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HISTORIA18: ERIS. En la mitología griega Eris (en griego antiguo Ἒρις) es la diosa de la discordia. En la mitología romana se le llama Discordia. Su opuesta en la mitología griega era Harmonía, y en la romana, Concordia.

Eris

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Para otros usos de este término, véase Eris (desambiguación).
Eris (pintura ateniense, c. 575-525 a. C.).

En la mitología griega Eris (en griego antiguo Ἒρις) es la diosa de la discordia. En la mitología romana se le llama Discordia. Su opuesta en la mitología griega era Harmonía, y en la romana, Concordia.

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[editar] Mitología griega

En los Trabajos y días, Hesíodo distingue dos diosas diferentes llamadas Eris:

Así que, después de todo, no había un único tipo de Discordia, sino que en toda la tierra había dos. Respecto a una, el hombre podría elogiarla cuando llegase a conocerla, pero la otra es censurable, y son de naturaleza completamente diferente
Pues una fomenta la guerra y batalla malvadas, siendo cruel: ningún hombre la ama; pero por fuerza, debido a la voluntad de los inmortales dioses, los hombres pagan a la severa Discordia su deuda de honor.
Pero la otra es la hermana mayor de la oscura Noche (Nix), y el hijo de Crono que se sienta en alto y mora en el éter, extendidas sus raíces en la tierra: y es mucho más amable con los hombres. Incluso logra que los perezosos trabajen duro; pues un hombre se vuelve ansioso por trabajar cuando tiene en cuenta a su vecino, un rico que se apresura por arar y plantar y poner su casa en orden, y el vecino compite con su vecino en apresurarse tras la riqueza. Esta Discordia es sana para los hombres. Y el alfarero se enfada con el alfarero, y el artesano con el artesano, y el mendigo envidia al mendigo, y trovador al trovador.[1]

En la Teogonía Hesíodo habla menos amablemente de Discordia, hija de la Noche, al engendrar otras personificaciones:

Por su parte Eris (Discordia) parió al doloroso Ponos (Pena), a Lete (Olvido) y a Limos (Hambre) y al lloroso Algos (Dolor), también a las Hisminas (Disputas), las Macas (Batallas), las Fonos (Matanzas), las Androctasias (Masacres), los Odios (Neikea), las Mentiras (Pseudologos), las Anfilogías (Ambigüedades), a Disnomia (el Desorden) y a Ate (la Ruina y la Insensatez), todos ellos compañeros inseparables, y a Horcos (Juramento), el que más problemas causa a los hombres de la tierra cada vez que alguno perjura voluntariamente.[2]

La otra Discordia es presumiblemente la que aparece en la Ilíada de Homero como hermana de Ares y por tanto probable hija de Zeus y Hera:

Discordia, insaciable en sus furores, hermana y compañera del homicida Ares, la cual al principio aparece pequeña y luego crece hasta tocar con la cabeza el cielo mientras anda sobre la tierra. Entonces la Discordia, penetrando por la muchedumbre, arrojó en medio de ella el combate funesto para todos y acreció el afán de los guerreros.[3]

Al principio del Libro XI, Zeus la envía para provocar a los aqueos.[4]

La leyenda más famosa protagonizada por Eris cuenta cómo inició la Guerra de Troya. Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis (que luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris no fue invitada debido a su naturaleza problemática. Así que Eris (en un fragmento de la Cipria, como parte de un plan urdido por Zeus y Temis) apareció en la fiesta con la Manzana de la Discordia, una manzana dorada con la palabra kallisti (‘para la más hermosa’ o ‘para la más bella’) inscrita, que arrojó entre las diosas provocando que Afrodita, Hera y Atenea la reclamasen para sí, iniciándose una riña. Zeus, para no tener que elegir entre las diosas, puesto que una era su esposa y las otras dos eran sus hijas, encargó ser juez a Paris. Entonces Hermes le transmitió al desventurado Paris, príncipe de Troya, que tendría que elegir a la más hermosa. Siendo como era la moralidad mitológica griega, cada una de las tres diosas intentó sobornarle para que la eligiera: Hera le ofreció poder político, Atenea le prometió destreza militar y Afrodita le tentó con la mujer más hermosa de la tierra, Helena, esposa de Menelao de Esparta. Siendo Paris un joven apasionado, y aunque no se sabe cuánto tiempo meditó sobre la cuestión, terminó por conceder la manzana a Afrodita, raptando luego a Helena y provocando así la Guerra de Troya.

En Las dionisíacas, Nono de Panópolis cuenta que cuando Tifón se prepara para luchar con Zeus:

Eris era la escolta de Tifón en el enfrentamiento, Niké llevó a Zeus a la batalla.[5]

[editar] Mitología discordiana

Eris ha sido la diosa mayor de la religión discordiana. En el proceso, ha sido despojada de su «personalidad» especial.

Eris ha sido adoptada como la diosa madre de la moderna religión discordiana. En el proceso, sin embargo, ha sido aligerada considerablemente en comparación con el bastante malévolo original grecorromano. Una cita del Principia Discordia, el libro sagrado del Discordianismo, intenta aclarar esto:

Un día Mal-2 consultó su glándula pineal y preguntó a Eris si realmente Ella creó todas aquellas cosas terribles. Ella le dijo que siempre Le habían gustado los Antiguos Griegos, que no podía confiarse en ellos para asuntos históricos. «Eran», añadió, «víctimas de una indigestión, ya sabes».

[cita requerida]

[editar] Notas

  1. Hesíodo, Trabajos y días 11–24.
  2. Hesíodo, Teogonía 226–232.
  3. Homero, Ilíada iv.440.
  4. Homero, Ilíada xi.1.
  5. Nono de Panópolis, Las dionisíacas ii.356.

[editar] Enlaces externos

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