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POLÍTICA6: CORRECCIÓN POLÍTICA. La corrección política o lo políticamente correcto es un término utilizado para describir lenguaje, ideas, políticas o comportamientos que se considera que buscan minimizar las ofensas a grupos étnicos, culturales o religiosos. El término se usa también en un sentido más amplio para describir la afiliación con la ortodoxia política o cultural. En forma similar, el término políticamente incorrecto describe a aquello que podría causar ofensa o ser rechazado por la ortodoxia política o cultural de un determinado grupo.

Corrección política

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La corrección política o lo políticamente correcto es un término utilizado para describir lenguaje, ideas, políticas o comportamientos que se considera que buscan minimizar las ofensas a grupos étnicos, culturales o religiosos. El término se usa también en un sentido más amplio para describir la afiliación con la ortodoxia política o cultural. En forma similar, el término políticamente incorrecto describe a aquello que podría causar ofensa o ser rechazado por la ortodoxia política o cultural de un determinado grupo.

El término y su uso es altamente polémico. Suele utilizarse con un significado peyorativo o irónico por quienes expresan preocupación porque el discurso público, la ciencia o los ámbitos académicos puedan estar dominados por puntos de vista excesivamente acríticos con determinado postulado.

Contenido

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Historia [editar]

Uno de los primeros usos conocidos de la expresión en la forma «no es políticamente correcto» proviene de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Chisholm v. Georgia de 1793, donde claramente refiere que la frase citada no era correcta lingüísticamente, debido al estado político de dicho país en aquel entonces. El término «corrección política» proviene del Marxismo-Leninismo y describe a la «línea partidaria» apropiada.

Luego, se lo adoptó con significados relacionados en algunos partidos de izquierda de Estados Unidos. Un ejemplo citado por Ruth Perry es en 1970: «Un hombre no puede ser políticamente correcto y también chauvinista». Este ejemplo ilustra el uso posterior del término, enfocándose en temas de género e identidad más que de ortodoxia en general.

Sin embargo, a los pocos años el término fue redefinido por la izquierda estadounidense como una forma satírica de criticar ideas demasiado rígidas o intransigentes. De acuerdo con Debra Shultz, en los 70 y los 80 la nueva izquierda, los movimientos feministas y progresistas usaban el término «políticamente correcto» en forma irónica para referirse a su propia ortodoxia en su intento de realizar cambios sociales. De este sentido derivó el uso actual del término.

Ellen Willis proporciona un ejemplo del uso clásico en la izquierda estadonidense: «En los tempranos 80, cuando las feministas utilizaban el término "corrección política" era para referirse sarcásticamente a los esfuerzos del movimiento antipornográfico para definir una "sexualidad feminista".» El uso del término se expandió desde Estados Unidos hacia muchos otros países. Por lo general, su uso tiene connotaciones peyorativas, aunque algunos autores lo aceptan para describir el lenguaje inclusivo o la civilidad.

En Argentina esta frase-muletilla es utilizada, principalmente en forma peyorativa por quienes se consideran intelectuales progresistas para denostar a quienes ven como inferiores.

Recién después de 1980 la expresión adquirió en EEUU un contenido peyorativo y sarcástico, manifestando que la corrección política era adoptada por sectores que se autodenominaban progresistas pero que en la práctica sólo pretendían cambios muy superficiales en la sociedad estadounidense, o que buscaban imponer un criterio único de ideas propias como "correctas" ante toda la opinión pública. En el terreno del lenguaje ocurrió la mayor sátira contra la correccción política, debido a la práctica de la "corrección política" de utilizar palabras recién construidas para sustituir vocablos que pudieran considerarse racistas, machistas, o socialmente ofensivos hacia algún grupo (por ejemplo exigir el uso de "afroamericano" o de "persona discapacitada" para las expresiones "negro" y "retrasado mental" respectivamente).

La ironía al respecto cuestionaba que este cambio en el lenguaje no implicaba un cambio en las ideas y costumbres del grupo humano (por ejemplo, la discriminación o el prejuicio no desaparecían con sólo una nueva expresión verbal) sino que sólo constituía una fórmula superficial que no modifica la realidad sustancialmente e induce al autoengaño. Otros cuestionaban que en nombre de la corrección política un grupo cultural intentase imponer el uso masivo de términos lingüísticos que en sí mismos contradecían las creencias de otro grupo (por ejemplo, la negativa de muchos sectores religiosos de usar el término "opción sexual" para referirse a la homosexualidad).

Tradicionalmente la derecha estadounidense había usado este término para minimizar el impacto de ideas socialistas, a las cuales ataca como superficiales y basadas en las apariencias verbales. El fenómeno inverso de satirizar frases de líderes derechistas estadounidenses como "políticamente correctas" ha ocurrido también en los últimos años desde la invasión de EEUU contra Irak en el 2003, identificando la "corrección política" con el simple eufemismo que ocultaría una realidad desagradable. Otro cuestionamiento de los críticos es que la corrección política podría dejar fuera del debate público a diversos temas sujetos a fuerte polémica (eutanasia, pena de muerte, prostitución) presuponiendo la existencia de un "consenso" que impediría abordarlos de una forma diferente a la fijada por un grupo cultural dominante.

Bibliografía relacionada [editar]

  • Bethell, Tom (2006). Guía políticamente incorrecta de la ciencia. Ciudadela Libros. ISBN 978-84-934669-9-2.
  • Horner, Christopher C. (2007). Guía políticamente incorrecta del calentamiento global. Ciudadela Libros. ISBN 978-84-96836-17-4.
  • López Schlichting, Cristina (2005). Políticamente incorrecta. Ediciones Temas de Hoy. ISBN 978-84-8460-500-3.
  • Alonso Barahona, Fernando (1998). Políticamente incorrecto: ensayo de pensamiento para el final del milenio. Ediciones Internacionales Universitarias. ISBN 978-84-89893-38-2.

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

6 comentarios

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EL RESPETO

El respeto, ¿está relacionado con ser correctos?

Ser correctos implica ser respetados y tener respeto implica ser correctos, ¿cuál es la relación entre estos dos conceptos?

Pienso que sí guardan relación.

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Prejuicio cognitivo
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El hombre en el centro ha cometido un error en sus pasos de baile, y choca contra la mujer, que se enoja y los demás murmuran. Sólo las personas que vieron la miniserie Orgullo y prejuicio (1995) pueden entender el pie de foto «¡Para el otro lado, Sr. Collins!».Un prejuicio cognitivo (del inglés cognitive bias, ‘predisposiciones cognitivas’) es una distorsión cognitiva que afecta al modo en el que los humanos percibimos la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.

Contenido [ocultar]
1 La ética del prejuicio
2 Toma de decisiones y predisposiciones conductuales
3 Sesgo en la probabilidad y creencias
4 Prejuicios sociales
5 Aplicación de los prejuicios: las falacias lógicas
5.1 Falacias formales
5.2 Falacias por generalización de inducción errónea
5.3 Falacias de causa informal o causa cuestionable
5.4 Falacias informales
6 Véase también
7 Referencias
7.1 Enlaces externos


La ética del prejuicio [editar]Vulgarmente entendemos por prejuicio el tomar decisiones sin tener una experiencia propia (un hecho que evolutivamente parece estar extendido). [cita requerida] En psicología, este término hace referencia a la distorsión de la información que se produce en nuestro cerebro al procesarla. En el español de uso corriente la expresión "prejuicio cognitivo" se acerca más al significado de las palabras «tendencia», «sesgo» o «predisposición».

Con frecuencia se le asocian a la predisposición o prejuicio cognitivo, unas connotaciones éticas negativas, puesto que todo prejuicio, éticamente hablando, es injusto por definición, sin embargo la tendencia, o mejor dicho, la manera que tiene la conciencia de procesar la información, no debería ser catalogada éticamente, si se asume que ésta es el legado natural de la evolución.

Así, la información prejuiciosa, en ciencia, no es éticamente reprobable, ya que es la manifestación de un modelo de comportamiento o proceso mental beneficioso para el individuo desde el punto de vista de la evolución. Lo que en ciencia es reprensible es el acto de evitar comprobar el prejuicio desde una postura científica, el situarse en una postura cerrada y fija y aislarse dando por ciertos los datos imaginados.

El conocimiento y manera de pensar tendenciosos deben separarse de los actos prejuiciosos que son los que producen una ética reprobable. Así, por ejemplo, la ciencia nos dice que existe el planeta Urano, y se cree de manera preferente en su existencia. Es un acto que evita el gasto energético y de tiempo, de comprobarlo y que además proporciona estabilidad social.

Hoy en día se vive del prejuicio informativo de muchas fuentes porque el trabajo necesario de comprobarlo nos impediría vivir en sociedad. Por tanto, se ha hecho inevitable basarse en suposiciones, prejuicios o probabilidades, que la conciencia decide sesgar de una manera u otra en función de resultados anteriores, sin embargo, si nadie comprobara de manera regular la veracidad de la información, cuando la propia vida o una decisión depende de dicha veracidad, estaríamos hablando de un acto prejuicioso o negligencia. Así el acto de evitar la experimentación o no verificar la información desde una perspectiva informada y protegida, es un acto prejuicioso que en tal caso, sería reprobable. No es un acto negativo el pensar cautelosamente de manera prejuiciosa.
Al mismo tiempo, independientemente del cariz ético que adopta en la sociedad debido a la existencia de grupos sociales específicos, no solo el prejuicio sino los actos prejuiciosos han sido inevitables, ya que siempre ha sido necesario convencer a los aliados para dar incluso su vida por una causa que no es comprobable o que no sería viable comprobar dado el tiempo y número de personas que se necesitan. Los medios de información son los que ponen pruebas indirectas, y por tanto falsificables, que informan al grueso de la población.
Bajo esas premisas, la supervivencia, en un sentido evolutivo, pasa por adelantarse y asegurarse, de manera independiente, de la veracidad de la información. Este conflicto entre la ética y lo que razonadamente debería hacerse y entre el egoísmo y lo que es más fácil y seguro para la propia supervivencia, es lo que, en función de los recursos, se da todos los días.

Eliminar los actos prejuiciosos y evitar la negligencia mediante la comprobación implica evitar en cierta medida el respeto o autocensura de las creencias establecidas, si esto quiere decir dejar de criticarlas. De hecho, la fortaleza de una creencia es mayor cuanto más y mejor ha dado respuesta y aguantado al libre y continuo perfilado dialéctico. Véase Método científico. Gracias a esta crítica, debate, testeo, comprobación o maltrado de las ideas establecidas, algunas de ellas mutan y se aproximan más a la verdad. El problema o negligencia no está en la crítica de las ideas, sino en la respuesta de la creencia al ataque ya que algunas obvian la respuesta razonada o incluso el silencio Argumentum a silentio y responden con violencia ya sea porque se creen poseedores de la verdad y no desean perder tiempo y energía en explicarla Ad ignorantiam o bien porque no les beneficia Argumentum ad baculum o son reacios al cambio argumentum ad antiquitatem. Tanto lo uno como lo otro son comportamientos prejuiciosos que tienen su raíz en los prejuicios cognitivos.

Toma de decisiones y predisposiciones conductuales [editar]
En un experimento ideado por Wolfgang Köhler, se pide al sujeto que diga cuál de estas figuras se llama booba y cuál kiki. El 98% de los sujetos le asigna el nombre booba a la figura de la derecha, quizá porque los labios se redondean para producir el sonido o porque en el alfabeto romano, las letras b, o y a tienen una forma más redondeada que k e i (puntiagudas).Prejuicio o sesgo de confirmación: Es la tendencia a buscar o interpretar información de un modo que confirme nuestras propias preconcepciones.
Prejuicio de desconfirmación o sesgo de disconformidad: Es la tendencia a realizar un crítico escrutinio de la información cuando contradice sus principales creencias y aceptar sin criterio aquella información que es congruente con sus principales creencias.
Percepción selectiva: Tendencia en la cual, las ansias, esperanzas o ilusiones, afectan a la percepción.
Efecto Bandwagon, efecto de arrastre o efecto del carro ganador: Es la tendencia a hacer (o creer) cosas porque muchas otras personas hacen (o creen) esas cosas. También se puede dar el efecto contrario, rechazar algo por el mero hecho de que es lo que hace la mayoría. Este es el mismo instinto de manada o falso consenso.
Efecto del falso consenso, se refiere al hecho experimentalmente comprobado de que la mayoría de personas juzgan que sus propios hábitos, valores y creencias están más extendidas entre otras personas de lo que realmente están ya sean por motivación, sesgo de confirmación o percepción selectiva.
Prejuicio de la elección comprensiva: Es la tendencia a recordar nuestras propias decisiones como mejores de lo que realmente fueron.
Prejuicio de información: Es la tendencia a buscar información, incluso cuando ésta no puede afectar a la decisión a tomar. Puede crear la falsa impresión de que por tener más información el razonamiento y/o la conclusión son más veraces.
Prejuicio de compatibilidad: Es la tendencia a probar hipótesis exclusivamente a través de la prueba directa.
Efecto contraste: Es el realce o reducción de una cualidad o medida de un objeto cuando la comparamos con otros observados recientemente.
Negación del ratio base, es un error que ocurre cuando dado un dato D la probabilidad condicional de una hipótesis H es evaluada sin contar suficientemente con el ratio base o probabilidad a priori de H. Por ejemplo, supongamos una ciudad con 100 terroristas y 1 millón de no terroristas. Hay una cámara con detección de caras con un error del 1% y por tanto también con un 99% de acierto. Si suena la alarma, ¿cúal es la probabilidad de que sea terrorista?. El conjunto total de la población es 1.000.100 personas. Si se aplica el prejuicio de negación del ratio base, se diría que como el ratio de fallos es del 1%, entonces la cantidad de fallos será 1 vez por cada 100, así si la cámara suena él o ella será con 99% de seguridad un terrorista. Esta desviación se produce porque igualamos el número de terroristas con el número de no terroristas en la ciudad y así el error se aplica por igual a la misma cantidad de gente respectivamente, es decir, se obvia la gruesa base de gente que reduce la probabilidad. El verdadero cálculo debería tener en cuenta que en la ciudad solo hay 100 terroristas en un millón de habitantes. La probabilidad de que sea terrorista cuando suene sería de 0'99•(nterroristas/ntotalenciudad) = 0'99•(100/1.000.100), es decir: 99 en 1.000.100 (99/1.000.100 ~ 1/10.000). De hecho la mayoría de alertas de la cámara serían falsos positivos, siendo la probabilidad de ser realmente terrorista (T) dado que la cámara lo identifica (I) como posible terrorista es muy baja, usando el teorema de Bayes:


Es decir, dada la escasez de terroristas en esa ciudad la practicidad de la cámara detectora en esa ciudad es cuanto menos cuestionable.
Efecto foco: Desviación de la predicción del resultado, ocurre cuando las personas sitúan mucha más importancia en un determinado punto o aspecto de un evento.
Deformación profesional: Es la tendencia a mirar las cosas de acuerdo con las convenciones o prisma de nuestra propia profesión, olvidando cualquier otro punto de vista más amplio.
Efecto de cesión: Es la tendencia de las personas a dar más valor a algo tan pronto como lo poseen.
Ilusión del control: Es la tendencia del ser humano a creer que puede controlar o al menos influir, en las consecuencias o resultados que claramente no puede controlar ni influir.
Defensa de status: Es la tendencia de los individuos, cuando estos se sienten amenazados o en evidencia a no pararse a razonar, atender y reconocer los razomientos de la contra. Es decir, cuando el individuo se considera con cierto status éste tenderá a negar y a defenderse de cualquier comentario que le contradiga incluso recurriendo al autoengaño. Algunos autores indican que este comportamiento también puede ser aprendido o potenciado llegando a la negación. Este comportamiento está relacionado con la aversión a la pérdida.
Prejuicio por impacto: Es la tendencia a sobrevalorar la duración e intensidad de los futuros estados emocionales, basándose en experiencias previas. No es necesario que ante estímulos iguales se sienta de la misma manera en dos puntos temporales distintos.
Negación de la probabilidad: Es la tendencia a rechazar completamente cualquier probabilidad cuando se realiza la decisión bajo incertidumbre.
Efecto laguna de exposición: Tendencia de las personas a expresar apetencias por cosas simplemente porque éstas les son familiares.
Prejuicio por omisión: Tendencia a juzgar acciones perjudiciales, lesivas o dañinas como peores, o menos morales, que omisiones de acción, igualmente dañinas.
Prejuicio o sesgo por resultados: Tendencia a juzgar una decisión por su resultado final, en lugar de juzgarla por la calidad o acierto de la decisión, cuando fue realizada.
Falacia de planificación: Tendencia a desestimar o infravalorar los tiempos de finalización de las tareas.
Efecto de pseudocerteza: Tendencia a hacer elecciones adversas y de riesgo si los resultados esperados son positivos, porque realizando búsqueda de las elecciones de riesgo se tiene la preconcepción de evitar resultados negativos o no tan favorables.
Tendencia de riesgo cero: Preferencia por reducir un pequeño riesgo hasta cero, en vez de reducir de manera considerable un gran riesgo.
Descuento hiperbólico: Es la tendencia de algunas personas a tener mayores preferencias por beneficios inmediatos en comparación con beneficios retardados.
Aversión de pérdida: Es la tendencia de las personas a preferir, en mayor medida, evitar las pérdidas, superiormente, a la posibilidad de adquirir ganancias. Véase también Teoría de las perspectivas.
Prejuicio de statu quo o defensa del Statu quo: Tendencia de algunas personas, a valorar o apreciar en mayor medida, las cosas que permanecen estables.
Efecto de Von Restorff: Tendencia de un individuo a situarse en un modo de queja continua, para que sea mejor y más recordado que el resto, en general, dice que un elemento que destaca o rompe la norma será más recordado que otros elementos.
Teoría de las perspectivas : Daniel Kahneman y Amos Tversky estudiaron el proceso de decisión durante situaciones de alto riesgo y tensión. Postularon una teoría que les valió un Premio Nobel y fue usada para desarrollar y predecir modelos económicos e influyentes campañas de márketing. Según el marco en el que se presente una misma situación, la gente se puede comportar de forma diametralmente opuesta. Por ejemplo, si se presenta en términos de pérdidas, más gente estará dispuesta a tomar riesgos. Esta teoría, denominada teoría de las perspectivas, por ejemplo, tiene una de las siguientes manifestaciones en la conducta humana:
Un individuo prefiere no perder 100 euros antes que ganar 100 euros, lo cual supone una asimetría en la toma de decisiones. Véase Aversión a la pérdida.
No pierda esta oportunidad en X, en lugar de, participe, atienda o aproveche nuestra oferta en X. La primera versión presenta la idea en forma de pérdidas mientras que la segunda la presenta en ganancias. La primera será más atractiva debido a nuestro sesgo de evitar pérdidas.
Efecto keinshorm: Predisposición a contradecir las ideas o formulaciones que otra persona juzga, con la cual no simpatiza.
Prejuicio o sesgo de punto ciego: Es la tendencia a no darse cuenta de los propios prejuicios cognitivos.
Teoría de la identidad social: Los individuos tienden a anteponer la importancia de pertenencia a un grupo frente a los argumentos sólidos. Las personas adoptan juicios erróneos o falsos solo para pemanecer dentro del grupo. El grupo puede llegar a influenciar en la conducta de una persona. Además en la masa el efecto domino es mayor debido a que una vez iniciado, la masa es ciega y estólida. La mayoría de actos de barbarie se llevan a cabo con más facilidad si se perpetran en el maremagnum de un grupo. Un experimento llevado a cabo entre niños de 11 años de edad en un parque público de Oklahoma, demostró lo sencillo que es inducir a la gente a pertenecer a un grupo concreto y a formarse ideas hostiles o prejuicios hacia los que no formen parte de ese mismo grupo. El fútbol podría adscribirse a esta dinámica. La película La Ola incide en el asunto, desde otro punto de vista: un profesor en Alemania instituye un régimen de extrema disciplina en su clase, restringiéndoles sus libertades y haciéndoles formar en unidad.
Poder corrupto: Existe una tendencia demostrada en la que los individuos con poder son fácilmente corrompibles cuando se sienten con plena libertad y sin restricciones. Este sentimiento se ve incrementado si el individuo se ve reforzado con un sentimiento de respaldo moral, se siente atacado o tiende otros prejuicios que le ayudan a justificarse. En el Experimento de la cárcel de Stanford se realizó en una cárcel ficticia en el sótano de la Universidad y se dividió a los voluntarios aleatoriamente entre oficiales y prisioneros. Los situados en el grupo de oficiales interiorizaron el poder y realizaron fuertes abusos a los prisioneros. Popularmente quizá esta idea ha cuajado con el llamado “síndrome del portero de discoteca”.
Obediencia a la autoridad: Es la tendencia que tienen los individuos a seguir el liderazgo o figura de autoridad en un grupo o de una fuerte autoridad (capacidad evolutiva), independientemente de los fuertes argumentos racionales que se tengan en contra. El individuo puede admirar, temer, autoengañarse o simplemente acatar las normas por el mero hecho de cumplimiento del deber, es decir, tiene una propensión o tendencia a hacerlo. También denominada capacidad humana para la crueldad. Si una autoridad nos permite violar la ley e incluso traspasar la frontera de nuestra moralidad, sentimos propensión a hacerlo, tal y como intentó demostrar el experimento de Milgram en 1963. Existe también en la otra vertiente denominada prejuicios de amor propio o egoísmo lógico, que hace que se desprecie el juicio de los demás, como criterio superfluo. Estos prejuicios son opuestos a los de la autoridad, puesto que consisten en una cierta predilección por lo que es un producto de nuestro propio entendimiento, por ejemplo, por un sistema que nos pertenece. Lo que se hace es basar las propias decisiones no en argumentos fuertes que las soporten sino en el origen o fuente de la proposición.[1]
Sesgo de la responsabilidad externa: El ser humano tiene tendencia a disfrutar, a sentirse reforzado y en calma cuando este toma consciencia de que no es responsable de sus actos. Aunque pudiera parecer extraordinario la consciencia de los individuos tiende a depositar las decisiones en agentes externos. Esta tendencia se debe a aspectos evolutivos. Algunos autores, argumentan que este comportamiento se debe a que las consciencias que permiten ser dominadas por un ente considerado superior sobreviven y las que no lo permiten desaparecen. La capacidad para parecer superior y no controlable por los demás no es otra que la capacidad para ser líder, incluso si este toma malas decisiones o es un mal gestor. Este comportamiento se encuentra en los comportamientos evolutivos heredados de las asociaciones en manadas, luego tribales y más tarde en organismos de poder. Aquellos que no fueran capaces de derrocar al líder o estamento de poder deberían estar con él. Por otro lado, las probabilidades de supervivencia fuera del grupo son reducidas. Esto lleva a pensar que la consciencia ha evolucionado para crear un mecanismo que facilite la asimilación y permanencia agradable con los líderes, entregando y facilitando la propia voluntad. Asimismo, los líderes también han sido premiados evolutivamente aunque en menor medida numérica, sobre todo en las agrupaciones pequeñas, más tarde, los rasgos personales de líder han sido substituidos por rituales y organismos de control que aseguran los cargos vitalicios. Esta tendencia humana se observa en otros sesgos como el de Obediencia a la autoridad, también en muchos aspectos documentados en los que una persona elige libremente el estado de esclavitud (Véase también Síndrome de Estocolmo. En otros casos, los individuos rechazan la libre elección y ponen en manos de otros voluntariamente su libertad o poder de decisición democrático favoreciendo dictaduras. Otras veces, es respaldada solo si la dictadura demuestra fortaleza o dotes de liderazgo aunque otras razones más fuertes la contradigan. También se observa en el placer que experimentan algunos individuos al entregarse completamente a otra persona, ya sea su pareja en el amor, o en versiones extremas en masoquismo. Todas estas actividades son de extrema importancia para la evolución.
Por otro lado, otros autores indican que un exceso de libertad de elección provoca un estres en el individuo debido a la diferencia entre las espectativas de resultados que el individuo deposita en las ventajas de la libre elección y los resultados obtenidos. Objetivamente, los resultados de la libre elección son mejores y más afinados que sin la elección, sin embargo esto es obviado. Esto es así, debido a que la libre elección crea, cuando los resultados son recordados, un sentimiento de culpa autoinflingida por la tendencia de poner unas mayores expectativas cuando existe libre elección. Sin libertad de elección el individuo se libera de culparse y de la responsabilidad incluso cuando los resultados fueron menores a los esperados. No está demostrado que la desilusión debida al sesgo en las expectativas provoque consciencias evolutivamente más sumisas al grupo o que el proceso sea realmente al contrario. Sin embargo, estos dos factores, sesgo en las expectativas y selección de pertenencia al grupo, explican por qué independientemente del lugar en el que nos encontremos todas las comunidades poseen figuras líder y es porque la evolución ha propiciado una consciencia que alimenta y gratifica positivamente la sumisión a este.

Efecto de sobrejustificación o Overjustification effect en inglés, ocurre cuando un incentivo externo como el dinero o los premios reduce la motivación intrínseca a la hora de realizar una tarea. De acuerdo con la teoría de la propia percepción, los individuos prestan mayor atención al incentivo y menor atención a la satisfacción y diversión que se recibe de realizar una actividad. El efecto final es un cambio o desplazamiento de la motivación a factores extrínsecos socavando los preexistentes motivadores intrínsecos. Este fenómeno se puede dar en la educación de cualquier disciplina. Este efecto provoca controversia porque pone a prueba los hallazgos previos sobre teorías de refuerzo y también la aceptada forma de incentivo en las aulas.
Sesgo en la probabilidad y creencias [editar]
Celebración del Corpus Christi y Día del Campesino. Arcos de frutas hechos por campesinos en Anolaima, Colombia. Los anolaymas son indígenas de la nación panche.Un sesgo es un error que aparece en los resultados de un estudio debido a factores que dependen de la recogida, análisis, interpretación, publicación o revisión de los datos que pueden conducir a conclusiones que son sistemáticamente diferentes de la verdad o incorrectas acerca de los objetivos de una investigación.

La probabilidad es la posibilidad de que algo pueda ocurrir o sea el caso. La teoría de la probabilidad se usa extensamente en áreas como la estadística, la matemática, la ciencia y la filosofía para sacar conclusiones sobre la probabilidad de sucesos potenciales y la mecánica subyacente de sistemas complejos.

Una creencia es un modelo creado por la mente para satisfacer un deseo, generalmente sobre un hecho real o imaginario, del cual se desconoce o no se acepta, una alternativa o una respuesta racional. En una creencia todos aquellos individuos que compartan dicho deseo darán por buena una proposición y actuarán como si fuese verdadera, aunque no lo sea.

Muchas de estas desviaciones se estudian en investigación experimental y con frecuencia son estudiadas debido a que afectan a las decisiones en los negocios y la economía.

Efecto de ambigüedad: La evasión o rechazo directo de las opciones que por falta de información parecen tener una probabilidad incierta o desconocida.
Obstinación, terquedad o empecinamiento o anchoring: Es la tendencia a confiar demasiado, o aferrarse a un atributo, rasgo, cualidad o particularidad de toda la información cuando se realiza una decisión. Este rasgo o particularidad por el que se decanta uno es con frecuencia el primero que se ha conocido o recibido.
Sesgo antrópico: Es la tendencia de una persona a sesgar las evidencias ya que han sido influenciadas por los efectos de una observación selectiva. Esto es, básicamente una generalización extrema del prejuicio de confirmación o de desconfirmación, envolviendo no solo el conjunto de ideas, memoria y metodología sino también el modo en el que uno se ve a sí mismo como entidad investigadora del entorno.
Desviación de la atención: Negar la información relevante cuando se realizan valoraciones relacionales o asociativas.
Heurística de disponibilidad o en inglés availability heuristic: Es una predicción sesgada, debido a la tendencia a centrarse en el beneficio o suceso más sobresaliente, más familiar y emocionalmente cargado. Es decir, al juzgar grosso modo una probabilidad esta tiende a estar influenciada no por acontecimientos objetivos sino más bien por la experimentación emocional del sujeto o a través del suceso más sobresaliente que haya sufrido este.
Prejuicio de creencia: Es la tendencia a basar las valoraciones o evaluaciones en creencias personales.
Creencia overkill: Ocurre cuando una persona tiende a traer todas sus creencias y valores, una tras otra para apoyar una determinada posición. Todas sus creencias y valores apuntan a la misma conclusión que quiere apoyar.
Ilusión de serie o apofenia: Es la tendencia a ver patrones donde realmente no existen. La ilusión de grupo o serie se refiere a la tendencia natural del hombre a asociar algún significado a ciertos tipos de patrones o series que inevitablemente deben aparecer en cualquier lista de datos extensa.
Pareidolia: Un tipo de error de confusión en la percepción debida a la natural asociación e instinto social de reconocimiento de expresiones faciales y objetos comunes que se produce cuando al introducir un estímulo vago éste se percibe como algo claro, distintivo o altamente significante. Pueden estar provocados por sesgos de memoria (errores en la red neuronal bayesiana de asociación que nos hacen creer haber visto algo que realmente no vimos), por sesgos de confirmación, o por sesgos naturales de asociación.
Ejemplo: Percibir formas y caras en las nubes.
Falacia del jugador o falacia de Gambler: Es la tendencia a asumir que eventos aleatorios individuales están influenciados por eventos aleatorios previos.
Ejemplo: «La moneda tiene memoria».
Prejuicio de retrospectiva o recapitulación: Conocida también como el efecto «Siempre supe que iba a pasar, lo sabía!» o «ya lo había supuesto», muestra la inclinación a ver los hechos pasados como fenómenos predichos o predecibles. Los individuos están, en realidad, sesgados por el conocimiento de lo que realmente ha pasado cuando evalúan su probabilidad de predicción. Sin conocimiento del futuro no hubieran tomado decisiones diferentes o correctas. Este prejuicio es en realidad producido por un error en la memoria, es un efecto menor del déjà vu. Véase falacia del historiador.
Falacia de la proyección mental: La sensación de que las probabilidades son (y representan) propiedades intrínsecas de la física más que una descripción del conocimiento personal y limitado de la situación.
Sesgo de autoservicio o sesgo hacia mi lado: Es la tendencia de algunas personas a errar en su observación e ignorar pruebas o hechos en contra de la postura que defienden. También reclaman mayor responsabilidad en los aciertos y éxitos que en los errores. Además, en cuanto aparece información ambigua la interpretan de un modo que beneficia sus intereses.
Efecto de negación de precedentes: Es la tendencia de algunas personas a evitar incorporar probabilidades o sucesos precedentes muy bien conocidos que pueden ser importantes en la decisión a tomar.
Efecto del observador expectante o Efecto expectativa del observador: Este efecto se da cuando, por ejemplo, un investigador espera un determinado resultado y después inconscientemente manipula un experimento o malinterpreta los datos con objeto de encontrarlo. Este efecto se suele dar en muchas investigaciones paranormales.
Efecto de sujeto expectante: Es otro sesgo cognitivo que ocurre en la ciencia cuando un sujeto espera un resultado determinado y por consiguiente manipula inconscientemente los datos de un experimento. Se diferencia del efecto del observador expectante en que la manipulación la realiza no el observador sino el mismo paciente. Se da especialmente en medicina donde es denominado efecto placebo o efecto nocebo, dependiendo en si la manipulación del sujeto ha sido para incluir un efecto o para omitirlo. Para eliminarlo se usa el Ensayo doble ciego.
Desviación o sesgo optimista: Es la tendencia sistemática a ser demasiado optimista sobre los beneficios de cualquier acción planeada.
Sesgo de beneficio positivo: Es la tendencia de algunas personas a predecir o sobrestimar la probabilidad de que le ocurran buenas cosas a ellos (Es una generalización Desviación optimista)
Efecto superconfianza: Es la tendencia a confiar demasiado en las habilidades propias o personales.
Efecto de sobreatribución, sesgo de correspondencia o error fundamental de atribución: Es la tendencia o disposición de la gente a sobre-dimensionar los motivos personales internos a la hora de explicar un comportamiento observado en otras personas, dando poco peso por el contrario a motivos externos como el rol o la situación, para este mismo comportamiento. La gente tiende a obviar los motivos externos y cree más e incluso amplifica los motivos genéticos o de carácter internos. Cuando las personas piensan en sí mismas atribuyen su éxito a una cualidad personal (inteligencia, bondad, fuerza, carácter) y sus fracasos a circunstancias externas (mala suerte, desventaja, manías). Por otro lado, cuando la gente piensa en otros, atribuyen los aciertos de los demás a circunstancias externas (tuvo suerte, tuvo ventaja) y los fallos a debilidades o características internas (tiene mucho carácter, él no es suficientemente fuerte, inteligente).
Prejuicio o sesgo de la debilidad y de fortaleza: Es la tendencia de las personas a juzgar como permisibles o creer con mayor fuerza los comportamientos y los argumentos de las partes más débiles. La justificación de los actos de los demás debido a su debilidad no es un argumento para la ética de los hechos, ni una evidencia de la verdad de una aseveración. Este sesgo se muestra claramente en la película Dogville. Igualmente se da este hecho a la inversa, es decir, algunas personas tienen la tendencia a pensar que las más fuertes, físicamente o intelectualmente son más poseedoras de la verdad sin atender a sus argumentos. Véase Prejuicio de statu quó.
Sesgo de la simetría: Es la tendencia a considerar como ciertas y mejores los argumentos y razonamientos en los que exista una simetría dual clara. La existencia de una simetría aunque hace al argumento más bello e idóneo para nuestros prejuicios no implica la veracidad de la misma. Este error se produce con mayor frecuencia cuanto más general sea la afirmación deducida.
"La luz es blanca o negra" frente a "la luz está compuesta por diversos colores".
Preferencia a elegir entre dos partidos políticos que entre cinco.
Efecto de polarización: Se incrementa la fuerza de una creencia en ambas posturas o bandos respectivamente después de la presentación de pruebas neutrales, débiles o evidencias confusas que resultan de una asimilación sesgada. Esta polarización se da en muchos idealismos y radicalismos. Cuando los entusiastas de una cierta idea están cegados por sus prejuicios personales acerca de las demás posibilidades y positivamente sobre las propias confirman sus creencias sin escrutinio aunque evalúan críticamente las creencias del contrario. Es decir las pruebas confusas o argumentos débiles ayudan a separar más a ambos bandos y no a provocar conversiones.
Efecto de primacía o efecto de la primera impresión: Es la tendencia a valorar, en algunas situaciones, más los eventos iniciales que los siguientes eventos.
Ejemplo: en una presentación se tienen en cuenta en mayor medida las primeras diapositivas o los primeros minutos que los demás.
Efecto el último evento: Es la tendencia a ponderar y a dar más importancia a los eventos recientes en mayor medida que los eventos más lejanos en el tiempo, incluso en un mismo día.
Ejemplo: movimiento en las colas de un atasco, si al principio se va muy rápido y al final se hace esperar lo suficiente, el evento más reciente será el que predomine.
Efecto de retrospección de Rosy: Es la tendencia a valorar los eventos pasados más positivamente a cómo los han valorado ellos mismos en el momento en el que los eventos ocurrieron. Un proverbio en latín resume este efecto: memoria praeteritorum bonorum, es decir, ‘el pasado siempre se recuerda como mejor’.
Efecto de decimación numérica: Es la tendencia a juzgar la probabilidad de la totalidad como menor que la suma de probabilidad de cada una de las partes.
Ejemplo: se considera menos probable morir de alguna causa natural que morir por un ataque del corazón más la probabilidad de morir de cáncer. Normalmente y de manera inconsciente, la suma de las partes supera a la probabilidad total estimada.
Falacia de la conjunción o la unión: Es la tendencia a asumir que las condiciones locales o específicas unidas son más probables que una general. Sin embargo, matemáticamente la probabilidad de dos eventos ocurriendo juntos (en conjunción) será siempre menor o igual a la probabilidad de uno de ellos ocurriendo solo.
Prejuicios sociales [editar]
En EE. UU., entre 1889 y 1918 se lincharon 2522 hombres y mujeres afroamericanos. La «doctrina de la superioridad racial» se refiere a una presunta superioridad de la naturaleza (y, por tanto, inalterable). Los hombres de raza blanca estarían dotados de caracteres hereditarios comunes y exclusivos que les asegurarían un desarrollo mental superior al de otras razas. La herencia genética de los negros limitaría para siempre sus potencialidades. Fundamentalmente, esta concepción es idéntica a la desigualdad de aptitudes que tan privilegiado lugar ocupa en las representaciones mentales de las castas superiores tradicionales. También ésta tiene la misma función ideológica: justificar los privilegios de una minoría mediante una argumentación en la que se asegura la perpetuidad, ya que la superioridad se considera enraizada en la naturaleza. No obstante, esa doctrina, esos dogmas genéticos, tenían sus propios contradictores entre algunos supremacistas blancos, quienes señalaban que «los negros no son congénitamente inferiores, pues si les abrimos nuestras universidades pronto nos alcanzarán» y, desde luego, desaparecería la mano de obra barata, la opresión. Por lo tanto, la discriminación racial funciona también como una expresión económica superestructural y no solo como una supuesta consecuencia genética universalizable.El prejuicio social es tener una opinión o idea acerca de un miembro de un grupo sin realmente conocer al individuo. La antipatía, normalmente, se basa en información pasada y en la experiencia con un individuo o cultura (modo de comportamiento) en particular. Asociando unas características físicas a unos comportamientos negativos, se cae en la falacia. La convención de UNESCO establece de forma clara la igualdad entre todos los seres humanos. Su tercer punto dice: "En el estado actual de los conocimientos biológicos, no podemos atribuir las realizaciones culturales de los pueblos a diferencias de potencial genético: éstas se explican totalmente por su historia cultural. Basta invertir estos términos para obtener una radiografía del racismo."

La extensión de las propias experiencias negativas al caso general se puede considerar como sesgo. Como en la persecución, se cree por parte del prejuicioso en la maldad o bondad del otro y en la justicia del razonamiento propio.

La mayor parte de estos prejuicios o sesgos cognitivos están clasificados como sesgos atributivos. Los sesgos atributivos afectan al modo de atribución de acciones. Es decir, afectan al modo en el que se determina quien o que fue responsable de una acción o evento.

El prejuicio puede aparecer independientemente de la inteligencia del individuo, su nivel cultural y su capacidad para razonar. Y las falacias resultantes pueden ser desastrosas pues animadas por el espíritu destructor las masas no se detienen ante la fácil obtención de beneficios resultante de la opresión de las minorías o del odio colectivo como forma de unión comunitaria dominante.

Albert Einstein expresó esto, en el contexto de la segunda guerra mundial, con la siguiente cita que es aplicable a las diferentes sociedades civilizadas que han sido llevadas por los prejuicios: "El crimen cometido por los alemanes es el más abominable que recuerda la historia de las llamadas naciones civilizadas. La conducta de los intelectuales alemanes -como grupo- no fue mejor que la de la multitud. Incluso ahora no hay signo alguno de arrepentimiento o de deseo real de reparar lo que se pueda después de tan gigantescos asesinatos."[2]

Las personas espoleadas y ciegas por estos prejuicios evolutivos no se paran a razonar críticamente lo expuesto, a igualarse en un experimento mental sin prejuicio con los expuestos (empatía) o a comprobar de forma científica las afirmaciones (método científico para desechar los prejuicios y aproximarse a la verdad). Es más fácil dejarse llevar por los propios prejuicios internos que nos dicen que estamos en lo correcto (rasgo evolutivo de los prejuicios) que aceptar verificar la verdad. Para las personas sumidas en sus prejuicios, la verdad es de quién la siente (véase intuición sentido evolutivo) y no de quién razonadamente la argumenta.

“Los egipcios trataban de bárbaros a todos los pueblos que no hablaban su lengua”. Maliciosamente, Heródoto de Halicarnaso, ese patricio griego de la primera mitad del siglo V a. C., consagró todo un capítulo de su Historia, todo un “logos”, a mostrar cómo los griegos recibieron de Egipto sus dioses y sus antepasados, su ciencia y su sabiduría; devuelve a los griegos ese término de “bárbaros” que éstos aplicaban justamente a todos los que no hablaban su lengua. Por muy orgulloso que esté de ser helénico, el “padre de la historia” evita así ante nuestros ojos la apariencia de un racismo.[3]

Los griegos estaban a su vez, muy seguros de su superioridad sobre los no griegos, y de la superioridad de civilización y de lengua se puede pasar cómodamente a la de “raza”. Sin embargo, este paso no se dio. Aun convencidos del valor más alto y de la originalidad de su modo de vida, de su cultura, no veían en eso la prueba de una superioridad eterna, “esencial”. Tucídides, en las treinta páginas que abren La guerra del Peloponeso (se las llama “La arqueología”) reúne varios ejemplos de los que se puede sacar en conclusión que los bárbaros son pueblos con retraso ciertos, pero en vías de desarrollo. Por tanto, no se puede hablar de un racismo heleno.

Roma mezcla y funda, en su población cosmopolita, las razas heterogéneas del mundo que conquistó –dice A Aymard en Roma y su imperio-. La posteridad de los vencedores se confunde con la de los vencidos. Y esta étnica se acompaña inevitablemente con una fusión moral. Menos espectacular y menos precipitado, pero tal vez más eficaz aún porque no está limitado sólo a la capital, un fenómeno análogo se produce en las provincias. Sin embargo, esta semilla cosmopolita no florece en todas las provincias.[3]

Más tarde con las monarquías helenísticas, en el tiempo de la dominación romana, las cosas van a complicarse de manera contradictoria. En Egipto, los Lagidas evitaron, helenizar por razones en gran parte financieras. Limitaron la helenización y por tanto la cultura no fluyó lo que dividió la sociedad. Al limitarla, los griegos que se instalaron allí se mostraron muy celosos de sus privilegios. En Alejandría es donde se ven mejor las consecuencias de esta doble política. La prohibición de casamientos entre griegos e indígenas, la división de la población en grupos con status jurídicos desiguales fundados sobre el origen étnico, facilitan, en esta ciudad en plena expansión demográfica y comercial serias confusiones.

Existen distintas formas del racismo en Occidente, no porque esta región del mundo tenga el monopolio del prejuicio, sino porque es “en la civilización occidental donde el fenómeno tomó las formas más virulentas y ‘refinadas’; donde no sólo se mató, linchó y torturó en nombre de la raza, sino que se justificaron esos crímenes con ‘teorías’ de apariencia científica”. Existen estructuras socioeconómicas que sostienen este fenómeno; y existen dos manifestaciones clásicas: antisemitismo y racismo colonial.[3]

Los nazis en su propaganda aclamaron la cultura griega clásica así como de la cultura romana como precursores de la raza aria y de la fundación germano europea. Esta distorsión intencionada se trata de un error histórico fundamental. La palabra aria proviene del sánscrito una lengua persa e indú que se usó para designar a los nobles persas e indios. Asimismo, con frecuencia en películas históricas distorsionan la apariencia y costumbres de griegos, romanos y egipcios para transmitir ideas más modernas y estándares de apariencia europeos que hagan el producto más comercial. Ejemplo: Alejandro Magno no era rubio. Análisis de color de estatuas, pinturas y más tarde del ADN de los faraones egipcios muestran que hubo faraones negros por ejemplo Piy, Paanje, Taharqa. Asimismo, las clases sociales no se estratificaban tanto por raza sino por estatus social. Por ejemplo, Salomón tenía ojos claros y piel blanca y no llamó la atención que tomara como esposa a la reina de Sahba que era negra. Los griegos a su vez, consideraban a los Europeos como pueblos atrasados. Griegos y romanos tenían apariencia fundamentalmente mediterránea, es decir, una tez más oscura que la nórdica.[4]

Sesgo actor-observador: Es la tendencia a explicar los comportamientos individuales de los demás enfatizando la influencia de su personalidad y desestimar la influencia externa de su situación. Esto va asociado a la tendencia opuesta o actor cuando se observa uno mismo en el que las explicaciones a los propios comportamientos se realizan enfatizando mi situación personal o agentes externos y desestimando la influencia de la propia personalidad. Este sesgo suele confundirse con el sesgo de correspondencia).
Efecto de sobreatribución, sesgo de correspondencia o error fundamental de atribución: Es la tendencia o disposición de la gente a sobre-dimensionar los motivos personales internos a la hora de explicar un comportamiento observado en otras personas, dando poco peso por el contrario a motivos externos como el rol o la situación, para este mismo comportamiento. La gente tiende a obviar los motivos externos y cree más e incluso amplifica los motivos genéticos o de carácter internos. Cuando las personas piensan en sí mismas atribuyen su éxito a una cualidad personal (inteligencia, bondad, fuerza, carácter) y sus fracasos a circunstancias externas (mala suerte, desventaja, manías). Por otro lado, cuando la gente piensa en otros, atribuyen los aciertos de los demás a circunstancias externas (tuvo suerte, tuvo ventaja) y los fallos a debilidades o características internas (tiene mucho carácter, el no es suficientemente fuerte, inteligente).
Efecto Forer (o efecto Barnum, en honor al circense P. T. Barnum): es la tendencia de la gente a dar una alta nota de precisión o a asentir y confirmar la fidelidad de las descripciones que de su personalidad se hagan cuando éstas están hechas a medida y específicamente para ellas. En realidad, estas descripciones de la personalidad son vagas y suficientemente generales como para ser aplicadas a un amplio espectro de la sociedad.
Por ejemplo, los horóscopos, cartas astrales y quiromancia, etc.
Desviación o sesgo egocéntrico: Ocurre cuando las personas se dan más responsabilidad a ellas mismas, por los resultados de una acción conjunta, que un observador externo. Este efecto puede darse tanto para los beneficios como para los errores de una acción.
Efecto de falso consenso: Es la tendencia de algunas personas a sobrestimar el grado en el cual los demás coinciden o están de acuerdo con ellos. Las personas cambian rápidamente sus propias opiniones, creencias y predilecciones para parecer más acordes o en sintonía con el público general. Como los miembros de un grupo alcanzan un consenso y raramente encuentran personas que disientan, tienden a creer que todo el mundo piensa del mismo modo.
Efecto halo: Es la capacidad de un individuo para modificar la percepción o evaluación que los demás tienen de las demás cualidades personales a través de una cualidad específica. Un individuo es capaz de trasladar la percepción que tienen los demás de sus cualidades positivas o negativas desde un área de la personalidad a otra a través de una única capacidad que arrastra a las demás. Véase también Estereotipo de atractivo físico. En breve, una persona que es buena en X es normalmente considerada, con prejuicio, a ser también buena en Y incluso si los dos tópicos no están relacionados, esto es el denominado efecto halo. Muchas marcas comerciales usan el poder de la marca o su efecto halo para vender otros productos.
Ilusión de entendimiento asimétrico: Es un prejuicio que implica el hecho de que la gente percibe su conocimiento de los demás como superior y más preciso al conocimiento que tienen los demás sobre sí mismos. De igual manera, las personas tienden a creer que se conocen mejor a sí mismas que lo que sus parejas o iguales se conocen a sí mismos o a ellos.
Ilusión de transparencia: Es la tendencia para algunas personas a sobrestimar el grado en el que su estado mental personal es conocido por otros. Este sesgo es similar aunque inverso a la Ilusión de entendimiento asimétrico pero la ilusión de transparencia es más prominente en las personas que tienen una relación personal.
Prejuicio de pertenencia al grupo o prejuicio de socio: Es la tendencia de las personas a tratar de manera preferente a quienes perciben como miembros de su propio grupo.
Fenómeno del mundo justo: Es la tendencia prejuiciosa de algunas personas a percibir que el mundo es justo y por consiguiente las personas reciben lo que se merecen. Esta tendencia también se da en la ilusión de pensar que las personas recibirán con el tiempo lo que se merecen. Estudios muestran que aquellos que creen en un mundo justo tienen más probabilidad a creer que las víctimas violadas han debido comportarse de manera seductora, las mujeres maltratadas tuvieron que merecer los golpes, que las personas enfermas se han causado su enfermedad con sus actos o que los pobres se han buscado su pobreza, todo porque el mundo es justo y pone a cada uno en su sitio. Una versión de esta falacia es la de que el tiempo pone a cada uno en su sitio. El tiempo hace más probable que haya interacciones con esa persona pero no implican que éstas interacciones en un mundo justo vayan a premiarla o condenarla.
Efecto del lago Wobegon o efecto mejor que la media: Es la tendencia humana a describirse de manera halagadora o aduladora, comunicar bondades de sí mismo y pensar que se encuentra por encima de la media en inteligencia, fuerza u otras cualidades. El nombre viene de un pueblo ficticio de una serie de radio A Prairie Home Companion. Véase Efecto superconfianza o Efecto peor que la media.
Prejuicio de etiquetación o prejuicio de clases: Es un tipo de prejuicio cultural que se produce cuando una etiqueta o seña de diferenciación está disponible o es visible para describir algo que introduce una diferencia en nuestra habilidad física, cultural o personal que algunos incluso pueden aprovechar y que no tiene por qué existir. Ej.: «Mi amigo tiene piel negra. Entonces debe tener pelo rizado» o «llevas una camiseta del grupo de rock metálico Metallica, entonces debes ser un metalero» (Véase estereotipos y sesgo de confirmación).
Prejuicio de homogeneidad de los demás: Los individuos ven a los miembros de su grupo como más variados, diferentes y ricos en contrastes que los pertenecientes a otros grupos, los cuales son considerados homogéneos e iguales entre sí.
Sesgo de proyección: Es la tendencia inconsciente a asumir que los demás comparten el mismo o pensamientos, creencias, valores o posturas parecidas a las nuestras.
Sesgo de autoservicio: Es la tendencia de algunas personas a errar en su observación e ignorar pruebas o hechos en contra de la postura que defienden. También reclaman mayor responsabilidad en los aciertos y éxitos que en los errores. Además, en cuanto aparece información ambigua la interpretan de un modo que beneficia sus intereses.
Sesgo de impredecibilidad propia: Es la tendencia de algunas personas a verse ellos mismos como relativamente variables e impredecibles en términos de su personalidad, comportamiento y estado de ánimo mientras que ven el de los demás como mucho más predecible en cualquier situación. Este sesgo atributivo tiene un importante rol en la formación y mantenimiento de los estereotipos y prejuicios.
Profecía autorrealizada: Es una predicción que, de ser realizada o enunciada, realmente causa que esta se convierta en realidad. Véase Pigmalión y Efecto Pigmalión, donde los estudiantes producen mejores resultados por el simple hecho de que eso es lo que se espera de ellos. Véase también Efecto de sujeto expectante o efecto placebo.
Aplicación de los prejuicios: las falacias lógicas [editar] Se ha sugerido que este artículo o sección sea fusionado con falacia (ver la discusión al respecto).
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Caballo de Troya utilizado en la película Troya (2004). Si se niega el antecedente, entonces se negará también la consecuencia.La falacia lógica es un modo o patrón de razonamiento que siempre o casi siempre conduce a un argumento incorrecto. Esto es debido a un defecto en la estructura del argumento que lo conduce a que este sea inválido. Las falacias lógicas suelen aprovecharse de los prejuicios o sesgos cognitivos para parecer lógicas. Cambiándose a veces, el error inconsciente o involuntario por una manipulación deliberada. Por eso, las falacias lógicas son los mecanismos automáticos más comunes para poner en práctica los sesgos cognitivos. Algunas importantes falacias lógicas que emplean los sesgos cognitivos se muestran a continuación. Véase también control social, control mental, propaganda, lavado de cerebro.

Falacias formales [editar]Argumento de la falacia o ad lógicam: asume que si un argumento es una falacia entonces su conclusión debe ser forzosamente falsa. Una falacia lógica no es necesariamente errónea en su conclusión, aunque sí lo es en el razonamiento que le ha llevado a esta conclusión. Es decir, aunque la estructura de razonamiento pueda ser falaz por su construcción o por sus premisas, la conclusión puede llegar a ser fortuitamente correcta.
Ejemplo: «Los objetos caen porque hay ángeles que los empujan hacia abajo». La afirmación «los objetos caen», es cierta, aunque, no existe un argumento válido para aceptar la premisa de la existencia de los ángeles y tampoco de que éstos empujen los objetos.
Confirmación sistemática o afirmación de la consecuencia: En pocas palabras, la confirmación sistemática, es el equivalente lógico a asumir la verdad necesaria de que lo contrario también lo es. Es llamada así porque erróneamente se concluye que el segundo término de una premisa consecuente establece también la verdad de su antecesora. Si se demuestra que P entonces Q, entonces erróneamente se puede deducir que si Q entonces P llevándonos a esta falacia, que se apoya en el sesgo de simetría.
Ejemplo: si estoy dormido tengo los ojos cerrados, entonces si tengo los ojos cerrados debo estar dormido.
Negación del antecedente o implicación vacua: Es una falacia lógica con semejanzas con el argumento de la falacia. En este caso si P entonces Q si niego P entonces tampoco Q (se niega Q). Esta falacia dice que si se niegan los antecedentes entonces se negará también la consecuencia.
Ejemplo: «Si estoy dormido tengo los ojos cerrados, pero si estoy despierto tengo que estar con los ojos abiertos» «Si no lo digo no me critican, por lo que si lo digo me criticarán». Algo que no tiene que ser necesariamente cierto. Otra vez se aplica el sesgo de simetría o ilusión de serie.
Falacias por generalización de inducción errónea [editar]En lógica, se designa como inducción a un tipo de razonamiento que va de lo particular a lo general (concepción clásica) o bien a un tipo de razonamiento en donde se obtienen conclusiones tan sólo probables (concepción más moderna). La inducción matemática es un caso especial, donde se va de lo particular a lo general y, no obstante, se obtiene una conclusión necesaria. Típicamente, el razonamiento inductivo se contrapone al razonamiento deductivo, que va de lo general a lo particular y sus conclusiones son necesarias (véase razonamiento inductivo).

Muestra sesgada: Es una muestra que ha sido falsamente considerada como la típica de una población de la cual ha sido tomada.
Ejemplo: Alguien puede decir «A todo el mundo le gustó la película» sin mencionar que «todo el mundo» fue él y tres de sus compañeros, o un grupo que son fans del artista. Los sondeos online y las muestras por llamadas voluntarias son un tipo particular de este error, porque las muestras están implícitamente preseleccionadas o autoseleccionadas. En el mejor de los casos, esto significa que las personas que se preocupan más sobre el asunto responderán o opinarán y en el peor de los casos, sólo aquellas que sintonicen una radio particular, un periódico particular o una lista política.
Falacia del centro de atención: Se produce cuando una persona sin criterio asume que todos los miembros o casos de un cierto grupo, clase o tipo son como esos pocos en el punto de mira, que reciben la mayor atención o cupo de atención de los medios. Esta línea de razonamiento es falaz y conduce a los tópicos. Si los medios publicitan a un asesino en serie de una población no quiere decir que todos los miembros de la población sean asesinos.
Falacia de la verdad a medias: Las verdades a medias son frases engañosas y falsas, que incluyen algún elemento de verdad. Las frases pueden ser parcialmente verdad, la frase pueden ser incluso verdad pero no toda la verdad del conjunto lo que produce un engaño provocado por omisión. Pueden incluir algunos elementos engañosos como signos de puntuación, especialmente si se intenta engañar, evadir la culpa o malinterpretar la verdad. El propósito de las medias verdades o verdades a medias es hacer parecer algo que solo es una creencia como un conocimiento o verdad absoluta. De acuerdo con la teoría de conocimiento de creencia de verdad justificada o problema de la justificación, para saber si una determinada proposición es verdadera, uno debe no solo creer en la verdadera e importante proposición sino también debe tener una buena razón o argumentos para hacerlo. Una verdad a medias embauca al receptor presentando algo que es creíble y usando esos aspectos de la idea que pueden ser demostrados verdaderos como buena razón para creer que la idea o declaración entera es verdadera. Una persona engañada por una verdad a medias podrá considerar la proposición o declaración como una verdad absoluta y actuar en consecuencia. En política, las verdades a medias son una parte integral de las democracias representativas o parlamentarias. La reputación de un candidato político podrá ser irremediablemente dañada si él o ella es expuesto como mentiroso, así un complejo estilo de lenguaje ha evolucionado para minimizar las probabilidades de que ocurra esto. Si alguien no ha dicho algo, entonces ellos no podrán acusarlo de mentir. En consecuencia los políticos se han convertido en un conjunto en el que las medias verdades abundan y son esperadas, dañando la credibilidad del conjunto.
Ejemplo: «El sol se pone por el oeste». Esta es una verdad a medias porque aunque en la mayor parte del mundo esto es así no ocurre en los polos en los que durante unos meses el sol ni siquiera llega a ponerse. De hecho, el Sol ni siquiera se pone, porque no es el que se mueve sino que es el movimiento rotatorio de la Tierra el que produce este efecto. Por eso, si se tratara como una verdad absoluta digamos para navegación podría ocurrir un desastre.

Un niño de Palestina sostiene un cartel que dice: «No somos terroristas». No todas las personas que viven en Oriente son terroristas. Véase «falacia de generalización apresurada»Generalización apresurada o falacia de estadística insuficiente o falacia de muestras insuficientes, ley de los pequeños números, inducción apresurada, falacia del hecho aislado, o secundum quid: Es una falacia lógica en la que se llega a una generalización inducida basada en muy pocas evidencias.
Ejemplo: «Me encanta esta canción, por lo tanto me gustará también todo el álbum en el que está». Es una falacia porque el álbum puede no ser tan bueno como la canción escuchada.
Falsa vivencia o vivencia desorientadora: es una falacia lógica que usa la descripción de un acontecimiento en extremo detalle —incluso si este es un suceso excepcional y muy poco probable— para convencer a alguien de que hay un problema. Aunque la vivencia sea falsa o verdadera y no tenga ningún fundamento lógico (es decir, aunque sea un disparate) puede tener un gran poder y efecto psicológico debido al sesgo cognitivo denominado disponibilidad heurística o en inglés availability heuristic. La falacia no reside en la historia misma, la cual, podría llegar a ser cierta, sino en el efecto de gran distorsión probabilística o sesgo que se produce en el receptor en relación al alcance, importancia y relevancia con la decisión a tomar. Esta distorsión o sesgo que se desencadena en el cerebro es un mecanismo poderoso producido por los sesgos cognitivos tendencia de riesgo cero, aversión de pérdida y efecto el último evento cuando se apela al miedo. Véase también programación neurolingüística y la verdad en la PNL. En entornos comerciales y de márketing se usa con frecuencia esta falacia generando lo que se denomina FUD, Fear, uncertainty and doubt que es el acrónimo en inglés de miedo, incertidumbre y duda. La Falsa vivencia es denominada también crítica destructiva. La mejor forma de hacerle frente es ignorando este tipo de críticas que son falsas, exageradas y estériles en cuanto que no ayudan a mejorar y solo tratan de socavar el brillo o cualidades de un tema en concreto. Si es posible se debe aportar razones para aclarar la verdadera probabilidad de la falsa vivencia. Muchas empresas recurren a la falacia del ojo por ojo y hacen también FUD. Pero esto produce errores en incremento que al final perjudican el crecimiento. En estos casos lo mejor es hacer simplemente lo correcto en función de las críticas constructivas basadas en argumentos sólidos e ignorar las basadas en anécdotas y sin argumentos.
Ejemplo: Pedro dice «Creo que dejaré los deportes de riesgo ahora que tengo niños. Creo que me pasaré al golf». Juan responde: «Yo no haría eso. ¿Recuerdas a Javi? Él estaba jugando al golf cuando le atropellaron con el coche que transporta los palos. Se rompió una pierna y rodó hasta golpearse la cabeza. Estuvo en el hospital durante una semana y todavía cojea. Yo seguiría haciendo parapente».
Ejemplo: El partido X pretende aprobar la ley Y acerca de lo peligroso que es subirse a los puentes. Entonces, el periódico o medio M presenta antes de la votación una serie de noticias extremas, sobre niños que se han caído de los puentes. La población asustada por la posibilidad de que los niños se caigan de los puentes aprueba moralmente la decisión del partido de prohibir subirse a los puentes.
Falacia arreglo de bulto: consiste en asumir que las cosas que con frecuencia han sido agrupadas por tradición o cultura en un conjunto deberían estar siempre agrupadas de ese modo. Esta falacia es muy usual en los argumentos políticos: «Mi oponente es un conservador que votó en contra de los altos impuestos y la asistencia pública, por tanto el también se opondrá al control de armas y al aborto». Mientras estas cuatro posiciones están normalmente agrupadas en la palabra «conservador» en la política española, no hay realmente ninguna razón para pensar que alguien que sigue una idea agrupada en ese grupo deba seguir las demás.
Falso dilema o falsa dicotomía o falsa bifurcación: Implica una situación en la cual solo dos puntos de vista son sopesados como las únicas opciones, cuando, en realidad, existen una o más opciones que no han sido consideradas. Las dos alternativas presentadas suelen ser, aunque no siempre, los puntos extremos del espectro de ideas. En lugar de esta extrema simplificación y pensamiento deseado, sería más apropiado considerar todo el espectro de opciones como en la lógica difusa. Véase sesgo de simetría para entender sus causas.
Probar con ejemplo o generalización inapropiada o Accidente (falacia): Es una falacia lógica donde uno o más ejemplos se dice «prueban» un caso más general. Esta falacia tiene la estructura siguiente: Sé que el caso X de todos los X hace o tiene la propiedad P, entonces todo X tiene la propiedad P.
Ejemplo: «He visto a hombres (Pedro y Juan) jugar bien al fútbol, por consiguiente todos los hombres juegan bien al fútbol». Véase el artículo «falacia arreglo de bulto» o generalización apresurada. Todas las citadas son falacias de generalización las cuales se pueden agrupar dentro de una de las trece falacias identificadas por Aristóteles; la falacia de destrucción de la excepción o accidente (falacia) a dicto simpliciter ad dictum secundum quid. Ejemplo: 1) Cortar a personas con cuchillos es un crimen [aunque en algunos casos esto no es cierto; es permisible, por ejemplo, en defensa propia]; 2) los cirujanos cortan a las personas con cuchillos; 3) los cirujanos son criminales.
Falacias de causa informal o causa cuestionable [editar]Las falacias de causa informal, causa cuestionable o falacia causal o non causa pro causa (‘sin motivo para la causa’) o causa falsa, son falacias informales donde una causa es identificada de manera incorrecta.

Cum hoc, ergo propter hoc
Falacia de la causa simple
Circularidad entre causa y consecuencia
Petición de principio
Post hoc, ergo propter hoc
Non sequitur
Falacia de la regresión
Falacia del francotirador
Falacia de dirección incorrecta
Argumentum ad consequentiam
Argumentum ad baculum
Falacia del punto medio
Recurso de probabilidad

Cum hoc, ergo propter hoc: o la correlación o relación entre dos implica que uno es causa y otro efecto, que afirma que dos eventos que ocurren a la vez tienen necesariamente una relación causa-efecto. Se expresa de la siguiente manera: si ocurre A y correlacionadamente después ocurre B entonces A ha causado a B. Esta falacia hace una conclusión prematura de la causalidad incluso sin evidencias que la soporten. Esto es una falacia lógica porque aunque probable existen al menos otras cuatro posibilidades; 1. que B sea la causa de A; 2. que haya un tercer factor desconocido que sea realmente la causa de la relación entre A y B; 3. que la relación sea tan compleja y numerosa que los hechos sean simples coincidencias y 4. que B sea la causa de A y al mismo tiempo A sea la de B, es decir, que estén de acuerdo, que sea una relación sinérgica o simbiótica donde la unión cataliza los efectos que se observan.
Ejemplo: Investigaciones científicas afirman que las personas que usan marihuana (A) tienen una mayor ascendencia en desórdenes psiquiátricos (B) comparados con los que no la toman. Sólo con esta relación no se puede afirmar que A causa B, ya que también puede ser que B cause A, debido al efecto relajante o también puede ser que se den las dos a la vez o haya un tercer factor desconocido. Existen métodos para determinar causas. El filósofo David Hume argumentaba que la causalidad no puede ser percibida y por consiguiente no se puede conocer o probar, y en su lugar tan solo se puede percibir la correlación. Sin embargo, argumentó que se puede seguir el método científico para, al menos, desechar las causas erróneas. Esto es, probar experimentalmente la veracidad de un hecho de manera rigurosa hasta encontrar un contra ejemplo o excepción.

Falacia de la causa simple o efecto conjuntivo o relación espuria: Esta falacia lógica de causalidad ocurre cuando se asume que existe solo una simple causa para un resultado cuando en realidad puede haber un conjunto específico o suficiente de causas que lo hayan provocado. En esta falacia lógica dos sucesos sin conexión lógica, se relacionan causal e incorrectamente debido a un tercer suceso o factor desconocido denominado factor desorientador o variable escondida que los provoca. La relación espuria da impresión de fortaleza y ligazón fuerte entre dos sucesos que es inválida cuando es examinada objetivamente. Véase la navaja de Occam que en su aplicación puede crear una relación espuria debido al desconocimiento de un factor más sencillo. Esta sobresimplificación es un caso específico de falso dilema donde otras posibilidades son ignoradas.
Ejemplo: Supongamos que cuando hay mayor índice de desmayos por calor suben las ventas de refrescos, muchos señalarían que los sofocos son la única causa; pero la subida de ventas pudo haber sido debida a otros factores como un mejor márketing, un mayor tiempo libre, una determinada ola de calor, una bajada de precios o la llegada del verano que sería una posible causa de las dos. En definitiva un factor o un conjunto ignorado o desconocido de factores son los que en realidad hacen que se produzca.

Circularidad entre causa y consecuencia: Es una falacia lógica donde la consecuencia de un determinado fenómeno es llamada a ser también la causa principal. Esto es conocido como la falacia del huevo o la gallina que hace referencia al dilema de causalidad que surge de la expresión «¿qué fue primero, la gallina o el huevo?». Puesto que el huevo y la gallina se crean recíprocamente en ciertas circunstancias la respuesta es ambigua. Véase también Trampa-22 (libro). Una encerrona que pueda resumirse de esta forma: "si sale cara gano yo, si sale cruz pierdes tú". Viéndose que perder tú y ganar yo es lo mismo, se observa que ganar yo producirá ambas caras y ambas caras producen a su vez que yo gane y por tanto no hay libertad de movimiento y circularidad.
Ejemplo: Una circularidad en causa consecuencia muy conocida se encuentra en que uno no puede obtener un trabajo sin experiencia pero no puede adquirir experiencia sin un trabajo. Es decir, la experiencia causa el trabajo pero el trabajo también causa la experiencia. La única manera de acceder a estos círculos es la transición progresiva o evolutiva definiendo de manera más amplia alguno de los factores o aceptando excepciones (o mutaciones). Si se amplía el concepto del trabajo de manera que la experiencia se pueda ganar de algo que no tenga que ser estrictamente trabajo o si se amplía el concepto de la experiencia en el que aunque se tengan conocimientos éstos no tienen nada que ver con el trabajo en cuestión o con la estricta definición de experiencia que se exige para él.
Un caso parecido se ha dado alguna vez con los inmigrantes, a los que se solicita un permiso de trabajo para trabajar y un trabajo para obtener el permiso de trabajo.
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Petición de principio o petitio principii o petición de principio o fe de origen: Es una falacia que ocurre cuando la proposición a ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas originales. Véase también Tautología y falacia de las muchas preguntas.
Ejemplo: Para probar falazmente que Pablo dice la verdad argumentaríamos del siguiente modo diciendo que: Cuando Pablo habla no miente y que por tanto, cuando está hablando Pablo, está diciendo la verdad. En una lógica bivalente, con tertium exclusum,premisa y conclusión están afirmando la misma verdad, que no miente o, lo que es lo mismo, que en ambos casos dice la verdad. La falacia es más útil cuando tiene una longitud adecuada como para hacer olvidar al receptor que la conclusión ya fue admitida como premisa.
Ejemplo: En un debate sobre el aborto, para calificarlo legalmente se usa la siguiente construcción. «El aborto es un acto injustificado de dar muerte a una persona» (Notar que esta premisa ya es de por sí la calificación del aborto y que una vez aceptada ésta no habría otra conclusión posible porque la conclusión y esta premisa es la misma). Luego viene el razonamiento lógico «matar a una persona es un asesinato» y «un asesinato es ilegal». «Por tanto, el aborto debería ser ilegal». La falacia reside en que no se ha argumentado absolutamente nada aunque aparentemente se haya seguido un orden lógico. Tan solo se ha mostrado el desarrollo lógico en el caso de considerar la primera premisa como verdad. Pero no se ha justificado, con argumentos, la razón por la que se debe considerar ésta como verdad. Lo único que se ha demostrado de manera lógica es que en el caso hipotético de que el aborto fuera considerado la muerte de un ser humano entonces sería ilegal. Esta falacia se trata del caso general de la falacia de las muchas preguntas donde se presuponen ciertas cosas que se desean probar o comunicar como ciertas por el mero hecho de decirlas. Para que la gente no caiga en dicha falacia lo idóneo sería no contestar así no se da información extra sobre tu postura o la respuesta debe tener una negación activa. Esta falacia es muy útil en debates cuando se usa en un público voluble y no atento. La falacia es más útil cuando tiene una longitud adecuada como para hacer olvidar al receptor que se partía de una premisa de fe, supuesta o sobreentendida sin ningún tipo de argumento que la soporte.
Ejemplo: 1) Pedro, has sido infiel a María; 2) la religión dice que la infidelidad es un pecado carnal; 3) el pecado carnal se comete cuando cometes un acto impuro con otra mujer; 4) cometer un acto impuro con otra mujer significa que fuiste infiel a tu pareja; 5) Por lo tanto, Pedro, no niegues que has sido infiel a María.



Post hoc, ergo propter hoc o post hoc o correlación coincidente o causa falsa o non sequitur (‘no le sigue’ en latín): Es una expresión latina que significa «después de esto, luego a consecuencia de esto» es un tipo de falacia que asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es consecuencia del primero. Es verdad que una causa se produce antes de un efecto pero la falacia viene de sacar una conclusión basándose sólo en el orden de los acontecimientos. Es decir, no siempre es verdad que el primer acontecimiento produjo el segundo acontecimiento. Esta línea de razonamiento es la base para muchas creencias supersticiosas y de pensamiento mágico. Véase teoría del dominó o también cum hoc, ergo propter hoc que no hace hincapié en el orden aunque sí en la correlación de dos sucesos.
Ejemplo: "He rezado para que te curaras. Te has curado. Para que luego digan que rezar no funciona." Se comete la falacia al deducir causa efecto de dos hechos tan solo considerando la sucesión de acontecimientos. Sin embargo, la causalidad no puede ser simplificada pues existen muchos otros factores, variables desconocidas y explicaciones que pudieron generar el efecto. Hume incluso argumentaba que la causalidad es imposible de discernir pero que es posible usar el método científico para poder desechar las falsas hipótesis.

Non sequitur: Las razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no relacionadas.
Ejemplo: «Tengo miedo al agua, así que mi deporte será el puenting» o «me gusta conducir por eso me compro un Toyota». En cualquiera de los casos hacer puenting o comprarse un Toyota no depende directamente de la razón dada ya que hay muchos más coches o deportes que se han descartado sin que la razón dada sea relevante, puede producir auto-engaño por no aclarar los verdaderos motivos por los que se toma una decisión. Una manera de clarificar esta falacia es reorganizando el argumento para colocar la razón y la conclusión de manera que la incongruencia se haga evidente.
Ejemplo: «Me gusta conducir y por eso me compro un Toyota»; reordenando: «Me compro un Toyota porque me gusta conducir», algo que podría ser cierto o no pero que seguramente no era lo que se pretendía decir cuando se especificaba un Toyota.
Ejemplo: «Estamos en España así que pasaremos calor». Reordenando: «Pasaremos calor porque estamos en España».
Ejemplo: «Me gustan los aviones por eso hago paracaidismo». Reordenando: «Hago paracaidismo porque me gustan los aviones».
Ejemplo: «Ella no tiene hijos por eso no estoy de acuerdo con las prácticas educacionales de la profesora». Reordenando: «No estoy de acuerdo con la profesora porque ella no tiene hijos».

Falacia de la regresión o del retroceso: Es una falacia lógica en la que se asume una causa donde no existe. Este tipo de falacia es un caso especial de la falacia Post hoc, ergo propter hoc. Esta falacia se denomina de retroceso porque se produce cuando se asocia una causa simple a la desaparición o retroceso de un factor. Conduce a las supersticiones y al pensamiento mágico.
Ejemplo: «No somos de su agrado, cuando llegamos al bar todos se fueron».
También, «es culpa mía porque desde que decidí invertir en bolsa, ésta ha empezado a bajar o los precios han bajado». La explicación se encuentra en el sesgo cognitivo efecto el último evento y en la tendencia de las personas a tomar decisiones cuando las cosas están solo en la cúspide o varianza más positiva así cuando éstas se normalizan a la media asocian la causa a su acción. La siguiente frase resume el proceso en la bolsa: "El pánico causa que vendas en el bajón y la codicia que compres cerca de la cima." de S weinstein.

Falacia del francotirador: Es una falacia lógica donde la información que no tiene relación alguna es interpretada, manipulada o maquillada hasta que ésta aparezca tener un sentido. El nombre viene de un tirador que disparó aleatoriamente varios tiros a un granero y después pintó una diana centrada en cada uno de los tiros para autoproclamarse francotirador. Tiene que ver con el sesgo cognitivo Ilusión de serie donde las personas tienden a ver patrones donde solo hay números aleatorios. Esta falacia no se aplica cuando uno tiene una predicción o una hipótesis particular antes de observar los datos. Uno podría tener una teoría de cómo debería comportarse algo o el patrón que debe seguir algo y comprobar mediante pruebas empíricas o datos que de hecho es así (método científico). Alternativamente, se pueden tomar los datos observados para construir una hipótesis tal como hace el francotirador pero luego es necesario ensayar la hipótesis con nuevos datos. Véase test de hipótesis. Uno no puede usar la misma información para construir y después ensayar o testar la hipótesis ya que incurriría en la falacia del francotirador.

Falacia de dirección incorrecta: Es una falacia lógica de causa en la que la causa y el efecto están intercambiados. La causa pasa a ser el efecto y viceversa. Es un tipo especial de la falacia cum hoc, ergo propter hoc o también de falso dilema.
Ejemplo: Las compañías de tabaco sugirieron que el cáncer hacía que la gente fumara para aliviar los dolores para explicar la alta correlación entre ellos. O también la gente de la edad media pensaba que los piojos eran buenos porque no se veían en la gente enferma. Los piojos en realidad podían provocar la enfermedad y el factor desconocido o la verdadera causa de que no se vieran cuando la enfermedad era visible fue que los piojos son muy sensibles a la fiebre o las altas temperaturas.

Argumentum ad consequentiam o argumento dirigido a las consecuencias: Es un argumento que concluye que una premisa (típicamente una creencia) es verdadera o falsa basándose en si esta conduce a una consecuencia deseable o indeseable. Es una falacia porque basar la veracidad de una afirmación en las consecuencias no hace a la premisa más real o verdadera. Asimismo, categorizar las consecuencias como deseables o indeseables es intrínsecamente una acción subjetiva al punto de vista del observador y no a la verdad de los hechos. Incluso si la premisa ha sido independientemente probada, y entra en juego un tercer factor (1:premisa, 2:argumento, 3:acción) como es la acción a tomar para evitar o favorecer una consecuencia, la consecuencia en si misma no puede justificar ninguna acción determinada sino los argumentos que justifiquen la relación existente entre la acción y la consecución. La elección de la acción, por tanto, es un paso posterior y separado de las premisas y tiene que ver más con la argumentación de asociar una futura acción con una consecuencia. Véase también Consecuencialismo, Efecto dominó.
«El presidente no ha robado fondos del Estado, porque si lo hubiera hecho, habría perdido las elecciones».
«Dios debe de existir, porque si no existiera no habría moral y el mundo sería horrible».
«El jugador hizo todo lo que pudo, porque sino no hubiéramos ganado el partido».

Argumentum ad baculum o argumento dirigido al bastón o al mando o argumento por la fuerza: Es un argumento donde la fuerza, coacción o amenaza de fuerza es dada como justificación para una conclusión. Es un caso especial negativo del argumentum ad consequentiam. Este tipo de falacia se da en los casos en los que se duda en intervenir o no, en un conflicto. Esta falacia se produce porque se asume la premisa como verdadera debido a que la consecuencia de esta premisa es muy negativa para ser ignorada o rechazada. Esta consecuencia negativa justifica cualquier intervención para cambiar las consecuencias asumiendo como verdad las premisas originales. Sin embargo, aunque estas decisiones preventivas previas, modifican forzosamente las predichas y subjetivas consecuencias, no aclaran la necesidad de actuar o no aseguran la verdad de las premisas en las mismas. El miedo a las consecuencias no puede ser el motor de ninguna decisión ni es capaz por sí mismo de hacer más veraz una posibilidad.
Ejemplo: «Iraq tiene armas de destrucción masiva. Como esto puede provocar una guerra muy peligrosa debe ser verdad y por tanto es necesaria una intervención».
Ejemplo: «Debes creer en Dios, porque si no lo haces irás al infierno». La única manera de saber la veracidad de una afirmación es basándose en los argumentos que la apoyen. La intervención, es una manera específica de resolución, es también una acción que es independiente de la veracidad de la afirmación y tiene más que ver con la inteligencia para discernir cual es la mejor manera de actuar. Esta vez si que en función de las consecuencias deseadas y a partir de las verdades encontradas, situación, entorno, etc. También es posible que se sea consciente de lo falaz de nuestra lógica y que igualmente por otras razones, egoísmo, intereses o por miedo a la simple probabilidad no nula de amenaza prefiera uno equivocarse y actuar como si estuviera seguro a esforzarse en hallar la verdad.

Mujer vistiendo el burka, vendiendo en un mercadillo
Falacia del punto medio o falacia del compromiso o falacia de la moderación: se genera al asumir que la conclusión más valida o certera es la que se encuentra siempre como compromiso entre dos puntos de vista extremos. La falacia se produce porque la verdad o certeza de idoneidad se basa no en los argumentos sino en premisas subjetivas (se subjetiviza la verdad o mentira de un hecho) de qué es lo que se ha considerado como extremo y qué se considere como punto medio y que se considere que éste es siempre cierto. Es posible que lo considerado como extremo es en realidad el hecho cierto. Esta falacia viene del hecho de que con frecuencia una posición intermedia o moderada suele ser correcta.
Ejemplo: «Algunas personas creen que Dios es poderoso y que todo lo sabe. Otras creen que Dios no existe. Parece ser razonable aceptar un término medio. Es decir, probablemente Dios exista pero no es siempre el más poderoso, el total omnisciente, ni el más bueno» o «La Tierra está hecha principalmente de roca, y Júpiter de gases, así que Marte debe estar hecho de agua» o «Quiero vender un ordenador por 500 €, pero en eBay me ofrecen 1 €, así que deberé venderlo por 250 €» o «Las mujeres en Occidente no están obligadas a llevar burka, en cambio las mujeres en Oriente están obligadas a llevar el burka, por tanto, las mujeres de todo el mundo se las debería obligar a llevar pañuelo». Esta conclusión es falaz.

Recurso de probabilidad o apelar a la probabilidad: Es una falacia lógica que asume que porque algo es posible o probable, es inevitable que pase. Esta falacia es usada para provocar y promover la paranoia. El recurso de probabilidad no es falaz únicamente en el caso de que el tiempo de espera para que se produzca sea infinito. Es decir, esta situación solo se produce matemáticamente. En los demás casos debe tratarse tan solo como una probabilidad y no como una verdad. La Ley de Murphy se basa en este principio por lo que también es falaz. Esta ley dice que si existe algún punto que pueda ir mal, entonces irá mal. Esta ley falaz por asumir certeza donde solo hay probabilidad y por otro lado produce auto-engaño ya que evita asumir las propias responsabilidades cuando las cosas van mal y diluir la responsabilidad en una probabilidad incontrolable. Es evidente que cuando algo salió mal fue porque era problable de salir mal. Pero por eso mismo, no se puede diluir la responsabilidad en la simple probabilidad y más bien aplicar la responsabilidad en la estimación que se hizo por parte de la persona para decidir que el proyecto, aplicación o decisión estaba finalizada. Lo que nos dice la Ley de Murphy es que las personas tienden a sobreestimar su capacidad y a dar por finalizadas las primeras impresiones o trabajos sobre un tema. Esto quiere decir que se dejan llevar por su prejuicio cognitivo, incentivado además por la necesidad de evitar el gasto energético de comprobar, testear y revisar sus trabajos. En la medida que dicho trabajo, proyecto o decisión sea vital o importante mayor es la responsabilidad o negligencia que se produce cuando no se comprueban los casos que pueden ir mal. La ley de Murphy puede presentarse de una forma más correcta de la siguiente forma: "El hecho de excluir un punto que puede salir mal no lo excluye de que este salga mal". Esta forma evidente de expresarlo, es lógica ya que por un lado expresa que la exclusión de un factor de los test no tiene relación, no está correlada con su situación o estado real correcto e incorrecto (se encuentra indefinido) e invita a pensar que el problema estuvo en no probar los puntos que pueden salir mal.
Ejemplo: «Hay muchos hackers que usan Internet. Por consiguiente, si usas internet sin un cortafuegos es inevitable que tarde o temprano seas intervenido». La idea lógica que hay detrás de esta falacia es que ya que la probabilidad es muy alta es mejor actuar como si esta fuera verdad. El hecho de que algo sea probable de ocurrir no es un argumento para atestiguar o verificar que ha pasado.
Falacia naturalista es una falacia que se comete cada vez que se pretende reducir lo “bueno” a lo que es “natural”. Todas las éticas han incurrido en este tipo de falacia que consiste en justificar la bondad de algo por el mero hecho de considerarlo “natural”. Evidentemente las definiciones de lo que puede ser o dejar de ser “natural” son muy heterogéneas y van desde lo relacionado con la misma naturaleza y/o Dios, hasta criterios hedonistas, metafísicos, nacionalistas o lo que se quiera. Lo considerado natural es un término inexacto y subjetivo por lo que argumentar el estado de apropiado o inapropiado de un comportamiento depende de lo que los demás consideren que es apropiado y no a razonamientos o argumentos que aseguren una consecución o desarrollo de acontecimientos negativos/positivos demostrables.
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PREJUZGAR

Los prejuicios constituyen la aplicación de los criterios propios a la conducta ajena previa a la necesaria información de las causas de los comportamientos ajenos y del derecho de estos a ser enjuiciados de acuerdo a su rectitud de intención y la consideración de una libertad que reconoce una amplitud de interpretación de la norma pactada socialmente.
En las relaciones humanas cada parte piensa que su modo de obrar es el más correcto, y por ello sigue esos criterios directores de su vida, pero es necesario, para que la relación no se frustre, el respeto a la idea de vida de la otra parte concertante consensuando la convergencia de las diferentes formas de pensar en un proyecto común. De ahí que no sea lícito cuando surge el conflicto recurrir a la condena, aunque sea mental, de la conducta ajena transgrediendo el reconocimiento del debido ámbito de libertad.
El prejuicio siempre adolece de la carencia del rigor que se exige para el juicio de la atención al estudio pormenorizado de la situación y a la audiencia de la razón de los actos de la parte enjuiciada. De tal modo que cuando se juzga sin esos requerimientos se podría afirmar que lo que se sigue es más a la propia intuición que a la aplicación lógica de la razón humana. Dejar prevalecer las propias ideas, las determinaciones de la propia costumbre, los condicionamientos de educación, etc. es absolutamente humano, porque nadie está libre de los influjos de su personalidad, pero en la medida que estos prevalecen en cada juicio éste merma en objetividad. Si sobre esa estructura condicionante interior ejercemos la premura en la decisión, confluyen los dos rasgos distintivos de la subjetividad que marcan la condición del prejuicio sobre el equilibrado arte de enjuiciar en verdad.
Mientras el juicio afecta a particulares en sus mutuas discrepancias, la tendencia a prejuzgar infecta sólo la ética personal, siendo sus consecuencias limitadas a actos de mayor o menor trascendencia, siempre dentro del orden entre particulares; sin embargo, cuando esa deficiencia de la objetividad influye en quien socialmente tiene la responsabilidad de juzgar el daño que puede seguirse para la sociedad puede llegar a ser de enorme transcendencia. Toda persona con responsabilidad pública está éticamente obligada a buscar la objetividad y a formular sus decisiones superando los prejuicios que atenten a la legítima libertad de los ciudadanos.
Si para todos los responsables públicos se debe exigir el rigor en el juicio, esto es absolutamente demandable para quienes ejercen la función de juez, pues a ellos la sociedad les encomienda esa función como supremo árbitro de las desveniencias y falta de rigor que puedan resultar de los comportamientos de los demás estamentos públicos o privados. Ser juez implica la máxima responsabilidad en juzgar con acierto sobre la verdad implícita en la ley que regula las relaciones humanas, y por ello debe superar todos sus prejuicios personales.
El conlicto moral que podría producirse en la conciencia del juez al sentenciar según los condicionantes de verdad que desde su formación ideológica le informan o la interpretación ajustada de la ley a la mente del legislador y al criterio social predominante, fuente y origen de todo el orden social, debe ser siempre resuelto a favor de interpretar la ley vigente como el acuerdo supremo de los contenidos de verdad por los que la sociedad libremente ha elegido regirse, y por tanto sus propios prejuicios morales deben quedar apartados. Un juez no es elevado a tal responsabilidad en función de su moral personal como árbitro ejemplarizante de la doctrina social, sino en la confianza del compromiso ético para hacer respetar los derechos mutuos en el espacio de libertad que las leyes consagran.
Ser juez y parte constituye una de las realidades más comunes en le estructura política de los Estados porque la promoción de los mismos a los altos cargos de responsabilidad de la judicatura se sigue en muchos casos más por la afinidad de sus juicios a una tendencia política que por al ética de libertad y objetividad de su trayectoria profesional. Esto que puede llegar a disculparse de los políticos nunca podrá eximir la responsabilidad personal del juez, quien si interpreta la ley según sus prejuicios ideológicos prevarica en favor de una tendencia política.
Es llamativo para los ciudadanos observar cómo, con demasiada frecuencia, en los órganos más altos de la judicatura los jueces emiten sus veredictos siempre a favor de los intereses de la parte que apoyó su elevación al tribunal correspondiente, emitiendo sus votos regularmente según la parte fraccionada con que ideológicamente se les identifica. Lo lógico sería apreciar esa posible disparidad en la interpretación común de la ley pero, si ésta se sigue de los contenidos intrínsecos de la misma en la concordancia de varias definiciones aplicables y en la discrepancia apreciable entre varios distintos artículos, no es posible que siempre la decantación sea polarizada coincidiendo en grupos de similar tendencia. Ello sólo es creíble porque los jueces interpreten según sus prejuicios morales defraudando a los ciudadanos de la confianza debida a los altos tribunales.
La vinculación entre el sistema judicial y al político es inevitable, porque ambos fluyen de la ordenación social que el conjunto de los ciudadanos establece, y por tanto el conflicto de intereses parece inevitable, en especial cuando las tendencias políticas perdedoras intentan utilizar el recurso de la justicia para imponer los valores que no han merecido la confianza ciudadana. Ello en especial se intensifica cuando la sociedad se polariza en torno a sólo dos tendencias enfrentadas que fracturan la sociedad, en vez de una mayor concurrencia de opciones que armonicen la auténtica estructuración política del sistema.
Cuando más presión se ejerce sobre los jueces es cuando corresponde a los mismos una máxima exigencia personal de profesionalidad que favorezca la mayor objetividad en sus deliberaciones y en sus veredictos. Esto será percibido por los ciudadanos si las sentencias reflejan coincidencia de criterios de jueces de asignada distinta ideología y la proporcional discrepancia ente aquellos que se reconocen como de próximo pensamiento.


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PREJUZGAR

Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:
prejuzgar
juzgar, preconcebir, predecir, calificar, analizar, equivocarse, preferir, recelar


'prejuzgar' también aparece en estas entradas
preconcebir

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PREJUICIO

Prejuicio
De Wikipedia, la enciclopedia libre
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Un prejuicio (del lat. praejudicium, ‘juzgado de antemano’) es, como lo dice su nombre, el proceso de prejuzgar a una persona o situación y, en general, implica la elaboración de un juicio u opinión acerca de una persona o situación antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un juicio sin antes tener ninguna experiencia directa o real. Consiste en criticar de forma positiva o negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos. Es una actitud que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad, en cualquier grupo social y en cualquier grupo de edad, e implica una forma de pensar íntimamente relacionada con comportamientos o actitudes de discriminación.

Contenido [ocultar]
1 El sesgo en psicología
1.1 El sesgo en la ciencia en general
2 Prejuicios aplicados a individuos
3 Prejuicios excluyentes
4 La expresión de los prejuicios
5 En la literatura
6 Véase también
7 Enlaces externos


El sesgo en psicología [editar]Artículo principal: Lista de prejuicios cognitivos
En el campo de la psicología, un sesgo cognitivo es una distorsión (distorsión cognitiva) en el modo en el que los seres humanos perciben la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.

El sesgo en la ciencia en general [editar]En la actividad científica en general, un sesgo estadístico

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PREJUICIOS

El prejuicio es, ¿desconfiar de la gente?

Una duda que tengo...

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:
prejuicio
m. Juicio u opinión,generalmente negativo,que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario:
siempre tuvo muchos prejuicios sobre los orientales.