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HISTORIA3: EL RENACIMIENTO. Erase una vez el hombre 14 El hombre del Renacimiento. Renacimiento es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas. El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

Renacimiento

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Para otros usos de este término, véase Renacimiento (desambiguación).
Hombre de Vitruvio, dibujo de Leonardo da Vinci, expresión del canon renacentista

Renacimiento es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas.

El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto antropocentrismo.

El historiador y artista Giorgio Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista. De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de gótico. Con la misma consciencia, el movimiento renacentista se opone al arte contemporáneo del Norte de Europa.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional».

Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se ha discutido muchísimo; generalmente con el término Humanismo se indica el proceso innovador, inspirado en la antigüedad clásica y en la consolidación de la importancia del hombre en la organización de la realidad histórica y natural, que se aplicó en los siglos XIV y XV.

El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde el punto de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limita a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, donde las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincide con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo y el inicio de un incipiente capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.

 

Obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/Renacimiento

 

9 comentarios

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Aunque también se debe de respetar nuestra naturaleza...

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Somos, realmente curiosos, intrépidos, sociables y la verdad, es que, necesitamos bastante educación para poder vivir, crecer, autorrealizarnos y avanzar...

petalofucsia -

El mundo objetivo: lo real.

El mundo ilusorio: lo mágico, lo fantástico, lo ideal.

Es cierto que poseemos mucha lógica, también mucha imaginación.

Idealismo y materialismo. Concepciones filosóficas clásicas.

Estos dos polos: el material y el ideal llevan parejos sentimientos.

Quizás más que algo sano, haya una preocupación por el más allá, que tampoco debe de ser una obsesión, pero que lo ha sido durante siglos y milenios, y esto es, también un tipo de pensamiento.

La realidad es que estamos aquí...

La preocupación nos lleva a pensar en el más allá...

petalofucsia -

Está el pensamiento mágico, tratar de formarse una idea lo ideal, pero también existen visiones más realistas del mundo basadas en lo real y lo que nos rodea, más lógicas, más materialistas.

Pienso que unas consisten en idear mundos imaginarios y las otras en limitarse a lo real.

Cuáles son más saludables es algo que está por ver...

Limitarnos un poco a lo real, a lo que nos rodea o el intento de trascender, de fantasear, de imaginar...

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CONCEBIR SEGÚN LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA:

concebir.

(Del lat. concipĕre).


1. tr. Comprender, encontrar justificación a los actos o sentimientos de alguien.

2. tr. Comenzar a sentir alguna pasión o afecto.

3. intr. Dicho de una hembra: Quedar preñada. U. t. c. tr.

4. intr. Formar idea, hacer concepto de algo. U. t. c. tr.



MORF. conjug. c. pedir.

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Aunque básicamente opino que la concepción sobre la vida debe de contener lo siguiente:

- Conjunto de ideas que se tienen sobre alguna cosa, opinión:
tienes una concepción errónea de ese asunto.

- Formación de una cosa o una idea en la imaginación o el pensamiento


Creo que es una forma sana de formarse un buen juicio sobre las cosas.

petalofucsia -

Hoy en día se está tratando de llegar a una concepción de totalitarismo universalista que no acaba de convencer del todo a la población basado en el universo...

Aunque hay una concepción de la vida basada en el cientificismo...

Supongo que hay muchas concepciones posibles de la vida y de la naturaleza.

petalofucsia -

Supongo que hay mucho que decir sobre una concepción antropocéntrica y teocéntrica del mundo.

También existen otras concepciones del mundo y de la vida, como el naturalismo, aunque estas dos concepciones que he puesto han sido muy importantes en la historia, a mi parecer.

NATURALISMO:

Naturalismo (filosofía)
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Para otros usos de este término, véase Naturalismo (desambiguación).
El término naturalismo, del latín naturalis, lo que está de acuerdo y se deriva de la naturaleza (natura), se usa frecuentemente para designar realidades diversas; dos de ellas, especialmente, han cuajado a lo largo de la historia en sendos movimientos que se han autodesignado con la palabra naturalismo: en primer lugar, todas aquellas concepciones filosóficas, de muy diverso contenido, que tienen como característica unificadora el considerar a la naturaleza, en cuanto totalidad de realidades físicas existentes, como el principio único y absoluto de lo real; es éste un naturalismo filosófico y de él nos ocupamos en este artículo; en segundo lugar, un movimiento estético, representado sobre todo en literatura, que se ocupa, como objeto de representación artística, exclusivamente de las producciones de la naturaleza; es éste un naturalismo literario-artístico y de él trata el artículo correspondiente.

Contenido [ocultar]
1 Características
2 Periodos
3 Véase también
4 Bibliografía
5 Bibliografía adicional


Características [editar]La ambigüedad que a lo largo de la historia del pensar humano ha tenido el concepto de naturaleza se ha reflejado en la noción de naturalismo, de tal forma que no puede verse en él un sistema filosófico nítidamente estructurado, sino, a lo sumo, una línea general de pensamiento cuyos jalones fundamentales pueden cifrarse en los siguientes puntos:

Absolutización de la naturaleza en cuanto principio supremo: para el naturalismo todo lo real es natural y todo lo natural es real.
La naturaleza es concebida como la totalidad de la realidad física, con exclusión de cualquier otro tipo posible de realidades.
Negación de la dualidad naturaleza-espíritu; este último, caso de ser admitido por el naturalismo, se concibe como una modulación especial de la primera, pero siempre reductible a ella: la pretensión de establecer una distinción esencial entre una y otro es vigorosamente negada, afirmando que las leyes naturales extienden su ámbito de validez al denominado reino del espíritu.
Como consecuencia de lo anterior, el naturalismo ha ido, generalmente, vinculado a una concepción materialista de la realidad, hasta el punto de que Dilthey, en su tipificación de las concepciones del mundo, ha señalado al materialismo como la nota fundamental que caracteriza al naturalismo y que lo diferencia del idealismo objetivo y del idealismo de la libertad. Sin embargo, y ello es buena prueba de la antes citada ambigüedad de la noción de naturalismo, hay pensadores considerados como vinculados a este modo de pensar —tal el caso de Giordano Bruno— en los que es muy difícil, por no decir imposible, encontrar huella alguna de materialismo.
Otra característica que, no necesariamente, pero sí con cierta frecuencia, acompaña al naturalismo es el mecanicismo. La naturaleza es concebida como un conjunto de procesos regulados por magnitudes y leyes estrictamente mecánicas: masa, energía, densidad, inercia, etc. Sin embargo, algunas formas de naturalismo excluyen decididamente todo tipo de mecanicismo, como es el caso del materialismo dialéctico marxista —que puede englobarse también dentro del naturalismo—, para el que la realidad no está regulada por leyes mecánicas sino por la tríada hegeliana de la tesis, antítesis y síntesis.
Derivada de la absolutización de la naturaleza, el naturalismo niega la dualidad natural-sobrenatural, carácter éste que ha sido destacado por John Dewey (1859-1952) como fundamental en todo naturalismo; en diversos momentos —especialmente en Human Nature and Conduct (Nueva York 1922) y en Experience and Nature (Chicago 1925)— ha mantenido que el constitutivo esencial del naturalismo es la oposición a toda clase de sobrenaturalismos, es decir, a la admisión de entidades que escapan a la naturaleza y a las leyes naturales que la regulan. Dentro de los sobrenaturalismos —según Dewey— habría que incluir tanto aquellas doctrinas que hacen de lo natural y de la naturaleza una mera epifanía de un principio ulterior y más real, como es el caso de los idealistas poskantianos, cuanto las que afirman junto a la naturaleza una realidad superior y trascendente a ella.
Otra nota, también destacada por Dewey, es el optimismo antropológico: frente a las doctrinas que hacen ver que el ser humano es una realidad necesitada de salvación y en el que las tesis soteriológicas revisten excepcional importancia —como se pone de relieve en todo pensamiento religioso o de corte platónico—, en el naturalismo el hombre es un ser plenamente radicado en sí mismo y que en sí mismo adquiere todo su sentido. De ahí que el naturalismo suela desembocar en un humanismo radical, tal como aconteció con el naturalismo renacentista y con el del s. XVIII. La perfección del hombre —según esta posición— se encuentra en el mejoramiento de su propia naturaleza, no en la mutación de ella.
Cabe también destacar la íntima ligazón entre el naturalismo y el progreso de la ciencia físico-natural. Aunque este factor es meramente fáctico —y aun a ese nivel discutible: Dewey, p. ej., no reconoce esta ligazón—, parece innegable que históricamente el naturalismo ha ido ligado al desarrollo de las ciencias positivas, en especial de la Física y la Biología. Así ha sucedido con el naturalismo de los presocráticos, en los que la preocupación por la fysis, la naturaleza, les llevó a una concepción naturalista de la realidad; con los pensadores renacentistas, influidos por el auge de la nueva ciencia; con el naturalismo decimonónico, que toma ocasión en gran parte de la grandiosa comprensión del cosmos que ofrecía la física newtoniana y los nuevos escubrimientos de la biología evolucionista; y, por último, con el actual naturalismo basado en la nueva visión que del universo presenta el progreso científico.
Finalmente, es de señalar que dentro de un naturalismo consecuente los problemas epistemológicos no alcanzan la virulencia a que llegan en el seno de otras concepciones, p. ej., en el idealismo. Suele darse en los pensadores naturalistas una cierta confianza en el poder espontáneo de los órganos cognoscitivos humanos para captar la realidad. La correlación establecida por el naturalismo entre el hombre como microcosmos y el universo como macrocosmos conduce a la creencia, más o menos explícita, de que entre ambos se da una simpatía óntica fundamentadora de una fácil captación del ser del segundo por la facultad cognoscitiva del primero. Y, de hecho, la gnoseología del naturalismo ha sido siempre un tanto pobre. A este aspecto del naturalismo, aunque quizá de forma exagerada, es al que se refería Kant al decir que «el naturalista de la razón pura considera como principio el que por medio de la razón común, sin ciencia (lo que llama la sana razón), se puede obtener, respecto de las cuestiones más elevadas que constituyen el objeto de la metafísica, más que por medio de la especulación» (Crítica de la razón pura, Doctrina del método, cap. IV).
Se habla de la Absolutización de la naturaleza, de la negación de la dualidad naturaleza-espíritu o de la dualidad natural-sobrenatural. También se caracteriza el naturalismo con el llamado “Optimismo antropológico” y con el mostrar una confianza decidida en el progreso de la ciencia. Todos estos aspectos me parecen destacables y son constitutivos de la definición de naturalismo. Es destacable, también, el que se refiera la figura de John Dewey (1859-1952) como psicólogo naturalista que puso un énfasis decidido en el tema de la educación.

Periodos [editar]Históricamente el naturalismo ha tenido cuatro momentos principales, por lo que puede distinguirse entre un naturalismo griego, un naturalismo renacentista, un naturalismo moderno y un naturalismo actual. los filosofos naturalistas hacen que se elaboren muchas nocione importantes que pasaran al patrimonio filosofico de la verdad.

El primero tiene dos periodos fundamentales, encarnados en las escuelas presocráticas y en las posaristotélicas: epicúreos y estoicos; en todas ellas la fysis se presenta como algo absoluto que en sí misma encuentra la razón de su existir; el propio ser humano no aparece más que como un elemento de la naturaleza, con ciertas peculiaridades, pero sometido por completo y sin excepción alguna a sus leyes. Es muy significativo que la primera manifestación clara y definida de una teoría evolucionista aparezca en Anaximandro y se continúe en el epicúreo Lucrecio.
El naturalismo renacentista es una clara muestra de la derivación, antes citada, hacia el humanismo; aunque tendencias naturalistas pueden señalarse en la mayoría de los pensadores del Renacimiento —ejemplo manifiesto sería Leonardo da Vinci—, sus representantes más típicos son Bernardino Telesio (1509-88), Francisco Patrizzi (1529-97) y Tomás Campanella (1568-1639).
El naturalismo moderno, de fuerte raigambre científica, se inicia durante el s. XVIII —el naturalismo de la Enciclopedia, cuyos jalones principales serán el naturalismo pananimista de Jean Baptiste René Robinet (1735-1820) y el naturalismo mecanicista de La Mettrie y de Holbach—, culminando en el siglo siguiente bajo la forma del materialismo mecanicista de L. Büchner, J. Moleschott y E. Haeckel.
En la actualidad el naturalismo es una corriente de innegable difusión si bien con fuertes variantes entre sus diversos representantes. Pueden citarse entre ellos a A. N. Whitehead (The Concept of Nature, 2a ed. Nueva York 1926), A. Liebeck (Wetterwachen, Stuttgart 1928) y H. Blüher (Die Achse der Natur, Hamburgo 1949). Un grupo interesante de defensores del naturalismo es el formado por los autores de los 15 estudios sobre cuestiones filosóficas contenidos en Naturalisim and Human Spirit (ed. Y. H. Krikorian, Nueva York 1944) —entre los que cabe citar a S. P. Lamprecht, J. B. Pratt, W. R. Dennes y E. Nagel—, creadores del llamado neonaturalismo, cuya característica fundamental es una mayor apertura en el concepto de naturaleza y el abandono del materialismo y del mecanicismo presentes, en general, en el naturalismo anterior y tradicional.
Véase también [editar]Movimiento Brights
Taoísmo
budismo
shintoismo
Bibliografía [editar]A. CRESSON, Les bases de la philosophie naturaliste, París 1906;
J. DEWEY, La experiencia y la naturaleza, México 1948;
J. B. PRATT, Naturalism, New Haven 1939;
C. BOUCHAT, Histoire du naturalisme francais, París 1949.
Bibliografía adicional [editar]Habermas, Jürgen. Entre naturalismo y religión (2006), Ediciones Paidós Ibérica, ISBN 978-84-493-1941-9
El contenido de este artículo incorpora material de la Gran Enciclopedia Rialp [1] que mediante una autorización permitió agregar contenidos y publicarlos bajo licencia GFDL. La autorización fue revocada en abril de 2008, así que no se debe añadir más contenido de esta enciclopedia.

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En todas estas épocas, hay una concepción de la vida y del mundo.

Principalmente, destacaría dos concepciones del mundo: la teocéntrica y la antropocéntrica.


CONCEPCIÓN TEOCÉNTRICA:

Característica saliente de la Edad Media



Concepción teocéntrica del mundo: Dios es el centro del universo. Todo el ordenamiento social y político tiene como fundamento a los preceptos religiosos. Hay así desprecio de todo lo que ocurre en la tierra, en el mundo.



Preceptos religiosos = cristianismo. Otra religión que tiene su centro en Dios es el islamismo. Por ello, Edad Media no es igual a Cristianismo.



En España tiene gran importancia -como dicen los cristianos-, la presencia del “invasor moro”.



Estas dos religiones están concentradas en torno a un centro que es Dios, a diferencia de las antiguas culturas, que eran politeístas (antes del nacimiento del cristianismo) y que tienen muchos dioses. Ahora, en la Edad Media hay un concepto teocentrista y monoteísta como en la religión musulmana y cristiana. Esto cambia la faz política, porque hay un único Dios como centro del poder, por ahora religioso.



Esta concepción teocéntrica del mundo tiene un elemento característico: idea del Convento: Convento como punto de referencia porque éste brinda protección y defensa contra el avance del enemigo. Existen los infieles y los herejes -al margen de la religión que se da en el Convento.



El Convento brinda protección a la vida humana y contra los enemigos de la religión cristiana (herejes e infieles). Esta protección se da por los fosos que circulan por los conventos y las paredes amuralladas que los conforman.



LA CONCEPCIÓN QUE SURGE DESDE EL RENACIMIENTO Y SE ACENTÚA DESDE CHARLES DARWIN (12 de febrero de 1809 – 19 de abril de 1882)BASADA EN EL ANTROPOCENTRISMO:

Antropocentrismo
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El antropocentrismo (del griego άνθρωπος, anthropos, "humano"; y κέντρον, kentron, "centro") es la doctrina que hace al ser humano medida de todas las cosas, su naturaleza y bienestar, son los principios de juicio según los que deben evaluarse hacia los demás seres y la organización del mundo en su conjunto.


El término tiene dos aplicaciones principales; por una parte, es un lugar común en la historiografía calificar de antropocéntrico a la cultura renacentista y moderna, en contraposición con el pretendido teocentrismo del Medioevo. La transición de la cultura medieval a la moderna se concibe con frecuencia como un tránsito de una perspectiva filosófica y cultural centrada en Dios a una centrada en el hombre— aunque este modelo ha sido reiteradamente cuestionado por numerosos autores que han intentado mostrar la continuidad entre la perspectiva medieval y la renacentista.[1]

Por otra parte, y en un contexto moderno, se ha llamado antropocentrismo a las doctrinas o perspectivas intelectuales que toman como único paradigma de juicio las peculiaridades de la especie humana, mostrando un sesgo sistemático por el hecho de que el único entorno conocido es el apto para la existencia humana, y ampliando indebidamente las condiciones de existencia de ésta a todos los seres inteligentes posibles. El antropocentrismo en este sentido puede tomar un aspecto cultural —como en la representación, típica en la ciencia ficción de la Edad de Oro— del ser humano como excepcional entre las especies inteligentes por algún rasgo, o biológico —como en la ingenua representación de los extraterrestres como vagamente humanoides. Esta situación ha dado origen a una extensa discusión acerca del llamado principio antrópico —que, simplificadamente, postula que los valores posibles para las constantes físicas universales están de hecho restringidos a aquellos que permiten la existencia de la especie humana, aunque no haya limitación de principio para que así sea[2] —, y acerca del movimiento del diseño inteligente, que utiliza esta limitación para afirmar que evidencia el designio de una inteligencia superior, artífice del orden del universo. El antroponcentrismo reemplaza al teocentrismo, y el primero surge a principio del siglo XVI entrando yá a la Edad Moderna.

Véase también [editar]Biocentrismo
Especismo
Expresionista
Geocentrismo
Sensocentrismo
Teocentrismo
Referencias [editar]↑ Véase, por ejemplo, Gilson, Étienne (1922). La philosophie au moyen-âge, vol. II: De saint Thomas d’Aquin à Guillaume d’Occam. París: Payot.
↑ Barrow, John David & Tipler, Frank J. (1986). The Anthropic Cosmological Principle. Oxford: Oxford University Press. ISBN 0-19-282147-4.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Antropocentrismo"
Categorías: Espectro político