Blogia
petalofucsia

RELIGIÓN CELTA Y MUNDO CELTA: LA RELIGIÓN CELTA. La religión, para los celtas, constituía el mejor medio de organizarse socialmente debido a que funcionaba con gran peso el sacerdocio de los druidas. Algunos historiadores pretendieron demostrar su origen en antiguas civilizaciones del norte de Europa, y una vez conquistadas por los celtas acogerían a estos “magos-sacerdotes”; sin embargo, es más numerosa la opinión de que eran básicamente celtas.

La religión celta

 

Jaime Andreu González

 

 

Resumen: El artículo es una introducción al misterioso mundo de los druidas, que ejercieron un importante papel en el mundo celta, mezclando funciones religiosas, judiciales, doctrinales, docentes y culturales.

 

 

1. INTRODUCCIÓN

 

Ciertamente, la cultura celta se encuentra tras una tela borrosa, sobre todo su religión: cómo eran los enterramientos, quienes eran los druidas, quienes eran sus dioses, etc. Espero que a través de mis palabras pueda ayudar al lector, a comprender y disfrutar de esta misteriosa sociedad.

 

2. LOS DRUIDAS

 

La religión, para los celtas, constituía el mejor medio de organizarse socialmente debido a que funcionaba con gran peso el sacerdocio de los druidas. Algunos historiadores pretendieron demostrar su origen en antiguas civilizaciones del norte de Europa, y una vez conquistadas por los celtas acogerían a estos “magos-sacerdotes”; sin embargo, es más numerosa la opinión de que eran básicamente celtas.

 

  Druida  surge del término dryada  (sacerdote de las encinas); a pesar que en Irlanda se le relacionaría más con el avellano y el serbal.

 

  Podemos distinguir varios tipos de druida:

·              Druidas Sarónidos: eran los poseedores del conocimiento científico que solían transmitir a los jóvenes discípulos

 

·              Druidas Causídicos: eran los encargados de impartir justicia, actuaban como intermediarios en los conflictos.

 

·              Druidas Vacíos: eran los únicos que se relacionaban con los dioses, y funcionaban como intermediarios entre estos y los hombres, tenían conocimiento de la naturaleza y sabían extraer de ella todos los conocimientos posibles: conocían la astronomía, medicina, etc. Podemos decir que eran los sabios, actuaban como sacerdotes en los rituales; además, posiblemente eran quienes llevaban a cabo también los sacrificios humanos que practicaban; y eran también maestros, pues enseñaban algunos de sus conocimientos, mantenían la creencia de la vida y la muerte, la migración de las almas.

 

·              Mujeres Druidas: a pesar de que en la mitología céltica aparezcan, no hay constancia, por fuentes fidedignas, que nos corroboren dicha existencia.

 

·              Druidas Bardos: eran los que conocían las historias de dioses y héroes, similares a los aedos griegos.

 

·              Druidas Adivinos

 

Los druidas gozaban de una consideración que hacía pensar a los monarcas. Julio César escribió que el control de las ideologías era la mejor rienda para las personas, y los druidas lo habían sabido llevar de forma increíble.

 

  En determinadas cuestiones los celtas encontraban en ellos la última palabra; así nos lo muestra Henry Hubert: “Actuaban como jueces jurisconsultos, árbitros y abogados, más bien que jueces. Emitían opiniones fundadas en precedentes interpretados a la luz de la equidad. Intervenían como árbitros en asuntos de derecho privado, por ejemplo para solventar por medio de justas compensaciones, litigios motivados por daños causados en un acto de venganza.

 

En la evolución del derecho céltico, los poderes públicos del  “Estado“ acabaron por superar a los druidas, debido a que los reyes y la Asamblea pasarían a ser los que juzgaban. No obstante en la Galia y en Irlanda los druidas intervenían cuando alguien no aceptaba un veredicto. Entonces se mostraban muy severos al obligar al culpable con la amenaza del destierro.”

 

Uno de los preceptos que más repetían los druidas era “cuenta la verdad siempre”.

 

3. El profesorado de los druidas

 

Una de las misiones primordiales de los druidas era la educación de los jóvenes: las “ escuelas” celtas terminaron por estar bien organizadas, y en Irlanda fueron aprovechadas por los monjes cristianos; aún más, no sólo se sirvieron del espacio y de la organización, sino que recogieron el método de los druidas, esto es, transmitir las ideas esenciales por medio de las palabras más sencillas, como si el maestro se apropiara del lenguaje del niño para luego ir progresando con el mismo, basándose en ejemplos muy claros, tomados del entorno del alumno.

 

4. La doctrina de los celtas

 

Los druidas dieron una doctrina basada en la inmortalidad, una visión del mundo en función de la Naturaleza, una mitología, un ceremonial, y unos ritos funerarios. En este largo camino se producía una serie de transmigraciones del alma, con la peculiaridad de que en uno de estos procesos podía llegar, al cuerpo de un hombre, una mujer o un animal. Esta idea sobre las metamorfosis aparece en varios cuentos y leyendas celtas; esto les proporcionó unas nociones muy valiosas en el conocimiento de la física y la astronomía, que aplicaron a sus calendarios.

 

El aprendizaje podía durar veinte años, en un proceso que cubría las etapas de preparación y aprendizaje. A lo largo de este tiempo el “aprendiz”  era obligado a memorizar millares de versos, en los que se hallaba condensada toda la doctrina druídica.

 

El problema más delicado de la religión celta es ubicar los lugares de culto, pues no se pueden identificar con seguridad, aunque se conocen características de los lugares celtas de culto, que podían ser santuarios a cielo abierto en forma de recintos cuadrangulares, pilas de sacrificios, manantiales sagrados.

 

Conocemos ritos funerarios de inhumación e incineración; en las necrópolis se puede observar en todo el mundo céltico el progreso del rito de incineración; las necrópolis de inhumación se hacen más escasas, pero se siguen manteniendo en algunas regiones como demuestran importantes cementerios de fines del s. II a.C. y s. I. a.C. descubiertos en Ornovasso, cerca del lago Masquione, con santuarios del periodo final, de planta circular o cuadrangular, rodeada de una galería. Esta disposición se perpetuó en la Galia, Panonia, Renania, y Bretaña.

 

A través de los monumentos de este tipo que se edificaron abundantemente en época romana, en este periodo final aparecen las primeras representaciones figuradas susceptibles de ser asociadas al mundo religioso de los celtas. Así surge un legado céltico, una literatura cuya fuerza épica corre pareja con  la intensidad poética.

 

5. Religiosidad en el área céltica de la Península Ibérica

 

Tiene gran afinidad  con la de la Galia y en menor grado con la de Germania o Britania. La epigrafía ha documentado trescientas veinte divinidades diferentes. Divinidades infernales son Endovélico y Ataecina, a los que se les vinculaba el jabalí y las cabras respectivamente. En la Farsalia de Lucano (I, 444-446) se canta una tríada de dioses celtas compuesta por Teutates, Escis y Tarannis.

 

Sacrificios humanos se documentan entre los lusitanos, que vaticinaban sobre las vísceras de sus víctimas, sellaban alianzas con el sacrificio de un hombre y un caballo, aún en el 97 a.C., ya que el cónsul Craso tiene que prohibirlos a los Bletonenses que habitaban en las proximidades de Salamanca.

 

Las fuentes epigráficas atestiguan sacrificios de animales, mencionándose  en la inscripción lusitana de Cabego das Fraguas el sacrificio de un toro, un cerdo, una oveja y un cordero a otras tantas divinidades indígenas de nombre Reve, Laebo, Trebopala y Trebaruna. Animales sagrados en la Hispania indoeuropea son ciervo, caballo, jabalí y toro; un significado funerario tuvo la serpiente, ya que indica culto a la luna, con la simbología lunar acompañada de otros motivos astrales.

 

De los datos que ahora contamos se deduce tan sólo con claridad la existencia de unas cuantas formas culturales que puedan ordenarse de la forma siguiente:

a)                       De una divinidad o varias divinidades asimiladas a Ares – Marte.

b)                      De Númenes de las montañas que fueron identificadas con Júpiter.

c)                      Diosas Madres.

d)                      Lugones.

e)                       Divinidades tópicas o gentilicias cuyo carácter se aclara por su unión con Lares, Genci y Turtela.

f)                        De un dios o de un grupo de dioses protectores de los caminos y las encrucijadas.

g)                      De los espíritus de las fuentes y los ríos, asimilados en ocasiones con las ninfas.

h)                      De las peñas.

i)                         De los bosques y las plantas.

j)                         Del Sol y el fuego.

k)                      De las Sierpes.

l)                         De una divinidad en forma de cerdo o jabalí.

m)                    De dioses de la naturaleza indeterminada.

n)                      De un culto fálico

o)                      De los muertos.

p)                      La existencia de prácticas adivinatorias de distintos géneros.

q)                      Los sacrificios, las ofrendas, y los signos profilácticos.

 

El dios que debemos considerar como principal y más adorado es el que varios autores griegos y latinos consideran como Ares – Marte. Un detalle interesante es la prohibición de recoger oro de la montaña, salvo si un rayo podía dejarlo al descubierto siendo entonces permitido, considerándose regalo de los dioses. Podía existir esa posibilidad de la sacralización de la montaña, una sola vez aparece asimilado con Marte, un dios montañés, y es en el caso del Marti Tileno y por último el dios Laroco, nos dio a conocer una piedra votiva que se hallaba en la capilla mayor de la iglesia de Curial de Vacas, cerca de Chaves.

 

En ocasiones, después del nombre de las divinidades, va el de la tribu, Aufaniabus, Axisginesis, otras veces la palabra Dervonae (Dervones) que se explica por la denominación celta de la encina, y otras aún por las palabras bivitae, triviae, grativitae, mostrando su carácter circunstancial de las diosas de las encrucijadas, cualquier personaje divino podía ser y era empleado como protector de un castro o de una colectividad política.

 

Numerosas lápidas o fuentes en las que aparece el calificativo indígena era costumbre; existencia de bosques sagrados, la voz celta Nemet o Nemeth, semejante al lucus latino entra en el nombre en la composición del nombre de la tribu bracarense o Nemetobriga de los Tibeiros, un marcado culto solar que aún pervive; en algunas tradiciones se detecta la creencia de la inmortalidad del alma.

 

La forma corriente del enterramiento debía ser la incineración: depositar las cenizas en un hoyo hecho en el suelo, poniendo quizá alguna estela pétrea con algún signo de protección, como posiblemente las halladas en la Citania de Santa Trega.

 

Existen zonas en las que posiblemente se enterraban de diferente manera. Probablemente las construcciones más grandes se levantaban en época celta, y desempeñaban un papel en el culto de los muertos.

 

6. Prácticas Adivinatorias

 

Tanto en las Galias, como en Gallaecia, presentan bastante similitud, era bastante común realizar dichas prácticas en las entrañas de las víctimas de sacrificio, posiblemente por sus últimas convulsiones y estremecimientos. Según  Estrabón este era el procedimiento que seguían los galos, se utilizaban cavidades de diversas formas abiertas en las peñas, como la llamada Pía de Mougás situada en la comarca de Oya y provista de un solo recipiente con una inscripción: “Sili (i) Eorini Lacuus Hos(tiis)” o lo que es lo mismo: “pila para las víctimas, o para los sacrificios de Silio Eorino”.

 

Lacuus o Laciculus: unas se empleaban para recoger la sangre de las víctimas y otras para reformar las entrañas, algunas se usarían para abluciones rituales.

 

7. Concepción celta de la muerte

 

Existía un credo al sol como rey de ese otro mundo y de este, y como emblema de poder divino y constancia, como su doctrina central de la inmortalidad del alma. Deidades personificadas como Aesus, Teutates, Lugh, etc., que se concebían como representaciones de las fuerzas naturales o como guardianes de las leyes sociales.

 

Existe un predominio de una organización sacerdotal, que administraba todo el sistema de enseñanza y literatura religiosa, y secular; se convirtió en el poder soberano social, político y religioso. La organización druídica lo difundió y lo ordenó todo; por último existe un cántico en recuerdo de aquellos hermanos fallecidos, reflejando su conceptualidad del alma:

 

“Ta se dul as,

Ta se dul as,

Se está desvaneciendo,

Se está desvaneciendo,

Se ha ido nuestro hermano

Se ha ido de su fian

Cuaigh se an cnoc

Cuaigh se an cnoc

Se fue por la colina,

No a los verdes prados

No al mar,

No a las montañas,

No al arroyo,

Leis fanacht,

Leis fanatch,

Decidle que espere

Decidle que espere,

Ta an la imeacht

Ta an imeatch

Que ya termina el día”

 

BIBLIOGRAFÍA

 

KRUTA, VENCESLAS: Los celtas.

LÓPEZ-CUEVILLAS, FLORENTINO: La civilización céltica de Galicia.

OSBORNE-MCKIGHT, JULIENE: Una leyenda celta.

VV.AA.: Los celtas. Edimat libros.

 

 

ODISEO, RUMBO AL PASADO         

odiseo01@hotmail.com

http://www.odiseo.es.vg .

Obtenido de http://usuarios.multimania.es/odiseomalaga/an_06.htm

0 comentarios