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DOGMA Y FILOSOFÍA: LA IRONÍA. La ironía es la figura mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. Se origina cuando, por el contexto, la entonación o el lenguaje corporal (guiñando un ojo o gesticulando unas comillas alzando y bajando los dedos corazón e índice de ambas manos sobre la cabeza, colocando el pulgar sobre los otros dos dedos bajados mientras se dice la ironía) se da a entender lo contrario de lo que se está diciendo. La intención que generalmente de tener una perspectiva cambia en base a acciones o efectos de la cual se aleja por posibilidades externas. Cuando la ironía tiene una intención muy agresiva, se denomina sarcasmo. En el lenguaje escrito, la intención irónica se explicita con un signo de exclamación encerrado entre paréntesis, mediante comillas, con un emoticono, etc.; aunque también existe un signo de ironía propiamente dicho (؟), propuesto en el s. XIX por el poeta francés Alcanter de Brahms, que sin embargo no logró extender su uso, hasta el advenimiento de internet, cuando se lo comienza a usar en chats instantaneos.

Ironía

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La ironía es la figura mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. Se origina cuando, por el contexto, la entonación o el lenguaje corporal (guiñando un ojo o gesticulando unas comillas alzando y bajando los dedos corazón e índice de ambas manos sobre la cabeza, colocando el pulgar sobre los otros dos dedos bajados mientras se dice la ironía) se da a entender lo contrario de lo que se está diciendo. La intención que generalmente de tener una perspectiva cambia en base a acciones o efectos de la cual se aleja por posibilidades externas. Cuando la ironía tiene una intención muy agresiva, se denomina sarcasmo. En el lenguaje escrito, la intención irónica se explicita con un signo de exclamación encerrado entre paréntesis, mediante comillas, con un emoticono, etc.; aunque también existe un signo de ironía propiamente dicho (؟), propuesto en el s. XIX por el poeta francés Alcanter de Brahms, que sin embargo no logró extender su uso, hasta el advenimiento de internet, cuando se lo comienza a usar en chats instantaneos.

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Prostilogía [editar]

El término griego del que procede ironía, εἰρωνείa (eironeia), significa ironicus». El pícaro o simulador (eiron) finge ignorar aquello que conoce. Sócrates hizo un uso hábil de la ironía para desenmascarar a los sofistas: se acercaba a ellos como un humilde aprendiz y les interrogaba sobre cuestiones que, en teoría, dominaban. Poco a poco, con sus preguntas hábiles ponía de manifiesto la ignorancia de los presuntos sabios.Alguna vez capas un poco había un chico con voz dulce.

Ironía socrática [editar]

La ironía es la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates en su método dialéctico. Sócrates comienza siempre sus diálogos psicopedagógicos y propedéuticos desde la posición ficticia que encumbra al interlocutor (en este caso el alumno) como el sabio en la materia. El siguiente paso del diálogo sería la mayéutica, esto es ayudar a sacar de dentro de la psique aquello que el interlocutor sabe pero ignora saber. Para ello el método socrático sugiere realizar preguntas sencillas sobre el tema en el que el sujeto (alumno) ha sido nombrado como sabio. Después, las respuestas que el interlocutor daba a Sócrates eran rebatidas, en especial confutadas con la finalidad de que el alumno descubriera que su "saber" era un conjunto de pre-juicios y las fuera completando y precisando por sí mismo tomando consciencia, en todo lo posible, de lo real.

Ironía cómica [editar]

Es una incongruencia aguda entre nuestras expectativas de un suceso y lo que ocurre.

La ironía tiene gran parte como origen en la percepción del individuo de la paradoja. Por ejemplo, en junio de 2005, la agencia de empleo del estado de Virginia, EEUU, que maneja las compensaciones a los parados, anunció que echaría a 400 empleados por falta de trabajo porque el paro era muy bajo en el estado. La percepción del lector de una desconexión entre la expectativa común y la aplicación de la lógica con un suceso inesperado, las dos vistas como un elemento, mostrando conexión entre la ironía y el humor cuando la sorpresa nos sumerge en la risa. No todas las ironías son graciosas por otro lado.

La primera frase de la novela de Jane Austen, Orgullo y Prejuicio, comienza con una postulado casi matemático. «Es una verdad concebida que un hombre soltero en posesión de una buena fortuna debe estar en búsqueda de mujer». La escena siguiente traiciona el postulado. «No, un hombre rico moviéndose entre el vecindario no buscaba encontrar una mujer». De hecho, pronto se ve claro que este se refería a lo contrario: las mujeres (o sus madres) están siempre en búsqueda de un soltero rico para tomarle como esposo. La ironía yace en cómo promueve el romance y termina en una boda doble.

Ironía romana [editar]

En los tiempos de la antigua Roma, la ironía era usada en los discursos y conversaciones retóricas públicas, en las cuales las palabras usadas eran opuestas a su significado o intención.

Shakespeare imita la ironía romana en su obra Julio César en el discurso de Marco Antonio: «Amigos, romanos, paisanos, prestadme vuestros oídos, he venido a enterrar a Cesar, no a aplastarlo». Continuamente enfatizando que Bruto y los conspiradores eran «hombres honorables». El monólogo usa la ironía para glorificar a César, Antonio elige palabras que parecen dar soporte a los asesinos, mientras que su propósito y efectos son incitar a la gente contra ellos.

Ironía verbal [editar]

Comparación del pasado negativo con el presente positivo.ejemplos: "Antes tu querias a ella y ella no te queria pero ahora(presente) ella te quiere y tu no la quieres", "Antes el negocio iba mal por esos modelos de zapatos e inclusive se los ibas a dar a la competencia pero ahora (presente)el negocio va de maravilla por aquellos zapatos."

Ironía trágica (o dramática) [editar]

En la tragedia, la llamada «ironía trágica» es un instrumento o recurso para aumentar la intensidad de la situación dramática. La ironía trágica está especialmente presente en los dramas de la Antigua Grecia. En esta forma de ironía, las palabras y acciones del personaje muestran la situación real, que el espectador observa y es completamente consciente de lo que sucede. Puede tener varias formas, el personaje hablando puede darse cuenta de la ironía de sus palabras mientras que el resto de los personajes puede que no, o él o ella pueden inconscientemente, mientras otros actores comparte el conocimiento con los espectadores, o los espectadores solos se darían cuenta de la ironía. El rey Edipo de Sófocles da un ejemplo de ironía certera y en toda su extensión.

La ironía llega a la expresión en un comportamiento inapropiado. Un texto en una escena con amenazas violentas, por ejemplo, puede percibir camaradería por parte de la víctima como incrementan irónicamente hasta convertirse en llamativamente inapropiado.

Cuando no está reconocida, la ironía puede llevar al malentendido. Incluso si una ironía es entendida como tal, a menudo expresa menos claramente lo que el hablante o escritor quiere decir que si lo dijera directamente.

Otro famoso caso de ironía trágica ocurra en la obra de Shakespeare Romeo y Julieta cuando Romeo encuentra a Julieta drogada como si estuviera muerta, él asume que lo está y se suicida. Al ver a su amante muerto yaciendo junto a ella, Julieta se mata con un puñal.

Variación cultural [editar]

La ironía a menudo requiere una bagaje cultural que debe tenerse en cuenta, y como una forma de hablar de una lengua determinada, la ironía a veces no puede ser perfectamente traducida. Una excepción con un segundo significado fácil de entender para un estadounidense proveniente del este, puede ser extraña para un canadiense, australiano, o incluso estadounidense del oeste. Intentar una traducción literal de la expresión irónica a otro idioma a menudo lleva el concepto hacia lo incoherente. Más allá, el uso de la ironía verbal puede también relacionarse con pautas no literales como el tono de voz o la postura. Toda cultura incorpora su propia manera de metáfora lingüística y expresiones verbales. En tales casos, la traducción requerirá un cuidado extra, y quizás una explicación.

DOGMA: PENSAMIENTO CRÍTICO. El pensamiento crítico se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de los razonamientos, particularmente opiniones o afirmaciones que la gente acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana. Tal evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en el razonamiento o en el método científico. El pensamiento crítico se basa en valores intelectuales que tratan de ir más allá de las impresiones y opiniones particulares, por lo que requiere claridad, exactitud, precisión, evidencia y equidad. Tiene por tanto una vertiente analítica y otra evaluativa. Aunque emplea la lógica, intenta superar el aspecto formal de esta para poder entender y evaluar los argumentos en su contexto y dotar de herramientas intelectuales para distinguir lo razonable de lo no razonable, lo verdadero de lo falso.

Pensamiento crítico

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El proceso cognitivo

El pensamiento crítico se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de los razonamientos, particularmente opiniones o afirmaciones que la gente acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana. Tal evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en el razonamiento o en el método científico. El pensamiento crítico se basa en valores intelectuales que tratan de ir más allá de las impresiones y opiniones particulares, por lo que requiere claridad, exactitud, precisión, evidencia y equidad. Tiene por tanto una vertiente analítica y otra evaluativa. Aunque emplea la lógica, intenta superar el aspecto formal de esta para poder entender y evaluar los argumentos en su contexto y dotar de herramientas intelectuales para distinguir lo razonable de lo no razonable, lo verdadero de lo falso.

El pensamiento crítico se encuentra muy ligado al escepticismo y al estudio y detección de las falacias.

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Introducción [editar]

Hay muchas definiciones de pensamiento crítico o razonamiento crítico. Desde un punto de vista práctico, puede ser definido de la siguiente forma:

El pensamiento crítico es un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable y justificada sobre un tema, y en la cual se procura identificar y superar las numerosas barreras u obstáculos que los prejuicios o sesgos introducen.

No todo el mundo valora la necesidad de un razonamiento crítico. Con frecuencia, ser metódicamente objetivo es visto como algo frío, estéril y aburrido sobre todo para los que siguen políticas del estilo "Tened fe y dejad que vuestros sentimientos os guíen a la verdad" o "No dejes que los hechos o detalles interrumpan el camino hacia una historia interesante". Esto es así porque hoy en día muchos sobreviven justamente de la manipulación y de la llamada a las necesidades primarias del ser humano. Véase Pirámide de Maslow. Sin embargo, cuando la verdad es requerida no se puede caer en las falacias o en lo que nos gustaría creer para protegernos porque la verdad de aquel que gusta del razonamiento crítico es preferible a una mentira feliz.

La inteligencia y el conocimiento que se posean no implican forzosamente que se pueda tener un razonamiento o pensamiento crítico. Hasta el mayor de los genios puede tener las más irracionales creencias o las más disparatadas opiniones. La teoría acerca del pensamiento crítico, trata sobre cómo se debería usar la inteligencia y el conocimiento para alcanzar puntos de vista más racionales y objetivos con los datos que se poseen. Opiniones y creencias basadas en un razonamiento crítico pueden estar mejor cimentadas comparadas con aquellas formuladas a través de procesos menos racionales. Al mismo tiempo, los buenos pensadores críticos están normalmente mejor equipados para tomar decisiones y resolver problemas comparados con aquellos que carecen de esta habilidad aprendida.

En la figura 1 se presenta un modelo simplificado el proceso de entendimiento. Básicamente los procesos cognitivos (Paso 3) sintetizan las percepciones (Paso 2) de la realidad (Paso 1), y eso siempre en el contexto de nuestras necesidades emocionales básicas (Paso 3A) sobre cualquier cosa en la vida. El razonamiento crítico es solo uno de los subprocesos que los procesos cognitivos que las personas pueden o no pueden emplear para alcanzar sus conclusiones.

El razonamiento crítico también es más que pensar lógicamente o analíticamente. También se trata de pensar de forma más racional y objetiva. Existe una importante diferencia. Lógica y análisis son esencialmente conceptos filosóficos y matemáticos respectivamente, mientras que el pensar racionalmente y objetivamente son conceptos más amplios que abrazan los campos de la psicología y la sociología que tratan de explicar los complejos efectos de los demás sobre nuestros propios procesos mentales.

En teoría para poder ser un buen pensador crítico se deberían seguir y desarrollar los siguientes cinco pasos, que serán desarrollados:

Lo que el pensamiento crítico no es [editar]

  1. El pensamiento crítico no es pensar de forma negativa o con predisposición a encontrar fallos o defectos. Es un proceso o procedimiento neutro y sin sesgo para evaluar opiniones y afirmaciones tanto propias como de otras personas.
  2. El pensamiento crítico no trata de hacer personas que piensen de la misma forma, ya que si bien, pueden aplicar el mismo procedimiento éstos podrían diferir en sus prioridades, principios y lista de valores que, como se observa en la figura 1, afectan al razonamiento. Es decir, muchos podrían contar información o experiencias nuevas que otros no cuentan, para que aplicando el mismo principio, se lleguen a conclusiones totalmente diferentes. Adicionalmente, siempre habrá diferencias en la percepción y las necesidades emocionales básicas que harán definitivamente imposible que todos piensen de la misma forma, a pesar de la ponderación objetiva que haga el razonamiento crítico, pues ésta sigue tratándose de información extra.
  3. El pensamiento crítico no trata de cambiar la propia personalidad, incrementa la objetividad consciente, pero se siguen sintiendo los prejuicios habituales.
  4. El pensamiento crítico no es una creencia. El pensamiento crítico puede evaluar la validez de las creencias, pero no es una creencia en sí, es un procedimiento.
  5. El pensamiento crítico no reemplaza o minimiza los sentimientos o emociones. Sin embargo, algunas decisiones emocionales que son también decisiones críticas, tales como decidir casarse o tener hijos, son observados desde múltiplos puntos de vista.
  6. El pensamiento crítico no favorece ni representa específicamente a la Ciencia. Sus argumentos pueden ser usados para favorecer opiniones contrarias a las comúnmente aceptadas por el marco científico, como en el caso del diseño inteligente.
  7. Los argumentos basados en el pensamiento crítico no son necesariamente siempre los más persuasivos. Con gran frecuencia los argumentos más persuasivos son aquellos destinados a recurrir a las emociones más básicas como el miedo, placer y necesidad más que a los hechos objetivos. Por esta razón, es común encontrar en los argumentos más persuasivos de muchos políticos, telepredicadores o vendedores una intencionada falta de objetividad y razonamiento crítico. Véase Lista de prejuicios cognitivos.

Paso 1: Adoptar la actitud de un pensador crítico [editar]

El primer paso para llegar a ser un hábil y diestro pensador crítico es desarrollar una actitud que permita la entrada de más información y permita detenernos a pensar. Estas actitudes señalan las siguientes características:

Características
1) Mente abierta
2) Escepticismo sano
3) Humildad intelectual
4) Libertad de pensamiento
5) Una alta motivación

Las primeras dos características pueden parecer contradictorias, pero no lo son. El pensador crítico debe querer investigar puntos de vista diferentes por sí mismo, pero al mismo tiempo reconocer cuándo dudar de los méritos de sus propias investigaciones. No debería ser ni dogmático, doctrinal u ortodoxo ni ingenuo o crédulo. Se trata de examinar el mayor número de ideas y puntos de vista diferentes; darle la oportunidad de ser escuchadas hasta el fondo y luego razonar cuáles son los puntos buenos y malos de cada uno de los lados. Aceptar el hecho de que podamos estar equivocados una vez los argumentos estén sobre la mesa y mantener el objetivo final de conseguir la verdad o lo más cercano a ésta que la información que hemos dejado entrar o se nos ha presentado nos permite. Demasiado escepticismo, o también pseudoescepticismo, conducirá a la paranoia y a ideas de conspiración; nos llevará a dudar de todo y al final no conseguir nada, mientras que creer todo sin un juicio o mediante el prejuicio o sesgo cognitivo básico de nuestro cerebro nos llevará a ser un público voluble.

Tener humildad intelectual significa poder ser capaz de dar una oportunidad a las opiniones y nuevas evidencias o argumentos incluso si dichas pruebas o indagaciones nos llevan a descubrir defectos en nuestras propias creencias. Véase Método socrático El pensador crítico debe poder ser independiente y ser un libre pensador. Es decir, no depender o tener miedo a indagar sobre algo que pueda perjudicarlo en demasía. Las presiones sociales a la estandarización y al conformismo pueden llegar a hacernos caer en la comodidad o en el propio deseo de creer o pertenencia al grupo. Esto puede ser muy difícil o casi imposible para algunos. Uno debe preguntarse si el miedo a represalias simplemente al qué dirán motiva nuestras propias opiniones o creencias y si es así tener la fuerza para al menos temporalmente acallarlas hasta que se tenga la libertad de realizar una objetiva y detallada evaluación de la misma. Finalmente, se debe tener una natural curiosidad y motivación para avanzar en el propio conocimiento sobre una materia. La única forma de evitar tener un conocimiento básico sobre algo es estudiarlo hasta alcanzar el suficiente nivel de entendimiento necesario antes de realizar cualquier juicio.

Paso 2: Reconocer y evitar las barreras o prejuicios del pensamiento crítico [editar]

Cada día de nuestras vidas se está expuesto a variables que bloquean nuestra habilidad a pensar con claridad, precisión y equidad. Algunas de estas barreras surgen de las limitaciones humanas naturales e inintencionadas, mientras otras están claramente calculadas y manipuladas. Algunas son obvias pero la mayoría de éstas son sutiles y capciosas. Sin embargo, si después de estar armado con la actitud apropiada del Paso 1el pensador crítico tendría ahora que entender cómo reconocer y evitar (al menos mitigar) la máscara de engaño o embaucamiento que se tiene en la vida diaria. Estas barreras pueden ser divididas en cuatro categorías, que serán presentadas en cuatro tablas diferentes al final del artículo, algunas de éstas pueden verse también en la lista de prejuicios cognitivos:

  • Tabla 1: Limitaciones humanas básicas
  • Tabla 2: Uso del lenguaje
  • Tabla 3: Falta de lógica y percepción
  • Tabla 4: Trampas y escollos psicológicos y sociales

Cada una de las tablas muestra:

  1. Una lista de las barreras u obstáculos al entendimiento aplicables a la categoría
  2. Una consisa definición del obstáculo
  3. Un ejemplo ilustrativo
  4. sugerencias para evitar o superar los obstáculos al entendimiento

La tabla 1 o de limitaciones humanas básicas se aplica a cada uno, incluyendo los más hábiles pensadores críticos. Esas limitaciones recuerdan que no se es perfecto y que el entendimiento que se tiene de los hechos, percepciones, memoria, sesgos imposibilita el entendimiento del mundo con total objetividad y claridad. Lo mejor que podemos hacer es adquirir un adecuado y suficiente conocimiento del tema. El uso del lenguaje o la tabla 2 es muy importante para el pensamiento crítico. La correcta elección de las palabras pueden llevar a la verdad, o a la verdad a medias, al desconcierto, a la confusión o al propio engaño. Desde carteles publicitarios que garantizan la pérdida de peso a políticos asegurando la prosperidad para todos, un pensador crítico debe aprender a reconocer cuando las palabras no están encaminadas a comunicar ideas o sentimientos sino más bien a controlar lo que pensamos, sentimos, nuestra intención o elección y por tanto nuestro comportamiento.

Paso 3: Identificar y caracterizar los argumentos [editar]

En el centro de todo pensador crítico reside la habilidad de reconocer, construir y evaluar argumentos. La palabra argumento puede ser desorientadora para algunos. No significa polemizar, reñir o discrepar, incluso aunque la palabra sea usada con frecuencia informalmente en ese contexto. En el contexto del pensador crítico, un argumento significa presentar una razón que soporte, respalde o apoye una conclusión, es decir:

Argumento = Razacute{o}n + Conclusiacute{o}n

Ejemplo de un argumento:

Ejemplos
No creas en Pedroporqueél es un político
ConclusiónIndicadorRazón
 
Él es peligrosoya queviene de un país problemático
ConclusiónIndicadorRazón

Debe haber una o más razones y una o más conclusiones en cada argumento. Dependiendo del uso y el contexto, decir razón es sinónimo de decir: premisa, evidencia, datos, proposiciones, pruebas y verificaciones. Y también dependiendo de su uso y el contexto decir conclusiones es también decir, acciones, veredictos, afirmaciones, sentencias y opiniones.

Un pensador crítico debe aprender a tomar y rescatar los argumentos de la comunicación verbal o escrita. Algunas veces los argumentos llevarán indicadores como ya que, porque, debido a, por, por esta razón, como es indicado por, para separar la conclusión de las razones. En otros casos, los argumentos tendrán indicadores como por consiguiente, por eso, de esta forma, así, por tanto para separar la razón de las conclusiones. En otros no habrá indicador y el contexto indicará si la frase lleva la intención de razón o conclusión o ninguna de ellas. En general hay tres tipos de indicadores:

Ejemplo uso indicadores
Ejemplo de mapa de argumentación
  1. Indicadores de posición o conclusión: Son los indicadores que señalan cuál es la posición, postura o idea principal a defender o argumentar. Algunos de estos indicadores son: por consiguiente, así, de esta forma, consecuentemente, con esto se muestra, esto implica. Por ejemplo, Sólo entraron parejas de personas, por consiguiente debe haber un número par de personas.
  2. Indicadores de razón: Son los indicadores que señalan cuál es la razón o justificación que apoya la posición u otras razones anteriores. Porque, puesto que, dado que, a causa de, como se puede ver de, debido a, ya que.
  3. Indicadores de objeción: Son los indicadores que señalan una oposición o pensamiento en contra de una posición, una razón o una anterior objeción en caso de oponerse a una anterior objeción de denomina refutación o impugnación. Pero, aunque, sin embargo, son de este tipo.

Se puede ver un ejemplo más elaborado, véase también la figura:

  • Rosa fue la oficial de seguridad que estaba en servicio cuando los diamantes fueron robados. Muchas personas consideran que ella es digna de confianza, porque ella ha trabajado en el puesto durante más de diez años sin problemas. Sin embargo, Rosa pudo haber sido tentada a robar los diamantes, ya que ella ha estado teniendo estos últimos meses dificultades, porque ella juega al poker online cada noche. María dice que Rosa no lo hizo, pero es la mejor amiga de Rosa. La caja fuerte no estaba forzada, por consiguiente el ladrón tuvo que haber usado la llave adecuada. Consecuentemente Rosa robó los diamantes, ya que sólo ella tenía acceso a las llaves.
    Segundo ejemplo uso indicadores

En lógica, se designa como inducción a un tipo de razonamiento que va de lo particular a lo general (concepción clásica) o bien a un tipo de razonamiento en donde se obtienen conclusiones tan sólo probables (concepción más moderna). La inducción matemática es un caso especial, donde se va de lo particular a lo general y, no obstante, se obtiene una conclusión necesaria.

  • Una pluma y un elefante caen con igual aceleración en el vacío, por lo que se induce o se generaliza que todas las masas caen con igual aceleración en el vacío.

Típicamente, el razonamiento inductivo se contrapone al razonamiento deductivo, que va de lo general a lo particular y sus conclusiones son necesarias (véase inductivismo razonamiento inductivo).

La lógica formal divide el argumento en inductivos y deductivos. Mientras que el pensamiento crítico es una aplicación informal de la lógica, el pensador crítico debería al menos comprender las diferencias fundamentales entre las dos formas. Si una cosa sigue necesariamente a otra esto implica un argumento deductivo. En otras palabras, un argumento deductivo existe cuando B puede estar lógicamente y necesariamente inferido de A. Por ejemplo, si uno hace la siguiente afirmación:

  • "Todos los solteros no están casados (A) y "Pedro es un soltero (B)"

entonces uno puede alcanzar mediante deducción la conclusión necesaria de que Pedro debe no estar casado. Sin embargo, la mayoría de los argumentos que uno se puede encontrar en la vida diaria son inductivos. Al contrario de los argumentos deductivos, los argumentos inductivos no son blanco o negro, porque estos no prueban sus conclusiones con un necesariamente. En lugar de eso, ellos están basados en fundamentos razonables para su conclusión. Un pensador crítico debería entender que no importa como de fuerte es la evidencia que sostenga a un argumento inductivo ya que nunca probará su conclusión mediante un necesariamente o con una absoluta certeza. Es decir, el argumento inductivo solo prueba con cierto grado de probabilidad. Los argumentos presentados en la corte por los abogados son buenos ejemplos de argumentos inductivos, donde un individuo debe ser considerado culpable más allá de la duda razonable o equivalentemente mediante motivos razonables. Siempre será posible encontrar posibles argumentos inductivos que tengan razones lógicas y que al mismo tiempo lleven a conclusiones erróneas. Como dice el dicho: el camino hacia el infierno está empedrado de buenas intenciones. Por ejemplo, incluso si un jurado encuentra a un individuo culpable más allá de la duda razonable, siempre hay una posibilidad de que el individuo no haya cometido el crimen. El pensador crítico debería evaluar o tasar la coherencia o fuerza convincente de los argumentos inductivos en términos de grado de certidumbre en lugar de absolutos "verdad o mentira", "bien o mal", "blanco o negro". Esto se aplica también a cualquier decisión si o no, ninguno o también a ser realizada. Un razonamiento inductivo que se aplica en los juzgados es, por ejemplo, "En las pruebas forenses con ADN se muestra que Pedro tocó la camisa de Pilar", entonces es probable que Pedro fuera quien cometió el crimen. Sin embargo, existe la duda razonable que puede ser explotada por el defensor. Por ejemplo,puede que las muestras estén contaminadas mediante otra persona, que las muestras fueran de otro día, o que simplemente Pedro si se encontrara con Pilar pero que no cometiera el crimen.

Paso 4: Evaluar las fuentes de información [editar]

La mayoría de los argumentos hacen referencia a datos para sostener sus conclusiones. Pero un argumento es tan fuerte como lo son las fuentes o datos a los que se refiere. Si los hechos que sostienen un argumento son erróneos, entonces el argumento será también erróneo. Un pensador crítico deberá aproximarse lógicamente a la evaluación de validez de los datos. Al margen de nuestras propias y personales experiencias, los hechos son normalmente recibidos a través de fuentes de información como los testimonios visuales de otras personas o personas que dicen ser expertos. Estas fuentes son citadas típicamente en los medios o publicadas en libros.

En una sociedad donde el entretenimiento y la diversión se han convertido en los fines a largo plazo, es con frecuencia difícil encontrar información sin sesgo o objetiva respecto a un tema. Por ejemplo, los medios de masa han encontrado una forma de expresión que se vende muy bien y es el ¿y si?, es decir, se atreven a aventurar situaciones hipotéticas sin pruebas o ningún tipo de dato no con la intención de mostrar los datos realmente probables sino porque dicha situación sería de gran interés emocional (respecto a sus necesidades humanas básicas) para el público si bien por la conmoción posible, por la alevosía, entusiasmo o gracia que provoca. Por ejemplo. ¿y si el presidente hizo algo horrible?, ¿y si el secretario estaba realizando algún acto criminal?

Es usual ver periodistas reputados publicandoespeculaciones incendiarias como si se trataran de importantes noticias o hechos o políticos igualmente manipulando y distorsionando según los intereses de su partido. ¿Cómo uno puede evitar las especulaciones, distorsiones, comentarios desorientadores, exageraciones en debates, discursos, televisión, radio, periódicos, revistas e internet para dilucidar cual es realmente la correcta? Incluso algunas editoriales reputadas parecen estar más interesadas en la venta de libros o periódicos más que en confirmar la verdad que publican. Así que como saber ¿de qué fuente de información fiarse?

No solamente los medios de comunicación distorsionan y manipulan. En muchos casos los políticos también manipulan, distorsionan y mienten. En muchos casos, en connivencia con algunos medios de comunicación (que en muchos casos apoyan a un pártido político determinado).

No hay una respuesta simple, un pensador crítico debería buscar fuentes de información que sean creíbles, precisas y sin sesgo. Esto dependerá de variables como calidad o calificaciones de las fuentes, integridad y reputación. Véase también Lista de prejuicios cognitivos o Argumentum ad verecundiam Ir al principio. Para evaluar o tasar estas condiciones, el pensador crítico debe buscar respuestas en los siguientes tipos de pregunta:

  1. ¿Tiene la fuente de información la adecuada capacitación, aptitudes o nivele de entendimiento sobre la materia como para afirmar una conclusión?
  2. ¿Tiene la fuente de información reputación por exactitud y veracidad?
  3. ¿Tiene la fuente de información un motivo para ser inexacta o altamente sesgada?
  4. ¿Existe alguna razón para cuestionarse la honestidad o integridad de la fuente?

Si alguna de las respuestas es no para alguna de las dos primeras preguntas y si para las dos últimas, el pensador crítico debería dudar aceptar los argumentos de dichas fuentes para encontrar otra información. Esto puede requerir investigación adicional para buscar fuentes de información confiables.

Las fuentes de información normalmente también citan encuestas y estadísticas, que son usados como argumentos que soportan las conclusiones. Es realmente muy fácil, extremadamente fácil, confundir a las personas con los números. Ya que la correcta aplicación de la estadística y de los números para que sirvan a los argumentos se escapa de la finalidad de este artículo, es importante que el pensador crítico se eduque en los principios fundamentales de probabilidad y estadística. Uno no necesita ser un profesional en matemáticas para entender esos principios. Algunos libros excelentes para el hombre de la calle son How to lie with statistics por Darrel Huff y Innumeracy: Mathematical illiteracy and its consequences por John Allen Paulos. Existen un pocas formas de realizar bien las muestras de población y muchas formas de realizar mal las muestras de población, cálculos e informes, ya que muchas veces se ocultan datos que especifican mucho la población. Véase también ilusión de serie en el artículo lista de prejuicios cognitivos.

Paso 5: Evaluación de los argumentos [editar]

El último paso para el razonamiento crítico, es la evaluación de los argumentos, este es por sí mismo un proceso de tres pasos para determinar si:

  1. Las presunciones, conjeturas, supuestos o asunciones están garantizadas
  2. El razonamiento llevado a cabo es relevante y suficiente
  3. Existe información que ha sido omitida
  • Asunciones: Las asunciones o suposiciones son esencialmente razones implícitas en un argumento que son garantizadas como verdaderas. Usando el argumento anterior de ejemplo, "No creas en Pedro porque él es un político". La suposición implícita es que los políticos no pueden ser creídos. El primer paso para evaluar los argumentos es determinar si éstos son suposiciones o conjeturas y si dichas asunciones están garantizadas o no. Una asunción garantiza o certificada es aquella que cumple:
  1. Es conocida de ser verdadera
  2. Es razonable aceptarla sin requerir otro argumento que la soporte

Una suposición o asunción no está garantizada si falla en el cumplimiento de cualquiera de los dos criterios anteriores. Concerniente al primer criterio, puede ser necesario para el pensador crítico realizar investigación independiente para clarificar o verificar que es "conocida como verdadera". Si el pensador crítico, a pesar de dicha investigación, es incapaz de realizar una decisión acerca de la verdad, él o ella no deberían arbitrariamente asumir que la suposición está no garantizada véase argumentum a silentio o Ad ignorantiam. Con respecto al segundo criterio, un pensador crítico normalmente evalúa la sensatez, juicio o sentido común de una suposición en función de tres factores:

  • El propio conocimiento y experiencia del pensador crítico
  • La fuente de información para la asunción
  • El tipo de afirmación que se ha realizado

Si un argumento tiene una asunción no garantizada, injustificada o sin base, y si ésta asunción es necesaria para validar la conclusión del argumento, el pensador crítico tiene un buen motivo para cuestionar la validez del argumento entero. Muchas de los obstáculos para el entendimiento que hay en las tablas resumen (tablas 3 y 4) son la base para muchas suposiciones sin base.

  • Razonamiento: El segundo paso para evaluar los argumentos es evaluar o tasar la relevancia y suficiencia de un razonamiento o evidencia para soportar la conclusión de un argumento. Es útil pensar en la relevancia como una medida de calidad del razonamiento y la suficiencia como una medida de la cantidad de razonamiento llevada a cabo. Los buenos argumentos deberían tener ambas, calidad (ser relevante) y cantidad (ser suficiente)

Es normalmente es más fácil (aunque no siempre) extraer del razonamiento lo que es relevante que determinar si el razonamiento es suficiente. Así pues, ¿cómo puede uno evaluar la suficiencia del razonamiento de una evidencia que apoye una conclusión?. El término duda razonable, es usado en los juicios y puede considerarse una buena línea directiva. Pero de nuevo, ¿cómo puede uno determinar la duda razonable? Desafortunadamente, no hay una respuesta sencilla, pero existen varios criterios.

  1. Es importante mantener una actitud de pensador crítico del paso 1 y estar alerta de los obstáculos y trampas del pensamiento crítico del paso 2.
  2. Preguntarse asimismo el propósito o las consecuencias que podría tener un argumento realizado. Esto normalmente determinará cuantas pruebas o evidencias serán necesarias. Un móvil o un motivo puede ayudarnos a esclarerecer por donde se debe buscar información nueva.
  3. Estar alerta de los estándares actuales de evidencia para un sujeto. Por ejemplo, no puede juzgar la suficiencia de una evidencia para una afirmación científica a menos que tú conozcas los métodos y estándares para la verificación de similares afirmaciones científicas.
  4. La suficiencia de una evidencia debería estar en proporción a la fuerza con la que una conclusión ha sido afirmada. Esto es, evidencia que no es suficiente para apoyar una conclusión fuerte (ejemplo conclusión fuerte: Pedro definitivamente compró la pintura) puede ser suficiente para apoyar a una conclusión débil (ejemplo: Pedro, pudo haber comprado la pintura). En estos ejemplos, si las evidencias se limitan a una fotografía de Pedro en la tienda el mismo día que la pintura fue comprada, esta evidencia no debería ser suficiente para probar una conclusión fuerte, pero si ser suficiente para probar una conclusión débil.

Cuando se evalúan múltiples pruebas, tanto los pro como los contra, ¿cómo puede uno valorar el peso de la evidencia para determinar si un argumento es convincente?. Otra vez, no hay una respuesta rápida. Para ser equitativos, a más confiable es la fuente del paso 4, mayor peso debería darse a la evidencia. Adicionalmente para ser equitativos, a mayor peso que se haya dado a una evidencia (que se contradice con otra), debería también proporcionarse o requerirse mayor número de evidencias en términos de relevancia y suficiencia para validar el argumento. Muchas de las trampas u obstáculos al entendimiento listadas en las tablas 3 y 4 o en lista de prejuicios cognitivos dan ejemplos de razonamientos insuficientes o irrelevantes.

  • Omisión: Un argumento convincente es aquel que está completo, es decir, en el que está presente todas las evidencias o razonamientos relevantes y no solo las evidencias que apoyen el argumento en una determinada dirección. Argumentos que omiten pruebas relevantes pueden parecer más fuertes de lo que realmente son. Este es el paso final para la evaluación de los argumentos es tratar de determinar si evidencias o pruebas importantes han sido omitidas o eliminadas. Algunas veces esto pasa sin intención o descuido o ignorancia, pero con demasiada frecuencia es un acto intencionado.

Como es normalmente improductivo o sin sentido reunir a los argumentadores o debatidores y preguntarles si han omitido datos, el mejor modus operandi del pensador crítico es buscar argumentos que se opongan al tema en cuestión, con lo cual dicha búsqueda revelará con suerte dichas omisiones. Es muy raro ver a una persona que activamente busca puntos de vista opuestos y los trata seriamente. Es muy raro porque precisamente es lo que un pensador crítico hace.

Lista de comprobación para un argumento [editar]

Una vez entendidos los cinco pasos anteriores es un pensador crítico podría usar adicionalmente una lista rápida para evaluar argumentos importantes. Estas preguntas deberían responderse usando la política de los cinco pasos.

  1. ¿Existe alguna ambigüedad, punto oscuro o debilidad que bloquea mi entendimiento o comprensión del argumento?
  2. ¿Acaso el argumento en cuestión abraza o cae en alguna de las falacias o trampas al entendimiento de lista de prejuicios cognitivos o tablas del 1 al 4?
  3. ¿Es el lenguaje usado excesivamente emocional o manipulador (véase recurrir a las emociones o tabla 2?
  4. ¿He separado el razonamiento (evidencias) y asunciones o hechos relevantes de la información irrelevantes, situaciones imaginarias presentadas o hipótesis, ejemplos imaginarios, o información de fondo no contrastada?
  5. He determinado cuales asunciones están garantizadas y cuales no?
  6. ¿Puedo listar las razones o evidencias para un argumento y alguno de sus subargumentos?
  7. ¿He evaluado la verdad, relevancia, equidad, justicia, integridad, plenitud, significancia y suficiencia de las pruebas que apoyan la conclusión?
  8. ¿Necesito información adicional para realizar un juicio razonable sobre un argumento porque pueden haber omisiones u otras razones?

Tablas referencia: trampas al pensamiento crítico [editar]

Tabla 1: Barreras debidas a las limitaciones del ser humano
Trampa/ObstáculoDefiniciónEjemploConsejo Pmto. Crítico
Sesgo de confirmación y pensamiento selectivoEl proceso mediante el cual uno tiende a notar y mirar y dar más valor a los hechos, evidencias o pruebas que confirman las propias creencias y a obviar, ignorar o desvalorar las evidencias que las contradicenSi uno cree que hay más asesinatos con luna llena entonces tenderá a leer o percibir más las noticias de asesinatos que ocurren en luna llena y tiende a descartar los asesinatos que ocurren en otras circunstancias.Lo mejor es obtener evaluar objetivamente toda la información relevante y ponerse en la postura contraria del caso antes de realizar un juicio de valor.
Sesgo de memoria, ConfabulaciónEsta trampa se produce cuando uno desconoce que con frecuencia la memoria es manufacturada para llenar los espacios vacíos en nuestras historias, es decir, que la memoria de los hechos, con el tiempo puede ser inconscientemente reemplazada por fantasíaLos oficiales policiales no deberían mostrar una foto de un posible asaltante o agresor a un testigo antes de una previa alineación con otros sospechosos, o la memoria real del testigo puede ser inconscientemente reemplazadaPoner más seguridad y confianza en los hechos probados que en las memorias, recuerdos recolectados o testimonios de otros. Conocer tus propias limitaciones de memoria.
IgnoranciaSe produce cuando existe una falta de conocimiento esencial de fondo o de información sobre un tema cuando se realiza un juicio de valorUno puede estar convencido que un "mago" tiene el poder de hacer levitar objetos, pero no ve o sabe de la fina cuerda que tiene atados a ellosRealizar las indagaciones o investigaciones apropiadas en los múltiples puntos de vista existentes sobre el tema para obtener todas las evidencias pertinentes antes de hacer un juicio de valor o lanzar conclusiones.
Percepción selectivaSe produce cuando uno está desprevenido o es inconsciente de que nuestra propias limitaciones de percepción pueden llevarnos a desorientarnos sobre la realidadMirando hacia las estrellas por la noche y percibir que ellas están tan cerca como la luna y los planetas. O mirar la luna y pensar que esta nos sigueReconocer que "mirar" no es siempre "creer" porque nuestros sensores y la percepción o interpretación por parte del cerebro subsiguiente tienen limitaciones Ilusiones ópticas. Conocer cuando y cómo verificar tus observaciones con otras fuentes.
Sesgos personales y prejuiciosSe produce cuando uno está desprevenido o es inconsciente de que cada uno de nosotros tiene sus propios sesgos y prejuicios, resultado de nuestras propias y únicas experiencias vividas y el punto de vista del mundo, lo cual hace difícil permanecer objetivo y pensar de forma críticaAlgunas personas tienen prejuicios en contra de las afirmaciones realizadas por los científicos porque desde su punto de vista éstas parecen demasiado frías o impersonalesResistir a tus propios prejuicios mediante una focalización en los hechos, las fuentes y el razonamiento que apoya los argumentos.
Barreras físicas y emocionalesSe produce cuando uno está desprevenido o es inconsciente de que uno al tener estrés, fatiga, drogas y limitaciones de este tipo, puede influir y afectar severamente a nuestra habilidad para pensar con claridad y críticaLos controladores aéreos suelen tener dificultades para tomar buenas decisiones después de largas horas de trabajoLimitar o restringirse de hacer decisiones críticas cuando se esté extremadamente exhausto, estresado o mentalmente/físicamente indispuesto.
Evidencia testimonialSe produce cuando uno está desprevenido o es inconsciente de que uno suele basar en testimonios, anécdotas vividas de otros la construcción de sus propias creencias, incluso aunque éstas sean conocidas como inherentemente subjetivas (falsa vivencia), inexactas, increíbles, sesgadas e incluso ocasionalmente fraudulentasLas dramáticas historias de las visiones del "hombre de la nieve" no prueban su existenciaResistirse a realizar juicios de valor basados solo en testimonios. Afirmaciones extraordinarias generalmente requieren también evidencias y pruebas extraordinarias

 

Tabla 2: Barreras debidas al uso del lenguaje
Trampa/ObstáculoDefiniciónEjemploConsejo Pmto. Crítico
AmbigüedadSe produce cuando cuando una palabra o expresión puede ser entendida en más de un sentidoDe la frase, "Experto en mentiras testificó en el juicio" ¿es el experto un mentiroso o es una persona que es capaz de saber cuando alguien miente?Si el significado pretendido de una palabra o expresión ambigua no puede ser determinado, evite realizar juicios de valor.
Expresiones cerradas o inamovibles o dadas por hechoSe produce cuando cuando se usa una expresión que evita que uno pueda llegar a cuestionarse la validez de los argumentosExpresiones como "Como todo el mundo sabe" o "El sentido común nos dice" o "Como siempre", "cómo es evidente"Evitar o descartar las expresiones cerradas y centrarse en los hechos y el razonamiento que soportan los argumentos.
Eufemismos y doble moralidadSe produce cuando cuando se pretenden usar palabras o expresiones inofensivas para desorientarnos, evadirnos, o evitar enseñarnos la verdadera, cruda y desagradable realidadReferirse a la política de asesinatos en masa o magnicidio como "limpieza étnica" o al homicidio accidental de personas inocentes como "daño colateral". Usando el contexto militar, frases como "neutralice toda oposición" más que mate o asesine (negativa)Observar más allá del contenido emocional y reconocer el contenido cognitivo o basado en los hechos de las palabras y expresiones eufemísticas.
Jerga, argot o lenguaje técnicoSe produce cuando se usa lenguaje específico o técnico para hacer parecer lo simple mucho más complejo, hacer parecer lo trivial mucho más profundo, o lo insignificante importante, de forma intencionada y para impresionar a los demásReferirse a una familia como "un conjunto limitado de individuos que juegan cada uno su papel" o a un desalojado o sin techo como a un "miembro de la sociedad sin un objetivo"Reconocer el contenido basado en hechos de las expresiones o palabras en jerga.
Contenido emotivoSe produce cuando se usa intencionadamente palabras para alimentar y avivar los sentimientos sobre un tema sesgando o creando prejuicios en los otros de forma positiva o negativa. La finalidad habitual es para ganar influencia o poderLlamar a un detergente "Diver" o "Genial" (connotaciones positivas) y no "Rutinol" o "Tristón" (connotaciones negativas). En el contexto político, "Lo haremos por el pueblo, para que todo el mundo pueda conseguir lo que quiera, para que se sientan orgullosos, dignos de pertenecer a este gran País"Aprender a reconocer y distinguir el contenido emotivo del lenguaje. Tratar de concentrarse en el razonamiento y el contenido real o basado en los hechos del lenguaje cuando se esté evaluando los argumentos.
Implicación falsaEs un lenguaje que es claro y preciso pero desorientador porque sugiere algo falsoLa industria de la alimentación inteligentemente expresa el contenido de grasas como un porcentaje del peso del producto no de calorías. Esto es un 2% "leche baja en grasas" en realidad tiene un 31% de grasa cuando la grasa es medida como porcentaje de caloríasEntender no solo los hechos sino también su relevancia y contexto. Se recomienda entender o saber interpretar estadísticas.
GalimatíasEs el uso de lenguaje no técnico pero confuso para desorientar o embaucarUna compañía usa lenguaje intimidatorio y lánguido para simplemente expresar que si tu orden de pago es devuelta, entonces el recibo de pago también es anuladoReconocer los hechos en el contenido de las expresiones con galimatías.
Andarse con rodeos o palabras evasivasEs el uso del lenguaje que parece llevarnos a un punto de vista particular o en un sentido pero debido a sus palabras permite negar esa intención y retirarseLa afirmación del presidente Clinton de que no había tenido "una relación sexual" con Monica Lewinsky y que después explicó que "realizar una felación" no es mantener una relación sexualEstar atento de rodeos o palabras evasivas no claras que eliminen los detalles que evidencien o determinen con claridad los hechos de un argumento.
Juicios de valorRealizar opiniones o juicios de valor como si pensáramos que son hechos para que la audiencia no tenga porqué preocuparse por realizar su propio juicioEl presidente se mostró con motivo orgulloso al firmar el tratado de paz.Distinguir entre lo que es un hecho y lo que es una opinión en cada argumento. En este ejemplo un hecho pudo haber sido que el presidente se mostrara orgulloso por la firma pero la coletilla con motivo viene de una opinión personal que no ha sido argumentada.
Comparaciones sin sentido o absurdasSe trata de realizar una comparación que implica que algo es superior pero al mismo tiempo se puede negar que lo seaUna afirmación de un anuncio sobre una batería solo dice: "Hasta un 30% más de duración" sin embargo, no dice, que "durará" un 30% más ya que la palabra hasta permite todo un recorrido y si lo hiciera no dice sobre qué se produce el incremento del 30%Evitar realizar juicios si no se está completamente seguro sobre lo que está siendo comparado
Vaguedad o indefiniciónSe trata de un lenguaje que es menos preciso que lo que el contexto requiereSi alguien necesita cobrar mañana y el prestamista dice, "Te pagaré pronto" la respuesta del prestamista es, en ese caso o contexto, demasiado vaga.Estar alerta de las consecuencias de usar afirmaciones imprecisas o vagas.


Tabla 3: Barreras debidas a fallos en la lógica o percepción (Falacias y sesgos lista de prejuicios cognitivos)
Trampa/ObstáculoDefiniciónEjemploConsejo Pmto. Crítico
Ad HocUna nueva hipótesis o parche, que no puede ser independientemente testado, es usado para explicar los hechos que refutan una afirmación o teoría haciéndola no falsificableAlgunos investigadores rechazan "los comentarios hostiles" del adversario y alegan que éstos modifican los instrumentos de medida o estropean las pruebasPoner poca seguridad o confianza o reservarse los juicios de valor sobre afirmaciones que no pueden ser probadas independientemente por cualquiera.
Apofenia y supersticiónEs la percepción errónea de una conexión entre eventos que en realidad no están relacionadosIrracionalmente se cree que como uno siempre lleva su sombrero mientras ve el fútbol, cuando no lo lleva se percibe que hay casualmente otras jugadas: se asocia que el sombrero puede influir en el juegoReconocer la diferencia entre causa y efecto en contra de coincidencias irrelacionadas.
Argumentum ad ignorantiamEs una falacia lógica que afirma que algo es verdad por el mero hecho de no haber sido probado como falsoCreer que debe haber vida en Marte porque nadie ha probado que no hay vida en él. No creer en Plutón porque nadie te ha probado que existe. Creer en Dios porque nadie puede probar que no existe. Creer en los extraterrestres porque nadie puede probar que no existenNo creer en una proposición simplemente porque no puede ser probada como falsa. La creencia se debe apoyar o basar en los argumentos no en el subjetivo conocimiento que tenga uno o la humanidad sobre algo. En caso de no tener información la mejor postura es abstenerse a hacer juicios de valor o agnosticismo, Véase lista de prejuicios cognitivos.
Razonamiento circularEs una forma falaz de razonamiento en el que uno asume como verdadero algo que al mismo tiempo intenta probarUn hombre afirma que los fenómenos paranormales existen porque él ha tenido experiencias que pueden únicamente ser descritas como paranormales. Es decir, si se asume que únicamente puede ser descrito como algo paranormal evidentemente se asume la existencia o lo que se intenta justificar. Ej. Los saltadores del circo llevan cables sujetos porque es imposible que éstos salten sin temor en el circo sin llevar cables.Estos razonamientos se usan también el el método socrático pero conscientes de la premisa supuesta y para encontrar hipótesis falsasReconocer cuando un argumento asume un lema como verdad sin haber argumentado y al mismo tiempo se trata probar ese mismo lema. Si esto ocurre hay que buscar por explicaciones alternativas.
Ilusión de serie o falacia del francotiradorEs la impresión errónea de que algunos eventos totalmente aleatorios ocurren de forma agrupada o serial y no totalmente aleatoriaEn algunos experimentos paranormales la búsqueda de agua con una varita: éste sistema puede encontrar agua por probabilidad sobre un largo periodo de tiempo y asumirse que esto prueba que la vara funcionaEntender los principios básicos de probabilidad y estadística. Reconocer cuando los números están siendo usados correctamente y objetivamente y cuando están desviados o usados incorrectamente.
Falsa analogíaHacer analogías ilógicas para apoyar la validez de una afirmación particularArgumentar que está mal que dos niños compartan la misma cama porque las camas dobles o convivencia de criminales en las penitenciarías puede conducir a un mal comportamientoAprender a reconocer los fallos en las asunciones y errores de contexto que se encuentran detrás de las falsas analogías.
Efecto ForerEs la tendencia a aceptar descripciones de personalidad vagas que pueden ser aplicables a cualquiera como únicamente aplicables a uno mismo (horóscopo, carta astral, quiromancia)Las cartas astrales o los horóscopos tratan a las personas de un signo específico con calificativos que serían aplicables a cualquier individuo. Este efecto funciona en conjunción con el auto-engaño y Pensamiento mágicoEvaluar de forma crítica si las descripciones personales son únicamente verdaderas para ti o podrían ser aplicables para la mayoría de las personas.
Falacia del jugador o falacia de GamblerEsta falacia se basa en creer que un suceso con probabilidades fijas, como el lanzamiento de una moneda, puede incrementar o decrementar sus posibilidades en función de los resultados más recientes. Es decir, pensar que algunos sistemas tienen memoria cuando no lo tienen.El concepto equivocado de tomar números de lotería que no han sido todavía resultado ganadores puesto que esto incrementará nuestras probabilidades de ganar]Aprender a reconocer y distinguir entre eventos que tienen una probabilidad fija o una probabilidad variable a parámetros
Comparación irrelevanteRealizar una comparación que es irrelevante, inapropiada o entre objetos de diferentes niveles o clasesRealizar la afirmación: "Para una oficina la impresora A es mejor pues hace mejores copias que la impresora B, cuando se ignora un hecho importante como que la impresora B también permite enviar fax, copiar y escanearEstar seguro de estar comparando "manzanas con manzanas", es decir, que si la finalidad de la comparación es ver qué manzana es mejor, pues entonces hacer que la comparación tenga sentido. El problema normalmente viene de no tener claro o bien definido la finalidad de la comparación.
Ley de los grandes númerosUn error que se produce al entender que en una muestra lo suficientemente grande muchas aparentemente improbables coincidencias son de hecho probables coincidencias, es decir, probables de ocurrir. Esto se debe al propio efecto foco o sesgo de confirmación en la percepción e interpretación de los datos.Decir que el número 11 es especial por el 11 de septiembre puede ser rebatido matemáticamente o estadísticamenteEntender los principios básicos de probabilidad y estadística. Reconocer cuando los números están siendo usados correctamente y objetivamente.
Non sequiturLas razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no correladasDecir: "Tengo miedo al agua así que mi deporte será el puenting" o "me gusta conducir por eso me compro un Toyota". En cualquiera de los casos comprarse un Toyota o hacer puenting no depende directamente de la razón dada ya que hay muchos más coches o deportes que se han descartadoAprender a reconocer cuando los argumentos están soportados por razones irrelevantes. Este tipo de falacia es muy importante por lo común y generalizada que está. Esta falacia evita tener claros los motivos, incluso para la propia persona, por lo que se hacen las cosas. Es usual verla con el auto-engaño.
PareidoliaUn tipo de error de confusión en la percepción debida a la natural asociación e instinto social de reconocimiento de expresiones faciales y objetos comunes que se produce cuando al introducir un estímulo vago éste se percibe como algo claro, distintivo o altamente significante. Pueden estar provocados por sesgos de memoria (errores en la red neuronal bayesiana de asociación que nos hacen creer haber visto algo que realmente no vimos), por sesgos de confirmación, o por sesgos naturales de asociaciónLa mayoría de los avistamientos OVNI, Bigfoot, Elvis o también las asociaciones a caras en las nubes u otros objetosReconocer que una vaga percepción de un evento extraño puede tener múltiples explicaciones y no únicamente la primera asociación natural. Buscar explicaciones alternativas que sean más probables que emocionantes.
Post hoc ergo propter hocEs el error cometido al pensar que cuando una cosa A viene tras otra B, la primera A es necesariamente la causa del segundo evento BCreer que tocar los tambores durante un eclipse hará que el sol vuelva al cieloTratar de identificar, el porqué, las causas posibles conocidas o los mecanismos que las producen, de los efectos observados, empezando con aquellos mecanismos que son más probables. En su defecto, aplicar prueba y error y método científico que aporten nuevas excepciones, variables desconocidas y datos.
Falacia pragmáticaEsta falacia se produce cuando se afirma que algo es verdad porque "funciona", incluso aunque la causalidad entre algo y un resultado no esté demostrada. En ingeniería se usa mucho esta falacia por el esfuerzo o energía que permite ahorrar "Si funciona no lo toques". Es un caso especial de Cum hoc, ergo propter hocCreer que si se reza mucho lloverá. Y continuar haciéndolo a pesar de que el hecho de que llueva es altamente probable y puede deberse a muchos otros factores. O después de usar un cinturón magnético curativo notar que los dolores de espalda desaparecen incluso cuando esto puede ser debido por otras razonesTratar de identificar el porqué o los posibles mecanismos que causan los efectos observados, empezando con los más probables y no con los más atractivos emocionalmente.
Falacia regresivaSe produce al obviar la natural e inevitable fluctuación probabilística debido a variables desconocidas de las cosas cuando se trata de hallar la causa efecto. Es un caso especial también de Cum hoc, ergo propter hocSi a alguien le duele el cuello y este dolor fluctúa, la persona tratará de probar nuevos remedios cuando el dolor es mayor. Es decir, se encuentra en la cúspide del dolor. Cuando aplique el remedio y de forma natural el dolor mengue lo asociará al nuevo remedio erróneamente. Igualmente la gente trata de invertir en la bolsa sólo cuando ésta está muy bien, pero cuando ésta vuelve a la normalidad lo achacan a su mala suerte. El problema está en no tener suficiente información o estadística extensaTratar de identificar y entender los patrones de comportamiento o realizar una estadística correcta antes de realizar juicios de los eventos observados.
Falacia del efecto dominó o pendiente deslizanteUn argumento que asume que una cáscada de elementos adversos o propicios sucederá con el primer movimiento, sin ofrecer prueba de elloDebido a que los inspectores han regulado y controlado dónde fumar en público, al final se acabará en un control cerrado de todas las cosas de nuestra vida privada. Véase lista de prejuicios cognitivos para más informaciónEvaluar la lógica o los argumentos que sostienen que la cáscada de eventos sucederá.

Tabla 4: Barreras o trampas debidas a fallos psicológicos o sociológicos (Falacias y lista de prejuicios cognitivos)
Trampa/ObstáculoDefiniciónEjemploConsejo Pmto. Crítico
Ad HominemCriticar a la persona que realiza el argumento y no el argumento en sí mismoNo deberías creer ni una sola palabra de mi oponente porque él está enfadado porque yo siempre termino primero en la poleCentrarse en las razones y hechos que soportan un argumento y no en la persona que los realiza. Independientemente, verificar los hechos aportados si la fuente es cuestionable. Pero nunca desechar la información, aún menos si no se ha trabajado antes con las fuentes y se desconozce su fidelidad y la única referencia es a través de otros.
Argumentum ad verecundiam o apelar a la autoridadProcurar que una afirmación controvertida sea aceptada bajo la base de que está realizada por una persona admirada, respetada, conocida o importante.Como el papa piensa que la pena capital está moralmente justificada entonces debe estar moralmente justificadaReconocer que cualquier intento de apelar a la autoridad es irrelevante a la hora de dar una base lógica sólida o hechos que apoyen ciertamente un argumento.

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Referencias y bibliografía [editar]

  • Greg R. Haskins. «A Practical Guide to Critical Thinking» introduction to critical thinking, intended as a handy tool to help anyone evaluate or develop sound reasoning and arguments, based on The Skeptic's Dictionary and Becoming a Critical Thinker.
  • Robert Todd Carroll, Becoming a Critical Thinker, A Guide for the New Millennium, ISBN 0-536-60060-0
  • Kahneman, D., Slovic, P. & Tversky, A. (Eds.). (1982). Judgment under Uncertainty: Heuristics and Biases. Cambridge, UK: Cambridge University Press. ISBN 0-521-28414-7
  • Richard Miller, University of Nebraska at Kearne, Reducing student belief in the paranormal, offered insights on helping students become more critical thinkers.
  • Skeptical Inquirer, vol. 17, No. 3, Spring 1993, p. 226 and the article by Andrew Skolnick, “Free Speech and SLAPP Suits,” pp. 244-246. SLAPP is an acronym for strategic lawsuits against public participation
  • Alcock, J. (1995). “The Belief Engine,” Skeptical Inquirer. 19(3): 255-263.
  • Allport, Gordon. (1954). The Nature of Prejudice. Addison Wesley Publishing Co.
  • Berglas, S. (1990). Self-handicapping: Etiological and diagnostic considerations. In R. L. Higgins (Ed.), Self-handicapping: The paradox that isn’t. Plenum.
  • Brugger, Peter. (2001). “From Haunted Brain to Haunted Science: A Cognitive Neuroscience View of Paranormal and Pseudoscientific Thought,’ in Hauntings and Poltergeists: Multidisciplinary Perspectives, edited by J. Houran and R.
  • Lange. McFarland & Company, Inc. Publishers.
  • Carroll, Robert Todd. (2003). The Skeptic’s Dictionary: A Collection of Strange Beliefs, Amusing Deceptions & Dangerous Delusions. Wiley & Sons.
  • Dweck, Carol S. (2002). “Beliefs That Make Smart People Dumb.” In Why Smart People Can Be So Stupid, ed. Robert J. Sternberg. Yale University Press.

*Fernando Zambrano Renteria Prepa Official Numero 87 Atizapan de Zaragoza

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

  • Software de razonamiento crítico Rationale (comercial, Windows)

DOGMA: PENSAMIENTO MÁGICO. El pensamiento mágico es una forma de pensar y razonar que genera opiniones carentes de fundamentación lógica robusta o estricta.

Pensamiento mágico

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El pensamiento mágico es una forma de pensar y razonar que genera opiniones carentes de fundamentación lógica robusta o estricta.

Contenido

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Generalidades [editar]

Esta imagen se usa en un test para demostrar que el ser humano no asigna los sonidos a los objetos arbitrariamente. El test es el siguiente: imagine que una tribu remota llama a una de estas dos formas Booba y a la otra Kiki. Trate de adivinar cuál es cuál y clique en la imagen para valorar su respuesta. Debajo de la respuesta en inglés, aparece la respuesta en español

En psicología y ciencia cognitiva, el pensamiento mágico es un raciocinio causal no-científico; por ejemplo, la superstición.

James Frazer y Bronislaw K. Malinowski dijeron que la magia se asemejaba más a la ciencia que a la religión, y que las sociedades con creencias mágicas frecuentemente tienen creencias y prácticas religiosas por separado. De la misma forma que la ciencia, la magia se preocupa con relaciones causales, pero a diferencia de la ciencia, no distingue la correlación de la causalidad. Por ejemplo, alguien puede acreditar que una camisa da suerte si vistiéndose con ella ha ganado un torneo deportivo. Continuará usando la misma camisa y, aunque gane algunas competiciones y pierda otras, continuará acreditando sus victórias a la "camisa de la suerte". Suele estar basado en prejuicios o percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo. Quizá por haber sido precondicionado por otras personas que haya conocido o aceptando de algún modo las teorías de dichos individuos con esas percepciones.

Ante percepciones de: espejismos, realidad de los sueños, predicción de comportamientos en micro y macro entornos... los sentidos del ser humano, pueden carecer de fundamentación objetiva y modelan la realidad, desde un punto de vista antropomórfico, con recursos filosóficos concomitantes.

Un prejuicio cognitivo (en inglés cognitive bias), predisposiciones cognitivas, es una distorsión cognitiva, en el modo en el que los humanos percibimos la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.

En psicología, algunos tipos de personalidad, están influidos en mayor o menor grado por el razonamiento mágico, y ciertas enfermedades mentales, como la esquizofrenia, pueden tener conclusiones ideadas a partir del pensamiento mágico, como la telepatía o el control de la mente.

A diferencia de la dimensión cognitiva (percepciones, memoria, atención, inteligencia, creatividad, lenguaje), al hablar de personalidad se les da preferencia a los procesos emotivos y tendenciales del individuo, aunque los diferentes factores ejercen una influencia directa entre sí. Los trastornos de personalidad son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las facetas emocionales, afectivas, motivacionales y de relación social.

Función del pensamiento mágico [editar]

Para la psiquiatría, este tipo de pensamiento, que por definición se opone al pensamiento lógico, es más frecuente entre los niños y en las personas pertenecientes a culturas primitivas, o que tienen escaso nivel cultural. El pensamiento mágico está muy presente, en las personas con trastornos de tipo obsesivo-compulsivo. Estas personas realizan una serie de rituales estereotipados, para librarse de algunas ideas extrañas que las asaltan de forma repetitiva e insistente, a pesar de que ellas mismas las consideran con poco fundamento o completamente absurdas: ideas obsesivas.

Es más que probable que elementos básicos del comportamiento cultural humano, tengan su origen en trastornos obsesivo-compulsivos, que lograron la aceptación social, y resulta evidente que este esquema pervive hoy en las sociedades, en las que el pensamiento científico se ha impuesto al mágico pero sin llegar a reemplazarle de verdad o completamente, en el núcleo del psiquismo humano, ya que, obviamente, a muchos individuos el pensamiento lógico no les ha logrado dar respuestas a todos sus miedos, con la eficacia psicosocial de las explicaciones emocionales, elaboradas por el pensamiento mágico, a fin de eludir la ansiedad.[1] Véase el artículo: Mecanismo de defensa.

El pensamiento mágico —desde sus inicios y, aún actualmente, en todas las culturas primitivas contemporáneas— cumple un papel fundamental para afianzar la supervivencia del ser humano y en numerosos casos, impulsar su desarrollo cultural. Sin la aparición del pensamiento mágico, el ser humano aún permanecería anclado en sus primeros estadios de evolución.[2]

Así, se supone que durante el paleolítico y en culturas afines actuales, para el individuo supersticioso, la superstición cumple un papel positivo de estabilidad para la psiquis, por medio de los mecanismos de defensa.

El agua, en sus diferentes manifestaciones; la luna y el sol, que determinaban muchos comportamientos de los seres vivos, incluidos los de los humanos; los ciclos estacionales sucediéndose con periodicidad; el volar de las aves; la capacidad reproductora de los seres vivos , la serpiente; el ciclo vital de árboles y plantas de los que dependían su supervivencia; las características específicas de los grandes animales: bóvidos, cérvidos, felinos, osos, jabalíes, etc. que les eran más próximos y accesibles. Todos esos elementos, conjugados con el pensamiento mágico, permitieron construir, mediante analogías, las primeras abstracciones capaces de facilitar una interpretación del micro y del macrocosmos, una base que posibilitó emprender las primeras clasificaciones del universo, percibido por los sentidos, ordenando sus elementos y fenómenos dentro de un conjunto de categorías coherente, y, en consecuencia, alejaron a nuestra especie de la incertidumbre, creando orden y certeza allí donde no parecía haber más que caos. De lo útil de ese intento, da fe el hecho de que la totalidad de esas abstracciones simbólicas, aún perviven y tienen vigencia entre las supersticiones y religiones actuales.[3]

Análisis [editar]

Bandera Vudú.

El pensamiento mágico se fundamenta en creencias cuya lógica no sigue un patrón racional. Suele estar basado en percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido influenciado por otras personas que conocen o aceptan de algún modo dichas teorías o creencias. En psiquiatría, varias enfermedades mentales y trastornos de personalidad se caracterizan por asumir diversos grados de pensamiento mágico. Se utiliza el método científico para remarcar lo endeble y arbitrario de las convicciones basadas en lo sobrenatural.

El pensamiento mágico y las personas que hacen uso de él, no ponen en duda dichas percepciones; por tanto, sin una base crítica o tamiz de la realidad, dicho pensamiento puede generar una pseudociencia «mágica» basada en hipótesis puramente especulativas. De hecho, una idea, no se acepta como válida si no esta fundamentada en hipótesis rigurosas y contrastables, en cualquier ciencia que se precie de serlo. El método científico está sustentado por dos pilares fundamentales: el primero es la reproducibilidad, es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento en cualquier lugar y por cualquier persona; este pilar se basa, esencialmente, en la comunicación y difusión de los resultados obtenidos. El segundo pilar es la falsabilidad, es decir, que toda proposición científica tiene que ser susceptible de ser falsada.

En el pensamiento mágico, se toman como postulados válidos ciertas creencias fuertemente arraigadas en el pasado, y sobre éstas se construye un mundo aparentemente racional, siguiendo pautas lógicas y pseudocientíficas. De este modo, una persona que no haya tamizado previamente dichas ideas o pensamientos, hasta encontrar sus bases más fundamentales, le puede parecer a simple vista que dichos pensamientos tienen fundamentos y coherencia científica y, hasta cierto punto, poseen consistencia.

Ejemplos de esto pueden ser las prácticas adivinatorias, como la astrología, la numerología y otra serie de pseudociencias que aceptan postulados mágicos, arraigados histórica y culturalmente que, para el hombre creyente, les induce a conclusiones y razonamientos mucho más satisfactorios y, aparentemente, con más sentido y significado que la propia ciencia.

Se sabe que los sentimientos «colorean» o matizan nuestros procesos mentales. Conocemos muchas zonas y funciones del cerebro, pero no comprendemos desde un punto de vista científico qué es la conciencia, ni sabemos como el cerebro tiene conciencia de sí mismo. Es todavía un reto. Sólo lo conocemos desde el punto de vista filosófico. Los científicos, desde varias perspectivas biológicas: Etología, Neurofisiología, Neuroanatomía, Neurociencia y psicología evolutiva intentan explicar la conciencia.

La sinapsis permite a las neuronas comunicarse entre sí, transformando una señal eléctrica en otra química.

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La psiquis está relacionada con la autoconsciencia del individuo. El sistema nervioso de los animales y del hombre se rige por una lógica funcional dependiente del estímulo recibido.

Empleando un símil de la informática, podríamos comparar el encéfalo al hardware, y la psique al software que ejecuta distintos programas. Según la «programación» que se haya introducido –generada por el medio ambiente, el medio social, percepciones, sensaciones, o emociones–, la psiquis ejecutará diversos «programas».

Normalmente, cuando la psiquis esta sana, dota al individuo de más oportunidades de adaptación al medio ambiente. Esta adaptación es el proceso por el cual un organismo se adecua al ambiente y a los cambios que operan en él. Todos los elementos jóvenes de todas las especies, incluida la humana, comienzan la vida con un bagaje mínimo necesario para que la adaptación se realice con «normalidad». Ya que este programa, con el que nacemos, desarrolla un «juego» con el mundo exterior. El aprendizaje juega un rol importante en esta adaptación, más importante en la medida de lo complejo que el organismo sea. En los seres humanos, el aprendizaje del individuo, generalmente, esta mediatizado por la educación (ver Etología).

El cerebro está conformado por una solución salina de cloruro sódico, donde los iones de potasio, calcio, etc., juegan un papel importante, interrelacionándose con los neurotransmisores. Hasta el punto que, si los niveles de la solución salina no son los adecuados, la transmisión eléctrica neuroquímica cesa y se produce el deterioro celular, apareciendo fenómenos de degeneración celular como el Parkinson o el Alzheimer. Algunas distorsiones cognitivas generan percepciones erróneas, como la persistencia de la visión retiniana o persistencia óptica que, junto al fenómeno phi, se utilizan en cinematografía para crear la ilusión de movimiento.

Estudios sobre el pensamiento mágico [editar]

El pensamiento mágico, estudiado en psicología y antropología, es la razón de ser de muchas obras científicas, que tratan de aspectos como:

La magia designa las creencias metafísicas, cuyo elemento central y diferenciador es la capacidad humana de modificar la realidad sin medios estrictamente causales. La magia en general es también designada a menudo como brujería. Muchos inventos modernos son magia para las sociedades primitivas, y suplen las capacidades buscadas por los antiguos magos.

La religión, a veces usada como sinónimo de fe o sistema de creencias, se define como creencia sobre todo lo que concierne a lo sobrenatural, sagrado o divino, y a los códigos morales, prácticas, rituales, valores e instituciones relacionadas a dicha creencia. En ocasiones, la palabra religión se usa para designar lo que debería ser llamado "religión organizada" u "organización religiosa", es decir, organizaciones que dirigen la práctica de ciertas religiones, frecuentemente bajo la forma de entidades legales.

El ocultismo es el estudio de las doctrinas ocultas de las diversas religiones y filosofías, haciendo hincapié en los fenómenos paranormales y los poderes ocultos del ser humano.

El esoterismo es el estudio y la práctica de tradiciones esotéricas, es decir, vinculadas a corrientes religiosas y filosóficas, pero (al menos en origen) desconocidas o secretas para el gran público.

La pseudociencia (del latín pseudo «falso» y scientia «conocimiento»: «falsa ciencia») es el conjunto de metodologías, prácticas o creencias no científicas pero que reclaman dicho carácter. Este concepto es utilizado por los enfoques epistemológicos ocupados en el criterio de demarcación de la ciencia. El término se usa para establecer una clara diferenciar con las ciencias exactas y naturales. Por ejemplo, muchos estudiosos del fenómeno paranormal se dedican a catalogar evidencias anecdóticas, como recuentos de supuestos testigos que afirman haber presenciado un fenómeno paranormal.

Las pseudociencias se caracterizan por la falta de falsabilidad: la imposibilidad de diseñar un experimento que pruebe la falsedad de la afirmación, y un marcado sesgo cognitivo: la tendencia subjetiva del observador o del testigo a creer con mayor facilidad ciertas afirmaciones acordes con su visión del mundo y otras falacias que invalidan dicho enfoque.

La superstición es la creencia, no fundamentada, o irracional, de que ciertas prácticas (como rezos, ensalmos, conjuros, hechizos, maldiciones u otros rituales), o determinados acontecimientos (como la caída de sal al suelo o la llegada de un martes 13), pueden alterar el destino o la suerte de una persona. Se incluyen entre las supersticiones la adivinación y sus distintas disciplinas astrología, quiromancia, cartomancia o tarot, geomancia o feng-shui, espiritismo etc.

Una creencia es un modelo creado por la mente para satisfacer un deseo, generalmente sobre un hecho (real o imaginario) del cual se desconoce o no se acepta una explicación racional. Los individuos que comparten una creencia, darán por buena dicha proposición y actuarán como si fuese verdadera, recopilando dogmas y/o estableciendo normas morales que suelen ser necesarias para poder sustentar los dogmas.

Véase también [editar]

Referencias [editar]

  1. Cfr. Pepe Rodriguez "Dios nació mujer" (2000) p.70
  2. Cfr. Pepe Rodriguez "Dios nació mujer" (2000) p.71
  3. Cfr. Pepe Rodriguez "Dios nació mujer" (2000) pp.77 y 78

DOGMA: DISCURSO DEL MÉTODO. RENÉ DESCARTES. El Discurso del Método es la principal obra escrita por René Descartes considerada una obra fundamental de la filosofía occidental con implicaciones para el desarrollo de la filosofía y de la ciencia.

Discurso del Método

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El Discurso del Método

El Discurso del Método es la principal obra escrita por René Descartes considerada una obra fundamental de la filosofía occidental con implicaciones para el desarrollo de la filosofía y de la ciencia.

Se publicó de forma anónima en Leiden (Holanda) en el año 1637. Constituía, en realidad, el prólogo a tres ensayos: Dióptrica, Meteoros y Geometría; agrupados bajo el título conjunto de Ensayos filosóficos..

Descartes tituló esta obra Discurso del método con una finalidad precisa. En una carta que dirige a Marin Mersenne le explica que la ha titulado Discurso y no Tratado para poner de manifiesto que no tenía intención de enseñar, sino sólo de hablar. Con esto Descartes trata de alejarse de cualquier problema que pudiese surgir con sus contemporáneos por las ideas vertidas en esta obra y además escapa así de una posible condena eclesiástica como había ocurrido poco tiempo antes con Galileo y cuyas ideas Descartes no consideraba desacertadas.

 

Contenido

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Síntesis de la obra. [editar]

El propio René Descartes, como aparece en el prefacio, divide su Discurso en seis partes:

Primera parte [editar]

Constituye una autobiografía intelectual en la que Descartes pone en duda todos los conocimientos aprendidos a lo largo de su educación. En esta primera parte Descartes propone un nuevo método para llegar a un saber que sea seguro. Al mismo tiempo realiza una rotunda crítica de las ciencias y de la filosofía escolástica de su tiempo. Tras este rechazo admite que sólo las matemáticas y el conocimiento de otras personas, mediante los viajes, ofrecen un saber seguro, pero Descartes termina rechazando también los viajes debido a que las contradicciones que existen entre unos pueblos y otros no le permiten descubrir la verdad. Concluye diciendo que la única forma de encontrar la verdad es en uno mismo.

Segunda parte [editar]

Al principio de esta segunda parte nos habla del invierno en el que junto a una estufa dispuso de la tranquilidad necesaria para empezar a elaborar su método. Señala a continuación que las ciencias al haber sido realizadas por múltiples autores, cada uno con su diferente opinión, no son portadoras de un verdadero saber. Propone renunciar a esta diversidad de opiniones que nos han sido enseñadas y en su lugar elegir otras con nuestra propia razón, ya que las creencias a las que nos han educado desde nuestro nacimiento dependen del entorno en el que hayamos nacido y de las personas que nos las hayan inculcado. Debemos reformar estas creencias distinguiendo lo verdadero de lo falso pero manteniendo un cimiento personal. Descartes aclara que esta reforma no está encaminada a reformar la enseñanza oficial, ni el orden social, sino que sólo expone como él ha llevado a cabo una reforma de su propio pensamiento. Una vez aclarado esto, toma la decisión radical de dudar de forma metódica y provisional de todo lo que le rodea. A continuación expone de forma muy breve los fundamentos de su nuevo método, los cuales ha encontrado en la lógica, en el análisis geométrico y en el álgebra. Estos fundamentos son tan sólo cuatro reglas:

  1. “El primero, no admitir jamás cosa alguna como verdadera sin haber conocido con evidencia que así era."
  2. El segundo, en dividir cada una de las dificultades que examinare, en tantas partes fuere posible y en cuantas requiriese su mejor solución.”
  3. “El tercero, en conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente"
  4. “Y el último, en hacer en todo recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, que llegase a estar seguro de no omitir nada."

Formuladas estas reglas Descartes las aplicó a las matemáticas, por ser consideradas el objeto más simple y claro. Gracias a esta aplicación adaptó el cálculo algebraico y el análisis a la solución de problemas. Concibió entonces el proyecto filosófico de fundamentar la ciencia en general.

Tercera parte [editar]

Descartes en la segunda parte había establecido la duda metódica para poder llegar a la verdad, pero él explica, en la tercera parte que, mientras se dedica a dudar de todo, tiene que crear una moral provisional que rija su vida. Esta moral provisional tenía una serie de máximas.

La primera consistía en obedecer las leyes y costumbres de su país, conservar la religión y guiarse por las opiniones más moderadas.

La segunda máxima consistía en ser lo más firme y lo más decidido en las acciones y en seguir, con no menos firmeza, las opiniones más dudosas como si hubieran sido verdaderas.

La tercera máxima consistía en cambiar los propios deseos antes que el orden del mundo. Afirma que nada excepto los pensamientos están enteramente en nuestro poder.

Como conclusión a su moral provisional el primer pensador moderno decide dedicar toda su vida a cultivar la razón y a avanzar en el conocimiento mediante el uso de su método. Para ponerlo en práctica, Descartes decide ponerse a viajar y conversar con los hombres. Durante nueve años se encarga de esta tarea sin embargo durante este tiempo aunque avanza mucho en el conocimiento de la verdad no consigue encontrar los fundamentos de una filosofía “más cierta que la vulgar”. Para realizar esta nueva filosofía se dirige hacia Holanda donde la Guerra de los Treinta Años le ofrece el marco ideal para dedicarse a esta tarea.

Cuarta parte [editar]

La cuarta parte es el capítulo central del Discurso del método y en ella Descartes crea una nueva filosofía. Crea un primer principio para su nueva filosofia. "Pienso, luego soy": a partir de este primer principio Descartes establece la existencia de Dios.

El primer argumento que da para justificar la existencia de Dios es, que si tenemos conciencia de nuestra naturaleza imperfecta, es porque sabemos en qué consiste una naturaleza perfecta.

El segundo argumento parte de nuestra propia imperfección, puesto que, si nosotros que conocemos lo que es perfecto, nos hubiésemos creado a nosotros mismos nos hubiéramos hecho perfectos. Por lo tanto se requiere un creador de nuestro ser, que tiene en sí esas perfecciones, Dios, del cual depende todo y sin el cual nada podría existir.

El último argumento que da para justificar la existencia de Dios es que Dios, entendido éste como la perfección, es lo mayor que puede pensarse. Dios tiene que existir ("argumento ontológico" - tomado de San Anselmo) puesto que si no, podría pensarse en algo más perfecto y entonces, eso sería Dios.

La existencia de Dios a su vez nos demuestra la existencia del mundo, puesto que Dios al ser infinitamente bueno y veraz no puede permitir que nos engañemos al creer que el mundo no existe, es así como Dios nos garantiza la evidencia de nuestras ideas.

Pero Descartes, al final, aún teniendo en cuenta lo dicho, afirma que es nuestro deber y no el de Dios, liberarnos de las ilusiones y evitar los errores.

Quinta parte [editar]

En este capítulo explica brevemente el contenido de Le monde. Aborda la explicación de la formación del mundo organizándolo todo en torno al problema de la luz: el sol la produce, los cielos la transmiten, la tierra y los planetas la reflejan, y el hombre es su espectador.

Tras esto establece las principales funciones del ser vivo. Sostiene que el corazón se dilata y se contrae debido al calor que emana y gracias a eso los “espíritus animales” son transportados a los diferentes órganos. Por último, Descartes prueba la distinción del hombre frente a los animales porque éstos carecen de pensamiento o alma racional. Afirma que el organismo de los animales es sólo una compleja máquina automática. Demuestra que los animales no tienen alma y que el alma del hombre es independiente del cuerpo e inmortal.

Sexta parte [editar]

En este último capítulo Descartes establece una serie de reflexiones sobre el alcance de la investigación científica e incluso se cuestiona la publicación de sus investigaciones sopesando las razones a favor y en contra. Así, en primer lugar, el progreso de la ciencia reporta múltiples beneficios materiales y morales. En segundo lugar, el progreso científico necesita la comunicación de las experiencias de otras personas.

Por el contrario, Descartes es reacio a la publicación de sus investigaciones, porque éstas pueden verse mezcladas en grandes controversias con el espíritu religioso emanado de los teólogos de la época, que lo llevarían a malgastar su tiempo.

Todas estas razones llevan a Descartes a publicar tan sólo el Discurso del método y los ensayos que lo acompañan. Ya, al final de la obra, afirma que va a consagrarse a la medicina y de nuevo afirma que él no quiere ser importante en el mundo, para poder así dedicarse al estudio sin obstáculos y sin distracciones.

Reflexión sobre el Discurso del Método. [editar]

El Discurso del Método trata de ir más allá de la simple forma literaria, es el relato de la vida de Descartes y de las circunstancias que tuvo que atravesar para llegar a conocer un nuevo método que uniría todo el saber. Escrito en francés, el título Discurso del método (Discours de la méthode), por el que es conocido, es la forma abreviada del que constituía el original de la obra, Discours de la méthode pour bien conduire la raison et chercher la vérité dans les sciènces (Discurso del método para guiar bien la razón y buscar la verdad en las ciencias).

El hecho de que el Discurso estuviera escrito en lengua francesa rompía implícitamente con la tradición que hacía del latín la lengua culta. Descartes pretendía con ello hacer una obra que fuese accesible a todo el mundo, incluso a quienes fueran desconocedores del latín, que eran la mayoría de la población y que debido a su precaria situación económica no habían podido estudiar en las escuelas. Descartes inauguraba así una nueva forma de comunicación que sería fundamental para la formación de las llamadas escuelas filosóficas nacionales y que elevaría la lengua vernácula a la categoría de medio adecuado para expresar la complejidad de la investigación filosófica. Una de las consecuencias de este hecho, fue que muchos intelectuales no conocedores del latín, elaboraran escritos de gran calidad. Dentro de esta gran gama de genios del arte de la retórica, y a la vez mejor discípulo de Descartes, se encuentra Rodrigo del Trucco Fouchè; quien es conocido por su famosa frase ´´pienso, luego invento``.

En 1644 se publicó en Ámsterdam la traducción latina del Discurso a cargo de Etienne de Courcelles, titulada Specimina Philosophiae firmada por Descartes y que no incluía la Geometría, que sería traducida al latín en 1649.

Pese a su brevedad, el autor expuso en ella de manera ejemplar algunos de los principios esenciales de su filosofía y planteó temas que serían posteriormente desarrollados por él en otros ensayos. Lo que hizo Descartes fue percatarse de la necesidad de una reforma del entendimiento, para que la nueva ciencia, que se estaba fraguando al amparo del conocimiento matemático, pudiera triunfar. Para llevar a cabo esta reforma el primer pensador moderno creó un método de investigación que reunía las ventajas del análisis geométrico y del álgebra, pero sin sus defectos, gracias al cual hacía fácil lo difícil y descubría lo oculto.

El Discurso del método es, por tanto, una de las primeras obras de la filosofía moderna. Defendía la ruptura y la destrucción del viejo mundo medieval y la configuración de otro nuevo, el mundo de la Edad Moderna. En especial, planteaba la necesidad de fomentar una actitud de investigación libre, alejada de los argumentos de la decadente tradición escolástica que se enseñaba todavía en las universidades y que Descartes había aprendido y de la que había comprendido su inutilidad. Asimismo, cabe señalar que en esta obra Descartes asumió plenamente los principios de la nueva ciencia y del valor de las matemáticas y es esto lo que ha llevado a Eduardo Bello Reguera a afirmar que "el Discurso es la construcción teórica que inaugura el pensamiento moderno".

Bibliografía. [editar]

  • DESCARTES, R.: Discurso del método; estudio preliminar, traducción y notas de BELLO REGUERA, E.; ed. TECNOS, Madrid, 2003.
  • DESCARTES, R. Discurso del Método; Trad., Cronología, Bibliografía y Notas de Jorge Aurelio Díaz A. Grupo Editorial Norma, Colección Cara y Cruz. Santa Fe de Bogotá, 1992.
  • DESCARTES, R.: Discurso del método; traducción de ARNAU GRAS, H.; ed, Alambra, Madrid, 1987.
  • GARCIA BORRÓN, J. C.: “Descartes”, en Los grandes pensadores; vol.21, ed. Sarpe, Madrid, 1984.
  • RODIS-LEWIS, G.: Descartes biografía; traducción SANCHO, I.; ed. Península, Barcelona 1996.
  • DOMINGUEZ ORTIZ, A.: Historia Universal, III Edad Moderna, ed. Vicens Vives, Barcelona, 1983.
  • FERRATER MORA: Diccionario de filosofía abreviado; ed. Barcelona: Edhasa, 1985.
  • ABBAGNANO, N.: Historia de la filosofía, vol. 2, ed. Hora, Barcelona, 1982, pp. 163-184.
  • CHAUNU, P.: La civilización de la Europa clásica; traducción de SÁNCHEZ DE ALEU, D., ed. Juventud, Barcelona, 1976.
  • BERMUDO, J. M. y otros: Los filósofos y sus filosofías, vol. 2, VICENS Universidad, Barcelona, 1983, pp. 23-66.
  • VILLACAMPA, V.: CRISOL Enciclopedia Universal Carroggio, vol. Historia Universal, ed. Carroggio, S.A. de Ediciones, 1999, pp. 68-100.
  • ARÓSTEGUI SANCHEZ, J.; RISQUES CORBELLA, M. y otros: CRISOL Historia; ed. Vicens Vives, 2004, pp. 86-109.

Enlaces externos [editar]


DOGMA: RENÉ DESCARTES. René Descartes [pronunciado /ʁəne de'kaʁt/ en francés] (La Haye en Touraine, actual Descartes, 31 de marzo de 1596 – Estocolmo, 11 de febrero de 1650) fue un filósofo, matemático y científico francés. Es considerado como el Pionero de la Filosofía Moderna y el creador de la noción de sujeto.

René Descartes

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Para otros usos de este término, véase Descartes (desambiguación).
René Descartes
también conocido por su nombre latinizado Renato Cartesio
Frans Hals - Portret van René Descartes.jpg
René Descartes, óleo sobre lienzo de Frans Hals, 1649, Museo del Louvre
Filosofía occidental
Filosofía del siglo XVII
Nacimiento31 de marzo de 1596
La Haye en Touraine [ahora Descartes], Indre-et-Loire, Francia
Fallecimiento21 de febrero de 1650
Estocolmo, Suecia (53 años)
Escuela/TradiciónCartesianismo, Racionalismo, Fundacionalismo
Intereses principalesMetafísica, Epistemología, Ciencia, Matemática
Ideas notablesCogito ergo sum, Duda metódica, Coordenadas cartesianas, Dualismo, Argumento ontológico
Influido porAl-Ghazali, Platón, Aristóteles, Zenón de Citio, Aristón de Quíos, Anselmo, Aquino, Ockham, Suárez, Gómez Pereira, Mersenne, Sexto Empírico, Michel de Montaigne, Duns Scoto
Influyó aSpinoza, Hobbes, Arnauld, Malebranche, Pascal, Locke, Leibniz, More, Kant, Husserl, Brunschvicg, Žižek, Chomsky
Firma
Firma Descartes.svg

René Descartes [pronunciado /ʁəne de'kaʁt/ en francés] (La Haye en Touraine, actual Descartes, 31 de marzo de 1596Estocolmo, 11 de febrero de 1650) fue un filósofo, matemático y científico francés. Es considerado como el Pionero de la Filosofía Moderna y el creador de la noción de sujeto.[cita requerida]

En 1935 se decidió en su honor llamarle «Descartes» a un cráter lunar.[1]

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[editar] Biografía

[editar] Infancia

René Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye en Touraine, cerca de Poitiers. Desde 1967 La Haye se llama Descartes en honor al filósofo, que fue el tercer hijo del jurista Joachim Descartes y de Jeanne Brochard. Aunque René pensaba que su madre murió al nacer él, lo cierto es que murió un año después, durante el parto de un hermano que tampoco sobrevivió. Tras la muerte de su madre, él y sus 2 hermanos fueron educados por su abuela, pues su padre, consejero del Parlamento de Bretaña, se ausentaba cada 2 años por largas temporadas, y acabó dejando atrás a sus hijos al contraer nuevas nupcias con una doncella inglesa.

[editar] Educación

La educación en la Flèche le proporcionó, durante los cinco primeros años, una sólida introducción a la cultura clásica, habiendo aprendido latín y griego en la lectura de autores como Cicerón, Horacio y Virgilio, por un lado, y Homero, Píndaro y Platón, por el otro. El resto de la enseñanza estaba basada principalmente en textos filosóficos de Aristóteles (Organon, Metafísica, Ética a Nicómaco), acompañados por comentarios de jesuitas (Suárez, Fonseca, Toledo, quizá Vitoria) y otros autores españoles (Cayetano). Conviene destacar que Aristóteles era entonces el autor de referencia para el estudio, tanto de la física, como de la biología. El plan de estudios incluía también una introducción a las matemáticas (Clavius), tanto puras como aplicadas: astronomía, música, arquitectura. Siguiendo una extendida práctica medieval y clásica, en esta escuela los estudiantes se ejercitaban constantemente en la discusión () (Cfr. Gaukroger, quien toma en cuenta la Ratio studiorum: el plan de estudios que aplicaban las instituciones jesuíticas).

Registro de graduación de Descartes en el Collège Royal Henry-Le-Grand, La Flèche, 1616.

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[editar] La universidad

A los 18 años, René Descartes ingresó a la Universidad de Poitiers para estudiar derecho y algo de medicina. Para 1616 Descartes cuenta con los grados de bachiller y licenciado. Descartes fue siempre un alumno sobresaliente y fue gracias al gran afecto de algunos de sus profesores lo que hizo que René pudiera visitar los laboratorios de la universidad con asiduidad.

[editar] Etapa investigadora

René Descartes en su escritorio.

En 1619, en Breda, conoció a Isaac Beeckman, quien intentaba desarrollar una teoría física corpuscularista, muy basada en conceptos matemáticos. El contacto con Beeckman estimuló en gran medida el interés de Descartes por las matemática y la física. Pese a los constantes viajes que realizó en esta época, Descartes no dejó de formarse y en 1620 conoció en Ulm al entonces famoso maestro calculista alemán Johann Faulhaber. Él mismo refiere que, inspirado por una serie de sueños, en esta época vislumbró la posibilidad de desarrollar una «ciencia maravillosa». El hecho es que, probablemente estimulado por estos contactos, Descartes descubre el teorema denominado de Euler sobre los poliedros.

A pesar de discurrir sobre los temas anteriores, Descartes no publica entonces ninguno de estos resultados. Durante su estancia más larga en París, Descartes reafirma relaciones que había establecido a partir de 1622 con otros intelectuales, como Marin Mersenne y Guez de Balzac, así como con un círculo conocido como «Los libertinos». En esta época sus amigos propagan su reputación, hasta el punto de que su casa se convirtió entonces en un punto de reunión para quienes gustaban intercambiar ideas y discutir. Con todo ello su vida parece haber sido algo agitada, pues en 1628 libra un duelo, tras el cual comentó que «no he hallado una mujer cuya belleza pueda compararse a la de la verdad». El año siguiente, con la intención de dedicarse por completo al estudio, se traslada definitivamente a los Países Bajos, donde llevaría una vida modesta y tranquila, aunque cambiando de residencia constantemente para mantener oculto su paradero. Descartes permanece allí hasta 1649, viajando sin embargo en una ocasión a Dinamarca y en tres a Francia.

La preferencia de Descartes por Holanda parece haber sido bastante acertada, pues mientras en Francia muchas cosas podrían distraerlo y había escasa tolerancia, las ciudades holandesas estaban en paz, florecían gracias al comercio y grupos de burgueses potenciaban las ciencias fundándose la academia de Ámsterdam en 1632. Entre tanto, el centro de Europa se desgarraba en la Guerra de los Treinta Años, que terminaría en 1648. Enunció las leyes de refracción y reflexión de la luz y fundó la geometría analítica.

[editar] Fallecimiento

Descartes en la Corte de la reina Cristina de Suecia (detalle), Pierre Louis Dumesnil. Museo nacional de Versailles.
La tumba de Descartes (en el centro), con vista detallada de la inscripción, en la iglesia de Saint-Germain-des-Prés, París.

En septiembre de 1649 la Reina Cristina de Suecia le llamó a Estocolmo. Allí murió de una neumonía el 11 de febrero de 1650. Falleció a los 53 años de edad.

Actualmente se pone en duda si la causa de su muerte fue la neumonía. En 1980, el historiador y médico alemán Eike Pies halló en la Universidad de Leiden una carta secreta del médico de la corte que atendió a Descartes, el holandés Johan Van Wullen, en la que describía al detalle la agonía. Curiosamente, los síntomas presentados —náuseas, vómitos, escalofríos— no eran propios de una neumonía. Tras consultar a varios patólogos, Pies concluyó en su libro El homicidio de Descartes, documentos, indicios, pruebas, que la muerte se debía a envenenamiento por arsénico. La carta secreta fue enviada a un antepasado del escritor, el holandés Willem Pies.

En el año de 1676 se exhumaron los restos de Descartes; colocados en un ataúd de cobre se trasladaron a París para sepultarlos en la iglesia de Sainte-Geneviève-du-Mont; movidos nuevamente durante el transcurso de la Revolución Francesa, los restos fueron colocados en el Panthéon, la basílica dedicada a los grandes hombres de la nación francesa; nuevamente, en 1819, los restos de René Descartes cambiaron de sitio de reposo siendo llevados esta vez a la Iglesia de Saint-Germain-des-Prés donde actualmente se encuentran.

[editar] Obras

[editar] Las primeras obras

Aunque se conservan algunos apuntes de su juventud, su primera obra fue Reglas para la dirección del espíritu creada en 1628 y publicada en 1701.(póstuma). Luego escribió La luz o Tratado del mundo y El hombre, que retiró de la imprenta al enterarse de la condena de la Inquisición a Galileo en 1633, y que más tarde se publicaron a instancias de Leibniz. En 1637 publicó el Discurso del método para dirigir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, seguido de tres ensayos científicos: Dióptrica, La Geometría y Los meteoros. Con estas obras, escritas en francés, Descartes acaba por presentarse ante el mundo erudito, aunque inicialmente intentó conservar el anonimato.

En 1641 publicó las Meditaciones metafísicas, acompañadas de un conjunto de Objeciones y respuestas que amplió y volvió a publicar en 1642. Hacia 1642 puede fecharse también un diálogo, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural (póstumo).

En 1647 aparecen los Principios de filosofía, que Descartes idealmente habría destinado a la enseñanza. En 1648 Descartes le concede una entrevista a Frans Burman, un joven estudiante de teología, quien le hace interesantes preguntas sobre sus textos filosóficos. Burman registra detalladamente las respuestas de Descartes, y éstas usualmente se consideran genuinas. En 1649 publica un último tratado, Las pasiones del alma, sin embargo aún pudo diseñar para Cristina de Suecia el reglamento de una sociedad científica, cuyo único artículo es que el turno de la palabra corresponda rotativamente a cada uno de los miembros, en un orden arbitrario y fijo.

De Descartes también se conserva una copiosa correspondencia, que en gran parte canalizaba a través de su amigo Mersenne, así como algunos esbozos y opúsculos que dejó inéditos. La edición de referencia de sus obras es la que prepararon Charles Adam y Paul Tannery a fines del siglo XIX e inicios del XX, y a la que los comentaristas usualmente se refieren como AT, por las iniciales de los apellidos de estos investigadores.

[editar] Filosofía

Los principiantes deberían abordar la filosofía cartesiana a través de las antes referidas "Meditaciones metafísicas" o bien a través de su obra derivada, que es el famoso "Discurso del método", que en sus primeras partes es ejemplarmente ameno y fluido, además de tratar temas fundamentales y darnos una buena idea del proyecto filosófico general del autor.[2] Descartes explica ante todo, qué lo ha llevado a desarrollar una investigación independiente. Es que aunque él atribuye al conocimiento un enorme valor práctico (lo cree indispensable para conducirse en la vida, pues «basta pensar bien para actuar bien»), su paso por la escuela lo ha dejado frustrado.

Por ejemplo, comenta que la lectura de los buenos textos antiguos ayuda a formar el espíritu, aunque sólo a condición de leerse con prudencia (característica de un espíritu ya bien formado); reconoce el papel de las matemáticas, a través de sus aplicaciones mecánicas, para disminuir el trabajo de los hombres, y declara su admiración por su exactitud, aunque le parece que sobre ellas no se ha montado un saber lo suficientemente elevado; dice que los libros de los moralistas paganos «contienen muchas enseñanzas y exhortaciones a la virtud que son muy útiles», aunque en realidad no nos ayudan mucho a identificar cuál es la verdadera virtud; añade «que la filosofía da medios para hablar con verosimilitud de todas las cosas y hacerse admirar de los menos sabios; que la jurisprudencia y la medicina dan honores y riquezas a los que las cultivan» aunque claro, aquí se echa de menos toda mención de algún interés por la verdad, la salud o la justicia. Pero el colmo es que la filosofía, de donde las demás ciencias habrían de tomar sus fundamentos, es un desastre: no parece haber aquí «cosa alguna en la que estén de acuerdo los sabios». Su paso por la escuela, pues, ha servido para descubrirle su profunda ignorancia, y de ahí que sea indispensable la investigación.

[editar] El padre de la filosofía moderna

Al menos desde que Hegel escribió sus Lecciones de historia de la filosofía, en general se considera a Descartes como el padre de la filosofía moderna (independientemente de sus aportes a las matemáticas y la física). Este juicio se justifica, principalmente, por su decisión de rechazar las verdades recibidas, p. ej., de la escolástica, combatiendo activamente los prejuicios. Y también, por haber centrado su estudio en el propio problema del conocimiento, como un rodeo necesario para llegar a ver claro en otros temas de mayor importancia intrínseca (la moral, la medicina y la mecánica). En esta prioridad que concede a los problemas epistemológicos, lo seguirán todos sus principales sucesores. Por otro lado, los principales filósofos que lo sucedieron estudiaron con profundo interés sus teorías, sea para desarrollar sus resultados o para objetarlo. Este es el caso de Pascal, Spinoza, Leibniz, Malebranche, Locke, Hume y Kant, cuando menos. Sin embargo, esta manera de juzgarlo no debe impedirnos valorar los estrechos vínculos que este autor mantiene con los filósofos clásicos, principalmente con Platón y Aristóteles. Descartes aspira a «establecer algo firme y durable en las ciencias». Con ese objeto, según la parte tercera del Discurso, por un lado él cree que en general conviene proponerse metas realistas y actuar resueltamente, pero prevé que en lo cotidiano, así sea provisionalmente, tendrá que adaptarse a su entorno, sin lo cual su vida se llenará de conflictos que lo privarán de las condiciones mínimas para investigar. Por otra parte, compara su situación a la de un caminante extraviado, y así concluye que en la investigación, libremente elegida, le conviene seguir un rumbo determinado. Esto implica atenerse a una regla relativamente fija (un método), sin abandonarla «por razones débiles»...

[editar] Las reglas del método

Ya la parte segunda del Discurso había presentado el método. Descartes considera que aunque la lógica tenía muchas reglas válidas, en general éstas son inútiles, puesto que, como afirma en las Reglas para la dirección del espíritu, la capacidad de razonar es básica y primitiva, y nadie puede enseñárnosla. Son las reglas del método:

  1. El llamado precepto de la evidencia (o también, de la duda metódica): No admitir nunca algo como verdadero, si no consta con evidencia que lo es, es decir, no asentir más que a aquello que no haya ocasión de dudar, evitando la precipitación y la prevención.
  2. El precepto del análisis: Dividir las dificultades que tengamos en tantas partes como sea preciso, para solucionarlas mejor.
  3. El precepto de la síntesis: Establecer un orden de nuestros pensamientos, incluso entre aquellas partes que no estén ligadas por un orden natural, apoyándonos en la solución de las cuestiones más simples (que Descartes llama "naturalezas simples") hasta resolver los problemas más complejos a nuestro alcance.
  4. El precepto de control: Hacer siempre revisiones amplias para estar seguros de no haber omitido nada.

Descartes anuncia que empleará su método para probar la existencia de Dios y del alma, aunque es preciso preguntar cómo podrían él, o sus lectores, cerciorarse de que los razonamientos que ofrece para ello tienen genuino valor probatorio. Desarrollar una prueba genuina es algo muy problemático, especialmente en lo tocante a cuestiones fundamentales, según habían señalado ya autores como Aristóteles y Sexto Empírico. Veremos que en este punto, las teorías cartesianas pueden considerarse como un desarrollo de la filosofía griega.

[editar] Propósito literario

No obstante su fluidez ejemplar, la escritura cartesiana puede considerarse como intencionalmente críptica. El resultado es algo semejante a un acertijo, para el que sólo se nos entregan numerosas claves, de modo que la comprensión de sus obras exige la participación activa del lector. Por ejemplo, algunas cosas no aparecen en los textos en el orden más natural, como cuando el método se presenta antes de que Descartes explique por qué cree conveniente adoptar una regla (sea ésta la que fuere). Mejor aún, un par de enigmas, que abajo intentamos resolver y para los que no hay otra solución conocida, muestran el carácter críptico de su escritura: el filósofo nunca explica por qué razón eligió originalmente su método (aunque sí dice que más valdría tomar uno al azar que no seguir ninguno). Y tampoco dice por qué, tanto en las Meditaciones metafísicas como en los Principios..., desarrolla lo que visiblemente son tres pruebas distintas de la existencia de Dios (al contrario, en la «Carta a los Decanos y Doctores...» que precede a las Meditaciones, da a entender que la multiplicidad de pruebas es innecesaria, e incluso dificulta su apreciación). Siendo éstas dos de las principales cuestiones que Descartes deja sin aclarar en sus textos, hay muchas más. Es muy posible que el autor (que en la Flèche había estudiado la emblemática y otras formas de comunicación indirecta, según Gaukroger), quisiera legarnos un acertijo. Si esto es cierto, habría que ver sus textos, en parte, como criptogramas que a sus lectores les corresponde descifrar.

[editar] La duda metódica

Descartes fue considerado el filósofo de la duda porque pensaba que, en el contexto de la investigación, había que rehusarse a asentir a todo aquello de lo que pudiera dudarse racionalmente. Él estableció tres niveles principales de duda:

En el primero, citando errores típicos de percepción de los que cualquiera ha sido víctima, Descartes cuestiona cierta clase de percepciones sensoriales, especialmente las que se refieren a objetos lejanos o las que se producen en condiciones desfavorables.

En el segundo se señala la similitud entre la vigilia y el sueño, y la falta de criterios claros para discernir entre ellos; de este modo se plantea una duda general sobre las percepciones (aparentemente) empíricas, que acaso con igual derecho podrían imputarse al sueño.

Por último, al final de la Meditación I Descartes concibe que podría haber un ser superior, específicamente un genio maligno extremadamente poderoso y capaz de manipular nuestras creencias.Dicho "genio maligno" no es más que una metáfora que significa: ¿y si nuestra naturaleza es intelectualmente defectuosa?, de manera que incluso creyendo que estamos en la verdad podríamos equivocarnos, pues seríamos defectuosos intelectualmente. Siendo éste el más célebre de sus argumentos escépticos, no hay que olvidar cómo Descartes considera también allí mismo la hipótesis de un azar desfavorable o la de un orden causal adverso (el orden de las cosas), capaz de inducirnos a un error masivo que afectara también a ideas no tomadas de los sentidos o la imaginación (vg., las racionales).

El propósito de estos argumentos escépticos, y en particular los más extremos, de los dos últimos niveles, no es provocar la sensación de que hay un peligro inminente para las personas en su vida cotidiana. Se trata de posibilidades abstractas, cuya finalidad es servir a la investigación en forma semejante a un microscopio en el laboratorio.

[editar] Soluciones propuestas

Ahora bien, por un lado en la «Carta-prefacio a la traducción francesa de los Principios» Descartes se refiere a Platón y Aristóteles como los principales autores que han investigado la existencia de principios o fundamentos (válidos) del conocimiento. Aunque Descartes no lo menciona, ambos filósofos piensan que la dialéctica o controversia, donde cada uno de los participantes procura convencer o refutar a su antagonista, es el único tipo de argumentación capaz de responder esta pregunta; y en especial, la explicación que da Aristóteles (Met. Γ, 4) de por qué hay que acudir a este tipo de argumento para alcanzar una prueba de los «principios», es muy digna de atención. Perfectamente pudo Descartes ver aquí una buena razón para elegir la dialéctica como procedimiento para indagar la validez de los fundamentos.

Esto es lo que insinúa la primera regla metódica, si el lector, en lugar de atribuirle el papel principal a la noción general de evidencia, se lo concede a la (más específica) de indubitabilidad racional: las ideas tendrán la clase relevante de evidencia sólo en la medida en que sean apropiadamente indudables, pero es obvio que no serán indudables mientras haya «ocasión» de ponerlas en duda, y habrá ocasión de dudar siempre que haya argumentos escépticos vigentes. Ahora bien, bajo un argumento como el del genio maligno, p. ej., siempre puede plantearse una duda que afecte, en términos generales, incluso a las ideas más evidentes: perfectamente puede pensarse que acaso las ideas evidentes son falsas.

Por otro lado, vimos que Descartes acepta tres razones para plantear la duda más extrema: son las hipótesis del genio maligno, la de un azar desafortunado y la de una causalidad natural adversa. Así, si suponemos que Descartes argumenta para enfrentar al crítico radical (el escéptico), se entiende fácilmente el desarrollo de tres pruebas, que sólo aparentemente se encaminan a establecer la existencia divina. Así, a cada una de estas pruebas en realidad puede asignársele el propósito de refutar una de las hipótesis escépticas. De este modo, Descartes no habría buscado «demostrar», en primer término, la existencia de Dios: en cambio habría intentado vencer dialécticamente a su antagonista en la controversia, rechazando una razón específica entre las admitidas para plantear la duda más extrema. Para lograrlo, le habría bastado mostrar que las razones para aceptar la existencia divina son, en todo caso, más sólidas que las que pueden darse para implantar las dudas radicales. Si Descartes alcanza este objetivo, las dudas más extremas quedarían sin fundamento. Esto, a su vez, autorizaría al investigador a aceptar ciertas proposiciones como válidas, por ser racionalmente indudables (al menos, a la luz de los argumentos escépticos conocidos). Pero Descartes habría ocultado este aspecto negativo de su procedimiento.

[editar] La metafísica

Otra postura que Descartes sostiene es la evidencia, de la libertad. Pero más que discutir la realidad o no del libre albedrío, Descartes parece partir de la hipótesis de que él mismo es libre, para poner esta libertad en práctica: ya la investigación, en su caso, resulta de una determinación voluntaria y libre. Además, la epistemología cartesiana (vg., su investigación sobre las condiciones de validez del conocimiento) hace un aporte tácito, pero fundamental, al campo de la filosofía práctica: la responsabilidad no es ilusoria, pues si hay conocimiento legítimo, y éste versa en parte sobre algunas relaciones causales, hemos de tomar nuestras decisiones sin dar oídos sordos a las consecuencias previsibles de nuestros actos.

Sin embargo, parece que Descartes nunca intentó demostrar la corrección de la citada hipótesis sobre el libre albedrío, como no fuera poniéndola a prueba indirectamente, acaso examinando su capacidad de producir resultados favorables. Descartes compara el cuerpo de los conocimientos a un árbol cuyas raíces son de tipo metafísico, el tronco equivale a la física, y las ramas principales son las artes mecánicas (cuya importancia está en que permiten disminuir el trabajo de los hombres), la medicina y la moral. La metafísica es fundamental, pero añade que los frutos de un árbol no se cogen de las raíces, sino de las ramas.

[editar] Teoría de las dos sustancias

La sustancia es aquello que existe por sí mismo sin necesidad de otra cosa, es decir, es aquello autosubsistente. Partiendo del cogito (pensamiento) Descartes sostiene que él mismo es sólo una sustancia pensante, dado que ni siquiera el escéptico radical puede negar la existencia del pensamiento (su negación sería un pensamiento más), mientras sí puede mantenerse una duda sobre el cuerpo. Este razonamiento es sospechoso, dado que una idea tan evidente como el propio cogito puede ponerse en duda en términos generales (es inteligible la frase: «las ideas más evidentes son dudosas, acaso están equivocadas»), y esta clase de duda sólo queda claramente superada cuando se refutan las razones más radicales para dudar que ha admitido la investigación. Además, sólo estas mismas razones habían permitido poner en duda las más elementales de las ideas sensibles (Cfr. el argumento escéptico del sueño y sus secuelas inmediatas, tanto en el Discurso IV, como en la Meditación I). Ahora bien, entre estas ideas simples se encuentran la extensión, la figura, etc.

En cualquier caso, la teoría de las dos sustancias nos invita a un mundo dualista. Para llegar de una realidad a otra, del cuerpo al alma (en la percepción sensorial), o viceversa (como en el movimiento voluntario) Descartes menciona que hay una glándula en el cerebro humano (la pineal), donde se encuentra el punto de contacto entre ambas sustancias. Por supuesto, Descartes nunca pudo verificar esta afirmación.

Por otro lado Descartes afirma que hay dos tipos de sustancia, la infinita y la finita. La sustancia infinita es Dios, que es un ser perfecto o infinito (estas dos nociones parecen equivalentes, tal como Descartes las empleó). Tradicionalmente, se considera que Descartes introduce a Dios en su metafísica como garantía de la verdad, pero esto da lugar al profundo problema de la circularidad, que Descartes mismo señala en la «Carta a los Decanos y Doctores...» que antecede a las Meditaciones.

[editar] El problema del círculo

Este problema consiste en cómo saber que existe Dios, si frente a los ateos no basta invocar un texto sagrado (como Descartes mismo destaca en la "Carta a los Decanos y Doctores..." que precede a las Meditaciones), y frente al escéptico que pone en duda la evidencia, no bastaría siquiera dar un alegato evidente. Este es un tema discutido entre los comentaristas, pero hay dos respuestas básicas: o no lo sabemos en absoluto; o bien se trata de una prueba dialéctica.

Según la segunda línea interpretativa, Descartes no ha intentado demostrar la existencia de Dios, sino refutar la hipótesis en la que se funda la duda. Esto se conseguiría mostrando: 1) que un argumento incompatible con la hipótesis del genio (o del azar adverso, etc.) es comparativamente 'más sólido que' la(s) respectiva(s) hipótesis escéptica(s); y 2), que ni ese argumento, ni el juicio que lo considera incompatible y superior al alegato opuesto, merecen ser juzgados circulares.

Atendiendo al último punto: la refutación de la hipótesis del genio sería circular si ente el argumento refutatorio, el escéptico aún pudiera sugerir que «acaso el propio genio le haya sugerido a Descartes este alegato». Así, la "prueba" de que no hay genio sucumbiría a la misma duda que aspira a superar. Pero esta réplica es ilegítima bajo el método cartesiano, puesto que para ofrecerla, el escéptico necesita apoyarse en una idea -la del genio maligno- que una vez expuesta la refutación, hemos adquirido razones para poner en duda (V. gr., las razones en que estriba la misma refutación).

Este camino sólo sería promisorio, por supuesto, si no suponemos de entrada que la duda radical planteada por el escéptico y admitida en la investigación, es universal (si lo fuera, a priori toda respuesta a esa duda estaría condenada a la circularidad). Además, habría que preguntarse dos cosas: 1) Si es posible plantear una duda general, que afecte incluso a las ideas evidentes, pero que no sea universal. Una posibilidad, desde luego, es imaginar que la duda se formula con ayuda del cuantificador plurativo: «la mayoría de...» y 2), Si habría razones que permitan desechar la duda universal, y que no se reduzcan a señalar el fracaso al que estaríamos condenados, si hubiésemos de enfrentar esta clase de escepticismo. Esta última es una pregunta abierta.

[editar] Referencias

  1. Ficha del cráter lunar «Descartes», Gazeteer of Planetary Nomenclature Enlace consultado el 4 de julio de 2009.
  2. Suele considerarse ésta como la primera obra erudita escrita en una lengua moderna (distinta del latín), aunque en realidad ya Nicolás Oresme había escrito en francés un comentario crítico a la Física de Aristóteles.

[editar] Bibliografía relacionada

[editar] Bibliografía secundaria

  • Beyssade, J-M. Descartes au fil de l'ordre. Vrin.
  • Beyssade, J-M. Études sur Descartes. Seuil, 2001.
  • Clarke, Desmond. La filosofía de la ciencia de René Descartes Alianza Universidad.
  • Curley, E. Descartes Against the Skeptics.
  • De Teresa, J. Breve introducción al pensamiento de Descartes. Univ. Aut. Metropolitana, México 2007.
  • Doney, W. (Comp.) Descartes. A Collection of Critical Essays.
  • Gaukroger, S. Descartes. An Intellectual Biography.
  • José Ortega y Gasset: ¿Qué es filosofía?; O.C., Vol. VII, Ed. Alianza, Madrid.
  • José Ortega y Gasset: La idea de principio en Leibniz y la evolución de la teoría deductiva; O.C., Vol. VIII, Ed. Alianza, Madrid.
  • José Ortega y Gasset: Sobre la razón histórica; O.C., Vol. XII, Ed. Alianza, Madrid.
  • Edmund Husserl: Ideas relativas a una fenomenología pura y a una filosofía fenomenológica; §§32 y siguientes.
  • Edmund Husserl: La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología transcendental; §§17 y siguientes.
  • Martin Heidegger: Ser y Tiempo, §§ 19, 20 y 21, Ed. Universitaria, Santiago de Chile, 1997. Trad. de Jorge Eduardo Rivera Cruchaga.
  • Martin Heidegger: «La época de la imagen del mundo»; en Caminos de bosque, Ed. Alianza, Madrid, 1995 y 1998. Trad. de Helena Cortés y Arturo Leyte.
  • Martin Heidegger: Prolegómenos para una historia del concepto de tiempo, § 22, Ed. Alianza, Madrid, 2006. Trad. de Jaime Aspiunza.
  • Leonardo Polo: Evidencia y realidad en Descartes, 1996.
  • Jacques Maritain: Tres reformadores.
  • Jean-Luc Nancy, Egu sum, Anthropos, Barcelona, 2007, traducción y prólogo de Juan Carlos Moreno Romo.
  • Juan Carlos Moreno Romo (Coord.), Descartes vivo. Ejercicios de hermenéutica cartesiana, Anthropos, Barcelona, 2007.

[editar] Enlaces externos

Wikiquote

DOGMA: ESENCIA. El término esencia (del latín essentia, del verbo esse, ser, derivado del griego ousia) designa en metafísica la realidad persistente de un ser a través de las modificaciones de sus accidentes. De un ser se puede decir que es, o lo que es, lo que introduce los dos correlativos esencia y sustancia. El primero hace la pregunta del qué es lo que para un ser, y permite desprender de ello la naturaleza esencial e invariable de los objetos, Seguidamente, se distingue, por oposición esta vez, la esencia de la existencia, en la medida en que la existencia es la realización de la esencia.

Esencia

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El término esencia (del latín essentia, del verbo esse, ser, derivado del griego ousia) designa en metafísica la realidad persistente de un ser a través de las modificaciones de sus accidentes. De un ser se puede decir que es, o lo que es, lo que introduce los dos correlativos esencia y sustancia. El primero hace la pregunta del qué es lo que para un ser, y permite desprender de ello la naturaleza esencial e invariable de los objetos, Seguidamente, se distingue, por oposición esta vez, la esencia de la existencia, en la medida en que la existencia es la realización de la esencia.

Aristóteles la emplea sobre todo -pero no exclusivamente puesto que también afirma que los entes particulares son, ousía- en el sentido técnico con que ha pasado a la filosofía medieval: el ser de una cosa en cuanto es posible expresarlo mediante una definición; y aplica este concepto a la expresión en griego tò ti en einai: «lo que es». A diferencia de Platón, para quien las cosas son porque «participan» de un eidos, Aristóteles pone la razón de que algo sea lo que es en su misma esencia: una cosa es lo que es por razón de su esencia, o su forma. De modo que, en Aristóteles, esencia es tanto «ser» como «forma». El acto de ser «pleno» es el Creador, mientras que un ser finito es un acto de ser creado, compuesto por tanto de esencia y existencia.

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[editar] Teoría del conocimiento

En el dominio del conocimiento, esta distinción significa que la esencia es la condición de posibilidad de la definición y del concepto, pues lo que es una cosa es para ella necesario e idéntico a sí mismo. Así, la necesidad es el objeto del discurso científico. Un círculo dibujado en una pizarra existe como dibujo, pero su identidad equivale a definir el círculo.

Por lo tanto, no todas las esencias se valen a sí mismas cuando se llega a conocerlas como tales, es decir como realidad: Platón distingue así realidad sensible y realidad inteligible o ideal, la primera no teniendo su esencia más que de la segunda; pero las segundas escapan al conocimiento común de los hombres, que se pierden pues una parte de realidad.

[editar] Esencia y existencia

El esencialismo asegura que la existencia es empírica y no permite conocer a los seres: es el dominio de lo accidental y lo contingente, de lo múltiple y de la alteridad irreductible. A la inversa, el existencialismo pone la esencia como el fruto no contingente de la existencia del sujeto. Para Heidegger, la esencia del hombre consiste en hacerse comprender como ser ahí, i.e. en tanto que existencia. En el primer caso, del cuál Descartes es un representante, la abstracción esencial de la existencia da la esencia, e inversamente en el segundo, como para Sartre.

[editar] Esencia y apariencia

La apariencia aparece como lo contrario de la realidad (res, rei: cosa), que no está en el dominio de la idea: en efecto, se distingue fácilmente la idea, de la cosa de la cual se tiene una idea. Esta distinción produce el cuestionamiento metafísico sobre la realidad de las apariencias, y sobre su pluralidad que se opone a la identidad de la esencia.

[editar] Noción de posesión

Más allá de lo que caracteriza al individuo en si, aquello que él posee lo califica y define igualmente como parte de una comunidad. El que posee un coche forma parte del "mundo" de los automovilistas; el que tiene el cabello rubio es rubio. Las dos nociones se confunden hasta el punto que en el lenguaje hablado, se reúnen. Así, un auxiliar puede no tener ningún sentido intrínseco: "He ido a comer" no significa que yo haya ido a comer en el sentido en que ello me caracterizaría y modificaría mi sustancia. Asimismo, decir que "yo he comido" no implica la posesión del acto de "comer": ello permanece abstracto. Desde luego, uno no debe sorprenderse si a veces se oyen frases tales como "He subido al piso" o "Me he equivocado": esencia, sustancia y posesión pertenecen a una misma cadena de nociones, la de la caracterización del hombre y de su definición metafísica y social.

[editar] Ética

Siendo la esencia el lo que es de un ser, aquélla es la estructura de éste; en consecuencia, para el hombre, el hecho de ser humano impone reglas al individuo singular, cuya individuación contigente es inesencial y no funda pues ningún valor ético. La ética será entonces para un hombre particular el esfuerzo de su existencia para alcanzar de nuevo su esencia (su ser humano).

[editar] Teología

En teología (ver Tomás de Aquino), se admite que en Dios la esencia y la existencia son una sola y misma cosa; Dios es de por sí, su propia esencia. Sin embargo, la esencia del hombre no implica la existencia. El hombre es pues un existente que tiene su ser de otra cosa; esa relación de dependencia es la que funda el lazo religioso de la criatura con su creador.

[editar] Crítica

La crítica de esta distinción pasa habitualmente por la negación de la esencia, sea como realidad, sea como ser inteligible por el hombre. Es el caso por ejemplo en el escepticismo y para Nietzsche. Esta negación se transforma a veces en nihilismo, puesto que ya no es posible hacer de la realidad un objeto inteligible dotado de sentido y que los valores de la ética no encuentran ya fundamento cierto alguno.

Un argumento en contra del concepto de esencia es que el llegar a ser no admite ninguna realidad estable, puesto que la idea de un ser inmutable es contradictoria, y que lo que llamamos esencia no es más que un agregado efímero de fuerzas o átomos.

Consecuencia de la negación de la esencia, la afirmación de la sola existencia.

[editar] Citas

"De ahí conocí que yo era una sustancia de la cual toda la esencia o la naturaleza no es más que pensar." (Discurso del Método, 4ª parte) ~ Descartes

"La esencia, es todo lo que la realidad humana entiende de sí misma como habiendo sido" (El Ser y la Nada, 1ª parte, capítulo 1) ~ Sartre

[editar] Véase también

[editar] Enlaces externos

Wikcionario

DOGMA: PRINCIPIO DE NO CONTRADICCIÓN DE ARISTÓTELES. El principio de no contradicción es una exigencia del pensamiento racional y, junto al principio de identidad y al principio del tercero excluido, constituye las bases de la lógica aristotélica clásica.

Principio de no contradicción

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El principio de no contradicción es una exigencia del pensamiento racional y, junto al principio de identidad y al principio del tercero excluido, constituye las bases de la lógica aristotélica clásica.

Definición: Dadas dos proposiciones contradictorias entre sí, no pueden ser ambas verdaderas.

El principio establece que toda proposición idéntica o analítica (es decir, toda proposición en la que la noción del predicado está contenida en el sujeto) es verdadera, y su contradictoria es falsa. Por ejemplo, las proposiciones "A es A" o "El triángulo equilátero es un triángulo" son proposiciones necesariamente verdaderas, puesto que negarlas supone caer en contradicción. Así pues, el principio de no contradicción nos permite juzgar como falso lo que encierra contradicción.

Para Leibniz y, en general, para los filósofos racionalistas, el principio de no contradicción es innato, es decir, se halla en el alma humana sin necesidad de haber sido aprendido. En sus Nuevos Ensayos, Leibniz lo expresa del siguiente modo: "El principio de contradicción incluye dos enunciaciones verdaderas: la primera, que una proposición no puede ser verdadera y falsa a la vez; la segunda, que no puede ocurrir que una proposición no sea ni verdadera ni falsa".

Justificaciones en la Antigua Grecia y la Edad del medioevo [editar]

En palabras de Aristóteles el principio indica que “nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido".

Según Allan Bloom, “la primera declaración explícita conocida del principio de no contradicción - la premisa base de la filosofía y la fundación del discurso racional” - se da en la Politeia de Platón (La República) donde el personaje Sócrates dice, “es claro que la misma cosa no estará dispuesta al mismo tiempo a hacer o sufrir cosas contrarias con respecto a lo mismo y en relación al mismo objeto”.

Según Aristóteles y Tomás de Aquino, este es uno de los principios fundamentales del pensamiento, que puede ser probado simplemente mostrando a los opositores que ellos mismos lo cumplen.

Entrando en detalle, Aristóteles argumenta que es imposible asegurar coherentemente que el principio de no contradicción es falso ya que esto implicaría hacer una afirmación, pero el mero acto de hacer una afirmación presupone que este principio es verdadero: si uno no creyera en el principio de no contradicción, uno no tendría razones para creer que lo que uno dice significa una cosa y no lo contrario. [1]

Así, Aristóteles considera el caso de alguien que niega el principio de manera fuerte - sosteniendo que cada asunto es a la vez verdadero y falso - y pregunta por qué tal persona toma la ruta de Megara para llegar hasta allí desde Atenas, puesto que en la opinión de tal persona es tan verdadero que cualquier otro camino lo llevaría a Megara.

Referencias [editar]

  1. Historia & Filosofía. «Principio de no contradicción» (en español). Consultado el 16 de Febrero de 2009.

Véase también [editar]

DOGMA: LA IRONÍA SOCRÁTICA: EL MÉTODO SOCRÁTICO. El método socrático o método de Elenchus o debate socrático es un método de dialéctica o demostración lógica para la indagación o búsqueda de nuevas ideas, conceptos o prismas subyacentes en la información. Este método fue aplicado ampliamente para la examinación de los conceptos morales claves. Fue descrito por Platón en los diálogos Socráticos. Por esto, Sócrates es habitualmente reconocido como el padre de la ética occidental o filosofía moral.

Método socrático

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Sócrates dialogando

El método socrático o método de Elenchus o debate socrático es un método de dialéctica o demostración lógica para la indagación o búsqueda de nuevas ideas, conceptos o prismas subyacentes en la información. Este método fue aplicado ampliamente para la examinación de los conceptos morales claves. Fue descrito por Platón en los diálogos Socráticos. Por esto, Sócrates es habitualmente reconocido como el padre de la ética occidental o filosofía moral.

Es una forma de búsqueda de verdad filosofal. Típicamente concierne a dos interlocutores en cada turno, con uno liderando la discusión y el otro asintiendo o concordando a ciertas conjeturas que se le muestran para su aceptación o rechazo. Este método se le acredita a Sócrates, quien empezó a engarzarse en dichos debates con sus compañeros atenienses después de una visita al oráculo de Delfos.

Un diálogo socrático puede pasar en cualquier momento entre dos personas cuando éstas buscan la respuesta a una pregunta si ésta la admite mediante su propio esfuerzo de reflexión y razonamiento. Se empieza preguntando con todo tipo de preguntas hasta que los detalles del ejemplo son evidenciados para ser luego usados como plataforma para alcanzar valoraciones más generales.

La práctica implica efectuar una serie de preguntas alrededor de un tema o idea central, y responder las otras preguntas que aparezcan. Normalmente, este método se usa para defender un punto de vista en contra de otra posición. La mejor forma de evidenciar el acierto de un "punto de vista" es hacer que el oponente se contradiga a sí mismo y de alguna forma apruebe el "punto de vista" en cuestión. Véase reducción al absurdo.

El término preguntas socráticas, juicio socrático o cuestionamiento socrático es usado para describir este tipo de interrogatorio, en el cual una pregunta se responde como si esta hubiera sido una pregunta retórica. Ej.: ¿Puedo comer champiñones?. A lo que se contesta con otra pregunta como si la primera no lo fuera o fuera retórica: ¿Acaso no son los champiñones comestibles?. Así se fuerza a realizar al preguntador una nueva pregunta que aporte más luz a su discurso.

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Método [editar]

Elenchos (del griego: ἔλεγχος, una examinación cruzada con el propósito de la refutación, más conocida como 'elenchus', es la técnica central del método socrático).

En los primeros diálogos de Platón, la técnica de elencos es la técnica que Sócrates usa para investigar, por ejemplo, la naturaleza o definición ética de los conceptos como justicia y virtud. De acuerdo con su formulación generalizada, ésta tiene los siguientes pasos:

  1. Un primer interlocutor A establece una tesis o afirmación, por ejemplo: 'El coraje es la resistencia para el alma', lo cual el interlocutor A considera incierto y por eso lo lanza para su refutación y examen.
  2. El interlocutor A recibe de su interlocutor B su opinión con sus premisas adicionales. Por ejemplo: 'El coraje es algo bueno y aceptable, sin embargo, la resistencia ignorante o inconsciente o sin un fin no es buena.'
  3. Entonces el interlocutor A argumenta, y el interlocutor B lo reconoce, que esas premisas adicionales implican lo contrario de la tesis original, es decir, 'El coraje no es la resistencia para el alma' ya que si el coraje es bueno y la resistencia no lo es en todos sus casos, entonces el coraje no puede ser resistencia.
  4. El interlocutor A muestra que él ha demostrado como la tesis del interlocutor B es falsa y por tanto la resistencia debe ser buena.

Al mismo tiempo el interlocutor B podría abogar porque la primera premisa es falsa y que en realidad la resistencia es mala y por tanto el coraje no es la resistencia. Ya que se ha partido de esa premisa supuesta. Sin embargo, cuando se sigue estando de acuerdo por ámbos o si no se está pero no se dan argumentos para el cambio de opinión entonces son las otras hipótesis las que deben ser incorrectas. Lo que se ha hecho es descartar hipótesis en búsqueda de la verdad. Para evitar caer en la falacia del razonamiento circular se debe estar de acuerdo en la primera premisa y dispuesto a desecharla en caso de que se encuentres hipótesis ciertas que no sustenten a la premisa.

Un examen más profundo puede llevar a una nueva, más definida, descripción del concepto considerado, es este caso se invita a la examinación de la afirmación El coraje es la intencionada, sabia o consciente resistencia para el alma. Es decir, invita a modificar la primera premisa y considerarla incompleta añadiendo el término consciente o con conocimiento. La mayoría de las averiguaciones socráticas consisten en una serie de elenchai o elecciones que típicamente acaban en aporía o una dificultad lógica tipo paradoja. En estos casos los interlocutores no sabrían más que decir. La naturaleza exacta de las elecciones está sujeta a un gran debate, en particular concerniente a sí es un método positivo, que dirige hacia el conocimiento, o un método negativo usado solamente para refutar falsas afirmaciones autoproclamadas como conocimiento. es decir, se puede descubrir nuevas ideas a partir de la simple deducción lógica de las premisas o por el contrario solo se puede averiguar si la premisa es cierta o falsa. El método socrático es un método negativo de eliminación de hipótesis, en el cual las mejores hipótesis son encontradas mediante la identificación y la eliminación de aquellas que conducen a contradicciones. El método de sócrates es una búsqueda de las hipótesis subyacentes o axiomas que subconcientemente dan forma a nuestras opiniones y hacerlas el centro de nuestro escrutinio para determinar su consistencia con otras creencias. Su forma básica es una serie de preguntas formuladas como test de lógica y hechos con la intención de ayudar a una persona o grupo a descubrir sus propias creencias sobre un tema, explorando las definiciones, buscando caracterizar y catalogar las propiedades compartidas por varias y diferentes premisas. Aristóteles atribuyó a Sócrates el descubrimiento del método de definición e inducción, el cual, él proclamó como la esencia del método científico. Aunque Aristóteles también alegó que este método no era apto para la ética.

Sócrates generalmente aplicó este método de examinación a conceptos que parecen no tener una definición concreta o definida. Por ejemplo, conceptos pertinentes a la moral como virtudes de piedad, sabiduría, templanza, coraje y justicia. Este examen desafiaba las creencias morales implícitas de los interlocutores, trayendo a colación inconsistencias y casos inadecuados que no cuadraban con sus creencias y que normalmente resultaban en perplejidad o desconcierto conocido como aporía. A la vista de estas incompetencias, el mismo Sócrates declaró su ignorancia, donde otros todavía proclamaban tener acierto o conocimiento. Sócrates creía que su conocimiento o percepción de su ignorancia le hacía ser más sabio que aquellos que, aunque ignorantes, clamaban tener conocimiento. Aunque esta creencia parece ser para paradójica o contradictoria a primera vista, de hecho le permitió a Sócrates descubrir sus propios errores donde otros asumían que estaban acertados. Este hecho, es conocido por la anécdota del oráculo de Delphi que se pronunció diciendo que Sócrates era el hombre más sabio entre todos los hombres.
Sócrates usó esta afirmación junto con la de que era consciente de sus límites en sus llamamientos. Consecuentemente, dijo que un buen y bondadoso mandatario consistía en que esté cuidadara de su alma, moral verdadera y de su entendimiento ya que la riqueza no trae la bondad pero la bondad trae consigo la riqueza y cualquier otra bendición tanto individualmente como para el estado y la vida sin examinación, diálogo o discusión no vale la pena vivirla. Y con esto en mente el método socrático fue empleado.

Los motivos actuales o modernos para el uso de este método no son necesariamente equivalentes. Sócrates raramente usó el método para desarrollar teorías consistentes, en lugar de eso lo usó para explicar los mitos. Parménides de Elea se muestra usando el método socrático para desgranar y apuntar los flecos de la teoría platónica de la forma. En lugar de llegar a respuestas, el método fue usado para romper y hacer caer las teorías que se mantenían detrás de axiomas y postulados que se tomaban por garantizados pero que tras examinación dejaban de tener sentido o eran incongruentes con las deducciones.

Un ejemplo de ejercicio de método socrático, puede darse en un dilema moral: usted es el conductor de un tren en el que están fallando los frenos y debe elegir entre la opción de matar a cinco trabajadores en su paso por una ruta alternativa, o la de matar a todos los 300 pasajeros del tren. Para aplicar el método socrático se debería pedir al auditorio hacer argumentos sobre lo que debería hacerse. Luego, proceder a hacer sugerencias de manera provocadora, motivando a cada interventor a defender y articular las razones y valores que subyacen a su decisión (¿es mejor salvar a muchos a expensas de unos pocos?), y luego aplicar esos razonamientos a otros dilemas morales en los cuales la aplicación de la misma decisión podría no resultar tan defendible (que esos 5 trabajadores fuera muy importantes). En cada ronda de preguntas, se debe procurar concentrarse en derribar los supuestos de los interventores en un afán de “recomponer la verdad” – que es precisamente la tarea del profesor socrático en clase. Si alguna vez le preguntan si está exponiendo sus propias ideas, conteste que se suele esperar hasta el final de la discusión, e incluso entonces puede ser que se prefiera utilizar algo de “engaño pedagógico” (asumir una posición que no se comparte necesariamente) con el fin de motivar a sus alumnos a examinar sus propias premisas.

Algunas preguntas de estilo socrático son:

  • ¿Qué quieres decir realmente con...?
  • ¿Cómo llegas a esa conclusión?
  • ¿Qué es lo que realmente se está diciendo?
  • Supón que te equivocas. ¿Qué consecuencias tendría eso?
  • ¿cómo podría saber que lo que dices es verdad?
  • ¿Por qué es esto importante?

Influenciado por el temperamento del docente. El método comienza eligiendo un estudiante aleatoriamente y preguntándole sobre un argumento central expuesto por uno del público o jurado que típicamente está en el lado de la mayoría para el caso asignado. El primer paso es pedir al estudiante si puede parafrasear el argumento, para asegurar que el estudiante ha leído y que tiene un entendimiento básico sobre el argumento o tema del caso. Asumiendo que el estudiante ha leído el caso, el profesor pregunta si el estudiante está de acuerdo con el argumento. El profesor luego lleva el típico juego de abogado del diablo intentando forzar al estudiante a defender su posición refutando argumentos en contra de él. Estas preguntas pueden tener unas pocas modalidades. Algunas veces éstas buscan atacar presunciones sobres las cuales el estudiante basó su respuesta anterior hasta romperlas. Algunas otras preguntas están diseñadas para movilizar al estudiante hacia un tema específico donde se usa una ley o entendimiento particular. Véase falacia del hombre de paja. El profesor puede proponer una hipotética situación donde la afirmación del estudiante parezca tener una excepción. Finalmente, el docente usa el método socrático para permitir a los estudiantes llegar a los principios legales por su propio camino efectuando preguntas que estimulan un particular modo de razonamiento.
El principal acierto del método socrático en derecho reside no en responder irresolubles preguntas sino en explorar los aspectos, contornos (y, 'contronos') de temás legales difíciles y enseñar a los estudiantes el razonamiento crítico necesario que necesitarán los abogados.

Un profesor experimentado puede enseñar a los estudiantes a pensar por sí mismos usando este método. Este es el único método casuistico de enseñanza que fue diseñado para pensadores autónomos.

Las claves de buen comportamiento principales:

  • El profesor y el estudiante deben de estar de acuerdo con el tema de la instrucción.
  • El estudiante debe de estar de acuerdo en responder las preguntas del profesor.
  • El profesor y el estudiante deben estar de acuerdo en aceptar cualquier razonamiento correcto. Esto es, el proceso de razonamiento puede estar considerado como más importante que los hechos preconcebidos o creencias.
  • Las preguntas del profesor deben exponer errores en el razonamiento o creencias del estudiante. Esto es, el profesor debe razonar más rápidamente y correctamente que el estudiante y descubrir errores en el razonamiento del estudiante y luego formular una pregunta que el estudiante no pueda responder excepto si redirige o llega a una verdadera o conclusión acertada o sigue un razonamiento correcto. Para realizar esto, debe de ser muy rápido en los típicos errores de razonamiento (Véase Lista de prejuicios cognitivos).
  • Si el profesor realiza un error de lógica o hecho es aceptable por parte del estudiante corregir al profesor.

Ya que la discusión no es un diálogo no es el mejor método para aplicar el método socrático que en tanto dialectico, pese a las contradicciones, implica lo dialógico. Sin embargo, en este caso la discusión puede ser más pedagógica porque, se supone, hace que los estudiantes no citen o recurran a la autoridad sino que elaboren sus propios argumentos, extraigan sus propias conclusiones.

Ironía socrática [editar]

El método socrático también se conoce como "ironía socrática". La ironía es la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates (filósofo griego) en su método dialéctico. Sócrates comienza siempre sus diálogos psicopedagógicos y propedéuticos desde la posición ficticia que encumbra al interlocutor (en este caso el alumno) como el sabio en la materia a tratar. Dado que Sócrates era considerado como el hombre más sabio de Atenas es fácil entender el porqué de la ironía. El siguiente paso del diálogo sería la mayéutica, esto es ayudar a sacar de dentro de la psique aquello que el interlocutor sabe pero ignora saber. Para ello el método socrático sugiere realizar preguntas sencillas sobre el tema en el que el sujeto (alumno) ha sido nombrado como sabio. Después, las respuestas que el interlocutor daba a Sócrates eran rebatidas, en especial confutadas con la finalidad de que el alumno descubriera que su "saber" era un conjunto de pre-juicios y las fuera completando y precisando por sí mismo tomando consciencia, en todo lo posible, de lo real.

Referencias y bibliografía [editar]

  • Vlastos, Gregory (1983) ‘The Socratic Elenchus’, in Oxford Studies in Ancient Philosophy 1: 27-58.
  • Benson, Hugh (2000) Socratic Wisdom (Oxford: Oxford University Press)

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Véase también [editar]