribuir valores que la sociedad considera útiles como el dinero, la educación, el poder, etc. Dichas interacciones operan mediante flujos entre entradas y salidas (inputs y outputs) a través de un cambio dinámico que se retroalimenta (feedback). Las entradas son las demandas y apoyos que el sistema recibe de los intereses de la sociedad. Éstas entradas se trasladan del ambiente social al sistema político responsable de la agregación y articulación de esas demandas, funciones que cumple la caja negra (black box), formada por aquéllos que ocupan determinados roles, sean individuos o grupos, los cuales son capaces de orientar los contenidos del proceso político; que actúan como filtro del sistema, a través de mecanismos de reducción y selección de demandas. Los outputs son la respuesta del sistema a aquellas demandas, las decisiones y acciones que se toman tras el proceso de decisión; que cuando interactúan con el entorno, generan nuevas demandas y apoyos, por lo que el proceso vuelve a comenzar. Este modelo se ha denominado circuito de retroalimentación, o de autoreproducción, o de autoperpetuación (feedback loop) y permite a las autoridades sondear el estado del sistema y corregir errores y perturbaciones.[1]

Su modelo principal estaba dirigido por una visión organicista de la política, como si ésta fuera un ser vivo. Su teoría es una declaración de lo que hace que los sistemas políticos se adapten, sobrevivan, se reproduzcan y sobre todo que cambien. De esta forma, con el apoyo de la teoría cibernética Easton crea un modelo de circuito cerrado cuyo interior funciona e interactúa, unidad básica del análisis, construyéndolo mediante abstracción; y denominándolo sistema político. Éste concentra distintos elementos entre los que define:

  • Comunidad política: grupo de personas vinculadas por una división política del trabajo.
  • Régimen político: conjunto de condicionamientos que tienen las interacciones políticas, que se compone por:
    • Valores: principios orientadores de la acción, objetivos a alcanzar.
    • Normas: elementos que explicitan que procedimientos son aceptables en la transformación y distribución de las las demandas.
    • Estructuras de autoridad: modelos formales e informales con los que el poder es organizado y distribuido.
  • Autoridad: característica común que poseen aquellos que ocupan roles activos en la política que llevan a cabo la gestión política de un sistema: poder legitimado.

A Easton le interesa especialmente la interacción que presenta el sistema con lo que conceptualiza como medio ambiente social. Este medio ambiente queda conformado por distintos niveles:

Medio ambiente
Nivel intrasocialNivel extrasocial
Nivel socialNivel no social o de sociedad globalNivel exterior a la sociedad global
Nivel económicoNivel ecológicoNivel económico internacional
Nivel culturalNivel biológicoNivel político internacional
Nivel social  
Nivel psicológico  
Nivel religioso  

El ambiente total, por tanto, puede dividirse en niveles partes: el ambiente intrasocial y el extrasocial. El primero se refiere a todos aquellos sistemas que pertenecen a la misma sociedad que el sistema político. Son segmentos funcionales de la sociedad. En cambio la parte extrasocial está formada por los sistemas que están fuera de la sociedad dada, es decir la sociedad global. Y es que Easton afirma que sistema político se rodea de otros ambientes, contemplándose como un sistema abierto también, ya que es influido e influye a los otros ambientes.

Easton interrelaciona el sistema político con su entorno socioeconómico y cultural a través de demandas y apoyos. Las primeras reflejan las insatisfacciones que genera el sistema, lo que exige cambios en la distribución de los valores societarios escasos. Los apoyos permiten buscar soluciones a las demandas que posibiliten su estabilidad. De esta forma evalúa al sistema político en su dinámica y no en su estática, considerando la existencia de una permanente crisis e inestabilidad que en agudos momentos de conflicto y conmociones pueden conducir a un cambio del sistema. Considera pues positivamente tanto a la estabilidad como el cambio, porque éste, en un momento determinado es el que puede favorecer la retroalimentación del sistema político.[8] De esta forma, el hecho de que algunos sistemas sobrevivan es porque generan una capacidad de respuesta a las perturbaciones que se vincula con su capacidad de adaptación a las mismas, permitiendo su supervivencia. Si el sistema sobrevive se denomina sistema político estable; si por el contrario quiebra se denomina sistema político disfuncional.

Esta definición ha sido criticada argumentando que, en el afán del autor de crear concepto de sistema político aplicable a cualquier forma de organización social en cualquier momento histórico y en todo espacio geográfico, éste ha quedado difuso e indeterminado.[5] En búsqueda de una mayor precisión elabora los conceptos de sistema parapolítico o también llamado sistema político interno. Al reconocer la existencia de sistemas parapolíticos, acepta que la evidencia de que la política ocurre en todas partes en donde se desarrolla un poder que busca lograr un objetivo.[9] Por otro lado, su continúa dirección hacia la estabilidad y el aislamiento al que somete al sistema fracasa a la hora de explicar rupturas o conflicto y rechaza cualquier accidente o input exterior que pueda distorsionar el sistemas. Destaca también que su modelo de competencia y ajuste frente los cambios a los que se ve sometido el sistema no considera modelos estables a dichos cambios por la escasez de competición política (totalitarismos y distopías). Pese a no ser falsable teoría influyó notablemente en la traducción pluralista en ciencia política hasta finales de los años sesenta donde destacan Harold Lasswell y Robert Dahl.

[editar] Definición de Jean William Lapierre

Jean William Lapierre realiza una definición a partir del trabajo de Easton pero tratando de menguar su generalidad:

Un sistema político es un conjunto de procesos de decisión que conciernen la totalidad de una sociedad global
Jean William Lapierre, L’analyse des systèmes, 1976.[10]

En este concepto hay implícita la distinción entre dos grandes categorías de decisiones: las relativas a la coordinación o regulación de las relaciones entre los grupos particulares, y las correspondientes a las acciones colectivas que comprometen o movilizan a la totalidad de la sociedad global, siendo las segundas la que configuran el sistema político. Sin embargo, esta afirmación ha sido criticada por parecer un objetivo prescriptivo más que una descripción de la realidad ya que existen decisiones que llamamos colectivas, y por tanto forman parte del sistema político, no afectan ni involucran a toda la sociedad global.[5]

[editar] Definición de Gabriel Almond

Gabriel Almond elucubró una definición propia del sistema político acorde con la teoría funcionalista:

Un sistema político es un sistema de interacciones, existente en todas las sociedades independientes, que realiza las funciones de integración y adaptación, tanto al interior de la sociedad como en relación con las otras, mediante el uso o la amenaza del uso de la violencia física más o menos leg intereses en formulaciones generales y por medio del reclutamiento de personal comprometido con una cierta orientación política.
    • Socialización y reclutamiento político: Formación de unas determinadas actitudes, valores y creencias para la posterior incorporación de los sujetos al sistema.
    • Comunicación política: Aplicación de los mismos reflejando el proceso de retroalimentación, de tal forma que el poder legitimado o no se relaciona con el objetivo.

Las principales críticas a esta definición argumentan la falta de concreción sobre la consideración de una sociedad como sociedad independiente, la limitación dentro del logro del objetivo de las vías de la violencia como sistema y que su trabajo responde a un esquema de conceptos en lugar una teoría sobre los sistemas políticos de naturaleza explicativa.[5]

[editar] Definición de Karl Deutsch

Karl Deutsch se basó en la teoría cibernética en consonancia con la mecanicista para construir un modelo de sistema político visto como si se tratara de un sistema de comunicación en el que el actor que busca obtener el poder ejecutivo es considerado un centro de toma de decisiones.[9] Para ello retoma las ideas de Easton y plantea la idea de un sistema político como un conjunto capaz de autodirigirse a partir de la información que recibe del medio ambiente con el cual interactúa mediante flujos.

Este modelo simplificado consiste en un diagrama que representa el flujo que parte de unos receptores que captan, seleccionan y procesan la información interna y externa. Las decisiones en el sistema se toman con base a estas informaciones, relacionadas con la memoria y los valores del sistema, simplificación de elementos que forman el sistema, y se traducen en unos determinados resultados o consecuencias que realimentan de nuevo el flujo de información.[11]

Los conceptos fundamentales de este enfoque según su autor son la carga, capacidad de carga, demora, delantera y ganancia. Éstos permiten la medición de los flujos y la construcción de indicadores de actuación del sistema.[11]

  • La carga es el total de información que es tomada en un momento dado.
  • La capacidad de carga es definida como una función del número y clase de los canales de disponibles.
  • La delantera es la capacidad del sistema para reaccionar anticipadamente con base a previsiones de consecuencias futuras.
  • La demora es una medida de la tardanza en informar y actuar sobre información referida a las consecuencias de las decisiones tomadas.
  • La ganancia es la extensión de la respuesta del sistema a la información que recibe.

Este modelo ha sido duramente criticado por ser especialmente mecanicista, estático y conservador, argumentando la inidioneidad de la analogía realizada entre los procesos políticos realizados por humanos, bastante más complejos que los procesos de información de las máquinas, y estos últimos, y la expectación que realiza en torno a los procesos de flujo de información, dejando en un plano secundario los resultados de las decisiones políticas.[12] De la misma forma, sobre sus indicadores se afirma que dejan de lado muchos aspectos sustantivos y cualitativos del proceso.[5]

[editar] Definición de Maurice Duverger

Maurice Duverger, jurista, politólogo y político francés del siglo XX, parte de la distinción existente entre los conceptos de institución política, régimen político y sistemas.

Un sistema político es el conjunto del sistema social estudiado en sus aspectos políticos
Maurice Duverger, Institutions politiques et droit constitutionnel (I. Les Grands Systèmes Politiques), París, 1955.[13]

Para Duverger el sistema político es la entidad en el cual confluyen los actores políticos. Las instituciones políticas son, a su vez, las partes integrantes de un subsistema político que es lo que se denomina régimen político.[5]

[editar] Definición de Samuel Phillips Huntington

Samuel Phillips Huntington es un politólogo y profesor de Ciencias Políticas estadounidense de la Universidad de Harvard, del siglo XX.

Un sistema político es un conjunto formado por unas determinadas instituciones políticas, que tienen unas determinadas expresiones formales identificables en el régimen jurídico, en relación con un cierto nivel de participación que se manifiesta en conductas observables empíricamente y referidas al ejercicio del poder político por medio de las instituciones y los actos del gobierno.
Samuel Phillips Huntington, Political Order in Changing Societies ("El orden político en las sociedades en cambio") New Haven, 1968.[14]

Según Samuel se podría definir el nivel de institucionalización de cualquier sistema político por la adaptabilidad, complejidad, autonomía y coherencia de sus organizaciones y procedimientos.

[editar] Definición de David Ernest Apter

David Ernest Apter es un politólogo estadounidense y profesor emérito de Política comparativa y Desarrollo social de la Universidad de Yale. David parte de una definición conductualista criticando el enfoque de sistemas afirmando que es demasiado aparatoso y alejado de la realidad, por lo que elabora una definición que trata de acercarse a la misma considerando pautas sociales y de conducta.[5]

Un sistema político es una formación que resulta de la relación entre las normas de una sociedad y las pautas de autoridad prevalecientes.
David Ernest Apter, The Politics of Modernization ("Estudio de la modernización") Chicago, 1965.[15]

Apter predijo que el futuro de la Ciencia política estaba más en el neoconductismo que en el neoinstitucionalismo.[15] Esta preidicción ha sido criticada afirmándose que parece que la Ciencia política no puede renunciar al estudio de las instituciones. Sin embargo, el análisis politológico ha incorporado una visión de sistema desde la ciencia del comportamiento, que le permite observar aquellos fenómenos que no visibles desde el punto de vista estricto del Derecho público y el Derecho constitucional.[5]

[editar] Sistematizaciones

Al existir varias definiciones del concepto también existen diversas tipologías de sistemas políticos. Éstas se construyen con fines esquemáticos o comparativos y presentan las mismas trabas que las que presentan la línea definitoria a la que pertenecen. La mayor dificultad se concentra en saber elaborar un modelo sinérgico entre la exacta generalidad teórica y la efectiva realidad empírica.

[editar] Esquema de Samuel Phillips Huntington

El esquema elaborado por el politólogo estadounidense Samuel Phillips Huntington obedece al cruce de dos variables que el autor identifica como claves para explicar el desarrollo político: el nivel de institucionalización del poder y el de participación política en el proceso de decisión. Este razonamiento queda reflejado en su obra Political Order in Changing Societies («El orden político en las sociedades en cambio»).[14]

Según su nivel de institucionalización los sistemas políticos se configuran con el poder ejercido a través de las leyes o a través de las personas. Por otro lado, la participación puede ser baja, estando restringida a un pequeño grupo de personas que concentran el poder legitimado (élite burocrática, aristócrata, adinerada, racional, demagoga...); puede ser media, cuando los grupos de las clases medias acceden a la política; o puede ser alta, cuando a estos dos tipos de grupos sociales se suman los sectores populares.

La relación entre ambas variables no pretende sólo crear esquemas de clasificación, sino que obedece a una hipótesis que pretende explicar la estabilidad del modelo. Esta hipótesis supone que existe una relación directamente proporcional entre la participación política y la institucionalización. A partir de ésta, Huntington deduce diferencias entre dos tipos básicos de sistemas políticos: los cívicos y los pretorianos.

Los sistemas políticos cívicos son los sistemas políticos que gozan de un nivel de institucionalización y adecuadamente proporcional al nivel de participación. Los sistemas políticos pretorianos son aquellos que poseen bajos niveles de desarrollo institucional y elevados niveles de participación, de tal forma que el pretorianismo es el resultado de un nivel de participación mayor que aquel que las instituciones pueden enfrentar. A partir de este modelo de dos variables Huntington identifica hasta seis tipos de sistemas políticos que configuran las características principales de varias formas de gobierno:

  Participación política
  Baja (tradicional)Media (transicional)Alta (moderna)
Relación de institucionalización
y participación
Alta (cívica)Sistema orgánicoSistema progresistaSistema de participación
Baja (pretoriana)Sistema oligárquicoSistema radicalSistema de masas


Este esquema muestra como el estudio de la política desde la perspectiva del comportamiento del sistema político da autonomía a la Politología. Así se ofrece una perspectiva para el estudio de los problemas de estabilidad, orden y cambio de los Estados y sociedades en desarrollo virtualmente imposible de llevar a cabo desde la perspectiva más tradicional del estudio de las formas de gobierno. De esta forma se produjo un importante cambio de perspectiva acerca de la relación entre modernización y estabilidad política al mostrar que no necesariamente una mayor participación política conduce a un sistema político desarrollado y sostenible.[5]

Además, en dicha obra realiza otro esquema barajando otras dos variables: el alcance las instituciones y la fuerza de las instituciones. De esta forma considera la influencia en las mismas de características como el nivel y distribución de la riqueza, del nivel y distribución del medio rural y urbano, y del nivel de corrupción, entre otros factores, determinando otros cuatro tipos de sistemas políticos:[14]

  Alcance de las instituciones estatales
  AltaBaja
Fuerza de las
instituciones estatales
AltaSistemas políticos establesSistemas políticos débiles
BajaSistemas políticos fuertesSistemas políticos inestables

La tipología de Huntington pone de relieve la importancia de analizar aspectos de comportamiento político con aspectos institucionales, pero sus conceptos a veces se alejan demasiado de las realidades institucionales de los países que estudia.

[editar] Esquema de David Ernest Apter

El politólogo estadounidense David Ernest Apter conceptualiza los sistemas políticos en base a dos variables: que valores dictan las normas de una sociedad influyendo en el proceso de decisión y cómo se ejerce este poder legitimado o autoridad. En su modelo los valores pueden representarse como ideologías o preceptos éticos o como metas sociales concretas; es decir, de modo instrumental o de manera consumatoria. La autoridad puede ser ejercida jerárquica o piramidalmente. Así, del cruce de las dos variables Apter se derivan cuatro tipos de sistemas:

  Autoridad
  JerárquicaPiramidal
NormasValores consumatoriosSistemas de movilizaciónSistemas teocrático
Valores instrumentalesSistemas burocráticosSistemas de conciliación

Los sistemas de movilización poseen una ideología política universalista que permite que las cuestiones de interés se pacten como cuestiones de valor. La forma de gobierno correspondiente a este sistema política son los totalitarismos que incluyen un líder carismático o profético que moviliza con una ideología proselitista. El sistema favorece el uso de técnicas como la demonización, la desinformación o el mesianismo. El líder ha de enfrentar el problema que Weber identificó como ritualización del liderazgo que conduce, a su vez, a la declinación de las creencias y la búsqueda del interés personal sobre el comunitario.

Los sistemas de conciliación son aquellos sistemas políticos en los que el proceso de decisión se produce en base a la búsqueda de una solución conciliadora para todos tomando especial importancia para la legitimación del poder los mecanismos de negociación, de los que depende el sistema. De esta forma se intenta influir en la decisión utilizando diversas técnicas para lograr que el resto de interlocutores se encuentre satisfecho con su decisión. Toma forma en modelos de toma de decisiones como el cubo de basura de March y Simon[16] o el poder horizontal de Pfeffer.[17]

Los sistemas burocráticos son aquellos sistemas políticos en los que el proceso de decisión se realiza atendiendo a que la legitimidad aparece en virtud de normas ya establecidas e institucionalizadas a través la tradición como proceso racional. Propenden a favorecer los reclamos de representación basados en el interés y los regulan de acuerdo a patrones institucionalizados y reconocidos. La forma de gobierno idónea por definición para este sistema es la burocracia.

Los sistemas teocráticos son aquellos sistemas políticos en los que el proceso de decisión se produce en base a normas ya establecidas e institucionalizadas en base a creencias de índole religioso o meramente ideológico. La forma de gobierno más idónea por definición para este sistema es la teocracia.

Esta tipología en ocasiones resulta es especialmente vaga, pero muestra el valor de tener en cuenta aspectos del funcionamiento del sistema, además de las instituciones; y puede servir de base para estudio de fenómenos políticos como el populismo.[18]

[editar] Esquema de Maurice Duverger

El jurista, politólogo y político francés Maurice Duverger analiza lo que él denomina como «los grandes sistemas políticos», que se corresponden con los sistemas políticos en auge durante momento histórico en el que escribió su obra, el siglo XX. Duverger realiza su tipología en función del sistema propicio para el resultado idealmente adaptativo de dos variables: el régimen político (democracia o dictadura) y el sistema económico (socialismo o capitalismo). De las combinaciones en las que estos regímenes pueden aparecer y desarrollarse dentro de un sistema se obtienen cuatro tipos de sistemas políticos:

 Democracia socialistaDictadura capitalista
Democracia liberalSistema liberalSistema capitalista
Dictadura socialistaSistema socialistaSistema autoritario

La tipología de Duverger está fuertemente influida por la situación histórica que analizó para construirla siendo su elaboración teórica menos desarrollada con respecto a las anteriores. Su valor está en que pone de manifiesto la importancia de tener en cuenta las instituciones efectivamente existentes a la hora de teorizar sobre los sistemas políticos.

[editar] Véase también

[editar] Referencias

  1. a b c d Ignacio Molina, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, "Conceptos Fundamentales de Ciencia Política", Alianza Editorial ISBN 84-206-8653-0.
  2. Ver al respecto:
    • Charleswoeth, Contemporary Political analysis 1967, p.164.
    • Weinstein, Sistematic Political Theory, Ohio, 1971, p.12.
    • Jaguaribe, H. Political Development: a general theory and a latin american case study, Nueva York, 1973, p.138.
  3. Talcott Parsons, The Social System (El sistema social), 1951.
  4. Willliam Mitchell, Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales de 1968.
  5. a b c d e f g h i Ángel Álvarez, Sistemas políticos Concepto, acceso 2 de diciembre de 2007.
  6. Autoridad: poder legitimado.
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[editar] Enlaces externos

Commons

POLÍTICA/FORMAS DE GOBIERNO: EL GOBIERNO. El gobierno (del griego κυβερνάω o kubernao o "capitán de un barco"), en general, son las autoridades que dirigen, controlan y administran las instituciones del Estado el cual consiste en la conducción política general o ejercicio del poder del Estado. En sentido estricto, habitualmente se entiende por tal al órgano (que puede estar formado por un Presidente o Primer Ministro y un número variable de Ministros) al que la Constitución o la norma fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder político sobre una sociedad.

Gobierno

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El gobierno (del griego κυβερνάω o kubernao o "capitán de un barco"), en general, son las autoridades que dirigen, controlan y administran las instituciones del Estado el cual consiste en la conducción política general o ejercicio del poder del Estado. En sentido estricto, habitualmente se entiende por tal al órgano (que puede estar formado por un Presidente o Primer Ministro y un número variable de Ministros) al que la Constitución o la norma fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder político sobre una sociedad.

En términos amplios, el gobierno es aquella estructura que ejerce las diversas actividades estatales, denominadas comúnmente poderes del Estado (funciones del Estado). El gobierno, en sentido propio, tiende a identificase con la actividad política.

El gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a éste por el elemento poder. El gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado permanece idéntico. En ese sentido, el gobierno es el conjunto de los órganos directores de un Estado a través del cual se expresa el poder estatal, por medio del orden jurídico. Puede ser analizado desde tres puntos de vista: según sus actores, como un conjunto de funciones, o por sus instituciones.

Contenido

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[editar] Objetivos del gobierno

La misión del gobierno es crear un sistema de auto-protección social para y con las familias que viven en el Estado, seguro al largo plazo, autofinanciable, de muy buena calidad y sin corrupción. Prioritariamente asegurar el futuro de la salud, educación, crédito, propiedad, pensión, vivienda.

A diferencias de las ONG, la estrategia del gobierno es recaudar aportes obligatorios de todos los miembros del Estado, hechos en dinero, para construir infraestructura y empresas de servicios públicos.

Históricamente, el primer Gobierno se forma en la tribu, como una forma de coordinar el pleno aprovechamiento de los recursos humanos, Naturales, Instalaciones y herramientas, etc. de la misma, para generar el máximo de satisfactores que satisfagan las necesidades de la tribu, en alimentación, seguridad, etc.

Después, se ha establecido el "Ejecutivo" como ente coordinador, el "Legislativo" como generador de leyes y el "Judicial" como encargado de hacer que las leyes se cumplan.

Actualmente hay un grupo de investigadores y empresas seriamente preocupados por el hecho de que el gobierno es una organización de autoprotección social poco segura al largo plazo, que tal vez no sea capaz de asegurar los servicios de protección social a futuro, cuando la especie alargue su esperanza de vida por encima de los 100 años. Estos investigadores están desarrollando ONG alternativas.

[editar] Órganos de gobiernos

Suele aludirse que el gobierno se divide en poderes, pero en realidad se divide en órganos con distintas funciones:

  • según su inicio: órganos constitucionales, investidos por la constitución como el poder legislativo o subordinados, es decir que son derivados de órganos constitucionales como el ministerio de trabajo
  • según su estructura: pueden ser simples, como un ministerio o complejos, como el poder judicial.
  • según su composición: individuales, dirigido una persona como el ejecutivo o grupales, actuados por un conjunto de persona como el congreso.
  • según sus funciones: equivalen a los poderes judiciales, legislativos y ejecutivos y los que crean convenientes.

[editar] Formas de gobierno

Artículo principal: Forma de gobierno

Una forma de gobierno es un sistema por el cual las autoridades de un estado gobierna las instituciones. Algunas de las formas de clasificar a los gobiernos es: según la época, el número de gobernantes, según la forma de ejercer el poder o la estructuración de un órgano.

[editar] Monarquía, aristocracia y república

Artículos principales: Monarquía, Aristocracia y República

Fue Aristóteles quien realizó una de las primeras clasificaciones, pues tomó en cuenta el número de gobernantes y estableció: Gobierno de uno: Monarquía, de varios: Aristocracia, de todos: República. Otro punto fue cómo era la manera en que se ejercía el gobierno; estableciendo diferencias entre las formas puras e impuras, ya que era pura cuando el gobierno se ejercía en beneficio e interés de todos y se practicaba la justicia, e impura cuando se buscaba el interés de los gobernantes. Aristóteles enlaza las formas puras con las impuras. Dice que el gobierno de uno basado en el interés general se llama Monarquía. El de algunos sea cual fuere el número, se llama Aristocracia, o sea el gobierno de los mejores; y el de todos: República.

[editar] Monarquías y repúblicas

La clasificación bipartita se remonta a Maquiavelo que dividía los gobiernos en Principados y Repúblicas, según que el gobernante estuviera sometido a las leyes que él mismo dictaba o que estuviera por encima de la ley. Montesquieu distingue las siguientes clasificaciones de gobierno: republicano, que es aquel en el cual el pueblo ejerce el poder soberano; el monárquico, gobierno de uno, pero de acuerdo a reglas fijas y establecidas; y el despótico también gobierno de uno, pero que actúa sin ley ni regla y dirige a voluntad y capricho.

Pero la clasificación que mencionan los autores como fundamental, entre las bipartitas, es la de Jellinek ya que se basa exclusivamente en el elemento jurídico.

Señala que la cuestión de las diferentes formas políticas, es la misma que las diferencias jurídicas que presentan las constituciones, o sea la forma por la cual se establece el modo de formación de la voluntad estatal. En los casos en que el Estado se forme de manera natural, habrá Monarquía; pero si se forma de manera jurídica, es decir, por un procedimiento mediante el cual se logre la conjunción de varias voluntades individuales, habrá República.

En la Monarquía todo depende de la voluntad del Monarca, la expresión de la voluntad del Estado es la manifestación de la voluntad del Rey. De esta manera se abarca la clasificación de las formas políticas existente en todas la épocas, porque lo que caracteriza el gobierno monárquico es siempre que la voluntad etática es la voluntad psicológica de una persona y lo que caracteriza a la República es que lo que se llama voluntad del Estado es el resultado de un proceso jurídico.

[editar] Democracia y totalitarismo

Los criterios de clasificación actuales se atienen más al contenido que a la forma, se trata de separar los gobiernos no por el número de gobernantes, sino por la forma cómo se ejerce el poder o según la distribución de las competencias entre el individuo y el Estado, según el modo como se toman en consideración los gobernantes los derechos individuales (libertad de opinión, de prensa, de reunión, de pensamiento, de creación, de partidos políticos, de enseñanza). Lo más correcto es separar los gobiernos en democráticos y totalitarios, según se reconozca la libertad de intervenir en el gobierno a los individuos o no, según se admitan los derechos fundamentales.

[editar] Totalitarismo

Artículo principal: Totalitarismo

La base de esta concepción es el transpersonalismo; todo lo abarca el Estado y por eso puede imponer sus ideas, su enseñanza, etc. En esta forma de gobierno todas las competencias residen en el Estado; éste orienta los individuos de tal manera que se hace necesario que sean suprimidos los derechos individuales. El Estado totalitario no se caracteriza porque en él no se votó o porque no se cuente con el apoyo de la mayoría; se caracteriza porque en él no hay auténtica libertad de opinión. Las libertades individuales son absorbidas por el estado y se ejercitan según el interés y el fin estatal. Exteriormente la organización gubernativa es muy similar a la democrática, pero es sólo aparente.

La vida política y la económica no tendrán la posibilidad de florecer fuera de las doctrinas y directivas que dominan en el gobierno.

El poder judicial estará sometido a una misma concepción y el Juez tendrá un campo de acción mucho más amplio que en la Democracia, puesto que no hay derechos individuales que salvaguardar y la justicia debe ejercerse imponiendo concepciones vagas, en función de los fines del Estado, interpretada por el Gobierno o el partido gubernativo.

El totalitarismo como bien se dice abarca todo, es un tipo de gobierno aspiradora, absorbe al individuo por completo y no acepta a las religiones por ningún motivo.

[editar] Otras clasificaciones modernas

[editar] Democracia clásica u occidental

De acuerdo con el reconocido filósofo catedrático Ismael Iván Santaella Solorio y en conjunto con catedráticos. La base es el reconocimiento a la eminente dignidad humana, basando la organización estatal en el objeto de fomentar las múltiples posibilidades que derivan de dicha persona. La forma de gobierno se basa en el predominio de la mayoría, pero con respeto a las minorías. Lo que conduce al pluripartidismo. En cuanto al funcionamiento se señala:

  • Pluralidad de órganos constitucionales y la aceptación de la teoría de separación de poderes.
  • Constitución rígida y un control de constitucionalidad de las leyes ordinarias.
  • Parlamento electivo.
  • Una amplia tutela jurisdiccional de los derechos públicos subjetivos y particularmente los derechos de la libertad civil.
  • Descentralización amplia.
  • Ideas parlamentadas.

[editar] Estado socialista contemporáneo

Artículo principal: Estado socialista

El Estado socialista se apoya en principios políticos y jurídicos contrarios, lo que produce diferencias estructurales. El Estado, está inspirado en la doctrina marxista y a menudo en la interpretación de ésta a través de los gobiernos (como fue en la Unión Soviética, el partido comunista).

La pluralidad de órganos constitucionales y división de poderes son sustituidos por una serie de órganos colegiados de elección popular directa (Soviet), con amplios poderes sobre la base de la unidad del poder estatal.

Pierde significado la rigidez constitucional y también se considera inútil el principio de inconstitucionalidad de las leyes pues los casos dudosos se resuelven a través de decisiones políticas dentro del presidium.

El Parlamento (o Soviet) puede presentarse bajo un aspecto bicameral dentro de los Estados Federales.

La tutela de los derechos públicos subjetivos pierde mucho valor, pues se considera que el Estado (y el partido) garantiza de hecho el ejercicio de todos los derechos, especialmente los sociales y económicos a los ciudadanos.

Pese a la descentralización, acogida en gran escala en los países socialistas se consagra a la vez, el principio de centralismo democrático.

Es una característica de estos Estados la socialización integral de la producción a través del sistema de planificación económica.

[editar] Democracia directa, representativa y semirepresentativa

El gobierno directo es aquel en el cual el pueblo ejerce directamente las funciones de gobierno, actúa realizando actos de gobierno sin representantes. Este régimen no existe actualmente y puede afirmarse que nunca se realizó, en Estado alguno. Sólo ha sido posible en pequeñas circunscripciones (Municipios, Cantones suizos, etc.).

Se ha dicho que en Grecia se practicó Democracia directa; lo que no es exacto, pues si bien el pueblo se reunía en el Ágora para discutir y resolver las cuestiones de gobierno, era en realidad una aristocracia ya que estaban excluidos los extranjeros, esclavos y mujeres. En la época moderna todos los autores citan como ejemplo de gobierno directo los cantones suizos. Pero en realidad esas reuniones eran esporádicas y en ellas se limitaban a votar por si o por no a los proyectos sometidos a su consideración. El gobierno directo es una forma teórica y actualmente imposible de practicar, por el aumento de población de los Estados y la complejidad de la tarea gubernativa, cada vez más técnica.

El gobierno representativo es aquel en el cual las funciones de gobierno son realizadas por los representantes del pueblo. Actualmente la casi totalidad de los regímenes de gobierno son representativos. Los gobernantes son considerados “representantes” de la ciudadanía y son ungidos en su calidad de tales mediante el sufragio. Este es el único contrato del elegido con el elector; el pueblo solamente tiene derecho de elección, la relación de representación se desarrolla a través del partido político. El representante no puede ser revocado, porque sus electores no tienen ningún contrato después del voto, salvo a través del partido político. Teóricamente el votante se inclina por un partido político por adhesión al programa de gobierno que éste propugna y vota por los candidatos de ese partido. Por esa razón el representante debiera cumplir con el programa y las autoridades del partido controlar su actuación. El régimen semi-representativo es aquel que participa de ambos sistemas; el gobierno se realiza indirectamente por medio de representantes, pero el pueblo realiza directamente algunos actos de gobierno, es decir que no limita su intervención al sufragio, sino que a veces utiliza formas de gobierno directo: plebiscitos, referendos, iniciativa popular.

[editar] Véase también

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