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HISTORIA10: EL CAOS (MITOLOGÍA). En algunos relatos cosmogónicos griegos, Caos es aquella que existe antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es el estado primigenio del cosmos infinito. En griego antiguo Χάος significa 'espacio que se abre',[1] o 'hendidura', y procede del verbo χἄω, que en formas derivadas significa 'bostezar', 'abrirse una herida' o 'abrirse de una caverna'. En el siglo V a. C. se la identificó con el aire. Solo tardíamente adquirió el sentido de "confusión elemental", con Ovidio.[2]

Caos (mitología)

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Para otros usos de este término, véase Caos (desambiguación).

En algunos relatos cosmogónicos griegos, Caos es aquella que existe antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es el estado primigenio del cosmos infinito. En griego antiguo Χάος significa 'espacio que se abre',[1] o 'hendidura', y procede del verbo χἄω, que en formas derivadas significa 'bostezar', 'abrirse una herida' o 'abrirse de una caverna'. En el siglo V a. C.  se la identificó con el aire. Solo tardíamente adquirió el sentido de "confusión elemental", con Ovidio.[2]

Contenido

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[editar] Teogonías arcaicas

[editar] La Teogonía de Hesíodo

Según la Teogonía de Hesíodo, Caos fue lo primero que existió, y luego enumera otras figuras cosmogónicas elementales como Gea (la Tierra), Tártaro y Eros (v. 116ss). Pero Caos no engendró estas deidades elementales, sino que es cabeza de una genealogía de dioses asociados a lo incorpóreo: Nix -la Noche- y Érebo son sus hijos (v. 124), Éter y Hemera (el Dia) sus nietos (v. 125-126).

Una importante tradición filológica considera que Caos es la hendidura o resquicio situado entre el cielo y la tierra. Hesíodo relata en la Titanomaquia que Zeus, al lanzar el rayo a los Titanes, hace estremecer a Caos (Teogonia, v. 700), y compara este hecho con el acercamiento entre Urano -el Cielo- y Gea -la Tierra-. Este pasaje, sumado al valor semántico de la palabra Chaos, hace admisible la interpretación de Francis Macdonald Cornford, según la cual las palabras del verso 116 (Χάος γένετ᾽) deben traducirse "surgió el resquicio entre la tierra y el cielo".[3] Geoffrey Stephen Kirk y John Earle Raven refuerzan esta interpretación, y si bien tienen en cuenta la dificultad de que en la fuente Urano derive de Gea en un estadio posterior de la cosmogonía, piensan que lo que Hesíodo quiso significar es que al principio había un todo informe, que el cielo y la tierra formaban una masa indiferenciada y en el principio relatado se separaron: lo primero es esta separación, que luego se reduplica figurativamente en el nacimiento de Urano a partir de Gea (v. 126), y mitopoyéticamente en el relato de la castración de Urano por parte de Crono (v. 154ss).[4]

Una variante de esta interpretación la da Olof Gigon. Indica que Hesíodo parte de la imagen del cosmos como cavidad formada por la bóveda el cielo y la tierra como suelo, y luego suprime mentalmente a ambos para llegar a un concepto como Caos. Es algo completamente indeterminado, esto viene indicado por el hecho de que la palabra para designarlo es gramaticalmente neutra. Esto lo acerca al ἄπειρον (ápeiron, "lo indeterminado") de Anaximandro. Para Gigon, bajo la faz de una divinidad cosmogónica semejante se esconde el concepto filosófico de un principio anterior a todo.[5]

[editar] Las teogonías órficas

A diferencia de Hesíodo, la tradición órfica consideraba a Caos descendiente de Chronos y Ananké.[cita requerida]

En el mito pelasgo de la creación, Eurínome (la 'diosa de todo') surgió de este Caos y creó el Cosmos a partir de él. Para los órficos era llamado el «vientre de la oscuridad», del que surgió el huevo cósmico que contenía el Universo, a veces mezclado con la «negra noche alada».[cita requerida]

[editar] Características tardías

En su obra Las metamorfosis, Ovidio describió al Caos como rudis indigestaque moles, «una masa bastante cruda e indigesta, un bulto sin vida, informe y sin bordes, de semillas discordantes y justamente llamada Caos», definición que no coincide con la original ('vacío que ocupa un hueco'), pero que ha estado en uso desde entonces, hasta llegar al actual significado familiar de 'completo desorden'.

[editar] Referencias

  1. West, Hesiod Theogony, p. 192, comm. a v. 116.
  2. Gigon, Los orígenes de la filosofía griega, p. 30.
  3. Cornford, Principium sapientiae, p. 194.
  4. Kirk y Raven, Los filósofos presocráticos, p. 42-49
  5. Gigon, Los orígenes de la filosofía griega, p. 32-33

[editar] Bibliografía

[editar] Fuentes

[editar] Estudios

  • West, Martin Litchfield (1966) (en griego - inglés). Hesiod Theogony. Londres: Oxford University Press. pp. 192-193. 
  • Gigon, Olof. «Hesíodo». Los orígenes de la filosofía griega. De Hesíodo a Parménides. (título original Der Ursprung der Griechischen Philosophie), traducción de Manuel Carrión Gútiez (2ª edición). Madrid: Editorial Gredos. pp. 13–44. 
  • Kirk, Geoffrey Stephen; Raven, John Earle. «I-Los precursores de la cosmogonía filosófica». Los filósofos presocráticos, Historia crítica con selección de textos. (título original The presocratic philosophers. A critical history with a selection of text) (1ª edición). Madrid: Editorial Gredos. pp. 12-85. 

[editar] Véase también

[editar] Enlaces externos

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