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PENSAMIENTO MÁGICO7: LA FORMA. Clasificamos y ordenamos así los objetos según sus formas, cuadrados, círculos, esferas, etc. agrupándolos por lo que tienen de común sin tener en cuenta la materia o contenido que los diferencia.

Forma (filosofía)

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El sentido más simple y probablemente originario de la palabra forma hace referencia a la figura espacial de los cuerpos materiales sólidos.

Pero la peculiaridad del término consiste en la abstracción que hacemos al prescindir de la materialidad de las cosas y considerar la figura en sí misma como algo independiente, es decir, como forma.

Clasificamos y ordenamos así los objetos según sus formas, cuadrados, círculos, esferas, etc. agrupándolos por lo que tienen de común sin tener en cuenta la materia o contenido que los diferencia.

De la misma manera agrupamos intelectualmente y ordenamos las cosas que tienen propiedades semejantes unificándolas en un concepto o idea que denota el conjunto de todos ellos clasificándolos como un conjunto de individuos y que lingüísticamente expresamos mediante un sustantivo abstracto en el sentido en que lo define Ortega y Gasset. De la misma manera unimos las propiedades y cualidades en nuevos conceptos como clase lógica de orden superior.

Podemos entonces considerar intelectualmente un mismo objeto o "suceso" del mundo de "muchas formas", desde diversos puntos de vista, así como también considerar cómo está constituido o formado,[1] destacando como fundamental o la más importante una determinada forma que le hace ser lo que esencialmente es.

Por ello el concepto de forma es realmente complejo y muy importante a lo largo de toda la historia del pensamiento.

Contenido

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El concepto fundamental en la tradición [editar]

Ver las cosas desde su singularidad no nos permitiría más que señalar con el dedo para indicar un algo que se destaca o queremos destacar de todo lo que le rodea. Lingüísticamente no podríamos más que utilizar lo que algunos llaman pronombres vagos, tal como esto", eso o aquello o por ser algo diferente de todo lo demás.[2]

Sin embargo si pretendemos tener por conocido ese algo, necesariamente tenemos que recurrir a un referente que permite asociar ese algo con otros algos que en algún o algunos aspectos tienen una forma semejante.

Ese aspecto o forma común permite considerar las cosas desde un principio cualitativo o esencial que está más allá del conocimiento sensible de la experiencia singular y en todo caso remite a la memoria espacio-temporal o referencia cultural recibida fundamentalmente a través del lenguaje.

Un conocimiento intelectual o conceptual que, expresado como una unidad lingüística, se considera que designa un objeto, una cosa o un suceso de la realidad, o denota algunas propiedades de ello y es comunicable a otros.[3] Un proceso social y cultural de «construcción de objetos» de conocimiento y de «relaciones lógicas» entre ellos con lo que se forman las Teorías, que sirven para describir y explicar el mundo.

Con ciertas condiciones especiales estas descripciones y explicaciones del mundo tienen el carácter de ciencia. Otro tipo de explicaciones son las creencias religiosas, ideológicas o simplemente tradicionales.

Desde antiguo se encontraron las propiedades que atañen a las cosas en cuanto figuras espaciales naciendo la geometría como ciencia con carácter necesario, es decir de conocimiento conforme a leyes y principios generales.

En la filosofía griega este aspecto de abstracción o separación de lo material tuvo especial relevancia y ha constituido uno de los pilares de la tradición del pensamiento filosófico en lo que respecta a la comprensión y explicación de la realidad de las cosas. Pitágoras, por ejemplo, a partir de las formas geométricas y sus relaciones numéricas, pensó que la forma esencial de las cosas era el número.

Por medio de la abstracción se justificaba la capacidad del conocimiento para prescindir de lo sensible e intuir un principio «formal» o «modo de ver las cosas intelectualmente» mediante el entendimiento como facultad del alma humana: la idea, el concepto o esencia de las cosas.

La inmaterialidad de los conceptos adecuados a las formas constituyen la posibilidad del pensamiento y el lenguaje, y servía de justificación de la existencia en el hombre del alma inmaterial que justificaba lo espíritual.[4]

Puesto que el fundamento del movimiento[5] reside en la propia dinámica de las «formas», se distinguían diversos niveles en los seres que constituyen el universo como «Totalidad del Ser» según una jerarquía de formas de que estuvieran constituidos, es decir «formados»:[6]

  • Los que no tienen forma viva, los minerales o materia muerta.[7]
  • Los que tienen alma[8] vegetativa, las plantas.
  • Los que tienen alma sensitiva, los animales.
  • Los que tienen alma racional, que es el caso del hombre.[9]

Tal ha sido el fundamento de la filosofía occidental, greco-latina y cristiana hasta bien entrada la Edad Moderna.[10]

Según este modo de considerar la realidad de las cosas, su verdad, su verdadera realidad reside en la forma que se convierte, de este modo, en el objeto de la investigación y conocimiento científico, así como principio de la reflexión filosófica.

Hasta el nacimiento de la Nueva Ciencia en la Edad Moderna[11] la forma ha sido considerada como el objeto de la investigación científica, una ciencia de las cualidades en la que lo material sensible y la experiencia venían a tener un papel completamente secundario.

Un nuevo sentido del concepto [editar]

La ciencia actual apenas tiene en consideración dichos aspectos de la forma como realidad metafisica, pues concepto sensibilidad y experiencia no se consideran aspectos separados, unos correspondientes al cuerpo y otros al alma, sino funciones unitarias de una mente determinada en su soporte material y en un entorno o campo de realidad concreto y único.[12]

En cambio el término forma y lenguaje formalizado y formalismo y formalización adquieren especial relevancia para la ciencia en cuanto a los métodos de investigación y la construcción de teorías y de manera muy especial en la Lógica y las Matemáticas en cuanto ciencias formales.

Lo «formal» es asimismo de especial relevancia en lo jurídico y legal en cuanto a los procedimientos de la creación de la ley positiva[13] así como de aplicación de la misma y ejecución de las sentencias.

Asimismo la forma de los imperativos morales es una de las cuestiones más debatidas en la reflexión ética.[14]

Por otro lado lo «formal» adquiere, respecto al conocimiento en general y el arte, el sentido de «el punto de vista», el «enfoque» que da sentido al conjunto del discurso o la obra artística, con independencia del contenido o materia del mismo.

La complejidad del concepto [editar]

Aparece así un doble sentido de «forma»:

Forma en sentido Metafísico [editar]

La idea de esencia como άρχή (arjé), principio de todas las cosas proviene de los primeros filósofos presocráticos.

Con un sentido más formalista se atribuye a Pitágoras o al pitagorismo la afirmación de que el principio formal de todas las cosas es el número.

Pero quien definitivamente introduce este concepto en la Historia de la Filosofía es Platón, utilizando el término εΐδοσ (eidos), (traducido luego al latín como: forma, species, notio o genus; forma, especie, concepto o género).[17]

El término εἷδος Aristóteles lo introduce como μορφή (forma), como τό τί ἦν εἷναι, o también τό τί έστι (lo que es uno, como sustancia; lo que verdaderamente es) en contraposición con la materia concibiendo la realidad de la sustancia como compuesta de materia y forma sustancial: el hilemorfismo.

Los cristianos, los árabes y sobre todo los escolásticos, elaboraron todos estos modos de conceptualización de la forma integrándolos en la unidad de Dios entendido como Lo Uno, (el Ser); Creador a partir de la Nada como Causa del Universo y Fin del Mundo como (Providencia).

El platonismo y las formas separadas [editar]

El pensamiento de Platón sigue siendo fuente de inspiración como fuente original de toda la problemática que surge del pensamiento filosófico.

En su compleja simplicidad genera más problemas que soluciones respecto a la comprensión del Mundo; pues las «ideas», si bien hacen posible la comprensión del mundo dejan sin explicar dicho mundo.[18]

Pero la genialidad de Platón en el planteamiento del problema del conocimiento científico como tal y la ordenación del mundo en base a las «ideas» ha constituido el fundamento de la ciencia hasta la Edad Contemporánea.[19]

LA IMPORTANCIA DE LAS FORMAS Un gato gris sentado encima del tejado de la casa de enfrente

Podemos considerar las casi infinitas formas que con-forman ese

"hecho del mundo":

"el-gato-sentado-encima-del-tejado-de-la-casa-de-enfrente".
"Eso que hay o sucede ahí"
Bajo el punto de vista de una forma "esencial" como centro alrededor del cual se producen o tienen sentido las demás formas = es un gato. Porque tiene una serie de cualidades comunes con todos esos seres que identificamos y llamamos "gatos".

Tiene una forma posicional = sentado. Porque su cuerpo tiene una postura que es común con la que tienen los gatos cuando decimos que están sentados.

Tiene una forma de color = gris. Porque el color de su piel es común a muchas otras cosas que tienen ese color que llamamos gris.

Tiene varias formas en el espacio = encima del tejado, en la casa de enfrente... Porque tiene la forma común con las cosas que están "encima de algo" y "enfrente de algo".

Tiene una forma de cantidad = es grande, pequeño .... Tiene una forma de relación = es hijo de...., pertenece a....(Si es que lo sabemos...)

Así podríamos señalar infinidad de formas que constituyen el hecho natural que hemos designado así.

Pero ese mismo hecho podemos considerarlo de otra forma:
El-tejado-de-la-casa-de-enfrente-tiene-un-gato-gris-encima
Que siendo el mismo hecho sin embargo tiene otra forma diferente de ser percibido y valorado.

O también:

La casa de enfrente tiene un tejado con un gato gris encima.

O también

El gato gris de la casa de enfrente está encima del tejado.

Casi infinita cantidad de "formas" en las que se puede considerar un mismo hecho percibido en la experiencia
Las diversas formas según se considere el centro de atención del mismo hecho.

Las diversas formas en que se puede expresar lingüísticamente la percepción de ese mismo hecho.

Las diversas maneras en que se puede valorar el mismo hecho sin variar la percepción del mismo. (Notemos la importancia que puede tener el incluir la forma "el gato de", algo que no está en la percepción de los sentidos).

La cantidad de formas en que podemos relacionar el hecho con otro hecho

El gato gris está encima del tejado de la casa de enfrente y está lloviendo

Incluso si este segundo hecho no está directamente presente

Si el gato gris está encima del tejado de la casa de enfrente, entonces ha entrado el perro del vecino.

No está ni mucho menos claro que Platón pensara a lo largo de su dilatada vida siempre en un mundo de ideas subsistente.[20] No obstante en cuanto reflexión sobre el origen del conocimiento como "reconocimiento" a partir de un "a priori" es fruto de una genial intuición y acierto indudable.[21]

La problemática actual sobre las «condiciones a priori» del conocimiento: de la semiótica de los signos, de la generación del conocimiento formal, Gramática generativa y de la Linguística y de los lenguajes y Lenguas, y cuando empezamos a estar en condiciones de una investigación neurobiológica de la mente y de la formación genética de las neuronas, y el poder adaptativo de la mente y de los mecanismos de la evolución de la vida, así lo muestran.[22]

Aristóteles y la filosofía tradicional [editar]

La materia[23] viene a ser lo que todas las cosas tienen en común, lo indiferenciado, lo que en realidad no es nada; pues son las formas, jerárquicamente ordenadas según la finalidad de las formas sustanciales atraídas por un Primer Motor, causa primera y última, lo que constituye la realidad ordenada y eternamente en movimiento de las esferas del Mundo en sus diversos grados de perfección como sustancias y accidentes y sus interacciones mutuas.

La forma sustancial se convierte en la verdadera realidad de las cosas, la esencia que agrupa a una multiplicidad específica al mismo tiempo que las diferencia de las demás. Las formas accidentales, por el contrario, individualizan[24] a cada uno de los seres concretos en su situación en el mundo material y sensible.

Un mundo de formas eternas e inmutables que se realizan por la vía de la finalidad en una sucesión eterna de causas y efectos guiadas por la ley interna de las propias formas que buscan alcanzar la perfección de su esencia.

La forma concebida como causa:

Por todo ello la forma es el objeto de la investigación científica en el conocimiento del mundo movido por la causalidad según el principio aristotélico «lo que se mueve se mueve por otro».[26]

Por otro lado Aristóteles es el iniciador de un conocimiento científico naturalista, reconociendo al valor de la experiencia y del razonamiento inductivo en la observación de la naturaleza; pero las formas sustanciales escondidas en la abstracción del entendimiento frente a las accidentales confundidas en multitud de fragmentarias experiencias ofrecen muy poco contacto con la realidad del mundo físico en el que nosotros mismos somos parte y nos movemos como para ofrecernos una ciencia más allá de algunas especulaciones metafísicas o meras observaciones cualitativas coyunturales, como así fue durante siglos.[27]

El naturalismo plantearía la cuestión de cómo nosotros, habitantes físicos del mundo físico, podemos haber proyectado nuestra teoría científica de todo aquel mundo a partir de nuestros contactos exiguos con el mismo; a partir de los meros impactos de rayos y partículas sobre nuestras superficies y de unos cuantos indicios más, como el esfuerzo de caminar hacia arriba
Quine, W.V. Del estímulo a la ciencia. 1998. Barcelona. Ariel

En efecto el soporte primario material (materia prima) de la sustancia hilemórfica como «pura potencia de ser cualquier cosa sin ser ella misma nada concreto» confunde al entendimiento en aquello que denunciaba Hegel: "la noche donde todos los gatos son pardos".[28] Por otro lado el movimiento eterno del mundo acaba remitiendo a una sustancia especialísima, acto puro, Primer Motor que mueve sin ser movido fruto de un principio de causalidad que se trasciende a sí mismo más allá de cualquier postulado de la ciencia.

Las formas aristotélicas han sido fuente de inspiración de toda la filosofía escolástica y medieval y de la ciencia medieval.[29] Puesta en crisis en la Baja Edad Media a partir del Nominalismo, en la Edad Moderna va a ser fuente de los problemas a los que se ha de enfrentar el nacimiento de la Ciencia Moderna.[30]

El nuevo sentido de la forma en la ciencia moderna [editar]

Cuando Galileo hizo rodar por el plano inclinado las bolas cuyo peso había él mismo determinado; cuando Torricelli hizo soporar al aire un peso...... percibieron entonces los físicos una luz nueva. Comprendieron que la razón no conoce más que lo que ella misma produce según su bosquejo; que debe adelantarse con principios de sus juicios, según leyes constantes y obligar a la naturaleza a contestar a sus preguntas...

Yo debería creer que los ejemplos de la matemática y de la física, ciencias que, por una revolución llevada a cabo de una vez, han llegado a ser lo que ahora son, serían bastante notables para hacernos reflexionar sore la parte esencial de la transformación del pensamiento que ha sido para ellas tan provechosa y se imitasen aquí esos ejemplos ….

Ocurre con esto como con el primer pensamiento de Copérnico, quien, no consiguiendo explicar bien los movimientos celestes si admitía que la masa toda de las estrellas daba vueltas alrededor del espectador, ensayó si no tendría mayor éxito haciendo al espectador dar vueltas y dejando, en cambio, las estreellas inmóviles. En la metafísica se puede hacer un ensayo semejante por lo que se refiere a la intuición de los objetos.
Kant. Prólogo a la segunda edición de la Crítica de la Razón pura.

Kant consideró que su filosofía equivalía a un “giro copernicano”. En realidad tal giro lo había dado antes Descartes, si bien éste lo hizo con mentalidad todavía tradicional.

El giro corpernicano, según Kant, se produce cuando el “conocimiento” no es consecuencia de una potencia o facultad intuitiva del alma de captar intelectualmente la forma del objeto. Por el contrario, la constitución del objeto de conocimiento obedece a unas formas del sujeto que conoce.

En el conocimiento tradicional la “forma” pertenece al objeto conocido. Ahora la “forma” es algo que el sujeto impone al objeto conocido.

Descartes ni de lejos llegó a pensar algo así. Pero desde el momento en que la reflexión filosófica toma como punto de partida su principio indudable «Pienso, luego existo», se ha producido el giro copernicano como tal.

Descartes volvió a la filosofía tradicional recuperando a Dios como ser existente y perfecto[31] a partir de la “idea perfección” que tiene en su mente como principio innato del pensar.[32]

En el fondo Descartes restaura la Dialéctica platónica pero no en cuanto al contenido de los conceptos como “ideas objetivas del ser” que participan unas en el ser de las superiores, sino en cuanto a la "forma" del pensar lógico como principios de la deducción,[33] cuya manifestación es el Análisis que tan buenos resultados le ha dado en sus estudios matemáticos y que el consideró el fundamento del método científico de la Ciencia Moderna, con plena conciencia de la ruptura que se ha producido respecto al sentido y método de la ciencia antigua y medieval.

En definitiva, detrás del giro copernicano de Descartes primero y de Kant después, subyacen dos problemas acerca de la nueva “formalidad” de las formas:

Sentido lógico-formal [editar]

Que plantea Descartes y los racionalistas, cuya interpretación lógica concreta se desarrolla en Port Royal primero, transformando el juicio categórico aristotélico en la atribución gramatical de un predicado a un sujeto.[34] y se completa con la lógica simbólica y la formalización del lenguaje en el cálculo lógico y matemático ya en el siglo XIX y XX.

Sentido epistemológico [editar]

Que a su vez tiene dos dimensiones:

  • La referencia a la estructura mental que coloca las realidades, los fenómenos, los datos, los hechos, etc. dentro de un contexto conceptual.
El primero que se formula esta dimensión es Kant en su intento de justificar el conocimiento exitoso de la Ciencia Moderna, en las llamadas "formas puras" de la sensibilidad y los "conceptos puros" del entendimiento, incluso podemos considerar según Kant ciertas ideas trascendentales, Dios, el Mundo, y la inmortalidad, como "formas" o condiciones necesarias de la Razón en su funcionamiento. Hoy estas condiciones han perdido esa dimensión "pura" que pretendía Kant y se consideran propias de la investigación científica natural; un contenido transversal que abarca muchos y variados contenidos tanto de ciencias naturales (Desde la Física a la Biología, Etología y Neurobiología, como desde la Lógica Formal y las Matemáticas al Evolucionismo y la Genética) como de las ciencias sociales (Desde la Semiótica y la Lingüística, a la Historia cultural y la Filosofía). Lo que nos conduce a la dimensión metodológica de la forma.
  • La referencia a los métodos de investigación.
La diversificación de los contenidos de una determinada ciencia, y a veces la propia ciencia, viene a significar "el método" mismo en que dicha investigación es concebida y llevada a cabo. El método y la técnica empleada constituyen la "forma" específica del tratamiento de un contenido científico, naturalmente sometido a la validez epistemológica[35] reconocida por la comunidad competente. De especial relevancia es la Psicología de la Forma o Gestalt. Cassirer considera que la ciencia antigua y medieval se basaba en la "forma" mientras que la Ciencia Moderna se basa en la causa[36] Sin embargo la crisis de la Ciencia Contemporánea[30] ha forzado a introducir en la ciencia conceptos tales como estructura, campo o totalidad[37] evitando de forma consciente las causas finales. El uso de estos conceptos de las ciencias naturales, sin embargo adquieren carácter "formal" aplicado a las ciencias culturales y sociales. Cassirer piensa que el empleo del método de la "forma" produce progresos eficaces en el desarrollo de dichas ciencias. En general este tipo de método de las formas es válido para lo que implica devenir, siempre y cuando tal devenir tenga referencia a un conjunto de procesos seriales y de ninguna manera al principio (causa u origen) o final (finalismo) de ninguna serie.[38] Cassirer entiende que esto es así porque el hombre es un animal simbólico y por ello lo social no puede entenderse de modo causal, en sentido de las ciencias naturales. En lo cultural el devenir permanece dentro de una determinada forma de ser o, como diría Platón como un devenir hacia el ser, (γένεσις είς ούσίαν).

El nuevo sentido de la forma en la moral [editar]

Artículo principal: Ética

El hecho moral como rasgo esencial de la vida social constituye un rasgo cultural de primera magnitud. Hasta tal punto que el conjunto de las normas morales viene a ser uno de los elementos fundamentales de la cohesión social.

Siendo esto así, la tradición y la religión ha constituido el modo mas sencillo y antiguo de justificar y fundamentar la autoridad para la exigencia del sometimiento a las normas.

En la medida en que la vida cultural amplía el ámbito de la reflexión racional, aparece la crítica a los fundamentos de las normas basadas en la tradición y la religión.

No es casual, por ello, que los grandes filósofos, en la medida en que han sido críticos con la sociedad de su tiempo y con la autoridad y normas que justificaban y fundamentaban las normas morales, han tenido problemas con las autoridades políticas y religiosas.[39]

De la misma manera que en la Ciencia, la Edad Moderna se plantea la Ética frente a sí misma, su propia “formalidad”.

Artículo principal: Kant

Kant, pionero en estos planteamientos, concibe la Ética como una Ética formal, sin contenido.

El nuevo sentido de la forma en lo social [editar]

Artículo principal: Sociología

Cuando Comte hizo positiva la Sociología como ciencia, era plenamente consciente de que no podía ser reducida a la forma general de las ciencias naturales, cuyo modelo se tenía por entonces, por la Física.

La razón básica es que la Sociedad no está constituida por elementos numerables y desintegrables.

Pero la razón profunda, para Comte, es que la Sociología está llamada a llegar a ser la forma de la Religión definitiva de la Humanidad como Sistema orgánico. Tal finalidad podría convertirse en una restauración de una Metafísica, o en una ideología como explicación feroz.

El discurso posmoderno por el contrario camina en la actualidad por una pluralidad de discursos y relatos aceptada la multiplicidad de formas culturales y por tanto de sistemas en los que se desenvuelven los hombres.

El problema actual no es tanto la forma de un Sistema como la relación entre múltiples formas de sistemas, interculturalismo-multiculturalismo.

Se consideran formas las teorías del Derecho, del Estado y de lo social, si bien este último aspecto tiene sentido a partir del siglo XIX cuando las masas sociales alcanzan la capacidad de influencia social.

Esta nueva naturaleza social es la que da lugar a la Sociología como ciencia. A diferencia de la tradicional naturaleza del hombre como ser social, el “animal político” de Aristóteles, que era considerada a nivel de cada individuo.

La complejidad de este tema solo permite presentar un esquema de los sucesivos fundamentos en que se han ido justificando la forma de lo social a partir del Renacimiento, en occidente, cuando se inicia en Europa el proceso de secularización del poder[40] que, hasta ese momento, en la tradición occidental, provenía de Dios y se encarnaba en el Papa, respecto a la autoridad religiosa y en el Monarca en la autoridad y poder político, en ambos casos como forma de poder absoluto.[41]

Las relaciones de los conquistadores españoles en América y la relación jurídica con los indios de dominación y esclavitud, suscita que Francisco de Vitoria y Bartolomé de las Casas en defensa de los derechos de los indios, fueran pioneros en la consideración de un Derecho Internacional, y primeras formulaciones de unos Derechos Humanos.

Nicolás Maquiavelo realizó sus reflexiones sobre la política de los hechos en cuanto a la realidad de lo que es la política encarnada en El Príncipe, defendiendo la forma de República,[42] frente al poder absoluto del príncipe a finales del XVI y principio del XVII.

Hobbes niega el origen del poder en Dios y, aunque no niega la monarquía, sí apoya claramente la causa parlamentaria. Pero lo importante de su pensamiento no es tanto la forma de Estado y de Gobierno sino su planteamiento sobre la naturaleza humana, entendida bajo el punto de vista naturalista de que los hombres son así,[43] frente a la deducción de las formas sociales a partir de una forma metafísica, como se hacía en la filosofía tradicional.[44] La naturaleza social natural entendida como lucha de todos contra todos da lugar a un pacto social, verdadero origen y forma de la organización social como Sociedad. Su famosa definición de el hombre es un lobo para el hombre,(homo, homini lupus) da origen a la subordinación de todos a un gobernante, origen de la organización social.

Pero es en el siglo XVIII y XIX cuando realmente se estudia la forma de lo social en autores como Locke, Rousseau, Kant, Hegel, Marx con orientaciones, conceptos y criterios completamente diferentes.

En el XIX y XX la sociología como ciencia recibe diversas formas:

  • La forma naturalista: La sociedad como tal es un hecho natural y debe seguir el modelo de las ciencias naturales.
  • La forma científico-espiritual: La sociedad se constituye como una forma de Espíritu Objetivo[45] que requiere un método y tratamiento como “Ciencias del Espíritu”, “ciencias culturales”, o “ciencias humanas”.
  • La forma material: que estudia las formas sociales que se desarrollan en cada momento histórico.
  • La formal: que considera las “formas de socialización” que se dan a partir de los contenidos de los hechos sociales como formas de relación de los individuos entre sí, de grupos sociales entre sí, y de individuos respecto a grupos.

En cualquier caso la forma de la acción social como forma universal en el proceso de formación de una sociedad globalizada, parece que debería conducir bajo las formas culturales más diversas y formas de Estado y de gobierno diferentes a algo que debería poder ser reconocido universalmente como Democracia basada en unos Derechos Humanos eficaces y una Justicia Universal, ante los Delitos contra la Humanidad, lo que en definitiva enlazaría la forma social con la realización de determinados valores morales y con la Ética, si bien no es objeto de la ciencia dicha realización.[46]

Lo formal en el derecho y la justicia [editar]

Especial relevancia tiene la forma en la fundamentación de la ley, una vez superado definitivamente la justificación racional de la forma de poder absoluto del monarca.[47]

La forma es esencial requisito para que la ley pueda adquirir su validez, tanto en el procedimiento de elaboración y aprobación, como de sanción y publicación.

Finalmente en los procesos judiciales, la forma es esencial en todo el procedimiento y en la ejecución de las sentencias.

Asimismo los procedimientos administrativos tienen una forma de sometimiento riguroso a la ley claramente definida.

Lo formal en sentido estético [editar]

En sentido estético lo formal tiene unas particularidades bien definidas:

  • No se distingue de la materia (en cuanto objeto material)
  • Está en el propio contenido
  • No es universal, por el contrario, es esencialmente singular.
  • Incluye lo sensible, en algunos casos es esencialmente sensible.
  • Puede incluir los sentimientos

Dadas estas particularidades la forma estética plantea diversos problemas:

  • La relación forma-contenido, en similitud y diferencia con la relación materia-forma.
¿Son separables forma y contenido? ¿Puede darse contenido sin forma o una forma sin contenido?

Referencias [editar]

  1. Según la pluralidad de formas que el objeto manifiesta o bien está en período de formación cuando esas formas se van adquiriendo desarrollando unas, perdiendo otras o cambiando unas por otras
  2. "That's so", "esto es así" como percepción esencial que remite a la experiencia directa de un objeto, tal como consideró Russell. Y ya Platón en el Teeteto:
    Escucha, pues, un sueño en cambio de ese otro sueño. Creo haber oido también decir á algunos que los primeros elementos, si puedo decirlo así, de que el hombre y el universo se componen, son inexplicables; que á cada uno, tomado en sí mismo, no puede hacerse más que darle nombre, siendo imposible enunciar nada más ni en pro ni en contra, porque seria ya atribuirle el ser ó el no ser; que no debe añadirse nada al elemento, si se quiere enunciarlo sólo; que ni aun deben unirse á él las palabras él, éste, cada, sólo, esto , ni otras muchas semejantes, porque no siendo nada fijo se aplican á todas las cosas y son de algún modo diferentes de aquellas á las que se aplican; que seria preciso enunciar el elemento en sí mismo, si esto fuera posible, y si tuviese una explicación que le fuera propia, por medio de la cual se le pudiese enunciar sin el auxilio de ninguna otra cosa; pero que es imposible explicar ninguno de los primeros elementos, y que sólo puede nombrárseles simplemente, porque no tienen más que el nombre.

    Por el contrario, respecto á. loS seres compuestos de estos elementos, como hay una combinación de principios, la hay también en cuanto á los nombres que hacen posible la demostración, porque esta resulta esencialmente de la reunión de los nombres; que por lo tanto, los elementos no son ni explicables, ni cognoscibles, sino tan sólo sensibles; mientras que los compuestos pueden ser conocidos, enunciados y estimados por un juicio verdadero; qué, por consiguiente, cuando se forma sobre cualquier objeto un juicio verdadero, pero destituido de explicación, el alma á la verdad pensaba exactamente sobre este objeto, pero no le conocía, porque no se tiene la ciencia de una cosa,

    en tanto que no se puede dar ni entender la explicación; pero que cuando al juicio verdadero se unia la explicación , se estaba entonces en estado de conocer, y se tenia todo lo requerido para la ciencia. ¿Es así como has entendido este sueño ó de otra manera?
    Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 3, Madrid 1871, p. 273
  3. Si no fuera por el lenguaje tendríamos mucha dificultad para clasificar nuestras impresiones sensoriales y objetos para identificar las diferencias o diferenciar las semejanzas sobre todo en la percepción de "objetos" o "sucesos" verdaderamente complejos en sus múltiples relaciones.
  4. La filosofía, aunque surge como crítica a la verdad de los mitos tampoco surge "ex novo" y las tradiciones religiosas entran dentro de un cuerpo de creencias previas desde las que se inicia la reflexión filosófica. Para Platón y toda la tradición cristiana el alma humana es inmortal; no así para Aristóteles
  5. Entendido como "acción que produce un cambio", dicho más técnicamente, la causa que produce un efecto; siendo el mundo el conjunto del espacio en el que se produce toda clase de movimiento: local, cualitativo, cuantitativo generativo o corruptivo
  6. El orden del mundo responde a una jerarquía en la ordenación de las formas en cuanto unas participan de otras. Por eso para Aristóteles una forma es la que verdaderamente existe, la formal sustancial, siendo las demás en función de ella y predicándose en otros casos por analogía
  7. Todavía en ellos hay los que están sometidos únicamente a movimientos regulares, matemáticos, eternos y divinos, porque no dependen de la acción de causas externas, como son los «astros supralunares» y los que están sujetos a las causas accidentales de la acción y la pasión, en el «mundo sublunar»
  8. Alma, conforme a toda la tradición y en continuidad con las creencias religiosas, es aquello que tiene "vida", entendido como "que tiene capacidad de automovimiento". Es una forma que aparece radicalmente distinta de "lo material inerte" y por eso el componente religioso aparece al considerar que el alma, por ser principio de vida, no puede morir; a lo más se transmite de padres a hijos, o están en un "cielo" en otra vida. Platón tenía que admitir un "alma del mundo" que concediera el movimiento de los cuerpos celestes, como Aristóteles a los movimientos de las esferas supralunares.
  9. Los cristianos añadirán, además, almas racionales independientes de la materia, por ello espíritus como son los ángeles y los demonios, siguiendo tradiciones de pensamiento y religiones anteriores y sobre todo la Causa y Principio de todo Dios.
  10. Lo que no es menosprecio de escuelas filosóficas materialistas antiguas, sobre todo el atomismo, el estoicismo y el epicureísmo que ejercieron notable influencia en el pensamiento predominante de la tradición cristiana consagrada por el poder del Imperio.
  11. Todavía Francis Bacon, considerado por muchos uno de los fundadores del nuevo método científico, consideraba que el objeto de la ciencia consistía en desvelar las formas; si bien en lugar de seguir la vía especulativa tradicional el método imponía el seguimiento de unas reglas inductivas de la experiencia
  12. Véase Evidencia
  13. En la medida en que la sociedad empieza a regularse por tales leyes de forma independiente de la Ley Natural impuesta por la Divina Providencia e interpretada por las autoridades religiosas o regias, pues según la tradición «el poder viene de Dios» frente a la nueva sociedad que está surgiendo en la Edad Moderna donde «el poder reside en el pueblo»
  14. De la misma manera que la moral se fundamenta más en la libertad del hombre que en la obediencia a la Ley de Dios y los preceptos religiosos
  15. Es evidente que nos referimos al concepto más simple y tradicional de Geometría, que seguramente hoy día tiene poco que ver con lo que aquí se expresa
  16. Este sentido metafísico tradicional hace depender las formas de las ideas de Dios, conforme a su plan Creador según su Providencia, y por el fundamento tanto del conocimiento en la ciencia, como en la moral y en lo social, remitiendo por ello en el fondo a una Ley Natural divina que rige toda la creación. Estos aspectos se separan a raíz del nuevo concepto de ciencia y del modo en que se efectúa la reflexión filosófica en la Edad Moderna
  17. Charmides, 154 D; Critias, 116 D; Protágoras, 352 A; El Banquete, 189 E;196 A; 205 B; 210 B; Fedón 73 A; Fedro, 102 B; 103 E; 229 D; 246 B; 263 B; 265 C; Teetetos, 148 D; 178 A; 204 A; República, Libro III, 402 D; Libro IV, 424 C; Libro VI, 510 D; Parmenides, 132 D; 149 E; El sofista, 219 A; 246 B; 440 B; Filebo 19 B; Timeo, 51 A; 57 C; Leyes, I, 645 A.
  18. Es clásica la referencia a la definición de "El pescador con caña" que hace Platón en du diálogo Menon. Son muy gráficas respecto a la visión actual de las "ideas" en sentido formal, las páginas en las que Quine hace una descripción imaginaria del proceso de generación de las «ideas» entendidas como «propiedades» hasta su conceptualización como «clase|clase lógica». Op. cit. pp. 50-51
  19. Los racionalistas supusieron las ideas innatas como principios formales del pensar. La ordenación de los seres vivos en base a los géneros y especies y variedades etc. de Linneo sigue precisamente la dialéctica platónica. Es muy interesante la polémica descrita por Eco, U. en su obra "kant y el ornitorrinco" a propósito del descubrimiento del ornitorrinco, animal que rompe de forma total ese "orden de géneros y especies" con el que Dios parece haber ordenado el Mundo. Todavía a principio del siglo XX algunos idealistas y matemáticos como Russell o el primer Wittgenstein consideraron la preexistencia innata y coincidente de los principios lógico-matemáticos en los elementos primitivos de la experiencia del mundo. Cfr. Russel, V. (1959) "La evolución de mi pensamiento filosófico". Otros plantearon la necesidad de objetividad de ideas tales como "la montaña de oro", aunque solo fuera para poder decir que "la montaña de oro no existe". Véase Alexius Meinong
  20. Como muestra en sus últimos diálogos: El sofista, y sobre todo en el Parménides
  21. Teoría de la «reminiscencia» del alma en la contemplación de las cosas como imágenes de las ideas. Ideas contempladas en su vida anterior, puesto que el alma en cuanto tal pertenece al mundo de las ideas. Fedro, 247C-E. O las consideraciones de Santo Tomás en Suma Teológica I, 84, 7; I, 86, 1
  22. Véase Evidencia
  23. Que en el sentido actual incluiría la energía. Algunos escolásticos medievales intuyeron algo cuando pensaron que esa última "forma sin forma" era la luz, como pensaron Grosseteste y en ciertos aspectos, ya en el Renacimiento, Nicolás de Cusa en donde lo indiferenciado es plenitud de Ser en Dios y la diferencia es la contradicción divina de ser a la vez Lo Uno y lo múltiple.
  24. El problema de la individuación en la Baja Edad Media fue muy importante en el pensamiento franciscano más nominalista y empirista en Oxford, Roger Bacon, Guillermo de Ockham, Duns Scoto etc. y ejerció una gran influencia en la evolución hacia el pensamiento moderno
  25. Frente a las ideas platónicas que son consideradas mas bien como género lógico. Por eso Aristóteles utiliza en su plateamiento la diferencia entre el ser propiamente dicho y lo que se predica como ser analógico
  26. Aristóteles considera cuatro tipos de causa: material, formal, eficiente y final. Pero todas ellas están regidas por el principio de formalidad, y actuada por un Primer Motor que es pura forma sin materia.
  27. Una muy entretenida descripción del concepto medieval del mundo según la tradición aristotélica de las formas, en Gilson, E. op. cit. pp. 297 y ss.
  28. Así describe Hegel la pretensión de partir la reflexión filosófica de un Absoluto como mera indiferencia de Sujeto y Objeto como "la ingenuidad del vacío en el conocimiento".
  29. Los escolásticos estudiaban las formas. Sin pretender agotar todas sus distinciones:
    • formas físicas (sustancia-accidentes) y metafísicas (diferencia con respecto al género, para genear la especie)
    • formas naturales - formas artificiales
    • formas sustanciales (atributos de la sustancia) - formas accidentales (que pueden cambiar sin destrucción de la sustancia)
    • formas puras o separadas (pura realidad de acto, sin materia, como Dios, los ángeles y los demonios) - formas inherentes (que tienen existencia en su aplicación a la sustancia material)
    • formas individuales (que distinguen al individuo de cualquier otro)
    • formas ejemplares (que son modelo de otras formas, como formas de formas)
    Algunas de estas distinciones venían forzadas para poder explicar los misterios de sus creencias religiosas como la doble naturaleza de Cristo, divina y humana; la transustanciación del vino en la sangre de Cristo o la Unidad y Trinidad de Dios
  30. a b Véase Lógica empírica
  31. Retomando el argumento ontológico de San Anselmo
  32. De otro modo, sin otro principio, sería imposible superar el solipsismo
  33. Que dios ha puesto en la naturaleza humana como ideas innatas
  34. Véase verdades de razón
  35. Véase Validez lógica
  36. En sentido moderno que se entiende como la causa eficiente. Véase Explicación
  37. Lo especial de estos conceptos es que no son conceptos derivados de la experiencia, sino "instrumentos" que permiten "interpretar determinadas experiencias o experimentos" conforme a unas Teorías
  38. Véase evidencia y paradigma y el peligro de las ideologías como posibles explicaciones feroces. De ahí la importancia del progreso científico y crítico en la valoración y necesaria consideración de las creencias e ideologías, de manera especial en las religiones con su última referencia a la inmortalidad y la trascendencia
  39. Desde Platón y Aristóteles la lista se haría interminable. Se incluye aquí a quienes desde dentro de un mismo fundamento moral han presentado criterios de fundamentación diferente a los establecidos por la Autoridad y la tradición. No pocos santos han pasado por el “Índice” de la prohibición eclesiástica, incluido Santo Tomás.
  40. Proceso que comienza en la Baja Edad Media con el desarrollo de las ciudades y la vida comercial de la mano de la naciente burguesía
  41. Salvador Giner presenta unos muy interesantes antecedentes del pactismo que comienza ya en el siglo XIV con autores que merecerían ser mejor conocidos como Francesc Eximenis, en El País, 13 de enero de 2010
  42. En el sentido de que el "Principe" tiene que estar sometido a la ley que él mismo establece. No en el sentido que hoy día tiene la República como "forma"
  43. Como en su día concebían lo social los sofistas
  44. Sobre todo el platonismo, el aristotelismo y el cristianismo, formulando una Ley Natural establecida bien sea por la Naturaleza o por Dios
  45. Que tanto puede ser la Idea Hegeliana convertida en Sujeto y Espíritu Objetivo que llegará a lo Absoluto, como la lucha de clases convertida en "vanguardia obrera" como partido político que construirá el "Estado Socialista]], o la idea evolutiva de una Humanidad en progreso como pretendía Comte, o la realización de unos acuerdos pactados como Derechos Humanos
  46. Wikipedia es en muchos aspectos una muestra de que tal acción social globalizada en la actualidad ya no es imposible
  47. Lo que no quiere decir que se haya superado realmente la existencia permanente de diversos poderes absolutos, sean de monarcas, como de otras instituciones delictivas o no, que viven al margen o de espaldas al derecho como tal, manteniéndose situaciones de esclavitud y de incumplimientos graves del derecho tanto a nivel individual como social. (Talleres clandestinos, mafiaS, trata de blancas, incluso gobiernos e instituciones religiosas que siguen fundadas en el ejercicio de algunos poderes absolutos
  48. Eso no impide que podamos reconocer a lo largo de la multitud de obras de arte, formas significantes como formas hermosas, (del latín formosus = que tiene las formas bien proporcionadas.

Bibliografía [editar]

  • Ferrater Mora, J. 1984. Diccionario de Filosofía, 4 tomos. Madrid, Alianza Editorial. ISBN 84-206-5299-7
  • Honderich, T. (Editor). 2001. Madrid. Tecnos. ISBN 84-309-3699-8
  • Ross, W. D. 1986. Teoría de las ideas de Platón. Madrid. Cátedra
  • Lear, J. 1994. Aristóteles: el deseo de comprender. Madrid. Alianza Editorial
  • Gilson, E. 1965. La filosofía en la Edad Media. Madrid. Gredos
  • Zaragüeta, J., González Alvarez, A. et al. 1959. La forma. IV Semana española de Filosofía. Instituto Luis Vives y Sociedad Española de Filosofía.
  • Quine, W.V. 1998. Del estímulo a la ciencia. Barcelona. Ariel Filosofía. ISBN 84-344-8747-0
  • Las ciencias de la cultura (1951). Traducción de Göteborgs Högskolas Arskrift, 48 (1942), pp. 69-112. Sobre la teoría de Cassirer, citado en Ferrater Mora, J. op. cit.
  • Rocher, G. 1975. Introducción a la sociología general. Barcelona, Herder. ISBN 84-254-0584-X. Acompaña al final una bibliografía variada y completa de los diversos aspectos tratados en lo referente a lo social.
  • Langer, S. K. Los problemas del arte: diez conferencias filosóficas. 1966. Buenos Aires. Ed. Infinito
  • Langer, S. K. Sentimiento y forma: Una teoría del arte desarrollada a partir de una nueva clave de filosofía. 1967. México. Centro de estudios filosóficos. Universidad Autónoma de México.
  • Lévi-Strauss, C. 1994. Mirar, escuchar, leer. Madrid. Ediciones Siruela

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